Hola, hola, Luna de Acero reportándose.
tercer y último capítulo, y aquí les pido lean las advertencias, con seguridad me van a escupir después de leer el final, bueno chicos, es como el capítulo 139 del canon, es lo que hay y hay que aprender a convivir con lo que los autores elegimos, je.
NO HABRÁ EPÍLOGO, NI CAPÍTULO 4, AQUÍ SE TERMINA. FINAL ABIERTO. Lo siento, pero después de darle muchas, muchas vueltas decidí que esto era lo mejor y además tengo demasiadas comisiones encima y quiero empezar a terminar todas las historias inconclusas que tengo. A pesar de todo me gustaría que me dijeran qué opinan ustedes de lo que sucedió, realmente me gustaría saber.
Muchas gracias por haber elegido esta historia, gracias por seguir confiando, los amo!
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Isayama Hajime, la historia si es de mi completa invención.
Advertencias: Mención a suicidio, mención de muerte de personaje, angustia, tristeza, melancolía, relaciones tóxicas, ejemplos de lo que uno NO debe hacer en la vida. Eso es todo, sean valientes y lean! Final abierto.-
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"Permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen."
WILLY BRANDT
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Llegó hasta la estación de policías del lugar. Los que se habían encargado de toda la investigación.
Abrió la puerta, pero adentro era un caos, estuvo esperando cerca de hora y media hasta que finalmente el detective Jean Kirchstein se hizo presente. Afortunadamente parecía ser el único con ganas de colaborarle, al menos la llevó hasta su despacho y le convidó una buena taza de café.
—Muy bien, señorita, ahora si me explica un poco lo que necesita saber.
—Verás, hace tres años se suicidó el prometido de mi hermano, Levi Ackerman. Aquí iniciaron la investigación del caso, eh, creo que el que estaba a cargo en ese momento se llamaba Pixis o algo así.
—Sí, el detective Dot Pixis, pero ahora está retirado, de hecho estoy promocionando para su puesto.
—Ya veo, bueno, es que tengo algunas dudas que me han surgido y… no sé muy bien que hacer.
—Si me espera un momento iré a los archivos a buscar el legajo, podemos revisarlo y usted me comentará qué cosas le han generado dudas.
—Le estaría eternamente agradecida.
El detective le sonrió y salió a buscar lo prometido. Mikasa tomó su celular, había un mensaje de Eren preguntándole donde estaba y si quería salir a almorzar a alguna parte, también tenía mensajes de esa tal Hange, tenía que encontrarse con ella más tarde. Le respondió a Eren y le dijo que estaba ocupada haciendo compras que en todo caso cenaran juntos. Le escribió a Erwin quien le decía que al siguiente día por la mañana tenía un espacio y se citaron en un bar de la zona central frente a la plaza donde estaban los bancos.
Cuando estaba terminando su café el detective regresó con la carpeta. Diligentemente separó las fotos de la escena del suicidio y le ofreció las hojas con los testimonios, incluso el de ella, eran más de cuarenta páginas. Vecinos, un transeúnte, Floch. Se detuvo en el testimonio del hombre y comenzó a leer:
"Acta de declaración, 30 de septiembre de 2017, se cita al señor Floch Forster, documento civil número 36589522/2, de 24 años de edad, soltero, que indica ser amigo directo del occiso, quien se presenta en el domicilio citado en Barrio Las Rondas, calle Ejército 104, altura 707, a las 22:15 horas del día 29 de septiembre de 2017, según fundamenta para ir a buscar un libro pedagógico a utilizar en un trabajo de su universidad. Según indica había quedado de acuerdo con el occiso en encontrarse a esa hora.
El señor Forster toca la puerta y el timbre reiteradas veces, indica que hay luz prendida pero nadie sale a atender, llama al occiso y escucha el timbrado del teléfono celular dentro del domicilio, pero nuevamente nadie atiende, recién entonces decide utilizar la copia de la llave que tenía del lugar para hacerse con el interior. (Sic: Se confirma por el prometido del occiso que el señor Forster tenía copia de la llave para situaciones de emergencia y fuerza mayor). Según relata el testigo, a las 22:30 aproximadamente ingresa al interior de la vivienda, llama a su amigo a viva voz sin tener respuesta alguna y luego revisa la vivienda pensando que tal vez el señor Ackerman podría haber salido a comprar algo a algún negocio cercano, aunque le llama la atención que no hubiera llevado su celular consigo. Que es entonces cuando al ingresar a la habitación se encuentra con el panorama del cuerpo del señor Ackerman colgando de una viga del techo con una cuerda o algo similar. (Sic: El elemento utilizado fue el cable de conexión al televisor de la casa).
Seguidamente entra en pánico y lo primero que hace es llamar al prometido del occiso para decirle que necesita que venga urgente, luego intenta descolgar a su amigo sin éxito, indica que por los nervios no encontró con qué cortar la cuerda, por lo que entonces procede a llamar de inmediato a las autoridades que se apersonaron en un lapso aproximado de diez minutos.
Se procede a tomar declaración…"
Mikasa dejó de leer, no había nada nuevo. Trató de recordar esa fatídica noche, Eren la había llamado a los gritos, completamente desbocado, presa del pánico y el dolor y ella sin pensarlo fue a su encuentro, sin entender muy bien lo que estaba pasando. Cuando ella llegó estaban los móviles policiales, mucha gente alrededor, Eren seguía gritando y lo tenían en una ambulancia donde procedieron a doparlo porque su estado era demasiado alterado.
Tal vez fuera el shock, pero no recuerda haberse cruzado con Floch en ese momento. ¿Qué hora era cuando ella llegó al lugar? No estaba segura, pero serían más de las doce, si recuerda haber manejado como loca hasta el lugar, desesperada por encontrarse con Eren y entender qué es lo que estaba pasando. Cuando ella arribó estaban sacando el cuerpo de Levi dentro de esas horribles bolsas negras. El detective le habló y recién entonces levantó su mirada.
