Los personajes no me pertenecen, solo los uso para mi esparcimiento y diversión, son propiedad intelectual de su creador. Por el contrario la historia si es mía.
Fragmento del Capítulo 2
Kaga se soltó instantáneamente guardando su mano en su espalda mientras que la cara de Prinz Eugen lo decía todo.
- Akagi… ¿No tienes otra hermana que celar?
- Prinz Eugen, donde están mis modales. Permíteme acompañarte a tus aposentos. – Invita la hermana en discordia con una sonrisa muy forzada.
- Creo saber donde estaban. – Responde disimulando su molestia.
- Insisto.
Muy a su pesar Akagi la acompaña a su habitación para luego entrar detrás de ella.
- No me opongo a que mi hermana se divierta un poco, en verdad lo necesita… – Comienza una vez que estaban dentro de los aposentos asignados. – Pero no creas que me agrada.
- Creo que a ti no te agrada nadie más que tú hermanas, aunque en realidad no lo es.
- No en ese sentido estricto Eugen, pero somos casi una.
- Ella es un acorazado antes que portaviones, no lo olvides.
- Y tu un crucero liviano con una gran boca. Si quieres jugar con alguien puedo llamar a alguna de las chicas que puede interesarle, pero no te acerques a Kaga.
- Dejemos que ella lo decida.
- Ya lo ha hecho. Y no te quiero cerca de palacio o en verdad sabrás cual es la fuerza del Imperio Sakura.
- Créeme que te conviene seguir siendo mi aliada Akagi.
- Creo que aun no sabes con quien estas hablando. – Amenza mientras que de una de sus manos apareció una figura de papel roja a punto de transformarse en un bombardero.
El habiente se podía cortar con un cuchillo hasta que una muy alegre Kumizake llego con algo para beber, aunque no dijo nada pudo dilatar esas miradas asesinas que había entre las dos. Al retirarse Prinz Eugen se paro en el balcón mirando el mar y se dijo.
- Esto se está complicando…
CAPITULO 3
LA MASCARA KITSUME
Eugen estaba furiosa, desde su encuentro con Gales hacia años no recordaba sentir tanta ira. Hasta incluso pensó en entrar con exoarmadura y todo a los aposentos de Akagi para darle un buenas noches que no olvidaría, pero ella llego sin anunciase y también era su "aliada".
- Si me quedo encerrada voy a explotar…
Y sin más que decir abrió el pequeño mueble del lugar en busca de algo más disimulado, aunque la yukata que encontró estaba lejos de hacerla pasar desapercibida.
- Creo que es la única vez que voy a envidiar a Hippter… – Se dice mirándose al espejo donde sus pechos no querían permanecer dentro del atuendo oriental.
Pese a tener las típicas sandalias de madera para hacer juego, decidió ir descalza. Camino hasta llegar a un baño sauna entrando sin pedir permiso, pero como ya era entrada la noche no había nadie dentro. Reviso el lugar y encontró que había una botella de sake detrás del recibidor la cual decidió tomarla junto a un pequeño vaso. Camino hasta el onsen dejando caer la yukata y sin detenerse entro al agua hincándose al otro extremo dando la espalda a la entrada. Ya quieta se sirvió un poco en el pequeño vaso y respiro profundamente.
- Por una larga y solitaria vida de servicio…
Y tras dar otro gran suspiro tomo de un solo trago el contenido volvió a servirse otro trago, pero en vez de tomarlo decidió dejarse caer en el agua. Cerró los ojos para disfrutar el agua mientras pudiera, pues alcohol tenía en su bodega si no conseguía más. Pese a ser de noche y que las pocas velas que iluminaban el onsen estaban casi apagadas la luna podía sentirse a través de sus parpados como una testigo silenciosa de su soledad. Pero su tranquilidad se vio interrumpida cuando la quietud de las aguas se perturbo levemente. Al incorporarse vio una figura a través del vapor que generaba el agua con la temperatura ambiente.
