Capitulo 3


La entrada Oeste, eran las diez de la mañana.

Menma veía como Tenten se acercaba caminando, claramente lucía enojada, era evidente en su postura, extrañamente verla así era algo que lo divertía, no se lo diría, evidentemente. La chica cargaba en su espalda un gran pergamino y su bolso de viaje. Cuando estuvo a su lado lo miró con su ceño fruncido. Menma le sonrió con fingida inocencia antes de empezar la caminata.

Era medio día.

Debían tener cuidado durante el camino ante cualquier ataque sorpresa por parte de algún enemigo. A pesar de que había pasado un año desde que la aldea había sido atacada, la Hokage aún mantenía una rutina de cuidado extra con todos sus soldados, no descuidaba la vigilancia de las fronteras ni escatimaba en la seguridad de la ciudad, también seleccionaba y distribuía cuidadosamente las misiones que cada equipo debería cumplir. Ciertamente había estado renuente a dejarlo salir en una misión tan larga. La legendaria Sannin consideraba que aún se encontraban en un estado de vulnerabilidad, por lo que era más productivo tenerlo cerca, el Bijuu de la Hoja era la mejor defensa y ataque con la que contaba la aldea; sin embargo, Menma logró convencerla que solo él podría persuadir al gobernante de esas tierras para que accedieran ante la solicitud de la Hoja. Necesitaban muchos recursos que solo la Tierra de los Bosques podía proporcionar, a pesar de que la aldea de la Hoja era rica en recursos naturales. También resaltó que eran necesarios los intercambios comerciales para fortalecer las relaciones diplomáticas. Además, Menma sabía que el largo viaje con Tenten le sería increíblemente conveniente. Podrían conversar con libertad sin que nadie los interrumpiera, como ya le había explicado a la castaña.

La hora del día les había permitido parar en una zona concurrida para almorzar tranquilamente antes de empezar la verdadera travesía hacia esas tierras que les tomaría al menos doce días de camino.

- ¿Seguirás enojada durante todo el viaje? - Dijo cuando se sentó en la mesa con los platos de comida, dangos para ella y ramen para él.

Tenten lo miró con resentimiento.

- ¿Sabes que si me hubieras pedido acompañarte en primer lugar no estaría enojada? No me gusta que me impongan las cosas - Le reclamó la castaña con sus ojos cerrados antes de dar el primer mordisco a su comida.

- Lo sé, y debo disculparme por mi actitud contigo - Dijo Menma serio pero sumiso. Tenten abrió sus ojos para mirarlo y notar si sus palabras eran sinceras o si solo se trataba de otra manipulación de su parte - Actué con autoritarismo y sin consultar tu opinión. Realmente acepta mis sinceras disculpas.

La joven kunoichi lo observó detenidamente. Estaba sentado frente a ella con su mirada fija en ella antes de posarla en su plato y un ligero rubor cubriendo sus mejillas. Todo en su actitud demostraba sinceridad.

- Está bien - Le respondió - No tienes que ser tan formal. Ya se me pasará el enojo. No es para tanto y de todos modos tienes razón; para conversar sobre el mundo del que provengo es mejor hacerlo en un terreno neutro - Admitió la castaña suavizando su expresión.

Una inocente sonrisa adorno los rostros juveniles.

- Podemos empezar ahora - Sugirió Menma.

Tenten respiró profundamente mientras intentaba ordenar sus ideas. ¿Por dónde podría empezar?

No era muy buena recordando datos específicos. Siempre fue buena estudiante pero no era un prodigio como Shikamaru, Neji o Sakura que podrían recitar textualmente los conocimientos que les habían enseñado en al academia. Bueno, Shikamaru pensaría que sería problemático enseñar a alguien lo que les habían enseñado en la academia hace tantos años.

Un momento.

Esa idea era muy buena. Antes que cambiara de opinión empezó a contar la historia como se las habían enseñado. La historia del mundo como ella la conocía. Desde el surgimiento de la Aldea ninja, personajes importantes, el ataque del Kyubi que le arrebato la vida al cuarto Hokage, la relación entre las aldeas, las guerras previas hasta el desarrollo de la Gran Guerra en el que se había formado la increíble Alianza Shinobi.

Tenten se sorprendió al comprobar la cantidad de datos históricos que su mente había conservado. Menma estaba fascinado con su relato y al mismo tiempo habían comparado ambas realidades descubriendo que no habían tantas diferencias en los acontecimientos anteriores. Ambos disfrutaban de la conversación como un par de intelectuales compartiendo datos históricos precisos y discutiendo sobre los sucesos que no lograban recordar del todo.

