p class="MsoNormal"SEVERUS/p
p class="MsoNormal"Sí. Al final terminé por aceptar el puesto de maestro de defensa contra las artes oscuras. Más por necesidad de conseguir recursos para sobrevivir que por deseo de volver al castillo. El resultado de seis años de hospitalización en estado patata es nada más y nada menos que una cuenta gigantesca que pagar, en la que se fue casi todo lo que tenía ahorrado en Gringotts. Potter se ofreció a pagar y yo, el orgullo hecho estampa, me negué rotundamente, no sin antes mandar al infierno al muchacho y su fortuna. Por lo tanto, me quedó lo suficiente para restaurar los daños que el abandono había hecho en mi casa y para sobrevivir un par de meses. Así que, aceptar ser docente o morirme de hambre./p
p class="MsoNormal"El primero de septiembre, tal como había hecho años atrás, me presenté en Hogwarts, recibiendo mi antigua oficina y dormitorio por parte de Minerva. Ella actuaba con tanta naturalidad que daba la impresión de que no hubiese ocurrido gran cosa en el pasado. Los demás docentes, por el contrario, no paraban de señalar lo joven que me veía y lo buen chico que había sido en la guerra. Malditos hipócritas, como si no supiera que aún murmuraban "mortifago" cada que podían./p
p class="MsoNormal"Por la noche, vi llegar a los estudiantes antiguos, seguidos de los aterrorizados primíparos. No tuve la emoción de antaño cuando alrededor de veinte mocosos se unieron a la mesa Slytherin; de todos modos, yo ya no era el jefe de la casa, sino Slughorn. En cuanto la ceremonia de selección terminó, Minerva se levantó y el silencio reinó en el gran comedor./p
p class="MsoNormal"-Bienvenidos a un año más en Hogwarts. Antes de iniciar con el banquete, es mi deber presentar al nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras -hizo una pausa lo suficientemente incómoda como para obligarme a levantar del asiento -: Severus Snape./p
p class="MsoNormal"De inmediato comenzaron los murmullos en todo el recinto. Los estudiantes se codeaban unos a otros y cuchicheaban entre sí de forma poco discreta. Cientos de ojos se posaron en mí, escrutadores, anonadados e incluso incrédulos./p
p class="MsoNormal"- ¿Snape?/p
p class="MsoNormal"- ¿Ese Snape?/p
p class="MsoNormal"- Mi padre dijo que había estirado la pata./p
p class="MsoNormal"- ¿No era más viejo?/p
p class="MsoNormal"Volví a tomar asiento, sintiéndome fastidiado por el exceso de atención. Ahora tenía decenas de pubertos analizando si era un zombie o un fantasma./p
p class="MsoNormal"-Como muchos sabrán, el profesor Snape ya había formado parte de nuestra planta docente y por cuestiones de salud no había podido retomar sus funciones. Espero que todos tengamos la mejor disposición y lo hagamos sentir bienvenido -Minerva continuó ignorando los cuchicheos estudiantiles-. Ahora, demos inicio al banquete./p
p class="MsoNormal"Me serví de lo que tenía más cerca sólo por tener algo que hacer mientras los demás comían animadamente. Esta vez las miradas no se sentían agradables. Sin duda, la mayoría de los chicos habrían oído historias y eso podía ser contraproducente si trataban de verme como un amable hombre protector de imbéciles. Decidí que tenía que arrojarles mi típica mirada de odio a todos de una vez por todas y levanté los ojos hacia cada una de las mesas, recorriendo el rostro de cada estudiante hasta hacerlos bajar la mirada. La última mesa fue la de Hufflepuff, en donde pude silenciar a casi todo el mundo hasta que llegué a ella. No tenía idea de quién era, pero sus ojos celestes se clavaron en los míos casi irrespetuosamente, con una intensidad intrusiva. Cuando pude romper el contacto visual, pude ver el resto de sus facciones: tenía el cabello castaño claro, un poco ondulado y la piel pálida, con un rostro delgado de altos pómulos. Ella misma optó por ignorarme en cuanto un pelirrojo, cuyo origen parecía sospechosamente Weasley, se inclinó a susurrarle algo. La chica se rio y sacudió la cabeza antes de comenzar a servirse la cena. Aparté mis ojos de la muchacha para apaciguar mis latidos cardiacos. ¿Qué había sido eso?/p
p class="MsoNormal"LENA/p
p class="MsoNormal"Había comenzado un estallido de murmullos en cuanto la profesora McGonagall presentó al nuevo docente de DCAO. Incluso Ben, cuya condición de prefecto le hacia mantener la compostura normalmente, empezó a estirar el cuello para ver mejor al pobre desdichado victima de atención excesiva. Sólo dejó de hacerlo cuando Collette tiró de su túnica para que se sentara./p