- Lo siento, ya me iba. – Dijo sin mirar a la recién llegada.
- Llegas sin anunciarte, te metes en el Onsen privado de las divisiones de portaaviones… – Mira mas allá y ve su botella de sake. – y te tomas mi bebida… Enserio que tienes un don para molestarme… - Responde con fastidio tocándose la cabeza.
- ¿Kaga? … yo…
- Tu nada… solo disfruta en silencio este lugar… solo pásame la botella…
Sin decir nada le paso la botella la cual sirvió en lo que parecía un pequeño plato hondo. Eugen se quedo sumergida con las piernas tomadas por sus brazos y apenas su nariz por encima del agua. Tras un rato sorprendentemente quieta mirando a una inexpresiva Kaga, esta decidió romper el silencio tras hacer varias caras como luchando consigo misma.
- No puedo creer lo que voy a hacer… – Comienza en voz baja como para sí misma. – Acércate y tomemos algo… tranquila mi hermana está durmiendo, alguien le hizo dar un dolor de cabeza que me lo pegara cuando se levante.
- No era mi intención… – Aunque su rostro dijo otra cosa. – Sabes Kaga yo…
- Mejor no digas nada, disfrutemos en silencio de nuestra bebida y de esta paz que me da la luna. – Finaliza mirando el astro.
Prinz Eugen mira la Luna y luego a Kaga, la cual movía lentamente sus colas debajo del agua.
- Olvidaba que los zorros disfrutan la luna… Kitsune.
- ¿Así que sabes algo de nuestra tierra? – Responde interesada.
- Si leí algo antes de iniciar nuestra ofensiva contra la Base de Azur Lane. Y claramente tú eres del tipo bondadoso mientras que Akagi es del otro tipo.
- No hables mal de mi hermana.
- ¿Enserio? Ambas sabemos que no son hermanas y si lo fueran, sería una relación un tanto extraña. – Kaga estaba por decir algo pero no pudo responder. – Estoy en lo cierto, no?
- Nuestra relación no te incumbe.
- No quiero pelear contigo, y créeme que vine por ti.
- Tú sabes que lo nuestro sería imposible. – Responde con cierta sinceridad, pese a que no quería mostrarse muy amigable.
- ¿Y si escapamos? Speed me dijo que hay un rió tan ancho como el mar y son neutrales, podriamos irnos juntas y desaparecer para siempre.
Kaga rio con ganas desconcertando a Eugen.
- ¿Que es tan gracioso?
- ¡No puedo creer que me estés proponiendo esto! Tú que eres una de las posibles futuras Lider de tu facción y yo una criatura que busca su redención.
- No tendiéramos que dar explicaciones ni nada, solo tú y yo. – Dice acortando distancia y tomando su mano.
- Eugen. – Dice acercándose y tomando su rostro. – esto es lo único que puedo darte.
Kaga le da un beso en la boca que dejo sin aliento a la arrogante Eugen. Tras lo que le pareció una eternidad Kaga se aleja dejándola aun en shock con los ojos cerrados. Al abrirlos Kaga estaba fuera del agua poniéndose su yukata.
- Le debo mi vida al Imperio, más aun cuando nuestra Emperatriz nos perdono la vida.
- Pero… – Dice saliendo del agua desnuda para ponerse a su lado.
- Pero nada. No solo soy un acorazado modificado a portaaviones, soy un demonio.
- Y yo un crucero de batalla que nunca ha sufrido daños. Suelo tener suerte en todo y esperaba poder estar con la zorra que me cautivo… Enserio Kaga yo…
- Tú serás alguien muy especial para mí, pero yo nunca voy a poder escapar de mi deber. Mi destino está atado a mi deber al igual que debería ser el tuyo.
- Quiero una vida para poder elegir. Quiero poder vivirla a mi manera.
