Un fanfic de Naruto Shippuden
Nombre: "Olvídame"
Y ahí estaba ella; Sakura Haruno estaba como invitada y dama de honor de Hinata Hyuga en la boda que todo el mundo ninja había esperado durante años, o la boda del siglo como la mayoría la llamaba. La heredera del clan Hyuga estaba más que hermosa, ese bello vestido blanco realzaba aún más su belleza y era notorio su nerviosismo, al fin uniría su vida con el chico a quien tanto había amado en secreto.
Sakura lucía un vestido elegante rosa que combinaba con su cabello, se lo había dejado crecer y ahora éste le llegaba un poco más abajo de sus hombros; tal vez para todo el mundo era un día especial por los novios, pero para Sakura, muy en el fondo, había deseado que tal día nunca llegara, si le resultaba difícil ver a Naruto ser el novio de Hinata, ahora como esposos le resultaba insoportable, además que, justo ese mismo día era su cumpleaños, pero obviamente nadie lo recordaba; la boda del siglo era mucho más importante que ello.
Sakura quizá sería una excelente actriz si no trabajara como ninja médico; estar ahí durante horas ese día, escuchar las palabras del sacerdote que les hacía a los novios si se aceptaban ahora como esposos, el tener que mostrar ante todos la más "honesta" de las sonrisas mientras ella veía al chico rubio besar a Hinata y después dedicarles unas "sinceras" palabras de felicitaciones y bendiciones en el brindis; seguramente si todo eso fuera una película, la haría merecedora de un premio.
Pero aun así, la chica pelirrosa no era de acero, y en un momento donde su dolor y llanto le ganaron, la gente lo interpretaba como llantos de felicidad hacia la pareja, hasta en eso era buena actriz; ni siquiera podía permitir ahogar sus penas en alcohol como solía hacerlo su maestra Tsunade; pasadas las horas y después de mucho fingir ante todos, se despidió con el pretexto de que mañana tendría un día muy ocupado en el hospital, pero antes de que pudiera dar media vuelta, Naruto la detuvo y le dio una pequeña caja con un listón rojo.
-Esto es para ti, Sakura, si quieres ábrelo al llegar a casa, y por cierto… feliz cumpleaños.
Sakura hizo un esfuerzo sobrehumano para no rodearlo en sus brazos y romper a llorar, agradeció el gesto y se retiró; ella ya no vivía en casa de sus padres, había conseguido un pequeño departamento propio que estaba cerca del hospital, mientras caminaba por las iluminadas calles de la ciudad, ya que ya era de noche, Sakura cantaba en voz baja mientras intentaba con todas sus fuerzas no comenzar a llorar otra vez.
-Feliz cumpleaños a mí, feliz cumpleaños a mí…
Tal vez el haber vuelto a Konoha había sido un error, quizá debió iniciar su vida en otro lugar diferente, un lugar muy lejos de todos, donde nadie la conociera y pudiera empezar desde cero, y quizá lo consideró antes de regresar a la ciudad, pero sabía que el haber hecho eso significaría no volver a ver a Naruto y eso habría sido peor para ella; claro que en ese entonces aún esperaba enmendar sus errores con Naruto y empezar una relación con él, pero ahora esa vida deseada era sólo un tonto sueño que jamás se haría realidad y la culpable por ello era ella misma y su ceguedad de tantos años con Sasuke, bien dice el dicho que no hay peor ciego que el que no quiere ver, y en su caso ahora lo estaba pagando en la más completa soledad.
Al fin, en la seguridad y privacidad de su hogar, pudo soltar su tristeza; y aunque recibió felicitaciones de unas cuantas personas, como sus padres, sin duda estaba teniendo el peor cumpleaños de su vida; y el único consuelo que recibía era el de abrazar su almohada y dejar salir su llanto.
Tras cerca de 15 minutos de lágrimas y lamentaciones, Sakura escuchó que llamaban a la puerta, lo cual se le hizo muy extraño ya que no esperaba ninguna visita; volvieron a llamar con cierta insistencia y entonces secó sus lágrimas y abrió la puerta, pero al ver quién era la persona al otro lado sentía que estaba soñando una pesadilla… era Sasuke Uchiha, quien llevaba ya dos años a quien o veía desde que lo abandonó tras saber sus aventuras con otras chicas.
