Otro capítulo corto, estos solo durarán hasta que empiece la Guerra del Santo Grial, donde escalarán a 6-7k, caso contrario sería muy anticlimático y tedioso. Aunque me tarde más en sacarlos.
La chica solo parpadeó ante mi declaración, luego sus labios formaron una sonrisa y se acercó.
"...¿Senpai no solo se lastimó la mano, si no también la cabeza?
Cuando sentí su mano tocando la parte de mi cabeza cerca de la frente, el movimiento que hice a continuación, quiero creer que fue por reflejo y no por idiotez. Mi mano adolorida se movió, librándome de su tacto y ocasionandome un pequeño dolor que me volvió un poco más irritado y ella hizo una expresión de sorpresa mientras tomaba distancia.
"...Ya te lo dije. No te conozco y no te he visto nunca en mi vida. Agradecería que te fueras y dejaras de... molestar" balbucié al final de la oración.
Bien, eso último salió de mi boca automaticamente, pero ya está hecho. Solo por si acaso, busqué en los alrededores gente escondida, quizá perdió una apuesta.
La probabilidad es baja, pero no puedo abandonar viejas costumbres tan facilmente, incluso si mañana despertara siendo el guapo cantante Takuya Eguchi.
Cuando no encontré a nadie y volví mi mirada a ella, me sorprendió como cambió su semblante en tan poco tiempo. Esperaba la expresión de sorpresa, la mayoría de gente a la que había alejado la hizo. Luego seguía el ceño fruncido, y después un insulto, a veces acompañado con una ademan de negación.
"Pero me lo ofreciste ayer, dijiste que iríamos juntos el primer día... " Su suave voz sonó mucho más timida que antes, casi como si no quisiera seguir articulando, y su cabeza se inclinó un poco hacia adelante, dando la impresión de un cachorro regañado.
Un foco prendido anteriormente volvió a emitir luz dentro de mi cabeza.
"Tampoco veo que estés vestido. ¿Estás... planeando faltar el primer día, senpai?" Su pregunta salió como un susurro.
"Surgieron cosas importantes, así que no iré" La oración salió casi como un balbuceo y suspiré, calmando un poco mis nervios. "Mira, yo no tengo tiempo para esto y se está haciendo tarde, tienes escuela, ¿no?" Respondí torpemente, un poco confundido en como actuar ante la realización de lo que podría estar pasando.
Su mirada se posó el suelo cuando terminé de hablar, hubo unos segundos de silencio, ella parecía estar pensando algo. Cuando alzó la mirada, nuestros ojos se miraron y ella desvió su vista inmediatamente después de eso.
¿Oh?
"Y-yo lo entiendo, senpai. Si es así como realmente te has estado sintiendo, me iré" Me dedicó una dolorosa sonrisa que dejó en vergüenza a la de las chicas que trataban de rechazarme amablemente en el pasado, y arrastró la última oración, como si no quisiera pronunciarla.
Dandose media vuelta, ella partió en un caminar lento bajo mi mirada que se había suavizado segundos atrás, un poco involuntariamente al ver su expresión.
Sin querer dar a entender nada más, solo volví adentro.
Lo pensé, aunque no mucho, he de admitir. En las dos horas que estuve tratando de ordenar mis pensamientos después de encontrar el pañuelo y a su vez, probando algunas llaves que encontré para ver donde correspondían, me pregunté lo raro que es mi caso si fuera isekai. No fui un bebé, pcco a poco recordando su antigua vida...¡De hecho, ni siquiera era "yo" mismo! Ahora era un adolescente con una apariencia totalmente ajena a mí, y seguramente, ajeno también en personalidad, de ninguna manera una chica así se acercaría a hablarme voluntariamente de no ser el caso.
Y el término "isekai" solo era de ejemplo, no estoy diciendo que acepté mi muerte o algo así, ¿bien? ¡No estoy muerto, carajo! ¡Te veré pronto, Chiba, MAX COFFE, Komachi!
...A lo que quiero llegar es que, si hay un ahora tuvo que haber un antes. Qué tan importante fue ese antes era lo que me carcomía.
Lo diré, la nota y la posibilidad de morir me tenían paranoico.
