El lunes en la mañana las clases siguieron normalmente, Vegeta y Bulma a duras penas se veían y evitaban el contacto, sin embargo Bulma no dejaba de pensar en él.

-Bulma, hola.- le decía Lapis mientras ondeaba su mano en frente de la cara de Bulma. –Tierra llamando a Bulma, ¿me copias?-

-Sí, Lapis, no hagas eso.-

-Es que todo el tiempo has estado como tonta.- dijo Milk y agarró su cuaderno. –Ni siquiera tienes el apunte del profesor Piccolo, toda la clase estuviste viendo por la ventana.-

-Oye Bulma, debes contarnos lo que sucedió en la noche cuando te fuiste con el profesor.-

-No pasó nada. En serio.- sus amigos se quedaron dudosos ante la escasa respuesta de Bulma, parecía que no quería hablar de eso y la respetaron. –Está bien Bulma, cambiemos de tema…- pero la mente de Bulma se volvió a ir por la ventana al ver caminar por el patio a su profesor.

-Es tan guapo…- dijo en vos casi inaudible. El resto del día pasó y a la hora de la salida Bulma fue a buscar a Vegeta a la biblioteca, buscó primero en el cubículo donde siempre estaba pero no había nadie, ni siquiera estaban sus cosas, hecho que entristeció a Bulma, luego buscó por los pasillos y al no encontrarlo decidió irlo a esperar a su auto.

Cuando llegó al estacionamiento vio el coche estacionado y efectivamente Vegeta estaba ahí, pero no estaba solo. Una mujer de cabello rojo lo acompañaba y luego se aferró de su brazo, ella sonreía y Vegeta le abrió la puerta invitándola a subir, luego él subió, arrancó y ante la mirada inédita de Bulma se fueron juntos de ahí.

Para la tarde Bulma aún sentía el dolor en su tobillo y sus padres decidieron llevarla al doctor.

-Hola Bulma.- le dijo con una sonrisa.

-¿Tú?… Broly.- quedó sorprendida

-¿Y cómo seguiste?-

-Bien, bueno, mal, me duele mi tobillo y no puedo apoyar el pie, pero fuera de eso estoy bien. ¿y tú?.-

-Pues ya ves, de verdad que no podía creer que vinieras, es que cuando escuché tu nombre me emocioné, iba a llamarte, dejaste tu numero guardado en mi celular, solo que no sabía si estarías despierta tan temprano o tendrías resaca… es que el sábado estabas… bueno, algo mal.-

-Oh por Kami, que vergüenza Broly, lo siento, siento lo de tu camisa, pagaré la tintorería.-

-No te preocupes por eso Bulma, lo bueno es que estás aquí y pude verte otra vez.-

-¿Trabajas aquí?-

-Sí, mi padre es el doctor Paragus y yo estoy haciendo mi servicio social universitario como terapeuta físico y estudio medicina.-

-Vaya, eso suena muy impresionante, entonces vas a ser doctor de deportistas, ¿no?-

-Sí, algo así Bulma.- Broly sonrió con el comentario de Bulma, ella sin duda estaba impresionada de verlo otra vez. La voz de una enfermera los interrumpió.

– ¿Briefs Bulma?, adelante por favor.-

-Gracias señorita.-

-Déjame ayudarte- Broly la levantó con sumo cuidado, sus manos a pesar de ser grandes eran sumamente delicadas en sus movimientos. Obviamente Bulma se sentía en los brazos de Broly como hacía tiempo no lo hacía, Yamcha le vino a la mente. Su expresión cambió de estar alegre a una un poco más seria.

-¿Te he lastimado?-

-No, es que, solo estaba pensando.- Llegaron al consultorio y Broly sentó a Bulma en una camilla.

-Buenos días Bulma.- Entró Paragus secándose las manos.

-Hola Doc.- sonrió tímidamente. En definitiva Paragus y su hijo no se parecían en nada, Paragus era alto, sí, pero no era tan guapo y fuerte como Broly…-"¿dije guapo?"- Pensó Bulma para sus adentros. Mientras tanto Paragus revisaba el tobillo de Bulma.

