Recuerden que pueden seguirme en wattpad donde tengo el mismo name que acá. No está esta obra subida allí. Por lo que he visto, pueden que te terminen baneando si subís contenido "raro" para ellos. Sin más, disfruten de la lectura y lamento este mensaje aquí.

Capítulo 02

Primer día con ellos… o algo así.

Apenas terminó de hacer las compras con sus dos pequeños y Laine, un Laine que estuvo muy activo a la hora de comprar muchas cosas para hacer un montón de cosas y deteniéndose debido a que él le dijo que no tiene espacio para tanto y que es mejor no comprar a mansalva, llegaron a casa en lo que lentamente iban llevando las bolsas, al menos las que podían, dentro de la misma para luego avisar si pueden darle una mano.

Silencio.

Entrar a su casa y ver que todo parecía estar en un gran orden y que nadie parecía estar gritando, le alarmó un poco pero dentro de todo, le alegró bastante al notar que sus sobrinos e hija no hicieron nada malo como para preocuparle y hacer que su estadía aquí sea bastante complicada.

—Hola tío —fue entonces que Lary les recibió, quitándole la bolsa que llevaba encima para dejarla en la mesa de la cocina—. ¿Sus compras fueron buenas?

—… ¿dónde está el resto? —preguntó. Antes de eso, miró a los dos pequeños—. Vayan arriba chicos. Lion, ayuda a Lele a subir las escaleras ¿sí? —el pequeño rubio asentía con una gran sonrisa—. Pregunta a la prima Lita dónde vas a dormir —de nuevo asintió y llevó a su pequeño primo Lele a la segunda planta para ver dónde van a dormir. Con eso hecho, Lincoln miró a Lary que estaba sonriente—. ¿Y bien?

—El resto está en los cuartos que Lita nos dijo que iba a ser nuestros… me gustaría no tener a Loyd, Lenn y Laine… —miró al último un poco nervioso—. No me confundas Laine, te aprecio pero… como que, no.

—No te preocupes —decía él—. Tampoco me gustaría compartir el cuarto con un muchacho que esconde su ho–

—¿En qué te ayudo tío?

Lary interrumpió a Laine.

Sabe muy bien lo que va a decir. Sabe perfectamente que él no es eso para nada pero de vez en cuando, sus primos tienden a comentarle esto una y otra vez con algo que no es cierto pero, le molesta un poco, le hace dudar incluso sobre el tema. Sabe muy bien que adora las mujeres y sabe que las respeta como se debe… pero que le digan este tipo de cosas, este tipo de bromas, a veces no sabe lo que hace.

El punto es que Lary sonrió a su tío y con esa sonrisa, fue hasta el auto de su tío con tal de recoger las bolsas restantes y ayudar a acomodar todo y así estar todo listo. Dejó a Laine atrás y no quería seguir con esto.

—¿Qué ibas a decir?

Lincoln miró a Laine que sonreía mientras tocaba su bello facial.

Él simplemente sonreía.

—Nada —contestó—. Simplemente, cosa entre nosotros. Cuando tengas hermanos, podrás hacer este tipo de cosas —y con esa sonrisa rara que hizo, se fue con Lary a darle una mano pero más que nada a su tío.

Lincoln cuando le vio irse, alzó una ceja.

—Pero… tengo hermanos…

Simplemente, no entendía nada de nada.

Segunda planta

Lita terminó organizando todo como se debe pese a que estaba un tanto molesta con sus primos que le hicieron algunas bromas con que nunca encontraría a alguien si era tan marimacho como siempre había demostrado ser y que iba a morir sola, que nadie le iba a querer y que ni siendo puta le iban a querer.

Lita tenía en mente que debía ser buena de momento porque no puede mostrar una mala cara. Sus dientes estaban ya idos de tanto que los apretó y los frotaba para aguantar su mala boca, sobre todo con Luka que juró que algo le iba a hacer si éste se dormía por completo. No lo iba a dejar pasar porque fue el que más le dijo cosas, detalles que se van a omitir.

