Ruby y Yang se encontraban en su recámara, dónde recogían las últimas cosas que necesitaban empacar para Beacon.
—Entonces... —después de un rato de silencio, Yang habló —¿De qué estábamos hablando antes de que llamara el tío Qrow? —preguntó, recordando que habían dejado pendiente la conversación que tenían. La rubia se frotó la parte superior de la cabeza, y dirigió su mirada hacia la ventana, el sol había salido aproximadamente una hora antes, pero debido a las nubes la habitación seguía oscura.
—Bueno, estábamos hablando de cómo las galletas que me dio el profesor Ozpin sabían cómo las galletas que el abuelo conseguía para mí —respondió Ruby, dirigiendo la mirada a su hermana.
—Te refieres al tío abuelo —dijo Yang, arqueando una ceja.
Ruby hizo un puchero, disgustada por la insistencia de su hermana en el asunto de los títulos —¡Yang! ¿Realmente vamos a seguir adelante de nuevo? —cuestionó, cruzándose de brazos indignada —. Es "abuelo" no "tío abuelo"
—Bueno, podríamos ir con papá y preguntarle quién tiene razón —fue la respuesta de Yang.
—¡Está bien, vamos a preguntarle! —respondió la azabache, dirigiéndose de inmediato a la puerta con su hermana pisándole los talones.
Las hermanas Xiao Long-Rose bajaron las escaleras, marchando directo a la cocina donde sabían que Taiyang estaría preparando el desayuno. La luz era tenue en el lugar gracias a las nubes que obstruían los rayos del sol de la mañana, haciendo que su hogar se sintiera un poco frío y oscuro, ese tipo de ambiente solía no gustarles en absoluto, ya que se volvía deprimente su entorno.
—Papá, tenemos que preguntarte algo —dijo Ruby de inmediato justo cuando pusieron un pie en la cocina.
—Claro chicas, ¿qué es? —preguntó Taiyang con una sonrisa en su rostro, deteniendo unos instantes su labor para mirar a ambas chicas.
—Bueno, ¿te acuerdas del abuelo? Solía darme galletas cuando tenía alrededor de 3 años —Ruby preguntó con su mansa vocecita, mirando con sus ojos plateados directamente a su padre.
La sonrisa de Taiyang flaqueó, una pizca de miedo y pánico se instaló en su pecho.
"¡Oz, no lo hiciste!", exclamó para sus adentros, "¿Por qué tuviste que darle esas galletas? ¡Ruby nunca olvida el sabor de los dulces!", sin duda lo había metido en un aprieto, "¿Qué se supone que debo responder? Desearía que tú o Qrow estuvieran aquí, siempre mentiste mejor que yo". Pensó con frustración.
Taiyang se perdió en sus pensamientos durante una cantidad considerable de tiempo, haciendo todo lo posible por encontrar una excusa, las hermanas se miraron entre sí confundidas ante el suave ceño fruncido de su padre.
—Eh... papá, ¿está todo bien? —preguntó Yang tentativamente, con la preocupación acribillando su rostro ante el repentino silencio de su padre a una pregunta, se suponía, era fácil y rápida de responder.
Taiyang salió rápidamente de sus pensamientos, enfocando la mirada de nuevo en ambas —. Oh, sí, estoy bien, Yang —respondió a su hija mayor de inmediato, percatándose de que se había perdido en cavilaciones más de lo debido, su mirada se dirigió a Ruby que había estado esperando expectante la respuesta a su pregunta —. Sí, Ruby, lo recuerdo a él y a las galletas, ¿por qué preguntas? ¿quieres que intente conseguirlas de nuevo? —preguntó, esperando que ese fuera el caso.
—Bueno, no —respondió ella, haciendo una pequeña mueca y mirando hacia otra dirección, con el entrecejo fruncido —. Solo nos preguntábamos, ¿quién era él para nosotros?
Taiyang perdió el hilo de la conversación, sin saber rápidamente que era lo que Ruby quería decir —¿Perdón? —preguntó, incitando a que necesitaba una aclaración.
—Bueno, es que recuerdo que siempre lo llamé abuelo —comentó Ruby, colocando sus manos por detrás de su espalda, y balanceándose levemente de adelante hacia atrás, mirando directamente a su padre.
—Pero yo siempre lo llamé tío abuelo —agregó Yang, mirando a su hermana y después a Taiyang —. Así que nos preguntábamos quién tenía razón en esto.
