Cuando terminamos la audiencia ese Perro aún miraba a mi hija, como si no me hubiese dado cuenta de ello sali con ella en mis brazos aún y afuera estaba Félix con una sonrisa radiante.
—Majestad la cena esta lista -anuncio con una sonrisa de oreja a oreja... Aun me preguntó como es que tienes buen oido- también mande a traer varios dulces para la Princesa.
—Hmm.
—Princesa -le llamó aún emocionado y ella miro a Félix- puede llamarme Félix, no me llame escolta o guardia.
—Esta bien Félix -dijo sonriente mi hija y luego me miro a mi- ¿Félix comerá con nosotros, papá?
—No -dije de forma seria y lo mire de reojo- Félix da diez pasos hacia atrás.
—Majestad... -dijo con tono lamentoso mientras hacia caso a mi orden- eso es muy injusto...
—Callate -ordene molesto acercando a Athanasia más cerca de mi- ¿quieres que te ordene quince?
—No Majestad.
Comencé a caminar hacia mi habitación con ella aún en brazos, aún no quiero separarme de ella siento que si lo hago todo esto desaparecerá, será sólo un sueño y sufriré por la culpa... Hoy quiero que duerma conmigo, hasta comprobar que esto no se ira.
—Papá -le mire ante su llamado y ella parecía avergonzada moviendo sus dedos- hace menos de dos días encontré un animal en el jardín de mi palacio... ¿puedo quedarmelo?
—¿Un animal? -cuestione frunciendo el ceño- ¿como es ese animal?
—Es negro y azul -explicó aún moviendo sus dedos- yo le llame Blackie.
—Puedes quedartelo.
—¡Gracias! -agradeció dándome un beso en la mejilla- es mi primer amigo.
Asentí, una vez que llegamos a mi habitación ahí encontré la cena junto a una silla con cojín para ella, la senté en ella y cuando comenzamos a comer ella me hablaba sobre lo que sucede en el Ruby.
—¿Te tratan bien las sirvientas? -pregunte he sabido muy bien que Athanasia del pasado fue tratada muy mal por las sirvientas, sólo fueron tres quienes la protegían y una de ellas es su niñera... Que también maté injustamente por querer salvarla- puedes decirme lo que sea Atthy.
—No... Ellas me ignoran -dijo apenada ¿por que se apena? Ella al ver que seguía esperando que siguiera hablando, lo hizo inmediatamente- hay varias que me apodan como la Princesa abandonada o la huérfana de Obelia... Últimamente han desaparecido muchas cosas de mi habitación...
—Hmmm -pronuncia, bien ya veo por donde debo empezar, mataré a esas escorias que se atrevan a insultar a mi hija- come, que esto lo trajeron especialmente para ti.
—Si papá.
Ella parecía realmente feliz tenía una aura bastante alegre, comparada a la otra, su aura era bastante sombría, bastante triste y una vez que termino se levantó.
—Mañana vendrás nuevamente -dije recargandome en mi mano- hablaremos sobre algunos asuntos.
—Sí papá.
Se fue con su niñera que parecía estar aterrada en como me estaba diciendo, recuerdo muy bien que le prohibí llamarme así, que nunca le permití eso y su niñera parecía recordarlo.
—Félix llama a la jefa de las sirvientas -ordene de forma fría y él me miro extrañado- la del Palacio Ruby, parece ser que alguien se a atrevido a robarle al Imperio.
—¿Le estaba robando? -preguntó enojado y asentí, podía escuchar como sus dedos tronaban por la fuerza que implicaba en su mano- de inmediato Majestad, como no nos dimos cuenta que le estaban robando a la Princesa... No se preocupe mañana a primera hora traeré a la jefa de las sirvientas.
—Tambien debemos mandar nuevas al Ruby -seguí diciendo cubriendo mi boca sin dejar de mirar el asiento vacío de mi hija- todas ellas parecen maltratar a Athanasia, así que serán despedidas con un castigo Imperial.
