Hola, hola... Kuroshiro a vuelto. Trayendo consigo más sufrimiento y situaciones desesperantes para esta pareja de casados. Espero les guste el capítulo.

Sin más, dejo la continuación.


CAPÍTULO III: Reparar lo irreparable

La primera vez que Viktor le fue infiel a Yūri fue once meses después de que su hijo nació. En ese tiempo el joven japonés había subido kilos y kilos por el descuido de su persona, estaba más atento al cuidado de la casa y de su familia... cosa que no le importó a Viktor demasiado.

Aquella vez discutieron por la razón más estúpida de todas, Iván había tenido un ataque de cólicos y esto preocupo a Yūri... pero al contrario de este, Viktor parecía no importarle... más bien no estaba "dramatizando el caso" como lo hacía Yūri. Al ver el desinterés de su marido el pobre doncel tomo la decisión que cambiaría su matrimonio... no tuvo más alternativa que llamar al compañero de su esposo, Georgi Popoviche.

Cuando llevaron al hospital el doctor que atendió al pequeño Iván dijo que no había que preocuparse, pero que fue bueno que lo llevarán para examinarlo, tal sólo una hora después ya estaban recetando algunos sueros y medicamentos para el joven Nikiforov. Pero la felicidad no duró demasiado, al llegar al departamento Viktor lo esperaba con un gesto de ira, a pesar de que Yūri trato de explicarle la situación y la angustia que sentía su esposo no lo comprendió, y por primera vez en todo lo que llevaban de casados sintió miedo por Viktor.

Sin embargo, el golpe que recibió Yūri no fue físico como muchos debieron haber pensado... no, el golpe fue emocional, directo al amor que Yūri sentía por Viktor. Como se habrán dado cuenta ese mismo día Viktor salió de la casa dispuesto a descargar su ira en cualquier cosa... por lo menos no decidió golpear a su esposo, no por el amor que le probaba sino por el miedo a los reclamos de Yakov y el posible problema con la familia de su esposo. Ese día decidió ir al Zamok Ice, un burdel para varones ricos instalado en el centro de San Petersburgo... en su mayoría viejos verdes lujuriosos con mucho dinero, políticos, deportistas y algún probé iluso que pudo conseguir dinero para comprarse un amante caro.

En aquella ocasión Lilia se sorprendió de ver a Viktor ahí, de igual manera él no se esperaba ver a la ex esposa de Yakov como dueña de aquel burdel tan prestigioso. No se juzgaron, y más que nada Lilia le consiguió a un doncel con las expectativas que Viktor quería... un chico lindo de cabellos negros y mirada tranquila. Pero al hacerle el amor supo que aquel doncel era una cualquiera, gimiendo obscenidades y pidiendo por más. No fue una mala experiencia, pero fue diferente a la actitud de su esposo.

Días después Yūri descubrió un olor en la ropa sucia que Viktor había usado aquel día, era una colonia diferente a la que solían usar ambos. Yūri no quiso pensar mal, confiaba ciegamente en su esposo que a pesar de que este no lo amara por lo menos había una fidelidad en el matrimonio... gran error. Viktor tuvo el cinismo de admitirlo sin descaro alguno, también le dijo nombre y donde lo conoció, claro que no le contó sobre Lilia... pero todo lo demás no tuvo problema. La venda de la credibilidad cayo y Yūri se sentía el ser más miserable del mundo, no sólo porque su marido le fue infiel y le hecha a la culpa por cometer el adulterio... sino porque a pesar de todo el daño que estaba recibiendo y aun sabiendo que en un futuro esos mismos problemas afectarían a su Iván, su corazón hizo que perdonara aquel acto y continuar con su matrimonio como si nada.

Si, Yūri era un pobre e iluso doncel con mentalidad a la antigua. Sus padres nunca se enteraron de la infidelidad, cuando aún tenía a Iván albergado en su vientre, su padre fue muy directo con él... "Si un varón comete el acto del adulterio es porque su doncel no ha sabido como retenerlo"

No quería terminar con problemas en su familia, al igual no tuvo el atrevimiento de contarle a sus pocos amigos con los que aún tenía contacto. Phichit Chulanont era el mejor amigo de Yūri, siempre inseparables se apoyaban mutuamente... ambos eran entrenados por Celestino y por lo mismo su amistad duro muchos años. Fue justamente después de conocer a Viktor que esto cambio, los celos del varón tuvieron que ver en esto. Ya que Phichit era un varón al igual que el ruso, Yūri no tuvo más "remedio" que ir perdiendo contacto poco a poco con Phichit... la última vez que hablo con él fue cuando Iván aún tenía dos años.

