La noticia de que un familiar, o algún conocido tuyo, fue secuestrado, siempre es muy fuerte y dolorosa. Más aún si la persona secuestrada es tu hijo.

Ese era el caso de cierta azabache de nombre Kuchel. En cuanto se enteró que su único y amado hijo, Levi, fue secuestrado. No solo denuncio el hecho en Grecia, sino que regreso inmediatamente a Francia y movió todos sus contactos para que dieran con su paradero.

Le aconsejaron mantener la calma hasta que hubiera resultado. Pero era inútil, nada iba a calmar la opresión que sentía en el pecho por no saber qué había pasado con Levi.

Ahora mismo se encontraba en su casa, dando vueltas en su estudio mientras esperaba una respuesta.

Estaba tan sumergida en sus pensamientos, que ni siquiera le presto atención a que tocaban su puerta.

-Querida. Te traje un té.-entraba la pareja de la azabache, con una taza que dejo sobre el escritorio.

-¿Ya hay alguna noticia de Levi?-pregunto Kuchel sin dejar de caminar.

-NO, aún no.

-¿¡Como que aún no?!-dejo de caminar y miro a su pareja-¡¿Están esperando que pasen 24 horas para recién hacer algo?!

-Kenny ya nos lo explicó, los secuestros siempre son complicados. Sobre todo los de este tipo. Por favor, cálmate.

-¡¿CÓMO DEMONIOS QUIERES QUE ME CALME?!¡MI HIJO ESTA SECUESTRADO!-comenzó a exasperarse.

-Lo sé, pero no lograras nada poniéndote de ese modo.-el hombre trato de calmarla-¿Quieres o necesitas algo más?...

-¡QUIERO A MI HIJO! ¡ESO ES LO QUE QUIERO!-tiro con ambos brazos todo lo que se encontraba sobre su escritorio-¡A MI HIJO!-lagrimas comenzaron a salir de sus ojos-…a mi hijo…mi niño…-se dejó caer al piso, con una de sus manos aún se sujetaba de su escritorio.-…Levi…-su voz sonaba quebrada y en un susurro, para luego escuchar pequeños sollozos.

-…-el hombre no dijo nada por un rato, se había quedado atónito por todo lo que presenció hace poco. Cuando reacciono, solo se acercó hasta queda a un lado e Kuchel, la rodeó con sus brazos y la acerco a su pecho-Tranquila.-comenzó a acariciar su cabeza.-Hay que tener fe en que pronto estará con nosotros de nuevo, sabes que lo quiero como si fuera mi hijo.

-Lo sé…gracias por estar a mi lado.-Kuchel solo se acurruco en su pecho y continuo llorando. Era mejor sacar todo lo que sentía en ese momento y no reprimirlo en su pecho.

Ojala se pudiera decir lo mismo de cierta persona. La cual se encontraba en alguna zona de Alemania.

Su cabeza dolía, como si tuviera una fuerte resaca después de haber bebido demasiado. Abrió los ojos, para saber dónde se encontraba, pero sus ojos, o más bien dicho toda su cabeza, se encontraba cubierta por una bolsa de tala. Trato de hablar pero su boca estaba sellada con una cinta, sus muñecas se encontraban amarradas por detrás de su espalda y al igual que sus tobillos.

Intento ponerse de pie, ya que se encontraba con las piernas flexionadas, pero al tratar de mover un poco sus piernas sintió un fuerte jalón en las muñecas y cuello. Fue ahí donde se dio cuenta que los amarres, de sus muñecas y tobillos, estaban unidos a su cuello para imposibilitarle totalmente el poder moverse. No podía hacer nada aunque lo quisiera, solo esperar.

La pregunta en cuestión era, ¿esperar qué?

¿Acaso podría pasar algo peor que estar inmovilizado y sin capacidad de ver ni hablar?

Los únicos sentidos que podría usar en esa situación eran su oído y olfato. Por lo que decidió calmarse y pensar con la cabeza fría, así que decidió concentrarse en sus sentidos restantes.

Comenzó con su oído, al principio no escuchaba nada pero, cuando presto mayor atención, pudo escuchar unos leves gemidos que parecían ser de llantos, por lo que dedujo que no se encontraba solo en aquel lugar. Por lo que comenzó a olfatear un poco aquel lugar para saber exactamente que generó eran aquellas personas. Al no poder detectar ningún olor, supuso que todos ahí eran betas.

