Senku 5 años y 4 meses.

Stanley debía ir a recoger al mocoso después de terminar esa bendita reunión con sus oficiales mayores, los viejos solo estaban hablando de adquirir nuevo armamento y del entrenamiento de nuevos soldados supuestamente bastante "calificados" para realizar cualquier tipo de misión... Aja, los viejos allí solo querían a gente que les lamieran el culo cuando ellos mismo eran unos cobardes que lucían medallas de "honor" sin siquiera participar de las guerras o misiones del gobierno estadounidense.

Cuando al fin terminó la famosa reunión su reloj en la muñeca marcaba que iba casi treinta minutos atrasado para recoger a su mocoso y estaba seguro de que cuando llegara por él y Xeno descubriera que se había atrasado dormiría en el sillón de la sala. Así que como obediente militar que era, tomo su auto y partió veloz a la escuela de Senku, sin importarle pasar una que otra luz roja, después de todo eran pocas las veces que no seguía las reglas, una vez no haría daño.

Cuando se estacionó frente al edificio se dio cuenta que el mocoso no lo estaba esperando en la salida como le había dicho que lo haga, eso no hizo más que preocuparlo, se supone que habían hablado una y otra vez sobre que si retrasaba tanto su pareja o él debía de esperarlos justo enfrente del edificio.

—¿Dónde mierda se metió ese niño? .-Salió del auto dispuesto a encontrarlo, no se podía haber ido demasiado lejos... Temió al pensar que se le había ocurrido irse caminando a casa. No, Senku no era estúpido.


Por otro lado, el pequeño Senku se encontraba en un parque mientras ayudaba a esa niña rubia a curarle el brazo quebrado, qué problemáticas eran las niñas.

—¿Cómo demonios es que te quebraste el brazo? O mejor ¿Cómo diablos lograste subirte a ese árbol? Vas a necesitar ir a un hospital para que te pongan yeso .-reclamo mientras se quitaba la bufanda y la ponía alrededor del brazo de la niña envolviendo la en el cuello de esta, eso por lo menos serviría de soporte por ahora.

—¡Es que el pajarito se cayó del árbol! .-La pequeña rubia comenzó a sollozar nuevamente, le dolía mucho el brazo, pero el niño frente a ella parecía saber lo que hacía-. ¡Pe-perdón! .-y comenzó a llorar sintiendo que lo molestaba.

—¿Por qué pides perdón idiota? .-suspiró mientras terminaba de acomodar el brazo de la chica-. ¿Sabes algún número de celular de tu casa? ¿O de tus tu-... ¿De tus padres? .-vio como la niña negaba mientras volvía a llorar y se sintió nervioso, se supone que él tenía que estar esperando a Stanley en la escuela-. Escucha, volvamos a la escuela y pedimos ayuda de alguna maestra allí, pero ya no llores ¿quieres? Me estás comenzando a dar dolor de cabeza.

—¡Es que me duele! .-acarició su brazo sollozando, pero aun así asintió pensando en que el niño de pelo extraño tenía razón.

—Se que te duele, pero ya vamos .-tomo la mano de la niña caminando hacia la escuela, sabía que no tenía que haberse desviado al parque cuando siguió a la rubia por curiosidad. Escucho que seguía sollozando y si quería calmarla para que su dolor de cabeza no siguiera creciendo debía de hablarle-. Seguramente alguna maestra debe de tener el número de tu ma...mamá.- Tragó saliva, hace meses que no pronunciaba esa palabra.

—Mi mamá está muerta .-habló bajito, sollozando leve al recordar eso.

Ok, eso Senku no se lo esperaba para nada.

—Oh... .-siguió con la vista enfrente tomando con más delicadeza la mano de la niña-. Mi mamá igual se murió, mi papá y mamá murieron el año pasado .-¿Por qué le estaba diciendo eso a una total desconocida?

—Lo siento por eso.

—Si, yo también lo siento por ti.

Ambos pequeños quedaron en silencio mientras caminaban hacia la escuela, no les faltaba mucho, pero Senku divisó un uniforme militar. Mierda, se había olvidado de Stanley por completo.

