Renuncia de derechos, los personajes que aparezcan aquí les pertenecen a sus respectivos dueños y autores.

Un nuevo día comenzaba en la metrópoli del este y con ello la gente de aquella ciudad se levantaba de su cama con la ilusión y la alegría intrínseca que suponía el amanecer de una nueva jornada.

Los pájaros cantaban alegremente desde sus nidos, daban de comer a sus crías al igual que otros animales, para ellos un monótono día comenzaba pero para cierta pareja aquel día suponía el tercero de su gran aventura.

Monte Paoz.

Una casa de arquitectura tradicional china se alzaba en todo su esplendor sobre un vasto páramo alejado de toda civilización humana.

En en interior un pelinegro de cabello alborotado estaba durmiendo mansamente hasta que sintió que su cuerpo reclamaba actividad, abre los ojos frotándolos levemente, se levanta de un salto y comienza a hacer estiramientos.

"Quedan nueve meses para el torneo donde me enfrentaré al hijo de piccolo, debo seguir entrenando y superar mis límites" -aquellos pensamientos llenos de determinación no pertenecían a otra persona más que Son Goku.

Termina de hacer sus estiramiento y comienza dar una serie de golpes y patadas al aire, en el intento de despertar a sus músculos; cuando se sintió satisfecho, abrió las puertas de su choza recibiendo la luz solar y extendió sus brazos alegremente.

-Iré a desayunar y luego le haré una pequeña visita jiji -habló Goku frotándose las manos mientras comenzaba a correr en busca de su primera comida.

Comienza a correr hasta que se adentra en el bosque, saca su báculo sagrado de la espalda al olisquear a varios lobos alrededor de él, retrocede cuando los cánidos aparecen frente a él hasta que de un golpe acaba con tres de ellos y el resto se escapa.

-Hoy comeré bastante -señaló Goku tocando su vientre mientras tomaba a los lobos e iba a preparar una fogata.

[...]

Mientras tanto, en una habitación situada en el inmueble de la mayor empresa del mundo, una bella muchacha de cabello azul se estaba levantando tras escuchar el constante pitido de su despertador.

RingRing.Flush.

Lo apaga y arruga la frente al recibir los rayos solares sobre sus facciones, cierra la persiana de su cuarto y se deshace de las sábana que antes cubrían su cuerpo.

-Hummm *bostezo* tengo bastante sueño, pero debo seguir yendo a la universidad hasta que por lo menos se cumpla el tercer mes de embarazo, luego presentaré mi renuncia -con un deje de cansancio Bulma pronunció aquellas palabras mientras se levantaba de su cama.

Comienza a estirar sus músculos de manera anormal y emite un largo bostezo, se frota los ojos mientras camina al baño, entra y se mira al espejo viendo que por debajo de las zonas oculares permanecían leves arrugas.

"Un buen retoque de maquillaje y quedará como nuevo" -inquirió la ojiazul con una sonrisa viéndose en el espejo.

Se saca la bata que llevaba quedándose completamente desnuda, da unos pasos caminando hacia la bañera, comienza a silbar una melodía esperanzó a que se llenase el recipiente.

Cuando sucedió aquello, se sumergió lentamente soltando un gemido al sentir el agua fría sobre su cuerpo, coge un poco de gel y comienza a frotarse el cuerpo tarareando mientras andaba pensando.

-Me alegro de que Goku esté a mi lado en todo este asunto, aunque se me hace gracioso imaginarle cambiando pañales jiji -rió Bulma mientras se hacía la imagen del pelinegro cambiando unos pañales.-nunca pensé que llegaríamos a esto, hace años sólo le veía como a un hermanito pero ahora va a ser el padre de mi primer hijo, pero yo no le amo... quizás le quiera como a un amigo mas no como mi novio, además a él no le preocupan estas cosas, él sólo piensa en comer y entrenar, admiro el esfuerzo que está haciendo con todo esto -añadió la peliazul con una sonrisa.

Al término de su aseo salió de la bañera con el cuerpo obviamente humedecido, coge dos toallas, una la enrolla alrededor de su cuerpo y la otra en su cabello.

Se mira al espejo con una sonrisa y aprovechando que la superficie de dicho espejo estaba empapada, dibujó un corazón y salió del baño, encontrándose con una sorpresa.

