Sábado 15 de mayo

Zeke anunció que viene el fin de semana entrante, ¡Que bien! A veces me canso de ser el único joven en esta casa. Aunque no sé que pensar sobre Zeke, ¿Será el mismo individuo de personalidad fresca de siempre? Papá dice que mi hermano ha andado estresado con su tesis, y que esta visita debe de ayudar a relajarlo. Entendí el mensaje, aunque me siento decepcionado. Una parte de mi quería platicar con el sobre temas universitarios, pero comprendo que ese no es el punto de su visita.

Sea como sea, me alegra tenerlo aquí pronto.

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Domingo 16 de mayo

Mañana empieza la semana de parciales. A lo mejor me ausentaré unos días de escribir.

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Martes 18 de mayo

Sé que dije que me ausentaría por unos días, pero hoy tuvimos examen de matemáticas, y cuando me quedé atorado en la última pregunta, miré por la ventana, y por un momento me di cuenta de que el cielo es azul (suena estúpido, pero espera) el cielo es azul, azul recordándome al mar (en este punto mi mente ya había comenzado a viajar) y rememoré la vez que Armin, Mikasa y yo visitamos el mar juntos.

Por supuesto no íbamos solos, fue uno de esos veranos en los que Zeke solía visitarnos. Mis papás cumplieron mi sueño de invitar a mis mejores amigos a nuestro viaje. Creo que se sintieron conmovidos por el hecho de que ninguno de los dos conocía el mar. No fue difícil que esos dos obtuvieran permiso, el abuelo de Armin siempre ha sido un buen amigo de papá y en aquel entonces Mikasa era mi vecina, y sus padres y los míos se tenían mucha confianza.

Y se hizo el viaje. Armin iba estrenando una cámara digital, dispuesto a tomar fotos del mar desde cada ángulo posible (en realidad terminó obteniendo la misma foto, pero de diferentes posiciones), Mikasa llevaba un cubo y una pala de juguete, pretendiendo construir castillos de arena (que terminaron pareciendo montículos de tierra) y yo solo me encargué de cargar con el bloqueador solar y llenarlos de ello.

Llegando a la playa sus rostros fueron excepcionales; Armin chilló de la emoción de ver el mar en su esplendor y Mikasa parecía tenerle miedo. Nos acercamos al mar con precaución y Mikasa pegó un brinco cuando el agua le alcanzó los pies. La tomé de la mano para tranquilizarla y asegurarle que nada malo pasaría y mirándome a los ojos supe que ella confiaba en mi. Nos adentramos un poco más, deteniéndonos en el momento en el que el agua nos llegaba por debajo de la rodilla (era lo más que me dejaban adentrarme) y Armin comenzó a lamentarse de que su cámara no fuera a prueba de agua. Decidí que era momento de regresar a la orilla cuando Mikasa comenzó a apretar mi mano. La corriente del mar era fuerte, pero no lo suficiente para tumbarnos. Aun así, comprendí su angustia sin juzgarla al respecto.

Pasamos toda la tarde correteando de aquí a allá. Jugando en la arena, comiendo sándwiches que mamá había preparado como lonche. Mi parte favorita fue cuando enterramos a Zeke bajo la arena y le construimos un cuerpo de sirena.

Esa fue la primera vez que me senté con mis mejores amigos a contemplar el atardecer. Jamás le había prestado atención o reconocido la belleza que le corresponde; la mezcla de colores en el cielo, el sol en el horizonte ocultándose, acompañado de los sonidos de las olas del mar rompiéndose al tocar la orilla, la compañía de mis mejores amigos y familia… por primera vez en mi vida me sentí pleno.

Este debe de ser unos de mis recuerdos más preciados. Y si te lo preguntas, no. No contesté la pregunta faltante del examen. La campana de la escuela interrumpió mis memorias y solo pude responder nueve de diez preguntas. Espero que no me vaya mal.

