Disclaimer: Shingeki No Kyujin no me pertenece, sólo la trama de ésta historia.
Advertencias: SPOILERS del manga, posible Ooc (fuera de personaje), mucho Headcanon (canon sólo dentro de mi cabeza), narración de dudosa calidad, posibles temas clichés, entre otros.
III
Day and night
"Y parecía que sería más fácil que decirlo directamente..."
Днями-ночами - Mukka
De un momento a otro vio el universo entero alrededor de él, y pronto entendió porqué.
Jean se volteó a ver a su antiguo compañero y amigo, a quien alguna vez consideró como "su rival en el amor", cuando para comenzar nunca hubo una competencia en la que él pudiera ganar. Eren siempre fue y siempre será lo más importante para Mikasa, desde que la vio quedarse con él en ésa habitación, supo que nunca tendría una oportunidad.
—¿Entonces todo ésto fue tu plan desde el inicio? —Jean había sido el primero en hablar.
—Tú más que nadie lo sabía —respondió Eren con una sonrisa que Jean podía jurar era satisfecha—. Fuiste el único que buscó una razón para que yo haya llegado hasta aquí. El único que intentó entenderme, sin estar de mi lado —declaró, ahora mostrándose más triste—. ¿De verdad tuviste fe en mí o lo hiciste para no herir a Mikasa?
—Ambos —admitió—. Mikasa no merecía sufrir por perder la fe en ti, pero también parte de mí seguía confiando en que querías lo mejor para nosotros.
—¿Y la otra parte? —se atrevió a preguntar.
—La otra parte estaba preparada para éste momento, sabes que a la hora de la verdad no podía simplemente dejarte hacer lo que quisieras —hizo una pequeña pausa antes de proceder—. Le dije a Mikasa que había que matarte cuando ya no había otra manera de detenerte.
Así era Jean, por más que le doliera, siempre tenía la vista en frente, intentaba buscar y analizar cada detalle, cada palabra y acción; por eso es que nunca pudo decir en voz alta que Eren era el enemigo, pero sí que debían detenerlo, y la única forma era con su muerte.
—Eres un buen tipo Jean —alagó Eren—. Por éso sé que cuidarás bien de Mikasa.
—¿Qué estás diciendo? —Preguntó Jean un tanto confundido y sorprendido.
—He sacrificado todo por ustedes, quiero que sean felices —respondió—. Pero por favor, dale tiempo...
Fue lo único que Eren le pidió. Kirstein no necesitaba más explicaciones, sabía lo que tenía que hacer, que tenía otra oportunidad de poder decirle todo a Mikasa, todo lo que sintió desde la primera vez que la vio. Pudo notar una tristeza oculta detrás de la mirada de Eren, seguramente había más que quería decir, pero no lo haría, quizá esas cosas eran las que le diría a Armin.
—Siempre velaré por el bienestar y la felicidad de Mikasa —aclaró Jean—. No quiero que esté conmigo si no lo quiere.
Eren sonrió.
—No te tengas tan baja estima, esfuérzate por ella, verás que tendrás tus resultados —aconsejó. Jean sintió que Eren sabía más de lo que decía, pero no podía simplemente sacárselo todo, creía que ya había dicho lo que quería decirle y no le diría más—. Además, ya no estaré para "interponerme" —se atrevió a decir en un tono quizá bromista.
—Nunca deseé tu muerte, Eren —recalcó con tristeza, sus ojos empezaron a humedecerse.
—Lo sé, Jean —manifestó con calma—. No estoy diciendo que serás mi reemplazo —detalló—. Estoy seguro de que Mikasa te querrá, si es que ya no lo hace.
—Creo que esto de morir te hace delirar —dijo incrédulo—. ¿O es que acaso has visto el futuro? —no había sido una pregunta seria realmente, pero parecía que Eren no quería responderle.
—Ya es hora de irme —dijo mirando hacia arriba, el montón de estrellas brillando en un cielo entre azul y morado.
—¡Eren, espera! —exclamó—. Yo... quiero agradecerte, fuiste el único que pudo tomar el camino más peligroso por un mejor futuro, nadie habría sido capaz... —dijo entre lágrimas.
—Gracias a ustedes por detenerme, vivan mucho tiempo —ésas fueron sus últimas palabras antes de desaparecer.
Jean despertó como humano, Reiner estaba a su lado, hacia un lado Connie y Gabi, todos habían regresado a ser humanos. El poder de los titanes había desaparecido.
—...Lo sabía... Un tipo estúpido con verdadera voluntad —dijo entre lágrimas.
. . .