Quizá tenía enemigos jurados que atentarían contra mi vida en el momento por algo que hice antes de que "yo" fuera yo y ni siquiera me percataría de ello. La escuela es el escenario típico para ese tipo de encuentros.
Por supuesto, no llegaría a esa ridícula conclusión si la palabra "morir" no hubiese sido incluida.
Esa chica parecía conocer a quién sea que fuera la persona antes de este día, por lo que quizá, deba haber más con los que lidiar luego.
Nuestro pequeño intercambio solo me dio más curiosidad por saber que tan diferente era antes. Cuando decidí excarvar en busca de alguna pista de eso en las habitaciones de esta casa no encontré nada exacto. No hay fotos de la infancia, o cuadros con alguien junto a una versión pequeña de la persona que reemplazé.
Que a su vez, según lo que he decidido asumir por ahora, también formaba parte de esta realidad artificial.
...Iré con eso por ahora para no sentirme culpable.
Sakura apretó la mandibula, en un intento por contener el sollozo que quería salir a través de su garganta, pero no podía hacer nada contra el picor en sus ojos.
Voluntaria o involuntariamente, sus piernas la llevaron a un lugar que conocía muy bien.
Se encontró en un parque que reconoció perfectamente y decidió dejar descansar sus piernas ligeramente temblorosas sentándose en un banco cercano.
"Senpai se veía muy extraño..."
Y no hace falta mencionar la mirada que tenía, que la hizo confundir aún más que su tono poco amable.
¿Por qué está así? ¿Qué pudo haberle pasado en tan poco tiempo? ¡La última vez que lo vio fue hace un día!
Apoyandolos en su falda, cerró sus puños con fuerza.
Recordó la primera vez que lo vió; y desde allí, la segunda, la tercera... Hasta que surgió una situación que la impulsó a dejar de espiar al niño con el que tanto deseaba hablar y acercarse más a él.
Recordó la primera vez que dicho niño la observó, y como desde aquel entonces esos ojos jamás habían cambiado en la amabilidad y aprecio que le transmitía. La hacía sentir valorada, y sin saberlo, se volvió adicta a esa sensación.
Pero ahora, en ese corto lapso de tiempo que lo vio, todo eso contrastaba con la idea que ella tenía sobre él.
Su mirada le recordaba un poco a los magos que había visto a lo largo de su vida: Sin vida, y con las pupilas mirando al horizonte, como si nada que tuvieran en frente verdaderamente importara. Pero incluso, en aquellos casos en donde dichos ojos se posaban en su persona, parecía que solo veían a través ella, como si no existiera.
Pero ella estaba acostumbrada a ese tipo de ojos, si bien le inquietaba que esta vez vengan por parte de Shirou, no era tan inquietantes como los de ese tipo de gente, o como llegó a tenerlos ella misma en algún momento.
Así que solo asumió que algo estaba sucediendo, no tan grave, pero que aún así requería atención . Y cuando levantó su mirada luego de pensar en sus palabras, ella estaba decidida a resolver sus dudas, al menos, hasta que notó que la expresión de su senpai cambió.
Estaba esa mirada. La que más odiaba recibir.
La de lástima.
Esa mirada que le daba Rin, a quién tanto resentía, cuando ella descuidaba su máscara de frialdad. Y ahora, la que sorprendentemente Shirou le había dado.
Sabía lo que quería decir su hermana cuando sus ojos se encontraban, y aún así, hipócritamente la despreciaba por su falta de voluntad para ayudarla.
Pero Shirou... ¿Qué quería decir con eso?
Quizá desde el momento en que se armó de valor y se presentó al joven, él solo vio a una persona necesitada por atención y decidió darle lo que desesperadamente anhelaba por mera lastima, fingiendo estar a gusto con ella para no hacerla sentir mal. O quizá se dio cuenta despues de un tiempo lo agotador que era tener una persona como ella al lado durante tanto tiempo, alguien que siempre se guarda lo que piensa y jamás tiene el valor de tomar decisiones por voluntad propia.
Se pellizco un muslo y sintió el dolor.
No.
Se negó a creer que todo lo que pasaron durante casi un caño fue una mentira y se regañó a si misma por permitir que los antiguos pensamientos que solía tener de la gente se filtraran.
