Día 11 Lencería

Pareja: AtsuKara

AU: Normal

Palabras: 833

- ¡Karamatsu nii san, salgamos a jugar! – solicitó el más alegre de la familia quien ya vistiendo su usual traje deportivo daba pequeños saltos cerca de la salida; se acababa de topar al segundo en la entrada.

- Lo siento brother, estoy algo cansado – se disculpó el mayor acomodando sus gafas oscuras mientras comenzaba a subir.

Jyushimatsu ladeo su cabeza un poco confundido, su hermano mayor nunca se negaba a jugar con él.

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- Karamatsu nii san – Choromatsu le llamó cuando lo vio preparándose para salir - ¿Saldrás? De ser así me gustaría encargarte algo de la tienda.

- Oh, Choromatsu… - terminó de colocarse los zapatos y se levantó nervioso – lo lamento, llevo algo de prisa – sin tiempo a más palabras salió corriendo, dejando muy confundido a su hermano.

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- Nii san, estoy aburrido, vayamos a pescar – Todomatsu se colgó del brazo del mayor en cuanto este entró a la sala.

- Será en otro momento Totty, ¿Por qué no vas con Osomatsu? – Sugirió mientras caminaba hasta la mesa y tomaba las gafas que complementarían su perfect fashion – Nos vemos más tarde.

Todomatsu se quedó a mitad de la habitación con los brazos cruzados y la clara molestia en su rostro por ser dejado de lado.

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Ichimatsu deslizó la puerta de la recamara en un solo movimiento – Oye Mierdamatsu, Choromatsu nii san dice que te apresures para irnos a los baños – miró al mayor que estaba con guitarra en mano y su clásica polera azul – demonios, ni siquiera te has preparado – le recrimino por no traer la bata y aditamentos que el mismo portaba.

- Eh, no, esta vez no iré, yo… - meditó unos segundos - ¡Sí, ya recordé! Prometí ayudar a nuestra mommy con la cena, así que vayan y no se preocupen por su querido hermano – finalizó en una pose exagerada.

Ichimatsu rechisto – Da igual – Bajó las escaleras y simplemente dijo al resto que nadie necesitaba al segundo, nadie se atrevió a preguntar más ante el obvio enfado del amante de los gatos.

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Osomatsu andaba a paso lento por la calle, nuevamente perdió su dinero en las carreras de caballo, quizá con algo de suerte hallaría a uno de su adorados hermanitos para que le prestasen un par de billetes, siendo sus suplicas escuchadas logro divisar a lo lejos a Karamatsu, aquel estaba frente a un escaparate y parecía muy concentrado, en cuanto lo vio alejarse no dudo en correr al mismo punto y descubrir lo que llamo la atención del menor, se quedó congelado al descubrir que se trataba de una tienda de lencería.

Tras aquello, Osomatsu hizo una reunión de emergencia con sus hermanos, excluyendo al segundo que estaba en quién sabe dónde; realizaron un rápido intercambio de ideas: últimamente Karamatsu salía seguido y llegaba muy cansado, no tenía tiempo para ellos y fue visto frente a una tienda de prendas femeninas; llegaron a la misma conclusión: Karamatsu tenía novia.

- ¡¿Quién demonios se cree?! – Vociferaba Osomatsu irritado - ¡No tiene derecho a tener novia antes que yo, debe ser igual de virgen hasta la muerte!

- No creo que sea ese el punto – menciono Choromatsu – por cierto, ¿Han visto a Karamatsu nii san hoy?

Intercambiaron miradas y terminaron negando, unos segundos después todos gritaron mientras juraban atrapar al segundo por su traición.

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Karamatsu tarareaba una canción mientras el elevador le llevaba a uno de los pisos más altos, sonreía al observar nuevamente la bolsa que cargaba en la diestra, al abrirse las puertas camino con calma a uno de los apartamentos y saco la llave que hace tiempo había recibido. Al entrar pudo ver a un joven de traje azul marino cerca de la barra de la cocina.

- Oh vaya, pensé que llegarías más tarde – mencionó Karamatsu con un leve toque de decepción en la voz.

- No suenas feliz, esperaba darte una sorpresa – respondió con dos copas en mano y avanzando hasta el otro.

Karmatsu sonrío y levanto la bolsa – Yo también quería sorprenderte Atsushi – del interior saco un baby doll blanco con encaje negro - ¿Te gusta? – preguntó colocándolo sobre sí mismo.

- Me gustará más cuando lo tengas puesto – declaró al entregarle una de las copas e inclinarse para besarle suavemente.

- Bien, pero procura no dejar marcas nuevas, extraño ir a los baños con mis hermanos.

- No prometo nada – le atrajo por la cintura para volver a besarlo. Karamatsu no tardo en corresponder.