Se arrepentía, su mejor amigo no tenía la culpa de sus propias inseguridades. El mismo Phichit una vez lo aconsejo, "Viktor no es bueno para ti, acabaran lastimándose y serás infeliz"... cuánta razón tenía el tailandés. Pero ya era demasiado tarde para lamentarse, ya habían transcurrido cinco años de un matrimonio dañino y las infidelidades de Viktor estaban hechas... ahora sólo continuaba aquel matrimonio por dos razones: la primera era por su hijo, para que este creciera en un "ambiente familiar"... y la segunda razón era, que Yūri lucharía por conseguir el amor de Viktor. Si, aún existía una mínima posibilidad en la cabeza del japonés... aunque sea una muy chica.

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Pero en esta ocasión se estaba presentando una razón muy fuerte por la cual tenía que cambiar sus propios pensamientos sobre su matrimonio. No solamente era una sospecha cualquiera, tenía pruebas enviadas por el mismo amante... y eran varias ocasiones justo después de una pelea entre ambos, que más bien Viktor las nombraba así.

- ¿Qué debo hacer?... – se preguntaba Yūri así mismo tratando de encontrar su propia respuesta. En este caso era muy fácil decir "me divorciare, tomate a mi hijo y haré mi nueva vida lejos de todo"... era válido soñar.

En Rusia la ley era muy dura, en el caso de un divorcio la custodia del infante se dividía en un 50/50 para cada padre. En el caso de Yūri que es extranjero quedaría en 60/40 a favor de Viktor; además por el hecho de que no ha trabajado durante algunos años lleva más a perder con un 80/20, en el remoto caso que le puedan conceder la custodia de Iván lo obligarían a vivir y trabajar en Rusia... en esos momentos no estaba preparado para lanzarse al mundo y mantener a su hijo sufriendo por ello.

No había otra alternativa más que seguir haciendo de la vista gorda, sufriendo en secreto hasta que su mente estuviera al 100% capaz de sobrellevar una carga tan grande como mantener a su hijo sólo. Por ahora era más conveniente así, sólo tendría que fingir más y tratar de no hacer enojar a Viktor.

- Ya llegamos – la puerta del departamento se habría, Yūri no recordó que hoy Viktor e Iván regresarían antes a casa. Ni siquiera había preparado la comida.

- B-Bienvenidos – Yūri tratando de ocultar su nerviosismo oculto las fotografías en un espacio muy privado en la cocina. Salió de su "ambiente natural" y fue a recibir a su familia – espero que te hayas divertido con Yakov – se dirigió a Iván.

- Si, esta vez Yakov me puso nuevos ejercicios para mejorar mi velocidad... me caí varias veces, pero mejoré mucho – dijo alegre el joven varón.

- Me alegra escucharlo – Yūri sonrió. Miro hacia el rostro de su esposo con tristeza – ¿Yakov no te regaño? – pregunto apenado.

- Si lo hizo, pero eso ya no importa – contesto Viktor sin importarle mucho.

- Mami, ¿Qué hay de cenar? – pregunto Iván.

- No he preparado nada, lo siento – dijo Yūri apenado, no quería recibir más insólitos de parte de Viktor – sólo dame unos minutos y estará listo... –

- No te preocupes por la comida – Viktor creo un ambiente tenso, Yūri temió – estaba pensando en por qué no salir a comer los tres juntos a algún restaurante –

- ¿EN SERIO? – Iván no se lo creía, ni siquiera Yūri. La última vez que Viktor le pidió salir fue la noche que le confesó su embarazo.

- Por qué no estaría hablando en serio... creo que sería un detalle lindo si por una noche saliéramos todos en familia – dijo Viktor con sonrisa en cara.

