Contraseña
Viernes al anochecer.
Habría resultado un día demasiado pesado y cansado en el trabajo a como de costumbre, por lo tanto y por supuesto en su suspenso por cómo terminaría el día, celebraba poder llegar temprano a su hogar y deseaba cuanto antes llegar a su apartamento para poder preparar alguna cena rápida, dándose entonces a la oportunidad de tirarse a descansar lo que restaba de la noche para poder seguir viendo aquella serie que había comenzado a ver días antes y que tanto le habría atrapado.
No podía esperar más, por lo que se estiró rápido a tomar las pocas compras que hizo en la pequeña tienda de autoservicio camino a su hogar, y tan pronto bajó de su auto, se dirigió hacia el complejo de apartamentos en el cual se hallaba residiendo.
La pelirroja avanzó a punta de repiqueteos sobre la acera y buscaba ya las llaves en sus bolsillos, alcanzando el llavero para acto secundo escudriñar entre los colgantes, vacilando sobre los talones de sus tacones y gruñendo debido a ello. De reojo, advirtiendo a alguien más ante el pórtico de su edificio.
Aquel estoico hombre de aspecto tenebroso que tenía por vecino, estaba a tan solo un metro de él, quien pulsaba el número de su apartamento en el portero automático.
Se detuvo, silenciosa.
De cierta manera, temía a aquel hombre y prefería no molestarle, pues no sabía qué tan severo podría llegar a ser después de todo lo que había escuchado de él entre los vecinos. Su mirada era demasiado penetrante frente a frente, y pocas veces se le había visto interactuar con otros. Así que las especulaciones sobre el señor Ackerman eran grandes.
Un corto silencio se instaló en el aparato, seguido de un corto pitido que anunciaba respuesta por parte del apartamento.
— ¿Contraseña? — inquirió una muy seria pero infantil voz, esperando la respuesta por parte del azabache.
— Papá pitufo— respondió el hombre con un tono de voz neutral, e incluso relajado, seguido por unas tiernas y traviesas risas al otro lado del aparato.
La puerta se abrió, y el hombre pasó. La escena, dejando boquiabierta y descolocada a la señorita Ral.
Hallo! Otro breve escrito al azar de otra prompt por ahí de Tumblr de hace un par de años, casi tres — si para ustedes es cansado escucharlo, para mí vivirla [en la procastinación] es peor—. Empiezo a considerar que estaría bien escribir algo en base a sus prompts, ¡en caso de que les interese dejar alguna en los reviews! Yo creo que por ahora es todo así que... ¡nos leemos!
