Con todo preparado, Ryuuto necesitaría su equipo si quería efectuar el rescate, lo único que necesitaría saber es el momento en el cual Nana se movería y para ello debería de hacer una observación un poco más cercana.

Ahora que el pelinegro fue escogido como líder de la clase, no podía sentirse más bienvenido, de haber sabido que con mostrar su talento pudo haber obtenido tal aprobación, lo hubiera mucho antes.

- (Supongo que debo agradecer a Nana-san y Takamaki-san por esta oportunidad… quizás ahora si llegue a tener la vida escolar que esperaba de antes) – El pelinegro estaba saliendo de las clases cuando vio a Nana. – Nana-san.

- Nanao-kun. – La pelirrosa sonrió. – Felicidades por ser escogido como líder.

- No es nada… - Se rascó la nuca en vergüenza. – Creo que nunca hubiera logrado esto si no me hubieran animado… tanto tu como Takamaki-san hicieron esto realidad, gracias por todo.

- Fue tu propio esfuerzo lo que lo logró Nanao-san, ahora debes esforzarte por conseguir cumplir las expectativas de todos.

- Eso es cierto… me da algo de miedo pero me esforzaré en lo posible. – Respondió este con una sonrisa.

- ¿Vamos a comer? Esto merece una celebración. – Comentó la pelirrosa. Ambos se dirigieron hacia la cafetería, al llegar y abrir la puerta…

- ¡Ey Nanao, mi amigo del alma! – Ryuuto estaba ahí con todo un festín. – Hay que celebrar en grande que eres líder, ven, yo invito.

- ¿En serio compraste todo esto? – Expresó el pelinegro con asombro, Nana tampoco pudo evitar sorprenderse por la cantidad de comida. - ¿Qué acaso eres rico?

- Jeje, un mago nunca revela sus secretos, por ahora vamos a comer, dale igual Nana-chan, mi único y verdadero amor. – Hizo gesto para besarla pero ella se apartó segundos antes.

- Entonces Nanao-kun… Ryuuto-kun, vamos a comer. – Los tres comenzaron a degustar de toda la comida que estaba en la mesa, en sí hubo un buen ambiente entre los tres y se divirtieron, Nanao pudo sentir una calidez que nunca antes llegó a tener en su hogar pero entonces recordó unas palabras de su padre.

"Flashback"

- Hijo… - Estaba frente a él cuando le dio su reloj. – No te preocupes por lo que otros piensen de ti cuando vayas a esa escuela, esfuérzate todo lo que puedas y vive con la frente en alto, solo así es que podrás ser un hombre.

- Padre… haré todo lo posible. – El padre sonrió levemente.

- Espero obtener unos buenos resultados que me hagan enorgullecerme de ti.

"Fin del flashback"

- ¿Nanao-kun? – Nana sacó al pelinegro de sus pensamientos. - ¿Pasa algo?

- No es nada… solamente recordé algo… ya me decidí.

- ¿Qué decidiste? – El pelinegro se levantó de su asiento.

- Trabajaré duro como líder de la clase, para que nunca más haya discriminación entre talentosos y gente sin talento, quiero conseguir un futuro donde no exista peleas de algún tipo.

- Ese es un gran sueño. – Ryuuto lo sujetó del hombro. – Seguro necesitarás una mano derecha, sabes que estoy aquí para apoyarte, my best friend. – Un brillo salió de su sonrisa.

- ¿Sabes que harás ahora? – Preguntó Nana, el pelinegro se puso a pensar.

- Realmente… no sé que hacer con el trabajo de líder pero espero tener el apoyo de todos, han demostrado ser muy amables ahora que los conozco.

- Cualquier cosa que tengas en mente, estaremos aquí. – El peliverde levantó el pulgar, Nanao asintió.

- La comida estuvo buena. – Exclamó Nana satisfecha. – Ya debería ser hora de que nos vayamos, el sol se está ocultando.

- Es cierto, volveré a mi habitación, debería investigar que haré como líder. – Nanao se despidió de ambos mientras los dos se quedaron ahí.