-Hey Bulma, ¿qué tal estás? -preguntó Goku sentando sobre la cama de la ojiazul sonriendo como de costumbre, pero en vez de contestarle, Bulma bajó la mirada mientras su rostro comenzaba a enrojecerse y una vena destacaba en su cabeza.

-GOKU, ¿¡QUE ESTÁS HACIENDO AQUÍ!? -gritó Bulma completamente roja de furia y el pelo negro tragó saliva rogando por su vida.

Minutos después.

Bulma estaba vestida con el uniforme de su escuela. Estaba mirándose al espejo mientras se aplicaba una loción de maquillaje en los pómulos y se pintaba sus sedosos abios con un pintalabios carmesí.

Por otro lado el pelinegro estaba sentado en una esquina del cuarto abrazando sus rodillas, varios bultos destacaban en su cabeza así como manchas de sangre estaban impregnadas en su rostro.

-Ahora bien, ¿qué venías a buscar mientras salía del baño? -preguntó Bulma ya habiendo acabado con su actividad, mientras estaba situada a unos centímetros de Goku, quien miraba con temor a su amiga.

-T-ta-tan sólo venía para acompañarte a la e-escu-cuela -respondió el azabache señalando la ventana donde estaba su nube voladora flotando.-tu padre me dijo que lo hiciera en el tiempo en que siguieses yendo a la escuela.

Claro, pasaron dos días desde que Bulma recibió la noticia de su embarazo y se había tomado un breve descanso con respecto a la universidad argumentando que "estaba enferma".

En esos días había recibido la visitas de Goku, jugaban , charlaban y comían como de costumbre, hablando rara vez acerca de su futuro.

Bulma se masajeó la frente mientras entrecerraba sus ojos, después de todo ella no era una mujer débil y sabía apañárselas por sí misma, pero supondría una ventaja y una comodidad indiscutible que viajase con Goku.

-Está bien, pero antes tengo que desayunar, ¿has desayunado algo? -preguntó Bulma sonriente.-"aunque de todas maneras él no se negará a un plato de comida, qué pregunta más tonta acabo de hacerle" -pensó ella.

-He cazado unos lobos esta mañana antes de salir de casa, estaban bastante deliciosos jiji -aseveró el pelinegro mientras se palmeaba ligeramente el estómago.

Bulma le miró con una gota de sudor en la nuca, su amigo en verdad seguía comiendo lo mismo que la primera vez que se conocieron a pesar de que ella le recomendó alimentarse de manera más saludable.

-¿Supongo que sigues teniendo más hambre verdad? -cuestionó ella con tono resignado y el muchacho asintió enérgicamente.-okey... comamos un poco ¿si?

Más tarde.

Decenas y decenas de platos se acumulaba en la mesa del comedor y parecía que seguirían acumulándose.

El estómago de Goku parecía tener un agujero negro porque comer de esa manera y más encima siendo humano resultaba prácticamente irracional, a menos que su metabolismo sea inhumanamente acelerado.

Bulma apenas había comido dos yogures de fresa y un bollo de chocolate, pero sin embargo, el pelo negro ya iba por su plato veinticinco; los cocineros, al igual que ella, veían la escena con una gota de sudor en la nuca.

-Ahh *suspiro* después de esta pequeña comida me siento con muchas energías ¿y tu? -al instante el muchacho se voltea hacia Bulma y ve que ella asintió con una gota de sudor.-¿nos vamos? -preguntó Goku.

Bulma asintió tomando su mochila, la abre comprobando si tiene todo lo necesario, la cierra herméticamente y se la pone en la espalda, antes de enseñarle el pulgar a Goku.

Ambos caminan en silencio hasta la salida principal, pero antes se despidieron del doctor Briefs ya que era el único despierto, salieron de casa y se pararon en la calle.

-¿Estás lista? -preguntó Goku con una sonrisa mientras le extendía su mano derecha.

-¿A qué te refieres? -preguntó Bulma arqueando una ceja confusamente y antes de que pudiera reaccionar el pelinegro la tomó en sus brazos.

-NUBE VOLADORA -ante el fuerte grito de Goku una nube amarillenta apareció flotando mágicamente en el aire, sin precio aviso Goku saltó sobre ella y voló sobre la ciudad.

Bulma permanecía aferrada al pecho de Goku mientras clavaba sus uñas en el gi anaranjado del joven, estaba con los ojos cerrados negándose a ver la realidad.

-Bulma, creo que me estás haciendo daño -añadió el muchacho con una sonrisa y la ojiazul dejó de aferrarse completamente ruborizada, manteniendo todavía los ojos cerrados.