En ese instante escucho una puerta abrirse. Se sobresaltó un poco, aún así mantuvo la calma.

-Muy bien, ¿qué tienen para mí en esta ocasión?-escucho una voz gruesa y fuerte, supuso que era un alfa, ya que su olor lo delataba, pero se le hacía difícil concentrarse al haber tantos olores en la habitación. Todos eran olores muy fuertes, eran varios alfas-Comencemos con los mayores, Porco y Marcel.

-Te gustará esto.-escucho otra voz, y después unos cuantos pasos a lo lejos.

-Estas bellezas vienen desde Brasil.-una tercera voz se hizo presente-Tenían la ilusión de convertirse en modelos.

-Vaya, ustedes cada vez las consiguen más jóvenes y lindas-volvió a escuchar la primera voz-¿Qué hay de ti? ¿Colt?

-Estuve de viaje por Australia, y para ser un lugar con poca gente, tiene muy buenos especímenes.-ahora una cuarta voz, y otra vez pasos-Mira esto, a que no es una belleza sin igual.

-Sí que lo es. De seguro y se pelearan por este omega-"Omega". Solo con esa palabra ya lo tenía todo más claro que el agua. Aquel chico le había tendido una trampa para lograr secuestrarlo y traficar con él.

-Sigues tú. Pieck.

-Gracias. Zeke- así se llamaba aquel sujeto de gruesa voz-Yo decidí hacerle un favor a China y me lleve un omega para evitar que su población continúe aumentando.-decía aquella voz femenina en tono de burla.

-Es un gran gesto de tu parte, serás muy bien recompensada. Hay varios clientes obsesionados con los asiáticos.-el alfa de voz gruesa también se burlaba-Ahora. Zofia y Udo.

-Nosotros dimos una vuelta por África. -otra voz femenina se hacía presente.

-Es bueno regresar a las raíces de nuestros antecesores.-y una voz masculina más-Puedes encontrar muy buenos frutos.

-Por supuesto que sí. Muy buenos a decir verdad.

-¡Ashhh! ¡Ya cállate!-una tercera voz femenina, pero ahora de molestia-¡Deja de felicitar a estos idiotas! ¡Nunca traen nada nuevo! ¡Solo lo de siempre!

-¿Cómo si tu pudieras haber conseguido algo mejor?, Gabi-le desafío otra voz femenina-Después de todo te toco de compañero el novato.

-Te quedaras con la lengua colgando al ver lo que conseguí, no solo tú, Zofia. ¡Sino todos los de esta sala!

-A ver, déjame verlo-volvió a escuchar la voz gruesa.

-Por supuesto, jefe. Esto le encantará -comenzó a escuchar pasos que se hacían cada vez más fuertes-¡Me es un gran honor presentarles! ¡Al maldito que acabo con todos nosotros en el pasado! ¡El único e inigualable!-le quito la bolsa a Levi-¡LEVI ACKERMAN!

Debido al repentino cambio de luz, le costó un poco acostumbrase y cerro un poco los ojos. Cuando por fin se acostumbró, pudo ver claramente a los ocho sujetos que estaba en frente de él.

El primero que vio fue un hombre de estatura media, complexión delgada, ojos y cabello de tonalidad clara, corto y que tenía peinado hacia atrás. Le seguía otro hombre con el cabello corto y negro, ojos grandes y oscuros con unas cejas algo espesas y una nariz mediana y respingada. El siguiente también era un hombre pero de complexión fuerte con un rostro alargado, orejas grandes, nariz recta, ojos claros, pelo corto rubio y cejas pequeñas. Volteo hacia el otro lado y vio a una mujer de contextura delgada, ojos de tonalidad oscura, con una su larga y despeinada cabellera negra. Otra mujer de estatura media, cabello rubio corto, con un flequillo en la frente, y ojos de color claro. Otro hombre de constitución media de cabello negro, ojos oscuros y unas gafas ovaladas. Y en medio de los seis, a un hombre era un hombre de cuerpo musculoso, alto, ojos dorados detrás de un par de lentes, cabello rubio enmarañado y barba.