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Jueves 20 de Mayo

Mañana se acaban los exámenes y llegará Zeke, así que este fin de semana estaré ocupado y probablemente volveré a retomar esto del diario hasta la próxima semana. Confío en mi memoria, ojalá no sé me escape relatar ningún detalle, de hecho, creo que le empiezo a agarrar el gusto a esto de escribir…

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Lunes 24 de Mayo

El viernes terminamos la semana de exámenes con una prueba de laboratorio que nos puso la profesora Hange. Fue increíble ver la manera en la que Annie esta vez si se involucró, hasta fuimos de los primeros en terminar los ejercicios, supongo que de algo sirvieron todas las veces que Armin vino a auxiliarnos a la mesa de trabajo. Después de que todos saliéramos del laboratorio, los chicos querían ir a almorzar en modo de celebración. Le pregunté a Mikasa si iba a ir, pero dijo que ya había quedado de regresar directamente a casa, Armin parecía que si estaba animado a asistir, pero Zeke llegaría esta tarde por lo que decidí que yo también regresaría a casa lo antes posible. Me parecía injusto comer con los chicos en vez de con Zeke, quien con mucho esfuerzo venía este fin de semana a visitarnos.

Mikasa y yo nos despedimos de los demás y anduvimos juntos hasta que nuestros caminos tuvieron que separarse. Es una pena que ya no sea mi vecina, me gustaba regresar a casa en su compañía, y me desagrada la idea de que camine sola por ahí (aunque obviamente ella no necesita que la defiendan, ¡pero eso no importa, me desagrada y punto!) la hubiera acompañado hasta su casa, pero tenía el pendiente de Zeke... afortunadamente me mandó un mensaje una vez que llegó a su hogar.

En cuanto a mi, encontré a Zeke ayudando a mamá a cocinar. Me sorprendí mucho de verlo, ¡se ha dejado crecer la barba! ¿quién lo diría? ¿eso significa que yo también podré crecer una barba? En fin, ese viernes papá se apresuró a regresar a casa temprano e inclusive cenó con nosotros. Zeke nos contó acerca de su director de tesis, un tal Tom Xaver, quien tiene varios posgrados en ciencias biológicas, o sea, en pocas palabras, toda una eminencia en el campo. Zeke parece muy orgulloso de ser su alumno, y a lo que contó, se ha animado a hacer una maestría. Me sorprendió mucho su determinación dado que a lo que he escuchado, escribir una tesis es desgastante, tanto física como mentalmente, pero no, Zeke se ve fresco como una lechuga. Parece que de verdad le interesa la investigación, me dio mucha alegría por él. Después de la cena, Zeke y yo salimos al patio mientras él se fumaba unos cigarros. Continuó hablando sobre su universidad, Marley, y sobre cuanto extrañaba la comida de mamá (me confesó que la comida de mi mamá es más 'casera'). Me contó que se ha independizado porque la universidad lo ha becado mientras desarrolla su investigación de tesis, y que vivir solo es una mierda, pero que tiene sus ventajas. Dice que Shiganshina se sigue viendo igual que un pueblo, y que Marley promete ser una capital que atraerá mucho la atención a nivel mundial, por lo que habrá más trabajo por allá.

Después de más charlas triviales, decidimos que era hora de ir a dormir. Se iría el domingo y levantarnos tarde al día siguiente no era muy conveniente.

El sábado solo pudimos desayunar mamá, Zeke y yo. Papá tuvo turno durante la mañana porque en la tarde iríamos a un juego de béisbol. Zeke es súper aficionado del béisbol y la noticia le cayó de lujo. A mi no me encantan los deportes, porque soy más de jugarlos, no de verlos, pero mi hermano estaba emocionado y las entradas eran para un juego profesional en asientos preferenciales, así que no era como que me podía negar, aparte que hubiera seguido a mi familia a donde sea que fueran.

Finalmente, la hora de asistir al estadio llegó, y viví toda la experiencia beisbolera (aunque debo de decir que me entretuvieron más los gritos de Zeke que el juego) y la comida chatarra estuvo buena. Después de que se terminó el partido, fuimos a cenar alitas de pollo y no sé si era por la emoción del momento, pero papá autorizó a Zeke para que me diera a probar un sorbo de un tarro de cerveza, y así fue… ¡pero que cosa más repugnante! ¡esos dos! ¡después de que vieron mi reacción se echaron a reír tanto que tuvieron que sostenerse de sus barrigas! Mientras tanto, yo me sentí completamente estafado. Zeke tiró de mi mejilla y dijo que aun era muy joven como para encontrarle el gusto a la cerveza.

