Adiós garcita morena.

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El Redentor 777. Llegamos a su enorme casa en donde se muestra su estatus social y sí, por el momento irán mejorando su relación hasta que dé un buen resultado.

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RinMakoto. Las peleas entre ambos subieron de nivel, aunque al final Ramón hizo lo que hizo para proteger a Shinonome, aunque con el tiempo su relación cambiará.

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Sin más, comencemos…

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Al día siguiente…

Ryo había salido de su casa a la academia, en el camino se encontró con Nozaki, Tsubasa y Tomoe, por lo que no iba sola.

Las demás preguntaron sobre el asunto del día anterior, pero ella simplemente izo algunos comentarios sobre eso.

- ¿Y le pusieron una venda alrededor de la espalda?

- Sí, mi tío le dijo que no hiciera ejercicio durante la semana, esto para hacer que su golpe sanara más rápido, incluso le dieron una constancia medica para hacer que en la clase de Educación Física no hiciera ejercicio.

- Ya veo – con eso, los demás solo miraron de lejos a algunos de los chicos, entre ellos los extranjeros que iban hablando sobre varias cosas.

- ¿Te enteraste de la noticia?

- Sí, realmente me molesta que la Champions sufra este golpe, y es que el Real Madrid encabeza esto de la Súper liga europea.

- ¿Por qué eliminarían eso? Es mejor la Champions – dijo Yukio al lado de varios de los chicos.

- No sé de qué hablan, pero parece que es malo – dijo Yasmina mirando a los chicos.

- El torneo de futbol más importante del mundo, pero de igual forma en todos los casos lo aprobarán o lo desestimarán, depende cual sea la situación al final – dijo Ramón mientras jugaba un poco con un balón.

- Amigo, creo que deberías dejar de hacer eso, se supone que estás herido – Shinzuke habló.

- Bien, bien, lo haré – el chico solo se detuvo y continuaron, aunque luego de un momento las chicas se encontraron con algunos y el grupo se armó, aunque durante el camino, para los demás les resultó bastante extraño que tanto Shinonome como Ramón no se estuvieran peleando.

- ¿Qué tal? Parece que luego de lo de ayer las cosas mejoraron – dijo Tsubasa por lo bajo a Kudo el cual solo asintió, aunque de igual forma, aunque la tensión había, no era tan fuerte como ayer.

- Carlos, ¿estarán bien esos dos? – dijo Esperanza a su amigo de infancia por lo bajo.

- Supongo que sí, así que creo que estarán bien – el mexicano solo hundió los hombros, aunque miraron a los dos los cuales no se hablaban ni nada, aunque a la peli azul, había un asunto que debía hacer.

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Flashback

Justo cuando Shinonome se levantaba de su cama, esta se dirigió a la cocina para tomar el desayuno, pero llegando, miró como su madre estaba terminando de hacer lo que parecían ser galletas, cosa que dejó bastante extrañada a la peli azul.

- ¿Qué haces madre?

- Oh, buenos días Ryo, solo estoy haciendo algunas galletas para el chico de ayer.

- ¿Maldonado? ¿Por qué?

- ¿Cómo que por qué Ryo? Ese chico evitó que sufrieras algún daño, por lo que podría esto ser una especie de regalo, al menos para que las disfruto.

- Pero… ¿Por qué las haces en forma de pelotas de béisbol?

- ¿Acaso él no juega béisbol?

- Mamá, por lo que sé él es un futbolista, además creo que odia el béisbol – con eso, la señora Shinonome sentía que le caía un bloque de cemento que decía "Lo arruiné."

- B-Bueno, al menos espero que las acepte – con eso, la mujer solo las metió en una pequeña bolsa de plástico y de ahí a una pequeña bolsa de regalo de color azul oscuro – ahora solo falta que la entregues Ryo.

- ¿P-Por qué yo?

- Porque es como un modo de agradecimiento por lo de ayer, así que es mejor que tú se lo des – aunque la Shinonome menor quería discutir, al final no ganaría nada y solo aceptó de mala gana.

- Solo espero dárselos en privado, no quiero causar ningún malentendido.

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Fin Flashback

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- ¿Se lo doy o no se lo doy? – dijo la peli azul pensando mientras solo metía la mano en su mochila tocando las galletas, pero de igual forma no los sacaría ante los demás. Mientras que con Ramón este solo se colocó los auriculares para escuchar algo de música.

- Dios, siento que hoy papá nos dará duro en el entrenamiento – susurró Joan y los demás chicos solo se estremecieron, aunque las chicas de igual forma lo hacían.

- L-Los entrenamientos de tu padre son bastante… como decirlo…

- Lo sé, difíciles, pero por esa razón tengo el nivel que poseo – suspiró el mexicano.

- Eso me gusta de ti Carlos – susurró la española acercándose a su amigo de infancia, pero de la nada era separada de él - ¿eh?

- Buenos días Joan.

