Yuta sabía que la cuestión era inevitable y que cada día que pasaba y Yuuji no hablaba...se volvía peor y menos soportable para todos los que rodeaban a la pareja, más específicamente a Gojo...y eso que apenas y habían pasado tres, cuatro días desde que Yuta había podido conversar a solas con Yuuji y había sabido el motivo de tanto secretismo.

Ahora que conocía las dos campanas...y, en verdad sentía un poco de pena por su ex profesor...pero al mismo tiempo no podía evitar tener que resistir el impulso de reírse de él. Se sentía un poco culpable porque de verdad, Gojo la estaba pasando mal. Por supuesto, lo primero que había hecho apenas Yuta había liberado a Yuuji era sonsacarle cualquier rastro de información que hubiese podido sacarle al menor, aunque fuese lo más mísero. Sin saber cómo esquivar las balas, Yuta había intentado sonar lo más condescendiente posible diciéndole que fuera lo que fuese que Yuuji quería decirle, no tenía que ver con una inminente ruptura de su relación.

Eso había calmado las aguas por...48, 72 horas. Asombrosamente, ese fue el lapso de tiempo que Gojo necesitó para procesar la información y darse cuenta de que Yuta sabía más de lo que decía, y ahí había arrancado de nuevo. Con toda la paciencia que poseía, había procurado no ser descortés cada vez que Gojo sacaba el tema e intentaba llevarlo por derroteros menos traumáticos para ambos; al mismo tiempo, había hablado con Yuuji de nuevo y lo había instado a la conversación tan temida porque, de hecho, lo que al principio era inseguridad e incertidumbre en Gojo ya se estaba transformando en mal humor y agresividad poco contenida producto de los nervios.

Y por fin, Yuuji le había avisado que tampoco aguantaba más e iba a decírselo.

¿...si no aguantaba más, por qué había esperado tanto…?

Así, habían terminado organizando la cuestión entre los dos dejando a Gojo de lado. La idea es que si bien no se necesitaban testigos de aquello, tampoco podían pretender que no hubiese nadie en el colegio. Como no existía un lugar realmente privado ideal desde el cual cualquiera de los tres pudiese correr en busca de auxilio si era necesario, terminaron optando por lo más sencillo.

La habitación de Yuuji.

Que por supuesto, a Yuta le generó muy mala espina. No era buena idea que un Alfa al borde de vincularse con un Omega viese a otro Alfa dentro de la habitación de éste, por muy cercanos que fuesen…

...pero aún así aceptó, rezando porque las pocas neuronas que a Gojo todavía le funcionaban con claridad entendiesen el concepto de "apoyo moral" que Yuta cumplía en esa situación.

— Le has dicho que venga directamente para acá, ¿no?¿Yuuji…? Oye, ¿estás bien?

No.

En verdad y ahora que lo veía...Yuuji no tenía muy buen color...aunque mirándose en el espejo de su cuarto, Yuta no estaba mucho mejor que él…

— Dame un segundo.

Yuta ni siquiera respondió ni agregó comentario alguno al ver a Yuuji desplazándose rápidamente de la cama al cuarto de baño. Al oír el grifo a todo lo que daba camuflando otros sonidos...bueno, intuyó que Yuuji no estaba muy bien del estómago.

Y justo en ese instante, porque no podía ser de otra manera, golpearon la puerta del cuarto.

¿Es que acaso se metía adrede en esos problemas o qué mierda?

— Y-Yuuji...Gojo-sensei está en la puerta.- más asustado que el mismo Omega, golpeó despacio la puerta del baño.- ¿Yuuji?

— No...no puedo salir ahora...ábrele tú, ¿quieres?

Ah, claro. Aquello pintaba cada vez peor.

"¡Oh, hola, Gojo-sensei!¿Qué tal? Disculpa, estoy en el cuarto del Omega con el que estás saliendo porque tenemos que decirte algo, ¡pasa y ponte cómodo!"

— Oh no, yo no voy a salir.— el pensamiento intrusivo había sido más que suficiente para que descartara la idea ante el posible acto de odio de su ex profesor.