Regresamos a casa después de un día energético, mamá ya estaba dormida y papá decidió también acostarse temprano, pues Zeke se iba el domingo al medio día. Mientras tanto, mi hermano y yo nos echamos al sofá para continuar con charlas triviales, hasta que me preguntó por Armin y Mikasa, a lo que le respondí que ambos se encontraban igual de bien que siempre, y después me hizo una pregunta bastante rara: "¿No has sentido ninguna tensión entre ustedes tres?" su pregunta me tomó por sorpresa, porque ni siquiera la entendí "¿Eh? ¿Cómo? ¿A qué te refieres?" Zeke negó con su cabeza y dijo: "Olvídalo, si no la entendiste, claramente no ha sido así." Y a partir de ahí me quedé con un sentimiento extraño en el estomago, y queriendo romper la atmósfera incómoda me animé a preguntarle si recordaba la vez que visitamos el mar junto a esos dos "¡Ah! ¡Como olvidarlo!, quien diría que un trio de niñitos me dejarían enterrado en la arena por horas." Y ese recuerdo llegó a mi como si me hubiera sacudido un trueno, ¡era verdad, los tres olvidamos que enterramos a Zeke y lo dejamos solo por horas! "Estábamos comiendo. No fue a propósito." "¡Yo también tenía hambre!" "Debiste habernos llamado" "¡Claro que les grite! Ni siquiera Carla ni papá me escucharon, ¡todos se olvidaron de mi!" Me rasqué la cabeza mientras rememoraba esas escenas "Lo siento Zeke." "No pasa nada, estabas acelerado porque andabas bien acompañado." Y después de eso soltó una risita burlona, yo alcé una de mis cejas, pero no quise indagar más en el tema, a lo que Zeke me revolvió el cabello y anunció que se iría a dormir.

El domingo mamá hizo el desayuno desde temprano, los cuatro convivimos lo más que pudimos toda la mañana, y mamá sorprendió a Zeke con tuppers llenos de su comida casera, ¡y a Zeke se le salieron las lagrimas! Con razón ayer mamá se había dormido temprano, pasó toda la tarde haciéndole diferentes almuerzos a Zeke. Acompañé a papá y a mi hermano a la estación de autobuses y antes de que se fuera me dijo: "Oye, a lo mejor la siguiente vez puedes ser tú quien me visite a mi." Yo le sonreí a Zeke, me agradó mucho la idea ya que nunca he visitado a Marley, y me da curiosidad conocer esa vida independiente que lleva ahora.

En el camino a casa le pregunté a papá si me dejaría ir solo, a lo que respondió: "¿Por qué no? Creo que ya tienes la edad para viajar solo en autobús." A lo que chillé de la emoción mientras levantaba mis puños sintiéndome triunfante "Pero no te adelantes, recuerda que Zeke anda ocupado con su tesis. Tendrás que esperar al momento en el que el te indique que lo puedas visitar." Pero eso no disminuyó mi emoción.

En cuanto el día de hoy, lunes, no hay nada interesante que reportar. Los maestros aun no entregan calificaciones. Lo único que noté fue que Armin anduvo de muy buen humor.

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Miércoles 26 de Mayo

Hoy, después de cenar, observé como mis padres lavaban y secaban los platos juntos. Platicaban energéticamente y tarareaban canciones de sus tiempos. Me sentí un poco holgazán de solo observarlos, pero quería que esas imágenes se quedaran para siempre en mi memoria. Me gusta la relación entre ambos, tienen una dinámica interesante. Papá es tranquilo, una persona muy metódica y privada mientras que mamá es ruidosa, imprudente y es más de demostrar su cariño en público. Aun así, cuando están juntos, mamá es más cuidadosa con sus palabras y papá le agarra de la mano frente a los demás, así como si trabajaran para complementarse y hacer que uno este satisfecho con el otro.

Esto me hizo caer en cuenta que los lazos no se construyen a base de magia, es decir, si quieres tener una relación sana con alguien, también debes de trabajar en ti mismo, acomodarte a las necesidades del otro mientras que esa persona también atienda las tuyas. Suena complicado, lo sé. Pero mis padres lo hacen ver fácil.