-Sin duda está lastimado pero no es nada grave, un pequeña esguince.- Se levantó y se dirigió a su escritorio. Broly estaba recargado en un mueble de madera sosteniendo un libro. –Broly- Lo sacó Paragus de su lectura.- Toma, ponle este ungüento a la señorita Briefs y véndalo por favor.- Broly se acercó a su padre, tomó la medicina y se volteó con Bulma.

Al agacharse a los pies de Bulma la tomó con suavidad del tobillo lastimado.- Estás roja.-

-Claro que no…- Bulma se sonrojó más, Broly sonrió.

-Dime si sientes dolor, ¿de acuerdo?-

-Estoy bien.-

-Oye Broly, voy por un block de recetas, ya no tengo aquí, te encargo a la señorita Briefs, que se ponga de pie e intente caminar sin cojear por favor. Ahora regreso.- Y Paragus salió de ahí.

-Bien, ya oíste al Doctor, tienes que tratar de caminar lo más normal que puedas.-

-Pero no puedo, podría caer.-

-Yo estoy aquí para sostenerte, además es importante que lo hagas Bulma, de lo contrario se te puede inflamar más si no tiene movimiento y ya dijo mi padre que estás bien, no es nada importante.- le dio la mano y la ayudó a bajar de la camilla. Con algo de molestia Bulma tuvo que poner el pie en piso y comenzó a dar algunos pasos. –Muy bien, lo haces bien, sigue caminando…-

-Oye Broly, gracias por lo del fin de semana.-

-No hice nada Bulma, todo lo hizo tu… novio.- Soltó por fin la bomba, todo el tiempo estuvo esperando para sacar el tema y era el momento preciso. Bulma quedó impactada con ese comentario, jamás habría imaginado que Broly le dijera algo así y para su mala suerte ya no tuvo oportunidad de aclarar la situación porque Paragus llegó con su block de recetas médicas.

-Bien Bulma Briefs.- Decía mientras escribía en una receta.-Vas a tomar esto para la inflamación y el dolor una cada 8 horas por 5 días y vas a ponerte este ungüento para reducir la inflamación por 7 días, dos veces al día, en la mañana y en la noche, quedan prohibidos los tacones muy altos, no digo que no los vuelvas a usar pero con moderación, soy enemigo de esas cosas, les hacen un daño tremendo a las rodillas, pero bueno. Eso es todo Briefs, si necesitas algo sabes dónde encontrarme o a mi hijo.- Volteó Broly. –Yo voy a salir a una convención y serán cerca de tres meses, él se hará cargo del lugar.-

-De acuerdo Doc, le agradezco por todo.- Bulma se acercó a la puerta y antes de salir volteó a ver a Broly.- Hasta luego.- Solo atinó a decir eso y Broly se despidió levantando una mano y con una ligera y casi imperceptible sonrisa.

Afuera Panchy estaba pagando la cuenta y su padre salía para ir por el auto, Bulma ya podía caminar aunque aún iba despacio. Estando afuera recibió un mensaje en su celular.: -"mejórate pronto. Broly"- El auto llegó, se subieron y se fueron de ahí.


Al siguiente día en la escuela todo iba normal, bueno, no tanto para Bulma.

-Por favor alumnos, dejen sus hojas de trabajo antes de salir.- fue la orden del profesor Vegeta, mientras los alumnos pasaban en fila dejando sus trabajos en su escritorio. Poco a poco fueron abandonando el aula.

-¿Profesor, podemos hablar?- se acercó Bulma al final.

-Lo siento, tengo otra clase en 5 minutos.- ya estaba recogiendo sus cosas alistándose para salir. Pero Bulma lo alcanzó.

-Por favor, necesitamos hablar Vegeta.- él se volteó hacia ella bruscamente.