—Señorita, según lo que puedo ver, se caratuló el caso como Suicido Simple en concurso real bajo situaciones de estrés temporal. Según los informes toxicológicos, el occiso, es decir el señor Levi Ackerman no estaba bajo la influencia de ninguna sustancia anormal, tampoco había alcohol en su sangre y-
—¿No había alcohol?
—Es lo que dicen los informes, ¿hay algo que necesite aportar al respecto?
—Es que… ha pasado mucho tiempo y yo no sé si recuerdo bien o no, pero juraría que había una botella de vino sobre la mesa a medio llenar y una copa.
—¿Se refiere a la casa del señor Ackerman? —dijo el detective mientras tomaba un bolígrafo y procedía a escribir en una libreta.
—Estoy bastante segura. Si hubiera sido una copa tal vez no hubiera influenciado tanto, pero media botella, estoy segura que hubiera salido en los reportes.
—Usted dijo que tenía algunas dudas al respecto del caso, hábleme de ellas, señorita, ¿qué es lo que la trae aquí hoy?
—Bueno, verá, este joven, el señor Forster, actualmente es el novio de mi hermano —Jean enarcó una ceja sorprendido—. Sí, es decir, se supone que era amigo de Levi, yo no lo conozco demasiado, pero una vez que sucedió toda esta tragedia, él… no sé muy bien cómo pero comenzó a salir con Eren y ahora, pues él ha estado actuando muy extraño y para serle honesta comencé a preguntarme hasta qué punto este tipo es capaz de actuar con tal de salirse con la suya.
—Sea honesta, ¿usted cree que el señor Forster está involucrado con la muerte del señor Ackerman?
—Sería imprudente de mi parte afirmar tal cosa ya que carezco de pruebas, pero siento que no se ha investigado lo suficiente. ¿Cómo es que se aceptó que fue Levi quien se quitó la vida sin tener motivos claros para empezar? No estaba enfermo, no tenía deudas, iba bien en su trabajo…
—El motivo sí está establecido, de hecho —Mikasa lo miró sorprendida—, según el informe fue su hermano el que declaró que en horas de la tarde del día de los eventos había tenido una discusión con el señor Ackerman, exactamente después de la hora de almuerzo, según indica ellos rompieron su compromiso, el señor Ackerman le devolvió el anillo que el señor Jaeger le había regalado en su momento, por lo que el detective Pixis junto a su equipo indicó que fue por un posible cuadro depresivo el que lo llevó a esta fatal decisión. ¿Usted no sabía sobre esto?
—No, Eren nunca… él nunca mencionó nada sobre que ellos habían roto. Yo tampoco me involucré demasiado en las investigaciones en ese momento, la salud mental y emocional de mi hermano era extremadamente frágil y le di prioridad a su cuidarlo, claro.
Recordó fugazmente cuando ayudó a Eren a vestir a Levi para el funeral, le había puesto aquel traje que ellos habían comprado a juego para utilizar el día de su boda y estaba completamente segura que Levi estaba usando el anillo de compromiso. Todo había sido demasiado doloroso, tal vez por eso Eren no tuvo temple para confesarle eso, con seguridad eso había pasado.
—¿Señorita?
—Sí, lo siento, esto me toma por sorpresa.
—Cuénteme sobre esas dudas que había mencionado antes.
—Es que, Floch, el señor Forster, vive ahora donde mi hermano y él ha adoptado actitudes muy… bizarras, se ha operado, se ha teñido el cabello y ahora su aspecto luce, casi igual al de Levi. Es como si buscara convertirse en él, hasta usa su misma ropa, que no sé si la habrá conseguido de su domicilio o de dónde pero, me genera escalofríos.
—Entonces, lo que trata de decirme es que usted sospecha del señor Forster.
—Sí, es así. Es como si hubiera quitado a Levi de su camino para quedarse con mi hermano.
—Ya veo, pero entonces ¿por qué su hermano acepta esta situación?
—Él no está bien, está medicado, o quisiera creer que lo está haciendo, está muy inestable aún, no tiene idea lo muchísimo que le ha afectado la muerte de Levi, no hay día que no lo recuerde. Luego de su muerte él incluso llegó a estar internado debido a que intentó suicidarse muchas veces. Algo en todo esto no encaja, Levi no era la clase de persona que tomaría tal decisión así sin más.
—Mire, entiendo sus suposiciones, pero se necesita más que meras conjeturas para abrir una nueva investigación. Hasta el momento todos los testimonios son sólidos, las coartadas están correctas, todo coincide. Si existiera alguna duda razonable, pues, cuente conmigo para ayudarla de inmediato, pero por el momento solo es una corazonada, ¿cierto?
—Tristemente es así. De todas maneras le agradezco por su tiempo, señor Kirschtein. Si es que consigo algo más volveré.
—Espere, tome —dijo alcanzándole una de sus tarjetas personales con sus datos—. Consérvela, si llega a enterarse de algo no dude en ponerse en contacto conmigo.
—Gracias, lo tendré en cuenta.
Hizo algo de tiempo y caminó por la plaza, hacía ya un año que no vivía en la ciudad, había tomado un poco de distancia de todo ese infierno, y porque Eren le había pedido espacio, su psiquiatra indicaba que estaba mejor, al menos eso le había dicho su hermano.
Cuando quiso acordar ya eran las dos de la tarde, no tenía ganas de comer, por lo que cuando se reunió con Hange en el mall, le pidió que fueran a tomar algo. Pidió un smoothie de fresas y la mujer alta y de cabello desgarbado (parecía un poco sucio a decir verdad) pidió un licuado de frutos verdes.
—Bien, te escucho —dijo Hange con tono mesurado.
—Siento mucho que nuestra reunión deba ser bajo estas circunstancias, pero es que yo necesito entender ciertas cosas.
—¿Qué fue lo que te dijo Eren? —dijo Hange siendo directa.
—Bueno, hasta esta mañana yo no sabía que él y Levi habían… discutido en términos tan duros él día que se… que decidió quitarse la vida.
—Levi jamás haría eso —la cortó en seco la mujer, no había ni un rastro de duda en ella—. Mi amigo tenía ganas de vivir, tenía proyectos, sueños, él… —se detuvo un momento porque se notaba que le ganaba la emoción—. Ah, hace tanto que no puedo hablar sobre esto, siento que todas las palabras se me agolpan en la garganta, es tan injusto, estoy tan molesta aún.
