Recuerden que cada cap (talvez no todos) contiene escenas lemon, intentare poner una advertencia previa por si el tema les molesta y si no …¡amonos!
Lado AA
Epifanías
Sueño con él, ¿Cómo fue que empezamos con esto? ¿en qué momento comenzamos a escondernos dentro de los hoteles?
En mis sueños intento recordar, estaba enferma, no asistí a mis clases por la fiebre, él como mi "tutor" se preocupó, llego corriendo hasta mi dormitorio, me encontraba sola y ni siquiera había comido, la fiebre no mermaba, veía borroso y estaba continuamente mareada, pero al abrir la puerta y encontrarme con sus ojos preocupados me sentí feliz, creo que ahí me desplome, recobre el sentido en la bañera, tenía puesta la playera deportiva con la que solía dormir y mis pantis, el agua caía fría en mi cara, Sesshomaru me sostenía por la cintura, ni siquiera se había quitado el calzado italiano que llevaba, su magnífico traje sastre estaba empapado, en cuanto recobre el sentido, recargo mi cabeza en su pecho, "me asustaste mucho Rin, debo llevarte al hospital" recuerdo que solo negué con la cabeza y le pedí que me diera unos segundos más, permanecimos abrazados bajo el agua fría de la bañera un buen rato, "ya estas completamente fría, deberías tomar un baño, ¿esta bien si te suelto?" asentí con la cabeza sin poder mirarlo, estaba un poco avergonzada, se separo con cuidado de mí, muy despacio, me contemplo de pies a cabeza, para ese entonces yo estaba consciente del gusto que sentía por él, pero nunca me había atrevido a nada, era un enamoramiento platónico, estaba segura de que nunca dejaría de verme como a una niña, pero en ese momento, en ese preciso momento, pudiera ser que el adormecimiento de mi cerebro me había quitado la barrera del pudor y sencillamente me atreví a mostrarme.
El agua fría naturalmente había resaltado mis pezones y toda la prenda estaba embarrada en mi cuerpo, estoy segura de haber vislumbrado un ligero sonrojo en su rostro, aparto la mirada, "saldré de la bañera e iré a ver qué hace Jaken", "espere un poco, me siento mareada, ¿podría permanecer un rato más aquí? Solo un poco, no quiero resbalar mientras me desvisto" el salió de la bañera y se coloco de espaldas a mí, cerrado la cortina del baño sin voltear a verme, me retire la ropa con cuidado y la deje caer afuera de la bañera, le siguieron los pantis, "bien si me necesitas solo grita y vendré de inmediato"
No volví a llamarlo, me di un baño rápido y al salir corrí a mi habitación, la cama estaba tendida, con sabanas limpias, e incluso un nuevo pijama estaba sobre la cama, tomé ropa interior limpia, sin brasier, estaba más cómoda sin el, Sali al comedor, el señor Jaken estaba ahí, metiendo la ropa mojada a la lavadora
Me tome la libertad de meter de una vez el resto de tus playeras escolares, deberías ser más organizada, seguro lo que traías puesto era la ultima prenda limpia que tenías, pero ya dependerá de ti sacarla, te pedí comida ya no debe tardar en llegar
Gracias
No me agradezcas a mí, el señor Sesshomaru me lo ordeno, dale las gracias a él- como siempre Sesshomaru pensando en todo, no deja un cabo suelto.
Imagine que él ya se habría ido, en cuanto me escucho salir de la ducha, estaba tan empapado como yo, cenar sola me entristecía, esa noche las chicas no llegarían Kaede estaba de guardia, Kagome y Sango por ser fin de semana seguramente lo pasarían con sus novios.
Deje la maleta del señor en tu habitación- escuchar aquello me puso en alerta- Rin cuídate por favor, estábamos muy preocupados, el señor Sesshomaru está muy ocupado como para estar preocupándose por ti y por favor come bien, estas en los huesos, por eso te enfermas tanto.
