Todos los espectadores miraron con atención a la hija de Afrodita, esperando a que comenzará con la lectura del siguiente capítulo. A algunos les intrigó y les dio curiosidad el título del capítulo, mientras que otros como Ares, sus hijos como también sorprendentemente Perseus esperaban con ansias el comienzo del relató.
Luego de aclarar su garganta, Piper comenzó a leer.
No nos tomó mucho llegar a la Secundaria Eleanor Roosevelt, afortunadamente para mí, hemos llegado antes de la hora.
Siendo sincero, he llegado tarde algunas veces, ya sea por haberme quedado dormido o ayudando ancianitas por el camino.
- Que buena persona. - Comentó Hestia con una sonrisa alegre, extrañamente se sentía orgullosa por alguna razón.
- Ese es Dio para ti, siempre tan amable. - Dijo Perseus con una sonrisa nostálgica.
- Aunque no debería quedarse dormido. - Habló Atenea con el ceño fruncido.
- Cálmate, Atenea. Es un joven aún, déjalo disfrutar un poco su vida normal. - Dijo Diomedes con una sonrisa. La Diosa de la Sabiduría resopló pero no discutió.
Los semidioses se sorprendieron por la gran cantidad de influencia que tenia el héroe humano en la Diosa de la Sabiduría, sin embargo, los dioses presentes sabían el porqué. Después de todo, ambos tenían historia juntos.
Por lo tanto, siempre había la posibilidad de que llegara tarde en alguno de esos días. Por suerte hoy no se había dado el caso.
En cualquier caso, guardamos nuestras bicicletas y nos aseguramos de que estuvieran seguras. Luego, atravesamos el umbral de la entrada de la escuela, no sin antes el portero del lugar me diera un mala mirada.
- Hmph, que grosero. - Murmuró Hera. Un portero debería ser elegante, como su querido Argo, el gigante de los cien ojos, ¡El siempre daba buenas miradas!
No se su nombre exacto, pero todos lo llaman Señor P. Ni idea de porque lo llaman así, ni tampoco me atrevo a preguntarle.
- Me recuerda a alguien que conozco. - Comentó Quiron divertido mientras miraba a Dionisio.
El Dios del Vino no le prestó atención y siguió muy atento a su revista, pero aún así tenia un oído en la lectura. Los semidioses del Campamento Mestizo rieron por la actitud de su señor D.
Siempre lo hace y no tengo idea del porqué, no he hecho nada tan malo como para molestarlo ... Excepto noquearlo con una pelota de baloncesto,
- Puede que eso haya influido ... - Dijo Katie con una expresión indiferente.
Pero eso no viene al caso, desde el primer día lleva haciéndolo.
- Oh, entonces será por otra cosa. - Dijo un poco confundida Perséfone.
- Habrá que esperar para descubrirlo, querida. - Dijo Hades con calma. Como el Dios del Inframundo, era muy paciente. Después de todo, la muerte siempre espera a la vuelta de la esquina.
- Dio, luces confundido. - Dijo Chloe sacándome de mis pensamientos.
- Solo me preguntaba porque el Señor P siempre me mira mal. - Respondí simplemente, no era nada del otro mundo pero me picaba la curiosidad.
- ¿En serio no lo sabes? ¿Has visto lo que llevas? - Decía Mike esta vez, tenía una ceja arqueada en duda ante mis palabras.
- ¿Eh? ¿Tiene que ver con su ropa? - Dijo Rachel confundida, los demás también lucían confundidos al igual que la Oráculo.
- A lo mejor viste como indigente. - Dijo Drew con una sonrisa burlona. Algunas de sus hermanas se rieron entre dientes.
Piper miró molesta a su hermana.
- La apariencia no lo es todo, Drew. - Le regaño la Cherokee.
- Eso es cierto ... - Susurro Afrodita, mirando de reojo a su "esposo", aunque en este punto era solo de título. El Dios Herrero ni siquiera se dignó a mirarla.
La Tanaka estaba a punto de replicar hasta que fue interrumpida.
- Mejor cállate, Drew. No me dejas escuchar la lectura. - Le dijo Thalia irritada.
La susodicha hija de Afrodita gruñó por lo bajo pero no dijo nada. Piper tomó eso como señal para continuar.
Mientras que yo me confundí aún más con las suyas, ¿Lo que visto? Pienso que visto tan decente como el.
Una camisa manga larga blanca y encima una camisa negra con caracteres asiáticos que Chloe me regaló en mi cumpleaños hace unos meses. Vaqueros azules y zapatos deportivos. Además, llevaba una chaqueta atada en mi cintura como si fuese un faldón, en el dado caso que haga frío y la necesite.
- No se ve mal a mi parecer. - Dijo la Diosa de la Moda ... Digo, del Amor.
- Viejo, tú cabeza. - Mike apuntó hacia mí cabello castaño.
No entendía a lo que se refería hasta que lo comprendí cuando vi a Chloe tapándose los ojos con una mueca divertida.
Ahora ya todo tiene sentido.
Suspire, si que soy lento. - Mi antifaz para dormir. -
- ¿Qué? - Dijeron todos.
Perseus sonrió divertido. - Dio siempre lleva un antifaz para dormir, solo se lo quita para bañarse. -
- Pues se llevaría bien con los hijos de Hypnos. - Dijo Connor sonriendo.
- Apuesto a que sí. - Comentó Travis.
- ¡Bingo! ¡10 billones de puntos para Dio! - Exclamo Chloe con una gran sonrisa.
Y efectivamente, tenía uno de esos antifaz que usan la gente para domir, era de color verde oscuro.
- Creí que nunca acertarias. - Replico Mike con una mueca divertida.
- Jaja, muy gracioso. - Dije con sarcasmo obviamente. - En cualquier caso, no me quitaré mi antifaz. -
- Parece que es muy significativo para el. - Comentó Reyna recordando el anillo que compartía con su hermana mayor.
