Hola, hola... Kuroshiro a vuelto. Ahora con nuevo capítulo de esta maravillosa y trágica historia. Se habrán dado cuenta de lo horrible que será la vida de casados de estos dos, y no saben lo que se avecina.
Sin más, dejo la continuación de la historia.
CAPÍTULO II: Auténtico dolor
Yūri abrió los ojos lentamente notando rápido gracias a la ayuda de los rayos del sol en donde se encontraba. Su pequeño aún dormido estaba recostado aún costado de su cuerpo, era un ángel tan inocente.
- Buenos días, mi pequeño – susurro a su hijo después besando la frente de este. No quiso incomodar a su angelito y decidió levantarse para comenzar un día más como doncel de casa.
Aunque tan sólo al salir de la habitación su gesto cambio de una bella sonrisa matinal a un gesto melancólico lleno de pesar. Viktor no estaba y él estaba consciente de aquello, no era la primera vez que se enojaba con Yūri, a partir del nacimiento de Iván el cuerpo de Yūri cambio (o preparo) para adaptarse a ser una "mamá".
Donceles y Mujeres tienen este cambio tanto hormonal como físico, se ensanchan sus caderas, su piel cambia un poco y se vuelve algo flácido en la parte del vientre ya que acababan de tener un bebé, los pechos se hacen un poco más grandes y producen leche materna. Estos detalles y muchas cosas más hacían que Viktor perdiera un poco el interés, aunque el factor sobre-protector de Yūri hacia Iván era otro factor.
Rápidamente Yūri estuvo más atento a su pequeño que en su relación, aunque seguía haciendo las labores en casa como cualquier doncel casado... pero en temas íntimos, jamás dejaba que Viktor lo tocara más de una vez por semana desde el nacimiento de su pequeño. Lo que ocasiono que el lívido sexual de Viktor se sintiera insatisfecho, claro que aquí el ruso fue el culpable de todo... quien no respetó el acuerdo matrimonial y le fue infiel, pero Yūri nunca protesto. Lloro durante días la primera vez que se enteró de la misma boca de su esposo, a pesar de ello ni Viktor o Yūri terminación su matrimonio.
Actualmente siguió todo igual, aún mantienen relaciones debes en cuando... pero casi dos veces por semana Viktor "se excusa" con alguna cosa y sale hacia el centro de la ciudad.
- Mami – Yūri levanta su mirada perdida y cambia rápidamente a una sonrisa para mirar a su hijo – b-buenos días –
- Hola, mi pequeño – el niño de acerca para abrazar a su progenitor – debes tener hambre, ¿qué quieres desayunar? –
- No – negó con la cabeza – cualquier cosa que prepares es muy especial para mí, mamá – el pequeño de cabellos grisáceos y ojos azulados era la joven imagen de Viktor. Iván Nikoforov de tan sólo 5 años ya era un prodigio en el patinaje y en las clases particulares de la escuela, aunque parece ser un varón serio fuera de casa en su interior era un chico tímido y angelical.
- Creo que te encantarán unos huevos revueltos con mantequilla y algunos waffles que sobraron – Yūri tomo en manos una cazuela y fue en busca de unos huevos al refrigerador – mmm, ¿te gustaría jugo de naranja para acompañar o una malteada de chocolate? –
- ¡Chocolate! – grito Iván entusiasmado.
- Entiendo, entiendo... será una rica malteada para el pequeño Iván – para Yūri no había mayor satisfacción que la felicidad de su hijo, aunque esto implicara vivir al lado de un patán de lo peor.
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- Mmmg, huele bien – Viktor abría sus ojos al poder captar un aroma suave y dulce con su nariz.
- Eso quería – la voz de Yuri lo hizo estremecer, estaba usando un perfume con olor a vainilla. Ya estaba vestido con el ligero Baby Doll azulado de la noche anterior, había peinado sus cabellos en una coleta y buscaba una chaqueta por el armario de la habitación.
- ¿Es el perfume que te regale? – pregunto Viktor al mismo tiempo que se levantaba.
- Si, siempre la uso después una noche tan agitada – mentía, sólo la usaría en presencia de Viktor – no digo que tú seas una pesadez en mi trabajo... pero otros – suspiro.
