Capítulo 3
Onur sonrió y entrelazó sus dedos con Sehrazat mientras ambos caminaban por la rambla de Barcelona. El día era hermoso, la temperatura justa y curiosamente, no había tanta gente, tal vez porque no era fin de semana, aunque el turismo estaba siempre presente…
Acababan de llegar y habían decidido salir a conocer un poco. Onur había estado allí hacía varios años, pero no recordaba más que detalles.
Pasearon entre tiendas coloridas y compraron algunos recuerdos para sus hijos.
Los niños los llamaron cuando se sentaban a merendar en una confitería que tenía una hermosa vista de la ciudad y luego de contarle a Onur todo lo que habían hecho en esas horas separados, quisieron contárselo a Sehrazat…
Muertos de risa, compartieron la merienda y finalmente caminaron hacia el hotel.
Sehrazat cerró los ojos al sentir el cuerpo de él pegado al suyo no bien traspasaron la puerta. Onur hundió la nariz en su cuello y empujó la empujo hacia adentro con suavidad.
Se sintieron aliviados de no haber dejado la maleta sin abrir sobre la cama porque no hubo demasiado tiempo de nada…
Onur la hizo girar y quedó sobre ella, mirándola a los ojos, como si estuviera redescubriéndola…
Cualquier indicio de duda en cuanto a si ambos querían que eso sucediera en ese momento, nunca existió y se entregaron a la pasión durante un buen rato…
Se abrazaron apretadamente cuando todo terminó, aún tratando de recuperar su respiración normal y Onur besó su frente y luego su cabello…
Sehrazat lo miró a los ojos y sonrió…
-¿No te preguntas qué hubiera sido de nuestras vidas si no podíamos volver a estar juntos?
-Un infierno… al menos para mí…- dijo él y hundió su nariz en el cuello de ella, hasta que escuchó un suspiro.
-También para mí…
-Lo bueno es que nos volvimos a animar a darle una oportunidad a nuestro amor… ¿no crees?
-Así es… Onur…- dijo y cuando él la miró a los ojos, la vio pensativa, en un modo tan reflexivo que se había puesto seria y él sintió inseguridad, porque pudo ver las dudas en su semblante.
Se apartó un poco y se perdió en sus ojos, que lo miraron sin decir mucho durante unos segundos que le parecieron horas…
-¿Pasó algo?
-Solo… siento que no podemos darnos el lujo de echarlo a perder otra vez… todas las veces anteriores, nuestros enojos fueron pasajeros… pero esta última fuimos más lejos, nos divorciamos, estuvimos separados durante meses y yo estuve a punto de unirme a alguien más…
-Por supuesto que no podemos darnos ese lujo… pero tampoco podemos borrar el pasado…
-Pues… tampoco podemos cambiar el carácter…
-¿Te refieres a tus arranques de inseguridad en los que decides mejor irte que quedarte a luchar?
-Y a tus celos enfermizos…- dijo y sacudió la cabeza. Si bien se estaban diciendo cosas, no era con rencor, sino con un profundo reconocimiento y sinceridad.
-¿Qué podemos hacer? Somos así…
-Pero es que así no funciona…
-¿Acaso tienes alguna idea para solucionarlo?
Sehrazat volvió a perderse en sus ojos durante un rato, sin decir nada y él intentó decodificarla sin éxito, por supuesto, realmente no tenía idea de lo que ella pensaba…
-Se me ocurre algo… espero que puedas entenderlo…
-Siempre…- dijo él con algo de ansiedad, intuía que ella tenía reticencias de hablar porque creía que él no estaría de acuerdo o se resistiría y así era.
Yo creo que sería bueno que intentáramos hacer terapia de pareja…
-¿Terapia? ¿profesional?
-Así es… evidentemente somos incapaces de manejar todo esto… y…
-Tienes razón…
-¿En serio? - dijo y sonrió.
