Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. La historia es completamente mía, queda prohibida cualquier adaptación. Todos los medios de contacto se encuentran en mi perfil.


Arrastre mi maleta por todo el camino hasta el pequeño estacionamiento de la cafetería.

Un porsche rojo lucia como el perfecto lugar para recargarme y descansar un rato.

Tire la maleta al lado de este y saque mi cajetilla de cigarros.

Disfrutaría ver la cara de Renne cuando me viera fumando.

Para cuando le di la quinta calada a mi cigarrillo ya no me sentía orgullosa.

Un sentimiento llamado culpa bordeo mi mente, clavando sus garras en mi conciencia. Odiaba la sensación de malestar que me sobrevenía encima luego de dejar que mi mal humor tomara las riendas de mi día.

Maldita conciencia hija de puta.

Mire el cielo mientras tiraba el cigarrillo y lo pisaba con mi bota negra militar. La espalda me dio su queja propia y la punzada que sentí en mi nuca, tan familiar como siempre, me hizo suspirar. Maldita ansiedad.

Soy un desastre. Uno grande, pesado y difícil desastre.

—Tu madre está mejor.

Phil encontró el camino hacia mí, situándose a mi lado.

Yo no dije nada y el siguió hablando:

—No está molesta, solo lograste tocar un punto débil dentro de su fuerte cascaron.

—No me importa si está molesta o no. Quiero que se deje de meter en mi vida.

—Supongo que no. Ella solo necesita que le des la oportunidad.

—¿Una oportunidad? Que le diga es no a mí, es a ella a quien la ofende y de paso a mí, cuestionando mi capacidad para elegir a las personas que están a mi alrededor.

—Solo está un poco celosa de B.

—Como si eso me sorprendiera.

Rodé los ojos. Ladee la cabeza y le mire.

Su cabello castaño iluminado por las sombras del atardecer. Su fuerte mandíbula embonaba perfectamente bien con su rostro. Un rostro perfectamente simétrico y proporcionado.

Podía ver porque Renne le amaba.

—¿Una oportunidad es lo que pide?

—Sí. —murmuro.

—Se la daré cuando deje de comportarse como una niñata.

—No es fácil para los padres digerir que sus niños han crecido. Hace tres años eras una niña, luego sufriste este trauma con… —no dijo su nombre— Y después creciste, demasiado rápido.

Phil: 1. Bella: -0.

—¿Qué tenía que hacer? ¿Sentarme a llorar y recibir la lastima de todos? Me miraran como una maldita imposibilitada, no lo soy. Tienen que superarlo de una vez por todas y dejar de joderme.

—Tienen miedo, Bella. Nunca fue lastima. Y cosas como las que sucedieron no se superan fácilmente.

—Oh, sí. Claro que tienen lastima. Lástima de la pobre niña Bella dejada por su novio en el bosque ¡Como si fuera menos que basura! Y luego tuvieron más lastima, cuando vieron que me era imposible digerir todo lo que estaba viviendo. Y viven ahora a través de mí, ¿hace cuánto que estoy en terapia? Lo estoy intentando, ¡pero no puedo si ustedes se la pasan recordándome a cada maldito segundo lo que sucedió!

Phil negó.

—Jamás. Todos estábamos aterrados… sabes que…

Termine la frase por él.

—Sí. Trate de suicidarme, ¿Cuál es el maldito problema? ¿Es que acaso no lo pueden decir? Me trague un bote de pastillas y me corte las venas, lo hice, porque eso necesitaba en ese momento.

—Y nadie te culpa de eso, Bella. Pero luego te marchaste de casa, desapareciste por dos años. Llamabas solo una vez cada pocos meses. Tus padres sufrieron muchísimo.

—No me iba a quedar en Forks y Charlie jamás hubiera aceptado marcharse.

Lo quisiera o no, mi padre estaba amarrado a ese maldito pueblo y quizás de alguna manera, todos lo estuviéramos para siempre.

—¿Le preguntaste alguna vez?¿Si quiera le diste la oportunidad de elegir?

No. Nunca. Y era cierto.

Pero yo tenía razón. Charlie estaba tan amarrado a ese pueblo como cuando dejo que Renne lo abandonara y se marchara de su lado.

¿Qué maldita diferencia iba a hacer yo?

Solo simplifique las cosas cuando el dolor se hizo demasiado difícil de resistir como para seguir adelante.

¿Cómo podían culparme por alejarme de un lugar que literalmente me hacía daño físicamente?

—Supongo que no lo hiciste. —Phil contento su propia pregunta ante mi silencio.

—No fue necesario. Charlie ama su trabajo y a ese pueblo de mierda.

—Alguna vez tú también lo amaste.

—No más, nunca más.

¿Cómo se ama al lugar donde perdiste toda razón de vivir? Que alguien me lo dijera, porque yo no podía.

—Todas estas cosas que han pasado… no solo te dejaron marcas a ti. Charlie y tu madre han sufrido mucho.

Phil no entendía.

Él piensa que estoy molesta por su preocupación y su constante necesidad de protegerme.

Si tan solo fuera eso.

El verdadero problema era su constante persecución para tratar de hablar conmigo, para tratar de ver algo más a través de mí. Algo que nunca verían de nuevo.

Vivian amarrados a la idea de Bella Swan.

Y ella no existía más, pero ellos no habían querido escuchar nunca. Siempre alegando que era el dolor quien hablaba, de lo mucho que me extrañaban y como haríamos para superar ese capítulo amargo de nuestras vidas para que yo pudiera regresar a la normalidad.

