Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Rumiko-sensei.
Nos vemos en las tiras cómicas.
Pequeña de doble filo.
Kagome estaba cansada, sudorosa y dolorida. Y quien no lo estaría cuando acabas de dar a luz al fruto de tu amor y este estaba descansando entre tus brazos mientras se alimentaba.
Una bella bebé de hermosos cabellos negros tomaba del pecho de su madre mientras está estaba acostada, descansando después de tan laboriosa labor.
En aquella casa de lugar acogedor se respiraba un aura majestuosa, una unión magnífica entre los padres de aquella habitación y su hermoso retoño.
Cualquiera que viera esa escena diría que nada malo pasaría… lamentablemente no era así, esa sería su última noche con su pequeña.
Habían pasado tres días en los que una hermosa Moroha había llegado a la vida de sus amados padres, la bella pareja de Inuyasha con su amor Kagome.
Habían pasado tres días desde que una carta llegó a sus manos diciéndole que mañana al anochecer dos poderosos Youkai llegarían a matar a su familia y principalmente a su pequeña recién nacida.
Sabía que una buena noticia en ocasiones venia con sufrimiento y lamentablemente ella tuvo presagios de lo que le espera luego de que naciera su hija.
La primera fue cuando aquel viajero de nombre Riku le dijo que sería una niña lo que debería, le aviso de aquel comentar que debería destruir su marido con ayuda de su hermano mayor y le conto sobre aquel Youkai llamado Kirinmaru.
La segunda fue cuando después del nacimiento de las hijas gemelas de la pequeña Rin estas separadas de su madre por parte de su padre, Sesshomaru fue hermético con ello, pero aun así supo que ello se debe a la amenaza que presentaba Kirinmaru, después de todo las hijas de Sesshomaru eran Hanyo.
Y la última y más dolorosa de sus presagios fue la desaparición de rin aquella noche luego de que le fueron arrebatadas sus pequeñas.
Kagome a pesar de saber que tenía que preparase y estar listo no lo estaba, tenía todo preparado, pero no estaba lista.
¿Cómo dejar a tu hijo solo con un peligro latente de que estarás lejos de ella hasta quien sabe cuánto tiempo? ¿Y ella e Inuyasha sobrevivirían ante tal enfrentamiento?
— ¿Kagome sigues ahí?
La voz de su amado Hanyo la saco de aquellos pensamientos tristes y desoladores.
—Perdóname expresó la sacerdotisa mientras tomaba a su pequeña que se había quedado dormida saciada—, estaba perdida.
Inuyasha solo pudo mirar a su gran amor y sentirse igual a peor que ella, se había prometido protegerla a ella ya su hermosa hija y ahora estaban a la expectativa de lo que iba a pasar.
Se sintió tan impotente, tan enojado por el destino que a él y los de su especia les esperaba por el simple hecho de ser una combinación de dos seres diferentes.
—Sesshomaru es un imbécil oferta este frustrado—, si no hubiera rechazado el lugar de nuestro padre él… él…
—Inuyasha —escuchó el llamado de su esposa suavemente—, ven, mira como duerme Moroha.
Esto saco una sonrisa al Hanyo, todo lo referente a su hermosa hija lo ponía feliz. Así que lentamente se acercó hacia donde estaban las dos mujeres de su vida.
Inuyasha se puso detrás de la mujer y la abrazo con cuidado teniendo los brazos debajo de los de su mujer y viéndola a ella ya su pequeña.
—Es hermosa ¿no? Ofrecer Kagome feliz de tenerlo a su lado—, nuestro bebe Shihanyou.
—Tú me dijiste que sería mucho más humana que Youkai.
—Por eso tiene más rasgos humanos nuestros que de un Youkai —contesto al ver a su pequeña.
Su hija tenía cabello negro como el suyo y el de su esposo, piel como la de su padre, rasgos de ella y rasgos de Inuyasha, era una hermosa combinación.
—Ella posee poderes espirituales y demoniacos.
—Kagome, tú me dijiste que ella poseía poder demoniaco inusual, similar al mío y al del imbécil.
Kagome rio, al parecer su esposo aun continuaba insultando a su hermano a pesar de todo.
—Exacto, por ello puso un sello en un objeto de oferta esta mientras lograba sacar de su kimono un labial rojo—, se lo daríamos ... sí teníamos una hija.
La voz casi rota de Kagome lo hizo reaccionar haciendo que la abrazara y le diera un beso en el cuello.
—La protegeré Kagome, a ti, a ella, a nuestros amigos, los protegeré.
—Inuyasha ... tengo miedo, sé que ella es fuerte, sé que es un bebe de poder de doble filo, pero temo por ella, si en caso llegara a ser consumida por su poder demoniaco y no estemos con ella ... yo No...
—Mírame Kagome, ella es fuerte por ese mismo motivo, jamás se dejaría consumir por ese poder, tú la protegerás con tu poder espiritual. La salvaras como a mí me has salvado tantas veces Kagome.
E Inuyasha lo sabía, con ella cerca o no sería una gran madre para su pequeña Moroha, ella había prevenido lo que podría pasarle por aquel poder demoniaco y espiritual.
La joven no pudo hacer más que abrazara a su pequeña mientras su esposo le daba fuerza, ambos estabas aterrados, pero se tenían uno a otro para salir adelante. Así como su hija los tendremos a los dos.
Siendo así que paso la noche de manera tranquila ante tres corazones que nacieron para estar conectados, y con ello la noche volvió a reinar, las lágrimas y despedidas se dado dado, la amenaza fue enfrentada ... pero como los sucesos inesperados se dan nunca estuvo en ellos ser sellados en aquella tumba de gran estructura.
El abrazo fue dado, las lágrimas salieron aun con más fuerza, los gritos se notaron en aquel lugar.
—Inuyasha ...
—Ella estará bien, el perro sarnoso la protegerá ... y ella sola es muy fuerte ... ella es Moroha de doble filo para cualquier enemigo que se le aparezca.
—Ella aun así nos necesita.
—Y nosotros a ella, créeme Kagome haremos lo imposible para salir de aquí por ella.
—Por nuestra pequeña de doble filo —dijeron aquellos dos padres que deseaban regresar con su pequeña de doble filo.
[…]
Sentía esa opresión en el pecho, su unión era tan fuerte que podía sentir el dolor de su pequeña, un sentimiento de pérdida, un dolor de agonía, tristeza y perdida.
—Inu ... yasha ... Mi pequeña ... Moroha ...
—Volveremos con ella Kagome ofrecer este abrazándola y compartiendo su dolor, entendía que las madres podrían sentir con mayor fuerza el dolor de sus hijos, sabia que su pequeña estaba sufriendo.
—Ella ataco con una parte de ella, es un doble filo, hará pagar a quien le dio tanta tristeza y nosotros también, nuestra pequeña de doble filo se repondrá y no descansará hasta ganar.
De ante mano les doy las gracias por leerlo pequeños.
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