—¡MOCOSO! .-corrió hacia el niño y al llegar con él se puso a su altura mientras lo sacudía de los hombros-. ¡¿Dónde demonios te habías metido?! ¿Tienes idea lo preo-... .-Se percató que su mocoso estaba sosteniendo la mano de una niña, quien los observaba con lágrimas en los ojos y la bufanda de Senku alrededor de su brazo-. Senku, ¿qué pasó con la niña? .-lo vio mientras trataba de calmarse, si había pasado un susto al no encontrarlo.

—¡La tonta se cayó de un árbol! .-habló rápidamente temiendo que Stan lo regañara-. ¡Y se rompió el brazo!

—¡Oye! ¡No soy tonta! ¡Me llamo Kohaku! ¡Yamaha Kohaku! .-habló un poco enojada, el chico la seguía insultando.

—¿Eres japonesa? .-Senku se giró a verla y luego la vio rápidamente, no tenía ninguna característica de rasgos asiáticos en su cara.

—No, pero mi papá es japonés y cuando era bebé vivimos un año allí .-ladeo un poco la cabeza viendo al niño con curiosidad-. ¿Tú cómo te llamas?

—Ah, cierto. Soy Senku, Ishigami Senku .-señalo al adulto frente a ellos con una expresión aburrida-. Él es Stanley, es mi...

—Soy su tío .-por alguna razón se sentía ignorado por ambos mocosos que parecían estar completamente en su mundo, bien hora de hacer su buena acción del día-. Un gusto Kohaku, creo que debemos llevarte el hospital.

—¡No quiero agujas! .-apretó con fuerzas la mano de Senku mientras se escondía detrás de él.

Tanto Senku como Stanley sentían una ceja tiritar, solo eran calmantes para el dolor, y mientras más tiempo estuvieran allí sin hacer nada sería peor para la niña.

—Ya no pareces una Leona, ahora pareces una gatita asustada.

—¡¿A quién le dices Leona?! ¡¿Gatita?! ¡Qué poco caballeroso!

Otra vez estaba siendo ignorado... Bien, se paró recto y tomando la otra mano de Senku se encamino hacía la escuela, preguntarían el número de algún familiar de la niña e irán al hospital, giro un poco la cabeza solo para ver que ambos mocosos seguían discutiendo por cómo Senku trato a la niña, luego tendrían una seria conversación de cómo tratar a las mujeres, pero por ahora se centró en llegar a la escuela.


Cuando llegaron rápidamente avisó a una de las maestras y está se había ofrecido a ser quien lleve a la niña al hospital pero por alguna razón su mocoso se negó a dejar sola a la niña hasta ver que estuviera cuidada, así que solo pidió a la mujer que se contactará con los familiares de la niña para informar que ellos la llevarían al hospital militar, se llevó a ambos niños al auto y noto el por retrovisor que en ningún momento Senku soltó la mano de Kohaku, oh... ¿Podría molestarlo con eso más adelante? Además, era la primera vez en mucho tiempo que Senku era más conversador con otra persona que no fuera Xeno o él.

Mientras estaba esperando luz verde su celular sonó, agradeciendo por la tecnología de los vehículos modernos contesto por el altavoz del auto.

—Xeno.

Stanley, ¿Dónde demonios están tú y Senku? Hace más de una hora que debían de estar en el departamento.

—Uhm... .-avanzó en la fila de autos para girar en dirección hacia su destino, estaba agradecido que por lo menos en el hospital militar no iban a demorar tanto-. Vamos al hospital.

¡¿QUÉ MIERDA LE PASO AL MOCOSO?!

Uy, si se enojó, quizás debía de ser más claro al hablar.

—¡Estoy bien! .-gritó Senku desde el asiento trasero-. ¡Una Leona se cayó del árbol y la llevamos al hospital!

...¿Una leona?...

—¡No soy una leona! ¡Me llamó Kohaku! ¡Ya te lo dije niño cebolla!

Suspiró mientras escuchaba una nueva discusión de los mocosos, entró en el estacionamiento del hospital, no habían tantos autos así que le fue fácil encontrar donde quedarse.

—Una amiga de Senku se quebró el brazo al parecer, la traemos al hospital. Senku está bien, no te preocupes, volveremos apenas lleguen por la niña. Nos vemos al rato .-y cortó dejando a Xeno con la palabra en la boca, si antes creía que dormiría en el sillón ahora estaba seguro de que la banca de la terraza sería su nueva cama.


