Holis ¿cómo han estado? Espero de todo corazón que muy bien.
Aquí les traigo el tercer capítulo, que básicamente es el segundo, pero desde la perspectiva de Akane, espero que no les moleste.
Gracias a todas esas personitas especiales que han leído estos primeros capítulos, gracias a quienes le han dado a favorito o a seguir y gracias a todos aquellos que leen anónimamente. ¡Los amo!
Ni Los juegos del hambre ni Ranma ½ me pertenecen.
Sin más por el momento espero que disfruten la lectura y como siempre nos leemos al final de capitulo.
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3. EL TREN Y EL CAPITOLIO, SEGUNDA PARTE
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Akane
Aún estoy un poco en shock, no voy a negarlo, por eso me he sentado en el sofá, por eso paso la palma de mi mano una y otra vez, compulsivamente por el terciopelo rojo con el que esta recubierto, para intentar tranquilizarme, porque no se que es lo que voy a decirles, no sé cómo voy a explicarles esto.
Pero ya no hay tiempo para pensar en nada, porque han entrado mis hermanas, Kasumi esta preocupada, muy preocupada y lagrimas silenciosas recorren sus mejillas, su abrazo casi me asfixia, pero no importa porque yo también la abrazo con la misma fuerza, ahogando mis sollozos porque la verdad es que yo tampoco he parado de llorar, no desde que el distrito entero hiciera aquel gesto, que termino por quebrarme.
-Debes ser fuerte Akane, prométemelo, se que eres capaza de luchar y defenderte, se que puedes volver- me dice soltándome y soltándose me mi abrazo por fin.
Ver su preocupación me parte el alma, ¿pero como decirle, como explicarle que yo no volveré?
-Te lo prometo – le digo, pero es una promesa a medias, porque solo luchare si mi supervivencia significa que él sobreviva.
-Toma, - dice mientras aprieta contra mi palma un pequeño broche de oro, con un sinsajo y una flecha atravesada, rodeada de un círculo.
- ¡El broche de mamá! – digo impresionada, porque pensé que se había perdido muchos años atrás.
-Sí, - dice sin más, cerrando los dedos de mi mano sobre el broche – yo lo tuve por años, y ahora es tu turno, así que tienes que volver para que Nabiki también lo tenga, me escuchas, te dará fuerza Akane. Este broche siempre me hace recordar a mamá, su fuerza, su independencia…me la recuerdas tanto – dice acariciando mi rostro – no sé exactamente porque tomaste la decisión de tomar el lugar de esa niña, pero me lo imagino. Akane sé fuerte, sé cómo el sinsajo - me dice ya sin lagrimas en su rostro, aunque aún con los ojos enrojecidos.
Como el sinsajo, pienso por unos instantes, esa ave que no estaba en los planes del Capitolio, esa que se les salió de control, esa que proviene del charlajo, aquella ave mutada que usaron para espiar a los rebeldes durante la guerra y que cuando decidieron dejar morir encontró la manera de sobrevivir, se reprodujo con los sinsontes hembras y nació de esa unión, algo que el Capitolio no pudo controlar, pero dudo que ella se refiera a eso, ¿verdad? A que no me deje controlar, ¿o sí?, la voz de mi otra hermana hace que salga de mis cavilaciones.
-Yo sí se porque lo hiciste hermanita y no puedo más que decirte que eres una boba, pero el tiempo no puede regresarse, no puedo hacerte cambiar de opinión, eres demasiado impulsiva y es algo que te ha metido en muchos problemas, solo… - hace una pausa mientras se acerca a mi y me abraza, para continuar diciéndome lo siguiente al oído - por favor cuídate, no seas tan extremista, vuelve, podemos ayudarlas todo lo que podamos, aunque él no regresé – me pongo tensa, porque sí que sabe cual es mi plan, Nabiki siempre sabe mis secretos, siempre ha sabido lo que siento por él, – sé que no puedo hacer que cambies tu decisión, pero piensa en papá, esto terminará de destruirlo, no fuiste elegida, tu tomaste este lugar, uno que no te pertenecía.
