N/A: Hola nuevamente, aquí va el tercer capitulo de esta historia, espero que les agrade. Aclaro que dejare en paréntesis los capítulos que involucren a la mayoría de personajes de un mismo juego.
Aviso importante: Personajes y ambientes de Touhou Project NO ME PERTENECEN Y NO SOY DUEÑO DE ELLAS, le pertenecen a sus respectivos dueños. Cualquier otra referencia distinta de esta franquicia antes mencionada, pertenece a sus respectivos dueños. Este fanfiction está hecho para entretenerse.
Capitulo 3. Entrenamiento familiar (EoSD).
Mientras tanto, en la habitación Flandre.
-…cuidado onee-sama. –dijo la rubia quejándose de dolor por las envolturas que colocaba su hermana mayor en su torso.
-Tranquila Flandre, yo tengo experimentas en los vendajes por lo que me enseño Sakuya. –dijo Remila. –Aunque no puedo creer que ella fuera capaz de hacer todo ese daño en ti, espero que, si me encuentro con ella cara a cara en un combate libre, utilizare mis poderes para manipular el destino para que sufra lo que sufriste tú en ese lugar. –dijo con tono enojado.
-Gracias por tu apoyo onee-sama. –dijo agradecida. -Nunca creí que podía sufrir una paliza de esa manera. Yukari es realmente poderosa y peligrosa en el combate libre, pero creo que ella hizo esto a propósito para enseñarme a la mala una lección.
-¿Cuál lección? –pregunto con curiosidad.
-Que todas tenemos un límite en este mundo, que siempre existirá alguien mejor que nosotras, y que las cartas de hechizo en Gensokyo son lo mejor para una batalla más equilibrada. –respondió la rubia. Luego paso un breve tiempo en que su hermana termino de colocar todos los vendajes.
-Ya está lista. Agradece que somos vampiros, nosotras podemos regenerar nuestras heridas, un par de días y estarás como nueva. Ahora será mejor que descanses para que te recuperes bien.
-Gracias onee-sama. –dijo con una sonrisa, despidiéndose de su hermana. Al cerrar la puerta, la rubia cambio de actitud al ver que Yukari se encontraba de pie apoyándose su espalda en la muralla al lado de la puerta.
-Muy pensativa ¿no? –dijo la rubia de cabello largo.
-Ah… hola. –dijo Flandre con tono desinteresado. –En mi opinión personal sigo un poco molesta de que no me avisaras que aún estaba presente tu habilidad de manipular mi salud, pero te lo perdono por esta vez. ¿A qué se debe tu visita? ¿Quieres enviarme a ese lugar de entrenamiento como la última vez?
-No es necesario, ya cumplió su objetivo, además que ya no sería divertido hacer esto, sería muy triste y deprimente. –respondió Yukari con naturalidad, -Solo quería saber en que estabas, como veo que no estás haciendo algo importante ¿Quieres jugar ajedrez?
-¿Cuál es el truco? –pregunto desconfiada.
-Ninguno. ¿Y bien?
-De acuerdo. –acepto inmediatamente.
Las dos rubias se quedaron jugando al juego de mesa para pasar el rato de forma tranquila, hasta que la chica vampiro decidió romper el silencio.
-Tengo una duda Yukari.
-Dime.
-¿Por qué me elegiste a mí? –pregunto Flandre con interés.
-¿Por qué lo preguntas?
-Onee-sama dijo alguna vez que tú la manipulaste para cumplir un propósito. ¿Acaso crees que soy algún propósito para algo más grande?
-Te seré muy sincera Flandre, cada una de las habitantes de Gensokyo tiene un rol que tiene que cumplir en esta sociedad. En cambio, si continúas manteniendo desaperciba en tu sótano desde que tu hermana provoco el incidente de la niebla roja, te aseguro que quedaras completamente en el olvido. Yo te veo como una oportunidad de que puedes ser más que solo una peligrosa reliquia oculta en este sótano, ser algo más que solo una chica vampiro.
-¿Me estás diciendo que puedo ser el próximo youkai de los bordes? –pregunto con dudas.
-¿Es una broma? Jamás te convertirás en una youkai de los bordes, no eres muy poderosa comparada conmigo ni tu tampoco tu hermana mayor, pero… considero que, si nos comparamos con la humanidad del mundo exterior, eres de los seres más letales que conozco que puede arriesgar la seguridad de los demás, como por ejemplo yo, tu propia hermana mayor y otras más.
-Me siento alagada, pero… si no puedo ser un youkai de los bordes, ¿Qué puedo ser? –dijo con dudas.