Todos lo miraban con asombro.

-¡Reducido, para nuestra sorpresa, en un simple omega!-la chica continúo hablando mientras miraba con burla a Levi.

-Vaya sorpresa.

-La vida al fin nos hizo justicia.

-El soldado más fuerte de la humanidad, tengan cuidado o nos matara de nuevo-se burlaban.

Todos comenzaron a reírse a carcajadas mirando a Levi, quien se encontraba muy confundido, ya que no tenía ni la más mínima idea de lo que estaban hablando todos ellos.

-Sí que me sorprendiste esta vez, Gabi- dijo el rubio con barba mientras se acercaba a Levi. Se arrodilló enfrente de él para enseguida tomarlo del rostro y sonreírle maliciosamente.

A pesar de la situación, Levi no mostraba nada de miedo.

-Por tu expresión veo que no tienes recuerdos de nosotros. Pero no importa, eso te hizo blanco fácil.

Los demás rieron ante el comentario.

-Escucha bonito, ya no estás en tu amada Francia. Ahora estas en Alemania y bajo mi poder. Aquí los omegas son muy escasos y codiciados por todos, así que deducirás que tú vales mucho.-Levi, a pesar de estar en desventaja, lo miraba desafiante-Vaya, eres un omega poco común, muchos en tu lugar se han orinado y llorado de miedo. Suplicando por piedad y que los liberemos; desde ahora te digo que no te sirve de nada gritar. Este almacén es mío y está a cientos de kilómetros de la civilización. Ahora que sabes eso, espero no escuchar ningún grito, en cuanto te quite la cinta que sella tu hermosa boca-retiro la cinta cuidadosamente para no dañarlo.

Una vez con la boca libre Levi no emitió ningún ruido, seguía viendo con sus afilados ojos grises al rubio con lentes.

-Así me gusta, que sean obedientes.-acaricio su cabeza como si fuera un animal amaestrado, pero no se esperó que Levi le escupiera en la cara. Lo que le enfureció mucho-¡TÚ! ¡MALDITO!-lo tomo del cuello y estaba a punto de golpearlo pero Gabi se lo impidió.

-¡Zeke! ¡Contrólate! ¡Si lo dañas su precio bajara!-la pelinegra sostuvo el brazo extendido del rubio en un esfuerzo por detenerlo

Con esas simples palabras, el alfa soltó el cuello de Levi y se alejó de él-Descuida no lo dañare, ahora suelta mi brazo.

Gabi obedeció y soltó su brazo

Una vez libre, Zeke se dio media vuelta y golpeo, con todas sus fuerzas, una de las paredes de metal. Lo golpeo tan fuerte que la pared se hundió.

-¡TE HE DICHO UNA Y MIL VECES QUE NO ME HABLAS DE USTED!-enfrento a la pelinegra- ¡YO SOY LA MAXIMA AUTORIDAD AQUÍ! ¡Y TE REFERIRAS A MI POR JEFE! ¡¿TE QUEDO CLARO, GABI?!

-…-la pelinegra solo asintió.

-¡NO TE ESCUCHO!

-Sí, jefe.

-Muy bien.-comenzó a caminar-Preparen la mercancía.-volteo una vez más antes de salir del almacén-La subasta será esta noche. Así que quiero a estos omegas lo más tentadores para nuestros clientes.-dicho esto último cerró la puerta.

-Si no fuera por mí, estarías pudriéndote en la cárcel.-susurraba Gabi con notoria rabia, con su vista dirigida en la puerta-Deberías de arrodillarte ante mí y lamerme los pies, bestia inútil.-regreso su vista a su compañero, quien estaba mirándola.- ¡Que tanto me ves! ¡Muévete y duérmelo!

-S-si.-el chico fue a tomar un paño y un frasco de cloroformo, pero por lo nervios que tenía, se le iba de las manos.

-Beta inútil, debí de pensarlo mejor antes de elegirte de compañero.

-Más te vale disfrutar tus últimos momentos de libertad.-se acercó hasta quedar enfrente de Levi, y se arrodillo para estar cara a cara-Porque en cuanto te subaste, pasaras a ser el juguete sexual de algún alfa. Aunque eso es lo único para lo que tu especie sirve. Para satisfacernos y procrear más como nosotros.

-Te puedes ir a la mismísima mierda, perra sin bozal. -Levi hablaba de forma seca.-Eres el claro ejemplo de porque consideran a los alfas alemanes unos descerebrados.

-Te crees mucho porque ahora eres intocable. Veamos cuanto te dura eso cuanto seas adiestrado como se debe.-Gabi trataba de intimidarlo pero al parecer no funcionaba

-¿Cómo ese alfa te tiene a ti y a tus amiguitos?-levanto una ceja burlándose-Debe de gustarte mucho ser tratada como una perra por otro alfa.

Gabi frunció el ceño y apretó los puños.

-¡Gabi! ¡Deja de conversar con la mercancía y ya duérmelo!

-Tal vez sea su puta mercancía, pero al menos yo tengo dignidad...-no pudo seguir hablando porque Gabi le puso el trapo con cloroformo y comenzó a sentir que perdí la conciencia.

-Al final tengo que hacerlo todo yo….-fue lo último que escucho antes de que todo se volviera negro.

Mientras eso ocurría. En otra arte de Alemania. Un equipo de policías, se estaba preparando para emboscar a los traficantes de omegas.

-Eren.-Armin entraba a la oficina de Eren, con su laptop en mano- Me acaban de enviar la dirección donde será la subasta. Empezará en unas pocas horas. Debemos darnos prisa.

-De acuerdo.-Eren ya se encontraba con su traje puesto, al igual que su arma. La cual tomo en mano y salió de su oficina. Tras de él, iba Armin.- ¿Todos ya están listos?

-Sí. Todos vestidos, armados y listos para la emboscada.

-¿Los vigilantes de la zona?

-Están encubiertos entre la maleza y hiervas del lugar.

-¿Ya llegaron los compradores?

-Están llegando de poco a poco. Recién van tres.

-¿Qué hay de nuestro comprador?

-Está en camino.

-¿Tomo la medicina para disimular su olor?

-Si. También tomo un remedio extra para evitar que el olor de los omegas le afecte tanto.

-Perfecto.-Ambos se detuvieron en la sala principal. Donde ya se encontraban todos los policías.

-Escuchen, camaradas.-hablo Eren- Desde que me uní a la policía, jure que haría justicia por los más débiles. Al igual que ustedes. Esta noche, seremos la única esperanza de los omegas que fueron capturados para esa subasta. Ellos no son animales, como nos dijeron desde el jardín de niños. Son personas al igual que nosotros. Tienen derecho a ser libres. Y nosotros les devolveremos su libertad.

-¡Sí!-dijeron todos al unísono, haciendo el saludo con el puño en su corazón.

-¡Rompan filas! ¡A los camiones! ¡Ahora! ¡Ahora!

Todos obedecieron y salieron del edificio.

-Armin. Quédate con Marco. Alisten todo el equipo médico. Que este todo listo para nuestro regreso.

-Sí, señor-respondió Marco haciendo el saludo.

-Ve con cuidado-fue lo último que dijo Armin.

-Lo haré.-Con eso último, Eren salió de la comisaria y subió a uno de los camiones.

-Oye suicida, ¿seguro que esto resultara?-pregunto Jean, quien se encontraba frente a él.

-Las probabilidades son muy favorecedoras para nosotros. Pero…-apretó su arma- Nunca sabremos cual será el resultado final, solo nos queda esperar. Así siempre ha sido.

-Sí, tienes razón.-el tono de Jean era serio- Por más que nos esforcemos en no tener bajas, siempre las habrá. Sobre todo en este tipo de emboscadas. Desde el pasado sabemos eso.

El resto del recorrido continuó en absoluto silencio.

Solo se podía escuchar el motor de los camiones y como las ruedas iban por una encima de las rocas.

Las subastas se hacían en zonas muy alejadas. Aquellas que varios llamaban, las zonas olvidadas por el gobierno.

Se encontraba muy lejos. Tanto que cuando llegaron, el poco sol que había ya no estaba, solo habitaba la oscuridad total. Por lo que usaban gafas de visión nocturna, para pasar desapercibido, en caso de que hubiera vigilantes en le camino.

-Llegamos.-Eren fue el primero en bajar- Todos bajen y pónganse en sus puestos de combate. Háganlo lo más silencioso posible.

En solo minutos, todos se pusieron en posición.

-Lado esté preparado. ¿Cómo están por ahí?, lado sur.-pregunto desde su comunicador.

-Lado sur en posición y esperando órdenes. Cambio.

-¿Lado norte?

-Francotiradores listos y esperando orden para disparar. Cambio.

-¿Lado oeste?

-Lado oeste oculto y listo para todo. Cambio.

-Muy bien. Estén atentos. Tenemos que esperar la señal de nuestro comprador y agente para poder atacar.

-Entendido.-dijeron las tres voces al unísono.

Mientras todo esto sucedía afuera. En el interior del lugar se estaban llevando a cabo los últimos preparativos para la subasta.

-…Levi-san…-de nuevo aquella voz-…Levi…

-¡Oye! ¡Despierta de una maldita vez!-sintió que tiraban agua helada en su rostro, por lo que comenzó a abrir los ojos.

Cuando volvió a estar algo consiente se dio cuenta que estaba desnudo. Aunque no totalmente, aún conservaba sus bóxers pero igual se sentía muy expuesto. Vio que sus manos estaban frente suyo, por lo que trato de moverlas, fue en ese momento que se dio cuenta que estaban encadenadas. Y eso no era todo. Comenzó a tocar su cuello y sintió que tenía una especie de collar, con una cadena.

-Hasta que por fin.-vio de nuevo a Gabi en frente suyo-¡Muévete! ¡Rápido!-jalo de la cadena para que se pusiera de pie- ¡Resistirte no te servirá!-continuo jalando.

Levi se puso de pie como pudo.

-¡Ya camina!-comenzó a arrastrarlo-¡No pienso perder otro segundo más! ¡El tiempo es dinero!

Caminaron hasta llegar donde se encontraban Zeke y los demás cómplices, todos con sus omegas en las mismas condiciones que Levi.

-Al fin llegan, tenemos el lugar lleno-anuncio Zeke.

-Son…solo…escoria...- aún medio inconsciente no perdí la oportunidad para insultar a los alfas y betas.

-¡SILENCIO!-Gabi jalo fuerte de la cadena-¡Alégrate de que te quieren intacto! ¡De lo contrario, ya te habría cortado la lengua!

-…Muérete…-le seguía haciendo frente.

-¡Maldita sea!-Gabi esta perdiendo la paciencia, en verdad quería golpearlo, pero no podía. Así que llamo a su ayúdate-¡Oye, inútil! ¡Dame de una vez esa la droga!-le ordeno.

-Aquí tienes.-le acerco la jeringa.

-¡Veamos si eres tan fuerte con esto!-le inyecto la jeringa en el cuello-¡Esto adelantará tu celo! ¡Así que no te sorprendas si ves a todos con ganas de devorarte y marcarte como suyo!

-…el que…me to-ca…se…mu-ere…-Levi sentía como su cuerpo se comenzaba a calentar.

-¡Ya me tienes harta!-Gabi le coloco a Levi una bolsa de tela negra, sobre la cabeza.- ¡Camina!—volvió a jalarlo del cuello.

Levi caminaba como podía. Si ya sentía, de por sí, las piernas algo entumecidas ahora estaba peor, a penas y si podía caminar sin tropezarse. Segundos después se detuvieron, en cuanto la bolsa fue retirar de su cabeza, se dio cuenta que estaba en una especie de escenario. Con la poca vista que tenía también se dio cuenta de que, alrededor del escenario, había varias cabinas con un gran ventanal de color negro, no podía ver quienes estaban del otro lado, pero dedujo que eran alfas por el fuerte olor que emanaban.

"Caballeros aquí les traemos un omega único en su tipo. Es de origen francés, estatura baja, piel suave de color porcelana, finas facciones como las de una omega mujer y sobretodo virgen"

"La subasta empieza con 100 mil"

Los botones empezaron a sonar, hasta llegar a la cantidad de 10 mil millones.

"Vendido al comprador número 15"

"Por favor, pase a recoger su compra a la salida"

-¡Muévete!-y otra vez Levi fue obligado a caminar, esta vez por Zeke, hasta llegar a un alfa alto, que tenía una máscara que cubría todo su rostro con una máscara, de lo que parecía ser una especie de bestia.

-Gracias por su compra, hizo una gran elección. Antes de darle al omega necesito ver el dinero.

-Desde luego.-hablo el alfa rubio, su voz era ronca y gruesa-Aquí tiene.-le acerco el maletín que tenía en una de las manos.

-Gracias.-acepto el maletín, le dio la cadena y empujo a Levi para que se acercara a su nuevo dueño-¿Esto es una broma?-pregunto algo confundido ya que el maletín estaba completamente vació.

-¿Decepcionado? ¿Zeke?-pregunto de forma sarcástica el otro alfa- Pues, déjeme decirte que yo también.-puso a Levi detrás suyo y soltó la cadena- Me decepciona ver en lo que te has convertido. En el pasado yo te consideraba un… D-I-O-S.-decía lo último mientras se sacaba la máscara, dejando ver a una mujer de cabello rubio corto y ojos negros.

En ese momento, afuera del almacén.

-¡Esa es la señal! ¡Todos! ¡Muévanse!-ordeno Eren.

Los francotiradores dispararon a los guardias que se encontraban afuera, permitiendo de ese modo que los demás policías entraran.

-¡Desgraciada!-Zeke tiro el maletín, sacó su arma y le apunto a la alfa. Por fortuna ella fue más rápida, y golpeo su mano para alejar el arma de ella. Luego lo golpeo, con un puño, en la zona de las costillas; tomo la muñeca de Zeke con ambas manos, para al final girarlo para hacer que caiga al piso y quitarle el arma.

-El único desgraciado acá eres tú.-le dio un golpe en la cara para dejarlo inconsciente.-Aquí Yelena, la bestia fue bloqueada. El omega está a salvo. Me dirijo a la salida-hablo desde el intercomunicador que saco de su teléfono y puso en su oído.

-Buen trabajo, Yelena.-le respondió Eren- Enviare refuerzos para que vayan por él. Tú trae al omega para atenderlo. ¿Es algún conocido del pasado?

-No.

-Muy bien. Sal rápido de ahí.

-Entendido.-Luego se puso de pie, guardo el arma en su cintura y fue donde dejó a Levi- Tranquilo, ya estas a salvo.-le informaba mientras sacaba una jeringa de su manga-Esto anulara la droga que te dieron.-en cuanto terminó de inyectarlo, se quitó la chaqueta y se la opuso.-Rápido. Salgamos de aquí.-ayudo a Levi a caminar y empezaron a buscar la salida.

Justo en ese momento, se escucharon varios disparos.

Por lo cual, la alfa miraba hacia todos lados por si alguien la seguía.

-¡Suelta a ese omega!-como se esperaba, los demás traficantes empezaron a dispararle. Así que se escondió en una de las esquinas. Dejo a Levi a un lado y comenzó a disparar, logrando herirlo en la pierna.

-Sigamos.-volvió a sostener a Levi y continuo caminando.

-¡Ya te tengo!-escucho desde atrás. Por lo que se lanzó contra el suelo, para llegar más rápido a otra esquina. Iba a seguir disparando pero ya no le quedaban balas. Se encontraba entre la espada y la pared porque el pasillo era un callejón sin salida. No había donde correr.

-¡¿Qué pasa, Yelena?! ¡¿Te quedaste sin balas?!-se escuchó del otro lado-¡Porque tengo varias para darte!

-Eren, necesito los refuerzos ahora-hablo desde el intercomunicador.

-Estamos ocupados por acá, ¿Dónde estás?

Varios disparos fueron dados hacia la esquina de la pared.

-¡No puedo creerlo! ¡Una alfa pidiendo ayuda! ¡Que humillación! ¡Por eso te deje!-la voz se hacía cada vez más fuerte.

Yelena debía que pensar rápido, tenía que proteger a Levi de cualquier forma, miro a todos lados buscando algo con que defenderse. Hasta que su vista se posó en las botellas de champagne, las que servían a los clientes, las cuales estaban a su costado.