El destino era curioso, Atsushi y Karamatsu se toparon un día en la calle, el Matsuno sabía que el joven empresario era amigo de Totty, por su lado, Atsushi conocía al nini por una foto que su amigo le envió por error alguna vez. La foto era de Karamatsu con un baby doll azul que tuvo que usar de castigo en una de sus noches de borracheras entre hermanos; lo siguiente fueron un par de invitaciones, algunos tragos y congeniaron de inmediato, claro, no le contaron a nadie de aquella relación. Ya verían cuanto duraba su secreto.

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Fic en base a un art oficial 7w7

Lencería es el tipo de ropa para baño o interior que utilizan las mujeres; sin embargo, en la actualidad se ha hecho popular la lencería para hombre, prendas "femeninas" que los varones pueden utilizar cómodamente.

Día 12 BDSM

Pareja: TodoIchi

AU: Piratas

Palabras: 556

Las olas golpeaban tan suavemente aquella embarcación, que era como si el océano buscara arrullar a la tripulación; sin embargo, en el camarote del capitán no había descanso alguno.

Nadie oía las suplicas provenientes de la habitación principal del barco, o quizás, los sonidos eran escuchados hasta por el mismo Poseidón, pero nadie se atrevería a decir una sola palabra, temerosos de recibir un castigo de su capitán, un castigo similar al que recibía en ese momento el oficial de la tripulación.

Ichimatsu era el oficial de la embarcación, temido por el resto de sus compañeros y con una reputación que hacía temblar a quien tan solo escuchara su nombre, ahora mismo se encontraba totalmente desnudo recostado sobre el escritorio del capitán, intentando aferrarse a la orilla del mueble para soportar las embestidas que estaba recibiendo; gritos que pasaron a suplicas y al final terminaron como gemidos era todo lo que salía de sus labios.

El capitán Todomatsu solamente portaba una camisa blanca abierta, mostrando la clara piel de su pecho; posicionado detrás del otro penetraba con fuerza el cuerpo que tenía a merced; era curioso que a quien ahora sometía era un joven mayor que él por al menos 4 años.

- Espero que así aprendas la lección, no quiero más errores – habló mientras se estiraba un poco para alcanzar su cinturón – ¿Entendido? – cuestionó a la par que utilizaba el accesorio recién tomado para golpear el trasero del mayor.

Ichimatsu emitió un grito ante la agresión, jadeando después cuando los golpes continuaron marcando su piel; si bien el dolor fue lo primero en instalarse en sus sentidos, dicho sentir fue remplazado por una serie de corrientes eléctricas que recorrían toda su espina dorsal, haciéndole temblar, las acciones de su capitán le causaban gran placer, sus palabras salían entrecortadas rogando por más.

Todomatsu sonreía complaciente al escucharlo, tener en aquel estado al tenebroso y sediento de sangre pirata lo excitaba de sobremanera, saber que era él, un jovenzuelo que sin necesidad de mucha fuerza física había logrado hacerse de una gran tripulación, quien lo hacía gemir y suplicar regocijaba por completo su lado dominante.

- Y-ya no puedo… n-no aguanto… - apenas lograba articular Ichimatsu; por fortuna estaba sobre aquel mueble o ya hubiese caído sin miramientos al suelo.

- Silencio – ordenó el capitán sujetando con firmeza las caderas del otro y golpeando con ímpetu, un largo gemido le hizo saber que Ichimatsu se había venido. Tomando una de las piernas del mayor la levanto para tener un mejor acceso, pese a las suplicas para tomar un descanso, Todomatsu comenzó un vaivén cada vez más fuerte; el capitán se dejó caer sobre el otro en cuanto el éxtasis llego a él.

- Demonios, no siento las piernas – expresó Ichimatsu en cuanto logro regular su respiración.

- Quizá así aprendas la lección – reprendió el capitán levantándose un poco.

- Maldito demonio, ni siquiera sabes porque me has castigado – no pudo evitar reír un poco.

Todomatsu imitó el gesto, en efecto no recordaba la ofensa, pero le gustaba tener el más mínimo pretexto para pasar el rato con su oficial; en cuanto Ichimatsu se enderezo un poco le tomó por el mentón con cierta brusquedad para poder besarlo. El mayor no replicó ante ninguno de los actos siguientes, después de todo amaba estar bajo el subyugo del capitán.

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El BDSM agrupa diversas prácticas sexuales y fantasías eróticas, que involucran principalmente los conceptos de bondage, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo.

Día 13 Esposas

Pareja: KaraTodo

AU: Prisión

Palabras: 876

Todomatsu con linterna en mano realizaba una ronda entre los pasillos, el lugar estaba completamente en silencio. Estaba molesto, ni siquiera le correspondía a él hacer ese tipo de labores de forma tan frecuente, pero claro, siendo el guardia nuevo el resto de sus compañeros se aprovechaban de ello, dejándole las tareas más pesadas o aburridas, pero ya encontraría alguna manera de cambiar la situación.