La tensión y el silencio en el ambiente eran grandes, Sakura quería soltar un enorme grito de furia, pero eso implicaría atraer la atención de los vecinos y no quería armar tal escándalo, así que, contra su voluntad, sólo se limitó a cerrar sus puños y contener su rabia lo mejor que pudiera
Hace dos años y un día que vivo sin él
Hace dos años y un día que no lo he vuelto a ver
Y aunque no he sido feliz, aprendí a vivir sin "su amor"
Pero al ir olvidando, de pronto una noche volvió
-¿Qué rayos estás haciendo aquí? ¿Cómo supiste en dónde vivo ahora?
Sasuke no estaba sorprendido por ver a Sakura tan furiosa con él, pero sí le sorprendió verla con los ojos rojos y su maquillaje semi corrido por las lágrimas.
-Me da gusto verte de nuevo, Sakura
Sakura no sólo estaba teniendo el peor cumpleaños, sino ahora también era el peor día de su vida; el hombre a quien amaba se había casado en el día de su cumpleaños y ahora tenía frente a ella a aquel a quien jamás quería ni esperaba volver a ver, y todavía le hablaba con tanta confianza, cada vez le resultaba difícil tener suficiente autocontrol para lanzar sus golpes hacia él.
-Te lo diré de nuevo Sasuke Uchiha… ¿qué rayos vienes a hacer aquí?
-Supe sobre la boda de Naruto e Hinata y no me la quise perder, después de todo, Naruto es como un hermano para mí y vine a felicitarlo.
-Pues te equivocaste de sitio, Uchiha; la boda es en otra parte, tal vez si te largas de aquí y te apresuras aún alcances a verlo; ahora ¡Fuera de mi casa! ¡No eres bienvenido aquí!
-¿Quién es?
-Soy yo
-¿Qué vienes a buscar?
-A ti
-Ya es tarde
-¿Por qué?
-Porque ahora soy yo la que quiere estar sin ti
-Bueno, la verdad es que también he venido para verte
-¡Pues yo no! ¿Qué acaso no tienes a más chicas inocentes a quien engañar y embarazar? ¿Acaso piensas que yo seré otro eslabón más en tu cadena de amoríos?
-Por favor, Sakura; déjame hablar y explicarte todo
-¡Ya es muy tarde, Uchiha! Si crees que sigo siendo la misma niña estúpida de antes que se moría por ti, pues te equivocas; para mí es como si ya estuvieras muerto, ¡Ahora lárgate y no vuelvas nunca! ¡Jamás quiero volver a verte en mi vida!
-Entiendo que sientas tanto rencor hacia mí, Sakura, pero…
-¡RENCOR!
Era obvio que con cada minuto que pasaba, a Sakura le resultaba ya imposible oprimir sus malos sentimientos
-¿Crees que lo único que siento por ti es sólo rencor? Se nota que nunca me conociste muy bien, Uchiha. No sé siquiera si la palabra Odio, defina a la perfección lo que me haces sentir ahora; te lo volveré a decir, ¡Lárgate de mi casa y olvídate de mí, así como yo he aprendido a hacerlo desde que me aparté de tu lado, VETE!
Por eso vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa y pega la vuelta
-Jamás te pude comprender
Vete, olvida mis ojos, mis manos, mis labios, que no te desean
-Estás mintiendo, ya lo sé
¡Vete!, olvida que existo, que me conociste,
Y no te sorprendas, olvida de todo que tú para eso, tienes experiencia
Sasuke no tenía nada a su favor para objetar; no culpaba a la chica en absoluto que lo despreciara; pero, aun así, conservaba la ligera esperanza de que ella le permitiera reivindicarse. Tras todo este tiempo de no haberla tenido a su lado, la soledad y la culpa carcomieron su conciencia y tan sólo los recuerdos del pasado lo empeoraban todo; intuía que Sakura había vuelto a la aldea de la hoja y tuvo razón, pero ahora al ver en ella ese odio total hacia él le hizo recordar las tantas veces que seguramente él la miró así antes. Como decía otro viejo adagio: "Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo ve perdido".