Era su última carta. Tomo una de ellas. En cuanto vio que la sombra se acercaba, comenzó también a acercarse a la esquina, muy pegada a la pared.

-¡Sal! ¡Sal de donde quiera que estés!-se comenzó a asomar una pelinegra-¡Ya te te…-no pudo terminar de hablar, debido a que Yelena le rompió la botella en toda la cabeza.

-Tú no me dejaste, Pieck. Yo te deje en cuanto tomaste esta vida de porquería-Tomó el arma de la pelinegra y fue por Levi- Rápido. Ya casi llegamos a la salida.-volvieron a caminar.-Aquí Yelena. Me dirijo a la salida, hay una traficante más aquí. Esta inconsciente. Su nombre es Pieck.-comunico por el auricular.

-Buen trabajo, Yelena. Enviare refuerzos que vayan por ella, tú continua el camino a la salida.-hablaba Eren

-De acuerdo.

Unos cuantos pasillos más y ya estaban en la salida.

Donde se podían ver a los traficantes y cliente. Siendo esposados y llevados a las patrullas.

Mientras que en otro camión, los omegas eran cubiertos con mantas y siendo liderados de las cadenas.

-Listo, este es el último.-decía Jean mientras quitaba las cadenas del cuello de una omega y la cubría con una manta.-Súbanla, tenemos que llevarlos al centro médico.

-Espera, Jean.-le llamo Yelena- Falta él.-mostro a Levi.

-...-Jean se quedó sin palabras al verlo. Y miro a Eren, quien se encontraba a unos metros, conversando con otro de los policías.

-Se lo diremos después. Ahora no es momento-aconsejó Yelena.

-De acuerdo.-Jean se acercó a Levi-Tranquilo, te voy a sacar estas cosas-saco una llave maestra y comenzó a abrir as esposas.

-N-No…me sien-to…bien…-Levi se desplomó. Por fortuna Yelena lo atrapo antes de que cayera al suelo.

-¿Qué pasa?-Jean no entendía porque se desmayó.

-Maldición.-susurró Yelena.

-Rápido. Llévenlo de inmediato al centro médico.

-Si-Yelena tomo a Levi en brazos y subió a la camioneta.

-Ya arranca.-le dijo Jean al conductor.

-Jean, ¿Qué sucede?-en ese momento se acercó Eren.

-Nada. Solo que uno de los omegas se puso y por eso tuvimos que llevarlos de inmediato.

-Ya veo…-Eren comenzó a oler el lugar-…oye… ¿no sientes un olor muy dulce?

-¿Dulce?

-Si.

Jean olfateo un poco el lugar.

-No.

-Deben se imaginaciones mías.

-Sí, debe ser. ¿Todos fueron detenidos?-pregunto para cambiar el tema.

-Sí, todos. Traficantes, clientes y guardaespaldas.

-Perfecto. Ya vámonos, aún queda trabajo que hacer.

-¡Oye! ¡Eso lo debo de decir yo!
-Pues te tardaste mucho- se burló Jean.

-Caballo idiota.-con ese último insultó Eren se retiró.- ¡Todos! ¡De regreso a los camiones!

Todos obedecieron y regresaron a los camiones. Antes de irse. Llenaron de explosivos aquel almacén, y, cuanto estuvieron a buena distancia. Activaron los explosivos y destruyeron aquel lugar. Para que no volviera a ser usado nunca más.

En una señal no solo de éxito en la misión del escuadrón especial contra el tráfico de omegas, sino también un símbolo para los omegas que ya no podrían estar ahí.

Y no vivirán una pesadilla hecha realidad.

Final del tercer capítulo.

Bien, no sé qué decir.

Solo que terminé.

No paso mucho tiempo desde que actualicé este fic, a diferencia de otros.

La inspiración llega cuando quiere llegar.

Aún me quedan muchas actualizaciones como siempre.

Lo gracioso.

Debería de alistarme para la universidad y hacer mis trabajos.

Pero no.

En vez de eso, estoy aquí, escribiendo.

Después corregiré.

Ahora debo de hacer otras cosas.

Como siempre perdonen las faltas ortográficas.

Espero que les haya gustado.

Si es así, voten y comenten.

Nos vemos en esta o en otra historia.

Hasta luego.

Bye.