Los regaños del señor Jaken eran su forma de demostrar afecto, bajé la mirada y asentí
Los medicamentos están en la mesa de la cocina, el numero del doctor ya esta registrado en el celular del señor Sesshomaru y el tuyo, pueden llamarle en cualquier momento y vendrá.
Eso fue todo, se despidió en la puerta, apenas cerré y la puerta del baño se abrió, el señor Sesshomaru salía de ahí, con ropa deportiva, no me miraba, inspeccionaba el lugar.
Si quieres cambiar de departamento deberías decirme, sabes que no hay problema en pagarte algo más grande y solo para ti
Aquí estoy bien, muchas gracias
Acércate
Desde que empecé a vivir con él me di cuenta de su forma golpeada de hablar, pero no me molestaba, jamás había sido grosero, él no invitaba a nada, más bien ordenaba, pero estaba tan agradecida con él que nunca me opuse a nada que pidiera, desde guardar silencio, hasta salir de la habitación, en esta ocasión no sería distinto, caminé hasta estar frente a él.
Tu fiebre disminuyo- dijo tocando mi frente, nos miramos a los ojos por primera vez, lo vi por más de una fracción de segundos, él me sostenía la mirada sin pena, mi corazón latía desbocado
Sonó el timbre y él se apartó, fue a abrir, recibió la comida, coloco la bolsa en la mesa, me apresure a ir por platos, pero un mareo me detuvo, él volvió a acercarse a mí, tomo mi mano y me dirigió a la silla.
No te molestes, podemos comer directo de los envases, ¿te encuentras bien? - asentí con la cabeza- bien, iré por agua y tomaras tu medicamento después de ingerir algo
¿Podemos comer en la sala? Para ver una película
Es tu hogar, tú dime donde quieres comer
Prendí la televisión y puse una película, ni siquiera prestábamos atención, era solo el ruido de fondo, entre bocado y bocado yo hablaba con él, le platicaba lo pesado que habían sido los exámenes, el grupo de estudio en el que estaba, las amistades que tenía, pronto el cansancio comenzó a vencerme, para media tarde estaba exhausta.
Ve a dormir, yo debo hacer algo de trabajo para sobreponer la clase que ya no impartí hoy
Lo siento, por mi culpa ya no asistió a dar sus clases
No tienes que disculparte, con gusto seguiría faltando para cuidarte – al decir eso me sonroje ¿seria real? ¿tanto se preocupaba por mí?
No quiero ir a dormir, aún es temprano
Pero tu cuerpo necesita descansar
Me quedare aquí recostada en el sillón para hacerle compañía
Así pasamos la tarde, curiosamente desde que lo vi parado en mi puerta pude sentir que la enfermedad se iba muy lentamente, por ratos me quedaba dormida, lo escuchaba hablar por teléfono, lo vi escribir en su laptop, a las once de la noche se acerco a mí, estaba soñolienta, me encamino a la cama, me arropo y justo antes de salir le dije lo mucho que valoraba sus cuidados.
A la mañana siguiente me despertó antes de que mis compañeras llegaran, me obligo a desayunar con él y a tomar la medicina, en la puerta a punto de despedirse, recuerdo haberlo abrazado, impregnándome de su aroma, él ya vestía de traje y lucia bastante pulcro. Admire su espalda al dirigirse a la salida, "me gustas, realmente me gustas", pensé, a partir de ese día no podía dejar de soñarlo, añoraba pasar tiempo con él, me las ingenie para "coincidir" con él los fines de semana, eventualmente terminamos pasando bastante tiempo juntos, pero él seguía sin decirme nada, solo era yo la que se consumía por dentro. Me arriesgue a llamarlo por su nombre de pila, nunca me dijo nada extraño, poco a poco fui dejando de llamarlo señor y solo me dirigía a él como Sesshomaru, era mi pequeño triunfo, talvez nadie supiera que con eso me sentía más cercana a él, pero para mí, significaba todo y el hecho de que él no me corrigiera, era la prueba silenciosa de nuestro mutuo acercamiento, al menos en mi imaginación.