¿Yuuji? ¿Estás ahí?

— Por favor, tienes que salir tú porque…

Voy a entrar.

"Va a entrar".

Claro que iba a ingresar luego de llamar un par de veces...si Gojo no respetaba ningún tipo de espacio personal, ¿qué le hacía pensar a Yuta que…?

Bueno...si Yuta tenía un top de las situaciones más incómodas que había experimentado en la vida...aquella se llevaba el número uno de inmediato. Gojo ingresó campante, casi como si fuese el dueño del lugar...para toparse de frente con Yuta, arrimado a la puerta del baño casi adosado a ella.

Y el silencio…

— No me mires así, puedo explicarlo.— Yuta levantó ambos brazos en señal de defensa y rendición, todo al mismo tiempo. Gojo se había quedado literalmente petrificado a unos pasos de la puerta y parecía no respirar.— ¿Gojo-sensei?

— ¿Qué…?

Gojo finalmente inhaló profundo, luego exhaló. Repitió el proceso un par de veces antes de proseguir y aquello más que tranquilizar logró crispar los nervios de Yuta.

— ¿Qué haces aquí, Yuta?.— el tono suave indicaba peligro inminente, absoluto. Yuta resopló sintiéndose atrapado en una situación que lo había tomado desprevenido, intentando conservar la calma.— Digo, debe haber una buena razón.

— Así es, Yuuji me pidió que estuviese presente. Quiere hablar contigo.

— ¿Quiere él...o ustedes dos?

Oh no, no vas a ir por ahí, mira…

La puerta del baño finalmente se abrió de par en par casi golpeando la pared. Yuta logró apartarse a tiempo y por suerte, la atención - y la ira - de Gojo se desvió hacia Yuuji, parado en el marco. Yuta miró alternativamente a uno y a otro y lo que vio no le gustó para nada, poniéndose frente a Yuuji de nuevo.

— Gojo-sensei, lo que sucede aquí no es nada de lo que te estás imaginando, hay una muy buena razón para todo esto. Y yo no tengo nada que ver con esa razón, lo juro.

— Yuuji..tú...

— ¿Me vas a decir que crees que ahora estoy saliendo con Yuta?.— el silencio fue más que revelador.— ¿Es en serio? ¡Lo conozco hace una semana!

— Menos de una semana.— aclaró Yuta por lo bajo.

— ¡Menos de una semana! No puedo creerlo.

— ¿Y qué quieres que piense?

La voz de Gojo se elevó sobre la de ellos y Yuta supo lo que se venía antes de que sucediera; raudo, pasó por delante de ambos y cerró la puerta de la habitación rezando porque nadie oyese los gritos.

— Hace más de un mes que me esquivas. He tenido la paciencia suficiente para esperar a que me hables, y nada. Me dices que no sucede nada, pero es evidente que te has cansado de mí.

— ¡Cansado!.— tanto Yuta como Yuuji gimieron ante el dramatismo que comenzaba a crecer dentro del cuarto.

— ¡Y claro! Sino quieres saber nada más conmigo, si quieres terminar lo nuestro...al menos dime por qué razón fue, Yuuji.

— Pero…

Yuta vio a Yuuji cambiar de colores y pensó que iba a descomponerse de nuevo; sin embargo, lo que sucedió fue diferente y peor que lo de Gojo. Tal vez por el estrés que venía acumulando sumado a las palabras de su ex profesor, los nervios le habían terminado por colapsar y aquello había derivado en un llanto angustiado y bastante asfixiante que ninguno de los tres parecía esperarse. Yuta miró de reojo a Gojo quien permanecía de pie sin saber bien qué hacer hasta que éste lo empujó, haciéndole señas con el mentón de que consolara a Yuuji.

— Dios, Yuuji...no te entiendo, ¿qué te pasa?

Por suerte, Gojo le había hecho caso y había terminado acercándose y abrazando a Yuuji, quien había terminado de estallar en llanto contra su pecho. Si Yuta ya estaba incómodo…

Es...es que…

— Yuuji, díselo de una maldita vez, haznos un favor a todos.— resopló Yuta, harto de la situación.

