Cap 3

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Esa noche llovía con fuerza.

Me senté al borde de la ventana, esperaba que terminara de calentar el té.

No podía olvidar esa sensación entre mis piernas.

El cosquilleo que aun recorría mi espalda.

Y no pude evitar sonreír.

Me sentía tan bien, tan bien a diferencia de como Naruto me hacía sentir.

No sé si estaba descubriendo que el sexo era más que solo amor.

Eso es algo que nunca había experimentado.

Me quite los pantaloncillos, aunque hiciera frio saque mis piernas por el balcón, deje que la lluvia las mojara, que el frio erizara mi piel, me sentía muy feliz, como hace mucho no.

Mientras tomaba el té, pensé en él.

La causa de esta felicidad.

Y si había algo que disfrutaba más de esta situación, era saber que no estaba enamorada.

Que no había ningún sentimiento de por medio entre ambos.

Que podría tomar mis cosas he irme en ese momento, sin remordimientos, sin pensar en lo que dejaría atrás con él.

El amor de Naruto me hacía sentir insegura, inestable, insuficiente, como si le fuera a perder en cualquier momento.

Me importaba, me importaba demasiado que no podía disfrutarlo, no podía dejar de pensar en qué momento se alejaría de mí.

Y con este hombre, no sentía absolutamente nada, no me importaba que se fuera rápido cuando termináramos, no me importaba callar mientras lo hacíamos, no me hacía contenerme, todo lo contrario, me hacía querer explorar más, conocer más.

No pensaba en el final.

Me hace sacar lo más oscuro y perverso que existe en mí.

Toma esa parte tan reprimida que todas las mujeres guardamos en nuestro interior, y la expone, desnuda, la pone por sobre todas esas excusas que le plantamos enfrente.

El "qué dirán"

El "cómo debería actuar"

El "¿es correcto o no?"

El simple como puedo pensar en eso

Todo aquello que siempre calle, que no creía que existiera en mí, él lo saco a flote.

Me hacía sentir segura, de mi cuerpo, de mis pensamientos, de mis palabras, de mi sexualidad, de mi feminidad, me hacía sentir que era alguien imponente, sin límites a alcanzar.

Ese es el motivo principal por el que me sentía atraída hacia él y no románticamente, sino como abejas a la miel.

No por lo que es, sino por lo que me hace ser.

Estaba enfada de que todos me vieran como alguien frágil, débil, alguien que tratas con demasiada delicadeza, alguien inalcanzable, tanto que no puedes voltear a verla sin pensar "no debería" "no es correcto"

Nadie se ha expresado conmigo como él.

De esa forma tan libre, tan pervertida, tan irracional.

Ese hombre no me ha visto como alguien débil, mucho menos como alguien a quien sodomizar.

Me ve como un igual, como alguien que quiere algo y lo toma sin más, una mujer decidida, capaz y sexy.

Tanto como puedo verlo en sus ojos, y me encanta.

Me encanta verlo perder el control, ver como cada uno de mis movimientos lo hacen arrugar la frente, gemir un poco y morder su labio ahogando un pequeño quejido.

Me hace sentir sexy como nadie, capaz de volver loco a cualquiera.

Vino a sacudir mi vida por completo, y necesito eso, necesito vivir, volver a sentir algo diferente.

Ser alguien más que solo la chica a la que no puedes acercarte, la que tendrá vergüenza, la que no puedes proponerle algo irreverente.

Me respeta, pero también me pone al límite, y quiero eso.

Quiero sentir que también soy capaz de ello y mucho más.

Y lo descubriré.

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********************************** DÍAS ANTES *********************************

¿Casarme?

¿Esa es su condición?

Con que poco se conforman las mujeres ahora.

Para mi, una boda no representa nada, no me importaría tener qe casarme con ella. La conozco desde hace unos años y siempre ha hecho de todo para impresionarme para ponerse a mi nivel, el sexo es bueno, no puedo exigir mucho si además al unir nuestras empresas seremos una gran potencia en el mercado.

Casarme no significa nada si obtendré todo eso a cambio, especialmente porque comienzo a aburrirme de esta vida, trabajo, fiestas, reuniones, citas de una noche, creo que cada chica que he querido viene a mi sin siquiera mover un dedo.

Esta unión calmara todos esos rumores sobre el mal manejo que puedo tener respecto a la empresa.

Ojala así por igual, mis padres al fin dejen de fastidiarme con eso. Ella entiende perfectamente que no estoy ni cerca de amarla, y eso es para mí suficiente dudo mucho que su vanidad y su actitud altanera he enamoren.

Es una gran mujer pero no es suficiente para mí.