Me ha soltado por fin, sus palabras me han afectado, me había negado a pensar en papá, porque sé lo que esto le hará, porque yo estaría igual de destrozada si no hubiera hecho esto por la pequeña Ranko, tengo mucho de mi padre en mí, por eso me imagino lo inconsolable que estará en estos momentos.
-El tiempo termino – dice tajantemente el agente de la paz que esta en la puerta y del que no me había percatado.
Mis hermanas se van con un último adiós, y me parte el corazón ver que de nuevo lloran en silencio ¿qué he hecho?
Unos segundos luego de que mis hermanas salieran entran ahora dos personas que me dejan sin palabras, son Ranko y Nodoka, la familia de Ranma y yo simplemente estoy sin palabras, porque definitivamente no me esperaba que vinieran aquí, pensé que estarían pasando los últimos momentos con él.
-Ya lo hemos visitado también – dice Nodoka, como leyendo mis pensamientos.
Y yo la miro asombrada mientras ella me dedica una pequeña sonrisa, estoy a punto de decir algo, cuando la pequeña Ranko me abraza por la cintura.
-Gracias Akane - dice la mayor, porque la pequeña no ha dicho nada, solo me abraza con fuerza enterrando su rostro en mi pecho – No sé… no sabemos cómo pagarte por lo que has hecho, ¿Por qué…? – se detiene a media pregunta – no importa – dice nuevamente – cuídate mucho por favor, me hubiera gustado conocerte en otras circunstancias, me habría encantado conocerte más a fondo, pero ahora puedo ver lo que él ha visto por tanto tiempo, por fin entiendo tantas cosas.
La veo confundida por sus palabras, pero ella se limita a observarme tímidamente, pero con un afecto maternal, que amenaza nuevamente con hacerme llorar.
-Eres igual de hermosa y valiente que tu madre – me dice acariciando mi cabello.
Pero antes de que diga más, antes de que Ranko por fin diga algo, cosa que sé que estaba a punto de hacer porque por fin me había soltado y vi su determinación, entro el agente de la paz sacándolas y yo no he podido decir nada, por el shock de verlas aquí, de sentir el abrazo de la pequeña pelirroja y de escuchar las palabras de su madre.
Y ahora es el turno de mi padre, que está de pie frente a mi y para mi sorpresa, una más este día no esta llorando frenéticamente como esperaba, solo esta triste, tristísimo.
- Tanto lo amas, ¿eh?
- ¿Cómo? – pregunto, porque por un segundo no se de lo que habla, hasta que veo su rostro y me doy cuenta de que lo sabe, ¿tan obvia soy, que pareciera que todo el mundo sabe mi mayor secreto?
-Cuando eras pequeña y tu madre aun estaba con nosotros, solía admirarlas en silencio, disfrutando simplemente de tenerlas a mi lado, de ver ese secreto que las unía, el bosque. Eres tan parecida a ella, y no solo hablo del físico porque ¡por Dios! Eres tan semejante mi niña – dice casi sin aliento – eres igual de impulsiva, igual de apasionada, igual de determinada, pero no puedo perderte igual que a ella, Akane por favor, promete que regresaras a casa, ya has salvado a su hermana menor. Sé de lo que eres capaz, se que has seguido yendo al bosque todos estos años, y sé que eres hábil, - estoy cada vez más sorprendida, ¡lo sabía y no me lo impidió!, ¿pero por qué? – que importa hijita,- dice contestando a la pregunta que no he formulado - sé que tenías tus motivos, esa bondad que heredaste de tu madre, este deseo de ayudar a los necesitados aun a costa de tu seguridad, pero más que nada, porque se que él es como un imán que te atrae inevitablemente, porque si él va al bosque tú también iras, porque sé que así como tu eres como tu difunta madre, él es como su padre – dice con los ojos aguados y se porque lo dice, no puedo negarlo y me avergüenza, así que agacho la mirada - por favor regresa.
Y sé que el puede ver en mi mirada que no lo hare, porque ya me he decidido.