Una vez que agotaron el tema de la historia general fue el momento de profundizar sobre temas más personales. La castaña se esforzó por contarle todo lo que podía recoedar sobre Naruto, describió al equipo siete y al resto de sus compañeros como ella los conocía, fue tan detallada como pudo y relató las experiencias que compartió personalmente con cada uno de ellos.

Menma era un excelente oyente. Sabía guardar silencio y preguntaba con curiosidad cuando algo llamaba su atención. Evidentemente se sintió muy curioso respecto a las complicaciones en la vida de su "yo alterno", Naruto, también conocido como el "rubio hiperactivo" o "héroe de la Hoja". No podía culparlo, la historia de Naruto era definitivamente muy llamativa.

Ella no conocía todos los detalles, pero le contó sobre la deserción de Sasuke Uchiha y la trajedia que había ocurrido con todo su clan. Habló sobre la inteligencia de Shikamaru, las excentricidades de Lee, las virtudes de Neji, el talento Sakura como ninja médico, la fama de Kakashi-sensei... Habló sobre todo lo que pudo encontrar en los rincones más recónditos de su mente.

Poco a poco se cernía sobre ella una atmósfera de pesadumbre que adornó su semblante a medida que se acercaba la hora de relatar lo último que recordaba: el desarrollo de la Guerra, la muerte de Neji y, finalmente, el hechizo que los había atrapado a todos en un mundo de sueños.

- ¿Crees que estaré atrapada aquí para siempre? - Le preguntó Tenten mientras emprendían el camino de regreso a la Hoja desde la Cascada. Un mes había transcurrido desde que empezaron la misión.

Un cómodo silencio se había presentado entre ellos esa mañana que hicieron una pequeña parada en medio del frondoso bosque. La noche anterior habían armado el campamento improvisado a la orilla de un río con aguas cristalinas y corriente constante para descansar.

La castaña había concluido su relato y Menma no había decidido como se sentía al respecto. Odiaba la idea de que todo su mundo fuese producto del poder de un antiguo cadáver superpoderoso con ínfulas de dios supremo. Aún así, todo lo que Tenten había contado tenía sentido. Podia sentir la sinceridad de sus palabras sin necesidad de usar el modo sabio.

Quería decir algo que pudiera consolarla, fabricar una fabulosa teoría que lograra desenredar aquella telaraña ilusoria que la tenía atrapada a ella, y a todos los humanos de su mundo en distintas dimensiones, si es que se podía interpretar el "Tsukiyomi Infinito" de esa manera. Lo cierto es que todos estaban atrapados en un mundo de sueños adaptados para cada quien. Un sueño que parecía no tener fin.

Tomó su acostumbrada postura de brazos cruzados que indicaba una actitud analítica, reflexionando sobre toda la información y sobre lo que él mismo podría suponer. Tenten esperaba paciente para escuchar lo que él tuviese que decir.

- He investigado sobre Madara en el pasado - Comentó Menma - Según lo que me has contado es aún más poderoso de lo que mencionan los escritos sobre él, lo cual indica que es probable que la ilusión no pueda romperse. La única esperanza de la humanidad reposa en que los Hokages revividos logren derrotarlo o sellarlo y aún así eso no sería garantía segura de que el genjutsu se romperá - Dijo luego de un rato - Parece que su propósito es un plan perfecto. Quizás ni él mismo sea capaz de romperlo. Lo siento, se que no es muy alentador lo que te he dicho pero no puedo pensar en otra probabilidad.

Lo sentía con sinceridad. Deseaba con todas sus fuerzas tener una respuesta más confortable para ella pero no era así.

- Es que todo se siente tan real ¿Cómo puede ser este mundo falso? - Respondió Tenten confundida mientras observaba sus propias manos.

Siendo presa de un trance la joven tomó una porción de tierra, la sintió deslizarse por su mano, por la extensión de sus dedos hasta caer al suelo de donde la había tomado. Los rayos del sol que se colaban por las rendijas que los árboles frondosos dejaban escapar lograban proporcionarle calidez a su cuerpo, era un paisaje tan hermoso en una mañana fresca. Podría haber sido un día perfecto de no ser por la desolación que la golpeó tan violentamente, provocándole unas ganas insoportables de echarse a llorar.

- Si no podré despertar nunca, quiero aferrarme a la idea de que esto sea real - Dijo con las inoportunas lágrimas llenando sus ojos - En este mundo Neji está vivo, también los padres de Shikamaru e Ino, todos los que murieron en batalla también lo están. No hay familias ni ciudades destruidas. Todas las aldeas están a salvo aunque no haya alianza, a su modo. ¡Hasta tus padres están vivos y Sasuke está en la aldea a pesar de la tragedia de su familia! - Una traicionera lágrima corría por su mejilla y se apresuró a limpiarla con rabia. Odiaba llorar pero cada vez que limpiaba una, otra lágrima más la seguía hasta que las gotas se habían convertido en una cascada producto de su angustia, tristeza y anhelo.