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Jueves 27 de Mayo

Volvimos a retomar las sesiones de estudio, pero esta vez Armin es más estricto con los horarios, porque parece que quiere estudiar otras cosas por su cuenta. Mikasa y yo no tuvimos más remedio que encogernos de hombros y marcharnos de la biblioteca una vez que dio la hora. Por lo menos ahora solo estamos nosotros tres y no el molesto de Jean y los demás del grupo.

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Sábado 29 de Mayo

Durante el almuerzo, se me ocurrió preguntarle a mamá si creía en las almas gemelas, a lo que respondió con una mirada muy seria: "Por supuesto que si." Yo tragué saliva, recordando que la abuela de Mikasa dijo haberle encontrado su alma gemela "¿Crees que papá y tú sean almas gemelas?" "¡Claro que somos almas gemelas!" "Pero, papá estuvo casado antes… ¿No consideraba a Dina su alma gemela?" y mamá hizo una gran mueca de disgusto, cosa que me hizo caer en cuenta en la impertinencia de mi pregunta "Eso prueba mi punto, Eren." Yo desvié la mirada, aun avergonzado por mi imprudencia, y no tuve ganas de cuestionarla aun más sobre el asunto, a lo que ella continuó "Si, tu papá estuvo casado con alguien más. Alguien que amó y dedicó años de su vida. Pero aun así, las cosas no salieron como esperaban, fuera por lo que fuera. Dina también fue su alma gemela, pero las almas gemelas tampoco pueden durar, si ambas partes de la relación no están dispuestas a dar todo de si, es muy difícil que se salven. Un alma gemela también debe de ser cuidada. No porque este contigo significa que así será para siempre. En realidad, así son todas las relaciones, Eren." Mamá me hizo recordar a lo que escribí hace unos días, reforzando mi teoría sobre los lazos afectivos. "Entiendo…" Expresé unos segundos después "¿Por qué preguntas? ¿Crees que encontraste a tu alma gemela?" y yo casi me ahogué con la comida, seguido de un ataque de tos "¿Por qué tan nervioso?" Mamá me dedicó una sonrisa de picardía "No es nada de lo que crees" respondí en cuanto me pude reincorporar, ella bufó "¿Entonces?" "Nada, sólo no sé si creer en esas cosas del destino." Y mamá volvió a sonreír "Yo si creo. Hay un hilo rojo que une a las personas, ¿sabías eso?" "Mamá, por favor… no te pases." "Pero que niño tan malagradecido. Si no fuera por ese hilo no estuvieras aquí." "Puedo concebir el concepto del alma, ¿pero un hilo?" Y mamá rodó los ojos "Estos aries…" "¿¡Qué!? ¿Ahora también me vas a decir que crees en los signos del zodiaco?". Y mamá entrecerró los ojos después de darme un sope "No me cuestiones de estas cosas si no vas a tener una mente abierta al respecto. Y termina tu almuerzo jovencito." A lo que se levantó de su silla, no sin antes encomendarme que lavara y secara los platos.

Me quedé pensando que a lo mejor tiene razón, se necesita una mente abierta para creer en esas cosas. ¿Debería de preguntarle a Armin al respecto? Con todos los libros y artículos que lee, sería interesante saber su opinión. Otra cosa: ¿Debería de… preguntarle a Mikasa? ¿O esto sólo haría que su mente se abriera y de pronto creyera totalmente en lo que dijo su abuela? A veces me cuestiono: ¿por qué esto se metió en mi cabeza?


¡Hola!

Este capítulo fue publicado un poco tarde debido a que publiqué dos one shots y aún me quedaban detalles por afinar sobre el capítulo, pero aquí tienen, recién salido del horno.

Por cierto, ¿cómo se encuentran los lectores del manga? quiero decirles que probablemente tenga proyectos al respecto. No diré más por respeto a los que solo ven el anime. Ojalá pueda ajustar mis tiempos y llevar acabo lo que tengo en mente.

Gracias por los comentarios y todo el apoyo. Les mando un abrazo y cuídense mucho!