- Buenos días Kana – la peli negra solo se aferró al brazo de su amante castaño el cual no se inmutó mucho ya que estaba acostumbrado a la cercanía de su pareja.

- ¿Por qué interrumpes Kana? ¿No ves que Carlos y yo estamos teniendo un momento bastante intimo?

- Porque es mi pareja y puedo tomarlo cuando quiera – dijo la peli negra, aunque la peli verde se molestó bastante por eso.

- No es tu novio Kana.

- Pero es mi quedante.

Con eso, todos llegaron a la academia en el que, como era costumbre, un chico se le declaraba a Shinonome esperando que esta correspondiera, incluso varios pensaron que, al ser de tercer año, lo aceptaría, pero para sorpresa de sus amigos y no tanta para otros, este fue rechazado, tal parece que el frio corazón de la peli azul no aceptaría algún chico.

- ¿Hasta cuándo aceptará a alguien? – suspiró Iwaki – si sigue así estará como mi tía Daidouji o la tía Rin de solteras.

- Quien sabe, a lo mejor Shinonome-chan es lesbiana – opinó Honjou.

- No creo eso – dijo Aoi mirando como el chico era consolado por sus amigos y la peli azul solo iba caminando, hasta que se topó con el hondureño el cual estaba dejando sus cosas junto con sus amigos.

- Lastima que no jugarás con nosotros – dijo Joan mirando al peli negro.

- Es lo que más odio, no poder jugar, pero ni modo, me lo gané por protegerla a ella – cuando dijo eso, Shinonome se quedó callada y solo esperó a que el chico siguiera.

- ¿Entonces lo hubieras hecho al final de todo?

- Obvio, tampoco soy tan idiota por hacer eso, no iba a dejar que se lastimara, aunque eso me significaría otra lesión – las palabras de Ramón dejaron boquiabiertas a la peli azul tanto que incluso las mejillas se le coloraron de color rojo – solo vámonos.

- Bien – con eso, los chicos se fueron del lugar dejando a Shinonome bastante sorprendida, pero de ahí, solo se fue a su salón de clases el cual era el mismo que el de Joan y Ramón.

Durante las primeras clases no hubo nada de sorpresas ya que las cosas transcurrieron con normalidad, hasta que llegó la hora del receso.

- ¡Día de convivio grupal! – exclamó Iwaki junto con Aoi las cuales reunieron a todo el grupo de chicas y chicos en la azotea.

- ¿Y eso porque fue? – preguntó Esperanza al lado de su amigo de infancia y también de la inglesa – es más, ¿Por qué la greedy está aquí?

- Lo mismo debería preguntarte, ¿alguien me puede decir porque la colonizadora está aquí?

- Vamos, no hay que pelear, estamos comiendo en paz – Kudo la hizo de pacificador, junto a él estaba Tsubasa la cual asintió.

- Lo mismo digo, lo que odio es pelear cuando estamos comiendo – dijo Hibiki al lado de Tomoe.

- Vaya, parece que alguien se molestó – dijo Shinji molestando al peli humo. El peli ceniza estaba al lado de Waka en paz.

- Tranquilos, hay que estar calmados – dijo con voz baja Akira al lado de Yoshimi.

- Tal y como lo dice el grandulón, hay que estar tranquilos – Yasmina habló al lado de Aoi.

- Por favor, ya solo cállense – Yukio habló con seriedad al lado de Kurashiki.

- Con eso, ustedes parecen bastante callados – dijo Souta al lado de Nozaki mientras miraba a Ramón y Shinonome.

- Es cierto, luego de la pelea de ayer pensé que seguirían al día de hoy – dijo Shinzuke al lado de Akane.

- Solo quiero relajarme, es todo – respondió el peli negro mientras comía.

- Lo mismo digo – Shinonome habló.

- Por cierto, ¿Cómo sigues de tu golpe Maldonado-kun? – preguntó Tsubasa al chico.

- El tío de R… de Shinonome me revisó y me dijo que no debería hacer ejercicio por el resto de la semana, aunque la verdad es una molestia.

- Lo sé, Ryo a veces es así – la peli mostaza habló.

- ¡¿Qué significa eso?!

- Yo me refería a que no podría jugar – suspiró Ramón.

- Lo siento, es que de igual forma a veces Ryo es así – Iwaki seguía hundiendo más la paciencia de Shinonome la cual solo apretó duro su puño, pero de igual forma se controló para no hacer una masacre en el lugar.

- Entonces no vas a jugar ¿verdad? – preguntó Yukio a su amigo el cual solo negó.

- Lastimosamente no podré, lo malo es que se viene el juego contra la Academia Seijo y me hubiera gustado jugar contra ellos – suspiró molesto el chico.

- ¿Y te duele?

- Un poco, pero de igual forma estoy bien, de suerte la mochila es de un lado porque si la llevara en la espalda, me habría jodido más – dijo el hondureño – al menos le diré al entrenador Fábregas que me haga de suplente para poder jugar mañana.