-¿Por qué no me avisaste primero? -preguntó la peliazul en tono de queja y Goku de encogió de hombros.-está bien, abriré los ojos a la de una.. dos... y tres -abrió sus ojos viendo que estaban sobrevolando la ciudad y no pudo evitar sentirse emocionada ante aquel acto.

Descargas de pura adrenalina surcaban su torrente sanguíneo, inconscientemente una sonrisa atestada de emoción se impregnó en sus labios y cerró los ojos relajadamente, imaginándose en un mágico paisaje.

-Tu... ¿solías viajar así la mayor parte del tiempo? -preguntó Bulma mirando fijamente al ojinegro.

-Sí, es la manera más rápida para viajar y además me siento cómodo en mi nube voladora jijiji -contestó el ojinegro con una sonrisa incrustada en sus labios.

La brisa generada por la velocidad a la que viajaban golpeaba suavemente sus facciones moviendo en un movimiento rítmico y melodioso sus cabellos celeste y oscuro respectivamente.

-Es la primera vez que viajo de esta manera -propaló la ojiazul disfrutando del aire sobre su rostro.-crea en mí... una sensación que no puedo describir con palabras -añadió llevándose la mano izquierda al pecho.

-Te entiendo, yo me sentí así cuando el maestro roshi me entregó a kintōun y me subí en ella por primera vez -reveló el azabache y la ojiazul asintió recordando aquel momento con una sonrisa nostálgica.

Aquel día se encontraron a la tortuga del viejo kame'sennin en medio de su travesía y cuando le regresaron a su destino ésta les recompensó trayendo consigo a su dueño que no era otro que roshi.

Luego el maestro les agradeció por haberle devuelto su tortuga y en recompensa le dio al pelinegro una nube voladora y a Bulma le entregó una esfera del dragón, claro, a cambio de "otra cosa".

-Aunque -añadió Goku con tono pensativo, la ojiazul se volteó a verle para escuchar sus palabras.-mientras estaba en el aire, vi que subías tu vestido y le enseñabas algo al maestro roshi, me pregunto qué será -cuestionó él.

Bulma, completamente sobresaltada ante aquellas palabras, dejó su aferramiento hacia Goku y al no tener un corazón "puro" cayó de la nube dirigiéndose estrepitosamente hacia el suelo.

-KYAAAA -Bulma gritó temiendo por su vida, cerró los ojos apunto de impactar gravemente contra el pavimento urbanístico pero por suerte fue tomada en brazos por Goku; volvió a abrir los ojos y cuando lo hizo, notó que estaban de nuevo en el aire.

-¿Te encuentras bien?-preguntó el ojinegro con una mirada de preocupación y Bulma asintió recuperando el trago.-no te sueltes de mí, parece que tu corazón todavía sigue siendo impuro -agregó con una gota de sudor.

-¿QUÉ COSAS ESTÁS DICIENDO? -vociferó Bulma con una gran vena de enojo en la frente, dejando incluso a la nube con una gota de sudor.-yo soy más pura que tú -dijo inflando el pecho con orgullo.

-Jajaja sí, lo que tú digas -profirió Goku sonriendo burlescamente hasta que recibió una mirada amenazante por parte de su mejor amiga.-okey me rindo... eres más pura que yo -dijo levantando las manos en gesto de rendición, ignorando por completo había soltado a Bulma y que por tanto se había caído de la nube.-uppss

-KYAAAA -nuevamente la muchacha de cabello celeste gritó en estado de pánico y de nuevo Goku llegó a tiempo para evitar un mal mayor.-Goku... -pronunció con veneno mientras un aura siniestra comenzaba a cubrirla.

-PERDÓNPERDÓNPERDÓN -Goku comenzó a rogar por su vida mientras gotas de sudor bajaban por su espalda, pero para su sorpresa, la ojiazul rodó sus ojos y bufó con molestia, mirando a Goku con una sonrisa diabólica.

-Esta tarde te quedarás sin pasteles ni comida -sentenció Bulma y al instante, el rostro de Goku adoptó un color violeta generando una carcajada en la ojiazul.-no te asustes era una broma, pensaba en que podríamos ir a un restaurante y todo eso, ya sabes -farfulló sonriendo.

-Genial, quiero comer AHORAHORAHORA -comenzó a decir Goku entusiasmado, hasta que una mirada iracunda de Bulma le hizo callar.-entiendo, voy a esperar hasta que salgas de clase, ¿vas a tardar? -preguntó Goku.

