Fic

Escapémonos

Por Mayra Exitosa

Capítulo TRES

Compromiso Previo

Los paseos continuaron, ahora con la compañía de la dama que adoraba verlos contentos y felices, gozaron el crucero en el Lago Michigan, al igual que del Paseo por Navy Pier. Ayudo mucho la compañía constante de su dama, ya que las fotos fueron realizadas por ella cuando estuvieron en el paseo al parque del Milenio, y las esculturas fueron divinas sobre todo esa que ambos les gustaban, Puerta a las nubes, algo muy romántico que la foto expresaba lo que ambos sentían, estar en sintonía con la naturaleza y con ellos como seres humanos.

- ¿Le gusto el paseo, Señorita Isabel?

- Mucho. Fue muy agradable y aunque ya se había hecho de noche, de día no hubiera sido igual, disfrutar de las luces brillantes reflejarse en el agua, fue muy romántico, para William saberse enamorado era bueno, más se le ocurría presentar a Isabel con Johnson, sería bueno que ella conociera a un caballero serio y responsable como su administrador.

Para Candy, ignoraba sobre los negocios o trabajos a los que Albert pertenecía, más si eran de compartir el gusto por la naturaleza y por ser respetuosos siempre cuando estaban a solas, más para él su amor por ella iba en crecimiento y aunque le llevaba varios años, él seguía siendo un joven impetuoso por lo que sabía que era lo que tenía que hacer y cumplir con ella.

- Es hermoso lo que hemos pasado este verano, Albert

- Lo más bello de todo es compartirlo contigo, nunca me imaginé que pudiéramos pasar días juntos y disfrutarlos de tal manera que deseara compartirlos por mucho más tiempo

- También yo.

El final del verano y los grandes recuerdos que la pareja como novios se estrenaba, ahora formaban un pensamiento anhelante por continuar viéndose en otras ocasiones, más el regreso de los Britter y una cita previa con William en sus oficinas, descartaba toda posibilidad de asistir con libertad a eventos de sus socios, por más que ellos insistían, William no había podido volver y cuando por fin se le daban las invitaciones, las llevaba a su tía, el mismo día en el que presentaba a la familia Britter con ella ya como los padres de su novia y prometida, puesto que William y el señor Britter habían acordado darle seriedad a la relación por lo que la Tía Elroy fue tan sorprendida que no esperaba ser informada luego de que sucedieran las cosas.

- Joven William, esta de más preguntarle, más como padre quisiera seguir los protocolos ¿Cuáles son sus intenciones para con nuestra hija?

- Las más honorables, ella me hace ser el hombre que deseo llegar a convertirme y darle mi protección y mi cariño en un futuro no muy lejano.

- Estamos completamente de acuerdo, queremos lo mejor para ella, y nosotros no contamos con más hijos, ella sería mi heredera, por lo que la aprecio y le pido que no se a muy lejos una fecha para esa relación que usted anhela.

- Por supuesto, señor Britter, considéreme el futuro prometido de Candy. El saludo de manos, formalizando dichas palabras y ambos en común acuerdo fue el inicio que dejara pasar el tiempo como agua, y se pudiera establecer ese deseo.

Ver a Candy vestida finamente, como una dama de sociedad, comportándose tal como la señora Britter quien, era demasiado seria y procuraba no hablar ningún tipo de comentario con la dama, que se veía demasiado estricta para su pensar. Mientras que, para Candy, conocer a los sobrinos y sus amistades, fue algo que le daba gusto pues, aunque habían estado fuera del país habían regresado ahora mayores y conocía así a los jóvenes que caballerosamente aceptaban al conocer a la señorita Britter como la prometida de su Tío y quien ellos mantenían con cierta distancia, gracias a la situación de sus familias y sobre todo a la exigencia que siempre poseía la Tía abuela Elroy.

- Veo que ella posee el toque de ser la futura señora de esta casa. Nadie respondía nada, y ella la seguía observando minuciosamente como si fuera un perro de raza pura al que tendrían que revisar hasta la dentadura

Candy tuvo suerte ya que Albert siempre le advirtió de ella, no le gustaban las palabras, las sonrisas y mucho menos la intervención en un tema al que ella no dominara y fuera ella quien preguntara exclusivamente, ella sabía que no podía darle contra en nada, y todo gracias a que William Albert su ahora prometido tomo a bien instruirla previamente.