Quizá con el tiempo pueda acostumbrarme a ambos, y logremos vivir en paz, como una gran familia. Después de todo eso son las familias, solo farsas.

Aunque, si algo debo agradecerle a esta mujer, es que gracias a toda esta tontería de la boda he logrado tener la mejor última semana de soltero.

No tenía idea que fuera tan divertido despedir una etapa, obviamente en el aspecto público.

Siempre le agradeceré a esta mujer que gracias a su absurdo cuento, pude conocer a esa chica.

Tan provocativa, como nadie.

Hace mucho que nadie lograba ponerme de ese modo.

Tan idiota a mis instintos.

Debo admitir que desde entonces, la busco en cada lugar a donde voy.

Necesito tenerla una vez más.

Cuando la deje en aquella habitación, pude notar el desastre que habíamos ocasionado en aquella habitación, diablos, no sería nada comparado a lo que quiero hacerle ahora, después de varios día incluso me convencía de que aquello había sido una ilusión de mi alcohólica noche, pero luego puedo recordar claramente sus duros pezones rozando sobre mi pecho, su peso sobre mi cuerpo, y recuerdo sus labios húmedos y sé que no pudo haber sido una ilusión.

Papa me había hablado de esas mujeres alguna vez, pero siempre creí que sus aventuras le habían arruinado la mente, no podía ser cierto aquello que decía, hasta que la vi en aquel vestido negro.

Había dicho que esas mujeres brillaban por sobre las demás, al verla entrar en esa fea ropa note que definitivamente destacaba del resto, pero cuando reapareció con ese vestido, wow! no pude más que darle la razón a mi padre. Recuerdo como reí cuando me hablo sobre la tensión sexual casi palpable entre ambos, pero ella me demostró que existía, madamas tocar nuestros dedos pude verla gimiendo desesperadamente en mi mente, mis manos sienten cosquilleo solo de pensarlo.

No sé si su falta de ropa interior era una invitación, pero realmente me conmovió hasta la medula.

No bastaban muchas palabras para que las mujeres aceptaran irse conmigo, y yo anhelaba que ella no fuera la excepción.

Cuando me detuvo e intercambiamos algunas palabras, no pude resistir más y la bese, algo en su mirar me decía que podía hacerlo, libremente.

Su cuerpo encajo perfectamente con el mío, toda la noche y realmente lo disfrutamos.

Parecía una chica que estaba dispuesta a todo y me alegre de ser el primer imbécil en acercarse a ella.

Parecía una chica que no volvería a ver hasta qué.

-Amor… tengo que presentarte a alguien-

Apareciendo entre las personas de esa ridícula reunión.

Pero no podía ser ella, no con ese aspecto completamente diferente.

¿O es que me enfrentaba a una doble vida?

Acerté cuando la vi tensarse un poco al verle, apenas y podía verme a la cara y lo supe, esta era su verdadera persona y para ser sincero no sé si me alegro o me decepciono se la única persona que la hubiera visto de aquella forma.

¿Incomodarla frente a todos y perder mi oportunidad de cogerla otra vez?

No soy tan idiota.

La encontré y la disfrutaré una y otra vez, hasta que me harte de ella.

Solo esperaba internamente que no tuviera uno de esos problemas internos que suelen tener las mujeres, que no pensara en la clase de amistad rara que tenía con Sakura, ni que le guardara devoción a su amistad, en ese momento desee que fuera tan desleal tan egoísta para desearme como la deseo a ella, y tendría que descubrir, si la chica de aquella noche se encontraba ahí dentro de esa ropa tan extraña.

Esa noche me pareció eterna, no pude evitar acostarme con Sakura aquella noche, tenía que sacar un poco de aquella tensión sexual que provoco en mí.

Por lo menos ahora puedo ponerle nombre a ese rostro.

Hinata Hyuuga

Luche por no llamar de esa forma a Sakura mientras se retorcía de placer sobre mi cuerpo.

Tan solo pensar que esa mujer existía me hacía querer salir corriendo a buscarla, pero tendría que averiguar porque ese cambio tan radical de apariencia, y sospecho que Sakura sabe algo de eso, pero tendre que ser prudente para averiguarlo.

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A la mañana siguiente Sakura insistió en salir a tomar un café antes de salir de la ciudad.

En ocasiones siento que esta mujer me poniéndome las cosas muy sencillas.

Mientras bebíamos el café en las mesas de esa ridículamente pequeña cafetería, la observe entrar, era de nuevo esa chica, Hyuuga Hinata, con su ropa desaliñada, se podía notar la mala noche que había pasado en esas marcadas ojeras, y ese cabello tan despeinado.

