Una mascarada

I

—Voy de una ciudad a otra para dar conciertos y gozar de lujos, me diste la fama que tanto quería, me estás dando la oportunidad de estar con el amor de mi vida —le hablaba con mucho enojo a la peluca color rosa—. ¡Corrección! ¡Tú eres la que va de una ciudad a otra a gozar lujos, eres famosa y estás con la persona que realmente amo! —tiró con cólera la peluca.

Por instinto, se levantó de su silla y recogió la peluca. La limpió con cuidado y dejó con delicadeza en la cabeza de un maniquí que estaba al lado de sus cosméticos.

Era lo de todos los días desde hace casi dos años. Debía desquitarse, primordialmente, con la peluca de cabellos rosa. Odiaba ese complemento de su personaje o alter ego con toda su alma. Le estaba robando todo en primera persona y de una forma que ella detestó y volvió a detestar.

Pero le daba el lujo de probar el éxito en primera persona, de probar esos labios que tanto anhelo. Tenía que dar gracias con todo el dolor de su alma a Lulu, y lo mínimo para expresar eso era dejar toda su vestimenta del escenario en orden.

II

Se dirigió al balcón de donde se había hospedado, encendió un cigarrillo y pensaba en todo lo que conllevó a ser elegida como Lulu y seguir siendo la cantante de pop famosa del país. El cielo tenía un color oscuro, pero repleto de estrellas como sus reuniones con distintos cantantes.

Recordaba que su cuerpo no era lo que más sobresalía de ella, pero que con los pasos seguros de una tortuga se desarrolló, de tal manera que era uno de los motivos para que sea Lulu. Nunca faltaba ese tipo pervertido en sus conciertos.

Las sombras púrpuras de sus parpados nunca las cambiaba, solo al verlos podía estar segura de que era Luna y no una nueva chica creada a partir del molde de su físico.

Sus pecas solo las cubría porque los expertos en imagen que contrató la disquera dijeron que eso no era atractivo. Ellos no sabían que el novio de Lulu siempre les pareció atractivas, y más cuando era de "esa" persona especial en su vida.

Casi toda su vestimenta tornó a un rosa claro y casi infantilizado, se sentía como una de sus pequeñas hermanas gemelas. Esperaba que todo le estuviera yendo bien.

"¿Por qué me fui? ¿Por qué accedí a esto? ¿Tuve el valor de declararme a ella y no lo pude hacer con él? ¿Traicioné o mejoré mis sueños? ¿Destrocé a un chico que quería a su hermana? ¿Destrocé a una hermana que amaba a su hermana? ¿Arruiné toda oportunidad de expresar la pura verdad?", se preguntaba a sí misma desde hace años, Luna M. Loud.

Se arrepentía profundamente de haber salido de la vida de los Loud… de su familia por ir en busca de algo que solo logran pocos entre muchos.

III

Estaba sentada recargada en el respaldar de su cama en ese hotel, pensaba en lo que pasaría si decía la verdad. Definitivamente nunca debía hacerla. ¿Cómo le explicaría a su hermano que ella se lo besuquea sin sentir el más mínimo asco o desprecio por esa acción? ¿De qué modo explicar el porqué lo ama como nada más en el mundo y que fue capaz de hacer esa sucia acción en beneficio de su desviado amor?

Lincoln no debía saberlo, por nada en el mundo tenía que enterarse de esa mascarada que la ha ayudado durante mucho tiempo a tener lo que equivocadamente anheló.

Todas las noches desde que es famosa tiene la necesidad de dejar que su mente le juegue con esos pensamientos o posibilidades de recuperar a su familia. Pero empeoró todo cuando decidió que el inmenso hoyo falto de amor imperara para darse el deleite de probar lo que con el pasar del tiempo aceptó sin más.

—Esto alguna vez tendrá que terminar, solo espero que él lo haga… yo nunca podría —se decía en su mente mientras encendía su cuarto cigarrillo.

Pero recordar los inicios de Lulu no eran suficientes, se debía ir más allá.

—Ese punto de quiebre… mi momento del cambio radical… —se decía en su mente con nostalgia.

Todo lo que anhelaba en ese momento de distracción era dejarse llevar por los momentos donde ella fue feliz y nunca lo supo hasta que fue Lulu…

IV

Años atrás

—Saldré un rato, ya vuelvo, family —decía en voz alta la chica.

Pareciera que fue ayer cuando se le declaró a Samantha Sharp o solo Sam, la chica más hermosa de su clase. Aceptar que sus gustos, tanto por hombres y mujeres, tardó un buen tiempo. En un inicio se sentía muy atraída por un chico llamado Hugh, tutor de su hermano. Y después, cayó en cuenta que Sam la hacía actuar como una idiota cada vez que la veía, sin contar el sonrojo o titubeo.

Realizando un apartado, la familia Loud con el pasar del tiempo se mostraba cada vez con menos miembros. Lori, Leni y Lisa fueron las primeras en dejar la casa. Todos los demás se mantenían, pero la independencia se empezaba a sentir por parte de los siguientes. Así eran las cosas en toda familia americana, todos dejaban el nido.

La relación aquella vez solo duró menos de un año, pero dejó a Luna reflexionando sobre lo vivido con ella y la ruptura que se debió a que la relación se tornaba muy monótona… "Le falta algo de pasión", palabras de Sam. En aquellos momentos Luna no lo entendió.

Habiendo terminado con la preparatoria y con un empleo provisional, Sam retornó a su vida de una manera muy inesperada. La rubia se había quedado como uno de los recuerdos más preciados de nuestra castaña.

Era su tercer mes como novias por segunda vez, sus padres estaban satisfechos por la actitud que tomaba Luna en esos meses. Nunca le reprocharon el que le gustaran las personas de su mismo sexo.

Al haber culminado una etapa de su formación, no había mostrado interés en cuál sería su siguiente paso. No había otra cosa muy aparte de la música que le despertara el mismo interés. Hace mucho lo había probado y no funcionó. Eso no daba buenos aires o tranquilidad a sus padres.

De los dieciséis a los dieciocho años de edad no es que puedan suceder cosas que pueden darte un distinto punto de vista, pero lo hacen en algunas personas.

Luna al caminar para llegar al parque donde se iba a ver con Sam, empezó a pensar en la rubia alegre con pasión musical con la chica que le pidió retomar algo de dieron por finiquitado.

"Solo es que ella ha madurado, debe ser eso", era lo que se decía la chica castaña respecto al comportamiento serio o poco cariñoso que mostraba últimamente su novia.

Luna se sentó y pensó en la suerte que tenía de haber retomado las cosas con Sam y tener una actitud positiva ante todo.

Desde Sam, nadie le había dado el mismo interés. Se dedicaba a pasar el tiempo con su familia, en especial con Luan y Lincoln, su querido hermano…

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Las actualizaciones de este Fic tardarán un buen tiempo, no tanto. Los capítulos no serán tan largos, así será la media, obviamente en algunos habrá una excepción a la regla, pero serán pocos.

La portada del Fic (tanto en Wattpad como en Fanfiction) es temporal.

Espero que los que seguían a Octware y los que seguían el Fic no se molesten por que yo haya tomado este Fic y su idea. Gracias.

22/04/2021