Único Movimiento

Ciudad de Niihama - Año 2030

Japón había logrado un gran avance tecnológico al punto de convertirse en una potencia mundial, gracias al empleo de micro máquinas capaces de reciclar residuos radiactivos y eso sería conocido como "el milagro japonés". Si bien la tecnología terminator todavía no se desarrollaba, ya varios humanos han sido capaces de incorporar implantes cibernéticos en su cuerpo, aumentando así las capacidades naturales de ellos. Por ende, la cibernetización avanzaba cada vez más y ya no se podía distinguir a un cyborg de una persona de carne y hueso a menos que hubiera partes expuestas.

Era un día soleado, había un intenso tráfico en una de las avenidas de la urbe y las personas iban apuradas porque muchos se dirigían a sus respectivos trabajos y además, estaban transitando por un barrio en donde solían andar muchos yakuzas. Varios de los transeúntes que circulaban por el lugar andaban armados por si tenían que defenderse porque a pesar de que alguno tuviera implantes, eso no lo hacía invulnerable a los disparos si el ambiente se ponía pesado.

Un taxista manejaba prestando atención y mirando hacia todos lados a la espera de que algún pasajero solicitara sus servicios, cuando de repente unos relámpagos y un fuerte viento, seguidos de un destello luminoso le llamaron la atención. El hombre tuvo que cerrar rápidamente los ojos para no quedar encandilado y cuando los abrió, tuvo que frenar de golpe porque frente a su vehículo, apareció tirada en el pavimento una muchacha de cabello ébano corto, totalmente desnuda.

Ella abrió rápidamente sus ojos mientras se enderezaba del suelo, observó al taxi frenar y a su conductor descender del mismo con cara de pocos amigos, claramente irritado.

- ¿¡Qué diablos te pasa, estúpida!? ¡Es que estás loca! - exclamó el taxista

- Perdón... ¿Podría decirme en qué año estamos? - preguntó la chica sin inmutarse, buscando informarse

- ¡Claro! Este es el año en que voy a enseñar a putas drogadictas como tú a no causarme más ataques al corazón, el año en que voy a dejar de frenar mi taxi para no atropellar a ninguna de ustedes, el año en que los ciudadanos reclamamos justicia contra la mafia - respondió él sacando un revolver del interior de su gabán, ya que pensaba que la muchacha era una yakuza o alguien que andaba con ellos

Algunas de las personas que transitaban por allí, habían sido atraídas por el hecho que estaba transcurriendo y todas las que se acercaron, sacaron un arma de debajo de la ropa. Estaban a la expectativa de la pelea y nerviosas, ya que según ellos el incidente no significaba otra cosa más que problemas a la vista. Ninguno quería enfrentarse a los yakuzas pero si tenían que pelear, pelearían.

De un ágil movimiento, la de pelo negro lanzó una patada directo a la cabeza del taxista que ya estaba sobre ella, para continuar con un codazo en la nuca, consiguiendo así derribar al atacante.

Sin perder tiempo, ella agarró el arma que tenía antes el conductor del taxi y apuntó desafiante a la gente que la amenazaba.

- ¡¿Quién quiere ser el primero?! ¡Adelante! - gritó la de pupilas púrpuras demostrando que estaba lista para atacar

Las personas rápidamente guardaron las armas y comenzaron a alejarse intimidadas al ver la habilidad y destreza de la mujer, quien al contemplar el panorama bajó la pistola.

A continuación, la chica le quitó el gabán al cuerpo del desmayado taxista y se lo puso para subirse rápidamente al auto y alejarse del lugar.

Mientras conducía, Hotaru pensaba en el hecho de que la gente se alzara con armas y lo consideraba una locura, también era consciente de que no sabían que un día, la Neo Reina Serenity les traería paz y felicidad y que las mismas serían cortadas por el desastre nuclear.

