Capitulo 1.1 "Un agradable viaje en Tortuga"

"Manténgase en sus asientos en todo momento. Pronto llegaremos a la capital, es normal que la Tortuga haga movimientos bruscos"

Esas indicaciones fueron dada a través de una gran bocina en la esquina superior de los asientos. Todo mientras los pasajeros sufrían de los movimientos bruscos del lugar y que les impedía estar sujetos a sus lugares, estando propensos a caerse de sus asientos. Los pasajeros estaban acomodados en filas de 8 asientos cada uno, juntándose con varias hileras, dando apenas espacio para poder irse del vehículo una vez terminado el viaje

La mayoría podría decir que era imposible mantenerse tranquilo, excepto un joven, quien se mantenía sereno ante los movimientos y las constantes quejas de los pasajeros. Este solamente se limitaba a leer un libro de pasta dura, mientras que sus oídos eran cubiertos con una especie de casco pequeño y que cubrían su cabeza con una diadema de metal ligero. Esto por supuesto, le llamo la atención a uno de los pasajeros, quien nunca trajo nada para poder entretenerse o tan siquiera poder tener algo con que sostenerse de su asiento, eso lo desesperaba y aburría a la vez. No solamente eso, se sorprendía de por qué de su artefacto salía música, pues la única melodía que él podía escuchar que no fuera por músicos, era a través de los parlantes gigantes de la capital, y eso era sumamente raro, pues solamente se ponían cuando era un evento importante, tal como las lujosas ceremonias de la nobleza o fiestas decembrinas y de primavera. Normalmente se limitaría a observar al chico y escuchar que tipo de melodía escuchaba, pero en estas circunstancias eso no era suficiente, tenía que hablar con él.

—Disculpe...— Para llamar su atención procedió a tocar levemente su hombro,

Eso fue suficiente para que el joven se quitara su aparato y luego sacara de su bolsillo una especie de caja de pequeña, donde el apretó un gran botón que hizo que el sonido se parara. Luego también procedió guardar su libro

—Disculpe, no lo había escuchado— El joven respondió amablemente — Solamente que tenía esta cosa con el volumen alto y nada se escucha con esto cuando te lo pones — El levanto su extraño aparato y lo señalo apropiadamente.

El señor quería saciar su curiosidad latente, así que quería preguntar que era ese aparato

"¿Por qué saca una melodía bonita?" Se pregunto así mismo.

—Ahh...El motivo de mi interrupción fue que no podía evitar notar su extraño artefacto. ¿Que es? De casualidad.

El joven no tuvo reparos en contestarle al hombre.

—Fue un regalo. Mi amigo lo llamaba "Walkman" lo sé, es un extraño nombre. En anglo sería algo como "El caminador o algo así", realmente en su país natal lo llamaron asi. En cuanto lo que es, digamos que es un aparato que te permite escuchar música de manera más personal, no se escucha tanto y puedes disfrutar más los viajes así.

—¿Es por medio de esas cosas que estaban en tu oreja? –Señalo a la diadema en el cuello del joven.

—Si. Aunque realmente si te lo pones mucho tiempo, se cansa mucho tu cabeza.

El hombre si que se sorprendió de la tecnología que actualmente hace el mundo. El viajaba mucho, si habría posibilidad de poder comprarlo habría de preguntar.

—Y habría posibilidad de decirme en dónde tú amigo lo consiguió?

El joven lo pensó por un momento y dijo.

—Realmente no me dijo dónde. Pero lo conocí en Rialmania. Supongo que podrías preguntar ahí si conocen si lo venden.

—Gracias

—No hay problema — El iba a proceder a ponerse de nuevo esa extraña diadema cuando...

—Oye, veo también que quieres ser "Caballero Heroico" no?

Sabía que no era correcto molestar al joven de cabellos verdes mientras el aguantaba su viaje como los demás. Pero, el tampoco se perdería una buena excusa para perder tiempo en conversar.

—¡Si! De hecho voy a Lendrins por eso. Quiero inscribirme a la "Academia de aspirantes a Caballeros Heroicos" ¿Cómo se dió cuenta?

—Por su espada.

El señaló la espada pegada a su cintura. Era medianamente larga, con una funda de cuero negro, no solamente eso, si no también tenía una pistola de chispa a su lado.

—Pero se me hace raro que un Caballero Heroico lleve una pistola de chispa mágica.

—De hecho nada más la utilizó para cazar venados de dos cabezas y para poder defenderme jejeje. No piense que soy un criminal o algo así.