-Te asombraría escuchar su historia-

Hablo de pronto Sakura, quien no paso por alto que toda mi atención se centró en aquella chica.

-no veo porque- hable sin interés mientras bebía un poco de mi café, tenía que cuidar mis acciones si no quería arruinar esto.

Entonces la vi acomodarse en su asiento como si lo que estuviera por decir, le fuera a tomar mucho tiempo. Yo solo la veía intrigado, ¿Por qué hablarme de ella?

-sabes que la pobrecita estaba enamorada de un idiota que jamás la tomo en serio…-

Al parecer disfrutaba su charla.

-ese tipo siempre estuvo enamorado de mí…- giro sus ojos hacia mí, como si yo tuviera alguna respuesta ante eso

-me entere que ambos salieron cuando me marche de este pueblo- suspiro y luego sonrió por lo bajo

-después de un tiempo, él se apareció en mi departamento, me hablo de lo mucho que seguía enamorado de mí, de lo infeliz que había sido con ella y que la había dejado solo para buscarme, te imaginas lo devastada que quedo…-

Yo me gire a observar nuevamente a la chica que esperaba su café, ¿así que era eso?

Pero las palabras de Sakura llamaron mi atención nuevamente.

-imagínate, siempre fue la mejor en todo, nunca le conocimos algún error, alguna equivocación y fue a equivocarse con ese sujeto, es una lástima… ha pasado ya mucho tiempo y parece que ni siquiera ha pensado en superarlo, debe ser patético esperar a alguien tanto tiempo-

-quien mejor para decirlo que tu-

Me observo con sorpresa y su sonrisa se desvaneció.

-quien sabe, quizá esa amiga tuya, anda por ahí disfrutando de la vida, del sexo sin control, y tu ni en cuenta- sonreí un poco al ver como su frente se arrugaba de molestia.

-¿Hinata? Jajaja, por favor, yo sospecho que sigue siendo virgen, es demasiado infantil-

-¿No creerías que aquella chica infantil, fuera terriblemente buena en la cama? Porque, yo lo creo.-

Su rostro se puso rojo, comenzaba a molestarse y a mí me encantaba hacerla enfadar, me daba un respiro de su estúpida actitud.

-aunque lo fuera, parece que nadie lo descubrirá, mírala, quien quisiera estar con ella, alguien incapaz de hacer algo por sí misma, lamentable que solo un hombre le brinde felicidad-

Que mujer tan estúpida, momento como estos son por los que el matrimonio no me parece tan buena idea. Entonces la vi salir de la cafetería.

-Sakura…- me observo firmemente, mientras me veía levantarme de la mesa que compartíamos

-no estamos hablando de ti.-

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Seguirla me llevo a una biblioteca, nadie me seguía, y supe que era el momento perfecto para hablar con ella.

Cuando nuestros ojos se cruzaron en aquella habitación, pude ver el temor en sus pupilas.

Y no pude evitar pensar en todas esas tonterías que Sakura había dicho sobre ella ¿no podría ser calculador y cruel sin pensar en ello?

Fui sincero con ella, esperaría hasta ver qué clase de terreno estaba pisando.

No me enredaría con alguien emocionalmente frágil, tendría que ver qué clase de chica se encontraba frente a mí, el infantil ratón de biblioteca o la exquisita follada de mi vida.

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Tuve que regresar a la ciudad por negocios y aunque fuera lo mejor para ambos no vernos, no podía evitar penar cual sería mi siguiente paso. No la dejaría escapar tan fácil pero como hacerlo ¿sin asustarla, sin que nos descubrieran?

Entonces lo descubrí.

Una mujer nunca sabe lo que quiere hasta que lo ve.

Bueno, con esta carta me estaba jugando la diversión, pero el que no arriesga no gana ¿No?

Le mostrare que ella tiene el control, después de todo, ¿no es eso lo que las mujeres buscan?

-buenas tardes señor Uchiha, ¿en qué puedo ayudarle?-

-necesito enviar este paquete lo antes posible-

-por supuesto, emmm pero solo un detalle ¿conoce la dirección?-

-Biblioteca Konohagakure-

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Esperaba con ansiedad la respuesta.

Todo el día esperando saber si se asunto demasiado para salir de la cama o si llamaria enseguida.

Y bueno, ya saben el resto.

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COMENTEN PLAESE! ESTOY FASCINADA CON ESTA HISTORIA QUE SIENTO QUE NUNCA SERA LA PERFECCION QUE DESEO PERO ME MUERO POR ESCRIBIR MAS RAPIDO Y TENER MAS TIEMPO ToT

AMO LEER SUS COMENTARIOS! MIL GRAACIAS POR EL APOYO!