—A sus ordenes Majestad.
Él salio de mi habitación una vez que entendiera mis órdenes, pronto también entraron sirvientas a recojer todo y volví a quedarme solo aunque quisiera que ella durmiera conmigo, sería raro para todos que de un momento a otro le haga caso pensaran que estoy planeando matarla y por eso estuve así hoy con ella.
—Diana, lo juro protegeré a nuestra pequeña victoria -murmuré observando la ventana donde comenzaba a asomarse la luna blanca, en mi mente paso la imagen de mi Sol y sonreí- no dejare que le hagan daño, ni yo mismo lo haré nuevamente no volveré a ser un idiota con ella... Como dijiste antes de morir voy a protegerla con mi vida.
(...)
Mire a esta niña que me miraba con una gran sonrisa en su rostro mientras yo sostenía mi bata su vestido rosa no resaltaba mucho, pero eso es lo que la representaba podía ver de reojo a Lilian nerviosa y aún asustada por mi repentino interés por mi hija.
—¿Sabes nadar? -pregunte no mostrando ningún sentimiento- por que hoy iremos en bote.
—Majestad -me llamó y mire a Lilian quien se acercó temblorosa hacia nosotros- ella no sabe nadar, no hemos tenido tiempo de enseñarle a nadar...
—La hija de Jim aprenderá a nadar -dije sosteniéndola de abajo de los brazos y la subí al bote- vamos, Félix sabes que hacer cuando volvamos.
—¡Sí!
—Desde mañana aprenderás a nadar -dije recargandome en mi brazo mientras miraba su rostro curioso por el lago- si no sabes seria un problema con los Nobles.
—He estado estudiando para que papá viera lo inteligente que soy -dijo mirándome con una tierna sonrisa y movió sus manos esa escena me gustaba- desde que me encontré con papá esa vez, me dije a mi misma que debo aprender muchas cosas para que papá me amara... ¡Y lo conseguí hasta me dejó llamarle así!
—Quien se esfuerza lo logra -dije sintiéndome un tanto culpable ¿ese era su pensamiento durante nueve años?- eres muy inteligente Atthy.
—Gracias papá -agradeció volteando nuevamente al lago y su vista se poso en una flor de loto que conozco muy bien- ¿esa flor es rara? Por que es muy brillante y hermosa...
—¡No te acerques! -grite sosteniéndola de la cintura al ver que casi es jalada por aquella flor- no hagas eso Athanasia.
—Lo siento -dijo avergonzada sosteniendo mi brazo y agachó la mirada- sentí como si esa flor me llamara me sentí atraída por ella...
—Es una flor monstruo -explique volviendo a sentarla en su lugar- esa flor te mata una vez que te haya atrapado.
Ella miro sorprendida la flor y luego a mi, al hacer eso se aferro nuevamente a mis brazos asustada... Creó que debí tener tacto, pero debía de saberlo si no volvería a hacerlo.
—Yo no... -dijo en tartamudeos sosteniendo con más fuerza mis brazos y la coloque sobre mis piernas- lo siento papá yo no sabia... Como nunca había salido del Ruby aún se me hacen raras muchas cosas fuera de los alrededores del palacio.
—Tranquila -dije acariciando su cabeza para tranquilizarla- conocerás muy pronto muchas cosas...
El viaje en bote fue tranquilo evite que ella mirara las flores para que no fuese atraída por ellas cuando volvimos con Robain y Lilian tuve que separarme de ella para atender el asunto del robo en el Ruby.
—Así que usted es la persona que esta encargada de robar en el Ruby -dije con un tono muy frío provocando que ella temblara de miedo- ¿tienes algo que decir?
—Majestad, yo no... -contestó en tartamudeos y al parecer no encontró ninguna excusa creíble- ¡fue por que necesitaba dinero Majestad!
—¿Me crees tonto?
Pregunte levantándome de forma amenazante de mi trono.
Continuará...