—Todavía me duele la cara —protestaba entonces Lind, uno de los muchachos que compartía cuarto tanto con Lacy como con Luka y los dos menores, Lion y Lele—. Es obvio que Lary no sabe usar eso para nada…

—¿De verdad crees que no sabe? —le cuestionó Lacy, mirando al techo mientras estaba en el suelo y con las extremidades extendidas como si estuviera pensando en la vida—. Lary sabe usar esa porquería. Tal vez te quiso golpear pero justo te moviste… ¿no te parece?

—¿Por qué querría golpearme? —preguntaba él—. No hice nada malo

—Si el tío Lincoln abre las alacenas para sacar platos —fue Luka quien habló, dejando abajo su teléfono mientras estaba sentado en la cama provisional que hizo Lita para ellos—. Se va a enojar —luego, miró a ambos primos—. Espero que no me metan en esto…

—Al menos tienes una curita en tu mejilla —decía Lacy que se sentaba en el suelo con una cara llena de energía, mirando a Lind que tenía eso en su mejilla, producto del látigo de Lary—. Te aseguro que tuviste suerte porque suele… apuntar al pecho… —se ponía a pensar—. Es raro que apunte a la cara… ¿por qué será?

—Tendrá envidia de mí —inflaba su pecho—. Ya sabes, Lary no es tan guapo como yo…

—Y nadie es tan guapo como Lenn —comentaba Lacy en respuesta de la afirmación y ese momento de ego de su primo mayor—. Bueno, nadie lo es… a veces tengo algo de envidia

—¿Por qué tienes envidia de él? —por supuesto, no solo con Lita se llevaba mal Luka—. No hay que tener envidia de un enano egocéntrico y un trozo de basura como Lenn —y mostraba una concentración con su teléfono nuevamente—. A nadie le importa una basura como él. Dejen de hablar de ello, por favor. Me harían feliz.

—Pero nadie habla de él —decía Lind sin entender—. Solo se mencionó…

—Sí, sí, como sea lo que digas, Lind.

Los dos castaños se miraron por unos momentos sin comprender para nada la actitud tan tosca de su primo y signos de preguntas sobresaltaban por encima de su cabeza. Fue muy confuso esto y no sabe cómo tener una buena actuación luego de darse cuenta que en serio Luka parece odiar a Lenn.

En eso, en ese cuarto, Lele y Lion aparecieron, viendo cómo ambos iban tomado de las manos.

—¿Este es nuestro cuarto? —preguntaba Lion con una gran sonrisa—. ¿Dónde nos toca dormir?

—Con Luka —señalaba Lacy

—¿Qué?

—¡Sí! —y Lion saltó encima de Luka que no estaba preparado para nada ante su pequeño cuerpo, abrazando al mismo—. ¡Duermo con el primo Luka!

Lele tampoco se hizo esperar. De la nada, apareció encima del pálido muchacho sobre también Lion, no mostrando sonrisa alguna sino un rostro congelado como siempre hacía hacer, todo para sumarse a esto. Por dentro estaba feliz, claro.

—¡Salgan de encima! —gritaba muy enojado Luka—. ¡Me están haciendo enfadar!

—¡No nos vamos a separar! —y los dos terminaron abrazando al albino que se tapaba un ojo con su cabello, sintiendo dicho albino algo que no quería—. ¡Queremos al primo!

Lacy estaba sonriente como ninguno mientras Lind le miraba un tanto sorprendido por esto que había dicho pero no había necesidad de molestarse para nada porque en el fondo, sabe muy bien Lacy ese lado tierno y amable que esconde – demasiado – su primo Luka y que con ellos, es obvio que va a salir a relucir y demasiado.

Entonces, de la nada, fue Lincoln que apareció en el cuarto de ellos.

Tenía una mala cara, sobre todo con Lind y Lacy.

—Primera planta, ahora.

Primera planta

—¿Qué es esto?

—… platos rotos… ¿no?