- Para mí está bien – dijo Iván – pero mami querrá ir... –

- Claro que irá, el chiste de ir en familia es que vayamos los tres... juntos – contesto Viktor a sí hijo – ¿no es así, Yūri? –

- ... – que podía decir él en esta situación. Después de incontables humillaciones, groserías e infidelidades de su marido de la noche a la mañana este comienza a actuar como si fuera una familia feliz.

- Mami... – Iván lo llamo.

- Esta bien... sería lindo salir los tres juntos – sonrió para su hijo, aunque no se sentía cómodo, Viktor lanzaba una mirada justo a él – iré a darle de comer a Makkachin... ahora regreso –

"¿Qué es lo que Viktor tramaba?"... se preguntaba a sí mismo Yūri, mientras dejaba comida suficiente a Makkachin y se iba al cuarto para cambiarse pudo notar la mirada fría de su esposo siguiéndolo.

- ¿En verdad quieres salir? – pregunto Viktor.

- No tengo problema con salir el día de hoy, al contrario... no tenía ni idea de que iba a preparar para la cena – sonrió – me quitaste un peso de encima –

- No tienes que fingir conmigo, se cómo es tu comportamiento... tarde o temprano tus sentimientos se convertirán en odio hacia mí –

- Qué... – estaba en shock, lo que Viktor decía no siquiera tenía que ver con la situación de ahora – n-no sé de donde sacas esa idea... yo lo único que he intentado todos estos años es cumplirte como tu esposo y cuidar de Iván desinteresadamente – quería que lo entendiera, Yūri lo único que buscaba era una familia feliz al lado de su esposo, hijo y Makkachin.

- Un doncel no puede vivir tanto tiempo con un varón sin llegar a odiarlo por algo, más si el varón lo ha... – Viktor calló.

- Estoy consciente, Viktor – respondió Yūri con voz apagada – desde antes de casarnos yo sabía que jamás me amarías como yo a ti... pero a pesar de todo intentó llevar una vida feliz por ese amor... que ahora tiene forma, se llama Iván – suspiro – te amo... pero amo más a Iván –

- De acuerdo – dijo Viktor, sonrió dejando a Yūri con una extraña sensación – termina de arreglarte rápido... el restaurante que pienso llevarlos no esperara mucho tiempo –

- S-Si... – Viktor era un desconsiderado hacia Yūri, él mismo lo aceptaba. Pero al igual que su esposo la única razón que unía su matrimonio era Iván. No importaba que tanto estaba encaprichado con Yuri, o este lo escuchara y aceptara a la hora de sentirse frustrado... pero para Viktor ese pequeño doncel rubio era su escape rutinario, nada más.

Sin importa cuánto se quejará de Yūri, este tenía las que ganar en muchas razones, y Viktor no echaría sus cinco años de matrimonio a la basura por una aventura con un joven doncel. Además, su carrera estaba amenazada por los Katsuki... y actualmente por el mundo de la farándula del deporte.

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Esa noche fue diferente a muchas otras. Iván era feliz al ver que sus padres y él salían a comer por primera vez... en la cual no involucraba a personas del entorno de su padre o una simple reunión de conocidos.

Para Viktor fue algo normal, su hijo se veía feliz y eso era lo que contaba. Yūri parecía disfrutar la cena, y si no le agradecía por no actuar de manera amargada o negativa.

Pero para Yūri esa noche fue especial... aún más que su pequeño. Hablo de cosas de su vida diaria y escucho a su marido hablar de lo mismo, y su hijo... por primera vez disfruto de ver como Viktor interactuaba sin problemas. Se resignó, dejando todo lo malo atrás... ¿Tal fácil era dominar a Katsuki?, sí. Su amor ciego era tan grande que podía hacer daño también.

- Yūri – le hablo Viktor – debo de agradecerte por lo que hiciste hoy con Yakov e Iván... –

- Para nada... es mi deber como tu esposo ayudarte en las buenas y en las malas – "quisiera que tu hicieras lo mismo por mi" pensó Yūri, era una pequeña ilusión que sería difícil que sucediera – sólo procura llegar antes en futuras ocasiones –

- ¿En futuras ocasiones? – Viktor sonrió, tan sumiso su bello esposo – es como si me estuvieras dando permiso para tener amante – la mirada de Yūri entristeció, después de todo Viktor era muy cruel.