-En mi opinión, tu puedes ser como un símbolo de unión en Gensokyo por dar un ejemplo, algo así como que algún desconocido sepa de tu existencia y con ello conlleve a conocer al resto de las habitantes. Porque en mi caso, tengo muchas responsabilidades y otros asuntos importantes que debo atender para la seguridad de Gensokyo, más allá de fastidiar a algún pobre humano en el mundo exterior con mis dones, porque mi gran deber es la protección de Gensokyo y vigilar la Gran Barrera Hakurei del mundo exterior. –dijo Yukari con seriedad.
-¿Un símbolo? –pregunto curiosa.
-Es una idea solamente, también sería lo mismo si fueras un músico o una idol escolar de algún anime. –sugirió la rubia del traje morado.
-¿Qué son esas cosas? –pregunto muy curiosa con esos términos.
-La nueva moda del mundo exterior en estos momentos. –respondió la youkai, -Volviendo al tema, te elegí porque creo que puedo sacar algún beneficio que nos ayude a todo Gensokyo. Admito que eres muy dócil, obediente y tienes habilidades de combate por lo que puedes ser una gran aliada, ser uno de mis fieles subordinados por si en algún momento Gensokyo está en riesgo. Recuerda, tú no eres como mi fiel sirviente, ella tiene su propio entrenamiento, en cambio yo soy solo una guía para ayudarte a cumplir tu objetivo, puedo enseñarte cosas para que estés mejor preparada en el exterior, pero tienes que poner de tu parte. Si tú quieres ser parte de esto, tienes que estar mentalmente y físicamente preparada para salir de la mansión, por lo que te pediré lo siguiente.
-¿Qué es?
-Tu objetivo, quiero que entrenes. Demuéstrame que eres capaz de superarte por ti misma y podrás conocer todos los alrededores de Gensokyo por tu cuenta sin necesidad de un supervisor como dice tu hermana mayor ya que como tengo trabajos que hacer, no voy a estar siempre pendiente de ti todo el tiempo. Demuéstrame que eres suficientemente inteligente para que no seas una potencial amenaza ni tampoco alguien que se deje vencer de manera tan fácil. –ordeno con mucha confianza a la rubia.
-¿Y qué ocurre si rompo las reglas que rigen a Gensokyo? –pregunto con dudas.
-Entonces sufrirás las peores torturas que ni tu joven imaginación puede comprender. Mucho peor de lo que paso en el lugar de entrenamiento, tu pesadilla o ir a la Capital Lunar. –dijo con tono dramático que asusto a Flandre con esa frase. –Y no te preocupes, desde mi lugar de trabajo estaré vigilando que no hagas algo estúpido que perjudique a Gensokyo, por lo que, si ocurre algo malo, voy a intervenir inmediatamente. Eso es todo para ti, te deseo mucho éxito. –dijo con una sonrisa y con buen ánimo, se despidió de la chica rubia y se dirigió a la puerta principal del sótano.
-Yukari.
-¿Dime?
-Gracias por tu ayuda, prometo que estarás orgullosa de mi. –dijo con optimismo la chica vampiro antes de ver como la youkai abandonaba su habitación.
Por otro parte, Yukari abandono el sótano de la mansión, solo para encontrar al frente suyo a una Remilia con cara de desaprobación.
-¿Qué? –pregunto Yukari con mal humor.
-Flandre me conto todo sobre ese entrenamiento extraño que le hiciste y de cómo llego a la mansión aquella vez. –dijo con tono serio la peliceleste.
-¿Y?
-Que si me encontraba contigo cara a cara te voy a manipular tu destino y…-dijo hasta ser interrumpida como la youkai desapareció en frente suyo con uno de sus portales. -¡Te maldigo Yukari!
Pasaron alrededor de dos semanas desde que Remilia vio la presencia Yukari en su mansión, si bien hubo bastante tranquilidad durante todo este tiempo, a excepción de la construcción del muro de la entrada de la mansión, todavía continuaba la incertidumbre de cuando podían saber noticias de la youkai de los bordes.
-¿Alguna señal de Yukari, ojou-sama? –pregunto Sakuya a la dueña de la mansión.
-No. Ya paso como dos semanas y no hay ninguna señal de ella. Sigo pensando que ella solo quiso aprovecharse de la buena voluntad de Flandre. Como pude ser tan tonta en caer de nuevo en otro de esos trucos baratos de esa mujer. –dijo Remilia sin muchos ánimos.