Estaba dispuesta a volver tras sus pasos y encararlo por cual sea la situación que esté atravesando, pero había una persona más que tenía derecho a saber, y a pesar de sus intenciones, sabía que si ella estaría en la escena sería para mejor, pensó.
Incluso ahora, la niña no tiene coraje.
Caminé a través del tranquilo distrito comercial, con una expresión realizada y dos bolsas con mucho contenido dentro.
Horas después, intentando calmar mis nervios y mi respiración, con una siesta de por medio después de mi intercambio con la chica , había decidido explorar las demás partes de la residencia, cuando me percaté de que era más grande de lo que pensé.
Al principio fue el mismo resultado, más allá del leve sentimiento de nostalgia que tenía con ciertas cosas, no había diferencia de mis busquedas anteriores.
Y de todos modos, la posibilidad de que estuviera en una especie de juegos de citas flaqueó cuando vi lo que había en el cobertizo.
No eran muchas como verías en una tienda de armas, pero tampoco era una sola. Tres armas que variaban de tamaño entre sí apoyadas en la pared del fondo del cobertizo y muy cerca, un circulo con un diseño bastante extraño. Tragando saliva, me acerqué para verlos más detalladamente y con eso pude vislumbrar unos estuches, los dos primeros tenían un diseño similiar y el último se distinguía por ser de un fuerte color negro. Pronto comprobé con un rápido vistazo que tenían balas adentro.
Nunca había visto antes tantas armas juntas. Nunca había visto un arma.
El máximo contacto que tuve con ellas fue solo a través de videojuegos, y ninguna de ellas, al menos de las que recuerde, estaban aquí.
Las miré un poco más, y luego al circulo extraño, apartando voluntariamente todos los pensamientos que me vinieron al verlo.
"S-sí llego a necesitar algo de esto, creo que lo sabré..." susurré, nervioso y harto, con una expresión derrotada.
Eso fue lo que había dicho, y con eso, salí de allí. Después, decidí que no quería quedarme quieto, porque no quería seguir pensando. Entonces me incliné a la idea de ir a comprar porque mi estómago rugió, me recordó a aquellas veces en las que olvidaba traer dinero a la escuela y me moría de hambre durante todo el día. Sonreí amargamente cuando pensé que podría hacer curry como los viejos tiempos, cuando Komachi no lideraba la cocina.
Viejos y buenos tiempos.
Al menos dentro de la casa.
Lo que no me esperaba al llegar a mi refugio temporal, es ver a dos personas, una mujer y una adolescente esperando en la puerta. Sus posturas cambiaron al momento en que ambos pares de ojos me notaron; La mujer cruzó los brazos y frunció el ceño, y la chica, que hace horas había hablado conmigo, se puso firme, juntando exageradamente sus piernas como si fuera un soldado. Estoy seguro de que también apretó el agarre en su bolso.
Pensando en que podía hacer, caminé más lento y finalmente mi boca marcó el final de mi avance cuando decidí hablar.
"¿Necesitas algo más de mí?" Ignoré apropósito las cuchilladas en forma de mirada que me estaba dando su acompañante. Mis ojos se posaron en la chica de mi edad, sobresaltandola.
"Y-yo solo quería..."
"¡Sakura me lo contó!" Alzó la voz y interrumopió. "¡Sobre como la trataste mal, la echaste de la casa y decidiste saltearte la escuela sin remordimiento alguno!"
La ahora llamada Sakura se tensó.
"¡E-eso no es lo que quise-"
"¡¿Y bien?! ¿Tienes algo que decir al respecto?"
Tragué saliva.
"Yo... lo siento. Hay muchas cosas que están pasando por mi cabeza ultimamente, no era mi intención hacer sentir mal a Sakura-san" No era una mentira exactamente. Ahora, por favor, quién quiera que seas, vete y llevate a la niña contigo.
Como si hubiese dicho algo que no debí decir, ella alzó la ceja en su rostro ya molesto.
"Adentro, ahora"
Con un movimiento brusco, se dirigió a la puerta, la chica Sakura se hizo a un lado como pudo y la mujer abrió la puerta como si nada, entrando a a la casa. Oi, ¿no dejé la puerta cerrada con llave? ¿Qué es esta mierda?