—Oh, sí, claro, platos rotos… pero, ¿puedes decirme más?

—… ¿muchos platos rotos?

—… ¿en serio solo tienen eso para decirme? ¿Nada más eso? Chicos, vamos, pueden ser más honestos que esto… ¿no van a decirme qué pasó?

—…

—…

—¡Fue él!

Es obvio lo que pasó.

Lincoln quiso abrir la alacena donde tenía los platos y demás cosas. Aparte de eso, algunos condimentos más arriba de los platos. Tenía que dejar algunas cosas que Laine compró para hacer que la comida sepa mejor. Es más, compraron bastante para hacer y él quiere hacer demasiado para el mediodía, más ahora. Quiere cocinar tanto que guardaron mucho. Lo que no, dejaron todo en ese pequeño depósito, ese pequeño cuarto donde suele guardar bastantes cosas no perecederas.

Al abrir eso, vio cómo empezaban a caer cosas encima de él y apartó rápidamente tanto a Laine como Lary quienes le estaban dando una mano, siendo el único lastimado y con pequeños cortes en su cara.

De más está decir que todos estaban ahora viendo desde lejos esta situación, sobre todo Lita que estaba viendo esto con una sonrisa de placer al ver que sus primos iban a sufrir.

Entonces, sin poder hacer mucho y mirando la cara muy enojada de su tío, tanto Lacy como Lind se señalaron.

—¿Qué diablos pasó?

En ese momento

—Oye Lacy

—¿Qué sucede?

—Mira lo único bueno que mi padre me enseñó

Lind tomó los platos de la alacena como si nada. Tomó algunos de hecho. Eran alrededor de 6. Con esos 6 platos y con algo de habilidad y recordando las cosas que su padre le enseñó, empezó a hacer malabares como si nada.

Lacy mostró enorme sorpresa.

—Wow… —decía con brillos a sus alrededores—. No pensé que pudieras hacer eso

—Yo menos —contestaba con total confianza mientras hacía aquello—. No supe que podía hacerlo hasta que papá me dijo que podía

—También puedes hablarme mientras haces esto…

—Puede decirse que es… talento.

—¿Tú crees?

—O tal vez sea suerte

Lind mostraba muy casualmente cómo podía hacer malabares mientras hablaba con su primo Lacy, admitiendo que esto que hace es puro talento y que tal vez está en sus genes en ser tan bueno como su padre en tales cosas. Además de eso, admite que también tiene un buen arsenal de chistes gracias a su padre. Puede que su futuro esté asegurado.

Estaban tan metidos entre ellos, además de Lacy encontró algo de fruta para sumar la dificultad, que no vieron por nada del mundo cómo algo se avecinó contra ellos rápidamente, cortando específicamente una pequeña parte de la mejilla de Lind, soltando todo por la gran sorpresa y porque vio también que algo le dolía, reaccionando por el dolor a tomarse la mejilla y soltando todo, sonando a más no poder cada uno de los platos.

Para empeorar, no habían cerrado tampoco las puertas de las alacenas y ese dichoso algo golpeó contra los platos que estaban guardados ahí y fueron partidos en varios pedazos.

Esos pedazos empezaron a llover encima de Lind y Lacy que se cubrían, sobre todo Lacy que era el que estaba preocupándose por ello, no como Lind que estaba también centrado en su mejilla recién cortada que ardía bastante.

—Oh… creo que fallé —decía esa voz con total frialdad. Se acercó hasta ellos con ese látigo en mano, teniendo esa mirada fría—. …bueno, ahora estoy algo cerca, no creo fallar…

—…

—¿Qué diablos te pasa hombre? —le gritaba a su primo mayor o alzaba un poco la voz. Suficiente con todo el ruido de platos rotos—. ¿Por qué mierda haces eso?

—… ¿hace falta decir la razón?

—¿Razón? ¿No ves? ¡Has roto todo!

—No, no, fueron ustedes —decía entonces el castaño de pecas de Lary con el látigo en su mano derecha, teniendo una sonrisa fría—. ¿Cómo yo podría hacer esto?