—Lamento tener que recordarte esto.
—Yo no sé qué estás buscando, Mikasa, pero te diré lo que sí sé, Levi no quería morir, a él lo asesinaron, pero no tengo pruebas.
—No pude acercarme a él en vida, no teníamos buena vibra, lo poco que sabía era a través de mi hermano y él siempre hablaba maravillas.
—Tú hermano, no dudo que se amaban pero a veces esa relación era demasiado tóxica —Mikasa levantó la mirada—. Al principio Levi nos presentó a Eren, nosotros estábamos en verdad contentos, que él dejara entrar a alguien de esa manera en su vida, que fuera amable, cariñoso, eran cosas que jamás hubiera creído posibles. Levi era una excelente persona, pero debías entenderlo, su humor negro, sus comentarios mordaces y cargados de cinismo, era especial a su manera. Con Erwin solíamos decir que éramos como los tres mosqueteros, salíamos mucho juntos, como una hermandad. Hacíamos viajes, iniciábamos aventuras, incluso nos gastábamos bromas pesadas, nos emborrachábamos, tengo tantos recuerdos felices. Cuando uno estaba en un aprieto o pasando momentos difíciles, Levi siempre estaba ahí. Pero cuando comenzó a salir con tu hermano, poco a poco comenzó a desaparecer, al principio se negaba diciendo que tenía mucho trabajo, otras veces aceptaba juntarse pero cancelaba sobre la hora, y si algo sabíamos los que éramos cercanos es que Levi no solía comprometerse con algo si no iba a poder cumplir. De manera que nos empezó a parecer extraño, supongo que él quiso excusarlo hasta que fue insostenible. Un tiempo antes de que sucediera lo que sucedió, las cosas ya estaban muy podridas, con Erwin lo notábamos y el problema es que Levi siempre fue muy reservado, prefería no hablar de sus problemas de pareja, aunque no fue necesario. Una noche estábamos en casa de Erwin, jugando a las cartas y haciendo lo de siempre, felices de que Levi hubiera podido escaparse unas horas, pero entonces… Su celular comenzó a sonar, y sonar, y sonar, él estaba muy nervioso, contestaba mensajes a cada rato y bebía, lo puso en silencio pero yo vi treinta y dos llamadas perdidas —Hange miró a Mikasa significativamente—. Ese comportamiento controlador, no era normal, finalmente tu hermano de alguna manera consiguió la dirección de la casa de Erwin y fue a buscarlo. Estaba alterado, muy enojado, discutieron mucho en la galería de la casa y estuve a punto de llamar a la policía, hasta que Levi decidió retirarse completamente avergonzado. Luego de eso vernos se volvió una misión prácticamente imposible.
Mikasa estaba anonadada, no podía asimilar lo que estaba escuchando, pero si ellos… ellos eran una pareja perfecta, lo recordaba muy bien. ¿Había sido todo una farsa? ¿Qué fue lo que ella había estado viendo hasta el momento?
—Tu hermano me mandó algunos mensajes en ese entonces, acusándome tanto a mí como a Erwin de que nosotros queríamos separarlos. Hablé con Levi, me dijo que había intentado un par de veces terminar pero que no se podía, se extrañaban mucho, así que supongo que ambos eran disfuncionales en algún punto. Hasta que "alguien" hizo vandalismo con el auto del pobre Erwin, Levi se hizo cargo de los daños, aunque Erwin no lo dejó, claro. Supongo que ese fue el punto de no retorno, Levi decidió que había sido suficiente y que era mejor terminar del todo. Ya sabemos cómo terminó, ¿cierto?
—Mi, mi hermano puede que sea un poco caprichoso y egoísta pero, definitivamente no es un asesino, y de ninguna manera le habría hecho daño. Cuando él me llamó ese día, estaba destruido, tuvieron que darle sedantes, estuvo internado, tuvo una depresión tan severa que casi muere.
—Yo no estoy afirmando nada, me dijiste que te contara todo lo que sabía, pues eso es lo que hice.
Mikasa hizo una pausa, giró el vaso entre sus dedos, sintiéndose descompuesta a la luz de la nueva información, no podía aceptar que tuvieran esa imagen de su hermano, luego recordó el motivo del porqué había pedido la reunión.
—Al margen de todo esto, ¿tú conocías que tipo de relación tenían Floch y Levi?
Hange hizo una mueca de disgusto y cruzó sus brazos con molestia.
—Ese bastardo, una sanguijuela que se pegaba a Levi, no entiendo hasta el día de hoy que hacía que lo mantuviera en consideración.
—¿Realmente eran buenos amigos? ¿Nunca viste algo raro de su parte?
—¿Raro? Floch es un completo enfermo, solía decir que Levi y Eren eran su familia, ese tipo estaba perturbado a niveles muy profundos. Una vez llegó a esperar en la galería de la casa de Levi por dos días seguidos, ¿puedes creerlo? Fue cuando él decidió darle una copia de la llave, le dije que eso no estaba bien, pero mi amigo era tan buena gente, me explicó que lo habían corrido de la casa o algo como eso, como fuera, nunca me fie de él. No tengo idea que estará haciendo en estos momentos.
Mikasa prefirió no contarle el resto de la historia. No ayudaría en nada.
—¿Y tú? —dijo la mujer de repente—. ¿Por qué después de todo este tiempo quieres indagar sobre lo sucedido, qué te ha llevado a hacerlo?
—Para ser honesta, no estoy del todo segura, tal vez pienses que estoy demente pero… he soñado con él un par de veces, siento como si quisiera decirme algo pero no puede, ahora que me escucho en voz alta parece que estuviera demente, supongo que necesito dejar de obsesionarme con estas cosas.
Los ojos de Hange brillaron de una manera aterradora.
—Yo también lo he soñado, tampoco habla conmigo, ni me permite que me acerque, sin embargo él siempre me entrega algo entre sus manos —dijo haciendo la mímica—. Y cuando miro es un reloj.
Mikasa sintió escalofríos y abrió sus ojos a su máxima posibilidad.