Taiyang se sintió un poco aliviado, si esa era la duda que el dúo tenía, entonces era algo con lo que él podía trabajar sin tener que elaborar una respuesta complicada o evasiva.
—Está bien, ambos saben que ustedes dos tienen madres diferentes por sangre, ¿verdad? —Taiyang preguntó, obteniendo un breve asentimiento por parte de las dos —. Bueno, el abuelo de Ruby era como un tío para mí, así que antes de que tú nacieras, Ruby, haría que Yang lo llamara tío abuelo. Supongo que me acostumbré a decirle que lo llamara así, incluso después de que naciste —el hombre rubio se frotó la parte de atrás de la cabeza —. Cuando nació Ruby, Summer se refería a él como 'abuelo' cuando Ruby estaba cerca —dijo Tai mientras le hacía un gesto a su hija menor. Ambas chicas asintieron con la cabeza, indicando que habían entendido la respuesta —. Genial, ahora ¿qué les parece si vamos a desayunar? —les preguntó con una radiante sonrisa, la cual las hermanas correspondieron y rápidamente salieron de la cocina para ir al comedor.
Taiyang suspiró, volviéndose a terminar la última ronda del desayuno.
Más tarde, esa noche, Ruby estaba en su habitación, sentada en el suelo con su espalda contra la parte izquierda de la cama. La adolescente mantenía sus manos unidas, sosteniendo un objeto que no podía ser identificado a simple vista mientras estaba perdida en sus pensamientos, Yang había terminado de ducharse y se había acostado a dormir, dejando a Ruby sola con sus pensamientos.
La joven pensó en lo que su padre había dicho en la mañana, y sintió que le dio más preguntas que respuestas, después de todo, ella no le creyó al 100% su historia.
Para empezar, ¿no pensaría su padre corregir a Yang después de casarse con Summer? Seguramente hubiera sido más fácil que ambos hermanos la llamaran abuelo "abuelo".
Especialmente considerando que sus padres no habían tenido la intención de decirles que no eran hermanas del todo, sino medias hermanas, ellas mismas tuvieron que averiguar ese detalle.
Bueno, más bien, Yang fue quien descubrió eso, pensó Ruby suspirando y dejando caer su cabeza contra la orilla del colchón, mirando fijamente el techo de su habitación.
En cierto modo, ambas hermanas se volvieron paranoicas cuando crecieron, si sus padres les mintieron anteriormente sobre sus orígenes, entonces significaba que podrían haber mentido sobre otras cosas.
Ciertamente, no ayudó que esa no fuera la primera vez que Ruby se dio cuenta de que le estaban mintiendo.
La joven apartó su mano izquierda que estaba sobre la derecha, dejando a la vista que sostenía un pequeño objeto, lo tomó de la cadena con su mano izquierda elevándolo al aire frente a su rostro, ahí, ella sostenía un collar con un medallón de plata en forma de una rosa. Era un regalo que ella sabía bien que era el primer regalo que le dio su abuelo desde que nació. El medallón era en sí muy especial y peculiar, ya que, en lugar de tener una imagen como otros medallones, tenía una gema verde con forma de engranaje en su interior. En el centro del engranaje había un pequeño rubí. Cuando se empujaba la gema de rubí, de pronto se proyectaba un ángel con alas y ojos plateados con un hermoso vestido rojo de estrella. Tenía el pelo largo y negro y una trenza en el lado derecho de la cabeza junto con ojos plateados brillantes.
Cuando el ángel aparecía, comenzaba a sonar una canción y Ruby podía escuchar a su madre cantar una canción de cuna, era una de sus favoritas ya que era una que cantaba su abuela cuando Summer era un bebé (según la explicación de Taiyang). El ángel comenzaba a bailar con pétalos de rosa de todos los colores que caían al suelo, similar a un globo de nieve y Ruby siempre se perdía fascinada ante la caída de los pétalos.
Taiyang siempre usaba el relicario para hacer que Ruby durmiera desde que su madre murió.
Y ahí fue donde se originó la paranoia de Ruby, la azabache descubrió algo sobre el engranaje de la gema verde. Si presiona la mitad superior del engranaje, hará un clic. Con eso, podrías elegir a una persona diferente para cantarla y mostraría el nombre de quien cantó la canción. Si lo presionas hacia la derecha, diría mamá, luego diría papá, luego abuela, después de eso, abuelo. Entonces simplemente volvería a repetirse el ciclo mientras recorría las diferentes versiones de la canción de cuna.