Por fin suelta un sollozo, tapándose la boca con la mano, con los ojos y las mejillas mojadas por las lágrimas, porque sabe que no volveré y también sabe el porqué, me duele que me lo haya recordado, porque aunque por muchos años estuve enojada con mi madre y no entendía porque lo había hecho, cuando lo conocí, a Ranma, entendí porque al igual que mi madre amó a su padre hace muchos años, yo lo ame a él desde que vi sus ojos azules y me perdí en ellos inevitablemente, se que mi padre conocía los sentimientos de mi madre y aun así decidió casarse con ella y me duele ser igual de débil que ella, con respecto a los Saotome.
Mi padre se ha ido dejándome desconsolada con mis sentimientos y decisiones, después un agente de la paz me ha sacado jaloneándome del brazo, y ahora camino a su lado y solo desearía que él me viera, que me notara más allá de ser el tributo femenino del distrito, me gustaría que me viera, a mí, pero como siempre él parece ignorarme, él parece estar en su propio mundo y eso me enoja, me hace hervir la sangre, por qué no puedo entender mis sentimientos, ¿cómo puedo contentarme con esta nada que él me da, cuando lo que quiero es todo de él?
Y entonces los veo, el distrito aun sigue de pie en la plaza y la furia me llena, porque intentan ser valientes, no hay otra explicación, pero me asquea su hipocresía, nadie fue valiente cuando mandaron a tantos niños antes, nadie se ofreció, por su hermano o hermana, por su vecino, su primo o su amigo, todos en este distrito son unos cobardes, excepto él, pienso mirándolo de nuevo y deseo tanto tomar su mano aunque para él yo tan solo sea su enemiga, porque sé que aunque seamos del mismo distrito no podemos ser amigos, se que uno debe matar al otro y sé que yo nunca lo mataría, pero él debe hacerlo por su hermana, debe matarme y eso hace que me enoje aún más contra el Capitolio, contra el gobierno, contra nuestro presidente, porque si él quisiera podría detener esta aberración que son los juegos.
Involuntariamente mi mano ha rozado la suya, quizá por ese deseo interno que tengo de tomarla, pero me detengo justo a tiempo y desvió la mirada.
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Varios minutos después estamos sentados a la mesa del vagón comedor, rodeados de tanta opulencia y vanidad, de tanta deliciosa comida que, aunque en un principio me negaba a probar, ahora he dicho ¡qué demonios!, si serán mis últimos días los disfrutare lo más que pueda.
Hinako parlotea sin parar sobre esto y aquello, enseñándonos cada vagón como si a nosotros nos interesara, y se que a Ranma tampoco le importa porque veo en su mirada esa furia que lo caracteriza, se que si dependiera de él estaría destrozando este tren y yo con gusto lo ayudaría si sirviera de algo, pero no es así.
Tofu, nuestro mentor observa a nuestra escolta como si se tratara de una cucaracha.
Me agrada Tofu, es un viejo borracho, mal hablado y grosero en muchos sentidos, pero tiene buen corazón aunque no lo parezca, además no es su culpa totalmente, los juegos lo orillaron a esto que es ahora, por eso me hice algo así como su amiga hace tantos años, porque el descubrió mi secreto hace muchos años, ese secreto sobre el bosque, sobre regalar las presas a los necesitados, un día me lo tope en un callejón de la veta, hecho un asco como de costumbre, ahogándose en su vomito y se que si no lo hubiera ayudado probablemente se hubiera muerto de esa manera tan miserable, lo gire y arrastre como pude hasta recargarlo en una pared y me marche, pensé que no lo recordaría, pero para mi sorpresa al día siguiente se apareció en la puerta de la panadería.
Estaba aterrada porque pensé que diría algo y mi papá descubriría que seguía yendo al bosque, no había pasado mucho desde el incidente de los perros salvajes, pero resulto que él solo fue a comprar pan y se fue, o eso creí, hasta que salí al patio trasero a alimentar a los cerdos y lo vi charlando con Gertrudis la cerda más vieja del corral, luego, de una manera muy extraña me agradeció por lo que hice, diciendo algo sobre una deuda y cosas que tarde en comprender hasta que él me las explico tiempo después.
Luego de eso nuestra "amistad" creció poco a poco, aunque a Nabiki y a mi padre no les agradaba del todo, pero como Kasumi siempre ha sido la más compasiva me impulso a cuidar un poco del despojo de hombre en que se convirtió Tofu y ella me ayudo en el proceso.
