CAPITULO 2: Elecciones
James
Luego de el intento de ahogamiento contra mi nueva hermana, fui al comedor a sentarme con las dos únicas perras que soporto en todo este planeta. Llevé mi plato a la mesa de Atenea que por ahora estaba vacía, solo habían dos personas, me senté mirándolas con cansancio.
—Hola estúpidas—Saludé pensando en la comida que deseaba comer para que momentos después aparezca en mi plato.
—Hola perra—Saludó mi amiga Sarah. Era castaña, con el cabello hasta por debajo de los hombros, sus ojos eran marrones y calculadores, parecía que cuando te miraba te hacía un análisis completo; siempre iba vestida casual, era diferente a sus hermanos ya que no poseía esos ojos grises que tienen ellos, pero eso no la hacía ver menos inteligente o amenazante.
—Holis James—Saluda la otra perra que le tengo cariño, Cielo. Ella era algo más baja que Sarah, tenía el cabello negro trenzado, siempre sonreía como una niña, también es algo inocente como una; sus ojos eran cafés y parecían que estaban moviéndose a cada rato, como si tuviera un ataque de epilepsia, es una fanática de Yaoi, hasta el punto de psicópata se podría decir.
—Escuché que había una nueva en Hécate—Comentó la hija de Atenea mordiendo su pedazo de carne.
—Una inútil nueva, parece salida de un convento de un libro cliché de mala muerte, intenté ahogarla, pero un idiota la salvó—Dije frustrado por mi intento fallido de deshacerme de la estúpida.
—Deberías tratarla mejor, tal vez logres que sea tu nueva amiga—La miré con los ojos entrecerrados.
—Tal vez deberías guardar tus comentarios arcoíris, no pienso ser amigo de esa—Comento con asco masticando mi comida.
—¡Atención!—Dijo Quirón haciendo que todos nos giremos hacia su mesa.—Como hay pocos campistas, hemos tomado la decisión de elegir nuevos capitanes para las cabañas que no los tienen porque están fuera del campamento—Anuncia haciendo que una chispa de interés recorra mi ser—Estas "elecciones" se decidirán depende de las pruebas que realicen según su cabaña. Las cabañas que participaran en esto serán: Deméter—La cabaña cuatro empezó a soltar silbidos—Atenea—Miré a Sarah con una ceja elevada y ella puso cara de póker observando a Quirón—Y Hécate—Alcé las cejas con una media sonrisa viendo hacia la mesa correspondiente a mi cabaña. Bueno, era obvio que yo iba a ganar, los otros son solo unos mediocres que no saben hacer nada.
—¿Van a participar?—Nos pregunta Cielo a Sarah y a mí.
—Obvio—Contestamos al mismo tiempo.
Esto será divertido.
Movía mi pie con impaciencia en la cama de mi cabaña, estaba esperando a que Quirón pase por aquí a dar las reglas para la selección de capitán, ¿Tanto se van a tardar? Dioses, la intriga me mata. Muevo mis manos frotándolas entre sí, sentía una presión en el estómago, la curiosidad embargaba mi cuerpo como una llamarada flameando por todo mi cuerpo. La puerta se abrió dejando a la vista la figura de Quirón, llevaba una hoja de papel en la mano mientras nos regalaba una sonrisa detestablemente amable.
—Bueno semidioses, es turno de la cabaña de Hécate—Me senté de golpe en la cama mirándolo. Linzie, Tyler y Seline fijaron su vista en Quirón esperando a que hable—Como sabrán, la prueba es para ver quién va a ser el líder de la cabaña, decidimos evitar la prueba de liderazgo teórica, eso lo demostrarán cuando sean líderes. La prueba de basa en demostrar sus habilidades y descubrirlas—Dijo lo último mirando a Seline—La primera prueba serán encantamientos básicos, levitación de objetos y réplica—Eso lo puedo hacer con los ojos cerrados—Luego vendrá la ronda de poderes psíquicos, tendrán que leer mi mente—Por el rabillo del ojo observé la cara de Seline que lucía algo asustada—En la siguiente ronda serán los poderes de sanación, tendrán que curar una herida—Puse los ojos en blanco, eso es muy idiota—Para la que sigue tendrán que elaborar distintas pociones, y para la última deberán manipular los elementos, solo usaremos, Crioquinesis, Cloroquinesis y Piroquinesis—Una sonrisa ladina apareció en mi rostro, será fácil—Ahora me retiro, suerte.—Me di vuelta mirando a mis hermanos y sonriéndoles sínicamente.
—Bueno, creo que esta prueba será muy difícil, por su bien será mejor que se rindan, es obvio que no van a poder lograrlo.
—Espera, espera, nosotros somos igual de capaces que tú para hacerlo—Solté una carcajada al escuchar a Linzie.
