Acciones Necesarias

Némesis - Año 600 del inicio de Tokio de Cristal

El planeta Némesis, la base y corazón de todo el clan Black Moon y lugar en donde estos desarrollaron la tecnología de Dark Crystal bajo el mando del Gran Sabio, era un sitio de oscuridad rodeado por un campo de energía que lo hacía indetectable para los radares terrestres y estaba lleno de construcciones metálicas en su rocoso paisaje. Su órbita era determinada por Wiseman porque había logrado fusionar su voluntad con el planeta mismo, eso dificultaba aún más el hecho de que las fuerzas terrestres pudieran encontrarlo.

El cuartel del clan maligno era un enorme castillo con tres torres en donde tenían el artefacto que posibilitó la invasión a la Tierra, un enorme teletransportador además de un equipo de desplazamiento temporal de reserva por si las bases terrestres sucumbían y debían enviar tropas a través del tiempo.

En una enorme sala llena de monitores y computadoras, varios T-800 trabajaban en las mismas mientras un hombre de cabello plateado y elegante traje blanco caminaba acompañado de un sujeto de aspecto tétrico cubierto por una túnica morada y capucha del mismo color que no permitía poder contemplar su rostro.

El ánimo de ambos no era el mejor, temían una calamidad... presentían la llegada de olas a través de la dimensión del tiempo o sea la gestación de un nuevo futuro distinto al que Black Moon deseaba. Wiseman imaginaba los bosques creciendo y renaciendo entre el frío acero de sus tropas, al aire llenándose de sol y polen sustituyendo todo el humo industrial por cosas vivas y apretaba los puños mientras bufaba de fastidio...

- Esto no está nada bien, si esa maldita Senshi tiene éxito todo estará perdido - se quejó el Gran Sabio

- Tiene razón, no logramos destruir la base de Kanto a tiempo para detener a la mujer, ahora es imperativo no cometer errores, todo lo logrado está en peligro... - concordó el de pelo color plata

- Muy bien... ¡Escuchen todos, preparen los Terminators! - dijo el encapuchado alzando la voz ante lo cual, los endoesqueletos asintieron con la cabeza

En una sala aparte, en la cual había numerosos torsos de T-800 sostenidos por una especie de brazos robóticos, algunos de estos estaban trasportando tres de ellos a otro sector en donde les ensamblaron los cráneos, los brazos y el resto de las partes restantes del cuerpo. Una vez que los endoesqueletos estuvieron completos, fueron trasportados a otra sala en donde los introdujeron a tres de numerosas aberturas en el suelo y acto seguido, las compuertas de cada una se cerraron y tres pares de algo parecido a mangueras de metal se incrustaron en dos entradas a los costados de aquellas.

- Activando Terminators T-800 - dijo fríamente uno de los cyborgs que trabajaban en el salón en donde estaba Wiseman

- Excelente, carguen la programación, objetivo uno: buscar y exterminar a la humana conocida como Sailor Saturn, objetivo dos: buscar a Motoko Kusanagi y forzar su integración con Dark Crystal... destruir su cuerpo en caso de ser necesario y por las dudas, objetivo tres: asegurar la supervivencia de Yoshinori Arai... aunque sé que la Senshi tiene un protocolo y no intentará asesinarlo porque no puede matar humanos - respondió el Gran Sabio

El exterminador obedeció y en la pantalla del monitor podía leerse "PROGRAMACION CARGADA" unos minutos más tarde, el cyborg procedió a la siguiente parte del trabajo y otro mensaje apareció "GENERANDO TEJIDO HUMANO".

Después de un rato, las compuertas se abrieron y de las aberturas, tres figuras humanas emergieron. Dos de ellas masculinas, una de complexión robusta, cabello castaño oscuro y ojos de igual color y la otra menos musculosa, pelo negro y ojos celestes, la tercera era femenina de cuerpo esbelto, cabello negro largo y pupilas púrpuras.

Sin perder tiempo, los tres se dirigieron a la sala en donde se encontraba el equipo de desplazamiento temporal al mismo tiempo que este era preparado y Wiseman y compañía observaban atentamente las pantallas.

- Excelente, rápido, ahora... calcula el momento y lugar exacto para enviar a los terminators - ordeno el encapuchado al cyborg que trababa en la computadora

- Tarea en proceso, señor - respondió él

Una vez que los T-800 llegaron a la máquina del tiempo se colocaron dentro de la plataforma y cuando las coordenadas estuvieron listas, aquella se puso en funcionamiento y una bola de energía luminosa rodeó a los exterminadores mientras brillaba.