p class="MsoNormal"- ¿Puedes decirnos qué sucede con el tal Snake? -dijo Collette intrigada./p
p class="MsoNormal"-Snape -la corregí./p
p class="MsoNormal"-Como sea./p
p class="MsoNormal"Ben nos miró como si hubiésemos perdido la cabeza./p
p class="MsoNormal"- ¡Snape! ¿El Snape de la guerra? ¿El agente doble? -habló como si fuera lo más obvio del mundo./p
p class="MsoNormal"Collette y yo nos miramos, desconcertadas./p
p class="MsoNormal"-Ben, yo soy nacida muggle -dije poniendo los ojos en blanco./p
p class="MsoNormal"-Mis padres son medio Hippies. Nada de historias de guerra. Todo amor y paz -Collette se encogió de hombros./p
p class="MsoNormal"Ben suspiró resignado. Nos explicó rápidamente que el susodicho profesor Snape había sido un doble agente entre la orden del fénix y Quien no debe ser nombrado. Que el tipo había estado todo el tiempo ayudando a los buenos y que incluso se decía que con su ayuda Harry Potter pudo llegar a derrotar al señor tenebroso./p
p class="MsoNormal"-Se ve más joven de lo que se supone -añadió Ben -. Tiene el cabello corto… se supone que lo llevaba largo, dice George./p
p class="MsoNormal"-Qué más da -dije./p
p class="MsoNormal"Ahora sí estaba interesada en observarlo mejor. Antes no me había parecido que mereciera la pena tanto alboroto y ni siquiera había reparado en cómo se veía el tal Snape. En medio de mi escrutinio, pude notar que su nariz era grande y un poco ganchuda, además de su cabello negro como la noche, que estaba lo suficientemente corto como para denotar que había estado siendo cortado casi al rape. Al fin nuestras miradas se encontraron y pude sentir cómo mis tripas se fueron de paseo en escoba. Sus ojos eran de un negro absoluto, vacío, casi carentes de emociones, increíblemente intensos y analíticos. Mi corazón comenzó a retumbar en mi pecho, pero me obligué a mantener la mirada firme./p
p class="MsoNormal"-Parece que necesita un mate con Walburg -susurró Ben en mi oído./p
p class="MsoNormal"Debo admitir que utilicé a Ben como excusa para apartar mis ojos de los suyos. Me reí con el comentario, fingiendo que no había pasado nada hacía unos segundos y me dediqué a comer como si nunca hubiese visto un plato de comida antes./p
p class="MsoNormal"Sí. Al final terminé por aceptar el puesto de maestro de defensa contra las artes oscuras. Más por necesidad de conseguir recursos para sobrevivir que por deseo de volver al castillo. El resultado de seis años de hospitalización en estado patata es nada más y nada menos que una cuenta gigantesca que pagar, en la que se fue casi todo lo que tenía ahorrado en Gringotts. Potter se ofreció a pagar y yo, el orgullo hecho estampa, me negué rotundamente, no sin antes mandar al infierno al muchacho y su fortuna. Por lo tanto, me quedó lo suficiente para restaurar los daños que el abandono había hecho en mi casa y para sobrevivir un par de meses. Así que, aceptar ser docente o morirme de hambre./p
p class="MsoNormal"El primero de septiembre, tal como había hecho años atrás, me presenté en Hogwarts, recibiendo mi antigua oficina y dormitorio por parte de Minerva. Ella actuaba con tanta naturalidad que daba la impresión de que no hubiese ocurrido gran cosa en el pasado. Los demás docentes, por el contrario, no paraban de señalar lo joven que me veía y lo buen chico que había sido en la guerra. Malditos hipócritas, como si no supiera que aún murmuraban "mortifago" cada que podían./p
p class="MsoNormal"Por la noche, vi llegar a los estudiantes antiguos, seguidos de los aterrorizados primíparos. No tuve la emoción de antaño cuando alrededor de veinte mocosos se unieron a la mesa Slytherin; de todos modos, yo ya no era el jefe de la casa, sino Slughorn. En cuanto la ceremonia de selección terminó, Minerva se levantó y el silencio reinó en el gran comedor./p
p class="MsoNormal"-Bienvenidos a un año más en Hogwarts. Antes de iniciar con el banquete, es mi deber presentar al nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras -hizo una pausa lo suficientemente incómoda como para obligarme a levantar del asiento -: Severus Snape./p
p class="MsoNormal"De inmediato comenzaron los murmullos en todo el recinto. Los estudiantes se codeaban unos a otros y cuchicheaban entre sí de forma poco discreta. Cientos de ojos se posaron en mí, escrutadores, anonadados e incluso incrédulos./p
p class="MsoNormal"- ¿Snape?/p
p class="MsoNormal"- ¿Ese Snape?/p