Suspiró de forma pesada, al estar cerca de la bodega de alimentos un ruido en el interior se escuchó, Todomatsu se detuvo en seco, juntándose de valor comenzó a caminar hacia el cuarto, en cuanto estuvo frente a la puerta sujetó con decisión la perilla y en un solo movimiento abrió por completo e ilumino el interior, los objetos de los estantes parecían estar en su lugar, se adentró con cautela, quizá, si hallaba el interruptor del cuarto le sería más sencilla la tarea; en cuanto se dio vuelta para buscar dicho interruptor se topó con una silueta ligeramente más alta, ni siquiera el más mínimo sonido pudo salir de sus labios cuando su boca ya estaba siendo cubierta, Todomatsu dejó caer la linterna para poder defenderse, pero aquella persona era más fuerte y en instantes ya estaban en el suelo.

- Tranquilo, no te hare daño – una gruesa voz murmuró en el oído del guardia.

Todomatsu ni siquiera podía replicar por la mano que seguía presionando en su rostro. Una mano se deslizo cerca de su cuello, por instinto levanto la cabeza y aquella acción facilito al desconocido la tarea de aflojarle la corbata rosa y retirarla, aquel complemento fue utilizado para amordazarlo. No importaba cuanto intentara liberarse, ahora que el otro tenia ambas manos libres llevaba las de perder. El guardia se estremeció al sentir ligeros roces en cada costado, el toque se deslizaba por su cintura. Sus brazos siendo posicionados sobre la espalda y el sonido de un "clic" le indicaban que acababa de ser esposado.

- Lo lamento señor guardia, pero aun no termino.

La luz de la habitación por fin fue encendida, Todomatsu se giró un poco y pudo ver a detalle a quien se inclinó para ayudarle a levantarse, recordaba un poco del expediente de aquel recluso de cabello oscuro y mirada azulada.

El guardia fue sentado sobre una caja de madera – Por favor, no se haga una idea equivocada de este bad boy – mencionó con una extraña pose – sólo vine por algo de comida – tomó lugar en otra caja frente al uniformado, se estiro un poco y le mostró una lata abierta con un cubierto sobresaliendo.

Todomatsu observaba al prisionero vaciar algunas latas, seguramente sería la burla de sus compañeros por permitir aquello. Al estar sumido en sus pensamientos no se percató del momento en que el preso se levantó hasta que este, le retiro la corbata de la boca.

- ¿Mejor? – cuestionó el de ojos azules con una sonrisa.

- ¿Qué demonios haces fuera de tu celda?

- ¿Eh? Ya se lo dije, vine por comida.

- ¿Eres idiota? ¿Cómo rayos saliste?

- Eso no importa – sonrió ampliamente y se giró por la anterior lata que estaba sosteniendo.

- Maldita sea, seré la burla de todos por la culpa de un imbécil.

- Cierto, ¿Eres el nuevo, no? Puedes llamarme Kara, o número 2-0-2

- Me quiero morir – murmuró abatido el guardia.

- Vamos my friend, no se desanime – se acercó y palmeo su cabello. Todomatsu sintió su rostro arder con aquella acción y su corazón latió con prisa cuando su vista se clavó en los profundos ojos azules. – Es más, le ayudare a quedar bien con los otros guardias.

- ¿Qué? ¿Por qué lo harías? No, mejor dicho, ¿A qué te refieres con ayudar? No necesito tu ayuda – finalizó con un leve puchero.

- Escuche en algún lado que lo tratan como un novato, pero puedo a ayudar a que lo respeten.

Todomatsu meditó un momento la propuesta - ¿Y qué quieres a cambio?

- Eso es simple – tomando al guardia por los hombros se inclinó para unir sus labios en un beso, algo superficial al inicio que en segundos se volvió más profundo. Al separarse, Todomatsu sentía que todo le daba vueltas.

- ¿Q-que ha sido eso? – esquivó la mirada deseando poder soltarse para cubrirse el rostro y que el sonrojo no fuera visto.

- Lo sabía, sabe a tabaco, hace tiempo que no tengo cigarros.

- ¡¿Eh?! ¡¿Sólo me besaste por el sabor a tabaco?! – se quejó de inmediato.

- Por eso y porque me parece un guardia muy lindo – volvió a acercarse con un rostro lascivo.

Todomatsu trago pesado, no estaba seguro si estaba asustado o emocionado por aquella mirada.

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A la mañana siguiente el rumor corrió por toda la prisión, el guardia nuevo había logrado capturar y someter a Karamatsu, el prisionero más problemático que tenía la costumbre de escaparse de su celda. Todomatsu había ganado el respeto de sus compañeros.