Sabía que podía no suceder, ella recordaba a la soberana de Tokio de Cristal decir que el futuro se podía cambiar en el pasado y que el hacerlo conllevaba muchos riesgos, tantos que el viaje en el tiempo era considerado prohibido. Pero dadas las circunstancias, Hotaru no tuvo otro remedio que burlar la prohibición... lo único necesario era un solo movimiento, una sola muerte.

La única en su lista era Motoko Kusanagi y tenía un dato acerca de dónde encontrar pistas de su localización, al mismo tiempo que disfrutaba de la visión de los árboles y varios aromas olvidados le invadían.

La chica condujo hasta un edificio grande, se detuvo al reconocer el lugar estacionando justo enfrente. Mientras esperaba ver a su objetivo, escucho a un pájaro cantar y luego a otro, así pronto se formó un coro de aves.

A Hotaru le tomó un par de minutos reconocer y recordar ese sonido, había pasado tanto tiempo desde la última vez que lo oyó que lo olvidó, y por eso se le escaparon un par de lágrimas.

Así se quedó, perdida en sus pensamientos hasta que giró la vista hacia el gran edifico, las oficinas de la Sección 9, recordando entonces a qué había ido... a buscar a la culpable, la causa de todo, la cómplice del Fantasma de la Muerte.

- Kusanagi... de acuerdo a los datos, ese es el cuartel general de la Sección 9, solamente el gobierno japonés sabe sobre el sitio y sus empleados - se dijo la muchacha a sí misma mientras escondía el arma en uno de los bolsillos del gabán y descendía del coche

La de pelo corto cruzó de prisa la avenida y subió las escaleras que conducían a la entrada, para a continuación apoyarse a un lado de los portones de vidrio, mirando disimuladamente hacia el interior.

- Hay demasiada seguridad, no puedo entrar y preguntar por Kusanagi... no tengo cómo explicar porque sé sobre la Sección 9 y ella, ya que fuera del gobierno, son un alto secreto - pensaba la de ojos púrpuras - Muchos menos puedo entrar por la fuerza, no con solo un revólver - continuó razonando ella

Ni bien terminó de pensar, la conversación de dos hombres que salían del edificio atrajo la atención de la Senshi porque ella escuchó claramente el nombre de quien estaba buscando, entonces se dispuso a seguirlos de cerca para continuar oyendo lo que hablaban.

- ... como te iba diciendo Togusa, después de tantos inconvenientes hemos podido atrapar a ese maldito hacker y a los criminales, la Mayor hizo un buen trabajo protegiendo al diputado, si a él le hubiera pasado algo... hubiera habido un gran problema - afirmó uno de ellos, de cabello y barba color castaño oscuro

- Me imagino Ishikawa, y no solo eso, el jefe Aramaki nos iba a poner en órbita a todos, ya sabes que nos defiende pero es estricto - respondió el acompañante

- Que no te quepa ninguna duda, pero es raro que ella y Batou fallen en alguna misión y tratándose de reconocer y recolectar datos, yo soy el mejor - aseguraba el de ojos castaños

- Eso no tienes ni que mencionarlo porque los conozco bien, ¿En dónde andará la Mayor ahora? - preguntó el sujeto de cabello largo

- ¿Recuerdas lo que estaban investigando Batou y tú, sobre el rapto del esposo de la actual dueña de la empresa Kawasaki? Ellos iban a ir a rescatarlo - recordó el de barba

Lo que ninguno de los dos notó, fue que la Senshi de la destrucción iba siguiéndolos escuchando lo que estaban hablando.

- Asi que es inútil buscar a Kusanagi en las oficinas, de todas formas el arma que tengo ahora no me servirá, necesito preparame mejor, buscar cómo poder entrar sin ser descubierta y conseguir más información - pensó Hotaru mientras se alejaba de ellos y se dirigía a un callejón apartado - También necesito encontrar ropa mejor - siguió pensando ella

Hotaru decidió esconderse en el callejón mientras miraba a la gente pasar y decidía quien tenía ropa que pudiera quedarle, esperó pacientemente hasta que vio a una chica vestida con una playera roja, pantalones cortos ajustados de jean y botas de cuero negro que le llegaban hasta debajo de las rodillas.