Para Menma aquella situación en la que una mujer lloraba siempre se le hacía incómoda. En aquellos momentos siempre había contado con Sasuke para que él se encargara de ser el pañuelo de lágrimas de las chicas cuando esa situación se presentaba pues el moreno tenía un gran encanto para acercarse a ellas mientras él evadía por completo la situación. Sin embargo en esta ocasión era diferente. No sentía aquellas incontrolables ganas de querer huir. No, él quería involucrarse.

No necesitaba estar en el modo sabio para percibir con cada uno de sus sentidos la angustia y el desasosiego de la joven castaña que se encontraba desesperada por encontrar algo de paz dentro de su confundido corazón.

Se levantó de donde estaba y solo tuvo que aplicar una mínima cantidad de fuerza para que la fémina se recargara en su pecho. Nada más al acercarse ella buscó refugio entre sus brazos y sollozó silenciosamente con la frente apoyada en su pecho. El rubio solo alcanzaba a darle algunas caricias consoladoras en su espalda que pudieran ayudarla a controlar los espasmos de su cuerpo, no se atrevía a tocarla demasiado. Sin embargo, sabía bien que la calidez de un abrazo era todo lo que necesitaba en estos momentos.

Un rato largo transcurrió hasta que los temblores fueron cesando. Para ese momento ya estaba abrazándola. Sin saber cómo, se había sentado recargando su espalda en un árbol y la triste mujer se acomodó entre sus piernas para entregarse a su protector abrazo.

Estaba un poco adormilada, segura entre sus brazos; su frenético corazón ahora latía al mismo ritmo que el de Menma, escuchaba sus latidos con claridad ya que tenía la cabeza apoyada en su pecho.

El talentoso ninja observaba la belleza del paisaje abstraído. Dejaba suaves caricias en la espalda de la castaña, deseando ser capaz de sacar la tristeza de su corazón roto pero sabía bien que ella misma era quien podría sanar cuando estuviera lista para desprenderse de esa realidad que ahora formaba parte de su pasado.

Ella sentía que había soltado gran parte del peso de la culpa que cargaba día a día. Si, era eso. La culpa de vivir tranquila en un mundo en el que sus sueños se estaban cumpliendo cuando la realidad era una completa tragedia. No sentía que merecía estar en paz.

- Esto se siente tan real - Repitió casi en un susurro. No se refería a las generalidades. Ahora hablaba de sus brazos envolviendola, su calidez, sus caricias, su aroma, la firmeza de su pecho y el suave ritmo de los latidos de su corazón. Parecía estar pensando en voz alta.

- Lo es - Le respondió Menma.

- Gracias... Menma - Susurró con los ojos cerrados.

El chico sonrió cálidamente. Usualmente cuando estaba distraída la chica solía llamarlo Naruto pero ahora, en esta situación, lo había llamado por su nombre. Estaba empezando a reconocerlo y esa sensación la había disfrutado. Mucho.

Era un sentimiento dulce y agradable.

- Deberías verte en un espejo - Dijo Kurama como si fuese la voz de su consciencia, con tono burlón cabía destacar - Todo sonrojado y en esa postura tan ridícula.

- Silencio Kurama - Le reprendió el chico sin ganas de discutir, se sentía adormilado.

- Oh tranquilo, ella no puede escucharnos. ¿Qué te sucede? ¿Acaso te estás ablandando por un par de lágrimas? -- Cuestionó el Biju.

- No son solo un par de lágrimas y lo sabes - Replicó el chico ya con los ojos cerrados.

- Ella va a contagiarte de ese sentimiento. Cuando desaparezca de este mundo, así tan repentinamente como llegó; te hará sentir miserable - Dijo el zorro hablando con sabiduría y un poco de resentimiento - Confía en mi, yo lo sé. Aunque todos los pronósticos en su mundo sean fatídicos siempre habrá algo de luz en la oscuridad y cuando la luz prevalezca otra vez ella regresará a su verdadero hogar. Tu no podrás seguirla a donde ella pertenece.

- ¿Es demasiado egoísta de mi parte desear en el fondo que ella no regrese a su mundo? - Respondió Menma con sinceridad.

- No necesitas decírmelo. Yo soy ese fondo y lo sé. Empiezas a desarrollar sentimientos por ella. Si les dejas el camino libre van a dominarte. Solo puedo darte un consejo, razona.

...