—¡Has usado tu látigo para golpearme! —protestó entonces Lind—. ¿Acaso eres estúpido o eres tú mismo? Ah, no, eres tú mismo, eres retrasado hombre —y apretaba sus puños—. Vas a ver…

—Te aconsejo que no hagas nada, primo —le detuvo—. Sabes que no puedes ganarme, para nada… y también, te recuerdo a quién tiene en alta estima nuestro tío —le comentó, haciendo que el castaño de coleta abriera sus ojos sorprendidos—. No es bueno para ti esto, para nada. Tampoco para ti, Lacy

—Nuestro tío nos va a creer —se cruzó de brazos—. ¿Cómo creerle a un chico bueno que miente?

—Soy un chico bueno, todos lo saben… —y se acercó hasta él para tomarle de la mejilla, apretar la misma y sacudir un poco su cara en lo que tiraba la mejilla—. …y eso es algo que no puedes competir, más cuando eres un revoltoso junto a tu primo… —lo soltó. Dio unos pasos atrás. Seguía mirando a ambos con esa mirada de superioridad—. Ahora, les recuerdo una cosa: no sean tontos. ¿Está claro?

Ante tal presencia autoritaria de su primo y viendo entonces que muy bueno que digamos no es, ambos temblaron un poco.

Conocen a su primo y bastante bien. Es muy normal que a veces se enoje y termine usando ese látigo suyo para calmarles. También, hay que tener en cuenta que usa esto para calmarles bastante y siempre responde un tanto fuera de sí mismo, dejándose llevar por sus emociones en lo que conlleva a un ida y vuelta de palabras como para marearlo más.

Ahora era diferente. Estaba enojado… pero parecía otra persona, diferente a la versión enojada de él mismo.

Asintieron y se fueron de allí hasta el cuarto de Lita les había dicho que era suyo.

Nadie, aunque parezca tonto, vino a ver todo este ruido.

Entonces, cuando se fueron, Lary pasó de estar muy calmado y con ojos fríos a estar demasiado preocupado al ver todos los fragmentos de platos rotos, siendo dominado – un poco – por los nervios en lo que buscaba una forma de esconder todo esto.

Realmente tenía miedo de que su tío le odie.

Ahora mismo

—… y eso fue lo que pasó…

—… ¿me dices en serio esto Lind?

—S-sí…

Lind no contó eso para nada.

Contó que estaba jugando con Lacy a pasarle el plato volador (freasby o como se escriba) con los platos porque estaban muy aburridos y de un momento a otro, todo se terminó yendo al diablo y rompieron todo, escondiendo ciertos pedazos en la basura y todo el resto en las alacenas donde se guardaban los platos mismos.

Lincoln en serio no creía esto para nada pero se tomó la cara tras escuchar semejante cosa.

—¿En serio pasó esto?

—Sí tío —decía Lacy—. Yo… propuse esta idea.

—¿Con platos para comer?

—… es más emocionante… —contestó—. A veces —y aquí se fue la pena y hablaba como todo joven alegre de su edad—, es bueno usar platos. Digo, papá y yo usamos platos cuando estamos aburridos y practicamos con la jabalina para ver si atinamos, además de balones de soccer y de fútbol. ¡Oh! ¡La otra vez recuerdo que usamos algo del tío Lincoln que…! —y se dio cuenta que tenía a dichoso tío frente a él. Mostró una gran sonrisa nerviosa pero pura—. Hehe… no dije nada…

—… —una vez más, se tomó la cara con esta noticia. Con esto en mente, Lincoln empezó a mirar a todos sus sobrinos e hija. Los miró a cada uno. No fueron buenos para esconderse porque se notó claramente que estaban allí. Son malos para esto, por supuesto—. Chicos —llamó a todos. Los que estaban espiando asomaron su cabeza con ciertas dudas—. Por favor, les voy a pedir que se abriguen —decía—. Ayuden a Lion y a Lele a cambiarse y abrigarse un poco, saldremos a comer afuera —todos parecían mostrar reacciones diferentes. Algunos estaban feliz y otros parecían que no querían salir para nada. Notó esto—. No tengo platos… por eso, es mejor comer afuera. Luego compraremos platos y así cenaremos aquí en familia. Vayan —les ordenó a cada uno.