El evento de compromiso fue el más asistido de todo Chicago, ahí los socios llevaban a sus familias, ahora con la pena de perder un excelente enlace para sus hijas, buscaban a los miembros de otros de sus socios, para lo cual los sobrinos de William podían estar disponibles, pero todos llevaban parejas que sus padres habían permitido que conocieran con antelación y aceptaban así relaciones ya organizadas.

Fue astuto o simplemente cambio la jugada, pero algo si dominaba William y era escapar de las situaciones más bochornosas que sus familiares en ocasiones organizaban, Los Legan por ejemplo intervinieron en una molestia exagerada con Edward Burberry, al querer mostrarle a su hija para su más preciado hijo, siendo eso una situación bastante diferente, ya que, para ellos la joven no poseía el nivel adecuado para fijar sus ojos en el primogénito de la familia Legan. Sin embargo, Elizabeth se había fijado en el hermano de la señorita y bailaba con él cuando la exhibición de la hija de los Burberry sucedía, quedando así, Dure en alejarse completamente de la frívola familia y abrazara a su hermanita, quien fuera presentada con otras amistades y valorada por su persona y por las situaciones que los Legan los consideraban de bajo estatus social.

Albert ya se encontraba en su boda y no podía faltar los excesos de actitudes de todos sus familiares oriundos y orgullosos de poseer una casta fina, se notaba la tensión en varias de las parejas y todo por el desprecio que mostraba su prima ante la belleza estética faltante de alguna dama, como si eso fuera lo único que le importaba, cuando realmente miraban más el ingreso de los padres que solo esa.

Albert y Candy al ver la discusión diluirse por parte de la tía Elroy, se iban por un costado y se escapaban al lago, saliendo a una lancha y al temer ser observados desde el salón principal, ellos se recostaban en la lanchita y dejaban que los llevara la corriente de agua, para alejarse hasta el otro lado, donde partirían a la cabaña y de ahí a su luna de miel.

- ¡Al fin solo! - Si, tuve que atar mi vestido para que no se ensuciara. - Te ves hermosa, quédate así conmigo, no te muevas, quiero admirarte y guardar tu imagen para siempre en mi memoria, - Este recuerdo lo atesorare toda mi vida, porque será el comienzo de unir nuestros gustos y compartir día con día, todos y cada uno de los detalles que surjan en el camino. - No será fácil, mas te garantizo que mi corazón te pertenece por completo. - Y el mío a ti.

Fue una estrategia bastante planeada por parte de Robertson y Johnson cuando a este le informaron lo que estaban organizando sus socios, así antes de mostrar un negocio que le justificaba sus vacaciones, William había tenido a bien ir directamente con el señor Britter y al hacerlo, este le pedía que llevara sus negocios unidos a él ya que pronto serían familia y no contaba con herederos, el negocio mas grande fue para el mismo William y el patrimonio que formaron los Britter al unir a su hija con William Albert Andrew ambos salieron muy beneficiados, así al tener dicho compromiso, y presentar a su futuro suegro con los socios, fue para Robertson y Johnson como un as bajo la manga que el joven William había tenido sin darle aviso a nadie.

Candy y Albert gozaron de una paz muy tranquila al separarse de la familia en su matrimonio, su Tía abuela al no estar unidos a ellos, regresaba a Escocia, y la pareja con los Britter como abuelos, fueron formando lazos más duraderos con sus clientes como amistades, más que como socios.

La pareja solo tuvo un hijo varón y dos niñas, para ellos era suficiente tener una familia a la que pudieran dedicarle el tiempo y las atenciones que requerían, para Candy siempre fue mucho mejor salir a caminar a los jardines y escaparse al bosque, más jamás olvido su paseo más romántico y escondido en lancha el día que se escaparon de su propia boda, fue lo más romántico que William le hizo realizar y a lo que ambos gozaron siempre de complicidad y armonía como matrimonio.

FIN


Gracias por la espera, deseando haya sido de su agrado y por fin darme el tiempo para finalizar este

y otras pequeñas historias que no eran largas y si necesitaban de un instante de inspiración para no olvidar

porque fueron creadas en su momento, mil gracias por su apoyo y por el respeto que se merecen

Un abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa