Capítulo 3 : Escape

Con el dolor irradiando en todo su brazo, Hermione se las arreglo para abrir la puerta del cuarto de su hijo, encontrando al pequeño sentado a un lado de su cama.

-Hugo-lo llamó, el niño volteó a verla y se asustó al notar la mano vendada de su madre.

-Ahora…somos dos prisioneros de Azkaban que escaparan del dementor, ¿de acuerdo? Pero tenemos que ser muy silenciosos ...

El niño negó con la cabeza -Pero nos van a atrapar, siempre nos encuentran ,y si lo hacen papá se…

La mujer acarició la mejilla del niño, tranquilizándolo. -Esta oportunidad es mejor que cualquiera de las otras…hay invitados en la casa y los guardias no están, sólo está la squib…intentemos salir sin que nos vea, ¿si?- resolvió. El niño asintió, levantándose del suelo . Hermione tomó una mochila y juntos empezaron a guardar ropa y documentos importantes.

Hermione cerró la mochila y la puso sobre su espalda, para después salir y dejar cerrado con llave el cuarto del niño.

Comenzaron a caminar lo más discreto que podían -Tenemos que caminar en silencio -le susurró al niño, mientras bajaban las escaleras que daban a la planta baja.

Escucharon los pasos de la squib y se detuvieron, conteniendo el aliento al creerse descubiertos. Para su fortuna ella pasó de largo.

Siguieron caminando en silencio por un largo pasillo y bajaron otras escaleras hasta llegar al cuarto de lavado de la planta baja de la mansión.

Entraron a tropezones y cerraron la puerta tras de si, apresurándose a abrir la ventana, pero al abrirla la manija cayó al suelo causando un sonoro ruido que llamó la atención de la squib quien se encontraba a pocos metros de distancia.

Hermione tomo al niño en sus brazos y lograron ocultarse en un rincón de la habitación antes de que la squib abriera la puerta. Ambos trataban de no moverse y mientras la mujer revisaba el cuarto, ellos rezaban por no ser encontrados.

Y sus plegarias fueron escuchadas: la mujer, al no encontrar nada sospechoso, salió de la habitación.

Hermione abrió la ventana nuevamente y ayudando a su hijo a pasar al otro lado pese al dolor que iba y venía en su brazo, lograron salir al patio trasero de la mansión.


-Bueno, creo que es hora de que nos vayamos- dijo Harry, levantándose de su asiento.

-¿Por qué se van tan pronto?- dijo su anfitrión.

-Tenemos un largo camino que recorrer, Ron-.Ginny se puso de pie con el pequeño Albus durmiendo en brazos, seguida de Draco, quien cargaba a un durmiente James.

-Bien, pero prométanme que volverán otro día a cenar ¿si?- preguntó el pelirrojo, esperanzado.

Harry asintió , y tras despedirse se dirigieron al patio donde estaba su auto.


Con el corazón en la mano, Hermione y su hijo se apresuraron a caminar detrás de los autos para evitar ser vistos, pues ya los escuchaban acercarse.

-Vamos ,corre -apremiaba a su hijo.

-Nos van a atrapar, mamá – dijo Hugo con un hilo de voz, el rostro pálido por el miedo.

- No, no es así- respondió Hermione, queriendo convencer tanto a su hijo como a ella misma.

Al casi pisarles los talones se acercó a la cajuela de la minivan y concentró todas sus fuerzas en tratar de abrirla con su única mano sana, mientras los escuchaba platicar a sólo unos pocos metros.

-Nos vemos en el Ministerio- se despidió Harry.

-Adiós ,hermano- respondió Ron, con una sonrisa de suficiencia.

Malfoy le miró con mala cara y sólo se subió al auto sin despedirse.

Hermione escuchó como las puertas se abrían y los pasajeros se acomodaban en sus asientos y el motor era encendido cuando por fin la cajuela cedió y se abrió.

Emocionada por sentir la libertad cerca ,cargo con dificultad a su hijo pero en ese momento comenzó a moverse el auto y creyó que su esfuerzo había sido en vano sin embargo el coche se detuvo y le dio la oportunidad de subir al niño y después subirse ella.