De forma disimulada, salió de donde estaba escondida y la siguió hasta alcanzarla, acto seguido tocó uno de sus hombros para que la joven se diera vuelta.

- ¿Si? ¿Qué desea? - preguntó la muchacha mirando a Hotaru

- Disculpe, es que mi mascota se lastimó y necesito ayuda para llevarlo al hospital, es un perro grande y no puedo sola - contestó la de ojos púrpuras lo primero que se le vino a la mente

- Esta bien, ¿en dónde está? - dijo ingenuamente la chica

- En el callejón, corrió hasta ahí y se lastimó, necesito llevarlo al hospital ahora - inventó la de cabello negro corto

- De acuerdo, vamos.

Así fue como Hotaru convenció a la transeúnte de acompañarla al callejón, entonces caminaron hasta allí y una vez que llegaron, la Senshi noqueó a la joven de un golpe en la cabeza. Sin perder tiempo, la Sailor de la destrucción le quitó toda la ropa y se la puso de prisa luego de sacarse el gabán.

Mientras ella volvía a colocarse el abrigo que había tomado del taxista, una fina voz robótica la sobresaltó.

- ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué le robaste a esa chica? - dijo quien había llegado dirigiéndose a Hotaru

La Senshi contempló a quien la había visto, era una especie de araña robótica de tamaño mediando la que habló. Tenía cuatro patas con ruedas al final de las mismas, su cabeza poseía tres ojos cibernéticos grandes, dos a los costados y uno al frente.

- Chatarra... - respondió la Sailor con rabia

- No soy chatarra, soy un Tachikoma, acabas de cometer un delito y eso no esta nada bien - afirmó el robot arácnido

- ¡Por el poder del cristal del planeta Saturno, transformación! - exclamó Hotaru mientras alzaba su mano derecha

El tachikoma daba a entender algo parecido al asombro mientras veía transformarse en Eternal Sailor Saturn a Hotaru, porque con su voz robótica emitía un suspiro sugiriéndolo. Pero era imposible para una máquina asombrarse, al fin y al cabo era una emoción humana.

- ¡Tumba del Silencio! - gritó Saturn ni bien completó su transformación, extendiendo los brazos hacia adelante mientras sostenía la Hoz para arriba

Una bola de energía se formó en la espada corta del extremo superior para expandirse a continuación y explotar cuando la guerrera agitaba el arma hacia adelante.

La visión de la araña robótica se vio rápidamente limitada por una espesa niebla, por lo cual, el Tachikoma buscó a través de la misma a la Senshi pero ya no pudo encontrarla, porque ya no se veía nada.

- ¿Dónde estás? No puedo ver na... - decía el robot, pero no pudo terminar de hablar

Un certero tajo hecho por la Sailor con la Hoz del Silencio, desprendió la cabeza del resto del cuerpo del Tachikoma, dividiéndolo en dos. Por ende, las dos mitades del cyborg se desplomaron al suelo mientras echaban chispas.

- Jodida chatarra, eres historia - dijo Saturn mientras se alejaba del callejón en medio de la niebla, antes de salir de la misma volvió a su forma civil para no llamar la atención

Acto seguido, Hotaru regresó a la oficinas de la Sección 9 con la idea de poder entrar y averiguar en dónde encontrar a Motoko Kusanagi. Apenas llegó, vio en la entrada que un hombre calvo y con ojos cibernéticos hablaba con un anciano bien vestido.

- Mmhhhh... ese tipo de ojos raros seguro es un integrante de la Sección 9, debe de tener algun pase o tarjeta, si me dirijo al sector donde realizan el mantenimiento del cuerpo de Kusanagi, tal vez pueda encontrar algo - pensó Hotaru para sí misma

Mientras tanto, los dos hombres conversaban entre sí al mismo tiempo que la Senshi se dirigía hacia ellos.