- ¿Por qué será? - Murmuró Zoe levemente curiosa.
Déjenme contarles esto rápidamente. Cuando fui encontrado en aquel accidente de autos hace 12 años, este mismo antifaz estaba conmigo. Supuestamente le pertenecía a mi padre, aunque no estoy seguro. De igual forma, es lo único que me conecta con aquel hombre. Es decir, es una de mis posesiones más preciadas en el mundo.
- Eso lo explica. - Dijo Frank comprensivo.
- Así que un recuerdo de su padre desconocido. Tiene un gran valor sentimental entonces. - Dijo Aquiles sonriendo levemente. Recordando en aquella época donde su padre Peleo le entregó su famosa lanza.
Mike levantó las manos con una expresión aburrida. - Tranquilo, viejo. Nadie habló de quitarte nada. -
- Además, es útil para dormir en la biblioteca, ¿No es así, Dio? - Dijo Chloe con una sonrisa pícara.
Atenea jadeó con horror. Sus hijos parecían que habían visto una fantasma, Annabeth tenia una mirada asesina. Fue necesario la fuerza combinada de Percy, Thalia y Grover para contenerla.
- ¡Cálmate, Wise Girl! - Le pidió Percy en pánico.
- ¡Le voy a enseñar a dónde dormir! - Gritó Annabeth.
- ¡¿Como es tan fuerte?! - Se preguntó la teniente de Artemisa del futuro.
- ¡Bee! ¡Ayuda! - Gritó despavorido Grover siendo arrastrado por el suelo del salón del trono mientras sujetaba una pierna de Annabeth.
Los demás semidioses se rieron de las reacciones de los hijos de Atenea. Los dioses también lucían divertidos por la cara de horror de la Diosa de la Sabiduría, especialmente Ares quien reía a carcajadas.
- Ya, ya, Atenea. No es para tanto. - Le decía Diomedes en un intento para calmarla.
La diosa solo refunfuñó molesta. - Como se atreve ... -
Aquiles se rio entre dientes. - Una pequeña siesta de en vez en cuando no hace daño. - Después de todo, cuando el no estaba luchando estaba durmiendo. Y era necesario la intervención de Patroclo, Ayax, Odiseo o Diomedes para despertarlo para luchar.
- Lo tuyo era diferente. - Le dijo Diomedes irritado. Aquiles solo se limitó a reír.
Mis mejillas ganaron un sonrojo por aquel comentario. No era secreto que dormía en la biblioteca.
- ¡Y lo admite abiertamente! ¡Que descaro! ¡¿Como pudieron llamarlo como mi querido Diomedes si no le guata leer?! - Gritaba Atenea.
Apolo y Hermes aprocharian de burlarse un poco de su hermana con respecto a llamar al Diomedes Tidida como "querido", pero la Diosa de la Sabiduría parecía demasiado furiosa como para jugar con ella, así que se limitaron a permanecer callados.
Un plan digno de Atenea de hecho. Fue algo que recorrió la cabeza de todos.
- ¡So-Solo vayamos a clases! - Exclame queriendo cambiar de tema. Mike sonrió burlonamente, mientras Chloe me seguía mirando fijamente, la sonrisa coqueta de esta última se mantenía omnipresente para sacarme de mis casillas y avergonzarme.
Lo peor ... Lo estaba logrando.
- ¿Que veo? ¿Una historia de amor? - Decía Afrodita sonriendo.
Percy hizo una mueca, cuando la Diosa del Amor tenia un objetivo para hacer su vida amorosa más "emocionante", generalmente no terminaba muy bien.
Perseus suspiró, realmente el no sabía quién la había pasado peor cuando Afrodita se había interesado en si vida y la de Dio. Solo esperaba que en esta línea de tiempo no para igual.
Aunque sabía que eso era mucho pedir.
Me adelanté unos cuantos pasos a ellos. - No falta mucho para que comience la clase de la Señor Robinson. Eso significa, que tengo un examen de álgebra que reprobar. - Dije en un tono optimista.
¡Mi momento ha llegado!
- ¡Hahaha! ¡Es lo máximo! - Se rio Leo gratamente divertido. La sala del trono se sintió más ligera.
- Al menos es optimista. - Dijo Perseo sonriendo divertido.
Heracles resopló. - Pues me parece un bufón. -
Varios miraron molestos al semidiós más famoso de la historia por ser un completo patán, especialmente Artemisa, Zoe, Percy, Perseus y Perseo. Este último no podía creer que su bisnieto se haya vuelto tan arrogante con el pasar de los años.
- Las apariencias engañan, Alcides. - Dijo Quirón con sabiduría.
El semidiós ascendido a Dios, resopló pero no dijo nada mas.
Luego de un brutal examen en el cual estoy seguro en que sacaré una D- como máximo.
- Muy optimista. - Comentó Orión sonriendo levemente.
Mis amigos y yo salimos del aula para tener nuestras siguientes clases.
No hace falta decir lo desastrosas que fueron, palabras saltando de los libros, las letras del pizarrón se reacomodaban en otras palabras, me distraía mirando a Chloe ...
Los semidioses, excepto el afortunado de Frank, miraron comprensivos las dificultades por las cuales pasaba Dio. Mientras que cierta Diosa del Amor se intereso más en las interacciones de este último con su amiga Chloe.
Aunque no todo fue tan malo la verdad, es decir, quizás sea algo vergonzoso pero Chloe siempre me ayudaba explicándome las cosas junto a Mike ... Aunque el solo estaba para burlarse cada vez que me equivocaba en algo, lo cual me molestaba pero de cierta forma me ayudaba. De esa manera me esforzaba a no cometer el mismo error dos veces.
Hestia sonrió. - A la final tiene buenos amigos. -
Perseus sonrió levemente, un toque nostálgico se reflejaba en su rostro. - Tienen sus altos y bajos, pero siempre han sido muy confiables. -
Todos se sintieron curiosos por estos amigos mortales que tenia Dio, que al parecer el Percy Alternativo conocía bastante bien.
Como sea, luego de varias clases y momentos de frustración pura, nos dirigimos a la cafetería de la escuela para almorzar tranquilamente.
- Nada es mejor que una buena comida, luego de una batalla. - Dijo Aquiles de manera aprobatoria.
- ¡Oh, si! - Exclamó Clarisse de acuerdo con famoso héroe griego. Chris suspiró por la actitud salvaje de su novia, pero a la final sonrió.
- Esa es mi niña. - Dijo Ares orgulloso. Haciendo sonrojar levemente a su hija por el halagó sincero del sanguinario Dios de la Guerra.
- Eso fue duro. - Comente cuando nos sentamos en las mesas del comedor.
- Creo que lo tuyo no es estudiar. - Dijo Mike sonriéndome con compasión.
- Eso vimos. - Dijeron tanto Atenea como Annabeth frustradas.
Percy sonrió y abrazó a su novia, lo cual la calmó pero aún así hacia pucheros. En cambio, Diomedes rio entre dientes ante la actitud infantil de la Diosa de la Sabiduría, mientras que estaba último tomo la sabia decisión de sonrojarse.
Afrodita sonrió, disfrutando de las interacciones. Ella miró de reojo al Dios Herrero ... Si tan solo ...
Ella negó con la cabeza, esto había sido su culpa, no había nada que arreglar cuando ya estaba roto desde el principio.
Sus palabras son un poco duras, pero no puedo negarlas, tienen mucha lógica.
- Hey, qué esperas de alguien que duerme diez horas o más al día. - Replicó Chloe en un tono enfadado mientras me miraba con desaprobación.
- Yo no espero mucho. - Murmuró Atenea.
- Hmph, hombres descuidados. - Dijo Artemisa con los brazos cruzados. Sus cazadoras estuvieron de acuerdo, especialmente Zoe.
Tanto Diomedes como Orión dejaron salir un suspiró al unísono.
- Oye, considero que solo ocho horas para dormir es poco, si quieres tener energía para el día a día en una insufrible vida escolar, lo importante es dormir. Por lo tanto, duermo unas diez horas. -
- Tiene sentido para mí. - Dijo Apolo sonriendo. - Y soy el Dios de la Curación, así que lo apruebo como parte de una vida sana. -
- Pues también deberías incluir el consumo de más cereales para una dieta balanceada. - Dijo Demeter con seriedad sacando un tazón de cereales de la nada.
- Eh ... Si, claro ... - Dijo dudoso el Dios del Sol. Apolo miró a los semidioses. - Descuiden, no lo haré. - Les susurro mientras guiñaba un ojo.
Los semidioses se sintieron agradecidos con el Dios del Sol.
- ¿Dijiste algo? - Cuestionó la Diosa de la Agricultura.
- ¡Nada! -
Explaye mis razones, para luego mirar a Mike. - ¿No lo crees? -
El me miró con simpatía antes de sonreír levemente. - No encuentro fallas en tu lógica. -
- ¡Entendí la referencia! - Exclamó Leo.
Todos lo miraron raro.
El duende de santa latino les devolvió la mirada. - Es que si la entendí. -
Hazel, Piper y Jason rieron por las ocurrencias de su amigo.
- Leo, ahora no. - Le dijo Jason suavemente a su amigo.
- Ustedes se lo pierden. -
- Hey, Hefesto. Tu muchacho puede pasar por como un hijo mío. - Le dijo Hermes a su hermanastro.
El Dios Herrero miró al Dios Mensajero. - No es gracioso. -
- Tu te lo pierdes. -
La primera vez que esta de mi lado ... Y solo lo hace por lástima.
Mi mejor amigo en verdad.
- Pues si parecen amigos, ¿No es así, Percy? - Dijo Grover mirando al hijo del Dios del Mar.
Percy sonrió. - Claro que sí, G-Man. -
Perseus rio. - Ni te lo imaginas. -
- Ahora si sacaste boleto. - Sin embargo, antes de poder tener una pequeña pelea con Mike, un sonido nos distrajo.
- ¡Tu! ¡Pequeño desgraciado! - Exclamo alguien luego.
- Algo malo va a pasar. - Dijo Nico frunciendo el ceño.
Hazel asintió de acuerdo con las palabras de su hermano. - Yo también lo presiento, espero que no sea nada malo. -
- Habrá que esperar para saber. - Comentó Chris.
Fue en ese momento que decidí ver lo que pasaba.
Había un grupo de chicos, altos y corpulentos, creo que eran parte del equipo de fútbol americano. Todos ellos liderados por un tipo de cabello negro.
- Puro músculo sin cerebro. - Dijo Atenea. Artemisa asintió de acuerdo.
- Vamos, cálmate Atenea. - Dijo Poseidón sonriendo amablemente. - Solo disfruta la lectura. -
- Escucha al señor Poseidón esta vez, Atenea. - Le dijo Diomedes a la Diosa de la Sabiduría.
Atenea refunfuñó, pero les hizo caso. Aunque les presto más atención a su querido héroe, que a su tío por obvias razones.
Ese grupo rodeaba a un niño de 12 años, quizás menos, se me hacía levemente familiar. Detrás de él había chicos de su misma edad. Todos compartían una expresión asustada ante ese grupo de chicos deportistas.
Hestia frunció el ceño por lo que iba a pasar. - No puedo creer que aún exista la intimidación hacia los más débiles. -
- Siempre seguirá existiendo, mi señora Vesta. - Dijo Reyna con una expresión molesta y levemente afligida. Recordando su pasado con su hermana mayor cuando fueron capturadas por los piratas de Barbanegra. Si su hermana Hylla no se hubiese convertido en la más ruda del barco, nunca hubieran podido escapar.
Hestia no dijo nada, pero su forma parpadeó por un segundo, pero nadie notó un cambio, excepto los dioses. Los dioses lograron vislumbrar como Hestia había pasado a su forma romana por un corto período de tiempo ... Y Vesta no lucía muy contenta en el segundo que estaba ahí presente.
- Será mejor que sigamos con la lectura. - Propuso Hera un poco nerviosa, lo último que necesitaban es que su hermana mayor se enojará.
Los demás dioses asintieron de acuerdo con la Reina del Olimpo.
- Si, por favor. - Pidió sorprendentemente Zeus de manera muy dócil. Cosa que sorprendió a todo el mundo, pero el Rey del Olimpo no se avergonzó. El tenia prioridades ...
No permitir que Hestia se enojará.
Piper decidió seguir leyendo.
Lo cual no pude juzgar, ese grupo casi llegaban al uno ochenta de altura, ¿Con qué alimentan a esas bestias humanas? ¿Comida de caballo?
- Quizás de elefante. - Comentó Hazel.
- Eso hará sentir un poco mal a Hannibal. - Bromeó Frank sonriendo. La Hija de Plutón rio divertida.
Pero dejemos eso de lado, noté que en el suelo estaba desparramado una bandeja de comida. No tenía que ser un genio para saber que había pasado y provocado toda esta situación.
- Yo-Yo l-lo s-siento mucho, en verdad. - Dijo aquel niño nervioso.
- Que valiente, intimidar a un niño. - Dijo Hades rodando los ojos.
Percy quería comentar que el lo había intimidado varias veces en el pasado, pero una mirada de su yo alternativo lo detuvo. Era mejor que se enteraran por la lectura.
El sujeto enojado se enojó a un más. - ¿No tienes respeto? Derribaste mi almuerzo. No llego a comprender porque el director permitió a que sabandijas como ustedes vengan a nuestra escuela, malditos niños sin padres. -
Todo el mundo hicieron muecas ante las palabras crudas que había dicho el mastodonte. La molesta era Hestia obviamente.
Ese último comentario hizo click en mi mente.
- Mike. - Llamé indiferente.
- ¿Mm? ¿Que pasa? - Me pregunta el desinteresado.
- ¿Reconoces a aquel niño? El que está siendo intimidado. -
- Oh, el es ... Samuel, es un chico de nuestro orfanato, es un poco tímido ... Y al parecer está en problemas junto a su amigo Danny, otro chico del orfanato. - Me responde casualmente, como si fuera completamente ajeno a lo que pasaba. - Bien, ¿Quien tiene hambre? -
- No es por nada, pero ese tal Mike no me agrada tanto. - Dijo Jason cruzándose de brazos por las palabras tan frívolas del amigo de Dio. Varios semidioses estuvieron de acuerdo con hijo de Júpiter.
- Unos chicos de su mismo orfanato están en peligro y el solo es indiferente. - Decía Katie con el ceño fruncido. - ¿Como el y Dio son amigos? -
Perseus sonrió. - Como dijo un sabio centauro, no todo es lo que aparenta. - Dijo mirando a Quirón.
El entrenador de héroes griegos le devolvió la sonrisa a su alumno de un futuro alterno.
- ¡Mike! - Escuche a Chloe reclamarle enojada por su último comentario.
- Lo siento, lo siento. Es que tengo hambre. - Se excusó pero eso no evitó ser regañado por nuestra amiga.
- Si que tiene muy en orden sus prioridades. - Comentó Perséfone con un suspiro.
- El hambre es el enemigo. - Dijo Ares simplemente.
Sinceramente yo hubiera hecho lo mismo, pero mi mente solo se centró en una cosa ...
Algo que la hermana Ilia había dicho no hace mucho.
- Mm, espero que a Samuel le vaya bien en la escuela, me preocupa un poco su timidez y lo introvertido que es ... ¿Lo cuidarías por mí, Diomedes? - Me lo había pedido con una sonrisa suplicante.
- Oh ... Vaya, eso explica muchas cosas. - Dijo Perseus comprendiendo aún más la situación.
- ¿Que cosa? - Le pregunto Piper levantando su vista del libro.
- Nada, nada, sigue leyendo. De seguro ya viene la parte buena. -
- ¡Oh, sí! ¡La masacre! - Exclamo Clarisse con emoción.
- Niños ... - Murmuró Dionisio irritado.
Piper decidió hacerle caso a lo que dijo el Percy Alternativo.
Me levanté sin importarme las miradas de mis amigos y fui ahí, donde estaba el pequeño Samuel y aquel mastodonte y su manada de perros.
No supe lo que pasó después, porque lo único que recuerdo es rojo.
Ares sonrió con malicia. - Este niño exuda violencia, me agrada. -
- No me sorprendería si fuese hijo tuyo en realidad, o quizás de tu hermana Enyo. - Comentó Artemisa, mencionando a la Diosa de la Lujuria de la Batalla.
- Siendo tan violento, no me extrañaría que ese niño sea su hijo. - Dijo Zoe de acuerdo con su diosa.
Poco sabía, que en ese mismo momento mis ojos monstruosos habían cambiado ... Junto al resto de mi vida.
- ¡Oh! ¿Cambiaron? - Dijo Travis interesado.
- ¿Tendrá rayos lásers? - Dijo esta vez Connor con emoción.
Katie sonrió levemente. - No sean tontos, no puede ser algo tan tonto. -
- Pero sería genial. - Sonrió Rachel.
Chloe.
- Hay un cambio de punto de vista. - Anunció Piper.
Todos se interesaron por el cambio, preguntándose que podría pensar la amiga de Dio.
¡Hola a todo el mundo! ¡Soy Chloe Pride, su humilde y friki servidora!
- Bueno ... Esto es ... ¿Medianamente esperado? - Dijo Nico no muy seguro.
- Esta chica me agrada. - Dijo Leo sonriendo.
- Los bufones se juntan con los bufones, es natural que se lleven bien. - Dijo Heracles con una sonrisa burlona.