—A ti también te ha pasado —dijo Hange—. Definitivamente esto no es una casualidad. Floch es quien encontró el cuerpo de Levi, ¿por qué me has preguntado sobre él? ¿Qué es lo que sabes?
—Ese es el problema, no sé nada, estoy tratando de desenredar esto.
—Floch desapareció de la universidad, doy clases allí y era normal verlo frecuentando la facultad de Literatura.
—Pensé que seguía estudiando.
—No, ha abandonado, a menos que esté estudiando en otro distrito o lo haga de manera semi presencial.
La de cabello negro tomó su celular y buscó alguna foto reciente de ellos dos y con temor se la enseñó a Hange quien se llevó la mano a los labios mirando con terror.
—Así es como Floch se ve ahora.
A la amiga de Levi se le empezaron a llenar los ojos de lágrimas.
—Esto, esto es retorcido.
—¿Ahora entiendes por qué estoy buscando respuestas?
—Eren… ¿está con él? —Mikasa bajó la mirada, no quería ni siquiera asentir, aunque no hacía falta—. Definitivamente ellos esconden algo, lo intuyo y de alguna manera Levi quiere que lo sepamos.
—También lo creo, ¿pero qué? ¿Qué es?
Ninguna pudo llegar a una deducción limpia, decidieron seguir en contacto y Mikasa regresó al hogar de Eren caminando, tratando de reflexionar en todo lo que había escuchado. Tenía un fuerte dolor de cabeza de tanto pensar y no haber ingerido nada sólido, llegó temblando, afortunadamente Floch había hecho un suculento pan de carne con un exquisito puré de acompañamiento.
Mientras cenaban observó más de cerca la dinámica entre esos dos. Eren parecía un poco ausente y muchas veces ignoraba de plano el parloteo de Floch que llegaba a ser un poco molesto, estaba demasiado hambrienta como para participar activamente.
—Entonces la señora me dijo que va a volver, le pasé un presupuesto muy conveniente, será una buena venta. Amor, me escribió tu editor, va a venir mañana.
—Lo sé, ya está terminado, solo quiero corregirlo mañana.
—¿Necesitas ayuda con eso? —preguntó Floch solícito.
—¿Qué puedes hacer tú? —le dijo Eren con frialdad—. Eres pésimo para hacer correcciones.
—Ah, sí, es cierto —dijo el otro tratando de evitar la incomodidad—. Por cierto, hizo un flan exquisito, de tres leches, tu favorito, amor.
—Al menos sirves para algo.
—Eren —le llamó la atención Mikasa, y solo entonces pareció salir de ese trance en el que a veces entraba donde se convertía en una persona sin sentimientos.
—No te preocupes, Floch sabe que bromeo, ¿cierto, "amor"? —le habló con cierta burla.
—Sí, sí, no te preocupes Mikasa, además conozco mis limitaciones, pero limpio muy bien, ¿has visto? Todo está ordenado y brillante, he mejorado mucho mis aptitudes culinarias, tanto que Eren ha subido de peso, le aprietan los pantalones.
El ambiente se relajó un poco y Mikasa miró a su hermano quien le devolvió la mirada con calma y cariño. No, era imposible, su hermano era incapaz de lastimar a los que amaba. Luego del postre, que fue todo un éxito, Floch les preparó café y le contó con mucho ánimo a Mikasa sobre algunas renovaciones que estaban pensando hacer en el negocio. Ella dio su opinión y por un momento tuvieron una conversación normal y agradable.
—¿No dijiste que habías ido de compras? —le consultó Eren a su hermana—. Porque no trajiste ninguna bolsa contigo.
—Oh, es que, estuve visitando algunos negocios pero en verdad nada atrajo demasiado mi atención.
—¿Quieres que salgamos mañana?
—Oh, pero viene tu editor.
—Sí, pero me libraré de él rápido.
—En realidad tengo planes, lo siento, es que como dijiste que durante dos días ibas a estar ocupado.
—¿Planes? ¿En qué andas, picarona?
—No es nada confirmado, tomaré un café con él y luego veremos.
—Hace mucho que no hablamos, cuéntame.
—Yo también quiero saber, cuñada —dijo Floch con entusiasmo.
—No es nada, solo un café, si algo pasa serán los primeros en saber.
—¿Pero cómo lo conociste? Quiero decir, hace mucho que no vienes a la ciudad.
—Bueno, comencé a escribirme con un conocido, por las redes sociales y como supo que venía aquí me invitó un café, eso es todo, no hay una gran historia detrás.
—¿Quién es? ¿Lo conozco? —preguntó Eren muy interesado.
—No lo sé, no te voy a decir quién es, ya déjame —respondió divertida, no se le daba muy bien lo de mentir y si seguía agregando cosas la iba a embarrar.
—Si necesitas consejos me los puedes pedir, cuñada —dijo Floch con alegría pero bajó la cabeza ante la severa mirada que le dio Eren.
—¿No tienes que ir a lavar la vajilla?
—Ah, pero ya lo hice. Oh, bueno, igual es tarde ¿no? Iré a dormir, los dejaré conversar tranquilos.
Se puso de pie y dejó un beso en los labios de Eren, saludó a Mikasa y se retiró.
—Eres un poco duro con él, ¿no crees? Solo quiere ser amable, aunque a veces sea un poco intenso.
—Por eso es mejor que sepa su lugar.
—Deberías ofrecerle otra habitación, Eren, ese lugar donde está, ni siquiera es una habitación.
—Ya suficiente hago por él, le doy techo, comida, un salario, ¿qué sucede? Parece que yo fuera el villano aquí, cuando hago más de lo que cualquier haría.
—Bueno, pero él trabaja para ti, no es como si le dieras dinero gratuitamente, además limpia, cocina, hace su parte, no es un vago.
—Mikasa, deja de defenderlo, ya te pareces a… —Eren se detuvo, miró su taza y su mirada se llenó de tristeza—. De acuerdo, trataré de no ser tan exigente.
—Eren, ¿tú… estás enamorado de Floch?