Se abrió la puerta del pasajero, y Malfoy salió con semblante serio a encarar a su anfitrión .

-¿Qué te pasa ,Malfoy?¿Acaso se te perdió algo?- dijo Ron en tono burlón -Te gustó mucho mi casa, ¿eh?

-No, por el contrario, hay algo que no me gustó nada.

-¿En serio? ¿ Y qué podrá ser?

-Las marcas en la muñeca de tu esposa

-¿Qué te importa lo que le pase a mi esposa?- dijo el pelirrojo, dando un paso hacia adelante .

Ambos se retaban con la mirada, hasta que la voz de Harry se escuchó.

-¡Malfoy!¿Qué está pasando?

- No tendría porque darte explicaciones, pero lo haré…hace poco un ladrón entró en la casa cuando yo no estaba y Hermione luchó sola contra él- se alzó de hombros-¿Algo más que desees saber?

-De hecho si…¿Por qué no usó magia para defenderse?

Ron sonrió burlón ignorando totalmente su pregunta.

-¡Malfoy!- gritó Harry nuevamente desde el auto -¡Malfoy ,sube ya!

Después de darse una mirada de profundo odio, Draco decidió regresar al auto y no causar problemas frente a los niños.

El coche se puso en marcha y tras abandonar la mansión, Ron ordenó poner la seguridad de vuelta, mientras se tomaba unos tragos de whisky de fuego, sin sospechar que el ave ya no estaba en su jaula.


Hermione y su hijo se encontraban felices y nerviosos por partes iguales tratando de no hacer ruido.

-Mamá, está muy oscuro- susurró el niño .

-Tranquilo , cariño …todo estará bien...-trató de tranquilizarlo Hermione.

El pequeño agarró la mochila y saco de ella un pequeño quinqué para tener un poco de luz. Alumbró hacia su madre y el dolor se veía plasmado en su rostro.

-¿Te duele mucho? – dijo en voz baja tratando de acariciarle la mano dolorida, pero ella al instante se quejó de dolor.

- No, mi amor …no me duele- mintió la castaña.

El niño se abrazó a ella y preguntó -¿Qué haremos ahora?

-Saltaremos del auto en la primera oportunidad ,y huiremos lejos…muy lejos .

-Pero no tenemos dinero...

-Lo resolveremos en el camino ,mi amor…lo importante es que salimos de esa prisión .

-¿Lo lograremos, verdad?- preguntó el niño, esperanzado.

-Claro que si- respondió Hermione con una sonrisa, acariciando el cabello de su hijo.

Ambos se abrazaron, llorando de felicidad . Ella cerró los ojos, para tratar de dormir un poco y así olvidar el dolor que sentía en su brazo.


Durante todo el camino, el joven rubio no podía sacar de su mente a la mujer, sus moretones y al niño que parecía temerle a su padre. Soltó un suspiro llamando la atención de Harry, pues Ginny ya se encontraba dormida en su asiento.

-Algo te molesta ,¿no?- preguntó el hombre de lentes.

-¿Acaso no te diste cuenta?- preguntó el rubio, asombrado .

-¿De que Ron tiene una mansión casi tan grande como la tuya?-bromeó, pero su amigo frunció el ceño .

-¡No, idiota!-dijo tratando de no levantar la voz y despertar a los niños -Los moretones de Her…de Granger.

-Pero ya escuchaste a Ron …fue un ladrón que se metió a su casa – razonó Harry.

-Eres muy ingenuo ,Potter- el rubio rodó los ojos .

El elegido se quedó pensativo y decidió investigar la situación más a fondo.

Las horas pasaron, y el sol sabatino comenzaba a iluminar las calles de la ciudad. Un rayo de luz se filtró en el maletero, causando que la joven de cabellos castaños abriera los ojos poco a poco. La realidad la golpeó y se dio cuenta muy tarde que Harry había conducido hasta su casa en el Valle de Godric.

-Estúpida, estúpida -se reclamaba a si misma -¿cómo pudiste quedarte dormida?

-Mamá ¿Dónde estamos?-preguntó el niño aún somnoliento

Pero su madre no respondía ,pues el miedo la estaba consumiendo al pensar que podía meter en problemas a Harry , a Ginny …y Draco.

-¿Nos van a entregar con papá?

-No…no lo voy a permitir

Tras unos minutos, el auto se detuvo frente a una casa de dos pisos color ladrillo . Harry abrió la puerta y con una mano cargó a James, mientras con la otra, movía su varita y abría las puertas de su casa. Ginny bajo del vehículo, cargando a su pequeño Albus y siguiendo a su esposo.

-Draco, ¿me pasas mi bolso?-pidió Ginny- Está en el maletero .

-Claro, el elfo doméstico aquí soy yo- refunfuñó el rubio.

La pelirroja sonrió de medio lado y entró a la casa con un bebé recién despierto y ansioso por ser cambiado de pañal.

Draco , resignado, se dirigió a la cajuela y la abrió ,encontrándose con una joven muerta de miedo y un niño abrazado a su madre. Los tres se miraban unos a otros y ninguno pronunciaba palabra.

-¿Qué pasó?¿Porque tardas tanto? Ese pañal no se va cambiar solo-dijo divertida la pelirroja, pero al dirigir su vista a la cajuela pudo ver la razón de la estupefacción de su amigo.

-¿Hermione?¿Qué hacen aquí?- preguntó Ginny sin obtener respuesta y luego miro con irritación al rubio-¿Qué hiciste, Draco?

-¿Yo? ¡Yo no hice nada!- se defendió el rubio.

En ese momento, la voz de Harry los sacó de sus pensamientos -¡Ginny, ven a ayudarme!¡Ya embarre todo…

-¡Ya voy , cariño!

Sin saber bien que hacer ,cerraron la cajuela y la pelirroja molesta le hablo a su amigo.

-¿¡Qué hiciste!? ¡Hermione, es la esposa de mi hermano. ¿Cómo se te ocurre hacer esto?

-Yo no hice nada. ¿Por qué me robaría a su esposa?

Ginny negó con la cabeza pensando en que hacer ,ya que no quería que la recién reconciliación de su hermano y esposo se fuera por el caño.

-Espérame aquí …inventare algo y solucionaremos esto…intenta no hacer algo estúpido ¿si?-dicho esto salió corriendo hacia la casa a socorrer a su esposo.

Draco se quedó petrificado con mil pensamientos en su cabeza, pasó su mano atrás de su nuca, indeciso ante la situación. Suspiró y abrió de nuevo la cajuela ,al abrirla ella intento salir y él se lo impidió.

-¡Quédense adentro!

Ella le miro con ojos llorosos-¿Para que?¿ Para que nos envíes de nuevo con Ron? ¡De ninguna manera! ¡Quítate!

-¡Quédate ahí!- dijo levantando la mano, impidiendo que saliera Hermione ,ella se echo para atrás asustada y el niño, aún abrazado a su madre, le pidió al hombre que no la golpeara.

El rubio bajo la mano y le habló al niño con voz tranquilizadora- oye pequeño , no iba a golpear a tu mamá – dijo y observó como el niño se pegaba aún más a su madre y ella sollozando, temblaba de miedo. En ese instante reparó en su mano temblorosa y vendada.

-¿Qué le pasó a tu mano? ¿Esta fracturada ?-preguntó, pero ella no respondía -Fue ese estúpido de Weasley , ¿cierto?-suspiró pesadamente, mientras el enojo crecía en él-Es evidente que escapaste de ese maldito …Cuando venga Ginny le contarás todo y después iremos a que te curen esa mano, ¿entendiste?

Hermione negó con la cabeza-¡No!...No quiero causar discordias entre ellos…Además, él es capaz de hacer cualquier cosa en contra de ustedes y eso no me lo perdonaría nunca …y el dolor no importa, ¡puedo soportarlo!-respondió con terquedad, intentando salir de nuevo, pero Draco se lo impidió.

-¡Qué te quedes ahí, mujer!...No teman, no los enviaré de regreso y no permitiré que ese imbécil les ponga un dedo encima.

-¿Por qué confiaría en ti?