Al término de aquella pregunta, ya habían aterrizado en la parte trasera de la universidad, ambos bajaron y comenzaron a caminar en dirección a la entrada principal, donde habían algunos alumnos reunidos.

-Meh, unas seis horas ¿vendrás a buscarme verdad? -quiso saber Bulma mientras le miraba a los ojos.

-Claro y después iremos a comer ¿no?-preguntó Goku tocándose el estómago con una sonrisa y Bulma asintió con una carcajada.

-Goku -él mira al oír la llamada de su amiga.- gracias por apoyarme, en verdad no sé como agradecerte, eres muy importante para mí en estos momentos -dijo Bulma con una sonrisa sincera.

-Recuerda que somos amigos y siempre estaré contigo -inesperadamente Bulma alzó la planta de sus pies y con una delicadeza desaforada rozó la mejilla del pelinegro con sus labios tersos, impregnando sobre su piel un poco del labial carmesí que adornaba sus labios.

-Nos vemos, recuerda, dentro de seis horas -añadió Bulma despidiéndose mientras se volteaba hacia la universidad.-chao -y se fue, reuniéndose con los demás alumnos.

Goku se tocó la mejilla por unos instantes, en el tiempo de su larga amistad Bulma nunca tuvo un gesto como aquel, realmente estaba sorprendido.

-Bueno, es hora de entrenar -corrió hacia la parte trasera, llamó a su nube voladora y salió volando del lugar.

Mientras tanto, Bulma estaba siendo acosada por las múltiples preguntas de su compañeras de clase respecto a Goku, pues habían visto como ella le había besado en la mejilla y les entró la curiosidad.

"Bulma-san, ¿ese chico tan lindo es tu novio?"

"Ara ara Briefs-san tiene buenos gustos"

"Ufufu me pregunto si aceptará tener dos novias"

"Qué chico tan lindo y apuesto"

Comentarios y preguntas llenaban la cabeza de la peliazul, quien sólo se arrepentía de haber besado a Goku frente a sus compañeras.

Horas después.

Bulma caminaba de regreso a su casa después de haber salido de clase, su rostro era de enojo y frustración pues Goku no había venido a buscarla tal y como había prometido esta mañana seguramente le arrancará la cabeza de un golpe cuando vuelva.

El cielo comenzaba a teñirse de naranja dado que el anochecer se acercaba inminentemente.

Por suerte pronto llegó a su casa siendo recibida por sus dos padres, quienes arquearon una ceja al ver el rostro iracundo su hija.

-¿Qué ocurre Bulma? -preguntó su madre con su característica sonrisa pero no recibió respuesta al instante.-¿pelea de novios?-quiso saber.

-¡¡No digas eso mamá, somos amigos!!-Bulma exclamó con el rostro completamente rojo.-es sólo que Goku no vino a buscarme al salir de la universidad, él me lo había prometido -añadió apretando sus puños.

-No te enfades, seguramente le habrá surgido un compromiso y no ha podido acudir -sugirió el doctor.

-He estado esperándole durante tres horas y no ha aparecido -reveló Bulma con con tono de voz seco y áspero.

-Tranquila, ¿qué tal si comes los pasteles que he hecho? -cuestionó su madre sonriendo.

Bulma suspiró intentando relajarse, pero estaba bastante enfadada con su amigo, así que decidió caminar hacia el baño y darse una pequeña ducha, hasta que el timbre sonó, ella al oírlo, supuso que era Goku así que se apresuró para abrir la puerta.

-GOKU ¿¡DONDE DEMONIOS HAS...!? -su grito no llegó a completarse cuando frente a sus ojos se encontró con una escena horrible.

Goku yacía inerte en el suelo, liquido carmesí brotaba de las múltiples heridas presentes en su cuerpo así como su dogi de combate estaba completamente destruido.

Lágrimas comenzaron a surcar las mejillas de la ojiazul, quien negaba constantemente con la cabeza intentando refutar la posible idea de la muerte de Goku.

-Por favor... Respóndeme Goku, no me abandones, por favor te lo pido... aún tenemos mucho que vivir, ¡¡tendremos un hijo!! -Bulma se agachó a su altura y le tocó el cuello, notando que su circulación sanguínea se había detenido, lo que significaba que.-GOKUUUU

Fin del capítulo.

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