- Nanao-kun seguro lo hará bien. – Habló la pelirrosa. – Esto es un nuevo comienzo para él después de todo.

- Me hace sentir orgulloso, casi como si fuera mi hijo.

- Entonces Ryuuto-kun ¿Qué opinas hasta ahora de él? – El peliverde enarcó una ceja, viendo el interés de Nana por él.

- Jeje, no tengo duda de que podrá cumplir con un buen trabajo, es un rival formidable por tu amor.

- Jeje… no tengo realmente ese tipo de fijación por él, solamente quiero que sea feliz, debemos esforzarnos para lograrlo.

- Ciertamente. – Sonrió el peliverde. Sin decir nada más, ambos se alejaron, Ryuuto nuevamente fue por el bosque, ya tal parece que le dieron cierta fama de relacionarse con los animales debido a su naturaleza totalmente estúpida y de que estos son más sus amigos, un acto totalmente favorable del que nadie sospecharía sus verdaderas intenciones. Llegó hasta la rejilla que llevaba hasta el subterráneo donde estaban sus cosas.

- Ey Ryuuto, llegando temprano. – le saludó Matsuo.

- ¿Estás siempre aquí? – Preguntó el peliverde, este soltó una pequeña risa.

- Pues soy un conserje, por esa misma razón es que tengo tan bajo perfil y me escogieron para ser tu compañero.

- Ya veo… será mejor que me prepare, así que tomaré unas cuantas.

- ¿Finalmente lo hará hoy? – Preguntó Matsuo.

- Tengo un presentimiento del ochenta por ciento de que finalmente hará su movimiento y buscará asesinar a su primer objetivo, si yo fuera ella… entonces lo haría en un momento donde estén solos y nadie sospeche… un sitio alejado de la isla.

- ¿Ya sabes dónde? – Ryuuto sonrió en ese momento.

- Un sitio donde poca gente va… el acantilado que está al oeste de la isla…


Nanao estaba recostado en su habitación, ese día realmente había sido magnifico para él, antes que era ignorado, lo hacían de menos y simplemente no le dirigían la palabra, todo cambió tan de repente gracias a la llegada de Nana y Ryuuto.

- (Debo hacer algo que pueda hacer por ellos… quizás un regalo, la próxima vez que llegue mercancía a la isla, podría comprarles algo…) – Sonrió por lo bajo, en ese momento tocaron a su puerta. - ¿Quién es?

- Soy yo Nanao-kun, necesito que me acompañes, hay problemas. – Era la voz de Nana la cual se escuchaba agitada, parecía tener problemas así que se apresuró a abrir la puerta.

- ¿Pasó algo?

- Nanao-kun, estamos en peligro, he escuchado los pensamientos de un enemigo de la humanidad. – Las pupilas del pelinegro se dilataron al escuchar eso.

- ¿Dónde?

- Sígueme, te llevaré rápidamente donde está. – Los dos se apresuraron a ir mientras la pelirrosa marcaba el camino, aquello los llevó hasta el acantilado, un letrero de no pasar estaba ahí con una cadena.

- ¿Aquí lo viste? – Preguntó Nanao, la pelirrosa asintió.

- Mientras estaba de camino a mi habitación, mi talento captó estos pensamientos y decía de que quería matar a todos en la escuela. – Exclamó con miedo, Nanao apretó el puño fuertemente.

- Si eso es verdad, tenemos que evitarlo, deberíamos llamar a Moguo o Seiya, sus poderes podrían ayudarnos a combatir contra él.

- Eso lo sé, pero primero quise que lo supieras, es mejor avanzar mientras tengamos un plan.

- Supongo que lo pensaste bien… realmente te preocupas por todos ¿no?

- Si, la verdad es que han sido tan amables, realmente quiero que nadie muera, estaría muy angustiada.

- Nana-san… descuida, yo me encargaré de lo que sea.

- Gracias Nanao-kun. – Ella sonrió. – Por ahora debemos tener cuidado, creo que deberíamos estar cerca. – En eso ella lo abrazó, sonrojando al pelinegro.

- ¡¿N-Nana-chan!?