Cuando entramos, me obligó a tomar asiento en la pequeña habitación y yo no tenía idea de que diablos decir.
"..."
"¿Y bien?"
"N-no en entiendo, ¿qué quieres que diga exactamente?" Me quejé con el ceño fruncido, claramente frustrado.
Ella suspiró.
"Bueno, no es normal que un chico de preparatoria repentinamente tenga cosas mejores que hacer que ir a su primer día de escuela, ¿no?" sonrió suavemente tocando mi hombro y continuó. "Además, tu semblante no es el mismo, si te están acosando o algo parecido..." Dejé de escuchar.
¡No estoy acostumbrado a mentir de una manera tan descarada!
Yo... ¿qu-qué debería decir? ¿"Enviaron mi alma al cuerpo de tu amigo y ahora robé su vida"? ¡Obviamente me tratarían de loco!
"Y-yo simplemente he estado pensando en cosas del pasado" No era una mentira del todo. "Supongo que hoy me dejé llevar por las memorias y mi estado de animo bajó un poco"
"Senpai..." escuché susurrar a Sakura desde en frente.
La mujer a mi lado dejo escapar un 'hmm' por lo bajo y miró a la mesa.
"Sabes, más o menos cuando tenía tu edad, era bastante ingenua, distraída y despreocupada. Culpa al abuelo y su gente por eso" se rió con un tono distante. "Solo vivía el presente sin importarme nada más. Así que cuando tu padre se enfermó, yo descubrí por primera vez ese sentimiento. Me asustó mucho y no supe como lidiar con él, solo quería volver a esos días brillantes una vez más" su cara hizo una mueca triste.
Oi oi oi, ¡solo quería acabar con esto lo más pronto posible! ¡Creí que dirías algo como "ya veo" al ser algo íntimo y lo dejarías ir! Espera, ¿"tu padre"? ¡¿Se supone que la persona que tenía en frente era mi madre?! ¡Le dedique una de mis miradas más espantosas!
Recordé que tenía que seguir una conversación, así que me reincorporé rápidamente ante mi arrebato.
"¿Y-y como lo resolvis-"
"Hablé acerca de ello" Me interrumpió. "Después de estar tirada en cama y alejar a la gente durante varios días, mi padre y el abuelo se hartaron. Me sacaron de allí a la fuerza y tuvimos una charla después" Su tono denotaba que le estaba costando hablar del tema. Miré a Sakura, y pude notar que ella estaba tan incómoda como yo con todo esto.
"A pesar de eso, todavía me dolia la idea de ver a Kiritsugu cara a cara, me entristecía verlo con la apariencia en la que estaba" Apoyó su codo en la mesa y una de sus mejillas en su mano, su mirada se posó en ningún lado en particular; solo era una persona recordando.
"Aún así, falté a la escuela y fui a verlo. Fue una decisión de último minuto, estaba por entrar cuando me agarró un miedo de no haberle hablado antes de que sea demasiado tarde, así que corrí y charlamos, eventualmente el tema salió a flote"
En el segundo en que la miré de reojo, me di cuenta que su vista estaba posada en mí, sus ojos mirando mi rostro. Aclaró su garganta, haciendo que Sakura y yo le demos nuetra completa atención.
"Entonces me dijo..." Ella sacó un palillo de dientes del paquete que puse antes, poco tiempo antes de salir de compras y cruzó los brazos, e imitando una voz de hombre habló:
"Ciertamente, los recuerdos pueden llegar a ser bastante hermosos Taiga, pero no llenaran tu estómago. Al final del día lo que te ayudará será lo que hagas en el momento"
Termino su imitación y vi su mirada expectante. Lo lamento mujer, pero mis habilidades sociales son penosas y apenas te conzoco desde hace una hora. ¡Ni siquiera tengo un apellido por el cual llamarte!
"Ya veo..." Respondí.
Ella alzó una ceja y adoptó una expresión molesta, aún con los brazos cruzados y el palillo en su boca.
"¿En serio?" Asentí y su estómago gruño, el palillo cayó de su boca. "Hablando de llenar el estómago... ¿Qué hay de comer hoy?"
¿Eh?