- ¿Está seguro que no es necesario que vaya a apoyar a la Mayor Kusanagi y a Batou, jefe? - preguntó el calvo

- Estoy seguro Borma, en esta misión hay un rehén que hay que rescatar, tú te encargas del armamento pesado y no es conveniente llamar mucho la atención, porque los secuestradores podrían dañarlo, del apoyo se está encargando Saito - respondió el sujeto, quien era líder de la Sección 9

- Comprendo, no creo entonces que la mision salga mal - afirmó el de ojos cibernéticos

- ¿Tienes la tarjeta de acceso al area de mantenimiento? Necesito que vayas a avisar que tengan todo listo para cuando Motoko vuelva - solicitó el jefe

- Sí la tengo, ¿Quiere que me dirija allí ahora? - preguntó Borma mostrando la tarjeta

Hotaru se quedó cerca de ellos fingiendo esperar a alguien mientras oía la conversación.

- Genial, solo tengo que seguir al calvo de ojos robóticos y después quitarle la tarjeta, debo hacerlo disimuladamente para no despertar sospechas -pensó la de cabello corto negro

Ella prestó atencion cuando ambos hombres se despedían y quien tenía el acceso al sector de mantenimiento se dirigía a dicha área, entonces Hotaru lo siguió a cierta distancia y mirando para todos lados, para hacer parecer que se encontraba perdida y buscaba a alguien.

Eso no impidió que unos guardias se le acercaran y le cortaran el paso, puesto que ella era una extraña.

- Señorita, ¿Busca a alguien? - preguntó uno de los vigilantes

- Sí, soy taxista... una amiga del sector de mantenimiento me pidió que viniera, me dijo que no podía salir de su área de trabajo y que necesitaba hablar conmigo - respondió Hotaru sin perder de vista el camino que seguía quien había hablado con el Jefe de la Sección 9

- Sucede que es un area restringida, diganos quién es su amiga y le diremos que usted la está buscando - contestó otro de los guardias

- ¿Sucede algo, señores? - dijo el mismo sujeto de barba que ella habia visto salir antes, apareciendo sorpresivamente

- Señor Ishikawa, esta señorita pretende ir al sector de mantenimiento cibernético, dice que una amiga suya trabaja ahí y que quiere verla - informó uno de los soldados

- Déjenla pasar, no creo que haya ningun problema, la chica no parece peligrosa - decidió el recien llegado

- Gracias, señor... no se preocupen, solo soy una chica indefensa - agradeció la de ojos púrpuras sonriendo levemente

- ¡Oye Borma! ¿Podrías por favor acompañar a esta señorita al área de mantenimiento? ¡Debe de ser amiga de Alice! - pidió Ishikawa a su compañero, al que habia alcanzado a ver

- ¿Eh? De acurdo, Ishikawa - accedió el de ojos cibernéticos deteniéndose y dándose media vuelta

De esa forma, Hotaru se dirigió al lugar a donde quería ir, guiada por el miembro de la Sección 9. En el camino, ella vio un par de mini tanques iguales al que había destruido en el callejón y tuvo que aguantar las ganas de transformarse en Sailor Saturn y destruirlos. Al mismo tiempo, Borma la hacía algunas preguntas a la joven y esta daba respuestas vagas.

Cuando llegaron a la puerta que conducía al sector de destino y el hombre sacó de su chaqueta la tarjeta de acceso, Hotaru le propinó un fuerte golpe en la nuca para desmayarlo y tomar la tarjeta, acto seguido entró de prisa.

En el interior de la sala de mantenimiento cibernético, en medio de una telaraña de cables eléctricos y luces parpadeantes, se encontraba una mujer hablando por teléfono.

- ¿Cómo dices? Está faltando un Tachikoma en la base, asegúrense de ubicarlo rápido... solo espero que por causa de su "curiosidad" no se meta en dificultades - decía la mujer a su interlocutor - Aguarda... ¿Quién anda ahí? - agregó ella al notar que alguien se acercaba

No tuvo tiempo de más, porque quien se aproximaba era la Senshi de la destrucción, y antes de que la mujer pudiera hacer algo, la noqueó de un golpe en la cabeza.