A veces cuando nevaba demasiado para ir al bosque íbamos a llevarle comida a Tofu y a limpiar un poco su casa, cuando ella no podía ir, solo lo hacía yo, porque aunque la gente suele pensar lo peor del único vencedor del distrito, yo sé que es inofensivo.
-Es un soplo de aire fresco ver que ustedes si saben comer con educación, usando los cubiertos…
Dice nuestra escolta con alivio y mirándonos conforme con nuestros modales y, no es por ser despectiva, pero no creía que Ranma fuera tan educado en la mesa, así que de vez en cuando lo observo sorprendida, su madre debió educarlo muy bien, Hinako vuelve a hablar.
- Los tributos del año pasado usaban las manos como animales, me causaron nauseas, - finaliza haciendo gestos de disgusto como si le diera asco el solo recordarlo.
Ok, me digo mentalmente, no pienso complacer a esta tipeja un segundo más, y como se atreve a hablar así de los pobres chicos tributos del año pasado, claro que iban a comer así, se notaba a leguas que estaban hambrientos, entonces decidida a hacerla rabiar aunque sea un poquito suelto la cuchara y comienzo a beber la sopa directo del plato ante la mirada atónita de nuestra escolta, de Tofu y de Ranma, y sin más como todo lo que puedo con las manos y la boca abierta, porque ver la cara de asco de Hinako me alienta a seguir y para mi alegría Ranma se une a mí, y ahora somos los dos quienes comemos como animales.
-No comas demasiado o te sentirás enferma.
Es la primera vez que me dirige la palabra y eso me alegra como no pensé que lo haría, se que es una situación y un momento absurdos, pero estoy feliz, la piel me cosquillea porque lo dijo en un susurro y tuvo que acercarse más a mi para que lo pudiera escuchar, se siente como un secreto y eso me fascina.
Pero tiene razón, lo cierto es que jamás había visto tanta comida junta y menos tan deliciosa, la gente suele pensar que por el hecho de vivir en una panadería nos la pasamos bomba comiendo bizcochos, pero la verdad es que no, no podemos darnos ese privilegio, lo cierto es que solemos comer el pan rancio que sobra, porque no podemos comernos el fresco o perderíamos las pocas ganancias que obtenemos, solíamos comer fresco cuando mamá vivía y ambas solíamos ir a cazar, y a veces guardábamos alguna pieza para nosotros, pero luego de su muerte y de la prohibición de mi padre ya no pude ni quise llevar nada del bosque a casa, hay gente que lo necesitaba más que nosotros.
Así que aquí estoy, zampándome un banquete como nunca, y lo cierto es que empiezo a sentir nauseas, aunque no puedo evitar la tonta sonrisa que han formado mis labios, solo por haber escuchado su voz dirigida a mi persona.
– Tienes razón, supongo que me he emocionado un poco con tanta comida deliciosa – le digo, entusiasmada porque puede ser que por fin haya decidido que puede hablar conmigo, aunque sea para cosas así de simples, pero no importa, - creo que he comido demasiado, pero es que todo se ve tan delicioso y tenía tanta hambre que no conseguí ser prudente, - le digo sincerándome.
Lo cierto es que me entristece saber que la única manera de que me dirigiera la palabra es esta, después de tomar el lugar de su hermana, pero no me importa si con eso he logrado obtener su atención por fin, pero resulta que quizá solo fue una cosa del momento, por qué como siempre empieza ignorarme y hasta frunce el ceño, poniendo esa cara de pocos amigos que siempre pone cuando está cerca de mí.
Soy una tonta, me deje llevar por la estúpida ilusión una vez más, siempre es igual con él y la única que se ilusiona soy yo, lo sé, pero no deja de molestarme, desearía que me viera como algo más que la hija del panadero. Siento las lágrimas a punto de derramarse una vez más y ya estoy cansada de esto, seguro esta pensando en Ukyo o en su familia y yo no tengo ni tendré cabida en sus pensamientos.
Así que sin esperar más, me levanto de la mesa y le exijo a Hinako que me muestre mi habitación, no me importa que diga que soy una maleducada, solo quiero salir de aquí antes de llorar otra vez y verme como una tonta de remate, solo porque él ya no quiso seguir hablando conmigo.