Tres años habían pasado desde el día que se llamó "la lucha entre el cielo y la tierra". Muchas cosas habían cambiado, pero lo importante era que, ahora Jean y sus amigos estaban dirigiéndose a Paradis para visitar la tumba de Eren, y dónde se reencontrarían con Mikasa.
Jean estaba nervioso, ansioso podría decirse. Habían sido largos años sin verla, de sólo saber de ella mediante cartas que enviaba a lo menos unas 2 veces al año al grupo en general. Su corazón latía con fuerza, no sabía que decirle una vez la viera, lo único que pudo pensar en ése momento fue en verse bien para ella, por lo que se peinó de manera distinta en plena lectura de la carta de Historia.
Escuchó a Reiner alagar la letra de Historia, no podía creer, que aunque la reina tuviera una familia, siguiera diciendo ése tipo de cosas. Aunque era muy probable que Jean siquiera amando a Mikasa así ella estuviese con alguien más y formara una familia, no podía decir ése tipo de cosas.
—Lo digo una y otra vez pero no tengo corazón para las personas casadas.
«Ni para ninguna otra mujer que no sea Mikasa», le hubiese gustado decir.
. . .
Habían sido largos años de recuperación, Mikasa podía decirse que estaba mejor, pero siempre que llegaba el aniversario de la muerte de Eren, los recuerdos la acechaban.
—Eren, todos vendrán a verte pronto, ¿estás feliz? —preguntó a su tumba. Pronto no pudo más y empezó a llorar—. Quiero verte de nuevo —dijo adolorida, su bufanda se caía pero no tenía fuerzas de arreglarla. Pronto un pájaro apareció y se la puso, ella sorprendida luego se levantó y lo vio volar lejos—. Eren, quiero decirte, gracias.
Sintió en ése momento como su mundo poco a poco recuperaba el color. No, nunca olvidaría a Eren, pero lo superaría y podría seguir con su vida. Habían personas que se preocupaban por ella, en esos tres años pudo pensar en éso, en fijarse en su mundo exterior. Pensó en la mirada de Jean que tanto llegó a calmarla en su momento, aún se preguntaba muchas cosas acerca de él, su preocupación hacia ella era real, y todo lo que hizo para que ella no perdiera la esperanza con Eren le aliviaron mucho en esos momentos dolorosos.
Luego de un breve momento, escuchó la voz de Armin llamarla a lo lejos. Mikasa volteó y los vio a todos dirigirse hacia ella. La chica de ahora largos cabellos negros los vio a todos detenidamente, Jean la miraba, parecía algo nervioso, tenía un nuevo peinado, ella sonrió para luego correr hacia ellos, y con lágrimas en sus ojos abrazó a su más querido y apreciado amigo Armin, quien le correspondió. Después se separó y miró a los demás, pero sobre todo a Jean a quien le brindó una hermosa sonrisa que provocó que Jean se sonrojara.
. . .
Mikasa estaba más hermosa que nunca, Jean nunca dudó que ella seguiría de esa manera. Después de visitar la tumba de Eren, todos caminaban de regreso, pues tenían que encontrar un lugar dónde quedarse. Fue entonces cuando ambos quedaron juntos más atrás de los demás, debido a que Mikasa tenía un paso lento y Jean no pensaba dejarla sola.
—¿Cómo estás? —le preguntó Jean, porque realmente necesitaba saber eso, escucharlo de su voz.
—Estoy mejor —respondió la contraria con una leve sonrisa que se notaba sincera—. Y sé que con el tiempo estaré mucho mejor —admitió con confianza.
—Me alegro de escuchar eso —dijo con alivio, le gustaba escuchar la voz de Mikasa, sólo así podía saber lo que sentía, que su mirada y sonrisa eran verdaderas—. Tu felicidad es de las cosas que más me importan en éste mundo —confesó casi sin pensar, y es que, habían sido tantos años ocultando aquello, tantos años en silencio.
—Jean... —ella dijo su nombre mientras lo miraba, después de tanto tiempo sin escucharla llamarlo por su nombre, hacerlo ahora lo llenaba de cierta felicidad.
—Disculpa, no era mi intención... —se excusó un tanto nervioso, desviando su mirada de ella mientras seguían caminando—. Pero sí, hay tantas cosas que siempre he querido decirte, pero no será ahora.
—Entiendo —Mikasa miró hacia al frente dónde se encontraban sus amigos más adelante, entendió que no podía ser en ése momento—. Podríamos reunirnos un día de estos.
Jean se sorprendió por su invitación, ¿realmente quería saber que era lo que quería decirle? No tenía tiempo de pensar en ello, recordó la última conversación que tuvo con Eren, Kirstein debía dar lo mejor de sí de ahora en adelante para estar en las buenas y en las malas para Mikasa, para apoyarla y protegerla, no sería un reemplazo, sería alguien digno para ella, éso quería llegar a ser.
