He aquí otro capítulo de esta historia. Estoy feliz de que les haya gustado el primer cap, y espero que sigan acompañandome 3
Descargo de responsabilidad:
Miraculous: las aventuras de Ladybug y Chat Noir no es de mi autoría ni propiedad, es de la empresa ZAG Heroes y de su creado Thomas Astruc.
No sé quien es el autor de la hermosa imagen de portada, si lo sabes dimelo así le doy los créditos correspondientes
PRECAUCIÓN: Spoiler de la temporada 3.
Capítulo 2: Recuperación
-buenos días Ma Lady -saludo el rubio entrando a la habitación en la mañana con una bandeja de té, galletas y fruta.
-te he dicho mil veces que no me llames así Chat -dijo con tono furioso, hasta terminar de abrir los ojos y ver a su compañero sin la transformación- Adrien… -volvió a hablar para corregir su nombre y luego bajo la mirada a su regazo.
-dormiste bien tomando mi mano como peluche -pregunto el rubio con una media sonrisa.
-solo quería que te quedes tranquilo -respondió con voz indiferente mientras giraba los ojos.
-puedes decir lo quieras, Bugaboo, pero no te gustó que suelte tu mano cuando tuve que irme -siguió burlón mientras dejaba la bandeja sobre la mesita al lado de la cama.
-ya cállate -ordeno mientras le tiraba la almohada a la cara del chico, haciendo que éste se ría más por el hecho de poder molestarla.
La noche anterior Adrien había intentado soltar su mano de la de Marinette para poder irse, pero ella se quejó dormida, hecho que hizo sonreír al chico. Un rato más tarde apareció Fu con las medicinas para la azabache, y ésta al despertarse soltó rápidamente la mano del chico, causándole gracia a él, pero se fue sin decir nada.
Riendo por la situación, el chico tomó la almohada que le había lanzado su amiga e insistió en ayudarla a acomodarse nuevamente con ésta.
- ¿cómo te sientes, Mari? -pregunto al terminar de acomodarla, y viendo por primera vez su cara en ese día, ella se encontraba con grandes ojeras bajo sus ojos azules- ¿lograste dormir bien?
La chica saltó de sorpresa por la pregunta, no esperaba tener cara de no haber dormido en toda la noche, pero sus ojeras la estaban delatando.
-he estado mejor, pero también he estado peor -dijo encogiendo sus hombros para quitarle importancia- pero no pude dormir mucho si te soy sincera, luego que te fuiste el Maestro Fu nos dio la medicina a Tikki y a mí, ella estaba peor que yo y le costó mucho descansar de verdad, recién ahora logro relajarse lo suficiente para dormir profundamente.
Adrien observo como la chica se movía lentamente, aun viéndose adolorida desde el día anterior, y también noto con la dulzura que ella miraba a su Kwami, pensando cómo había ocurrido todo.
- ¿qué paso ayer? -pregunto pensando en voz alta. Un instante después se arrepintió de aquella pregunta, no era el momento, pero era demasiado tarde para borrar sus palabras.
-me dieron tres veces -respondió con tranquilidad- una cuando intente cubrirte para que salgas de allí, otras más cuando caí por el dolor del primer rayo, y la tercera fue cuando intentaba escapar, me levante después del segundo golpe y lance mi yoyo para alejarme, pero me dio cuando estaba en el aire, lo que hizo que quede vuele lejos, y no tenía suficientes fuerzas como para manejar el yoyo e intentar sostenerme de algo.
- ¿por eso tardaste tanto en llegar? -preguntó preocupado.
-intente dar pelea por un rato para que puedas irte, pero luego del tercer disparo y de haber quedado al otro lado de la ciudad me fue muy difícil volver aquí -relató la azabache- caí en un callejón, me destransforme para ver cómo estaba Tikki y se encontraba muy mal, solo alcanzó a decirme que venga con Fu antes de desmayarse, pero yo necesitaba descansar antes de volver, sobre todo porque no conocía ese lado de la ciudad, y no tenía batería en mi teléfono como para abrir el GPS.
-siento no haber estado ahí para ayudarte -lamento con la cabeza cabizbaja después de unos minutos de silencio.
-no es tu culpa Adrien -tomo la mano del rubio para intentar tranquilizarlo, actitud que volvió a sorprender al chico. Si esto iba a ser algo común, no quería que deje nunca de hacerlo- tú también habías sido golpeado, siempre eres tú el que me proteges, una vez tenía que ser yo tu guardaespaldas, ¿no crees? -pregunto con una sonrisa, haciendo que el chico sonría.
A lado de ellos notaron como la pequeña Kwami roja comenzaba a despertar, y Marinette soltó la mano de Adrien para tomar a Tikki entre sus manos, lo cual dejo una sensación fría en la mano del rubio y, aunque desconcertado por la atención, no era momento para quejarse de la falta de afecto.
- ¿cómo te encuentras, Tikki? -preguntó Adrien.
-creo que estoy mejor, gracias por preguntar -Plagg se acercó a su contraparte brindándole cariño en silencio.
-es bueno que te hayas despertado, porque les traje el desayuno y sus medicinas -comentó el chico.