En busca de emociones un día marché
De un mundo de sensaciones que no encontré
Y al descubrir que era todo, una gran fantasía, volví
Porque entendí que quería las cosas que viven en ti
Sakura no sabía por cuánto tiempo más podría guardar la compostura, si esto seguía así otro par de minutos más, seguramente acabaría destrozando su hogar y poco le importaría ya el alterar la tranquilidad de los demás residentes del edificio.
-¿Qué acaso no me escuchaste? ¡Márchate! ¡Desaparece de mi vida y déjame en paz para siempre!
-¡Adiós!
-¡Ayúdame!
-No hay nada más que hablar
-Piensa en mí
-¡Adiós!
-¿Por qué?
-Porque ahora soy yo la que quiere estar sin ti
No había caso, no había oportunidad, no había esperanza absoluta para Sasuke; bien podía él morir o desaparecer del planeta en cualquier momento y a ella nada de eso le importaría; así que, con los ánimos y el corazón destrozados, no dio nada más, dio la media vuelta y se fue.
Sakura poco estuvo de cerrar la puerta bruscamente, pero logró contenerse y la cerró sin más.
Al hallarse de nuevo sola, sus piernas le temblaron y cayó mientras de nuevo lloraba con una mezcla de rabia, tristeza y soledad como no había experimentado en mucho tiempo; al alzar la vista, vio sobre la mesa el pequeño regalo que Naruto le había dado, se levantó y lo abrió. Era un broche de pelo en forma de flor de cerezo, algo pequeño pero elegante; en la caja había una pequeña nota:
-¡Muchas felicidades, Sakura! Disculpa que la boda haya acaparado tu día especial, pero no creas que por ello lo había olvidado; sé que esto no lo compensa del todo, pero espero que te guste este pequeño pero sincero presente. Sé que te has dejado crecer el cabello, pero creo que el pelo recogido se te ve mejor.
Sabes que para mí, siempre serás una persona muy especial y que siempre podrás contar con mi ayuda; ¡Feliz cumpleaños! Cuídate y que cumplas muchos más, un fuerte abrazo y muchas bendiciones, ¡de veras!.
Naruto.
Un cálido sentimiento inundó el corazón de la chica mientras tomaba el broche y la hoja de papel y los acercaba a su corazón; tal vez al final no tendría el peor cumpleaños, y además, otro pensamiento vino a su mente y, extrañamente, también en cierta forma la reconfortó.
-Ahora al menos sé bien, que ya no soy la única en conocer el dolor que se siente que la persona que más amas, nunca corresponderá a tus sentimientos, ¿o acaso me equivoco, Sasuke Uchiha?
Todo eso lo dijo mientras besaba el papel y el broche.
Por eso vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa y pega la vuelta
-Jamás te pude comprender
Vete, olvida mis ojos, mis manos, mis labios, que no te desean
-Estás mintiendo, ya lo sé
¡Vete!, olvida que existo, que me conociste,
Y no te sorprendas, olvida de todo que tú para eso, tienes experiencia
Hola de nuevo a todos; de nuevo aquí estoy con otra historia que se me ocurrió desde hace tiempo, pero que hasta ahora pude escribir. Una disculpa por la tardanza; en esta ocasión usé una famosa canción del dueto Pimpinela, llamada: ¡Olvídame y pega la vuelta! En un inicio, pensé llamar así a este episodio, pero pensé que sería muy obvio, así que lo acorté.
Tengo en mente otro fanfic de Naruto distinto a este, pero creo que será más extenso y por tanto, me tardaré más para escribirlo; mientras tanto, les invito si gustan a leer otras de mis historias; recientemente he escrito uno sobre el anime My hero academia llamado: Salud, dinero y amor… ¿y suerte?; ya llevo 12 capítulos en él.
Espero que les guste el episodio, y dejen un comentario si gustan, buen día a todos.