De esa forma el salto temporal se iniciaba y unos instantes después, los tres terminators desaparecieron junto con la bola de energía.

El Gran Sabio tenía arrinconada a la Neo Reina Serenity y ahora veía peligrar todo lo que había logrado, el desplazador temporal era la última opción de Black Moon para asegurarse la supervivencia y victoria... su única opción.

Ciudad de Niihama - Tiempo presente

Promediaba la tarde y a uno de los bares que eran bastante concurridos durante el día, iban llegando numerosos hombres en motocicleta, todos de apariencia ruda, vestidos con ropa de cuero negro o combinado con jean. Solían ir por la noche pero esa vez fueron más temprano, a pesar de ir armados y de lo que cualquier visitante podría suponer al verlos, no solían causar problemas ni disturbios al menos no en el bar, a menos que se los provocara. No necesariamente andaban siempre todos juntos, muchos ni se conocían entre sí y solo coincidían en dicho lugar.

En ese momento, mientras algunos entraban a beber algo otros se quedaban en el patio del estacionamiento a conversar, intentar la conquista de alguna chica o a pasar un buen rato antes de entrar al lugar quienes sí tenían pareja.

De repente comenzó a levantarse viento e hicieron acto de presencia algunos rayos que fueron cada vez más numerosos y se concentraron en determinados sectores del sitio, acto seguido, todos se sorprendieron al ver tres bolas de energía luminosa y casi como un acto reflejo sacaron las armas.

Aquellas desaparecieron dando lugar a tres figuras humanas totalmente desnudas, dos hombres y una mujer. Ellos estaban agachados, se pusieron de pie y miraron a sus impactados espectadores con una expresión de total frialdad, sin el más mínimo rastro de emoción.

Los motociclistas se acercaron lentamente mientras los desconocidos paseaban la vista como si buscaran a alguien entre ellos, hasta que la muchacha y uno de sus acompañantes divisaron a una pareja y el otro a uno de los hombres y sin perder tiempo se acercaron a ellos.

- Sácate la ropa - ordenó la chica sin ropas de cabello largo color negro y ojos púrpuras a una joven de lentes oscuros, vestida de pantalones y campera de cuero negro y que acompañaba a un muchacho de cuerpo musculoso que lucía parecido pero que llevaba jeans azules en la parte inferior y un paliacate negro en la cabeza

- Necesitamos sus armas también - agregó el de cabello castaño oscuro al lado de ella

- ¿Ah sí? ¿No quieren nuestro dinero además? - respondió riendo el de paliacate negro

A su vez, el hombre de cabello negro y ojos azules le exigía lo mismo a otro joven vestido del mismo estilo que la pareja, pero él no respondió palabra limitándose a hacer solo un gesto de burla con una mano. Pronto todos se echaron a reír pero las risas desaparecieron cuando los tres sujetos sin ropa atacaron con certeros puñetazos a las caras de sus víctimas, logrando tirarlas al suelo.

El resto reaccionó y apuntó sus armas pero desistieron de disparar cuando los atacantes agarraron por el cuello a la pareja y el muchacho y se escudaron detrás de ellos, acto seguido se apoderaron de las armas que llevaban aquellos y comenzaron a disparar contra los demás motociclistas.

Algunos habían salido del bar al escuchar el bullicio y se cubrían para no ser alcanzados también, los que respondían el fuego se asombraban al ver que los extraños ni siquiera hacían una mueca de dolor al recibir las balas y quienes se quedaron adentro prefirieron no salir.

Los tres desconocidos desnudos continuaron disparando hasta que no quedó ninguno vivo y a continuación se adueñaron de las ropas y armas de los motociclistas elegidos.

Mientras que en el bar, quienes salieron habían entrado nuevamente y lo primero que hicieron algunos fue dirigirse a quien atendía la barra y que era amiga de ellos, una hermosa joven de cabello blanco y ojos celestes.