Lita fue quien levantó a Lele mientras que Lion no desaprovechó esto para molestar a Luka para que lo cambie él mismo. El albino se negó pero no le quedó otra que hacer esto ya que no parecía querer el pequeño rubio ser cambiado por otra persona.

En eso…

—Lary…

—¿Sí tío?

—Quédate

Lincoln soltó el hombro de él. Lary no comprendía esto para nada y por lo tanto, mostró una inocente cara.

—Aprende a usar mejor ese látigo —comentó.

—¿Por qué debería? Ya suficiente con que sé usarlo bien —respondía—. Me siento orgulloso de ello —lo terminó sacando para mostrarle esto a él—. Papá me lo regaló una vez, dijo que era un recuerdo de algo. Tenía apenas 4 años de edad. No quería eso, quería un violín. El tío Loni me lo regaló pero, nunca pude pensar que el regalo de papá fuera tan bueno… —le mostró unas marcas en sus antebrazos en lo que arremangaba su camisa—. No sabía usarlo… pero aprendí a la larga. Estas marcas… son prueba de ello…

—…

—…

—… Lary

—¿Sí?

—Ese látigo es mío —le decía—. Lo usé cuando tenía la edad de Lita —contestaba mientras lo señalaba y Lary se mostró confundido—. Ahora que lo veo mejor, sí, creo que es mío. Sé cómo usarlo y… oye, ¿adivina? Sé muy bien cómo diferenciar algo que se cae con algo que rompe un látigo… además —levantó un dedo—, tengo de hermano, tú de tío, a Lars… y de paso Lexx… ya sabes, tengo hermanos algo… influenciables… o lo eran… —se puso a pensar—. De hecho, creo que Lars sigue usando uno… pero no puedo comprobarlo… —dejó de pensar. Miró detenidamente a Lary. Él seguía sorprendido por esto que decía—. El punto es… estoy muy decepcionado contigo por hacer esto…

—…

—Quiero que uses el dinero que sé que tienes, pidas unos platos y así lo dejen en la entrada de la casa.

—No hice nada, tío

—Lary, eres un buen chico —le puso la mano en el hombro—. No hagas esto. No mientas ¿sí? Harás que mi opinión sobre ti cambie demasiado… y ya lo estoy haciendo… es más, siento que Loyd es mejor muchacho que tú —Lary se asombró al escuchar esto—. Y estoy seguro que lo es… ¿no?

Loyd, si uno se pone a pensar, es un muchacho muy tímido y que apenas habla. Parece siempre nervioso de hacer sentir mal a los demás y trata de no molestar a nadie. De tener que hacer cosas, pese a que siempre está nervioso y muestra mucha inseguridad que trata de hacer lo mejor posible que no le detenga, hace lo mejor que puede para cumplir cada orden que recibe de los demás para no hacer pensar que es una carga para todos.

Si se lo mira de esta manera, sí, es bastante bueno.

—Ve, ve a cambiarte ahora y piensa en esto que has hecho. Te lo dejaré pasar por las veces que me has ayudado en casa. No quiero que se repita, ¿sí?

—… sí, tío. Prometo… que no sucederá de nuevo…

Fue a cambiarse con una expresión algo deprimente por esto.

No quiso ni hablar del tema ya pero rondará en su cabeza por un largo rato.

Cuando quedó a solas y ya teniendo todo a su mano para poder salir, se tomaba la cara una vez más.

Apenas lleva casi 4 horas con ellos y ya le está doliendo demasiado la cabeza.

Si de verdad se debe quedar un mes con ellos, ya debe contactar con Lars para pedirle un ataúd.