- Es mejor estar así.

- Eso podría ser verdad pero…

- Nanao-kun… realmente aprecio todo lo que has hecho, por eso…

- ¿Eh? – El pelinegro sintió como fue empujado, empezando a caer directamente por el acantilado, todo se veía en cámara lenta para él. - ¿Nana-san?

- Debes morir… - Su mirada se convirtió en una seria, totalmente como si observara a una basura, Nanao apenas logró sujetarse de la cuerda que se rompió cuando la atravesó al ser empujado.

- ¡Que haces! – gritó este.

- Estoy salvando a la humanidad de los enemigos…

- ¡P-Pero!

- Solo hago lo correcto, de todas formas nadie podrá escucharte, mi misión es acabar con los enemigos de la humanidad… hasta pronto Nanao-kun.

- ¡Nana-san! – El agarre del pelinegro no aguantó y empezó a caer mientras la pelirrosa se dio la vuelta, este no esperó que tal desarrollo se diera, esos momentos de ello sonriendo y siendo amable con él… fueron una mentira total, comenzó a caer por el acantilado, cerrando sus ojos.

- (Yo… fui engañado… Nana-san… ella… no era lo que pensaba… al final moriré sin haber cumplido mi sueño…) – Su mente no pensó nada más, acabó desmayado, esperando impactar el agua y morir ahogado.

- Alto ahí. – Una figura estaba colgando de un cable justamente en el acantilado, un punto muerto donde nadie podía ver, ya que observó la figura de Nanao caer, se apresuró a sujetarlo lo más rápido que pudo para evitar que cayera, agarrando su brazo. – Eso estuvo cerca… lo siento amigo, pero no morirás hoy… - una sonrisa se formó en su rostro.


Nanao creía estar muerto, puesto que no sentía nada, en ese momento su rostro fue mojado, levantándose de golpe.

- ¡¿Qué pasó!?

- Finalmente despertaste… - su vista se aclaró hasta ver al dueño de aquella voz.

- ¿Takamaki-san?

- Jeje, eso estuvo cerca, tuviste suerte de que entrenara mis musculos para resistir la fuerza de la caída y además el cable estuviera bien tensado.

- ¿Dónde estoy? ¿Y cómo? Nana-san… - su mirada se oscureció. – Ella… realmente quería matarme…

- ¿Creerías si te dijera que es una asesina enviada a matarlos a ustedes? – Nanao no podía creerlo.

- ¿Asesina? Pero si ella…

- Es solo un acto, y uno muy barato a decir verdad. – El peliverde agitó su mano haciéndola de menos. – Si todos se lo creyeron han de ser demasiado idiotas.

- Pero tu… ¿Cómo lo sabes? – El peliverde sonrió peligrosamente.

- Es que yo igual soy un asesino… - Nanao sintió su sangre helarse.

- ¿Q-Que harás? ¿Vas a matarme?

- ¿Matarte? Quisiera, pero tengo otra misión, mi cliente me pidió salvarlos a ustedes y arruinar los planes de Nana-chan.

- Ya veo… deberíamos ir con los demás, si les decimos esto, tal vez… - Antes de que Nanao pudiera ir, fue detenido por el agarre de Ryuuto, inmovilizándolo en el suelo. - ¡Aaargh!

- Lo siento Nanao, pero no puedo permitir que hagas eso.

- ¡Por qué! Deben saber lo peligrosa que es.

- Hay gente de lo más alto involucrado en esto, si de repente uno llegar a revelar la identidad de Nana-chan, se armaría un escandalo a nivel político y seguro querrían limpiar la suciedad por debajo, ósea, te eliminarían. – El pelinegro solo pudo ponerse palido. – Además, no sería divertido para mí, quiero seguir jugando un poco más con Nana-chan.

- … ¿En serio? ¿Esto es un juego para ti? Pero si hay vidas en peligro y solo en eso piensas. – Apretó su puño fuertemente, las palabras de Ryuuto le estaban haciendo enojar.