- Ramón, que no es recomendable que juegues.

- Tienen razón, deberías de dejar de ser tan terco y hacer caso a tus amigos que solo quieren lo mejor para ti – dijo Shinonome mirando al peli negro el cual solo frunció el ceño.

- Dios, aquí viene una pelea – dijo Shinji por lo bajo a Joan el cual asintió.

- Bien, como sea – el hondureño dijo eso y todos quedaron callados de que no hubiera respuesta de parte del peli negro y este solo seguía comiendo.

- Esperen, tiempo fuera – en eso, se escuchó un silbato - ¿no le dirás nada?

- ¿Por qué lo dices?

- Bueno, porque como normalmente ambos se hablan como si fueran a lanzarse Kame Hame Has al mismo tiempo, pues pensamos que es raro – dijo el peli celeste.

- Que chistositos.

- Por cierto – Shinonome aprovechó eso para sacar de su mochila la bolsita de color azul en la cual venían las galletas que su progenitora había hecho en la mañana – ten Maldonado.

- ¿Y esto? – el chico revisó el contenido de esta y se sorprendió mucho cuando sacó lo que eran galletas de chocolate, pero estas tenían la forma de pelotas de béisbol - ¿Qué es esto?

- No vayas a pensar mal, mi madre las hizo para ti por lo de ayer, pero pensé que no te gustarían porque como eres futbolista y parece que el béisbol no te gusta, pues pensé que a lo mejor las despreciarías.

- No haría eso – dijo el peli negro – en primera agradezco que tu madre se haya tomado la molestia de hacerlas, en segundo yo no odio el béisbol, simplemente no lo juego que no significa que lo odie. Y en tercero…

- ¿Qué?

- Gracias – con eso, la chica solo se sonrojó, aunque desvió la mirada para evitar que él viera su cara con un color diferente.

- E-Eso díselo a mi madre.

- Aun así, ¿quieren una? – con eso, Ramón repartió entre todos, las galletas, incluso Shinonome tomó una y todos comieron felices de la vida, todo fue bien hasta que se marcó el final del receso y la ida de regreso a las aulas.

La clase de educación física llegó después y como era de suponer, el hondureño quedó fuera de hacerla debido a la constancia medica que le impedía ejercitarse durante el resto de la semana.

- ¿En serio haremos esto? – exclamó Yasmina mirando como el sitio en el que entrenarían era ahora una especie de sala de trampas en el que debían saltar sobre palos o caerían a púas filosas.

- No se preocupen, son saltos fáciles, preocúpense por los que poseen sierras giratorias – el señor Fábregas señaló dichas armas las cuales se miraban bastante peligrosas.

- Es pan comido – dijo Joan para sorpresas de todo.

- ¿E-En serio se mira fácil para ti?

- Créeme, entrené durante muchos años con mi padre y esto me resulta fácil al final.

- Comencemos – con eso, los estudiantes se pusieron a hacer su mejor esfuerzo para evitar una muerte lenta y dolorosa, aunque obviamente nadie moriría, así lo denominaron porque sería una sesión de ejercicios bastante fuertes.

Durante todo el rato, Ramón miró a todos los estudiantes los cuales hacían su mejor esfuerzo para salir adelante. Joan era el único que parecía no estar nada preocupado y pasaba los obstáculos con facilidad.

Con las chicas pasaban varias cosas similares, ninguna podría hacerlo casi a la perfección, hasta que Shinonome lo intentó.

El hondureño debía admitir que la peli azul poseía una condición atlética bastante buena y cuando la miraba saltar sobre los obstáculos y se veía como se esforzaba. Cuando finalizó, la peli azul se mostró algo cansada, pero llena de sudor, por lo que el peli negro se fue a darle una botella con agua.

- Ten.

- Gracias – con eso, la peli azul le aceptó el gesto y se fue a sentar con él mientras que los demás terminaban los ejercicios. El entrenador Fábregas había dicho que quien terminara el ejercicio completo descansaría, por lo que tanto Joan y Shinonome fueron los únicos que lo completaron.

- Por cierto, perdón por lo del otro día.

- ¿Lo del balonazo?

- Sí, ya me disculpé, ¿contenta?

- Sí – suspiró la chica – yo también te pido perdón por lo de ayer.

- Disculpa aceptada – con eso, ambos solo se miraron un poco mientras veían a los demás entrenando – por cierto, gracias de nuevo.

- Solo tenía que evitar que te lastimaran, no iba a permitir que salieras malherida – la peli azul se sonrojó bastante por eso, incluso sintió como el corazón le latió con fuerza en ese momento.

- Maldonado – la chica solo desvió la mirada hacia donde estaban los demás evitando ver al hondureño ya que no entendía porque el corazón le latía de ese modo.

Definitivamente era algo nuevo para la peli azul.

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Continuará…