-Ya sabe cómo es la actitud de esa mujer. –dijo con tono serio. –A pesar de ello, la imouto-sama no hecho ninguna pregunta sobre el paradero de Yukari en todo este tiempo, considerando que ella es la debe estar más preocupada de la situación.
-Eso es extraño Sakuya, en todo ese tiempo he visto a Flandre actuando de manera tranquila y sin hacer ningún alboroto de porque no ha habido alguna señal de Yukari, aunque ha estado bastante tiempo en su habitación que recorriendo los pasillos. No sé si ya se rindió y acepto su destino de quedarse en el sótano. –dijo con muchas dudas.
-Lo dudo, ella no es alguien que quiera rendirse de manera tan fácil, sobre todo que continua con la idea de conocer los alrededores de Gensokyo. –dijo muy segura de esa idea.
-Creo que será lo mejor, ver que está haciendo ella en este momento. –dijo Remilia con seguridad, para salir de esta incertidumbre.
La dueña voló con rapidez por los pasillos de la mansión hasta llegar a la puerta del sótano para saber qué es lo que está haciendo su hermana en este momento.
-¿Qué haces Flandre? –pregunto con curiosidad su hermana, hasta que quedo demasiado sorprendida al ver como la rubia golpeaba un saco de boxeo que tenía en su habitación con unos guantes en sus manos. -¿Y cómo conseguiste ese saco de boxeo?
-Ahh… onee-sama. –dijo con alegría. -Estoy entrenando por mi propia cuenta, si quiero conocer los alrededores de Gensokyo, debo entrenar como me lo pido Yukari la última vez que hable con ella, y estas cosas me lo envió ella por uno de sus portales poco después que se fue de mi habitación.
-No sé qué idea extraña te metió Yukari en tu cabeza, pero no necesitas entrenar de este modo. –dijo Remilia con preocupación. –Aunque al menos no has abandonado tu idea de salir de la mansión.
-Obvio que no onee-sama, y prefiero entrenar a mi manera en vez de no hacer nada, sé que no he visto a Yukari en estas últimas dos semanas, pero no me olvido lo que me dijo la última vez, y después de eso entendí que… no solo quiero conocer Gensokyo, quiero que Yukari este orgullosa de mi, que ella sepa que no me convertiré en una reliquia abandonada, que puedo ser alguien útil en este lugar, tener mi propio propósito.
-Realmente Yukari si te metió ideas demasiado extrañas. –comento Remilia con desilusión.
-Onee-sama, yo quiero salir por mi propia cuenta, ya que ella va estar vigilándome desde lejos, Yukari me mostro el daño que puedo causar a los demás en una pesadilla que tuve, y prometí que si salía por mi cuenta no le haría daño a los demás al explotarlas, por lo que quiero mostrarles a todas que Flandre Scarlet no es una amenaza para este lugar ni alguien que se deje ser derrotada tan fácil. Además, Yukari dice que los enfrentamientos de danmaku lo puedo mejorar si entreno por mi cuenta, por si logro derrotarla para la próxima vez. Es algo que tengo pendiente con ella.
-Realmente veo que si tienes tu propio objetivo propuesto. –comento la hermana mayor.
-Onee-sama, cuando me encuentre preparada, saldré por mi cuenta. –dijo con tono serio. -Espero que tú y las demás lo entiendan.
-Flandre, yo no te voy a permitir que salgas de la mansión por tu propia cuenta. Si de verdad quieres valerte por ti misma más la vigilancia extra de Yukari, necesitaras primero toda nuestra ayuda. –dijo Remilia de buen ánimo en la última frase.
-¿De verdad me van a ayudar? –pregunto con buen ánimo.
-Si Flandre, tú no estás sola en eso, si Yukari de verdad quiere que mejores en tus habilidades y ser alguien útil en Gensokyo, necesitaras la ayuda de todas nosotras. ¿Te parece? –dijo Remilia con mucha confianza.
-¡Entonces hagámoslo onee-sama! –exclamo Flandre emocionada.
Desde esa reunión con su hermana mayor, todas las mujeres principales de la mansión se comprometieron en ayudar a la chica rubia a tener un entrenamiento al estilo Remilia Scarlet y compañía, por lo que cada una se comprometía a ayudar en un área específica, en las mañanas iniciaba su entrenamiento en la entrada principal de la Mansión Scarlet.
-Remilia-sama me hablo que necesitabas mi ayuda para convertirte en una chica independiente que pude valerse por sí misma en Gensokyo. ¿No?. –dijo Meiling con buen humor.
