Charlotte estaba entrenando en solitario en un campo vació era uno de sus sitios favoritos para hacerlo, su magia se extendía a su alrededor mientras mantenía los ojos cerrados para concentrarse en su maná, solo que sus pensamientos no lograban mantenerse en el entrenamiento, su mente seguía regresando una y otra vez a lo sucedido unas horas antes, escucho a sus chicas discutir y murmurar acaloradamente, en el centro Sol parecía intentar defenderse de algo que había hecho.

- ¿Qué sucede? – Pregunto con suavidad a pesar de esto todas saltaron en sus sitios.

- ¡Hermana! – Grito Sol con una mirada culpable – Lo siento mucho.

- ¿De que hablas, Sol? Y dime Capitana.

- No pasa nada, Capitana. – Intervino una muchacha de cabello castaño.

- Sol. – Insistió la rubia preocupada.

- Cometí un error, Hermana. – Dijo Sol bajando la mirada – Estaba hablando con Millie y el Capitán Yami…

- ¿Qué estaban hablando? – Inquirió sintiendo una presión dentro de su pecho.

- Sol estaba quejándose de que el Capitán Yami fuera tan tonto como para no darse cuente de sus sentimientos por él, Capitana. – Contesto Millie.

- ¿Yami escucho?

- Creo que sí, lo siento.

Había dejado la base después de esa conversación, estaba en pánico al saber que Yami se entero de sus sentimientos de forma casual y aun mas al esperar que no fuera tan denso como para entenderlo de esa forma no tendría que decírselo por si misma, era una cobarde.

- Charlotte.

Se erizo como un gato al escuchar su voz a sus espaldas, sintió su presencia gracias a sus zarzas, pero no pudo evitar el leve temblor de sus manos a sus costados, su corazón latía tan fuerte que pensó que explotaría.

- Yami. – Saludo girándose sobre sus talones para mirarlo.

- ¿Quieres una pelea de entrenamiento?

Charlotte ladeo su rostro confundida, lo menos que esperaba que dijera esas palabras a pesar de que realmente no se sentía preparada para enfrentarlo con la verdad, asintió sin confiar en su voz, empezaron a luchar durante unos minutos, sin embargo, no podía mantener el combate, estaba demasiado distraída y terminaba con aperturas fáciles, que él aprovechaba para derribarla.

- ¿Qué sucede, Reina Espinosa?

- Tengo algo en mi mente.

- ¿Sí? ¿En qué piensas? – Pregunto acercándose tomando su cigarrillo con la mano mientras expulsaba el humo.

- En…

- ¿En qué?

Charlotte se sorprendió al ver que él estaba justo enfrente suyo, con su mirada llena de diversión, la expresión altanera en su rostro la hizo sentir enojada ¿se estaba burlando de ella?

- Dime en que piensas, Charlotte. – Ordeno inclinándose sobre ella.

En un impulso tonto e infantil se levanto sobre las puntas de sus pies para unir sus labios a los suyos en un pequeño contacto fugaz, cuando se alejaba con su rostro ruborizado y su cuerpo entrando en un estado de conmoción por sus acciones, Yami sonrió extensamente antes de que sus manos viajaran a la parte posterior de su cabeza para sujetarla, su boca cubrió la de ella con un beso apasionado, que tardo en corresponder mientras su mente se ponía al día con lo que sucedía, su manos buscaron entrelazarse detrás de su cuello al acercarse más a él.

- ¿Lo sabes? – Jadeo cuando se separaron para respirar.

- No se de que hablas. – Contesto con malicia mientras volvían a besarse de forma desesperada y hambrienta – Ilumíname.

- Te amo. – Susurro.