No era extraño escuchar rumores de alumnas que se "enamoraban" de él, alguna vez intente preguntar que pensaba de eso, pero me detuvo en seco, "Rin no preguntes tonterías", fue la manera en como lo dijo, supe que no debía volver a molestar con ese tema; sin embargo cuando escuche que Sesshomaru salía oficialmente con Kagura no pude evitar la vorágine de emociones que viví, estaba enojada, me dolía intensamente saber que estaba con otra, ¿Qué harían estando solos? ¿cuándo se veían? Si pasaba la mayor parte del tiempo conmigo en la escuela, en los jardines, los fines de semana, durante los recesos, en los eventos, si estábamos prácticamente juntos todo el tiempo ¿Cuándo se veían? La respuesta era obvia, al menos para mi y mi arrebatada imaginación, ellos vivían juntos y pasaban toda la noche en mutua compañía, si no, ¿Cómo era posible que existiera algo entre ellos? Kagura y su estúpida figura estilizada, sus rojos labios y largos cabellos, su maldita asistente.
No supe separar mis emociones y deje de asistir al comedor a primera hora en los fines de semana, esa era la hora en la que él se presentaba, siempre estaba solo, era fácil hablar y de ahí nos íbamos de paseo, por la ciudad, el zoológico, las plazas, parques, cine, a comer o a hacer cualquier otra cosa, menos estar encerrados en el complejo estudiantil, deje de buscarlo entre los descansos con la escusa de adelantar las tareas, en los ratos libres iba a la biblioteca, para comer me iba a mi departamento, nunca había comida, pero mínimo una sopa instantánea sí teníamos en la alacena, recibí más llamadas y mensajes de lo usual del señor Jaken, siempre preguntándome si estaba bien, si necesitaba algo, para no alertarlo respondía los mensajes diciendo que estaba bien y anexaba una carita, las llamadas las dejaba sonar y después de un tiempo ponía una escusa sobre por que no alcance a responder. Estaba triste y furiosa al mismo tiempo, era una tonta, estaba claro que Sesshomaru nunca dejaría de verme como a una niña y que la única que se había hecho ilusiones era yo.
Habría pasado, talvez un mes o mes y medio sin vernos, no iba a buscarme, quizá esa era la respuesta que necesitaba, si no quería hacer la pregunta correcta una respuesta silenciosa era lo indicado, quien te quiere te busca, al menos eso dicen.
Aquel fin de semana, Sali con las chicas, decían que me veían mal, que necesitaba distraerme, salimos al festejo del hermano de Sango, Kohaku, fuimos a un bar cerca de la universidad, el ruido era demasiado, la multitud de gente me asustaba, intente entablar una conversación con los de la mesa, pero era imposible con tanta energía a nuestro alrededor, Kagome insistió en que probara una par de bebidas, nunca lo había hecho, no le vi problema e ingerí, unas 3 o 4, las suficientes para sentirme mareada, bueno no, pero debía fingir que si para poder escapar, no estaba del todo a gusto ahí. Sali a "tomar" aire, Kohaku me acompaño y al no estar nada lejos de los departamentos se ofreció a llevarme, a pesar de ser el festejado, le dije que sí, lo que fuera con tal de irme de ahí, debo aceptar que sí me sentí un poco avergonzada, no quería arruinar la diversión y menos la del chico del cumpleaños, pero en serio no me sentía bien, no podía dejar de pensar en él, ¿Por qué no llamaba o iba? ¿Por qué su indiferencia? En el camino casi no hablamos, yo iba con la mirada baja y como no soy experta usando tacones pues no caminaba muy bien, me sujetaba del brazo de Kohaku, honestamente cualquiera que nos viera pensaría que si venia ebria, llegamos a mi puerta y él se despidió con un beso en la mejilla, "fue un gusto conocerte Rin ojalá nos volvamos a ver pronto" como yo debía seguir con mi actuación, tan solo alcé la mano y sonreí como una tonta recargada en el marco de la puerta. Espero a que entrara y cerrara la puerta para marcharse, lo primero que hice fue quitarme los tacones amarillos de aguja que estaba usando, perfectamente combinados con los aretes de aro grueso que portaba aquella noche, mismos que retire al instante, los deje en la mesa de las llaves a lado de la puerta, quería quitarme el vestido negro increíblemente ceñido que me presto Kagome, me llegaba a la altura de las rodillas, y era "strapless", me veía bien, lo admito, apenas anduve unos pasos con dirección a mi recamara, tratando de alzar el vestido, ya estaba por medio muslo, cuando sonaron tres golpes secos en la puerta.