Al entrar al hospital dio aviso de la situación a una de las enfermeras que pasaban por allí, y solo cuando entraron a la consulta del doctor Senku se dignó a soltar la mano de la niña, cosa que no pasó desapercibida para él, definitivamente su mocoso estaba realmente preocupado por la chiquilla esa, sonrío para sus adentros preguntándose si serían buenos amigos o solo era la parte amable que los padres del niño habían inculcado en él.

Se llevaron por un rato a la niña para ponerle el nombrado yeso, al parecer solo necesitaría eso y nada de operación o agujas, al menos. Cuando se giró a ver Senku este parecía nervioso mientras movía sus piernas en la silla.

—Tu amiga va a estar bien mocoso .-lo vio tensarse un poco para luego verlo con cara de aburrimiento.

—No es mi amiga, es solo una niña tonta que conocí hoy.

—Ajá, ¿y por qué te ves tan preocupado por ella? .-sonrió al notar que se ponía levemente rojo, bien, se estaba volviendo débil junto al niño porque lo encontró de lo más adorable, pero quizás se estaba adelantando mucho a los hechos puesto que aún eran pequeños.

Senku iba a reclamarle, pero en ese momento Kohaku salió sonriente mostrando el yeso en su brazo lastimado, fue directamente hacia él.

—¡Mira Senku! ¡No puedo mover mi brazo, pero ya duele menos! .-se puso frente a su nuevo amigo-. ¡Ya sé! ¡Firma mi yeso!

—¿Eeh? .-la vio con cierto fastidio y se cruzó de brazos-. ¿Para qué quieres que haga eso? Es diez billones por ciento ilógico lo que dices.

—¡Moh! ¡Vamos! Se verá bonito si lo adorno .-se acercó a su mochila en el asiento junto al niño mientras rebuscaba entre sus cosas con algo de esfuerzo, hasta que dio con un marcador-. ¡Ten!

—Esto no tiene ningún sentido .-a regañadientes tomó el marcador ofrecido y levantándose de su asiento se acercó al brazo de la rubia-. Pero voy a hacer lo que quiera.

—¡Bueno! Pero que sea lindo .-se giró a ver al militar mientras con algo de esfuerzo le ofreció el brazo al de ojos carmín-. ¡Gracias por traerme señor Stanley!

Hasta cierto punto la situación le parecía asquerosamente adorable, pero lo que sí le sorprendió fue como Senku accedió a hacer lo que la pequeña rubia pedía, quizás al fin su mocoso había encontrado una amiga en ese país aún extraño para él, eso lo ponía feliz y le aliviaba demasiado, después de todo Senku seguía siendo un niño que necesitaba distraerse de alguna manera que no fuera hablar con él o Xeno.

—Por nada .-vio hacia el pasillo y divisó como un hombre de cabellera rubia con una barba negra se acercaba a ellos-. ¿El hombre que viene allí es tu padre? .-iba a señalar al tipo, pero este ya había llegado junto a ellos.

—¡KOHAKU! .-se puso a la altura de la niña mientras la tomaba de los hombros-. ¡Por todos los dioses! ¡¿Qué diablos te ocurrió?!

—La Leona se cayó de un árbol por ayudar a un pájaro .-Senku hablo volviendo a adoptar una actitud seria, el hombre había llegado justo en el momento que él había terminado de garabatear en el yeso de la niña.

—¡¿Qué demonios te he dicho sobre subirte en los árboles?! .-suspiró mientras cargaba a la niña en brazos, está parecía enojada por el regaño que le estaban dando.

—¡Pero es que el pajarito no se podía subir al árbol! .-inflo las mejillas mientras se acomodaba en los brazos de su padre-. ¡No lo podía dejar allí tirado! .-se giró a ver a Senku para sacarle la lengua-. ¡Que no soy una leona!

—Algún día te va a pasar algo peor si sigues siendo así .-suspiró mientras se giraba para ver al militar y hacía una leve reverencia-. Supongo que usted y su hijo trajeron a mi hija al hospital, muchas gracias por eso. Se lo pagaré como es debido.

—No hace falta .-Stanley se paró del asiento viendo al hombre frente a él, evitó de hacer una mueca ante la reverencia puesto que sentía un leve recelo con los japoneses en general.