-Porque están en mi territorio, y aquí no traicionamos a nuestros invitados…ahora quédense aquí y guarden silencio -cerró la cajuela de nuevo, pensando en lo siguiente que haría.


Después de limpiar el desastre que su esposo había hecho al intentar cambiarle el pañal a su hijo, Ginny dejó al niño felizmente dormido en su cuna; y su hijo mayor, cansado por el viaje, también cayó dormido.

Cerraron la puerta de la habitación y Ginny tomó la palabra.

-Harry, ¿puedo pedirle a Draco que me lleve a entregarle unas cosas a Luna?

-¿No sería más fácil que te aparecieras?- se extrañó el pelinegro.

-¿Y perderme la diversión de Draco manejando la minivan que tanto odia? ¡Ni soñarlo!-rió la pelirroja y Harry le sonrió y la tomó del brazo, conduciéndola a su recámara .

-Esta bien…pero antes, dame mi premio-dijo cerrando la puerta.

Ella se sentó en el borde de su cama -¿Cuál recompensa?- preguntó ella con curiosidad.

-Mi recompensa por dejar a tu adorado esposo sólo en casa .

-¡Ah eso!-dijo inocente mientras él se le acercaba, besándola en el cuello y causándole una sonrisa, pero pronto recordó la situación de Hermione y muy a su pesar lo apartó de ella-¡Debo irme ,Luna necesita esas …cosas!

-Pero yo te necesito a ti- refunfuño Harry, poniendo ojitos de cachorro a medio morir

-Te recompensare está noche-dijo ella con tono sugerente

Él la miro embelesado -¡Oh, Ginny,oh!

-Dime,Harry,¡dime!-respondió en tono meloso, y tras un último beso de despedida ,salió corriendo hacia el patio.

-Vamos,Ginny,súbete-le apuró el rubio al verla.

Ambos se subieron al auto en camino a la casa de los Lovegood.


En la mansión Weasley , el joven pelirrojo despertó adolorido, pues se había quedado dormido en la sala bebiendo whiskey de fuego. Tras desperezarse, recordó los sucesos del día anterior y la ira comenzó a embargado nuevamente. Se levantó y se dirigió escaleras arriba, donde dio de golpes a la puerta pues nadie le abría, ni respondían a sus llamados.

-Hermione, ¡abre la puerta! ¡Sabes que no podrás escapar de tu castigo!-decía mientras golpeaba insistentemente la puerta-¡Abre!-gritó y después de un momento de silencio, habló con falsa calma -Hermione ,lo siento mucho ,mi amor, abre la puerta…traeré un medimago para que te Cure los dedos…Perdóname. ¡Abre la puerta!-ordenó pero al ver que eso no funcionaba cambio de táctica y hablo dirigiéndose al niño -Hugo, hijo …dile a tu madre que abra la puerta ,así podremos jugar juntos un juego-propuso pero todo seguía en silencio-¡Hermione!¡Abre la maldita puerta!-finalmente se fastidio de la situación y sacó su varita y de un movimiento la puerta se abrió de golpe. El entró y comenzó a llamarlos ,buscándolos debajo de la cama, en el baño dándose cuenta de su ausencia. Encolerizado bajo las escaleras y se dirigió al patio donde se encontraba Anthony,el encargado de la seguridad de la mansion,un hombre de alrededor de los cuarenta años, con semblante serio y sombrío.

-¿Dónde está Hermione?- le grito ¿Dónde esta?

- No lo se, ¿No está en casa?

La ira crecía en su interior y sacó su varita apuntándole al cuello -¡No está! Ahora piensa antes de hablar y respóndeme….¿Porque más te lo preguntaría, imbécil?¡Hermione no esta! ¡Escapó!

-Pero es imposible ,señor, no hemos visto nada desde anoche…puede que estén en casa escondidos o jugando a las escondidas-intento razonar el hombre pero el pelirrojo sólo se enojó aún más causando que le enterrara con más fuerza de la necesaria su varita en su cuello.

Crucio!-dijo y al instante el hombre cayó al suelo retorciéndose de dolor-¡Crucio!


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