- Oye, tenías que ver a esos tipos de afuera... esos tres solos acabaron con todos - dijo un hombre de barba

- Es cierto Mirajane, les disparamos pero no les pasó nada, es como si no fueran humanos... - agregó otro al lado de él

- Acabo de llamar a la policía, es todo lo que puedo hacer ¿pero tanto así? - respondió la joven saliendo de la barra sin terminar de dar crédito a lo que acababa de escuchar

- Si no nos crees asómate y compruébalo por ti misma - respondió un tercer hombre

La chica obedeció y grande fue su asombro al ver el montón de cuerpos tirados, destacando los de dos hombres y una mujer que estaban ahora sin ropa, inmediatamente ella buscó con la mirada a quienes habían hecho eso pero solo vio al trío atacante subirse a un coche después de que uno de ellos rompiera de un puñetazo el vidrio de una de las ventanas.

- ¡No! ¡Se llevan mi auto! - exclamó la de cabello blanco mientras corría viendo cómo los desconocidos se iban rápidamente en el vehículo.

Dentro del mismo, quien conducía era la muchacha de cabello ébano mientras hablaba con sus compañeros, tenían una extraña forma de hacerlo porque ni siquiera habían abierto la boca... como si se comunicaran telepáticamente.

- Quedaron blancos armados en el sitio de arribo, quizá debimos eliminarlos también - dijo el de paliacate negro dirigiéndose a la conductora del coche

- Negativo, imperativo conservar munición, la eliminación del 100% de los blancos es de carácter innecesario - respondió ella

- Acción necesaria actual: Proceder a cumplir el primer parámetro de la misión - agregó el de ojos celestes desde el asiento de atrás

De hecho no necesitaban hablar para comunicarse entre ellos, bastaba con que lo hicieran a través de sus transmisores internos incorporados. Tal como dieron a entender recién, daban igual las armas al igual que la ropa... solo importaba evitar que el cumplimiento de la misión fuera interrumpida.

Uno de los principales casinos de la ciudad, un edificio de tres plantas con todo tipo de juegos de azar, máquinas tragamonedas, ruletas y demás los cuales abundaban en cada piso, tuvo su tranquilidad interrumpida por un hombre con un cinturón repleto de explosivos bajo su gabán, en la mano derecha tenía un control remoto que llevaba en alza para que todos lo vieran. Él se encontraba en la terraza en donde había más máquinas y por ende, el sector estaba lleno de gente atemorizada ante el desconocido, porque estaba gritando y amenazando con detonar los explosivos.

- No estoy bromeando así que, ¡Escuchen bien! - Gritaba el señor que llevaba la bomba - No tengo nada que perder, estos explosivos son reales así que estoy seguro que me harán caso - continuaba vociferando para instar a las personas a meter sus cosas de valor a un bolsón enorme

En ese momento, el camión perteneciente a la Sección 9 llegaba al lugar y los hombres descendían rápidamente del vehículo con la Mayor Motoko Kusanagi y Batou a la cabeza, entes de entrar ella se dispuso a aconsejar a la Unidad.

- Muy bien escuchen todos, por la información que nos dio el jefe Aramaki, el tipo tiene un cinturón de explosivos pegado al cuerpo y por ende, no podemos hacer mucho barullo o se percatará de nuestra presencia - afirmó la Mayor en voz alta - Necesito que subamos con discreción y antes de llegar a la terraza, todos activemos los camuflajes ópticos ¿Batou? - invitó ella a que el canoso hablara también

- Gracias Mayor... bien, aunque confío en que no hará falta si hacemos esto bien, se dividirán en grupos para cubrir todas las vías de escape por si a ese loco se le ocurre querer huir una vez que lleguemos allí - explicó el hombre de ojos cibernéticos el plan de acción

Dicho todo esto, el grupo entró al edificio y para no llamar la atención subieron por las escaleras evitando así usar el ascensor.

En la terraza del casino, quien portaba los explosivos continuaba gritando amenazas a las personas para que siguieran despojándose de sus objetos de valor.

- Si no me obedecen, apretaré el botón del detonador y todos haremos pum - advertía el de las bombas, totalmente decidido - ¡Como les dije antes, no tengo nada que perder! ¡Me han despedido de mi trabajo sin razón alguna! Como veo que nadie quiere oír nada acerca de mis problemas, he decidido que todos pongan su dinero en la bolsa en menos de cinco segundos o les juro que volaremos todos y repito, no estoy bromeando - agregaba alzando más la voz

El hombre empezó a mirar para todos lados porque creyó sentir el sonido de unas pisadas acercándose, aparte de las de las personas, lo que provocó que se alertara. A eso se agregó que un sujeto de edad madura, se quedara parado frente la bolsa pero no colocaba nada en ella.