- ¿Kohaku?- pregunte, pensando en que quizá olvido decirme algo
- ¡no!
Sesshomaru esa voz, su voz, era Sesshomaru, me apresure a abrir la puerta y salte a su cuello para recibirlo, ni siquiera lo pensé mi cuerpo solito actuó, para cuando comprendí lo que estaba haciendo lo solté de inmediato, completamente avergonzada. Ni siquiera me regreso el abrazo.
¿Cómo puedes ser tan irresponsable y llegar a esta hora?
¿Disculpa?
¿ya viste la hora que es?
Oh claro, hola ¿Cómo estás? Estuve muy ocupado este mes por eso no te pude venir a ver, ni llamar, mucho menos enviar un mensaje por que tenia los dedos ocupados también, pero aquí estoy- trate de imitar su voz- ah claro SEÑOR Sesshomaru no se preocupe, yo entiendo que debe estar muy ocupado con su novia y su trabajo y sus mil cosas que hacer- estúpidamente también trate de imitar mi propia voz ¿?
¿de qué hablas?
De nada, absolutamente de nada- "¿Por qué me sentía tan enojada?"
Pareces molesta y él único que debería estar molesto soy yo
¿USTED? – alzo una ceja interrogando, pero por supuesto que estaba tratándolo de usted, era un castigo, él había permitido nuestro distanciamiento, pues ahora yo lo trataría de igual manera, aparte no podía darme el lujo de "mi acercamiento" puesto que ya tenia novia, ese "derecho" ya no me correspondía.
Llevo horas esperándote, es el segundo viernes del mes, tu compañera de cuarto esta de guardia y las otras dos, seguro salieron, es el único momento en que puedo venir a verte sin importar cuanto tiempo necesite- "ay por dios, ¿Qué dijo? ¿a qué se refiere?" – dejaste de ir al comedor, estas ocupada con tus deberes todo el tiempo, ¿necesitas ayuda con algo? Pregunte a los demás profesores y ninguno tiene queja de tu desempeño, - "¿pregunto por mí? ¡pregunto por mí! ¿Qué significa eso?"- no sé por que estas tan- hizo una pausa- apática
Yo no estoy apática, solo tomo distancia
¿de qué?
De ti
¿De mí?
Así es SEÑOR Sesshomaru, yo no puedo expresar correctamente como me siento, porque no debería sentirme así, no tengo derecho a estar celosa de su novia y…
¿novia? Yo no salgo con nadie, no hay una novia
¿qué? Pero dijeron que usted y la señorita Kagura..
Es solo mi asistente
Pero tiene sentido es una hermosa mujer y
Nada, no hay nada entre nosotros
Ni entre nosotros
Silencio incomodo, al menos para mí, en cambio para Sesshomaru, fue claro que ni siquiera lo noto, se abrió paso hasta la sala y se sentó en el sillón, justo en medio de los dos cojines, adueñándose por completo del lugar, cruzo una pierna sobre la otra, recargando su talón en su rodilla, clavo su mirada en mis ojos.
¿hay algo de lo que quieras hablar, Rin?
No, nada
Tenemos toda la noche
Me giré dándole la espalda, alcé mi cabello para descubrir la cremallera del vestido, ciertamente podía yo sola, pero ya que estaba ahí. Él se levantó meticulosamente, podía observarlo por el rabillo del ojo, parecía pantera asechando a su presa, coloco la palma de su mano en mi espalda sujetando el vestido y con su otra mano comenzó a bajar la cremallera, pudo haberla dejado a la mitad, pero él continuo hasta el final de esta, justo por encima de mi trasero.