"Bueno... iba a hacer curry, aunque no soy muy bueno cocinando. Hace mucho que no lo hago"
Después de no haber una respuesta, se escuchó una risa.
"Veo que tu humor subió un poco, ahora solo falta dormir bien para sacar esa espantosa mirada. Aunque no la tenías el lunes, hmm"
"¡Fujimura-sensei!"
"¿Me vas a decir que no te intimidó un poco, Sakura-chan?" Volvió a reir.
Luego de eso, no paso nada más de relevancia durante ese día. Interactué con las dos mujeres, cuidando un poco más mis palabras, pero eso era todo.
Conforme más dialogaba con las dos personas que ahora me acompañaban, mi patética y rebuscada excusa de que todo esto podía ser irreal se hundió más que cuando salí de esta casa y vi a toda esa gente haciendo su vida cotidiana y todo lo que conlleva. Allí tenía opción; Mientras menos los mirara, mientras más cortas fueran las interacciones que tuviera con los vendedores, aún tendría a algo de lo que aferrarme. Aunque no ver más pelos de colores por ningún lado me frustró, procedí a poner más excusas.
Pero ahora no tenía ninguna opción. Si evitara sus miradas, si no participaba en la conversación, si decidía ignorarlo, entonces volverían a pensar que lo que hizo Fujimura fue para nada, así que solo decidí ir con la corriente.
Además, probé un unas cuantas cosas con la chica llamada Sakura. Durante nuestra conversación, la mire fijamente por unos largos segundos, y ella se puso nerviosa como cualquier persona haría. Después, cuando se decidió por ayudarme con la cocina, pude oler su shampoo, no, no es lo que estás pensando. No me acerqué a ella repentinamente y empecé a oler su cabello como un enfermo, es solo que en al momento de cortar vegetales estabamos bastante cerca, ¿bien? Aunque no tengo excusa con mi siguiente actuar, toqué su brazo con mi mano unos momentos para intentar sentir su calor corporal, ¡pero solo para confirmar algo!
Quizá no tenía que poner excusas. Quizá nada de esto es una mentira. Tal vez solo debería tranquilizarme y seguir adelante, esperarando las pistas que me llevarían a mi hogar eventualmente y que la nota me prometió. Hasta tal vez podría ser divertido, como en un programa de televisión o algo así. Es decir, estoy viviendo el sueño de Zaimokuza.
Todo lo que ocurrió anoche y la resolución a la que llegué la tiré a la basura cuando en la mañana el peor dolor de cabeza que juro haber sufrido fue el menor de mis problemas.
Bueno, al menos sabía de que iba a morir.
N / A: Otro capítulo más, y posiblemente el último que haga utilizando mis vagos recuerdos de ambas series. Hago una aclaración, porque creo que en la historia no se aclarará nunca: Al menos en este fic, Kiritsugu decidio vender las armas que utilizó a través de la yakuza y guardó las balas de origen en el cobertizo. El Grupo Fujimura adquirió las armas y mucho tiempo después, en una conversación con Shirou acerca de Kiritsugu, el viejo Raiga decidio que tenga "unas cuantas armas por si algo del pasado regresaba a morder el culo" cosa que con mucha insistencia más, logró convencer a Shirou(Más que nada, para que Raiga deje el tema de una vez) y es por eso que están donde están.
No me acuerdo exactamente en que fecha inicia la guerra por el grial, así que solo diré que todo esto son seis meses antes.
Fernando917: No, no es harem. Hasta dudaba de si poner algún emparejamiento durante la historia, y aún lo dudo. ¡De hecho ni siquiera Arturia iba a estar aquí! Puedo contar esto ahora que no ocurrirá, pero planeaba que Hachiman en un ataque de pánico sacara a Avalon de su cuerpo y lo arrojara en algún lado de la casa solo para no tenerlo en cuenta después a la hora de la invocación, lo que terminaría con Hachiman convirtiéndose en el catalizador y obteniendo un servant totalmente distinto. Pero luego pensé: ¡Hachiman es más inútil que Shirou como mago, si no tiene algo poderoso morirá demasiado pronto! Y aún tengo dudas de si llegará al final de la guerra. Además luego esa reliquia requerirá la presencia de Artoria para unas cuantas cosas.
KataiKimura: Thanks for supporting this...thing.