—Insisto .-acomodo a su hija en su brazo izquierdo mientras que con su mano derecha buscaba entre sus bolsillos-. No me he presentado .-extendió una tarjeta hacía el hombre quien la aceptó-. Mi nombre es Yamaha Kokuyo, soy el padre de Kohaku. Un gusto señor...

—Snyder .-guardó la tarjeta en su pantalón sin interés-. Snyder Stanley .-señalo al niño en el asiento quien seguía con una mirada seria, seguramente analizando al hombre frente a él-. Él es Senku, Ishigami Senku.

—¿Ishigami? .-abrió los ojos lo más que podía mientras veía al niño-. ¿Hijo de Ishigami Byakuya?

Senku se tensó ante la mención de su padre y se puso detrás de las piernas de Stanley mientras tironeaba el pantalón de Stanley, ahora se estaba sintiendo incómodo, pero sin abandonar su mirada seria asintió al hombre, no quería hablar.

—Sí .-vio de reojo al niño sujeto de su pantalón y bajó una mano para ponerla sobre el cabello de esté en forma de apoyo, no quería que se sintiera mal.

—Oh... .-tragó saliva mientras volvía hacer una reverencia-. Es un gusto conocer al hijo de Ishigami-san .-no era idiota, ya sabía lo que había pasado con Byakuya y su esposa Lillian, había sido la noticia del año. Volvió la vista al hombre frente a él-. Como decía, insisto en pagarle lo que ha hecho hoy por mi hija.

Estúpidos japoneses y ese honor idiota que tenían, quería llevarse a Senku cuanto antes de allí puesto que ya sabía lo incómodo que se estaba sintiendo, así que a regañadientes entregó un papel con su número de celular al hombre frente a él.

—Lo llamaré en cuanto encuentre la manera de pagarle .-tomó el papel entregado por el militar y vio a su hija con el ceño fruncido-. ¡Kohaku! ¡Agradece por lo que hicieron por ti!

—¡Pero si ya agradecí! ¿Verdad señor Stanley? .-hizo un puchero y luego vio a su nuevo amigo, ¿Por qué estaba escondido detrás de la pierna de su tío? Quizás su padre lo había intimidado.

-Así es Kohaku .-sonrío leve, quizás la niña era la única japonesa que podía soportar.

—¡¿Ves papá?! No soy tan boba .-infló las mejillas mientras veía a su padre, quien solamente soltó un suspiró.

—Lo llamaré apenas pueda, Snyder .-hizo una reverencia nuevamente mientras se giraba para caminar con su hija-. Nos vemos, gracias por todo.

—¡Adiós Senku! .-Kohaku se asomó por el hombro de su padre mientras se despedía con su mano sana del niño-. ¡Nos vemos el lunes en clases! ¡Adiós, señor Stan!

—Adiós .-esperó a que los Yamaha se alejaran, el padre de Kohaku ya lo tenía harto con todas esas reverencias. Giro su vista hacia el niño quien solo se despedía de la niña con su mano, lo tomó en brazos y sonrió burlón-. Ella te cae bien mocoso.

—¿Eh? .-hizo una mueca de fastidio mientras veía a su tutor-. ¿Cómo me va a caer bien? La acabo de conocer y es demasiado ilógica, además tu no viste del árbol que se cayó, era casi imposible que pudiera llegar a donde estaba el nido de ese pájaro .-se quedó callado un momento, pensando en lo que había pasado-. Pero... Ilógicamente si lo logró...

¿Había sido su imaginación o vio un leve brillo en los ojos del mocoso? Negó con la cabeza divertido mientras se encaminaba al estacionamiento para por fin irse a casa, en esos momentos Xeno seguramente estaba desesperado y cuando llegaran al departamento se llevaría un buen regaño por parte de su pareja.
Hablando del diablo sintió como su celular vibraba en su bolsillo, no iba mirar porque ya se imaginaba el tipo de amenazas que el científico de la NASA le estaba mandando por dejarlo con la palabra en la boca hace una hora.


Y efectivamente así fue, cuando llegaron al departamento Xeno los estaba esperando con una cara de completo enojo... ¿Quizás podía usar al mocoso como escudo humano? Siendo militar no debía intimidarle su pareja, pero la verdad era que no le gustaba verlo enojado, mucho menos cuando su enojo era dirigido a él.