- A-Aunque te lo prohibiera... tu no me harías caso, ¿o sí? – Viktor, cautivado por los ojos chocolate de Yūri no supo que responder. Yūri resignado suspiro y no pudo evitar sonreír con entristecido – me quedo claro – susurro.

- Si fueras más posesivo podría dejar de serte infiel – dijo Viktor con cinismo – demuéstrame que tanto me amas y encélate, no sólo llores como una mujer –

- No soy esa clase de doncel, Viktor... eso lo tuvimos claro desde que nos casamos, tú me ordenaste que no me quejara y eso lo he hecho durante todos estos años – sintió impotencia, aún después de ser la víctima le hecha van la culpa a el de ser culpable – te amo... te lo he dicho incontables veces aún después de lo que me has hecho –

- No me hagas llorar... aquí no hay víctimas, ni tu ni yo –

- Eso me queda claro, pero yo por lo menos estoy pensando en Iván... – Viktor se quedó estático, nunca se había puesto a pensar en el bienestar de Iván... ¿Qué pensaría él al saber que su padre le es infiel a su madre? – no quiero descubrir contigo sobre esto... sólo quiero que sepas que no lamentó el que seamos un matrimonio, me has dado a Iván y mantienes mi existencia con pequeños gestos como la cena de hoy, para mi es suficiente si con eso veo la sonrisa de nuestro hijo –

- No puedo decir lo mismo – Yūri no esperaba un "te amo" en ese momento, pero prefería no recibir una contestación.

Viktor era un niño mimado, egoísta y narcisista... al no tener lo que espera siempre trata de buscarlo en otro lado. No amaba a Yūri, pero le daba esa seguridad de que al llegar a casa tenía compañía y un apoyo incondicional... como si fuera la familia que alguna vez le falto. Tampoco amaba a Yuri, pero este le atraía y le postraba aquel lado salvaje de la vida, pero al mismo tiempo alguien que lo entendía. Viktor Nikiforov sólo amaba a cuatro cosas en su vida: su hijo, su perro, su carrera y así mismo. Los demás sólo eran complementos en su vida para no sentirse tan solitario.

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Al día siguiente todo como cualquier día. Yūri preparo todo lo de Iván y Viktor para el día de hoy, era muy importante ya que el pequeño Iván estaba punto de calificar para ser entrenado por Yakov.

Una cosa eran las prácticas que lo ponían a hacer a su corta edad y otra muy diferente a ser un discípulo más de Yakov... y tal vez una futura estrella del patinaje.

Viktor no menciono nada más del tema que tocaron anoche él y Yūri... no le importaba demasiado. Al contrario, el japonés estaba sumido en esa incógnita... ¿en verdad Viktor estaba pensando en el bienestar de Iván?

- Que frustrante – se dijo a él mismo. Había ido de compras para la comida, no le presto mucha importancia a los transeúntes de la ciudad o los auto móviles y sólo llego al edificio donde estaba su hogar.

Entro al elevador del gran edificio y paro en el piso 14, se abrieron las puertas, Yūri tomo las bolsas del mandado y camino hacia su departamento. Cuando estuvo a metros de llegar una figura desconocido estaba parada al frente de su puerta. Era un chico delgado, con ropas muy ajustadas de colores negros y animal print, llevaba puesto unos lentes de sol y se miraba agresivo.

- Disculpa... ¿Puedo ayudarte en algo? – dijo Yūri con amabilidad.

- Tu... – se quitó los lentes y los colgó al frente de su camisa. Miro de reojo al doncel frente de él y dijo... – ¿acaso eres Yūri Nikiforov? –

- Ah, sí... si lo soy – Yūri sintió una sensación extraña, aquel chico doncel lo incomodaba – en que puedo servirle... –

- Ja, me lo esperaba – sonrió con desdén – permíteme presentarme – lleno de egocentrismo levantó la mano en señal de saludo – mi nombre es Yuri Plisetsky – dijo orgulloso de su nombre – el amante de tu marido –

Continuara...


Uff, se viene el drama. Muchas gracias por leer, nos vemos en la actualización siguiente. Kuroshiro fuera :D