Al día siguiente me levanto temprano, tanto que todavía no amanece.
El día anterior me dormí llorando porque por fin todos los acontecimientos del día terminaron por derrumbarme y ni siquiera tuve la voluntad suficiente para quitarme el vestido de mi madre, esta todo arrugado y con algunas manchas de comida, no estoy segura de que hacer con el, así que sin pensarlo demasiado me lo quito y me cambio, resulta que hay un closet con muchísima ropa y me he decidido por un bonito vestido verde que me recuerda al bosque y a él, y me vuelvo a atar el cabello en una media cola con el listón amarillo que me regalo Nabiki hace años, el prendedor de mi madre es importante y no pienso dejarlo en la habitación, pero tampoco quiero que nadie lo vea, por qué podrían quitármelo, no se si tengo permitido traer algo así de costoso de mi distrito, así que me lo prendo por dentro del vestido, cerca del corazón.
Camino por el tren, mi estomago hace ruidos así que me dirijo al vagón comedor de nuevo, y ahí esta Tofu, hecho un asco como de costumbre tumbado en una silla con la cabeza colgando, la nariz hinchada y embarrada de sangre y la camisa machada de vomito, supongo que durmió aquí, su nariz no me preocupa no es como si fuera la primera vez que se cae y se revienta la nariz.
La mesa está vacía, pero al poco tiempo de que entro un sirviente del Capitolio comienza a traer bandejas con comida, mucha comida, pienso en despertar al borracho pero desisto, y luego de unos minutos en los que no pienso en nada más que en la deliciosa comida que ahora estoy devorando con un poco más de recato que el día anterior la voz de mi mentor me devuelve a la realidad.
-Así que… - dice con la voz rasposa – eres más tonta de lo que pensaba, pero valiente no lo niego.
Como respuesta a sus palabras solo le dirijo una mirada mientras doy un sorbo al vaso con liquido naranja que me tiene encantada.
-¿Al menos el chico sabe que lo hiciste por él, o en eso sigues siendo una cobarde?, tengo años diciéndote que deberías acercártele y hablarle.
Y eso me molesta, porque sí que lo he intentado, me he acercado, si que le he hablado, pero no ha servido de nada y no puedo culparlo por no responder como yo quisiera que lo hiciera, porque me conformaba con saber que era feliz y que estaba bien.
-No lo hice por él – intento mentir, para que deje de molestarme, pero él sigue observándome con esa penetrante mirada suya, - está bien, si lo hice por él, pero también por la pequeña, no podía dejarla morir así – finalizo metiéndome un pan a la boca para dejar de hablar, porque no se como lo hace, pero Tofu siempre consigue sacarme toda la verdad.
-Eres más tonta de lo que pensé. Y dime, ¿cuál es tu maravilloso plan? ¿Por qué espero que estés consciente de que solo uno volverá? ...Tú o él – dice analizándome, con esa sabiduría sarcástica que casi nadie sabe que posee, pero yo no le contesto nada, - ¿sabes? Ayer hable con él un poco, luego de que hicieras tu berrinche y te fueras – eso definitivamente capta mi atención y un escalofrió me recorre la espina dorsal, Tofu suele ser un idiota sin filtro y me asusta lo que pudo haberle dicho ¿y si le dijo mis sentimientos?
-¿De qué? – pregunto intentado parecer indiferente, jugueteando con el tenedor.
- Obviamente de ti – me dice riendo, cuando volteo a verlo espantada y casi me quiebro el cuello en el proceso.
- ¡¿Qué demonios le dijiste Tofu?!
-Nada… - calla por más tiempo del necesario encantado con mi casi infarto al corazón – solo le dije que se te declarara…sabes no creo que le seas tan indiferente como tú crees – me dice tocándose la nariz con un dedo y haciendo una mueca de dolor. Y yo estoy en shock, Tofu es un idiota de remate y estoy espantado por lo que le dijo, aunque una pequeña…buena toda yo quiero saber que le contesto a eso, pero obviamente no se lo pregunto.