- Cuéntame... tengo media hora más antes de irme – Yuri sonrió, de todos sus clientes el único que lo escuchaba era Viktor, otra razón más para estar perdidamente encaprichado con quedárselo.
- Bueno, no es muy complicado de entender... los ancianos asquerosos que siempre me tocan no me dejan satisfecho, finjo para hacerlos felices, pero por lo menos espero llevarme algo de placer... pero no – se quejó – tengo que lidiar con puros idiotas, además Lilia me reprende demasiado por mi forma de hablar.
- Ah, esa boquita dulce debe soltar muchas palabras de alta intensidad – Yuri río por el tonto comentario.
- Si, no lo puedo evitar – sonrió – ayer también fue muy pesado para mí, fue un alivio que hayas venido... – se acercó hasta el pecho de Viktor esperando que esté lo abrazara – tú haces que mi día malo se vuelva la mejor noche – susurro.
- Lamento no estar tanto tiempo aquí – dijo Viktor – pero cada vez se me acaban las excusas para pelear con Yūri – ahora quién se quejaba sería él – cada día se está volviendo más sumiso, creo que es bueno ya que no me causa problemas, pero... ahg, parece idiota obedeciendo cada cosa que le digo –
- Pensé que te gustaba eso de tu esposo – las quejas de Viktor siempre trataban de lo mismo... Yūri.
- No, me gusta cómo me atiende y se encarga de todo lo relacionado con el hogar e Iván, es como si los donceles japoneses estuvieran criados para volverse robots después de casarse... es algo tétrico –
- ¿Por qué no te divorcias de él? – sugirió Yuri, y no era la primera vez que lo hacía – te incómoda el cómo se comporta y si es algo en general en su cultura... será muy difícil que esto cambie –
- Tengo un trato con la familia –
- Tu mismo me has dicho que esa familia no ha tenido contacto absoluto con él desde que se casaron, fue hace cinco años... ¿crees que si su hijo les interesará harían aquello?, puedes libremente mandarlo al diablo y nadie te delataría, ni siquiera su ex entrenador está con él... lo dejaron sólo –
- Mi hijo preguntaría cosas, es muy apegado a su mamá –
- Los niños son muy manipulables, en menos de lo que piensas se olvidara de la madre y hasta puedes decirle que los abandono... así alejarás al pequeño de ese cerdo, ¿no te parece buena idea? –
- Debo admitir que es muy elaborado y creo que podría funcionar – Yuri sonrió triunfal – pero, por ahora lo pensare... si dejare a Yūri debe ser de manera sutil, sin que los medios sepan de esto –
- Tienes razón – por dentro Yuri carraspeaba, desde que se enamoró de Viktor había estado tratando de hacer que dejara a Yūri. Siempre trataba de atacar la mente voluble de Viktor exactamente cuando este pensaba en que su matrimonio estaba mal.
- Mira la hora – al prender su celular miro la hora, ya eran las 11:00 AM lo cual indicaba que Iván estaba en su entrenamiento con Yakov... se suponía que él debía llevarlo – me tengo que ir, hablare contigo más tarde... adiós –
- Adiós – se despidieron, Yuri al ya no sentir la presencia de Viktor quito su sonrisa falsa remplazándola por gesto de ira. Golpeo la almohada haciéndola reventar, volando sobre el aire pequeñas plumas.
- Vaya, vaya... parece que alguien esta E-N-O-J-A-D-O – una chica de cabello rojizo con brillos rosados y ojos azulados entraba sin avisar, era Mila Babicheva.
- Vete a la mierda, Mila – Yuri levantó su dedo medio e intentó ignorar a la chica. Mila sólo reía por la actitud tan infantil de su compañero.
- No te desquites con las pobres almohadas, que Viktor no quiera terminar con su matrimonio para luego dejes de ser su amante... – una almohada impacto en el rostro de la chica, Yuri no aguantaba la forma de ser de su amiga... no es que Mila mintiera sino lo contrario. Ella decía la verdad, Viktor sólo ponía excusas y se quejaba, pero en realidad no estaba dispuesto en dejar ese matrimonio... Yūri le ofrecía todas las comunidades que un doncel ruso no podía ofrecer.