Perseo frunció el ceño. - Heracles, trata de omitir tus comentarios. -
El famoso semidiós bufo irritado.
- Amigo, necesitas clases de cordialidad. - Le dijo Orión con seriedad, pero el hijo de Zeus lo ignoró para molestia del hijo de Poseidón cazador.
Bueno, ¿Que debería decir ... ? Me gusta el anime, los cómics, los videojuegos y todo lo maravilloso que el siglo XXI ha traído a mi esplendorosa vida como huérfana.
- ¡Que genial! Una introducción de su vida. - Dijo Rachel sonriendo.
- Buena forma de presentarse. - Dijo Thalia sonriendo divertida.
Pero ese no el es punto, no vine aquí para hablarles sobre mi rompiendo la cuarta pared como el buen Wade Wilson ...
- Esta chica habla mi idioma. - Decía Leo sonriendo.
Pero si hablaremos de una persona que comparte su apellido.
Mi mejor amigo Diomedes Wilson ...
Todos los hombres sin excepción hicieron una mueca al ver como Chloe lo llamó su "mejor amigo", aunque no era seguro, para muchos era una clara señal de haber sido enviado a la temible, aterradora y mil veces peor que los campos de castigos y el Tartarus combinados ...
La Friendzone.
- Aún no te conozco, Dio. Pero te compadezco. - Dijo Chris dramáticamente. Los demás hombres asintieron de acuerdo.
Las mujeres del lugar miraron a los hombres confundidas.
Perseus sonrió. - Descuiden, el no termina tan mal. - Dijo mirando hacia una cierta dirección en la sala ...
Hacia ...
Genial, ahora me pregunto si mi mejor amigo es el hijo de Deadpool, ¡Eso explicaría porque lo abandonó!
- Eso ... Suena lógico. - Dijo Reyna luego de pensarlo un momento, notando que cualquiera podría llegar a esa conclusión si lo pensaba de manera detenida.
- El único detalles es que Deadpool es un personaje de cómics. - Dijo Nico sonriendo de manera burlona.
Lo cual era una fortuna, no querían a un mercenario bocazas en el mundo mitológico.
... Mejor dejo de lado mis teorías conspiratorias, pero seria brutal, ¿A qué si? Ya puedo imaginarme a Dio comiendo chimichangas con una mano y con la otra sosteniendo una espada genial.
- Bueno, lo de la espada si se puede cumplir. - Comentó Perseus.
Bueno, vayamos al lío, tío. El asunto es que ... Dio tiene una mecha muy corta en ciertas cosas.
El puede aguantar la (Disculpen mi vocabulario ... Y no se lo digan a la Hermana Ilia porque me mata) mierda de la gente.
- Que boca más sucia. - Dijo Hera molesta.
- Al menos advirtió antes, hermana. - Dijo Poseidón.
- Aún así ... - La Reina del Olimpo lucía irritada.
Desde insultos, burlas, bromas pesadas, incluso agresiones de otros. Algunos dirán: "¡Ha! ¡Es un cobarde!" Pero no, se equivocan completamente, se necesita una inmensa paciencia para aguantar todo aquello.
- Vaya, Dio es bastante tolerable. - Dijo Hazel sorprendida.
- Hmph, con un simple puñetazo todo se resuelve. - Resopló Ares.
- O una apuñalada. - Propuso Clarisse.
- Papá ... - Dijo Frank con un suspiro.
- Clarisse ... - Dijo esta vez Chris con un suspiro.
A veces ambos jóvenes se preguntaban como estaban relacionados con este tipo de personas.
Junto a ello, Dio es bastante pacifico ... Algo diferente a su tocayo sensual y vampírico usuario de Stand.
- ¿Que ... ? - Vociferó Jason.
- Mejor no preguntes, bro. - Le aconsejó Percy.
Pero Dio tiene su propio encanto.
- ¡Oh~Oh! - Vociferó Afrodita con emoción.
No obstante, lo que pasó luego de que viera al muchacho Samuel ser intimidado de tal manera ...
¿Quien imaginaría que Dio aprendiera artes marciales?
- ¿Escuche bien? ¿Dijo artes marciales? - Preguntó Poseidón en voz alta, creyendo que sus inmortales oídos habían dejado de funcionar hace un momento.
- No, Poseidón. Si dijo artes marciales. - Le confirmó Hestia sorprendida a igual que todos los demás, con la excepción de Perseus. Este último sonreía bastante divertido.
¡Les partió la madre a esa banda de idiotas! ¡Eran siete contra uno! ¡Fue lo máximo!
- ¡Eso es genial! - Grito Travis con emoción.
- Aunque aún me gustaría que lanzara rayos lásers por los ojos. - Se quejó Connor decepcionado.
Pero a la vez ... Fue bastante aterrador.
Quirón frunció el ceño. - ¿Un semidiós con experiencia previa en combate? Interesante. -
- Pero asustó a su amiga. - Comentó Demeter. - Debió haber hecho todo un espectáculo. -
Cuando empezó a dirigirse hacia aquel grupito, sentí todo mi cuerpo paralizado. Estaba completamente presa de un solo sentimiento ...
Miedo.
Hades tarareo interesado. - Para causar tal nivel de parálisis a través del miedo ... Este mestizo es singular. -
- ¿Eso piensas, querido? - Preguntó Perséfone.
El Rey del Inframundo le dio un asentimiento a su Reina.
Dio me dio miedo ... Ahora que lo expresó de esa manera suena mal la verdad.
Mejor digamos que Dio me asusto.
Sin embargo, no fui la única que le pasó aquello. Mike, mi otro mejor amigo, estaba sudando balas ... El resto de los estudiantes no estaban mejor, de hecho estaban peor.
¡Incluso la aterradora cocinera quien era una ex-policia quien fue despedida por el exceso de agresión estaba nerviosa!
- ¡Eso si es de gánster! - Exclamo Leo.