- Eso es lo que pienso, para mí las vidas humanas no tienen valor, he arrebatado tantas por muchos años que he perdido todo sentido de moralidad y decencia desde edad temprana, estoy vacío por dentro, y esto solo puedo llenarlo matando gente.

- … Estás loco, claramente no eres alguien cuerdo. – Ryuuto empezó a reír.

- Las personas más sanas claramente no están cuerdas, así es como funciona el mundo, solamente aquellos con contactos e imponiendo miedo a otros pueden sobrevivir… por ahora sígueme. – Ryuuto empezó a dirigir a Nanao mientras descendían. – Oficialmente estás muerto, seguramente Nana-chan dirá esto y como todos se creen su acto de niña buena, será ley de que moriste a manos de uno de estos "enemigos de la humanidad"

- Entonces… ¿Qué haré ahora?

- Ahí entro yo. – Llegaron hasta un puerto subterráneo, un barco estaba ahí. – Este barco está programado con un piloto automático, te llevará fuera de la isla durante esta noche, al llegar al sitio, encontrarás a un hombre, él te cuidará por mientras, hazle caso y todo estará bien.

- ¿Qué harás tú? – Ryuuto sonrió.

- Seguirá jugando con Nana-chan, después de todo ambos tenemos misiones, ella el matar a los talentos, yo salvarlos, veremos quien puede cumplir su misión antes. – Nanao no dijo nada más, se subió al barco en ese momento.

- E-Esto… aunque todo lo de antes haya sido un acto… realmente te agradezco lo que hiciste por mí. – El peliverde solo levantó la mano.

- Solo estaba jugando, todos los demás me creen un idiota, así que tenía que actuar de forma convincente.

- Entiendo… suerte… - No dijo nada más. El barco comenzó a arrancar y se fue alejando del puerto con Nanao en este, Ryuuto le vio irse, en eso sonrió y observó su teléfono.

- Primer objetivo rescatado… llevo uno contra cero Nana-chan, al final… seré yo quien salga victorioso…

Llegó la mañana siguiente, todos fueron a clase pero se hizo notar una ausencia, la de Nanao.

- ¿Dónde está Nakajima? – preguntó Moguo. – Como nuestro líder, faltar no es algo responsable.

- Nana-chan, estuviste con él ¿sabes algo? – Preguntó Seiya, la pelirrosa bajó la mirada.

- Lo siento todos… es que de repente fuimos atacados por un enemigo de la humanidad. – Eso sorprendió al resto de la clase. – No pude sola, así que Nanao-kun se ofreció para ayudarme a escapar, yo… tuve que abandonarlo… - Empezó a llorar, los demás se sentían tristes.

- N-No te preocupes Nana-chan, aunque quizás pereciera, Nakajima fue alguien valiente. – Moguo buscó animarla, ella asintió.

- Si… lamento haber perdido a un amigo, pero sé que al menos lo hizo de forma valiente. – Seguía con su acto y todos le creían, Ryuuto solo miró de lejos.

- (Tal como creí… son verdaderos idiotas al creerse esas lagrimas falsas…) – Entonces se posó su mirada sobre Kyouya, este miraba fijamente a Nana. – (Él no parece estar afectado… ciertamente es alguien un poco más recto… debo tener cuidado y evitar que la descubra…)

Con un trabajo hecho, ese día terminó, quisieron saber más de Nanao pero no encontraron su cuerpo, solamente Nana sabía la verdad de sus hechos y Ryuuto lo que él hizo, ambos estarían jugando dos bandos donde solo uno podría ser el ganador.


El Redentor 777: Pues sí que aquí cambiarán varias cosas, ya vimos un primer cambio y digamos que será el inicio de todo lo que tengo en mente, no realmente igual al manga pero si mantendré ciertas cosas.

Pues aquí vamos, Ryuuto evitó la desaparición de Nanao y le dio otro futuro, ya digo que no precisamente todos serán salvados, hay algunas muertes totalmente necesarias para el avance de la historia y lo que tengo en mente así que cosas se mantendrán igual y otras cambiarán, ya lo verán, en el siguiente cap veremos al siguiente objetivo, hasta el próximo cap. Saludos.