La última canción que se puso fue de su abuelo, donde eran los cuatro cantando la canción de cuna original en grupo, la que hizo su abuela, y cada vez el mismo ángel bailaba al son de la canción.
Eso fue lo que causó la paranoia original de Ruby. Las veces en las que decía que papá era el que cantaba, no sonaba como Taiyang, era más grave y un poco más profundo que su voz normal.
Ella se acercó a él la noche que escuchó la versión de "papá" y que se dio cuenta de esto, por lo que le pidió que cantara la canción de cuna de mamá. Él le dijo que no podía recordar la canción, que simplemente abriera el relicario que ella tenía y dejaría la habitación para que sonara.
Fue una falsedad mal ejecutada por decir lo menos. Sabía que su padre rara vez olvidaba algo así, especialmente si tenían un significado para Summer.
En aquella ocasión, Ruby dijo que estaba bien y le dijo a Taiyang que estaría bien si cantaba una canción diferente. Sin embargo, llegó a lamentar que su padre no se pareciera en nada al hombre que cantaba en el relicario. De hecho, estaba bastante segura de que Grimm podía cantar mejor que Taiyang.
Ese fue el comienzo, entonces a Ruby se le pasó por la mente que Taiyang tal vez no fuera su verdadero padre. Sí, ella lo amaba, de verdad, pero ocasionalmente se sentía desconectada de él, especialmente cuando obviamente estaba mintiendo y ella se percataba de eso.
Ella nunca le contó a Taiyang ni a Yang sobre su teoría. Se lo guardó para sí misma, por miedo a herir a su padre o a su hermana, de una forma u otra no quería que hubiera algún problema en la tranquilidad de su pequeño hogar.
Ruby suspiró, volviendo a tomar el medallón entre sus dedos, solo para abrirlo y presionar la joya en el centro, permitiendo que la versión de la canción de cuna de su madre se reprodujera.
"Afortunadamente", Ruby no se parecía a Yang con respecto a que su hermana ha estado tras la pista de su verdadera madre. Ruby no estaba buscando a su papá ni a su abuelo. Cuando empezó a darse cuenta de que podría no ser la hija de Taiyang, se preguntó por qué su verdadero padre la dejaría con él, así como la repentina ausencia de su abuelo, Ruby nunca obtuvo su respuesta por más que lo repasó en su mente, pero no la siguió tampoco.
—Oh, estás tocando la canción de mamá —dijo Yang desde la puerta, recargada en el marco mientras miraba a su hermanita.
—Sí, tengo muchas cosas en la cabeza, así que pensé que esto me ayudaría a dormir —respondió Ruby antes de que una mirada confundida pasara por su rostro —. Espera, ¿por qué no estás dormido si te duchaste hace media hora? —preguntó.
—Solo estaba pensando —respondió Yang mientras bostezaba —. Anda, Rubes, deberíamos ir a la cama —la azabache asintió, cerrando el medallón y subiéndose a su cama para meterse entre las sábanas. Yang le sonrió desde la puerta —. Buenas noches, Ruby.
—Buenas noches Yang —respondió la menor, observando como su hermana cerraba la puerta detrás de ella. Ruby miró por última vez el medallón en su mano, después de acariciar la superficie de la rosa finalmente lo depositó en el buró al lado de su cama y apagó la lámpara para envolverse entre las sábanas y dejarse llevar por el sueño.
Ozpin estaba planeando salir de su oficina, cuando su reloj se le cayó del bolsillo. Lo agarró antes de que golpeara el suelo, mirándolo, lo abrió y fue hacia la gema verde, reproduciendo un recuerdo en el que había pensado durante algún tiempo.
Fue el día en que él, su esposa, Summer y Qrow estaban cantando la vieja canción de cuna de Summer que cantaría Lunar siempre para su hija ¿La razón? Era por el relicario que le iban a dar a Ruby.
Todos menos Qrow se estaban divirtiendo con eso. Qrow era un muy buen cantante y podría haber hecho una fortuna en el mundo del canto, pero lamentablemente no parecía tener la motivación. Ozpin notó que Qrow puso su mano suavemente sobre el estómago de Summer y puso más corazón en la canción. Ozpin cerró el reloj de bolsillo y salió de su oficina. Me pregunto si todavía tiene ese relicario, pensó mientras la puerta del ascensor se cerraba detrás de él.