Varios rieron por el comentario del hijo de Hefesto, aunque a algunos no les hizo mucha gracia como a Heracles, y también a ...
Zoe resopló. - Hombres. -
Pero ... Lo más aterrador de toda la experiencia de ver que mi mejor amigo patear y romperles algunos huesos a esos tipos fueron ...
Sus ojos en definitiva.
Aquello llamó la atención de varios en la salón de los tronos.
Siendo sincera, los ojos de Dio son raros pero siempre me han gustado, son bastante exóticos. Pero en ese instante, por un momento creí en lo que decían nuestros demás compañeros a espaldas de nosotros.
Son los ojos de un monstruo.
En este punto, muchos se sorprendieron por las palabras de Chloe, la mejor amiga de Dio. Jamás creyeron que la escucharían llamar monstruo al joven.
- Debe de tener sus razones. - Trato de calmar Annabeth, pero ella también se veía sorprendida.
- ¡Si! - Apoyó Grover. - Sus ojos debieron haber tenido un radical cambio para que ella pensara eso. -
Los espectadores vieron eso como razonable, así que esperaron a que Piper continuará con la lectura para descubrir el cambio en los ojos de Dio.
Lo siento, Dio, en verdad lo siento por haber pensado en aquello ...
La expresión de Hestia se suavizó. - No es mala chica, solo se sorprendió. -
- Descuiden, eso quedo en el pasado. - Dijo Perseus con tranquilidad.
¿Recuerdan esa linda pupila de oro que brilla como el sol? Bueno, esa cosita linda se distorsionó y tomó la forma de una cruz, para ser especificos de un signo de más, aquella cruz dorada era lo suficientemente grande para cubrir sus irises castañas y casi dividirla en cuatro partes iguales.
Las llamas de la hoguera se alzaron, revelando el rostro de Dio con sus ojos marrones con pupilas en forma de cruces doradas. Varios se estremecieron bajo aquella a pesar de ser una simple proyección. Mientras que otros.
- No se ven tan mal. - Dijo Thalia frunciendo el ceño mientras cruzaba sus brazos, no entendía el miedo del resto.
Percy, Nico, Hazel y Jason estaban de acuerdo con la futura teniente de Artemisa.
Perseus sonrió levemente, incluso en un mundo distante donde no era conocido, Dio tendría quien lo defendiera.
He visto cosas raras, en verdad, muchas cosas raras, pero esos ojos se fueron a mi lista de cosas raras que no deberían pasarle a una persona normal ... A menos que ...
¡Dio es un extraterrestre!
- Y hasta allí llegó la seriedad de la situación. - Dijo Orión divertido.
Artemisa suspiró. - Si tan solo no fuese tan infantil ... -
... Eso haría una buena saga de Jojo's ... ¡Calmate, Chloe!
Me desvié, lo lamento por eso, lo importante es que Dio les dio una santa verguiza hehe y con patadas kung fu, ¡Hya! Y ninguno de esos desgraciados logró hacerle ni un rasguño.
- Eso es algo impresionante, aunque tomando en cuenta que es un semidiós no me sorprende mucho. - Dijo Perseo.
- Aunque tomemos en cuenta que no uso ningún poder de un semidiós. - Dijo Atenea pensativa.
- ¡Cierto! Solo geniales artes marciales. - Dijo Hermes emocionado.
Fue después de que Dio noqueo al Sr. P quien vino a "ayudar" a contener a Dio solo para ser llevado al reino de Morfeo por una patada en la nuca ... Espero que Morfeo lo reciba bien al pobre, esa patada fue brutal.
- Eso siempre se puede arreglar. - Dijo Poseidón divertido.
Luego de que Dio lo dejó fuera de combate, es que el recobro la conciencia.
- ¿Que ... ? - Lo escuché murmurar, sorprendido por sus actos y tiene razones par ello.
- ¿No recuerda lo que hizo? - Dijo Reyna sorprendida por aquello.
- Quizás sufrió algo similar que Heracles en vida. - Comentó Zeus con seriedad. Pensando lo poderoso que era este nuevo semidiós.
Todos miraron a Hera.
La Reina del Olimpo frunció el ceño. - ¿Que? No me la paso por ahí volviendo locos a los semidioses. -
- Claro que no ... Solo es tu pasatiempo. - Dijo Heracles molesto.
Por esta vez, Perseus, Percy y Annabeth estuvieron de acuerdo con el famoso semidiós.
En un momento estás sentado tranquilamente y al siguiente segundo estás en medio de un grupo de mastodontes gimiendo de dolor en el suelo.
Bastante normal.
- Nada nuevo en la vida de un semidiós. - Dijo Nico con un encogimiento de hombros.
- ¡Señor Wilson! ¡A mí oficina! ¡AHORA! - Fue el grito que provino de la entrada de la cafetería, esa voz le pertenecía al director Johnson ... Y decir que estaba enojado era poco, estaba en un estado de furia completa mientras miraba a Dio, quien aún estaba en shock.
- Y esta en problemas. - Dijo Hazel haciendo una mueca preocupada.
Frank abrazó a su novia. - Solo esperemos que este bien. -
La hija de Plutón asintió.
- P-Pero ... Y-Yo ... - Balbuceó mi amigo, antes de suspirar y empezar a caminar hacia el director cabizbajo. El nos vio a Mike y a mi por el rabillo del ojo y en silencio nos dijo "Lo siento", luego se fue.
Noté como Mike tenía una expresión similar a la de Dio.
- Quienes deben disculparse somos nosotros. No cumplimos con el pedido de la Hermana Ilia. - Lo escuché decir.
- A la final ... Si es un buen amigo. - Dijo Jason suavemente, sintiéndose un poco mal por haber hablado mal de con anterioridad.
Perseus sonrió. - No te preocupes, bro. Cuando lo conozcas serán buenos amigos, créeme. -
Esas palabras me golpearon como un tren.
Lo siento, Dio ... Te he vuelto a fallar, dos veces en un día ...