- Las europeas tienen lindas ideas, Ayanami me dijo muchas cosas graciosas de tus colegas… lamentablemente nosotras las adultas no tenemos la libertad de elegir… – De sus ropas saca una máscara con una rasgadura y se la obsequia. – Esta mascara significaba mi mayor derrota contra Greyghost… pero tú eres la única que me vio de otra manera y te lo voy a agradecer hasta lo más profundo de mi destino… Gracias y lamento no poder corresponderte.
- Sabes… – Responde mirando las mascara mientras unas lagrimas corrían por su rostro cayendo sobre esta. – Creo que es la primera vez que me hunden sin un solo disparo… – Levanta su rostro con una forzada sonrisa. – ¡Yo digo que tomemos hasta que perdamos el conocimiento! – Dice con su habitual e irritante tono.
- Volviste a ser la de siempre. – Responde con falso fastidio. – Entonces espérame, en mi cuarto esta esa botella verde que me regalaste y que aun no abrí.
- ¡Consérvala! ¡Traje varias cajas y están en el puerto! Por cierto nunca zarpo si no tengo varias cajas en mi bodega. – Dice guiñando uno de sus ojos.
- Entonces vamos a mi cubierta y por favor ponte algo más decente.
- Es ropa tradicional del imperio.
- A tu hermana le quedaría bien, no a ti.
Ambas ríen por el comentario mientras que al otro lado del mundo Hippter estornudaba.
- Deberías conocer a mi otra hermana ¡Ella me gana a mí y no solo en altura!
- ¡Quien diría que sus hermanas vienen por tamaño!
- Aunque pueden estar más locas que yo, créeme.
Ambas rieron, aunque a Kaga le inquieto que ella fuera la "más cuerda" de las tres. Unos minutos más tarde y en la cubierta del Kaga, Eugen llegaba con varias botellas de alcohol. Mientras charlaban de cosas ajenas de su deber comenzaron a beber alegremente a la luz de la luna mientras comían Kaki No Tane.
- ¿Qué harías si no fueras un portaaviones acorazado? – Cuestiona Eugen bajo los efectos del alcohol.
- Nunca me lo cuestione… quizás un demonio ambulante…
- ¡Eso es lo más estúpido que he escuchado! – Responde riendo.
- ¿Y de seguro tu idea debe ser impresionante? – Cuestiona molesta también bajo los efectos del alcohol.
- Viajar sin tener que dar explicaciones ni ser temida u odiada en la mitad del globo…
- Créeme que aun sin ser un crucero pesado lograrías la manera que la mitad del globo te termine odiando igual. – Afirma riendo.
- ¿Quien diría que tendrías buen humor debajo de esa coraza de antipatía… alguna ves te dije que siempre quise acariciarte las orejas?
- Lo haces y conocerás al creador…
- Puedo ser irritante pero no soy estúpida…
Ambas vuelven a reír con ganas, ya el alcohol había ganado la batalla para ambas.
Eugen despertó en su cuarto asignado, ya era de día y su cabeza daba vueltas. Se arrastro hasta el baño y tras enjuagarse varias veces pudo volver algo en sí. Se miro al espejo y pensó para sí misma que ya no volvería a tomar tanto, aunque nunca cumplía consigo misma. Desayuno lo que le habían dejado en la puerta con algo de té en compañía de la máscara Oni que puso frente a ella. Tras ponerse su ropa decidió hacer lo que vino a hacer la Imperio Sakura, el susodicho "intercambio". Descubrió que Akashi es una muy hábil negociante, aunque su siniestra simpatía termino con una muy buena negociación. Con todo cargado y el día llegando a su fin decidió partir sin despedirse de Kaga y sin ganas de cruzarse con Akagi. Pese a eso en el muelle no estaba amarrado el Kaga y tampoco se pregunto nada al respecto.