Tenten descansaba plácidamente sobre la mullida hierva, ahí donde Menma la había acomodado cuando se quedó profundamente dormida. Sacó de su bolso el saco de dormir pues la chica llevaba sus cosas organizadas en pergaminos que él no era capaz de manipular, muy astuta. Decidió dejarla descansar, su misión se extendería por un día más pero ¿Qué importaba? Necesitaba que su compañera tuviese las energías suficientes para movilizarse por su cuenta. Aunque bien sabe en su interior que no le molestaría llevarla apoyada en su espalda si ella no se sintiera con fuerzas para moverse. Había decidido que se encargaría de protegerla, aunque ella no lo necesitara.

- Debiste haberme despertado - Dijo Tenten cuando se levantó de su profundo sueño.

- Lucías muy cómoda y plácida. No vi la necesidad de despertarte - Respondió Menma con una sonrisa provocando que la castaña se sonrojara.

- Lo siento, perdimos otro día y además no has dormido nada. Puedes descansar un poco, yo cubriré la guardia - Agregó la chica avergonzada levantándose para arreglar el saco de dormir - Oh, es tuyo.

- Así es. No pude conseguir el tuyo - Admitió Menma.

- ¡Lo siento! Te lo compensaré. Yo preparare lo que comeremos por el resto del viaje - Dijo Tenten más animada.

Mientras dormía había sentido un agradable aroma que la había mantenido en un estado de tranquilidad, así que se trataba de el olor de Menma.

- No tienes que tomar mis turnos para cocinar, de verdad, no estoy cansado ni ha sido un problema esperar a que despertaras.

- Pero yo insisto.

Menma sonrió, realmente era muy dulce - Como gustes, además, cocinas muy bien.

- ¡Por su puesto! - Respondió Tenten más animada.

Menma se había portado como todo un caballero para ella. Había sido de mucha ayuda desahogarse, escuchar sus palabras, prestarle su hombro para recargar parte de su propio peso. Había aprendido a conocerlo poco a poco, a pesar de que sabía que parte de su personalidad consistía en preocuparse y ayudar a sus compañeros, también era el tipo de chico callado, reservado, no muy conversador y mucho menos era de los que mostraba abiertamente sus sentimientos.

- Gracias.

Solo eso podía decir. En algún momento habría algo que ella pudiese hacer para devolverle toda la bondad que él había tenido con ella.

Menma sonrió ante su gesto y ante sus palabras; Tenten era una chica muy especial, cada día sus sentimientos por ella se hacían más intensos. Tal vez no había sido muy buena idea irse solos a esa misión. Habían pasado demasiado tiempo juntos y ahora le quedaría ese sentimiento de anhelo por ella, por verla, por hablar con ella todos los días. No quería que se alejara de él.

¿Cómo era posible que en tan poco tiempo una persona pudiera volverse tan necesaria?

Él había reflexionado sobre eso durante el viaje. Pronto llegarían a la Aldea y el desasosiego de la inminente separación lo estaba torturando.

Por otro lado, en Tenten también surgía el mismo sentimiento. Menma se había transformado en su nueva realidad; era amable, decidido, inteligente, confiable y debía admitir que le parecía magnéticamente atractivo.

Si bien el Naruto que ella conocía no era desagradable a la vista carecía de esa particular aura que rodeaba a Menma. No sabía como explicarlo, aunque se podría decir que eran la misma persona, ella sabía que no eran iguales. Apreciaba mucho a Naruto, le tenía tanto cariño como a Lee, pero el chico podía ser desesperante e inesperado en sus acciones, eso le parecía estresante. En cambio Menma era sobrio, serio y analítico, no se dejaba arrastrar por el río de sus emociones. Eso le gustaba de él. Ambas personalidades eran admirables a su manera, la diferencia abismal era que Menma tenía un "no se qué" que la seducía y eso la asustaba. Tal vez era la forma en como la miraba; con aquel resplandeciente brillo en sus increíbles ojos azules, o su sonrisa de medio lado como si tratara de contenerla, incluso su peinado le parecía atractivo, su voz era más grave y su porte en general era mucho más elegante. Dios, ¿Cómo era posible que la primera vez que sintiera algo como eso fuese dentro de una ilusión? Umm, tal vez de eso se trataba ¿En serio una persona tan llena de maldad como Madara Uchiha pudo crear un mundo paralelo en el que todos los sueños se hicieran realidad?

Bien, si la recompensa era cumplir sus sueños tal vez no era un jutsu tan malvado. Menos aún si Menma llegase a corresponder sus sentimientos.

Tal vez en eso estaba el engaño.

¿Qué pasaría si Menma no la veía de la misma manera?

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