—¿Pero qué dices Mikasa? Yo siempre amaré a Levi, y él también lo hace… a su manera, eso es todo lo que nos une. ¿Por qué me miras de esa manera? ¿Esperabas una respuesta diferente, acaso?
—¿Estás tomando tu medicación?
—Aquí vamos de nuevo, ya corta con eso. Estoy bien, estoy saludable, estoy activo, trabajando y mucho. Para tu tranquilidad iré a visitar a la familia a fines de este mes, cuando ya me libre de la entrega de este nuevo libro y su corrección. ¿Eso no está bien para ti?
—Eren —dijo tomando su mano y mirándolo con amor—. Si algo te pasa, si algo te molesta o te lastima, habla conmigo, por favor. Siempre estaré para ti.
—Lo sé, y estoy feliz de recuperar nuestra relación de nuevo.
Se quedaron conversando hasta tarde, recordando viejos tiempos y riéndose de sus travesuras cuando niños. Cuando todo era sol, risas y ninguna sombra los había infectado aún. Mikasa fue a dormir, estaba cansada. Tomó una ducha para calentar el cuerpo y apenas se recostó cayó en un sueño profundo. De pronto notó que sentía mucho calor, aunque fuera invierno, pero parecía como si le hubieran subido a la temperatura del calefactor unas diez veces, comenzó a toser porque se estaba sofocando, tosió tan fuerte que se despertó pero no podía moverse de la cama, parecía como si tuviera un elefante de diez toneladas sentado en el pecho, no podía abrir sus labios para respirar, lo peor de todo es que al abrir los ojos todo estaba oscuro a su alrededor, quería gritar pero no podía y comenzó a desesperarse.
De repente una luz roja se prendió encima de su cuerpo y desde el techo comenzó a emerger la cabeza de Levi que dirigía su mirada hacia ella, sus pupilas estaban dilatadas al máximo y sus labios casi violetas, su rostro pálido y el cuello había sido cercenado de manera limpia. Comenzó a bajar lentamente hacia ella. Mikasa intentaba retorcerse con furia pero no podía moverse y la cabeza comenzó a balancearse de una manera tétrica sobre su rostro, cada vez más y más abajo, hasta que casi llegó a tocarla, recién entonces… cayó de la cama.
Gritó con todas sus fuerzas y en menos de un minuto tuvo a Eren en pijamas entrando y prendiendo la luz mientras ella lloraba en el piso. La abrazó le preguntó que le pasaba y la ayudó a sentarse. Luego le trajo un vaso de agua del baño y le friccionó la espalda para tranquilizarla.
—¿Qué sucedió?
—Una pesadilla, espantosa.
—¿Quieres contarme?
—No, no, mañana, ahora, no quiero hablar de esto.
Sus manos temblaban, y Eren la invitó a ir a dormir a su cama porque estaba muy alterada. Solo así pudo volver a dormirse, pero no descansó muy bien. Al día siguiente cuando bajaron a la cocina Floch ya estaba despierto y tenía listo otro fastuoso desayuno. Esta vez Eren lo besó y le habló de una manera más cercana, el muchacho estaba increíblemente feliz.
Mikasa evadió todas las preguntas referentes a su pesadilla y se propuso beber el café con leche tan delicioso que tenía enfrente.
—Oh, al parecer al reloj se le terminaron las baterías —dijo Floch mirando a la pared, Mikasa también lo hizo pero su semblante se puso lívido.
El reloj se había detenido a las 9:30.
—Eso pasa porque compraste esas baterías chinas de ese lugar dudoso, te dije que es mejor pagar un poco más pero son mejores las nacionales —dijo Eren sosteniendo su taza.
—Saldré al mall, ¿necesitan que traiga algo? —dijo Mikasa bastante afectada.
—Oh, ¿podrías traer un vino? —Pidió Floch sin darse cuenta del estado de la mujer—. Un Luigi Bosca, Malbec, es el favorito de Eren, te enviaré el nombre por mensaje.
—Claro.
—¿Mikasa, estás bien? —dijo Eren acercándose preocupado.
—Sí, solo necesito un poco de aire, eso es todo —la mujer dejó un beso en su mejilla y se retiró.
Tenía dos horas que llenar hasta su encuentro con Erwin, por lo que fue a una vinoteca a buscar el pedido de Floch. No encontró el dichoso vino allí, por lo que se dirigió a otro negocio, allí si tenían esa botella, el problema es que cuando la tuvo en sus manos, se llevó una gran impresión. Ese vino es el que ella recordaba haber visto en la mesa de la casa de Levi aquella vez. Estaba segura. Sacudió su cabeza, bueno, no sería raro que Eren y Levi tuvieran los mismos gustos en vinos, no debía sacar conclusiones apresuradas. Pagó por el mismo y se fue a la cafetería a esperar al otro amigo de Levi.
Se sentó en una esquina alejada y pidió un té de tilo mientras aguardaba.
—Espero que después de esto dejes de atormentarme, enano de mierda —dijo la mujer mientras se sobaba las sienes.
Afortunadamente Erwin llegó temprano, era un hombre muy bien parecido, además muy caballeroso en sus modales, fue del agrado de la chica de inmediato. Muy diferente de la distancia con la que la había tratado Hange. Le sorprendía que tres personas con personalidades extremadamente diversas se hubieran llevado tan bien, era asombroso, pero presentía que Erwin era el que enlazaba a los otros dos, hasta ella misma quería convertirse en su amiga.
—No sabía que Eren tuviera una hermana, bueno, nunca tuvimos la oportunidad de compartir o ser más cercanos, solía celar bastante a Levi —dijo Erwin con nostalgia.
—Sí, es una lástima, creo que se hubieran llevado bien.
—Supongo, aunque debo reconocer que el que siempre puso distancia entre todos era Levi.
Mikasa lo observó con sorpresa.
—¿Levi ponía distancia?
—Bueno, él también era muy celoso. Verás, mi amigo era complicado, nunca fue una persona que se diga social, y tenía algunos complejos respecto a su físico, recuerdo que cuando Eren comenzó a mostrar su interés romántico él estaba muy sorprendido. Te pido que esto que voy a contarte quede entre nosotros, pero muchas veces se reunía a solas conmigo para pedirme consejo, se sentía muy mortificado de no estar a la altura de tu hermano.