—Me gusta la idea —aceptó Jean.
. . .
Habían pasado unos meses en que ambos estuvieron saliendo como amigos; Jean en realidad aún no le había dicho lo que sentía, quiso disfrutar de esos momentos para pasarla bien con Mikasa, ser más su amigo, acercarse a ella, sin ningún otro interés más que su bienestar, porque por más que tuviese la oportunidad, siempre los sentimientos de ella estarían primero que los de él.
Podía notar lo mucho que Mikasa había cambiado en su recuperación, ahora se reía más, se veía más hermosa, segura de sí misma y del futuro.
—Eres hermosa, Mikasa —le confesó.
—¿Qué dices? Creo que has bebido mucho alcohol —le dijo bromista. Ambos se encontraban regresando luego de beber unas pocas copas en el bar, pero eso no había sido suficiente como para embriagarse.
—No, ahora estoy más cuerdo que nunca —respondió deteniéndose, Mikasa no tardó en hacer lo mismo. Era de noche cuando pasaron por la plaza floreada, las estrellas y la luz de la luna brillaban como nunca, pero no más que los ojos de Mikasa en ése momento. Jean la miraba fijamente, ambos frente a frente—. Te lo dije el día en que te vi por primera vez, tu cabello negro es hermoso —recordó, la chica se sonrojó—. El hecho de que no te lo dijera más no significa que no haya pensado en ello todos estos años. Eres realmente hermosa, Mikasa, no sólo externamente —recalcó—, internamente eres una hermosa persona, te preocupas por tus seres queridos, tienes un instinto maternal realmente cautivador, cuando sonríes lo haces de verdad, y a pesar de lo fuerte que te mostrabas, también eras una chica frágil, eres muchas cosas Mikasa, tantas cosas que siempre he visto al pasar de todos estos años... tantas cosas que no puedo terminar de describir.
—J-Jean —La chica estaba tan sorprendida que no sabía que decir más que su nombre.
—Te amo Mikasa, siempre lo he hecho —por fin soltó. Sintió como su corazón casi se salía de su pecho, no supo ni como dijo todo aquello, habían sido tantos años de silencio que al final no había logrado decir todo; suponía que todo dependería de lo que pasara a partir de ése momento.
Ackerman dio unos pasos hacia él, levantó sus brazos y colocó sus manos en su rostro, Kirstein estaba seguro de que lo rechazaría, que hasta allí llegaría todo.
—Gracias por respetarme todos estos años, Jean —le dijo con una sonrisa—. Gracias por mirarme, por amarme en silencio, siempre supe que había algo, pero no sabía qué. Quizá no quería verlo, porque mi atención terminaba en querer mantener seguro a Eren —mientras hablaba, Jean la escuchaba detenidamente—. Gracias por entender que yo lo amaba a él, por no aprovecharte cuando se fue a Marley, por mantener mi esperanza hacia él, y aún cuando falleciera, me has seguido dando mi espacio para recuperarme —sus manos luego se dirigieron al pecho de Jean, Mikasa procedió a recostar su cabeza sobre su pecho para escuchar su corazón que latía con tanta fuerza, ella cerró sus ojos por un instante, luego de unos segundos, de nuevo se repuso para verlo fijamente, aún con sus manos sobre su pecho—. Gracias, por confesar tus sentimientos Jean —ella le sonrió ampliamente, con un leve sonrojo en sus mejillas y un peculiar brillo en sus ojos—. Estoy tan feliz que voy a llorar.
—Siempre estaré para ti, Mikasa. Aunque no sientas lo mismo que yo, cuando llores secaré tus lágrimas, cuando le temas a algo, que lo dudo mucho, lo enfrentaré por ti para tenerte en mis brazos, si caes, te levantaré, si algún recuerdo te hace sentir triste, te haré recordar los momentos felices, siempre estaré para ti, mientras así lo desees, porque siempre respetaré tus deseos —Jean se sentía cada vez más libre al confesar todo aquello que siempre se cayó.
—Te amo, Jean —aquella confesión petrificó al nombrado, jamás pensó que oiría esas palabras salir de los labios de su amada, ¿es que acaso estaba soñando? No, por suerte no lo estaba. Recordó lo que habló con Eren antes de morir, ¿acaso él lo sabía y por eso lo animó a intentarlo con Mikasa? Jean no encontraba como reaccionar, por lo que se quedó ahí parado, como estatua, escuchando atentamente todo lo que ella tenía que decirle—. Estos momentos que pasé contigo los disfruté mucho y quisiera seguir haciéndolo. Tu mirada siempre me calmó, por más que no podía descifrarlas, siempre supe que te preocupabas por mí. Llegaste a ser alguien en quien pudiera confiar plenamente, y estoy muy feliz de ser amada por ti. ¿Me dejarías amarte de regreso?