- Querida, tienes suerte de que yo, como Senshi, no mate seres humanos... bien, veamos qué tenemos aquí - dijo la muchacha contemplando la computadora frente a sí

La de cabello corto pudo ver que en la pantalla estaban monitoreando la posición de la Mayor Kusanagi y de los integrantes del equipo que habían ido con ella, vio un aparato parecido a un celular sobre la mesa y cuando apretó uno de los botones, el mismo se accionó y empezó a emitir un pitido y la luz que indicaba la localización de su objetivo en el monitor, empezó a parpadear.

- Ya veo... este es un rastreador que tienen por si ella sufre daños... y por lo visto, los otros miembros de la Sección 9 son tambien cyborgs, como el que me guió hasta aquí - dedujo Hotaru examinando el artefacto - Muy bien, un pequeño respiro... y comienza la caza, Motoko Kusanagi... voy a por ti - agregó con tono decidido

En uno de los callejones de la ciudad, en un barrio en el que la policía casi nunca andaba y en una azotea frente a un edificio, se encontraba un hombre con uniforme de combate, tenía un ojo modificado cibernéticamente y apuntaba con un rifle francotirador de gran tamaño, hacia una de las ventanas.

El parecía estar atento y esperando instrucciones antes de disparar o simplemente vigilando el interior de la habitación que miraba.

- ¿Estás listo, Saito? Nosotros ya entramos - le dijo una voz femenina al hombre, a través de alguna especie de transmisor

- En posición, mi Hawkeye* me brinda una vista expléndida, me encuentro listo para disparar esperando el momento justo, Mayor... tenga la seguridad de que no fallaré - respondió el francotirador

- Muy bien, Batou y yo vamos a proceder - contestó su interlocutora

Mientras tanto, en una de las habitaciones del edificio que estaba mirando el sujeto de antes, un grupo de seis hombres fuertemente armados tenían atado de pies y manos a una persona de edad madura, quien lucía visiblemente asustado.

- ¡Ayúdenme! ¡Socorro! ¡Por favor! ¡Que alguien me ayude! - gritó el cautivo, recibiendo una risa burlona de parte de uno de los secuestradores

- Grita cuanto quieras, nadie te escucha... a nadie le importa, nadie sabe que estás con nosotros y menos tu rica mujercita... y no creo que se atreva a llamar a la policía, pero si lo hace... no aparecen casi nunca por aquí, nosotros tendremos el rescate y tú estaras bien - dijo el mismo que se había reido antes - Me crees ¿verdad? - preguntó además, con tono burlón

- Me parece haber oido algo, jefe - informó otro de ellos ya que había escuchado el ruido de pisadas cerca de donde estaban

- Ve a echar un vistazo, por las dudas... - le respondió quien aparentemente era el líder de la banda, el que le había hablado al prisionero

Quien recibió la orden, se acercó a la puerta y la abrió con cuidado para mirar por el pasillo a continuación, pero no vio a nadie. Entonces decidió salir e inspeccionar el mismo, pero apenas si alcanzó a dar unos pasos, que de la nada se cayó al piso como si alguien le hubiera dado un fuerte golpe.

Esto no hizo más que exaltar los ánimos de los secuestradores, que se pusieron rápidamente en guardia y prepararon las armas, inclusive el jefe de ellos encañonó a la víctima en la cabeza.

Un balazo sonó desde el pasillo y uno de los delincuentes cayó abatido, como respuesta todos abrieron fuego mientras el líder gritaba amenazante. Pero no pudo terminar porque una bala proveniente de la ventana atrás de él, le atravesó la cabeza.

Quien efectuó el disparo fue Saito, integrante de la Sección 9 bajo el mando de Motoko Kusanagi, que aguardaba el momento justo apostado en la azotea de enfrente del viejo edificio... prometió que no fallaría y efectivamente cumplió y seguiría atento por si alguno de los delincuentes apuntaba su arma contra el rehén.

Los secuestradores vieron alarmados a su jefe cayendo muerto al suelo pero más disparos de arma de fuego iban acabando con ellos uno por uno, los que iban quedando vivos disparaban al azar pero igualmente fueron cayendo hasta que no quedo ninguno.