Ve a cambiarte, necesitamos hablar- cuando hablaba tan autoritario definitivamente me estremecía, aun con el disgusto que todavía guardaba por no haberme buscado, me fui a cambiar corriendo, no podía negarle nada.
Para cuando regresé, pude apreciar que el botón del cuello de su camisa estaba desabotonado, se había retirado los gemelos de las muñecas, el chaleco estaba abierto, su corbata sobrepuesta y el saco en el respaldo de la silla, él había vuelto a sentarse. Yo vestía mi playera polo de deportes favorita y un ligero short. Sin siquiera mirarme se puso de pie, directo por su saco.
No puedes estar saliendo tan tarde, sin avisar, preferiría que no trajeras a otros hombres a tu hogar, yo confió plenamente en ti, pero a ellos no los conozco, jamás podría perdonar que algo malo te ocurriera, ¿queda claro?- no me veía a la cara, todo esto lo dijo mientras se encaminaba a la puerta, creí que tendríamos toda la noche para nosotros.
Señor Sesshomaru ¿esta usted celoso?
No son celos Rin- me fulmino con la mirada- es precaución- tomo la perilla de la puerta y la abrió, listo para marcharse, entre en pánico, se iba a ir. Sujete con fuerza la manga de su camisa
Espere no se vaya- casi suplique- hace tanto que no nos vemos, creí que estaríamos juntos esta noche
No podemos Rin, si alguien supiera que paso las noches en tu departamento, nos meteríamos en problemas
Pero es que…- él no me ve como una mujer interesante, para él siempre seré la niña huérfana que rescato, soy como su mascota, quiero ser más que eso- nadie lo sabrá, en todo caso usted es mi tutor, está aquí cuidándome
Nadie con dos ojos de frente creería eso- "otra vez ¿a qué se refiere?"-
No quiero que se marche
Debo hacerlo Rin, te veré mañana en el comedor, quiero asegurarme de que estés comiendo bien- "siempre tratándome como una niña, ¿Qué va a ver que me coma mis vegetales?
Maldición Sesshomaru mírame, es que ¿Qué debo hacer para que no te vayas? - estaba nerviosa y probablemente no debería subir el tono de mi voz, él volvió a cerrar la puerta, pero no se separó de esta, seguramente para evitar que alguien más nos escuche- ¿Qué no te das cuenta de que ya crecí? ¿qué me tiembla la voz contigo, usted, que me arreglo más? ¿Qué no me ves como una mujer? ¡date cuenta de que ya soy una mujer, mírame como a una!
Rin, te veo como a una, hace tiempo que te miro como una, solo estaba esperando a que tú te dieras cuenta- "…"- ahora espero que con eso, entiendas por que debo irme, aquella vez estabas realmente enferma, nadie dudaría de mi motivo para quedarme, ahora, si alguien me viera, nos meteríamos en problemas, a ti todavía te faltan dos años para terminar la universidad, no quiero meterte en líos.
Pero..
Nada Rin, soy un hombre no un santo, si permanezco más tiempo aquí terminare forzándote a pasar la noche conmigo, prefiero que tú lo decidas, ya habrá tiempo, ya me dirás cuando y como.- se dio la vuelta, viendo al pasillo- y Rin es Sesshomaru, solo Sesshomaru.
Aquella fue la primera vez que Sesshomaru se inclinó para besarme, cuando se despidió de mí, apenas fue un ligero roce de labios, casi imperceptible, por fin comprendí sus acciones, él no hablara mucho, porque él actúa, todo en esta relación es en silencio, confiamos entre nosotros por la confianza que nos tenemos, no necesitamos palabras. Lo vi abrir de nuevo la puerta y marcharse, "yo también te gusto" pensé en completa alegría.
Desperté recordando como fue que descubrí su secreto, con Sesshomaru siempre es así, sus acciones valen más que mil "te quiero", él me demuestra amor todos los días.