—Ay que graciosa te despertaste hoy, en serio, el único que va a ser capitán aquí soy yo, ustedes van a perder en la primera ronda seguramente, tal vez lleguen a la segunda con un milagro.—Tyler y Linzie me miraban con ganas de golpearme, por el contrario Seline estaba jugando con sus dedos temerosamente mientras se mordía el labio—Solo se los digo por su bien.
Dicho eso me retiro de ahí cerrando la puerta fuertemente y caminando lejos de las cabañas.
Seline
Sentía un nudo en el estómago que se extendía por todo mi cuerpo, mis manos estaban algo sudadas y temblando. No quiero hacer éstas pruebas, no me siento capaz, las inseguridades empezaron a llenar mis pensamientos como una colmena de abejas furiosas. No sé ni siquiera mover algo a propósito, la única vez que lo hice fue involuntario, ¿Hacer pociones, controlar elementos y sanar? Ni loca puedo hacer eso, tal vez ese chico tenga razón, debo decirle a Quirón si puede sacarme de la prueba.
—Hey, ¿Estás bien?—Me pregunta Linzie, yo asiento aunque por la cara que ella puso, se debe notar mi pánico—Tranquila linda, no te pongas nerviosa, mira yo sé que puedes pensar que no vas a lograrlo, pero no te rindas, no dejes que las palabras de James te hagan dudar—Aprieto los labios mirando hacia abajo pero Linzie toma mi hombro—Te ayudaremos a lograrlo.
—¿Cómo harán eso?—Le pregunto.
—Sí ¿Cómo lo haremos?—Interroga Tyler mirando a Linzie y ella le rueda los ojos.
—Te enseñaremos a usar tus poderes, levántate—Hago lo que ella me pide parándome en medio de la habitación. Linzie mueve unas sillas poniendo una tasa de plástico en una de ellas—Mira, te voy a enseñar la levitación, es un truco fácil, solo debes concentrarte, la primera regla que debes tener en cuenta, es despejar tu mente y solo pensar en el objeto, luego debes hacer que tus emociones, ya sé alegría, enojo, tristeza, impulsen tu cuerpo para lograr hacer el hechizo—La escucho antena tratando de procesar toda la información—Cuando tengas esos listo, solo debes mover esas emociones hacia el objeto—Al decir eso ella mueve su mano y la taza empieza a flotar sobre la silla—Ahora tú.
Vuelve a dejar la taza ahí y cierro los ojos tratando de poner mi mente en blanco; suspiro intentando relajarme mientras trato de hacer lo que me dijo ella sobre impulsar mis emociones. Abro un poco mi ojo viendo la taza en el mismo lugar y bufo.
—Tranquila, es tu primer intento, debes darle tiempo—Asiento volviendo a ver la taza con los ojos entrecerrados, imagino que se está elevando por encima de la silla, luego trato de juntar mis emociones de nuevo pero sigue sin pasar nada—Okey, mira, ¿Qué sientes ahora?—La miro algo confundida pero redondo a su pregunta.
—Siento miedo, impotencia, duda… —Digo y ella sonríe.
—Bien, impulsa todo eso, haz que se desborde de tu cuerpo, siente más miedo, piensa en las cosas que te hicieron sentir esas emociones y luego explótalas en el hechizo—Asiento algo dudosa volviendo a ver la taza, pensar en mis miedos.
Cierro los ojos recordando cuando aparecieron mis poderes.
Flashback:
Estaba en mi casa, la puerta de mi habitación estaba abierta mientras hablaba con mi mejor amiga Kendall, ella era pelirroja, lindas pecas adornaban su rostro y combinaban con sus ojos azules. Estábamos haciendo la tarea de física mientras hablábamos.
—Espero que la señora Frediston se retire ya, está vieja y es una perra—Comenta ella haciendo que suelte una carcajada.
—Bueno, tienes razón, creo que un día saldrá volando en una escoba, literalmente—Reímos un poco hasta que siento como la puerta de la entrada se abre, asomo mi cabeza por el pasillo mirando hacía adelante—¿Papá?—Pregunto con el entrecejo fruncido, se supone que debía llegar más tarde, salí de mi cuarto caminando por el pasillo hasta el comedor donde vi a mi padre de espaldas.—Hola papá, pensé que tardarías más—Dije caminando hacia él, lo notaba algo raro—¿Estás bien?—Le pregunto.
—Claro que sí, mi niña, ven—Su voz sonaba algo rara, me acerqué despacio pero a medida que me acercaba sentía un olor a alcantarilla, cuando estuve detrás suyo lo miré algo rara.
—¿En serio estás bien?—Pregunto dudosa.