— ¿Qué es, Yuuji? Dímelo, sea lo que sea lo afrontaremos juntos.

De repente, Yuuji dejó de llorar por una fracción de segundo y Yuta lo vio conteniendo el aire. Él también lo contuvo cuando lo vio apartarse de Gojo, tomándolo por los brazos con manos temblorosas y mirándolo directamente al rostro.

— ¿Lo que sea?

— Claro, lo que sea.

— ¿Un bebé también?.— el silencio no fue incómodo...más Yuta casi ve los engranajes del cerebro de Gojo deteniéndose abruptamente.

— ¿Un...un bebé? Espera…¿estás embarazado?

Las fuerzas que Yuuji había juntado para soltar aquello ya se le habían ido y sólo pudo asentir con la cabeza. Gojo soltó una especie de resoplido extraño mezclado con un quejido y tomó el rostro de Yuuji entre sus manos, acercándose.

— Pero…¿por qué no me lo dijiste antes? Yuuji, ¿es en serio?

— S-Sí, es…¿estás molesto?

— ¿Qué? ¿Cómo voy a…?¿No me lo decías porque temías que me molestara?

Y de nuevo, el llanto.

— Oh, Yuuji.— Yuta soltó el aire y se recargó en la pared cuando oyó la risa suave de Gojo mientras de nuevo rodeaba a Yuuji con ambos brazos.— ¿Cómo voy a molestarme por la noticia más linda que podías darme?

— Es que...no sabía qué hacer, como todavía no…

— Mira que...un bebé...yo…

A decir verdad, Yuta no se la vio venir.

Se había confiado y se había relajado demasiado pensando que el peligro había pasado del todo, más no era así. De un instante al otro, los engranajes en el cerebro de Gojo comenzaron a moverse...a moverse demasiado rápido. Segundos después parecía que acababa de asimilar lo que Yuuji le había dicho y había entendido que iban a tener un hijo.

Corrió lo más rápido que pudo y pese a que la distancia era corta, Gojo le ganó de mano en desplomarse en el suelo.

Se había desmayado.

— Creo que...creo que lo mató la noticia.— terció Yuuji un poco inseguro mientras se agachaba junto a Yuta.

— No creo que esté muerto...pero sí, le pegó fuerte.

Ambos rieron al comprobar que sólo había perdido el conocimiento. Quién lo hubiese pensado, del más fuerte…

— Sí, creo que…

De repente, Gojo revivió.

Yuta no podía decirlo de otra manera porque parecía resucitar completamente como si se tratase de un hombre nuevo con una energía totalmente diferente; de nuevo, logró apartarse a tiempo antes de que Gojo prácticamente se lanzara sobre Yuuji luego de quitarse la venda y revolearla a metros de distancia.

Y se había despertado llorando.

— Yuuji, te prometo que seré el mejor padre que nuestro hijo pueda tener. No importa que no hayas terminado este colegio inmundo, eso es secundario. Vendrás a vivir conmigo, ¿no es así?¿Has pensado ya en algún nombre? No te preocupes por ningún gasto, yo me haré cargo de absolutamente todo porque…

Yuta se incorporó y por su propio bien físico y mental se alejó un par de metros de la pareja. Yuuji no parecía encontrarse en las mejores condiciones, mareado y aturdido por el cambio rotundo, la ansiedad filtrándose en cada poro de la piel de su ex profesor.

Bueno...al fin de cuentas, eran tal para cual.


¡Hola a todos!

Aquí de nuevo con algo cortito xD Son ideas que van surgiendo y si no las escribo en el momento, luego se me van. Muchas gracias por todo el apoyo que me están dando en todas las historias, de verdad...leo cada comentario que me dejan y la verdad no sólo me hacen reír, sino que me llenan el corazón. Me alegra saber que algunos releyeron algunas historias porque les han gustado más, para alguien que escribe eso es...hermoso, sí.

Nos estamos leyendo pronto en una actualización o en algún otro fanfic mis amores, quién sabe xD