En el corredor que conducía a dicha habitación, se escuchó a una voz de mujer hablar.

- ¿Están todos abatidos, Saito? - preguntó ella

- Si Mayor y desde aquí veo que el rehén se encuentra bien - contestó el francotirador de la terraza

- Excelente, muy buen trabajo, ahora solo queda sacar de aquí al señor Yamamoto.

Acto seguido, apareció un hermosa mujer de cabello corto y cuerpo esbelto, que vestía un ajustado y provocativo uniforme de combate negro, que le remarcaba las curvas.

- Sabía que Saito no podía fallar... además no contaban con nuestro camuflaje óptico ¿Qué cree que buscaban esos tipos, Mayor? - preguntó un hombre de ojos cibérneticos y cabello canoso, apareciendo también

- Él es nuestro mejor francotirador, Batou, aparentemente solo querían sacar dinero pero le preguntaremos al señor Yamamoto si había algo más acaso... - respondió la chica caminando hacia el cuarto de los secuestradores

- También pienso que eso es lo mejor, Motoko - concordó con una sonrisa Batou - ¡Ustedes! ¡Registren el resto del edificio y cualquier cosa que encuentren nos avisan! - ordenó él a los hombres que estaban apostados y con las armas listas

Mientras el escuadrón procedió a seguir las ordenes del canoso de ojos cibernéticos, él y la Mayor Kusanagi soltaron al rehén y lo interrogaron. Las respuestas que daba no hacían más que confirmar la suposición de Motoko, los delincuentes solo buscaban sacarle dinero a la dueña de la empresa Kawasaki.

Mientras la Mayor informaba al hombre, que iban a llevarlo a la comisaría más cercana para que prestara declaración y su esposa fuera a buscarlo, Batou recibió una llamada proveniente del líder de la Sección 9.

- Jefe, la misión fue todo un éxito, hemos rescatado al señor Yamamoto - dijo el canoso a su superior

- Buen trabajo, sabía que no fallarían... ahora escucha, hay otro trabajo para ustedes - respondió el interlocutor

- Comprendo ¿De qué se trata? - preguntó Batou

- Hay un suicida, un hombre con una bomba atada en el cuerpo, en el techo del casino que está a 50 cuadras de donde están ustedes, cuando estén en camino le iré dando más detalles a la Mayor - informó la voz masculina

- Entendido jefe, iremos enseguida - dijo el de ojos cibernéticos antes de finalizar la comunicación

- ¿Sucede algo, Batou? - preguntó Motoko

- Era el jefe Aramaki, tenemos otro trabajo, Mayor - contestó él

* Hawkeye: Ojo cibernético de largo alcance que Saito utiliza para una precisión extrema, haciendo uso de los datos de imagen con enlaces por satélite.

Me he tardado en actualizar pero aquí estoy finalmente, esta historia ya pedía actualización y estoy cumpliendo. No me gusta dar plazos porque no siempre tardo el mismo tiempo en hacerlo, jeje.

Espero que les esté gustando este crossover Ghost in the Shell/Sailor Moon/Terminator, les recuerdo que nos encontramos aquí en una línea de tiempo alternativa, por eso en el año 2020 todavía no había glaciación en este fic y lo de la "colaboración" de Motoko en el surgimiento de Dark Crystal. ¿Si van a aparecer las demás Sailors? Lo dudo mucho, ellas viven en Tokio y acá nos encontramos en otra ciudad, la misma en donde se desarrolla la acción en Ghost in the Shell.

Les aseguro que las cosas se van a poner buenas porque Black Moon no se va a quedar de brazos cruzados y en el próximo capítulo, Motoko y Hotaru van a estar cara a cara.

De esta forma me despido hasta el próximo chap que espero sea pronto, iré actualizando este fic y al mismo tiempo, seguir escribiendo "De Miel a Hiel" y "Sailor Moon vs Terminator: El Origen". Hasta la vista, amigos/as :)