- Maldito cerdo – gruñía Yuri – juro que acabare con esto, tenlo por seguro –
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- YA LLEGUÉ – Viktor había llegado muy agitado al centro deportivo de patinaje, ubicado en el centro de San Petersburgo.
- Vaya, el padre ejemplar del año llego al fin – Yakov estaba enojado, y como estarlo... su aprendiz no se había presentado en toda la mañana – ¡¿Dónde carajos te habías metido, Vitya?! –
- Dormí fuera de casa, por ello no pude traer a... – trataba de excusarse cuando Yakov lo hizo callar.
- Tu esposo estuvo aquí en la mañana, me dijo que revisaras tu celular... sólo sino lo habías hecho ya – Viktor saco su celular y sólo así notó los mensajes – veo que no lo hiciste –
Mensaje 1. 08:00 AM
Buenos días...
Tal vez te encuentres dormido aún, pero espero hayas recordado que hoy Yakov entrenara a Iván y necesita llegar a las 09:30 AM al centro deportivo... espero no lo olvides.
Y.N.
Mensaje 2. 09:15 AM
Viktor, sólo quiero saber si ya vienes en camino. Iván pregunta sobre ti y en donde te encuentras... le dije que estabas ocupado en algunos asuntos sobre patinaje y que debemos esperarte. Por favor, llega pronto.
Y.N.
Mensaje 3. 09:30 AM
Viktor, perdóname...
Tuve que salir de casa para llevar a Iván al centro deportivo. Me he tratado de comunicar contigo toda la mañana, pero no.… no sé qué pasa. Makkachin nos acompañó y sólo será de ida y vuelta.
Y.N.
Mensaje 4. 10:45 AM
Viktor, no te preocupes...
Deje a Iván en el centro deportivo, le invente que tenías una cita importante con algunos reporteros y por eso no llegaste. Yakov está molesto pero ya lo persuadí... sólo no llegues después de las 11:00 AM (dice él).
Te amo, cualquier cosa puedes localizarme.
Y.N.
Esos habían sido algunos mensajes mandados por Yūri, sin contar las llamadas perdidas que tenía. Suspiro profundo y miro hacia el rostro enfurecido de Yakov.
- No volverá a pasar –
- No debes sólo decirlo a la ligera, debes cumplirlo – grito Yakov – no es muy agradable ver a un doncel trayendo a su hijo en total soledad, muchos de los padres susurraban cosas desagradables –
- Ya entendí, Yakov – Viktor trato de ignorar completamente el asunto, se encontraba más ocupado observando los movimientos de su hijo al patinar. Aún era muy joven pero ya se notaba su amor por el patinaje... desde qué tenía tres años Iván deseaba ser igual a su padre y destacar.
- Iván, llego tu padre – dijo Yakov al menor, quién se entusiasmó. Patinaba lo más rápido que sus pies se lo permitían hasta llegar con Viktor.
- Papá, estoy feliz que hayas venido... pensé que tu junta sería larga – el niño tan inocente, podría tragarse las mentiras que su mamá le contaba.
- Nada importa más que mi niño – por su parte Viktor agradecía ese gestó que su esposo tenía para ocultar la verdad... tendría que agradecer a su Yūri después – ¿te gustaría ir a comer helado luego de que termine tus prácticas? –
- SI – contesto eufórico el pequeño – adiós, papá... debo seguir – se despidió con un abrazo para luego volver.
- ¿Junta sobre el patinaje?, parece que Yūri cada vez inventa una excusa mejor – Yakov rio, él estaba al tanto de todo.
- Cállate, no tienes derecho a decirme nada – dijo Viktor muy molesto.
- La diferencia tuya y la mía, es que Lilia y yo ya estábamos a dos días del divorcio cuando tuve una aventura con aquella mujer de Vietnam... en tu caso fue casi al iniciar tu segundo año de matrimonio, y aún sigues con ello –
- No importa, una aventura es una aventura – se justificaba.
- Lilia me ha contado sobre tu obsesión con un joven doncel, ¿Yuratchka creo se llama? – Viktor giro sí rostro hasta estar de nuevo observando los movimientos de su primogénito.