- ¿Qué esperas viejo? ¡Coloca todo lo que tengas de valioso ahora! - ordenó irritado quien se confesó desempleado

- Ni lo sueñes maldito enfermo, todo lo que tengo me contó años de trabajo y no pienso entregar nada ¿Oíste? ¡Nada! - respondió desafiante el cliente del casino, mientras se acercaba lentamente al portador de la bomba lo que provocó la intranquilidad de las demás personas

- ¡Quédate quieto ahí! ¡No te acerques o lo hago! - amenazó él desconcertado

- ¿Hacer qué? Estoy seguro que esos supuestos explosivos son de utilería, no va a pasar nada ¿Crees que nací ayer? - aseguró el hombre desobedeciendo la orden

- ¡Muy bien! ¡Lo has conseguido, en cinco segundos va a haber una explosión! - gritó el de gabán

Pero antes de que pudiera apretar el detonador, una bala le atravesó la mano que lo sostenía obligando así a soltarlo.

Mientras gritaba de dolor, ante él apareció Motoko que acababa de desactivar el camuflaje óptico. De un certero golpe en la cara logró hacerlo caer al suelo y enseguida se percató del ruido proveniente del cinturón que empezaba a sonar, esto hizo asombrar a la Mayor porque el certero disparo de Saito había conseguido evitar que el sujeto accionara el detonador.

- ¿No... has visto... que el detona... dor, cayó de... cabeza? Se... detonó igual y en... cuatro segundos... adiós - informó trabajosamente el de gabán

- ¡Carajo! - exclamó Kusanagi a modo de queja

La detonación del artefacto la había dejado sin opciones porque no tenía tiempo y debía hacer algo rápido, entonces sin perder tiempo tomó de la solapa del abrigo al hombre y lo acercó arrastras al borde de la terraza mientras este vociferaba la cuenta atrás y lo que quedaba de su mano herida sangraba abundantemente. Cuando él anunció que solo faltaban dos segundos para que todo explotara, ella lo alzó con un solo brazo y lo arrojó con todas sus fuerzas hacia el cielo fuera del edificio.

El cuerpo del hombre gritando voló algunos metros antes de que la bomba estallara, la explosión iluminó el cielo pero ninguna persona resultó dañada. Quien había enfrentado al de los explosivos no salía de su asombro.

- Cielos, entonces sí eran de verdad... - comentó el cliente en voz baja

- ¿Estás bien, Motoko? - preguntó Batou llegando al lado de la Mayor, quien aún contemplaba el cielo

- No pudimos atraparlo vivo pero logramos evitar una tragedia mayor, se podría decir que la misión tuvo éxito - respondió ella con una pequeña sonrisa

La Sección 9, la organización especializada en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia y en el rescate de víctimas, había tenido éxito en parte ya que las instrucciones del jefe priorizaban salvar la vida de las personas y atrapar con vida a quien las amenazaba con las bombas, para que la policía pudiera interrogarlo.

La mujer cyborg estaba tranquila a pesar de tener que sacrificar la vida del bombardero ya que la Unidad bajo su mando no cometió ningún error y aparte, al ser independientes a las acciones de las autoridades públicas, tenían permitido actuar sin tener que pedir permiso por sus acciones.

- Escuchen todos, revisen a la gente para asegurarnos de que no haya ningún herido - ordenó Batou a los hombres que también habían desactivado el camuflaje óptico

- Eso sí que es mala suerte, que el maldito detonador cayera cabeza abajo y se accionara igual, pero al menos mi parte la he hecho bien - afirmó un hombre de cabello negro acercándose a él con un rifle francotirador en las manos

- Es verdad Saito, nadie tiene la culpa de eso... hubiera sido peor no lograr impedir una masacre - contestó el tercero al mando de la Sección 9

- Tienes razón, terminen de revisar todo aquí, yo voy al camión a contactar con el jefe Aramaki e informarle la situación - decidió la de cabello corto mientras se dirigía al ascensor

Y así la Mayor bajó hasta la planta baja y fue a la salida, mientras llegaba a la calle ella pudo observar que comenzaba a llover y que la gente que transitaba por allí empezaba a buscar refugio, sentía las gotas de agua caer sobre su cabellera y hombros. Pero eso a Motoko no le molestaba y caminaba tranquila bajo la lluvia en dirección al vehículo en el que habían llegado, la sensación de estar mojándose le parecía muy lejana, tan lejana como el accidente que sufrió de niña y como muchas cosas, excepto algo: la llamada del deber.