-Tienes que ayudarme – le digo para no preguntarle nada sobre Ranma.
-¿Y en qué tengo que ayudarte? – me pregunta mientras se prepara un café y le vacía un chorro de licor.
No lo pienso mucho, tengo que decírselo antes de que él venga, mientras platicábamos amaneció y estoy segura de que no tardara mucho en despertar y reunirse con nosotros aquí.
-A salvarlo – le digo mirándolo determinada, para que entienda que no es ninguna broma.
-Definitivamente te has vuelto loca.
-¡Por favor Tofu!, tienes que hacerlo, míralo como que después de esto ya no estaré para obligarte a que tomes un baño, – le digo intentando sonar divertida y de paso quitarle hierro al asunto.
Su semblante cambia, y se torna serio y empieza a hablar casi en un susurro, con la voz fría y seca – estás hablando en serio ¿verdad preciosa?
-Sí – contesto, porque cuando usa ese apelativo se que no lo dice como un cumplido, se que esta molesto conmigo, pero sabe que hablo en serio.
-Lo pensaré – dice echando una rápida y casi imperceptible mirada a mi espalda, para luego cambiar de tema a uno mucho más inofensivo.
Se porque a mirado a mi espalda, él está detrás de mí y se sienta a mi lado apenas unos segundos después.
Se ve impresiónate, se ha puesto una camisa roja dejando los dos últimos botones abiertos y se ha doblado las mangas, también lleva un pantalón negro que le sienta de maravilla y zapatos a juego, casi no lo reconozco sin sus jeans viejos y rasgados, sus botas viejas pero resistentes y la cazadora café que se que era de su padre. Mi mirada se centra unos segundos en la trenza que descansa en su hombro y eso me agrada porque sé que sigue siendo el mismo Ranma que salió del distrito junto a mí.
Luego de eso, Tofu hace su trabajo de mentor o lo intenta, siempre lanzándome miraditas cómplices que son obvias y que me molestan mucho y al final se va hablando entre dientes para el mismo, pero sé que me ayudara, debo confiar en eso.
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-Cinna – me dice extendiendo la mano para saludarme y aunque dudo unos instantes termino por darle la mano. No es tan malo como parecen todos aquí.
Es un hombre alto, de tez oscura que viste sobriamente de negro, lo único que podría ser extravagante en él, es el delineador dorado y los muchos accesorios, collares, anillos y pulseras, pero fuera de eso tiene un aura de tranquilidad que me relaja y decido confiar en él, no me queda de otra.
Intento evitar la incomodidad y la vergüenza, porque se supone que si estoy decidida a hacer todo por salvar a Ranma, no debería importarme algo tan insignificante como la desnudez, lo cierto es que si me importa.
Desde que llegamos los estilistas se encargaron de arrancarme la ropa para poder arrancarme luego unas cuantas capaz de piel y ahora, luego de lo que me pareció una eternidad, sigo desnuda sobre esta camilla metaliza y fría, pero ahora ante este hombre, mi estilista, que no me ve de manera sucia, solo me observa como lo que soy, una chica del distrito más pobre de Panem, una niña que ha sido sentenciada a muerte.
-Cuando te vi en la cosecha, me dejaste impresionado Akane, tu acto de valentía, no pienso que pase desapercibido, te hare brillar a ti y a tu compañero de distrito – me dice y suena sincero, así que sonrío, porque todo lo que pueda ayudarme en mi misión de salvar al chico de los ojos azules me interesa.
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Me ha vestido con un ajustado mono negro de manga larga y que me cubre desde el cuello hasta los tobillos, luego ató mi cabello en una alta coleta dejando mi flequillo y me maquillaron muy suavemente.
Luego Cinna me dirigió a nuestro lugar, atravesamos entre montones de reporteros, estilistas y tributos que se ven enormes y fieros, me asusta que cualquiera de ellos, de los profesionales que se ven altos, fuertes y bien alimentados me mate o mate a Ranma en cuanto pongamos un pie en el arena, estoy comenzando a planear lo que hare mientras acaricio el morro de uno de los hermosos caballos azabaches de nuestro carro, hasta que lo veo, lo han vestido igual que a mí, y le han dejado el cabello largo en su característica trenza y eso me hace sonreír, me encanta su cabello así.