—Claro cielo—Luego siento como aprieta mi muñeca fuertemente y hago una mueca de dolor—Pero estaré mejor cuando te devore, asquerosssa sssemidiosssa—Su voz cambió, ahora era horrible y cuando hablaba, silbaba la letra "s" cuando la pronunciaba. Miré la mano de mi padre dándome cuenta su textura escamosa, lo miré a los ojos viendo cómo estos se empezaron a mostrar cómo los de un reptil.
—¡Suéltame! ¡No eres mi padre!—Gemí sintiendo como apretaba más. Su imagen estaba borrosa, como si algún humo la estuviera cubriendo y no me dejara verla bien.
—¡Cuando tu padre llegue no quedará nada de ti!—Siseó y le di una patada en la entrepierna. La cosa sea lo que sea soltó un gruñido liberándome y comencé a correr hacia el pasillo.
—¿Qué pasa?—Me preguntó mi amiga y la empujé un poco a la habitación cerrando la puerta con llave.——¡Seline! ¡¿Qué te pasa?!—Pregunta.
Mi respiración era irregular y se me era muy difícil hablar ya que estaba temblando—U-una c-cosa s-se h-hizo p-pasar p-por mi padre, ¡Q-quieres matarme!—Dije tratando de hablar bien y ella me miró confundida.
—¿Qué dices? ¿Quién se hizo pasar por tu padre?—Iba a contestarle pero un golpe fuerte en la puerta hizo que perdiera la concentración. La cosa sea lo que sea quería entrar, miré mi escritorio y me acerqué a él tratando de moverlo hacia la puerta.
—¡Ayúdame!—Le pedí a Kendall, ella recalculó un momento y me ayudó a moverlo hasta que quedó contra la puerta—Debemos salir de aquí—Le dijo mirando la habitación y corrí hacia la ventana abriéndola—Tendremos que salir por aquí—Ella parecía aún más asustada que yo. En eso, un crujido estruendoso azota la habitación, miré hacia la puerta y vi la garra de esa cosa traspasando la puerta, la estaba empezando a romper.—¡Ven!—Le grité a Kendall intentando dejar la ventana lo más abierta posible.
Justo cuando estaba por salir, tuve que tirarme a un lado porque el escritorio salió disparado contra esta, gemí de dolor golpeándome contra la cama, al alzar la vista solté un chillido viendo a la cosa esa; era una hembra humanoide con trompas de serpientes gemelas en lugar de piernas, su piel parecía la de una serpiente o dragón, tenía el cabello anaranjado y despeinado. Kendall estaba aterrada en un rincón mirándola, la mujer dragón se acercó a mí con sus colmillos listos para devorarme, antes de que se acercara más, tomé el teléfono de línea que había en mi cuarto y se lo lancé al rostro distrayéndola un poco, rodé en la cama llegando hasta Kendall.
—¡Debemos correr!—Le digo tomando su mano y arrastrándola hasta la puerta, antes de salir de mi habitación siento como unas uñas se clavan en mi tobillo haciendo que un grito desborde de mi garganta—¡Suéltame!—Chillé, la mujer serpiente me tenía agarrada con una sonrisa maliciosa, me arrastró hacia ella sacando un cuchillo y levantándolo. Cerré los ojos soltando un chillido estridente, no podía ver bien, sentía mi cuerpo como una nube y luego pasó.
Una onda expansiva emanó de mi cuerpo, la mujer serpiente salió disparada contra la ventana de mi habitación, se mantuvo agarrada con sus garras, el cuchillo que tenía descansaba a mis pies, estaba furiosa, aterrada, todo se revolvía dentro mío como un tornado incesante. Le grité que me deje tranquila ocasionando que los muebles, lámparas y cosas de mi cuarto salgan disparadas contra ella, el cuchillo que tenía a mis pies también voló hacia la mujer serpiente clavándoselo en el medio de la cabeza haciéndose que su cuerpo deshaga en una arenilla negra.
—¡Kendall¡—Chillé mirando a mi amiga tendida en el suelo con sangre chorreando de su cabeza, una lámpara le había dado en ella.
Kendall…
Kendall…
¡¡Kendall!
Fin del flashback
—¡Seline!—Abrí mis ojos al escuchar la voz de Linzie. Frente a mí, la taza que antes estaba en la silla, estaba flotando, junto a la misma silla y otras más, parpadeé dejando caer las cosas y sentí mi cuerpo cansado.
—¡Lo lograste!—Festejó Tyler. Linzie me ayudó a sentarme y la miré confundida.
—¿Qué pasó?—Le pregunté, una sonrisa cruzó por el rostro de la chica.
—Lograste hacerla levitar, y más, hiciste levitar la silla, tienes poder chica—Sonreí algo mareada para empezar a ver borroso y caer en la cama.
