"Narcissa Malfoy ha escapado de Azkaban"

Ese había sido el título del Profeta de hacía una semana, no sabían como, pero Narcissa había logrado escapar apesar de toda la seguridad que Kingsley había puesto después de sacar a los dementores.

Harry tenía una idea, pero no quería creerla, si bien durante el juicio de los Malfoy no dijo nada al respecto, salvo que Draco había sido obligado a tomar la marca tenebrosa y que Narcessa había mentido sobre su muerte, no fue impedimento para que Narcissa y Lucius fueran condenados a 13 años en Azkaban, Draco se había salvado al ser menor de edad.

Pero no podía creer que Narcissa esperara 5 años para escapar, si no lo había hecho en esos años, ¿por qué junto ahora decía hacerlo?, lo mejor que pudo pensar fue que tal vez había tardado esos años en planear como salir, pero eso era imposible. Sirius había estado 13 años en Azkaban y nunca pudo escapar, solo pudo lograrlo con su forma de animago. Pero nadie más que él y sus amigos lo sabían y dudaba que Narcissa fuera un animago no registrado también.

La única opción que se ocurrió fue que de alguna manera ella se hubiera enterado de la muerte de Draco y quisiera vengarse. Pero eso no era posible, nadie pudo haberle informado a ella sobre la muerte de su hijo, y aún si lo hacían, no podría hacer nada. Lo único que habían hecho fue preguntarle sobre la herencia de Draco, de ahí ella pudo haber intuido que algo le había pasado y para salvarlo se había escapado.

Debía admitir que sentía culpa. Draco murió por salvarlo, él no quería eso, pero se había dado cuenta cuando vió como el cuerpo de Draco cayó sobre el al recibir la maldición asesina en su lugar.

Draco no era de su total agrado, pero cuando había desaparecido del mundo mágico su magia sintió un vacío. No sabía el porque de eso, pero pensó que tenía que ver con la parte veela de Draco, aún así decidió no tomarle importancia.

Pero ahora era diferente. Su magia se sentía más vacía que antes, sus hechizos eran débiles y ya no podía volar en escoba, parecía que había perdido parte de su magia. Sabía que todo era por la muerte de Draco, pero ya no había nada que pudiera hacer para evitar que muriera. Los giratiempos habían sido confiscados por el ministerio y no se entregarían a nadie. No le darían uno sin una buena razón, y él no iba a decir que era para evitar la muerte de Draco.

Trataba de buscar otra manera en los libros que Hermione le había prestado sobre los viajes en el tiempo, pero en todos ellos necesitaba un giratiempos, y él no tenía ninguno.

La culpa lo consumía cada vez más y ya no sabía que hacer, al no encontrar ninguna respuesta decidió dejar el asunto por el momento, tomó sus cosas y salió del ministerio, se apareció cerca de su casa en El Valle de Godric, pero entes de entrara sintió la presencia de alguien, al voltear se dió cuanta de que era Narcissa Malfoy

―Señora Malfoy―dijo en forma de saludo

―Potter―respondió de forma seca y fría. Se veía desaliñada y muy mal, Harry supuso que era por los años que había pasado en Azkaban. ―Tú eras la pareja de Draco, ¿verdad?―preguntó de forma seria. Perecía que no se había enterado hasta ahora.

―Sí―respondió Harry con voz débil, de nuevo la culpa y tristeza se apoderaron de él, volviendo a sentir ese vacío en él.

―Ya veo―se produjo un pequeño silencio entre ambos, Harry quería preguntar como es que lo había encontrado y si había escapado solo para saber eso. ―Crucio.

Harry no pudo reaccionar cuando escuchó eso, sintió el dolor de la maldición recorrerlo, era tan doloroso que no podía hacer nada, habían pasado años desde que se sintió así, cayó al suelo al no poder sostenerse debido al dolor y comenzó a retorcerse. De pronto la maldición cesó y Harry comenzó a poder respirar.

―¿Por qué?―preguntó Narcissa con voz rota―¿Por qué lo dejaste morir?

Harry levantó la vista ante la pregunta y pudo ver que Narcissa lloraba, sabía a que se refería. Pero no podía darle una respuesta, porque él tampoco la sabía.

―Tú no debiste ser su pareja―comenzó a decir Narcissa―Él te escojió, pero no debió elegirte―su voz delataba su trizteza y dolor, ella aún lloraba―Nunca hicimos nada contra ti porque eras la pareja de Draco... pero ahora... mi dragón ya no está...―las lágrimas de Narcisa caían más fuerte―Yo no volveré a ver a mi dragón... Por ti es que él ya no está

―Lo... sien... to...―fue todo lo que pudo decir, el dolor de la maldición aún era muy fuerte y le dificultaba moverse y hablar. Pero lo entendía, Narcissa había perdido a su único hijo, después de todo, fue por él que ella le había mentido a Voldemort.

―Tú eres el motivo por que murió, aún si no lo amabas no debiste dejar que muriera―Narcisa limpió las lágrimas de sus ojos y volvió a tener la miraba fría que siempre usaba, aquella que no mostraba emoción alguna. Harry estaba recuperándose de la maldición cuando escuchó unas palabras que le dieron miedo. ―Avada Kedavra

La luz verde invadió la vista de Harry, de pronto todo se volvió negro, pero no pudo culparla. Ella había perdido a su hijo por su enemigo durante la guerra. Entendió el porque lo había hecho, y no le tenía rencor.

De repente una luz blanca apareció comenzando a crecer hasta el punto que era muy cegadora, le recordó a la vez que había muerto en el bosque prohibido, pero también era diferente.

Se encontraba de nuevo en King's Cross pero estaba vacío, entonces a lo lejos vió como alguien se acercaba a él, creyó que sería alguno de sus padres que había ido a recibirlo, pero no. Cuando se fue acercando se dió cuenta que era Draco. Tenía una mirada dulce y le sonreía de manera angelical. Harry estaba estático, no podía creer lo que estaba pasando. Por alguna razón su corazón comenzó a latir más fuerte.

Draco se acercó lo suficiente a Harry como para estar en frente de él, con sus manos tomó el rostro de Harry y lo besó. Él lo dejó, sintió como el vacío en su magia dejaba de existir y se sintió feliz. Cuando Draco se separó, le dedicó una mirada muy dulce y tierna, Harry quería decir algo pero no hallaba las palabras. De repente Draco lo soltó y dijo:

―Despierta

Harry abrió los ojos, estaba todo oscuro a su alrededor y no podía ver nada. Pero se dió cuanta de que no estaba en su casa o en San Mungo, se giró para encender una lámpara y se percató que estaba en su dormitorio de Hogwarts, se levantó sorprendido y corrió hacia el baño para verse en el espejo, se veía más joven. Entonces al revisar todo más detalladamente se dió cuenta de que estaba de nuevo en su quinto año.

El año en que Draco recibiría su herencia veela y lo escogería como pareja. El año en que hundió a Draco en la oscuridad.