- No es obsesión... él me comprende, pero no estoy enamorado –
- Llevas más de un año siendo su cliente, eso ya es ser un obsesivo – al ver que no estaba siendo tomado en serio sólo suspiro, Viktor era un dolor de cabeza – escucha, tienes que tener cuidado... los donceles jóvenes rusos son los más peligrosos, si tú no estás enamorado te recomiendo dejarlo antes de que él se enamore de ti –
- ... – Viktor no dijo nada más, pero dentro de su tomaba muy en serio las palabras de Yakov.
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- H-Hola, mamá – la voz temblorosa de Yūri sonó a través de un teléfono.
- Hijo, cuanto tiempo – la señora Hiroko, la madre de Yūri era muy amable con su hijo... al contrario de su esposo – vimos el Grant Prix por televisión, muchas felicidades por la medalla de oro que Viktor gano –
- Muchas gracias, mamá – agradeció con mucha gentileza – ah... me gustaría hablar con papá, s-sólo unos minutos – pidió temeroso, su madre no decía nada dejando un sonido sordo por unos quince segundos.
- Hablare con él – contesto sin mucho ánimo, fueron los segundos más desesperantes para Yūri... ahora más que su padre estaba a punto de hablar.
- ¿Hola? – esa voz, no lo había escuchado desde hace cinco años.
- ... – Yūri tuvo que ahogar su propio llanto, no podía mostrarse tan débil ahora que su padre por fin le dirigía la palabra – p-papá... –
- ¿Acaso Iván tiene algún problema? – interrumpió el hombre, así era los últimos cinco años.
Desde que Toshiya había depositado toda su esperanza en su único hijo doncel y al final enterarse que había quedado preñado tan fácil, además de no exigir ayuda de aquel varón.
Pero la vergüenza japonesa era más grande que el amor por su hijo, así había sido criado él. Ahora sólo tenía una preocupación, su nieto. Si Yūri sufría en su matrimonio le valía muy poco... "debió de haber pensado que era correcto antes de estar con cualquier varón", siempre decía.
- N-No... en realidad sólo llame para saber cómo... –
- Entonces no molestes – colgó de manera brusca, Yūri aún no procesaba lo ocurrido hasta que una lágrima callo por su mejilla.
Rápidamente limpió su rostro y se dirigió hacia la cocina, para seguir con su trabajo de doncel de casa. Pero no duró más de idea minutos cuando el timbre de la casa sonó.
- Quien será – Yūri dejo el cuchillo sobre el fregador y se dirigió hacia la puerta. Al llegar un sobré se asomaba por debajo de la puerta, de color amarillo y tamaño mediano.
La curiosidad le gano, abrió la puerta y miro el corredor del edificio, en ninguna parte se veía señal de alguna persona... sólo tomo el sobré y cerro de nuevo. Sus dedos lentamente abrían aquel sobré dejando al descubierto unas cuantas fotografías, las cuales eran muy impactantes para la pobre mente de Yūri.
- No... – no había pasado mucho cuando comenzó a llorar de nuevo, trataba de retenerlas y calmar sus sollozos.
En ellas se encontraba Viktor, pero no estaba sólo... en su mayoría estaba acompañado de un doncel delgado, rubio y de facciones bellas. Se besaban, tocaban o sólo acariciaban juntos sobre una cama... era obvio que ese sitio era un lugar para satisfacer a los varones.
Una de aquellas fotografías, ya de imágenes más subidas de tono... en la cual Viktor y aquel doncel se encontraban desnudos… se encontraba una nota escrita a mano.
"¿Te gusta ver que satisfacen a tu varón de verdad?"
Aquello era doloroso, y más si aquel mensaje iba dirigido exactamente al doncel. Pero no era más doloroso, que el saber con quién te engañaba tu esposo... porque no era la primera vez que aquel chico doncel salía en alguna fotografía comprometedora.
Y no era la primera vez que Yūri era consciente del adulterio de su marido.
Continuara...
Muchas gracias por leer, nos vemos en la actualización siguiente. Kuroshiro fuera :D