—Snyder, sabes que odio que me dejen con las palabras en la boca .-cruzó los brazos mientras veía al nombrado frente a él-. Ahora me van a explicar bien qué demonios pasó.

—Ya te dije .-se quitó la chaqueta del uniforme militar dejándola sobre una silla-. Una amiga de Senku se lastimó y la llevamos al hospital. Demoramos porque su padre es un estúpido japonés demasiado formal para mi gusto quien insistió en pagarme.

—¡Que no es mi amiga! .-Senku se estaba empezando a enojar, Stanley no había dejado de fastidiarlo durante todo el camino-. ¡Apenas la conocí hoy! ¡No puedo hacerme amigo de alguien tan rápido! Ya tengo al gritón de Taiju y Yuzuriha para esos temas.

—No mientas, te cae bien mocoso .-quiso reír cuando el niño le saco la lengua, quizás ya tenía que dejar de molestarlo... A quien engaña, solo un poco más.

—Bien .-suspiró mientras masajeaba sus sienes, en vez de tratar con un niño sentía que estaba criando a dos-. Senku, ve a darte un baño rápido, la cena ya casi está lista.

—¿Qué comeremos? .-se acercó corriendo a Xeno, había estado toda una tarde sin comer.

—Comida .-frunció el ceño y noto cómo Senku hacía una mueca antes de dirigirse al baño. Si, estaba demasiado fastidiado por cómo le habían cortado la llamada.

—¿Qué hay de cenar? .-Stanley desabotono los primeros botones de su camisa, odiaba andar demasiado formal solo por esos estúpidos vejetes.

—Tú puedes prepararte lo que sea que haya en la despensa.-se acercó a la mesa de la cocina, dispuesto a ignorar a su pareja.

—¡Hey! .-camino detrás de Xeno para abrazarlo de los hombros y detenerlo en su andar-. Lo siento por dejarte con la palabra en la boca, pero ya habíamos llegado al hospital y se me detenía a conversar demoraríamos más.

—Bien .-se giró la cabeza para verlo, aún con el ceño fruncido-. Pero hoy duermes en el sillón.

Ya sabía eso, pero tenía sus técnicas para convencer a Xeno de que no ocurriera, apenas su mocoso se durmiera ya vería cómo conseguir el perdón. Le robo un beso rápido antes de dirigirse al cuarto para cambiarse el maldito uniforme, escuchando un gruñido a sus espaldas de parte del científico por su atrevimiento.

Minutos después ya se encontraban los tres disfrutando de unas hamburguesas preparadas por Xeno, Senku comentaba sobre su día en clases destacando que otra vez había conseguido notas sobresalientes para un niño de primaria, además de reclamar que el nivel educacional era bastante bajo para su gusto.

—No todos los niños son como tu Senku.-dio un bocado a su comida, los viernes casi siempre se hacían los desentendidos del régimen impuesto en la semana para disfrutar de comida chatarra.

—Así es mocoso .-tomó un trago de su cerveza, definitivamente agradecía que Xeno no lo haya dejado sin cenar-. Algunos son más ilógicos que pueden llegar a caerse de un árbol .-si creía que iba a parar de molestarlo estaba muy equivocado.

—Cierto .-dirigió su vista hacia el niño que se encontraba sacando la lengua hacia Stanley-. No has comentado nada de tu nueva amiga, ¿Cómo se llama?

—¿En qué idioma tengo que hablar para que entiendan que apenas la conozco? .-vio a Stanley sonreírle burlón, ya vería, mañana mismo interrumpiría su sueño matutino de la peor manera-. Se llama Kohaku, apenas llegó hoy a la escuela y es un tipo de Leona con super fuerza o algo así, totalmente ilógico.

—¿Kohaku? .-alzó una ceja-. Ah, cierto. Stanley comentó que su padre es japonés.

—Sip .-alzó los hombros dando un mordisco a su hamburguesa, prefería el Ramen, pero eso no estaba para nada mal.

Stanley iba a seguir molestando al mocoso, pero su celular comenzó a vibrar y era un número totalmente desconocido. Dudo un poco en contestar, pero se excusó con sus acompañantes y lo hizo.

—Snyder.

¿Señor Stanley?

—Sí .-frunció el ceño puesto que la voz era demasiado chillona y no lograba reconocerla.

¡Soy Kohaku!

Oh, así que justamente la niña de la que hablaban llamaba, seguramente quería hablar con su mocoso.