- Ella también se siente mal. - Observó Demeter.
Hestia suspiró. - Lo hecho, hecho está. Solo espero que sigan siendo amigos. -
Dio.
- Volvimos con Dio. - Anunció Piper.
- Veamos en qué problema se metió ese semidiós. - Dijo Hera con leve interés.
- Muy bien, señor Wilson. - Dijo el director luego de que todos los implicados explicamos nuestras versiones de la historia.
Cada uno lo hizo por separado, y por supuesto yo fui el ultimo.
- No me sorprendería. - Dijo Hades. - Para ese chico, lo que le está pasando ahora debe ser similar que sufrir el juicio de los jueces del Inframundo ... Y no creo que termine para nada bien para el. - Dijo el Dios del Inframundo, llenando de negatividad y preocupación el lugar con sus palabras.
- No seas así, querido. - Le dijo Perséfone haciendo un puchero.
- Ugh ... Esta bien, querida. - Dijo Hades luego de dar un leve suspiro y abrazar a su esposa, lo cual hizo que se alegrara.
Afrodita y varias de sus hijas tanto griegas como romanas se chillaron por el pequeño momento entre los señores del Inframundo. Por otra parte, Demeter intento no vomitar.
- Normalmente, en estas circunstancias hubiera terminado el programa que les permite a ti y a tus amigos estudiar aquí. - Dijo el director antes de suspirar, sus ojos reflejaron compasión. - Pero ... Si solo te expulsó a ti no será necesario. -
Hermes resopló molesto. - Típico, que el sufra todas las consecuencias. -
- Yo ... -
Me atragante, si yo era el único castigado entonces ni Samuel, Chloe, Mike y ningún otro sufriría mi estupidez.
No lo pensé más y mi incliné ante el director.
- ¡Acepto todas las consecuencias de mi actos! Pero, ¡Por favor no les haga nada a mis amigos! - Le roge sinceramente.
Muchos se sorprendieron por las palabras de Dio, quien había aceptado toda la responsabilidad de sus actos.
Artemisa hizo una mueca. - Al parecer existen hombres nobles. -
Zero frunció el ceño, pero estaba pensando igual que su diosa ... Solo un poco.
Lo escuché suspirar. - Así será, fue un honor tenerlo en la escuela secundaria Leonor Roosevelt. -
- Bueno, al menos tengo a alguien con quien identificarme. - Dijo Percy con una leve sonrisa, recordando todas las veces que fue expulsado de sus anteriores escuelas.
- Espero que Dio no haya empeorado ese rasgo tuyo en ser expulsado, cerebro de algas. - Dijo Annabeth con el ceño fruncido.
Percy rio con nerviosismo.
Perseus miraba el suelo como si fuese la octava maravilla del mundo.
Salir de la escuela sin quejarme o algo y fui a donde aparque mi bicicleta.
Sin embargo, antes de poder irme, dos personas que conocía bastante bien salieron de la escuela.
Eran Mike y Chloe, quienes miraron a todos lados de manera frenética hasta que me ubicaron.
Aquiles sonrió. - Ellos si son buenos amigos. - El héroe de la guerra de Troya apreciaba mucho la amistad.
- ¡Dio! - Y en seguida estaban frente a mí con falta de aire.
- ¿Que ... Que pasó? - Me pregunto Chloe preocupada.
- Pues lo más obvio, me expulsaron. - Dije con simpleza, no había mucho que decir.
- Se le nota triste. - Comentó Hefesto. Como un Dios que pasó por muchas desgracias, el sabía reconocer fácilmente los sentimientos ocultos de tristeza de las personas.
Por alguna extraña razón, Afrodita sintió una perturbación en la Fuerza del Amor.
- ¿Así nada más? - Me pregunto Mike tenso.
- Pues, si solo me expulsaban entonces ninguna parte estaría en la necesidad de presentar cargos a un huérfano. - Explaye encogiendome de hombros.
- Presentar cargos a un huérfano no es muy inteligente que digamos. - Dijo Diomedes con seriedad.
Atenea asintió de acuerdo, aunque aún estaba molesta por el joven que dormía en la biblioteca, luego de escuchar lo leído hasta ahora, parecía un buen chico a pesar de todo.
- Dio ... - Comenzó Chloe mirándome con tristeza, casi parecía que iba a llorar. - Lo lamentamos, si te hubiéramos detenido tú ... -
- La pobre parece sentir muy culpable. - Dijo Katie con simpatía.
- Si me hubieran detenido, ahora Samuel la estaría pasando mal ... No me arrepiento. - Les sonreí, pero ambos parecían no sentirse mejor por mis palabras.
Perseo miró el libro con admiración. - Que joven tan noble ... Lastima que no todos son como el. - Dijo esto último mirando a su bisnieto.
Heracles tuvo la decencia de voltear su mirada con irritación.
- ¿Que le dirás a la Hermana Ilia? - Me preguntó Mike, nervioso sobre el tema.
Realmente, nunca pensé en lo que pensaría la Hermana Ilia ... Pero me las arreglaré.
- Se lo diré ... Pero más tarde. -
- Esperemos que no lo haga demasiado tarde. - Comentó Rachel.
- ¿A dónde irás? - Pregunto esta vez Chloe.
- Al único lugar al que puedo ir ahora. - Dije sin explicarme mucho.
Todo el mundo se preguntó a dónde iría el joven Dio, solo esperaban que no hiciera nada estúpido.
Perseus sonrió, el sabía exactamente a dónde iría.
Luego me marché, dejando a mis amigos muy confundidos detrás.
Luego de un tiempo llegue a la estación Grand Central. Aunque vi alguna que otra cosa algo extraña ... Quizás era la adrenalina o algo porque vi por los callejones algunos sujetos con solo un ojo en sus caras ...
- La niebla está dejando de surtir efecto en el. - Dijo Quirón con seriedad.
