Christian estaba sentado en su oficina tomando un ligero descanso después de varias horas de trabajo, se masajeo los adoloridos hombros frustrado sólo faltaban unos días para el fin de semana y podría ir a su cuarto de juegos.
Su refugio, el único lugar donde podía ser él mismo.
—Christian dentro de una hora es la reunión con los de Nueva York—
Se volvió hacía Leila su secretaría/artista, era muy eficiente y artística, además había decorado y dado los cuadros que adornaban la mayoría de la empresa.
—Bien voy en un minuto—
La chica bajo la cabeza en señal de sumisión y se fue, era una pequeña broma entre ellos. Cuando no disponía de sumisas recurría a leila, ella y él dejaron de ser amo y sumisa hace mucho pero socios y amigos desde hace mucho, cuando Leila no disponía de un dominante también recurría a él.
Aunque en el trabajo nunca dejaron su relación de amo y sumisa si Leila se equivocaba con algo en los papeles Christian la castigaba en la sala de juegos, pero jamás sería tan brutal como Elena.
Al recordar a su antigua amiga sus ojos se oscurecieron de rabia, el cadáver de Elena estaba carbonizado y la policía había asegurado que vino por la denuncia, nunca pudo saber la identidad del responsable de la muerte de Elena y quien fue a la policía pero se juró a sí mismo que si lo hacía haría de su vida un infierno.
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Después de la tediosa reunión fue al coche donde lo esperaba Taylor le abrió la puerta.
Mientras se dirigían hacía Escala Christian repasaba su agenda y Diana le escribió que tenía el fin de semana libre para reunirse con él en Escala, sonrió para su alivio parece que el viaje de su sumisa su viaje se había cancelado.
—Señor debo decirle que su madre llamó para invitarle a venir a celebrar el cumpleaños de su padre—le informó Taylor.
Mentalmente puso los ojos en blanco su madre si que era persistente ¿acaso nunca se rendía?
—No puedo Taylor sabes que los fines de semana los tengo ocupados—
Sí con la próxima puta, en vez de estar con su familia. Pensó con amargura Jason.
—La señora Grey también dijo que si no podía el fin de semana podrían adelantar la fiesta para el viernes—
—No será posible tengo un compromiso—dijo fríamente Christian.
Jason a veces tuvo que contenerse de golpear a su empleador, siempre se portaba como un cabrón despiadado cosa necesaria en el mundo de los negocios pero también era así en su vida personal. Si es que Jason podía decir que eso era vida.
Tirarse a unas prostitutas los fines de semana y estar a todos lados con esa loca obsesiva de Leila.
Esa chica Leila Williams estaba antes de que Taylor empezara a trabajar, iba prácticamente a todos lados de su jefe como un perro fiel, pero era enfermizamente obsesiva con Christian y celosa cualquier mujer que mirara de forma inapropiada a Grey se le encendían los ojos de un modo que lo asustaba e inquietaba.
No entendía porqué renunciaba a estar con sus padres y hermanos personas que si lo amaban para estar así de solo, en su opinión Grey era un completo idiota.