Dijo el chico nervioso rascándose la cabeza por detrás, mientras se reía levemente. Mientras que el señor le respondió con la misma expresión que "No importa"

—¡No es eso! jejeje, no es el típico dicho "De un ladrón solo saca armas de fuego por su cobardía", solo que tenía la idea que solamente la guardia real utilizaba las armas de fuego para compensar su falta de poder mágico. Pero también veo que no solo ellos las manejaban bien.

—Ya veo. Eso no lo sabia, supongo que tengo mucho por aprender.

Dijo con una sonrisa tierna.

—Chico, como un "Anglosovo viajero recurrente" te puedo decir una o dos cosas de la ciudad que llegaremos. Por nuestra conversación es la primera vez que visitas la capital ¿verdad?

—Si —Respondio con sinceridad — ¿Que cosas me podría decir la capital?

—Lendrins es muy estricta. No por nada le dicen "El corazón de la alianza" dado que siempre las reuniones importantes en política internacional están ahí siempre habrá seguridad estricta. Te pueden dejar pasar con tu espada con la excusa de que vas a participar en las pruebas de ingreso semestrales, pero tú arma de chispa se te hará difícil que entre.

—No se preocupe, podría sobornar al oficial ¿verdad?

Para parecerle un chico un poquito tierno y amable, le sorprendió que supiera un poco del mundo real y de lo podrido que era a veces la guardia real o la guardia civil. Por supuesto, para la gente común, sobornar a un oficial era una gran ventaja para hacer muchas cosas que al fin y al cabo nadie les importan las consecuencias. El también tendría que sobornar al oficial para que pueda traer su mercancía. Su precioso tabaco, legal en todos lados, hasta en el imperio de Asalon está permitido su uso recreativo, pero irónicamente el Reino Unido lo prohibió. Una medida hipócrita a su parecer.

—La pistola te costará caro el soborno. Pero si ven que eres más sospechoso de lo usual de nada te servirá sobronar. Mejor ten cuidado, pero como te conocí, no tendrás problema en aparentar. ¡Ojo! Si no te alcanza el soborno, no todos te van a dar tiempo de que la tires o te la decomisén, te pueden recluir.

—No hay problema, ya tengo suficiente dinero para este caso. Hay que estar preparados ¿no?

—¡Exacto! —Sonrio el hombre

—¡Miren! Es el pueblo de Hollow.

Su conversación fue interrumpida cuando un pasajero se asomó por la ventana de su asiento y aviso a los demás lo que encontró. Afortunadamente ambos se encontraban en asientos que colindaban con la ventana. El peliverde era que estaba justo a lado, así que fue primero en asomarse antes que el hombre.

Lo que vio fue un pueblo en ruinas. Había partes dónde se podía ver las siluetas de las personas que no pudieron escapar de una especie de ataque incendiario. Había también algunas partes de huesos humanos y de otras especies amontonados en algunos montones parecidos a montañas. Lo que más le sorprendió al hombre, quien estaba junto al joven viendo en la ventana, fue que pudo divisar lo que fue un vehículo metálico abandonado, parecía una especie de tanque de la guardia real. Se podría ver su largo cañón en dirección hacia donde estaban ellos dos, y también el esqueleto de la salamandra gigante que le daba movimiento.

Así pasaron unos minutos viendo las demás casas destruidas. Hasta que por fin mejoro el paisaje. Ambos se colocaron de nuevo en sus posiciónes.

—Como eres nuevo por esta región, mejor te explico que pasó en este pueblo —Dijo con una voz melancólica— Yo tenía 31 cuando la guerra inicio. Pasamos 6 años enfrentando a la Liga de Naciones de Hosu y al Imperio de Asalon. Hollow era el pueblo más próximó a la capital, solo unos minutos en Tortuga y llegabas. Asalon quiso bombardear la capital pero por su fuerza de ataque no pudieron hacer su cometido. Desafortunadamente se desquitaron con este pueblo. Tenía a mis padres ahí.

El peliverde se sintió triste por la situación del hombre. Pero también tenía que afontar el hecho que es así la guerra. Además, también perdió a quienes más quería por esa guerra.

—Chico si vas a ser un Caballero Heorico. Es mejor que hagas honor al título y conserva la paz en vez de ser un títere de guerra.

—De hecho ese es mi sueño.

Dijo un poco más animado.

—¿En serio? En específico, que sería? Pensé que lo hacías por el dinero.

Dijo con curiosidad.

—No. Es salvar a cada persona con una sonrisa, sin importar la situación.

—No era la frase del legendario Maestre Caballero Heorico "All Migth"!?

—Asi es —Dijo con emoción.

"Ya llegamos a Lendrins. Preparen su descenso"

Así su pequeña plática acabo con el anuncio de la bocina.

Continuara. .