-Si Meiling, yo estoy dispuesta a hacerlo. –dijo Flandre muy confiada y emocionada.
-Me alegro por ti, y no te preocupes. Yo, Hong Meiling, te enseñara mis técnicas de combate de artes marciales chinas que he aprendido antes que convirtiera en la guardiana de la mansión. –dijo muy emocionada. –Sé que no te vas a arrepentir. –dijo con una sonrisa.
-Muy bien Meiling, enséñame todo lo que tú sabes. –dijo con firmeza la rubia.
Después de su entrenamiento en la entrada de la mansión, más tarde tenía su entrenamiento en uno de los largos pasillos de la mansión.
-Mientras Meiling te enseña el arte de las artes marciales. Yo me encargare de potenciar todas tus habilidades de agilidad como me ordeno la ojou-sama. –dijo Sakuya con tono serio frente a la rubia.
-¿Cuál es tu idea? –pregunto curiosa.
-Cómo puedo detener el tiempo, quiero que seas capaz de esquivar todos mis cuchillos que te iré arrojando hacia ti. ¿Te sientes preparada para realizar este entrenamiento?
-Si Sakuya. Estoy lista. –dijo Flandre con mucha confianza.
Luego en las horas de la tarde, la rubia tenía su siguiente entrenamiento en la biblioteca de la mansión.
-Escúchame Flandre, Remi me pidió amablemente que te entrenara en este horario, en mi caso prefiero enseñarte mis conocimientos básicos en la magia de los siete elementos para que puedas defenderte por tu cuenta. –dijo Patchouli con uno de sus libros de magia en la mano.
-¿Como lo hace Marisa? –pregunto la rubia.
-Sí, con la principal diferencia de que no eres una ladrona de libros. –respondió la pelimorada con leve enojo. –Solo eres una chica vampiro que no tiene experiencia en la magia, el equivalente a una humana aprendiendo magia por primera vez. Mejor comencemos con la lección.
Finalmente, en las horas de la noche terminaba su entrenamiento diario, con su hermana mayor en la azotea principal de la mansión.
-Flandre, mientras Sakuya, Meiling y Patchy te ayudan, yo me encargare personalmente de entrenarte en el combate con armas, por lo que será una buena idea combatir contigo con mi Gungnir. –dijo la mayor invocando su arma roja en forma de lanza desde su mano. -¿Estas lista? –pregunto con emoción.
-Si onee-sama. –dijo la menor con mucha confianza, también invocando el Laevateinn.
Después de aproximadamente un mes y dos semanas de entrenamiento, Flandre se encontraba en su habitación preparando sus cosas para realizar su primer viaje independiente por los alrededores de Gensokyo, ya se encontraba vestida con su tradicional vestido rojo, sobrero blanco y su listón rojo en la parte izquierda de su cabello; y su propio paraguas para el evitar el Sol.
-Creo que llego el momento. Esta vez, me siento preparada para conocer Gensokyo por mi propia cuenta. Sé que no fue fácil, pero gracias a onee-sama y las demás, me siento capaz de hacer esto por mí misma. Es hora de demostrarle a los demás que no soy solo una amenaza y ni alguien que se dejara vencer tan fácil. –dijo para sí misma mientras ordenaba su habitación antes de escuchar cómo se abría la puerta principal.
-¿De verdad ya estas lista para eso? –pregunto Remilia con interés.
-Si onee-sama, me siento lista, admito que no fue nada fácil, pero con toda su ayuda creo que puedo hacer esto. –dijo Flandre con mucho ánimo. -¡Esta vez me siento preparada! ¿Qué ocurre onee-sama? –pregunto preocupada.
-Nada. Es solo que nunca creí que llegaría este momento. –dijo Remilia conteniéndose las ganas de llorar. –Siempre creí que seguirías encerrada en tu sótano por mucho más tiempo de lo normal.
-¿De verdad creías que permanecería por siempre en este lugar? –pregunto levemente indignada.
-Sí, pero ya no importa eso. Todo lo que te has esforzado con nuestro entrenamiento ya tienes nuestra autorización para salir por tu cuenta, al menos considero que Yukari estará pendiente de ti de las cosas que hagas afuera de la mansión.
-Eso es verdad. Y con respecto al entrenamiento, esos recuerdos… -dijo levemente avergonzada, que mientras ambas hermanas recorrían los largos pasillos de la mansión, Flandre comenzó a recordar su duro entrenamiento.
-No es fácil aprender estos movimientos, pero confió que lo harás mejor en la siguiente oportunidad. Confió en ti ¡Animo! –dijo Meiling animando y levantando a la rubia que se encontraba tirada en el piso.