Los semidioses tragaron saliva, entendiendo lo serio que podría ser aquello. En cualquier momento el olor de semidiós de Dio seria tan fuerte que ... Bueno, ya todos lo saben.
Tal vez solo sea mi imaginación, no importa.
- Es terrible seguir pensando así cuando ya es demasiado tarde. - Se lamentó Grover.
Pero al instante recibió un gran abrazo de parte de Percy, Annabeth y Thalia que alegro al sátiro.
En cualquier caso, deje mi bicicleta segura y me propuse a seguir a pie hasta llegar a ubicar una tienda de dulces.
Percy sintió un extraño presentimiento.
Sweet on America.
- ¡Esa es ... ! - Jadeo Percy sorprendido, consiguiendo la atención de casi toda la sala. El Hijo del Dios del Mar miró a su contraparte de un futuro alternativo.
Perseus simplemente asintió con una sonrisa frívola antes de que su versión joven pudiera formular una pregunta.
Deje salir un suspiro profundo para prepararme para ver a una de las personas más maravillosas del mundo, a la cual considero como una segunda madre (Aparte de la Hermana Ilia) en mi vida.
- No me digas que es ... - Dijo Thalia incrédula mirando tanto a Percy como a Perseus.
Ambos asintieron, el más joven con ligera tensión.
Sin embargo, algunos aún lucían confundidos.
- ¿Con quién se va a encontrar el joven Diomedes? - Preguntó Apolo confundido.
- Solo espere y escuche, señor Apolo. - Dijo Annabeth de manera enigmática.
Luego de tomar valor, entre a la tienda de dulces.
- Bienvenido querido clien- ¡DIOMEDES JEAN WILSON! ¡¿QUE HACES AQUÍ?! ¡¿NO DEBERÍAS ESTAR EN LA ESCUELA?! -
Percy hizo una mueca. - Si, es ella ... -
- ¿Pero quién ... Es este ser de poder supremo? - Vociferó Ares sudando balas. Incluso siendo una simple lectura, el Dios de la Guerra podía sentir la superioridad divina que aquel ser que acaba de hacer acto de aparición palpaba sin cuidado alguno en el mundo.
Thalia tenia el impulso de reír a carcajadas. Nico ocultó una gran sonrisa detrás de su mano.
¿Ahora ven por qué la considero una madre para mí? Me regaña como una hehe.
Ante mi estaba una mujer más o menos de la misma edad que la Hermana Ilia. Era una mujer de gran belleza con una cálida sonrisa ... La cual no estaba presente en estos instantes pero les aseguro que es bastante cálida. Tiene unos hermoso ojos azules como el zafiro y el cabello castaño con algún que otro cabello gris, pero de ninguna manera es una mujer de mucha edad, sigue manteniendo su belleza luego de todos estos años difíciles.
- Hmph, a lo mejor es una hija mía. - Se mofó Afrodita sonriendo ampliamente.
- Pues eso explicaría porque Percy es tan guapo. - Murmuró Annabeth mirando a su novio, quien le sonrió algo sonrojado.
Luego de pasar tanto tiempo en la tienda, impregnada en ella estaba el olor al chocolate o el regaliz o ... Cualquier cosa que se encuentre en una tienda de dulces generalmente.
Esta es la mujer que me hizo adicto a la comida azul ... Y no me arrepiento.
- Oh, entonces ella es. - Dijo Diomedes recordando muy bien el capítulo anterior.
Sally Jackson, la madre de Percy Jackson, a quien lo considero como un hermanito desde que lo conocí hace cinco años más o menos.
- Así que ella es la otra figura maternal de Dio, ¿Eh? - Dijo Hestia sonriendo. - Por alguna razón me siento aliviada. -
Y Sally ... Me estaba preparando una tumba justo ahora ... ¡Sálvenme!
- Uh, lo siento, hermano. Estas solo. - Dijo Perseus entre divertido y preocupado por su hermano.
Percy, Annabeth, Grover, Thalia y Nico también lucían expresiones de susto ante la ira de la gran y legendaria señora Jackson.
- Oh, jovencito, ¡Será mejor que no te hayas escapado de nuevo de la escuela o sino ...! -
No necesitaba que terminara la oración para saber lo que deparará para mi ...
- L-Les daré unos cinco minutos. - Dijo el gerente de la tienda nervioso, mientras me daba una mirada de lástima. - Termina rápido el problema con tu hijo. -
- Oh, eso haré, Josh. - La señora Jackson ni siquiera corrigió al hombre al confundirme como el hijo de ella ... Aunque a estas altura, ella ya me trataba como si fuese su hijo.
- Eso es porque eres mi familia, Dio. - Dijo Perseus con una suave sonrisa.
Ella no ma adoptaba debido a las difíciles circunstancias en las cuales se encontraba ella y su familia.
Maldito Gabe ... Ese bastardo me hace enojar como no tienes idea.
Perseus, Percy y Grover fruncieron el ceño a la mención del ex esposo de Sally. Ese sí era una inmundicia de persona, un monstruo en forma humana.
- Bien, Diomedes, será mejor que te expliques. - Dijo con autoridad Sally.
Esto será difícil ... Deséenme suerte.
- Y este es el final del capítulo. - Dijo Piper. - ¿A quién le toca leer? -
A penas dijo esas palabras, un gran resplandor cegó la vista de todos. Pero se esfumó con rapidez, sin embargo, lo que ocurrió después ...
- ¡¿Donde ... ?! -
Los ojos de Percy se abrieron. - ¡Mamá! -
- ¡Percy! - Exclamo Sally sorprendida de haber llegado a un palacio divino con dioses, semidioses, un sátiro, un centauro y ... - ¡¿Dos Percy?! -
- ¡Mamá! - Exclamó el hijo del Dios del Mar atrapando rápido a su madre que se había desmayado debido a la gran impresión que fue para ella ver un segundo Percy.
Y así, las cosas se pusieron un poco más animadas en el Olimpo.
...