- ¿Volverá a realizar la ronda esta noche? – preguntó uno de los guardias a Todomatsu.

- Así es – respondió con una leve sonrisa y se marchó.

Todomatsu anduvo con calma por los pasillos en dirección al almacén en donde sabía que cierto prisionero le esperaba, tocó nervioso las esposas en su cintura, ya quería usarlas nuevamente.

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Las esposas son uno de los juguetes recurrentes en el BDSM, claro que, son accesorios especiales para dicho acto, ya que suelen tener algún tipo de revestimiento suave para no lastimar las muñecas.

Día 14 Masturbación

Pareja: TodoChoro

AU: Granja

Palabras: 642

Todomatsu se retiró un momento el sombrero para poder pasar un pañuelo por su frente, el calor le estaba matando, termino de colocar las ultimas verduras en su canasta listo para entregar la cosecha a su madre. Observo un momento a su alrededor, ninguno de sus hermanos se veían en las cercanías, ¿Acaso los malditos habían escapado de las labores? Él no permitiría aquello, los encontraría y los haría pasar el mismo infierno.

El menor dejó la canasta en la cocina, se alistaba para cazar a sus hermanos cuando una nota cerca del teléfono atrajo su atención; su madre había dejado escrito que iría a la ciudad por algunos víveres, se fue en compañía de su padre y los dos mayores. Todomatsu suspiró, le hubiese gustado que lo incluyeran en aquel viaje, recorrió la casa y no encontró a los hermanos faltantes, bufo por lo bajo, probablemente Ichi y Jyushi estarían holgazaneando cerca del rio y Choromatsu seguramente estaría acosando a su vecina Totoko.

Todomatsu medito un momento sus opciones, al final decidió que era mejor ocuparse en algo mientras aguardaba a que llegase alguien; podría aprovechar para revisar si las gallinas ya habían puesto algún huevo o quizá podría alimentar a los cerdos.

Salió en dirección al gallinero pero se detuvo al notar que la puerta del granero no estaba completamente cerrada, curioso, se acercó con lentitud, conforme avanzaba alcanzo a escuchar un leve sonido, una suave voz que emitía palabras de forma entrecortada. Entró cauteloso, su corazón latía con fuerza al pensar que reconocía a la perfección aquel sonido; en una esquina, escondido por algunos montones de paja, Choromatsu estaba ligeramente recostado con una mano en su miembro y la otra intentado en vano cubrir su boca.

El Matsuno más joven trago pesado, no sería la primera vez que atrapaban al tercero en una actividad similar, por algo tenía el apodo de "Pajamatsu" sin embargo, esta vez un sentimiento recorría todo su cuerpo, un inexplicable calor comenzaba a asfixiarlo, la necesidad de hacer algo más que solo observar comenzaba a angustiarle.

Choromatsu se hallaba tan concentrado en su tarea que no se percató de la presencia que se acercaba a él.

- Vaya, así que aquí estabas.

La repentina voz hizo saltar al mayor que intento cubrirse la entrepierna con ambas manos – T-Totty, pensé que no había nadie ¿Qué haces aquí? – preguntó avergonzado, la mirada de su hermano no auguraba nada bueno, seguramente le chantajearía con algo para no decir que lo había pillado.

- Nada en especial, sólo estaba algo aburrido – comenzó a acercarse, elegantemente cual felino – quizá, encontré algo en que pasar el rato – se hinco frente al mayor, sonriendo levemente y sin despegar la vista del sonrojado rostro del mayor.

Choromatsu no entendía el comportamiento de su hermano, pero el sentir la mirada tan penetrante del menor le comenzaba a poner nervioso - ¿Q-que quieres decir?

Probablemente no debió preguntar, tal vez debió huir en cuanto tuvo oportunidad, sin embargo, ya era tarde. En un rápido movimiento Todomatsu lo derribo y se posiciono encima.

Choromatsu se rindió ante el primer toque, su razonamiento le gritaba que todo aquello estaba mal, pero las manos del menor recorriendo su piel y atendiendo su miembro eran simplemente un éxtasis.

Por su parte Todomatsu se relamía los labios al apreciar los gestos de su hermano mayor, aunque trabajara en la granja, las manos de Totty siempre solían mantenerse suaves; aquella cualidad le ayudaba bastante en ese momento, no necesito mucho tiempo para hacer que Choromatsu se corriera en su mano.

- Totty, eso fue… - murmuró exhausto el mayor – genial.

- No has visto nada nii san – canturreo de forma maliciosa al deslizar la mano por las caderas del otro.

La ropa no tardaría en desaparecer, aprovecharían que no había nadie más y que la calentura podía más que su razón.

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En esta ocasión no creo necesario definir la masturbación XD