-Aquí soy Profesor Ouji y tú eres mi alumna y estoy ocupado.-

-Entonces exijo hablar con usted profesor Ouji. Ayer lo busqué en la biblioteca y no estaba y yo quiero hablar con usted.- levantó la voz y la gente que iba pasando por ahí se les quedaba viendo, pues a ese punto la conversación parecía más bien una riña de pareja.

-Si no es a cerca de algún tema escolar me temo que no puedo ayudarla señorita Briefs.- volvió a su camino y entró a un salón, la puerta se cerró y ella tuvo que volver al suyo.

-¿Qué fue todo eso Bulma?-

-Nada, es que necesito una asesoría pero él está ocupado Milk.-

-Pero dijo que si necesitábamos algo que lo buscáramos.-

-Si Lapis, lo busque ayer en la biblioteca pero no lo encontré. Supongo que algo debió suceder para que se fuera temprano.- dijo mientras las imágenes de él junto a la pelirroja pasaban por sus recuerdos.

A la salida nada cambió, Bulma fue corriendo a la Biblioteca a ver a Vegeta pero otra vez no estaba ahí, así que corrió al estacionamiento y cuando lo vio él ya había arrancado en su auto. No lo alcanzó.


Al día siguiente Bulma no perdería la oportunidad de hablar con él, se levantó más temprano y salió hacia la escuela. Cuando llegó ahí fue rápidamente a la entrada de la sala de profesores y esperó a que saliera. Unos minutos antes de las 8, los profesores comenzaron a salir, entonces él la vio afuera.

-¡Profesor!- él se le quedó mirando. Detrás de Vegeta estaba el director Roshi.

-Señorita Briefs.- le llamó el director. –Qué bueno que la veo.- ella vio como Vegeta la miraba antes de caminar.

-Director, mi profesor ya va al salón, tengo que irme.-

-Señorita Briefs, usted ya no irá al salón del profesor Vegeta.- Bulma se sorprendió.

-Pero yo no he pedido un cambio.-

-No, el cambio lo pidió el profesor.- se sorprendió aún más. Ella volteó y vio cómo Vegeta se metía en su salón y cerraba la puerta. –Irá al salón del profesor Gero.-

Bulma no tuvo más remedio que acatar lo que había dicho el director Roshi, el resto de la semana no pudo acercarse a Vegeta. Llegó el fin de semana y Bulma estaba desconcertada, no tenía idea de por qué él se comportaba así. Así que decidió irlo a buscar a su departamento, cuando llegó no había nadie y decidió esperar sentada en la escalera.

Pasaban ya las 6 de la tarde cuando Vegeta llegó, él no la había visto, ella estaba sentada recargada en la pared cuando escuchó un manojo de llaves.

-Vegeta.- Él levantó la mirada, mas no hubo otro tipo de reacción de su parte.

-¿Qué haces aquí?- ella se levantó rápidamente y se acercó a él.

-¿Por qué estás evitándome?, ¿de verdad soy tan incómoda de ver?, ¿fue por lo que dijo Yamcha aquella vez?- Vegeta se abrió paso a su departamento pero antes de cerrar Bulma metió la mano.

-Vete Bulma, no tienes nada que hacer aquí.-

-¿quién es Vegeta?, es por ella ¿verdad?- Vegeta supo a quién se refería Bulma. –Ya no sigas Bulma.-

-¿entonces por qué estás evitándome?, ¿tanto odio me tienes que no puedes ni verme en el salón?, ¡dime que fue lo que te hice!-

-¡Te dije que te vayas!-

Bulma comenzó a llorar. –¡También dijiste que me fijara en quién me enamoraba…!- Vegeta escuchó con dolor esas palabras. –Pensé que sería Yamcha quien rompería mi corazón, ahora veo todo más claro.- y Bulma no sabía el daño y el dolor que le causaban sus palabras a Vegeta, sin embargo en el no hubo ni un ápice de remordimiento, ninguno que Bulma pudiera observar. Ella bajó rápidamente las escaleras y se fue de ahí.