-primero voy al baño a asearme -dijo la chica mientras se levantaba lentamente, y vio al instante como la mano del chico se extendía para ayudarla.
- ¿no estas ni un poco sorprendida con todo esto? -le pregunto Adrien a Tikki una vez que vio que la chica salía de la habitación.
-Marinette me conto todo anoche, Adrien -dijo con tranquilidad la Kwami- y además yo ya conocía tu identidad hace mucho tiempo, no es algo que me sorprenda.
-bueno, creo que olvide el hecho de que ustedes ya conocían nuestras identidades -respondió nervioso rascándose el cuello.
-muchas gracias por cuidar a Marinette, Adrien, realmente lo apreció mucho.
-solo quiero que ella este bien y sea la misma de siempre -admitió sonrojado, a lo que Tikki sonrió y se acomodó mejor junto a Plagg, quien se notaba todavía asustado, y ante las caricias de su contraparte ronroneaba.
Unos minutos después volvió la azabache a la habitación y encontró a sus acompañantes admirando algo, al acercarse noto que lo que todos estaban viendo eran los ronroneos del Kwami negro, y se acomodó para apreciarlo ella también.
~O~
- ¿segura que ya te encuentras bien, Mari? -pregunto por quita vez el chico mientras se dirigían a la puerta.
-si Adrien -dijo con voz exhausta y rodando sus ojos- te aseguro que ya me encuentro en condiciones para ir a mi casa a descansar.
Ya eran casi las seis de la tarde, y el Maestro Fu dijo que la chica podía volver a su casa a descansar, ya que no le hacían falta más medicinas. Tras un par de advertencia como sobre cuidarse, el anciano pidió a Adrien que acompañe a su compañera hasta su casa ya que, a pesar de estar mejor, podría tener una recaída, y era mejor que este vigilada.
Tras despedirse y agradecer nuevamente al anciano, ambos adolescentes partieron del lugar junto a sus Kwamis. La casa de Marinette no se encontraba muy lejos de donde se estaban, en cualquier día normal caminarían, pero en esta oportunidad prefirieron tomar el metro para no exigirle mucho a sus cuerpos que aún se estaban recuperando.
La caminata hasta el metro transcurrió en silencio la mayoría del tiempo, un silencio que para el lado de la chica era descanso, pero el chico lo sentía como algo incomodo, por lo que de vez en cuando preguntaba a la azabache como se sentía o si necesitaba algo.
-Adrien, por favor deja de preguntar cómo me siento -dijo expresando un divertido hartazgo sentandose en el metro- ya escuchaste a Fu, solo necesito reposo y no transformarme, estaré mejor en la escuela así que ya relájate -terminó su respuesta apoyando su cabeza sobre el hombro del chico, cosa que realmente lo tranquilizo e hizo que éste vaya todo el camino en silencio y con una gran sonrisa.
Cuando llego el momento de bajar del metro tardaron un rato para poder subir de nuevo a la altura de la calle, ya que debían de caminar lento para no exigir de más el cuerpo de la chica. Al llegar al nivel de la calle se encontraban en frente de la panadería de sus padres, por lo que solo tuvieron que caminar un poco.
Adrien acompaño a Marinette hasta la puerta lateral de la casa, y cuando llego el momento de entrar la chica le dio un beso en la mejilla.
-gracias por venir hoy a cuidarnos a mí y a Tikki -dijo con una sonrisa- nos vemos el lunes.
Con esto último dicho la azabache desapareció por la puerta de su casa, dejando al rubio perplejo por ese beso que no se esperaba. Tal vez haber revelado sus identidades no era tan mala idea, pensó con una sonrisa.
~O~
Por no haberse encontrado en casa todo el viernes y sábado, ese domingo tenía que adelantar lectura para el día siguiente, aunque se le hacía imposible concentrarse por estar pensando en cierta chica de ojos azules.
-ya deja de pensar en tu boda y concéntrate en tu libro, niño -regaño el dios de la destrucción al ver la sonrisa enamorada (y a su gusto estúpida) que había llevado el rubio desde el día anterior en cuando se separó de la azabache- tu profesor de chino te va a matar si no terminas ese libro para tu próxima clase.
Todo el domingo había estado distraído, a lo que se había llevado muchos regaños y miradas extrañadas de parte de Nathalie.
Al mismo tiempo que la felicidad lo había invadido todo el día, también tenía un inmenso sentimiento de nervios al verla el día siguiente en la escuela, ¿cómo debería actuar? No podía actuar como si no supiesen nada, ¿o sí?
También quería escribirle, pero sabía que ella necesitaba descansar, por lo que no quería molestarla en caso de que este durmiendo, pero ¿y si ella se decepcionaba porque él no le escribía?
Necesitaba dejar de pensar en todo, ese tema ya había llenado su cabeza todo el día. Sería mejor dormir, al día siguiente tendría un largo y emocionante día.
Bueno, este capitulo fue un poco más corto que el anterior, pero en el resto de capitulo habrá entre 2000 y 3000 palabras.
Espero que les haya gustado, por favor dejen sus opiniones!
Gracias por leer.
Naatii3333