—Hola Kohaku .-sonrío viendo como Senku se detenía a medio comer al escuchar el nombre de la niña y Xeno lo observaba con curiosidad-. ¿Cómo sigue tu brazo?

¡Bien! Ya no me duele para nada, solo es molesto no moverlo... Disculpe señor Stan, ¿Se encontrará Senku por allí? Necesito decirle algo.

—Claro, te lo paso enseguida .-extendió el celular hacia el niño con una sonrisa-. Tu amiga.

—Tsk .-gruñó mientras tomaba el aparato y lo ponía en su oído-. ¿Bueno? .-alejo rápidamente el celular cuando escucho un grito.

¡ESTÚPIDO CEBOLLÍN! ¡¿Cómo te atreves a dibujar eso en mi brazo?! ¡Te dije que tenía que ser algo lindo!

—¡Hey! Que no soy bueno dibujando .-rasco su oído que se sentía un poco lastimado por los chillidos de la niña.

¡¿Por qué tenía que ser un león?!

—Porque tú me recuerdas a uno .-volvió a acercar el celular a su oído-. Aunque las leonas no tengan melena, tú eres una leona.

¡Estúpido cebollín!

—¿Llamaste a Stanley solo para poder reclamar, Leona?

¡Que no soy una Leona!

—Pues yo no soy un cebollín.

Xeno veía la escena algo desconcertado, Senku nunca hablaba tanto a menos que sea con ellos, era serio y decía pocas palabras, incluyendo cuando hablaba por cámara con sus amigos de su natal Japón. Giró la mirada para ver a Stanley quien solo alzo los hombros divertido ante la situación.

No solo llame por eso, este es el número de mi papá. Hemos decidido que nuestra manera de pagarles será cuando me quiten el yeso para celebrarlo con una comida ¡Fue idea de mi hermana y mía!

—¿Te das cuenta de que pudiste esperar al lunes para decírmelo? Además, seguramente te quitarán el yeso en unos dos meses.

¡Es que no podía esperar al lunes!

—Tu actuar es diez billones por ciento ilógico.

¡Deja de decir palabras que no entiendo! En fin, llamaba por eso. La idea es que vengas a mi casa tú, el señor Stanley y si tiene pareja igual puede venir. ¡Vamos! Será divertido.

—Te acabo de decir que faltan casi dos meses para eso... Bueno, le diré a Stan y Xeno.

¡Oh! ¿Xeno es nombre de hombre?

—Sí, ¿Algún problema? .-si la niña era un tipo de homofóbica definitivamente estaba descartada para ser su amiga.

¡Nop! Mi papá no tiene amigos, así que es mejor. ¡Buenas noches Senku! Hasta el lunes.

—Si, si. Adiós .-colgó la llamada con una sonrisa ladina, hasta que sintió que era observado por ambos hombres, uno viéndolo curioso y el otro entretenido. Aclaro su garganta antes de cambiar la mirada a una aburrida-. Estamos invitados dentro de dos meses a la casa de la Leona, para cuando le quiten su yeso.

—¿Leona?

—Así es como el mocoso la nombró, lo que me recuerda que tú y yo mañana vamos a tener una seria conversación de cómo tratar a una dama.-tomó su celular de manos del niño y guardó el número mientras daba un último bocado a su comida.

—No es para nada elegante llamar a una señorita así Senku.-sonrío leve viendo al niño comer con fastidio.


Terminaron de cenar cambiando el tema hacia el trabajo de Xeno, donde Senku volvió a estar interesado hasta que comenzó a cerrar sus ojos por el sueño, quedándose dormido sobre la mesa de la cocina.
Xeno lo tomó en brazos agradecido de que el niño se hubiera puesto la pijama de Doraemon apenas terminó de bañarse, en compañía de Stanley fueron a acostar al pequeño Ishigami quien al sentirse arropado en su cama se removió levemente abriendo un poco los ojos viendo a los adultos frente a él, aún con sueño.

—Quiero escucharlos... .-se acomodó un poco más en la cama, ambos adultos le sonrieron con tristeza, era su petición de todas las noches.

—Claro .-giró la vista hacia Stanley quien ya estaba colocando la canción en el equipo estéreo que compraron para el cuarto del niño.