Se acerca junto a su estilista una hermosa mujer de piel oscura y cabello rubio, Portia me dice al presentarse y yo no puedo dejar de sonreír porque él me está sonriendo a mí, lo sé, y no me importa parecer una tonta niña enamorada porque es lo que soy y él está prestándome toda su atención a mi y no quiero pregúntame porque lo hace, solo sé que lo hace.
Nos han explicado lo que hay que hacer para encender las llamas del fuego falso que nos harán ver como carbones en llamas, pero él casi no ha prestado atención solo por estar observándome a mí, casi como si…yo le gustara, su mirada azulada es penetrante y excitante y me olvido de donde estamos cuando nos tomamos de la mano al mismo tiempo sin dejar de mirarnos, esta muy cerca de mí, tanto que si quisiera podría besarlo sin problemas, pero no lo hago, solo me conformo con saber que en estos momentos está a mi lado y que solo existimos el uno para el otro en este instante.
Ambos encendemos el interruptor al mismo tiempo, ardiendo en llamas y no hay nada que deseé más que detener el tiempo y perderme en su mirada para siempre.
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Continuara…
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¿Y bien? Oh, espero en serio que no haya sido tan aburrido, prometo que el siguiente capitulo será más largo, porque será narrado por ambos, obvio no al mismo tiempo, jeje pero ustedes entienden…o eso espero.
Espero sus reviews comentándome lo que quieran sobre este y los capítulos anteriores, sugerencias, criticas salvajes, lo que quieran, ya saben lo importante que es para cualquiera en este mundo del fanfiction lo importante y valiosos que son los reviews, son nuestro alimento para seguir escribiendo.
En fin, a continuación los agradecimientos a quienes tan a amablemente me dejaron comentario del capítulo pasado, gracias a:
Benani0125: Hola, creo que nunca habías comentado alguno de mis fics ¿o me equivoco? Y si es así, mil disculpas y una enorme reverencia al estilo del tigre caído. Si bueno que te digo, siempre he pensado que Ranma come como una bestia salvaje y aunque Akane intente parecer refinada también es medio salvajona XD, que bueno que te gusto el capítulo, espero este también te haya gustado, saluditos.
P.D. mmm ¿podrías decirme si eres hombre o mujer? Digo pa' saber si te digo cariño o cariña, jejeje. :D
1: Holaaaaa, Gratsiasss inmensas, que bien que te guste la idea, espero este capitulo te hay gustado, y espero seguir leyendo tus reviews…¿Por qué habrá más reviews, cierto? Jejeje, es broma pero no es broma, si me entiendes, Saludos enormes. ;*
Invitado: Hola persona anónima con tan excelente gusto para los fics, XD, que bien que te gusto, espero que si te vuelves a dar la vuelta por estos lares me digas tu nombre, saluditsimos.
Lucitachan: Hay diojmio, gracias por llamarme sublime…¿a…que no era a mi sino a mi forma de encajar las historia? No importa leí sublime y me la creí, jejeje, na ya en serio, mil gracias bella, por leer esta historia que apenas va arrancando y por tomarte el tiempo de dejarme un comentario, cuídate mucho y espero que te haya gustado este capítulo, por cierto obviamente yo también voto por lo de la cama, chica golosa. Saludos y besos hasta la madre patria.
Kaysachan: ¡Holis bonis! Como siempre un placer leer tus reviews, ah que gusto me da saber que te esta gustando tanto la historia, y me entusiasma muchísimo saber que hay teorías en el team, lloro de alegría, y pues que te digo espero que les atinen a sus favoritos para los papeles, y esperemos que Ranma supere su miedo a hablarle a Akanita y se la lleve a la camita, ¡oh mira mamá me salió un verso sin esfuerzo, o Dios lo hice de nuevo!, soy una poeta, jajaja. Un abrazo inmenso chula con arto amorts y ya sabes, me saludas al team. Besitos.
Sin más nos leemos a la próxima, saludos enormes, un abrazo de osos mojado, porque está lloviendo y a lavarse las manos y ponerse cubrebocas mis amores, bye, bye.