Con las primeras estrellas las luces del Imperio Sakura desaparecían en el horizonte, pese a que había decidido no mirar atrás. Sentada sobre sus cañones frontales de 203mm el viento movía sus cabellos mientras en su mano aun estaba esa mascara quebrada. No supo cuanto tiempo había navegado cuando una fugura azul como de papel se poso sobre la mascara. Ella la tomo desconcertada y de esta se escucho una voz.
- Espero que tengas un buen viaje y que encuentres la felicidad que te mereces… Cuidate…
Antes que pudiera responder el papel se desapareció en un fuego espectral que no la quemo, pero que le saco una sonrisa inesperada. Miro en rededor y vio lo que parecían las luces de un portaaviones en el horizonte, y al igual que el avión de papel esta desapareció como un fantasma en la oscuridad.
- Tu también cuídate mi hermosa Kaga…
FIN
Glosario:
Se conoce como onsen (温泉?) a las aguas termales de origen volcánico que se encuentran en Japón. Son los baños tradicionales japoneses, que aprovechan el calor natural de estas aguas procedentes de la gran actividad volcánica. Los de uso más común son las casas de baños termales, ya que la gente no suele utilizar los que están al natural por no ser cómodos a la hora del baño (no hay inodoro, ni secador, ni vestidor…).
Kaki No Tane: Las "semillas de kaki", son galletas de arroz tipo senbei con una forma distintiva que se parecen a las semillas de una fruta de kaki. Suelen ser los snacks favoritos de muchos mexicanos por su sabor que recuerda al picante del chile. Habitualmente se sirven con manies.
Kitsune: En Japón, kitsune significa zorro, y representa a un espíritu del bosque con forma de zorro que se encarga de cuidar los bosques y las aldeas. Su origen se remonta al Antiguo Japón, cuando estos animales vivían en armonía con los humanos, derivando un sin fin de leyendas. Kitsune es una figura importante en la mitología japonesa, pues se cree que el zorro es un ser inteligente con habilidades mágicas que se incrementan con la edad, al igual que sus conocimientos. Mientras más viejo, mas sabio y poderoso es, y su cantidad de colar aumenta, llegando a nueve en total como el más poderoso de ellos. El kitsune es metamorfo, o sea, puede convertirse en una joven y bella mujer, en un hombre anciano, o incluso emular la apariencia de algún ser humano específico. En esta forma, suele hacer travesuras con las personas, pero como animal su papel es de guardián. Según algunas leyendas, a los kitsune se les complica esconder sus colas cuando se transforman en personas y sus sombras mantiene la forma del zorro, lo que delata la verdadera identidad. El kitsune está asociado al dios Shinto Inari, dios de la fertilidad, la agricultura, el arroz y los zorros. Es su mensajero y su sirviente del mismo, y este rol ayuda a reforzar sus poderes especiales, que son agradecidos por los hombres con ofrendas, tal como si fuera una deidad. Pero el kitsune es un tipo de yōkai, o entidad espiritual, y la palabra kitsune es a veces traducido como «espíritu de zorro». Sin embargo, el ser un espíritu no significa que sea un fantasmas ni que se diferencie de los zorros comunes. En Japón, la palabra «espíritu» refleja un estado de conocimiento o iluminación, ya que todos los zorros con larga vida adquieren poderes sobrenaturales. En términos generales, hay dos clases comunes de kitsune: por un lado están los zenko o "zorros de Inari", que son benevolentes y están asociados a dicho dios; son de color blancos y ayudan a ahuyentar el mal como guardianes espirituales. Por otro lado, los yako o «zorros de campo», que son salvajes, traviesos y hasta a veces malvados. Algunas tradiciones locales tienen otros kitsune, como el ninko, un espíritu de zorro invisible que los humanos sólo podían percibirlo cuando eran poseídos por ellos, acto denominado kutsunetsuki. Otra tradición clasifica a los kitsune según sus poderes y llega a tener trece clases diferentes. Entre las muchas habilidades de los kitsune, se encuentra también la aparición de fuego o luz en la boca o en las colas (kitsune-bi, «zorro de fuego»), la manifestación voluntaria en los sueños de otros, la capacidad de volar, la invisibilidad y la creación de ilusiones. Algunas leyendas hablan de kitsune tan poderosos que puede curvar el tiempo y el espacio, volver locas a las personas o tomar formas fantásticas. Otros kitsune tienen características similares a los vampiros y se alimentan de la energía vital o del espíritu de las personas.