—Bueno, para ser hombre era un poco bajo.
Erwin sonrió con calidez.
—Me refería a la altura de manera figurativa, no física. Levi creía que no era posible que un hombre tan bien parecido, joven, simpático pudiera sentirse atraído por él. Todo el tiempo pensaba demasiado las cosas, creía que Eren tenía dobles intenciones, como, no sé, quedarse con sus ahorros, que tampoco eran tantos, o simplemente aprovecharse o romperle el corazón, mi pobre amigo, vivía lleno de inseguridades que lo hacían sufrir mucho. Tal vez por eso a veces, ¿cómo decirlo? Optaba por tener actitudes bastante cuestionables.
—¿Cómo cuales?
—Es verdad que el último tiempo había muchos conflictos entre ellos y tal vez tu hermano se había vuelto un tanto… excesivo con revisarle llamadas o saber dónde estaba, prohibirle que se reuniera con nosotros, pero lo cierto es que Levi, en cierta manera disfrutaba de provocarle celos —Mikasa enarcó una ceja ante esta nueva verdad—. A veces, por ejemplo, posteaba alguna foto muy cerca de mí, o me dedicaba post de sus redes sociales a sabiendas que Eren estaría al tanto, tal vez decía que estaba reunido conmigo en horarios nocturnos cuando claramente no era así. Ah, lamento tanto tener que revelar estas cosas, seguro que Levi me debe estar odiando desde el más allá, pero no me parece justo que toda la responsabilidad de cómo iban marchando las cosas recaiga solo en tu hermano.
—Realmente te agradezco tu honestidad, luego de hablar con Hange parecía que Eren era una especie de monstruo.
—Aunque es cierto que, como dije antes, tu hermano respondía a esas provocaciones de manera excesiva, si Levi no hubiera generado esos escenarios, al contrario, si hubiera dejado que nos conociéramos, nos juntáramos, sinceramente creo que las cosas hubieran sido favorables para los cuatro. Te confieso algo, le escribí un par de veces a tu hermano, antes de que sucediera lo que sucedió, tenía la intención de reunirme con él, así como contigo ahora, para charlar, para mostrarle que yo no era ninguna amenaza en su relación, además soy hetero y en ese momento estaba saliendo con mi actual esposa. Pero Eren… había sido contaminado de tal manera que ni siquiera quiso escucharme. Las pocas veces que discutí con Levi fue respecto a esto, él siempre se quejaba del acoso de tu hermano pero no quería reconocer que él muchas veces era el instigador. Supongo que le daba cierta tranquilidad saber la gran dependencia emocional que sentía Eren por él.
—Hange mencionó que ellos habían roto su compromiso antes de que él se suicidara, ¿Levi llegó a decirte algo al respecto?
El semblante de Erwin se puso serio, tomó un trago de su té inglés y luego habló.
—Sí, lo sabía, de hecho Levi tenía todo planificado.
—¿Qué?
—Oh, no me refiero al suicidio, eso no, pero si a que quería… no sé, "asustar" a Eren. Se lo dije, le dije que era una muy mala idea.
—¿Asustarlo?
—Sí, como un tipo de escarmiento o algo como eso, que tuviera miedo de perderlo, ¿entiendes? Él me dijo algo como "le diré que terminamos, solo un par de días, estoy seguro que se va a desesperar un poco, pero luego vamos a tener una excelente reconciliación y todo volverá a ser como era en un principio", ¿lo ves? Era una idea horrible en verdad. Quiero decir, ¿en qué cabeza cabe que uno le haría algo así a alguien que ama? No soy quien para juzgar y ya me siento mal por hablar de alguien que no está aquí para defenderse, pero no quiero mentir tampoco, tu hermano y Levi no tenían la relación sana y hermosa que muchas veces aparentaban tener, aunque ellos se entendían en esa toxicidad en la que estaban metidos.
—Erwin, ¿qué crees tú que fue lo que sucedió realmente esa noche?
—¿Qué creo? Pues te diré, para mí el plan de Levi se le fue de las manos, citó a Eren, le dijo que terminaban, supongo que habrá esperado determinada reacción de su parte, como que le suplicara y llorara, no sabría decirte, y tal vez lo que pasó fue que tu hermano aceptó la ruptura, para mí le habrá dicho algo como "sí, es lo mejor, terminemos", Levi no se esperaba eso y tal vez amenazó con suicidarse, Eren no se lo tomó en serio y terminó haciéndolo en un arrebato. Yo creo que eso es lo que puede hacer sucedido. Quiero decir, mi amigo era muy terco a veces, si no podía lastimar a Eren con la ruptura, definitivamente podría hacerlo de esa manera.
—¡Oh, Dios mío! ¡Que horrible! Espero que no haya sido así, digo, si lastimarlo es lo que buscaba, lo logró con creces, estuvimos muchas a veces a punto de perder a mi hermano, ¡qué locura!
—Lamento que lo que te estoy contando no te traiga un poco de paz.
—No, está bien, no es culpa ni tuya, ni mía. No puedo creer que nos hubieran engañado tan bien a todos, cuando ellos estaban con nosotros… parecían una pareja tan sólida, tan unida.
—Ya sabes lo que dicen, las apariencias muchas veces engañan.
—Sí, qué triste.
—Igual es solo una suposición de mi parte, lamentablemente tal vez nunca sepamos la verdad.
—Casi lo olvido, yo también quería saber algo, respecto al otro amigo de Levi, Floch, el pelirrojo, ¿qué puedes decirme de él?
—Ah, ¿también conociste a ese personaje? Un tipo muy extraño en verdad, hubo un tiempo en que quería pegarse a nosotros pero supe ponerle límites a tiempo.
—¿Es cierto que era cercano a Levi?
—Creo que lo que voy a decirte, tampoco va a gustarte mucho.
—No voy a amedrentarme tan fácil, Erwin, tira toda tu munición, estoy preparada.
