La preparatoria SHINRA una de las más importantes en Tokio era a diario un ambiente diferente. Todos los días se veía algo nuevo su director el catedrático Amidamaru Ishida estaba siempre con los nervios de punta ya sea una pelea entre los alumnos, hasta declaraciones de amor como la de esa mañana

— ¡Señorita Usui quite ese cartel del patio inmediatamente! —

— Pero director pase toda la noche haciéndolo por lo menos espere a que mi chico lo vea — rogó la niña con grandes ojos al estilo gato con botas

El director suspiro por décima vez necesitaba una aspirina lo antes posible. A veces sus conocidos le envidiaban su puesto... Si tan sólo supieran lo que tenía que pasar lo pensarían dos veces — Señorita tiene cinco minutos para quitar eso — dicho esto fue en busca de la bendita aspirina

— Ja, te lo dije Pilika, que don dinosaurio se iba a enojar — dijo su amiga Mattilda

— Cállate no estoy de humor para tus burlas, esta era mi oportunidad para atrapar a Yoh —

— Pilika ya te he dicho que Yoh no te quiere ni siquiera te mira y eso que eres la hermana de su mejor amigo, solo te ayudo una vez y eso fue todo —

— Eso es porque siempre tiene pegada a su hermana, ¡Dios esa chica es una pesada actúa como si sus hermanos le pertenecieran! — y mientras seguían platicando retiraron el enorme cartel que decía: TE AMO YOH ASAKURA


Al fin después de tanto tiempo conduciendo, bueno en realidad dos horas llego a su nueva escuela. Su mente estaba llena de pensamientos malos y buenos. Sin embargo como le prometió a Ryu no iba a dar un paso atrás por más dudas que tuviera, a paso firme bajo de su camioneta avanzo unos cuantos metros cuando vislumbro unos rostros familiares...

Oh no podía ser verdad eran nada más y nada menos que los hermanos Asakura hace años que no los veía a la última que vio fue a Tamao. Nunca pensó que ellos estudiaran en esa escuela.

Sin querer recordó su niñez al lado de aquellos hermanos cuando llegaron al vecindario con su madre la familia Asakura las recibió calurosamente su mamá y la señora Keiko se hicieron amigas rápidamente, mientras ella no entendía como es que tanto Yoh como Hao la protegían en exceso. Tal vez por eso Tamao se sintió excluida y ahora por capricho del destino tenía que inscribirse en el mismo colegio que ellos.

De la nada observó como uno de los gemelos no sabía si era Hao o Yoh puesto que no los conocía tan bien como para diferenciar comenzaba una discusión con Tamao a ella si la reconocía por su cabello rosado. Le hubiera gustado seguir viendo pero tenía que ir a la dirección para que le asignaran sus horarios y esas cosas


Hao seguía viendo su celular pues desde hace un par de días su novia Opacho no le respondía las llamadas y eso le preocupaba mucho. Tamao que desde el auto echo un vistazo al teléfono de su hermano mayor, de repente le arrebato el móvil en un intento por llamar su atención

— ¡Hey devuelveme mi teléfono niña! — ordenó Hao pues no le causó gracia

— Solo quiero ver que te tiene como zombie desde en la mañana tranquilo — respondió ella inocente pues sabía que Hao siempre cedía ante su dulzura, pero esa mañana su hermano no se encontraba de ánimo para sus jugarretas

— Tamao no te lo voy a repetir dame el teléfono ya —

— Ay ni que tu novia fuera a escribirte ja ja — se burlo Tamao

— Pues si tengo o no novia eso hermanita no te importa — de repente el ambiente relajado se torno serio

— Chicos calmense por favor ¿no querrán ser castigados por la señorita Mashall o si? — Yoh quien se había mantenido callado decidió intervenir

— Pues dile a la princesa rosadita que aprenda cuando no hacer tonterías — dijo Hao mientras le quitaba de mala gana su teléfono a Tamao y caminaba de regreso a la calle, siendo perseguido por Tamao

— OIGAN EL SALÓN ESTÁ POR ACÁ — grito Yoh pero sus hermanos no lo escucharon. Ni hablar conste que el intento hacer que entraran a clase


En la oficina del director

Anna se sentía como un animal en el zoológico pues el director no dejaba de observar su hoja de vida para después mirarla fijamente. Francamente era muy incomodo, hasta que el hombre por fin habló

— Me sorprende mucho su nivel académico señorita Kyoyama es casi perfecto pero... —

Porque, siempre hay un pero en la vida pensó Anna

— Aquí dice que usted vive cerca del monte Ozore y tengo entendido que es un lugar muy apartado de aquí — continuo el director — ¿ Como pudo estudiar en una zona en donde no hay instituciones estudiantiles? —

— Pues verá señor, cerca de dónde vivo hay una profesora retirada actualmente ella con mucho gusto me dio clases en mi casa y respecto a los exámenes le puedo asegurar que todos son avalados — explicó Anna

La seguridad con la que hablo era única por lo cual salió de ahí sintiendo que tal vez estudiar ahí no era tan malo como ella esperaba. Ahora se dirigía a su salón


Yoh aprovechando que la clase aún no comenzaba dormitaba un poco recostado la cabeza sobre su pupitre, hasta que oyó la voz del perfecto:

— Muchachos hoy tenemos a un compañero más en nuestro grupo por favor demos la bienvenida a la señorita Anna Kyoyama —

Yoh no lo podía creer de verdad después de tanto tiempo volvía a ver a aquella niñita que le robó el corazón cuando era pequeño


Gracias babys por el apoyo a los malos reviews. Les dejo un beso meloso!!!