Kirstein reaccionó a su confesión, colocó sus manos gentilmente sobre los hombros de la chica y dijo:
—Nada me haría más feliz... mi amor —había dudado un poco en decirle de ésa forma, pero sintió que podía hacerlo, y ver el rostro de Mikasa sonrojado no le dijo lo contrario.
. . .
El tiempo fue pasando hasta que se cumplieron tres años más, todo era tan pacífico. Jean se encontraba bebiendo el más fino licor en el balcón de su casa ubicada en el distrito central, por la ventana veía a su hermosa esposa, Mikasa Ackerman, a quien siempre amó, cargando al fruto de su amor, una linda niña que ya tenía casi tres meses de nacida.
Sí, este era el futuro que había visto Eren, aunque Jean no tenía forma de saberlo, estaba casi seguro que así había sido. No quería pensar en las millones de posibilidades que pudieron ocurrir, sólo pensar en el ahora, ese momento en que estaba con su familia, la mujer que siempre amó y la hija que ambos compartían.
Jean terminó de beber y decidió entrar. Mikasa sonrió al ver a su esposo.
—Me sorprende lo mucho que Maya ha crecido —comentó Mikasa mientras jugaba con su hija, a quien le encantaba cuando la cargaban.
—Yo también estoy sorprendido —admitió mientras dejaba el vaso de vidrio sobre la mesa para luego acercarse a Mikasa y darle un beso en la frente, ésta se sonrojó, era tan tierna como a pesar de todos los años que tenían juntos, se seguía sonrojando por esos pequeños actos de cariño, aunque Jean a veces también era así—. A nuestra pequeña Maya también —el antiguo soldado de la legión procedió a besar la frente de su hija, quien se rio en respuesta.
—Tu barba le da cosquillas —bromeó Mikasa mientras sentaba a Maya para sostenerla mejor.
—Le gusta a que sí —se defendió con una amplia sonrisa.
—A mí también me gusta, te ves apuesto —confesó Mikasa provocando que Jean se sonrojada levemente, pero su esposa no lo notó debido a que jugaba con Maya colocándole su dedo índice para que su bebé lo tomara con ambas manitas, sonrió ante esa escena tan maravillosa que tenía el placer de presenciar.
—Te amo, Mikasa —ella lo miró con ternura y un leve sonrojo en sus mejillas.
—Y yo a ti, mi amado —respondió sonriendo, aún sonrojada—. Gracias por darme ésta vida llena de felicidad, a Maya, por amarnos, todo...
—Soy yo el que debe agradecerte —dijo después de negar con su cabeza—. Gracias por dejarme amarte, por formar esta hermosa familia juntos, hay tanto que siempre quiero decirte y siento que las palabras quedan cortas —Jean miró a su hija quien aún jugaba con los dedos de su mamá, él también decidió dirigir su mano hacia ella, Maya enseguida reaccionó y tomó uno de sus dedos.
—Jean... —el nombrado la miró con una sonrisa, y ella le respondió de la misma forma.
En el balcón se asomó un pájaro que no lograron ver, pero que de cierta forma ahora estaba feliz de verlos juntos. Que tanto Mikasa como Jean hayan alcanzado la felicidad, hayan logrado tener una familia. El pájaro salió volando, ése día irían a visitar la tumba de Eren.
Notas de autora: ¡Estoy tan feliz! Sé que el final de SnK fue muchas cosas, hubieron cosas que no gustaron, pero otras que sí, la verdad yo me siento satisfecha. No esperé que Eren amara a Mikasa realmente lol, si me sorprendió, ya que fui de las que esperaba EreHisu :c pero bueno, al menos mis dos niños están vivos, fue un final abierto así que me dio la libertad de escribir todo esto, por que sí, JeanKasa canon :D. Siento que en la conversación que Eren tuvo que Jean, de cierta forma tuvo que ver con Mikasa, pero jamás le diría sobre el futuro que vio de ellos dos juntos, debido a que bueno, tampoco se la dejaría tan fácil, pero si lo animaría a estar con ella. Por otro lado, Jean le seguiría dando espacio a Mikasa para sanar, por eso no pienso que apenas se vieron terminaron juntos, sino que pasaron unos meses para que Mikasa se terminara dando cuenta de su amor por Jean.
Bueno queridos lectores, es todo por ahora. Quizá luego escriba algunos momentos JeanKasa antes de casarse :3. Espero les haya gustado y ¡gracias por leer!