Máscara Kitsune: El Kitsune es una máscara de zorro japonesa, el mito detrás de este personaje es que es un mensajero del dios Inari (Alimentos, Fertilidad, y Abundancia), son usadas en festivales en los que se celebra la cosecha de arroz, a finales del verano. Esta máscara se caracteriza por tener la forma de un zorro en color blanco, con detalles en color rojo, y es un claro referente de la cultura japonesa ya que es conocida a nivel mundial, es utilizada en varios países orientales con la intención de atraer fertilidad a los campos de siembra. Existen diferentes tipos de Kitsune, se dice que por año y mérito el dios Inari les regala una cola, siendo el más poderoso aquel que posee nueve colas, el mismo al ser tan poderoso puede adquirir la forma de una mujer joven. Otros zorros con menos colas poseen menos habilidades mágicas, como hacer que verdezcan los arboles, propiciar la lluvia a las cosechas y en la antigüedad también se creía que ellos traían la primavera. Por estos motivos Kitsune es adorado como una deidad, a fin de que lleve las plegarias y amor del pueblo al dios Inari a cambio de fertilidad en las cosechas, así surge esta máscara japonesa, a fin de rendir un homenaje al Kitsune de nueve colas, que es blanco y no del color tradicional del resto de los zorros.
La suerte que se refiere al Prinz Eugen deriva que fue el ultimo barco alemán de la segunda guerra mundial en ser hundido, pese ha haber participado en casi todos los teatros marítimos durante la guerra. Tras la finalización de la guerra este fue entregado como botín a Estados Unidos y rebautizado como el USS Prinz Eugen y siendo usado como prueba en dos detonaciones nucleares en el Atolón de Bikini sin recibir daños de consideración. Pese a ello por la radiación que absorbió fue dado de baja el 29 de agosto de 1946. Para finales de diciembre el crucero se encontraba en muy malas condiciones, y el día 21 comenzó a escorar. No se podía llevar a tiempo un equipo de salvamento hasta el lejano atolón, por lo que la armada norteamericana intentó encallarlo para prevenir su naufragio, cosa que no consiguieron porque el 22 de diciembre escoró y se hundió. Las torretas de sus baterías principales se soltaron de sus barbetas al zozobrar. La popa y los ensamblajes de sus hélices permanecen a día de hoy visibles por encima de la superficie del agua. El gobierno estadounidense denegó los derechos de salvamento basándose en que no quería que el acero irradiado del barco acabara en el mercado. En agosto de 1979 una de las hélices del crucero fue retirada y colocada en el memorial naval Marine-Ehrenmal Laboe en Alemania.
Agradecimientos:
AaronVS3: Eugen no suele caerle bien a mucha gente, en particular si le quere tocar su hermana a una de las menos simpáticas del imperio! Espero que te haya gustado este final, se me habían ocurrido dos más, pero con el tiempo que estuve sin escribir, tanto por la falta de inspiración y por la falta de computadora, que termino saliendo este de la nada. Desde ya muchas gracias por leer estas pequeñas locuras mías!
CrimsonJarhead: Me alegra mucho que te guste esta pequeña locuara y perdon por la demora! Espero que te guste este capitulo final!
Pato: Como ves he regresado, lentamente pero regrese!
Espero que disfruten de estas pequeñas locuras
Y como siempre digo
Nos leemos!