-Así es… tienes razón…
-¿De verdad estás dispuesto a algo así?
-Estoy dispuesto a todo para poder seguir así contigo…- dijo y acarició su piel, por debajo de las sábanas.
-¿Así?- dijo ella y le sonrió con complicidad.
-Mi vida… quiero estar a tu lado toda mi vida… necesito que esto funcione porque me duele el alma cuando no estás… siento que te busco en otras mujeres y me siento tan vacío que tengo ganas de morirme…
-Onur… mi vida… a mí también me pasa eso de sentir un dolor tan profundo y desgarrador que me parece que no podré seguir adelante…
-Hagamos lo que haya que hacer… si la terapia es la solución, entonces bienvenida sea…
-¿De verdad?
-Escucha…- le dijo y se acomodó sobre ella, Sehrazat sintiendo la deliciosa sensación de calor de su cuerpo sobre el suyo- si tengo que ser totalmente sincero, yo no hubiese pensado en esto, no suelo creer en este tipo de cosas, pero si estoy dispuesto a hacer lo que sea…
-Bien… bien…- dijo ella y cerró los ojos cuando él se inclinó y comenzó a besar su piel a la altura de los hombros.
-Bien…- dijo él buscando su camino hacia su pecho y Sehrazat perdió totalmente el sentido de coherencia en sus pensamientos…
Se dedicaron un buen rato a disfrutarse y luego decidieron ir a salir a cenar. Se encaminaron nuevamente hacia la rambla y se decidieron por un restaurant que ofrecía comidas típicas con frutos de mar…
Compartieron dos platos, y al final, se quedaron a escuchar un show. Un cantante les dedicó un par de canciones porque entre todos los presentes ellos habían impresionado como una pareja de recién casados…
-Si supieran que estamos divorciados y en plan de reconciliación…- le dijo él al oído y ella sonrió.
-Bueno… el plan de reconciliación ya pasó… digamos que ahora estamos en plan de reencuentro…- le dijo en el mismo tono y él asintió.
-Me encanta…y tenemos un par de días más para disfrutarlo…
-Así es…- dijo ella y alzó las cejas.
El dueño del restaurant se acercó a ellos y les regaló una botella de vino espumante y ellos se quedaron disfrutándolo, hablando bajo, de sus cosas hasta que decidieron
Cuando volvieron al hotel ya era tarde y se quedaron viendo una película en la cama, abrazados, piel contra piel…
Onur abrió los ojos en mitad de la noche, cuando se habían quedado ya dormidos, agotados de todo lo que habían hecho durante el día y se quedó mirándola dormir un buen rato…
Cerró los ojos y sintió la angustia de todo lo que ella le había planteado. Rogó que el esfuerzo que significaba para él ventilar sus intimidades de pareja y de vida sirviera para algo…
En poco tiempo pasó por momentos de optimismo, quizás él o la terapeuta pudiera decirle la palabra justa para que ella dejara de lado ese pesado pasado que compartían, pero ese optimismo era aplastado por la triste realidad de lo que era inevitable, el tiempo no podía volverse atrás y ella evidentemente no superaría fácilmente lo que había ocurrido aquella noche…
Sehrazat abrió los ojos y lo miró adormilada, con tanta ternura que él olvidó todas sus cavilaciones para besar sus labios y acariciar su cara…
-¿No puedes dormir? ¿qué te preocupa? - le dijo con voz suave.
-Nosotros…
-Lo resolveremos… porque al menos ahora estamos de acuerdo con que es necesario hacerlo… que no importa que haya tanto amor entre nosotros…
-Ese amor merece un impulso que lo renueve…- dijo él y sintió las suaves caricias de ella en su cara.
Sehrazat se acomodó sobre él y Onur suspiró. Era imposible que amándose tanto, no pudieran aspirar a toda una vida juntos…
Bueno, seguimos acomodándonos. Gracias por leer, nos vemos en el próximo!