La voz de Lillian inundó el cuarto rápidamente a un volumen moderado y Senku volvió a cerrar sus ojos, tranquilo de saber que al final de toda la canción escucharía nuevamente la voz de sus padres, aún con la promesa que jamás llegaron a cumplir.

—Buenas noches Senku .-se levantó de la cama para dirigirse a la puerta donde Stanley ya lo esperaba.

—Descansa mocoso .-apagó la luz del cuarto, dando paso a una leve oscuridad puesto que en el techo habían pegado miles de estrellas fluorescente cuando decoraron el cuarto del niño, otro intento de hacerlo sentir más en casa.

Cerró la puerta y se encaminó a lavar los restos que quedaron en la cocina, Xeno ya se había retirado al cuarto puesto que era turno de Stanley limpiar el desastre.
Al terminar de guardar y limpiar todo, apagó las luces de la cocina para por fin dirigirse a su cuarto junto a su pareja, entró cerrando la puerta tras de sí encontrándose a Xeno ya recostado, leyendo otro libro de ciencia.

—Te puedes llevar una manta para cubrirte en el sillón.-habló sin despegar su vista del libro, si no lo veía no podía caer.

—Claro claro .-se quitó la camiseta junto a sus pantalones, quedando solo en bóxer y camino hacia la cama, colocándose sobre Xeno quien seguía con la vista fija en su libro.

—Ni lo intentes Snyder, te dije que no dormirías aquí .-siguió con la vista fija en el libro, pero fue arrebatado por el nombrado-. ¡Hijo de-... .-no terminó la frase puesto que Stanley lo beso.

Quiso resistirse, pero cuando el militar lo tomó de la nuca para profundizar el beso y para variar adentrar su lengua en su boca ya no pudo, correspondió al beso mientras sentía la caricia de su pareja en su nuca, movió su lengua junto a la de él lentamente antes de que este se alejará, viéndolo con una media sonrisa.

—Es otoño y esta fresco para dormir en la sala .-acarició suavemente la nuca de Xeno, mientras bajaba sus besos al cuello de este escuchándolo gruñir.

—Idiota .-lo empujo para darle la vuelta y presionarlo contra la cama, el desgraciado seguía sin borrar su sonrisa-. Está bien, quedas perdonado.

—Gracias por eso Doctor Xeno .-ensanchó su sonrisa cuando el nombrado bajo a besarlo nuevamente, quería volver estar encima y cuando estaba por hacerlo Xeno se alejó rápidamente-.¿Qué?

—Pero aun así no se me ha pasado el enojo del todo .-volvió a recostarse mientras apagaba su lamparilla-. Así que nada de sexo hoy .-se cobijó en las sábanas cerrando los ojos-. Buenas noches.

—¿Qué? .-se incorporó quedando sentado en la cama para verlo-. ¿Es enserio? ¿Nada?

—Nada Snyder, ya duérmete.

—No me puedes dejar así Xeno .-frunció el ceño dispuesto a volver a colocarse sobre su pareja.

—Dije que no .-colocó una mano sobre sus labios a sabiendas de lo que planeaba el otro hombre.

—¡SHIT! .-gruñó mientras se recostaba bajo las sábanas, ese no era definitivo. Anotado, nunca más le volvería a cortar de esa manera una llamada si eso significaba estar sin sexo.

Aun así abrazo a Xeno por la espalda, atrayéndolo hacia a él, escuchó una risa por parte del científico y cerró los ojos frustrado, quizás mañana por la mañana tuviera más suerte.


Que equivocado estaba puesto que el mocoso de Senku había decidido levantarse a las cinco de la mañana gritando que quería ir a ver el amanecer a la azotea del edificio junto a Xeno y él, petición que el científico no pudo negarse puesto que se suponía que se podría observar un planeta que ni recordaba cual era.

Así que a regañadientes se levantó para observar cómo esos dos genios hablaban y observaban el estúpido amanecer, maldecía la hora en que se volvió tan débil por esos dos ya que no podía negar que se sentía contento de tener a ambos en su vida.

Continuará...


¡AHORA SI TIENE SENTIDO QUE SEA UNA HISTORIA SENHAKU! ¿O no?
Tan chiquitos así que no pidan tanto :(
¿Qué tal les pareció su entrada a la vida de Senku?
Espero este gustando la historia.
¡XOXO!