-Debes ser más ágil para la próxima vez imouto-sama. Puedes hacerlo mejor. –dijo Sakuya con tranquilidad vendando una sus piernas la chica rubia luego que ella recibiera un cuchillo en esa zona mientras ella se quejaba del vendaje.
-No otra vez. –dijo Flandre atrapada en una burbuja de agua producto de la magia de Patchouli, mientras la pelimorada continuaba leyendo su libro en una silla de su biblioteca.
-Puedes hacerlo mejor Flandre. –comento Remilia motivada luego que la rubia se encontraba desmayada luego de atravesar una de las murallas exteriores de la mansión producto de uno de los ataques del arma de su hermana mayor.
-…pobre Sakuya, debió ser muy duro arreglar ese muro. –comento Flandre al recordar ese último momento.
-Ni lo preguntes. –comento Remilia con tristeza.
Las hermanas Scarlet llegaron finalmente a la entrada principal de la mansión, donde las estaban esperando Meiling, Sakuya y Patchouli.
-Antes de partir… ¿tienes algo que decir? –pregunto Remilia con tono serio a su hermana.
-Te prometo onee-sama que no voy a explotar a nadie en mi viaje por los alrededores de Gensokyo. –dijo Flandre obedientemente.
-¿Algo más? –pregunto la peliceleste nuevamente.
Flandre se quedó observando a todas sus principales habitantes de la mansión antes de marcharse.
-Onee-sama, Sakuya, Meiling y Patchy. Gracias por toda su ayuda y por todo su apoyo, estoy muy agradecida de su entrenamiento, prometo que se sentirán muy orgullosas de mí. Me divertí mucho haciendo este entrenamiento con ustedes, Meling gracias por tu entrenamiento de las artes marciales chinas, Sakuya gracias por tu entrenamiento en mejorar mi agilidad, Patchy gracias enseñarme algo de tu magia elemental, aunque sigo siendo un asco usando tus hechizos, pero gracias, y onee-sama gracias por ayudarme a entrenar con mi Laveatein.
-¿Y qué hay de mí? –pregunto despacio la pequeña asistente de Patchouli que apareció rápidamente detrás de la mujer de cabello morado.
-Oh... Koakuma, aunque no participes mucho, gracias por ayudar a Patchy a arreglar todo el desorden que provoque en la biblioteca, tratando de usar magia de agua. –dijo Flandre con sinceridad a la chica demonio de cabello largo y rojo.
-Ni lo menciones, no creerás el tiempo que se demora en secar esos libros. –comentó con tristeza Koakuma.
-Eso es porque Flandre todavía es… una novata en la magia, en una vampira… no una maga. –dijo Patchouli tosiendo de repente. –Maldito asma.
-Bien chicas, gracias por su apoyo. –dijo Flandre muy agradecida y contenta que salió volando en forma diagonal abandonando la Mansión Scarlet.
-Mucha suerte en tu viaje Flandre. Todas te apoyamos. –grito Meiling con buen ánimo.
-Adiós Flandre, rezare por tu bienestar, por el nuestro y de Gensokyo. Mucha suerte. –dijo Remilia con tranquilidad, viendo hacia el cielo como su hermana desaparecería de su visión.
-No se preocupe ojou-sama, ella es muy dócil, no creo que desobedezca su orden. –dijo Sakuya consolando a la dueña de la mansión.
-Vámonos Koakuma. Debemos continuar con limpieza del ultimo desorden que provoco Flandre a la biblioteca. –ordeno Patchouli a su asistente.
-Está bien Patchouli-sama. –respondió Koakuma.
Mientras todas las habitantes principales ingresaban a la mansión después de la despedida de la rubia, Flandre Scarlet dio oficialmente el gran paso de salir de la mansión bajo la autorización de su hermana, con la intención de demostrarle a la youkai de los bordes que ella puede ser más un aporte para la sociedad y que se sintiera orgullosa de ella. Sin embargo, en su vuelo por Gensokyo se encontró con un principal problema.
-¿Dónde vive exactamente Yukari Yakumo? –pregunto para sí misma.
N/A: Lo lamento niña, pero ni yo puedo responder esa pregunta. ¿Qué clase de aventuras se involucrara nuestra protagonista? Pronto lo sabrán. Si hay algún error en ortografía y/o en gramática, espero corregirlo prontamente. Comentarios, opiniones y sugerencias constructivas son bienvenidos y me ayudarían a hacer un mejor trabajo en el futuro. Nos vemos.