¿Normalidad?

Yo nunca había sido normal.

¿Nuestras vidas?

Era yo quien había perdido al amor de mi vida.

Quien fue usada como distracción para un vampiro aburrido de la monotonía de su asquerosa vida inmortal, quien a pesar de entregar su corazón e incluso su alma fue rechazada. Fui yo quien fue destruida con tan solo unas cuantas palabras en medio de un bosque.

Y odiaba eso, el hecho de que a pesar de quien yo fuera o en lo que me convirtiera ellos siempre seguirían anhelando a la vieja Bella.

—¿Alguna vez has perdido algo Phil?

—¿Eh? —pregunto confundido.

Hombres.

—Si ¿Alguna vez has perdido algo?¿Cómo la independencia, la estabilidad, la autoestima?¿Alguna vez alguien ha tomado todo eso de ti y se lo ha llevado sin ni siquiera preguntar?¿Te han enterrado las garras en el corazón y te lo han sacado de un tajo?

—Nunca, pero puedo imaginar…

Le interrumpí.

—No, nunca has perdido algo realmente importante. Ese es el problema de ustedes. No saben cómo se siente que te saquen el corazón del cuerpo como se saca un trapo sucio de una jerga. Cuando Edward me dejo, fue exactamente lo que sentí.

—Bella…

—Y se atreven a acusarme de mí. Llevo año tras año refugiándome en la maldita Florida, solo para poder escapar de Charlie sobre ir a Forks y poder complacer a Renee.

—Bella…

—Y a eso agrégale sobre su insoportable insistencia para que mejorar. ¿Mejorar qué? Esta soy yo ahora. Es quien soy. Esta mujer que está aquí, y en su esfuerzo por tratar de regresar a la vida a la Bella que murió hace tres años, me están jodiendo a mí. ¿Acaso no soy suficiente? Es como pelear continuamente contra mi propio fantasma.

—Lo lamento tanto… —un sollozo rompió el aire.

Me gire.

Renne tenía las mejillas empapadas de lágrimas.

Maldita sea. Mi madre y su mala costumbre de escuchar conversaciones ajenas.

Quise patearme internamente, pero una parte de mí, muy dentro de mí también disfruto verla llorar por todo lo que seguramente escucho.

Quería que supiera, que abriera su cabeza y escuchara sobre mi dolor. No el dolor que provoco mi ex novio vampiro abandona novias humanas inservibles, o lo que provoco mi depresión o intento de suicidio. El dolor que provoca lo imposibilitados que se dejan ver para lidiar conmigo.

Con esta Bella.

Lo insuficiente que me hacían sentir.

Phil se alejó de mi lado y se situó en el suyo, tratando de abrazarla.

Ella se negó y avanzo hacia mí.

—Mamá…

—Te amo, cariño. Me disculpare con B si es lo que quieres, pero no me niegues el poder ponerte entre mis brazos en este momento.

Me imagine el rostro de Bree si mi madre le pidiera disculpas. Seria todo un poema.

—Necesito que dejes de hacer esto. —señale entre nosotras—Esto no va a funcionar si lo sigues haciendo.

—Nunca ha sido mi intención dañarte, cariño. —susurro entre palabras rotas.

—Tampoco ha sido mi intención dañarte, mamá. —susurre por lo bajo.

Mi corazón no se pudo negar.

Sí, yo era una perra, pero todavía amaba a mi mamá. Muchísimo. Y a mi padre. Y a Phil.

Incluso, muy en el fondo, Jessica me agrado y me recriminaba a mí misma por ser una perra insensible con una chica que no tenía ni un poco de la culpa sobre la horrible persona que soy.

Me aseguraría de regresar y pedirle una disculpa después de que arreglara mi mierda.

Al menos, podría hacer eso por ella, y redimir mi buena acción del día.

—Yo soy la que lo debería de sentir, perdóname. —susurre por lo bajo.

Ella se puso inmediatamente alrededor de mí.

Sus delgados brazos se enredaron en mi cuello, casi robándome el oxígeno. No tuve corazón para negarle a mi madre un abrazo, así que también la abrace.

Supongo que de vez en cuando, podía bajar mis barreras y solo darle un abrazo a mi madre.

Renne se aferró a mi abrazo por unos cuantos minutos más.


Awwww, aunque nuestra chica no lo quiera admitir, aún tiene un corazón de pollo detrás de esa cascara de frialdad. ¿Creen que de alguna manera podamos tirar sus barreras? Y al fin lo dijo, está harta de que le recuerden a cada rato la chica que era antes y ahora no es. Es como cuando cambias algún aspecto de tu vida y mucha gente te recuerda y recuerda lo que tenías antes. Tanto Charlie como Renne necesitan entender que Bella es Bella y que tienen que apoyarla en vez de sobreprotegerla o mirarla con cara de que alguien les dio una patada. Y Bella lo dijo, al parecer intento suicidarse cuando Edward la abandono. Lo del ex novio vampiro abandona novias humanas inservibles es una broma que salió de un día que estaba viendo crepúsculo con mi mamá hahaha.

Las leo en sus reviews siempre y no lo olviden: #DejarUnReviewNoCuestaNada.

Ariam. R.


Link a mi Facebook: www . facebook ariam . roberts . 1

Link al grupo de Facebook: www . facebook groups / 801822144011109 /