p class="MsoNormal"- Mi padre dijo que había estirado la pata./p
p class="MsoNormal"- ¿No era más viejo?/p
p class="MsoNormal"Volví a tomar asiento, sintiéndome fastidiado por el exceso de atención. Ahora tenía decenas de pubertos analizando si era un zombie o un fantasma./p
p class="MsoNormal"-Como muchos sabrán, el profesor Snape ya había formado parte de nuestra planta docente y por cuestiones de salud no había podido retomar sus funciones. Espero que todos tengamos la mejor disposición y lo hagamos sentir bienvenido -Minerva continuó ignorando los cuchicheos estudiantiles-. Ahora, demos inicio al banquete./p
p class="MsoNormal"Me serví de lo que tenía más cerca sólo por tener algo que hacer mientras los demás comían animadamente. Esta vez las miradas no se sentían agradables. Sin duda, la mayoría de los chicos habrían oído historias y eso podía ser contraproducente si trataban de verme como un amable hombre protector de imbéciles. Decidí que tenía que arrojarles mi típica mirada de odio a todos de una vez por todas y levanté los ojos hacia cada una de las mesas, recorriendo el rostro de cada estudiante hasta hacerlos bajar la mirada. La última mesa fue la de Hufflepuff, en donde pude silenciar a casi todo el mundo hasta que llegué a ella. No tenía idea de quién era, pero sus ojos celestes se clavaron en los míos casi irrespetuosamente, con una intensidad intrusiva. Cuando pude romper el contacto visual, pude ver el resto de sus facciones: tenía el cabello castaño claro, un poco ondulado y la piel pálida, con un rostro delgado de altos pómulos. Ella misma optó por ignorarme en cuanto un pelirrojo, cuyo origen parecía sospechosamente Weasley, se inclinó a susurrarle algo. La chica se rio y sacudió la cabeza antes de comenzar a servirse la cena. Aparté mis ojos de la muchacha para apaciguar mis latidos cardiacos. ¿Qué había sido eso?/p
p class="MsoNormal"LENA/p
p class="MsoNormal"Había comenzado un estallido de murmullos en cuanto la profesora McGonagall presentó al nuevo docente de DCAO. Incluso Ben, cuya condición de prefecto le hacia mantener la compostura normalmente, empezó a estirar el cuello para ver mejor al pobre desdichado victima de atención excesiva. Sólo dejó de hacerlo cuando Collette tiró de su túnica para que se sentara./p
p class="MsoNormal"- ¿Puedes decirnos qué sucede con el tal Snake? -dijo Collette intrigada./p
p class="MsoNormal"-Snape -la corregí./p
p class="MsoNormal"-Como sea./p
p class="MsoNormal"Ben nos miró como si hubiésemos perdido la cabeza./p
p class="MsoNormal"- ¡Snape! ¿El Snape de la guerra? ¿El agente doble? -habló como si fuera lo más obvio del mundo./p
p class="MsoNormal"Collette y yo nos miramos, desconcertadas./p
p class="MsoNormal"-Ben, yo soy nacida muggle -dije poniendo los ojos en blanco./p
p class="MsoNormal"-Mis padres son medio Hippies. Nada de historias de guerra. Todo amor y paz -Collette se encogió de hombros./p
p class="MsoNormal"Ben suspiró resignado. Nos explicó rápidamente que el susodicho profesor Snape había sido un doble agente entre la orden del fénix y Quien no debe ser nombrado. Que el tipo había estado todo el tiempo ayudando a los buenos y que incluso se decía que con su ayuda Harry Potter pudo llegar a derrotar al señor tenebroso./p
p class="MsoNormal"-Se ve más joven de lo que se supone -añadió Ben -. Tiene el cabello corto… se supone que lo llevaba largo, dice George./p
p class="MsoNormal"-Qué más da -dije./p
p class="MsoNormal"Ahora sí estaba interesada en observarlo mejor. Antes no me había parecido que mereciera la pena tanto alboroto y ni siquiera había reparado en cómo se veía el tal Snape. En medio de mi escrutinio, pude notar que su nariz era grande y un poco ganchuda, además de su cabello negro como la noche, que estaba lo suficientemente corto como para denotar que había estado siendo cortado casi al rape. Al fin nuestras miradas se encontraron y pude sentir cómo mis tripas se fueron de paseo en escoba. Sus ojos eran de un negro absoluto, vacío, casi carentes de emociones, increíblemente intensos y analíticos. Mi corazón comenzó a retumbar en mi pecho, pero me obligué a mantener la mirada firme./p
p class="MsoNormal"-Parece que necesita un mate con Walburg -susurró Ben en mi oído./p
p class="MsoNormal"Debo admitir que utilicé a Ben como excusa para apartar mis ojos de los suyos. Me reí con el comentario, fingiendo que no había pasado nada hacía unos segundos y me dediqué a comer como si nunca hubiese visto un plato de comida antes./p