—Todos sabíamos que era una persona muy inestable, con rasgos extremadamente inquietantes, pero Levi pasaba de eso, dejaba que fuera a su casa, lo escuchaba en sus delirios místicos, Hange siempre creyó que las intenciones de Levi eran nobles, quiero decir, es cierto que lo ayudó mucho, con sus estudios, con tener un lugar donde quedarse, hasta logró que Eren le consiguiera trabajo y todo eso, pero también hay un lado muy oscuro que creo que nadie supo, excepto yo.
Erwin se quedó callado mientras doblaba una servilleta de papel una y otra vez, como sopesando si continuar o no.
—Dímelo, Erwin, es importante, porque verás, Floch, es el novio de mi hermano en estos momentos.
El hombre se mostró sorprendido y luego largó un suspiro.
—Levi no tenía tan buenas intenciones en realidad, si bien este chico no está bien de la cabeza, se aprovechó de su inestabilidad, de su vulnerabilidad, de su falta de afecto, del abandono de su familia. Esto nunca lo hablé con Hange, sería capaz de pegarme un puñetazo si llegara a hablar mal de Levi, y yo mismo muchas veces reflexiono si no es que estoy malinterpretando lo que sucedió, pero en mi corazón… puedo decirte que siento que no me equivoco en decir que Levi lo manipulaba.
—¿Cómo?
—Floch era como una herramienta para él, cuando le pidió a Eren que le diera trabajo y asilo, en realidad solo quería alguien de su entera confianza que pudiera vigilar a Eren de cerca.
Mikasa casi se cae de la silla al escuchar eso.
—Floch era incondicional con Levi, para él, era como Jesucristo, su salvador, su familia, su mentor, su amigo, probablemente hasta estuviera enamorado de él también, y era capaz de cualquier cosa que Levi le pidiera. Esto que voy a contarte, paso una sola vez, por eso digo, tal vez estoy saltando a conclusiones apresuradas, pero en lo más profundo de mí ser, siento que fue así. Cierta vez pasé por la casa de Levi, quería encargarle un trabajo de revisión de una monografía, él era excelente corrigiendo y dio la casualidad que Floch estaba en ese momento, alcancé a escuchar una fracción de una conversación que tenían en la cocina y que fue… bastante desagradable. Fue tal la vergüenza ajena que sentí que nunca me animé a preguntarle directamente a Levi sobre eso, simplemente hice de cuenta que nunca había pasado. Básicamente le estaba pidiendo a Floch que le diera un reporte minucioso de todo lo que Eren hacía, quienes los visitaban, con quien hablaba por teléfono, si le sonreía demás a este o a aquel, que se concentrara en el "acuerdo" que ellos tenían. Eso fue todo, no puedo aportar más, pero creo que fue suficiente para darme cuenta de que tal vez Levi no quería ayudar tanto a Floch, sino más bien ayudarse a él mismo. Ah, no sabes lo aliviado que me siento de poder hablar de esto con alguien, y vuelvo a pedir disculpas a todos los cielos si lo que estuve pensando hasta ahora está errado.
—En un momento llegué a pensar que Floch hubiera sido capaz de matar a Levi.
—No lo creo, aunque tampoco me arriesgo a poner las manos en el fuego por nadie, pero considerando la devoción que ese tipo profesaba por mi amigo, es bastante improbable. Después de todo, la policía nos indagó, revisaron todas las evidencias y la conclusión fue esa, Levi se suicidó, no deja muchas puertas abiertas a otras conclusiones. De todas maneras, deberías seguir de cerca esa relación de tu hermano con ese Floch, no es una persona de fiar.
—Sí, yo también lo creo. Erwin, muchas gracias por haberme contado todo esto, aunque admito que estoy bastante confundida en estos momentos.
—Pienso que no debemos darle más vueltas al asunto, Mikasa, ha quedado claro que fue un suicidio.
—Sí. Bueno, supongo que eso es todo.
—Bien, cuando quieras me llamas y nos tomamos un café, y si Eren quiere ser parte, me gustaría mucho, me duele saber que ha quedado por ahí algún resentimiento de algún tipo.
—Se lo diría, pero no sé cómo explicarle que hemos llegado a conocernos. Supongo que se sentiría mal si se entera que estuve husmeando a sus espaldas.
—Lo entiendo, si eso es todo, procedo a retirarme, ha sido un gusto.
Se saludaron con un beso en la mejilla y Erwin se fue. Mikasa se quedó más de dos horas en ese mismo café, pensando y pensando en todo lo que había escuchado, en esas extrañas experiencias y sueños, ¿qué faltaba? ¿Qué es lo que estaba olvidando? Repasó de nuevo lo ocurrido ese día, la llamada de Eren, manejar a la casa de Levi, la policía, la botella…
Decidió regresar luego de quedarse hasta tarde dando vueltas por varios negocios del lugar, auqnue pasó antes por un restaurante y pidió unas porciones de comida para llevar, quería colaborar con su estadía y sabía que a Eren le encantaban las pastas de ahí. Tomó un taxi y regresó a la casa.
Cuando llegó Floch estaba cerrando el negocio y ya iba a iniciar los preparativos para la cena.
—Oh, que delicia —dijo el hombre al sentir los aromas emanando de las bolsas—. Iré a despertar a Eren, tuvo una larga reunión con el editor, luego le preparé un baño de inmersión y se fue a descansar, con tanto trabajo estos días no había dormido bien, estará feliz de comer esto. Ya vuelvo.
Mikasa puso la mesa mientras tanto, y a los pocos minutos Eren y Floch se reunieron con ella en el comedor. Eren la saludó con un afectuoso abrazo, se lo notaba de mejor humor, si hasta se permitió algunas muestras cariñosas con su ahora novio. Pero ella ya no sabía si todo era real o simplemente estaban fingiendo por su presencia. Después de todo lo que había visto y escuchado en esos días, la realidad tomaba otro color y otra dimensión.
Aunque trataba de participar activamente de la charla, su mente no dejaba de darle vueltas a todo. Su celular vibró en su bolsillo y lo sacó para notar que había una llamada perdida de su madre, justo a las nueve y media. Que extraño, igual que en su sueño, igual que en la casa de Levi, igual que en el mañana. De repente tuvo una especie de lucidez mental y sin pensárselo mucho buscó entre las llamadas recibidas por su hermano ese 29 de septiembre de 2017. ¿A qué hora la había llamado Eren esa terrible noche?
Tuvo que contener la respiración para mantenerse en calma. Ese día, Eren la había llamado exactamente a las nueve y media de la noche, habían hablado unos cinco minutos y luego la había llamado de nuevo a las nueve cuarenta y dos, hablaron por lapso de un minuto. El reporte policial decía claramente que Floch había encontrado el cuerpo de Levi a las diez y media, y que a los pocos minutos los había llamado. Pero entonces… ¿Cómo fue que Eren la había llamado una hora antes desesperado, entonces?
Miró a su hermano tratando de mantener a raya sus emociones.
—¿Todo bien, Mika? ¿Qué pasa? Parece que hubieras visto un fantasma.
—No, es que… no importa.
No pudo pasar un solo bocado, se excusó diciendo que se sentía descompuesta, que tal vez había tomado demasiado frío y se retiró. Apenas estuvo a solas en su habitación comenzó a llorar desconsolada, atajando sus llantos con la almohada. Esto no podía ser cierto.
Esperó que Eren subiera las escaleras y decidió tomar el toro por las astas. Secó su rostro, se armó de valor y fue a enfrentarlo, tocó antes de entrar a la habitación.
—Tenemos que hablar —le dijo con la voz en un hilo.
—Claro, siéntate, ¿qué sucede, Mika? ¿Por qué estás así? ¿Ha pasado algo malo?
—Eso es lo que necesito saber, Eren. Necesito saber la verdad.
—¿Qué verdad?
—El día que Levi murió… cuando me llamaste —Eren escuchó atentamente mientras sus ojos se teñían de tinieblas—. Eran las nueve y media de la noche, pero el reporte policial dice, dice que Floch encontró su cuerpo a las diez y media, una hora después de que me llamaste. ¿Esto tiene algún sentido para ti?
—Yo puedo responder a eso —sintieron la voz de Floch detrás de ellos y ambos se giraron.
—Esto es una conversación privada, Floch, por favor déjanos a solas —pidió la mujer, pero el hombre no se dio por aludido y avanzó igual para poder sus manos sobre los hombros de Eren que estaba sentado y con la vista nublada.
—Yo llegué y encontré a mi querido amigo colgando de una viga, aunque intenté descolgarlo, no pude, y de todas maneras ya no tenía signos vitales. Llamé a Eren de inmediato y seguramente él te llamó en retorno.
—Eren, por favor, dile que se retire —pidió Mikasa un tanto nerviosa.
—¿Por qué? ¿A qué le tienes miedo Mikasa? ¿A la verdad? —continuó Floch, Eren parecía completamente ausente.
—Los horarios no coinciden —insistió.
—Para mí también fue un golpe duro, tal vez fui impreciso con la hora, eso es todo. Eren sería incapaz de hacerle daño a Levi, jamás dejó de amarlo y yo solo estoy cumpliendo con la misión que él me dejó a cargo, "cuida de Eren", es lo que estoy haciendo.
—Eren, respóndeme, ¿qué sucedió ese día? Quiero escucharlo de ti, por favor.
—¿No ves que no puede hablar? —Continuó Floch endureciendo sus facciones y apretando los hombros de su novio—. No lo presiones. ¿Acaso crees que por hablar con dos imbéciles que te llenaron la cabeza de tonterías la realidad puede ser cambiada?
Mikasa abrió grande sus ojos, ¿Floch sabía?
—Se lo conté a Eren, qué había algo extraño en tu visita, solo me aseguré de averiguar qué es lo que estabas haciendo. Tanto esa idiota de Hange como Erwin, nunca fueron verdaderos amigos de Levi, jamás lo conocieron como Eren o como yo, jamás entendieron nada.
—¿Es verdad que Levi rompió contigo? —trató de insistir la mujer, necesitaba que Eren hablara.
El hombre comenzó a llorar desconsolado, pero ninguna palabra salió de él.
—Levi tenía sus oscuridades, como todos —continuó Floch—, ellos discutieron, eso es verdad y tal vez se dijeron cosas que los hirieron, pero eso fue todo. Eren regresó, para hablar con Levi porque no atendía su celular, entró a la casa con la copia de la llave que me pidió y fue él quien lo encontró, entonces te llamó y luego me llamó a mí. Hice lo que Levi me pidió, cuidé de él, no quise que levantaran sospechas en su contra y me hice cargo, cuidé de tu hermano. No entiendo cómo es que pudiste llegar a dudar de él, el informe policial es claro, la investigación está cerrada, no busques más culpables, porque no los hay. Levi tomó una decisión espantosa que nos afectó a todos. Pero, afortunadamente, él nunca nos ha abandonado, ¿cierto, amor? —dijo abrazando desde atrás a Eren que no paraba de llorar—. Ya, ya, tranquilo, solo ha sido una confusión, no te estreses. Por favor, Mikasa, no te dejes engañar, la verdad es mucho más simple de lo que crees.
—Lo amo —dijo finalmente Eren entre lágrimas desconsoladas—, lo amo tanto que cada día me cuesta respirar cuando me doy cuenta que nunca más podré volver a verlo, daría todo, hasta mi propia vida si pudiera volver el tiempo atrás.
—Ya, tranquilo, mi amor, no estás solo, yo nunca voy a dejarte.
Mikasa dejó escapar varias lágrimas también. Tristemente, tal como le había vaticinado Erwin, nunca sabrían lo que había sucedido ese terrible día, pero algo era seguro, el precio de saber la verdad podía costarle perder a su hermano y no estaba dispuesta a correr el riesgo.
Simplemente debería unirse a esa terrible actuación familiar y hacer de cuenta que todo estaba bien, que algunas imprecisiones no eran determinantes de nada, que a veces… era mejor que la justicia no existiera. Con seguridad podría lidiar con algunas pesadillas, pero de ninguna manera podría sobrellevar la muerte de su hermano.
Se acercó a la pareja, tomó la cabeza de Eren entre sus manos y besó su frente.
—Eren, te creo, perdóname.
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By Luna de Acero.-