- ¡Al fin te encuentro, Motoko Kusanagi! - dijo hostilmente una voz femenina dirigida a ella

La mujer cyborg se sorprendió y miró en la dirección de donde había provenido la voz, vio a una silueta femenina con un largo báculo en forma de hoz en una mano en lo alto de una casa. Acto seguido contempló como quien le había hablado saltaba del techo hacia la acera, a solo unos cuantos pasos de ella.

- ¿Quién eres tú? - preguntó la Mayor a la muchacha

- Soy una emisaria del abismo de la muerte y la protegida por Saturno, el planeta de la ruina... ¡Soy la guardiana del silencio, Sailor Saturn! - exclamó la chica presentándose al mismo tiempo que apuntaba su Hoz hacia Motoko

- Creo que te equivocaste, la exposición de cosplays no es aquí... - respondió la de ojos rojizos disponiéndose a seguir su camino

El camino de la segunda al mando de la Sección 9 se vio cortado por una tajada del báculo de la Sailor de la Destrucción, sobre el pavimento delante de ella. La brecha dejada por las hojas de la Hoz hizo ver a Motoko que el arma era real y que la mujer creía de verdad lo que hablaba.

- Estoy hablando en serio maldito monstruo, he venido a destruirte - afirmó Saturn ya en posición de guardia y sosteniendo su arma con ambas manos

- Muy bien... no sé cómo es que me conoces, yo jamás te había visto así que no se me ocurre qué es lo que puedas llegar a tener en mi contra - dijo la de cabello corto extendiendo los brazos - Te aconsejo que te tranquilices y bajes esa arma, por el análisis que acabo de hacer de ti, eres humana... no quiero lastimarte - agregó a continuación

- No seas arrogante, estoy acostumbrada a destruir malditos robots como tú - contestó de forma hostil la Senshi

Sin decir más palabra, Hotaru atacó con una segunda tajada buscando cortar la garganta de Motoko pero los reflejos de ésta fueron rápidos al agacharse de prisa. Entonces Kusanagi lanzó una patada a manera de zancadilla para tirar al suelo a Saturn, pero ella también fue rápida y saltó hacia atrás logrando así evitar ser impactada.

Sin perder tiempo, la de cabello negro corto pegó otro salto con la intención de conectar una patada voladora en el rostro de su contrincante, sin embargo no consiguió su cometido ya que la Mayor se cubrió con ambos brazos y contra estos golpeó la suela de la bota de la atacante.

Pero no conforme con eso, la de pupilas violetas siguió atacando con estocadas de su Hoz que fueron esquivadas por la mujer cyborg por escasos milímetros, a excepción de la última que consiguió rasgarle una pequeña parte del uniforme en la zona de la cadera.

- Así que vas en serio, bien... te venceré y te arrestaré, me dirás quién eres y qué es lo que quieres conmigo - dijo Motoko sobándose dicha parte del cuerpo

Dicho esto, la Mayor se abalanzó sobre la Sailor con rapidísimos golpes de puño que ella paró y desvió con el báculo, pero eso no la desanimó ya que siguió atacando con una patada dirigida a la cadera de la chica. El golpe no pudo ser conectado debido a que fue desviado con un veloz movimiento de la Hoz.

Un rodillazo de Hotaru directo al estomago de Kusanagi fue lo que siguió a continuación, el cual pudo impactar aunque no de lleno, porque ella alcanzó a saltar hacia atrás.

- Peleas bien, insisto en saber qué tienes contra mi - solicitó la mujer cyborg permaneciendo en posición de guardia

- ¡Todo es tu culpa maldita! Pero no permitiré que el Fantasma de la Muerte te use, definitivamente no... - respondió Saturn desafiante

- ¿¡De que hablas!? No comprendo pero bueno, supongo que tendré que sacártelo por las malas - dedujo la Mayor

Entonces, la integrante de la Sección 9 saltó hacia la Sailor de la Destrucción con una patada voladora, pero ella comenzó a hacer girar su Hoz rápidamente... sabía bien que debía hacer.

- ¡PARED DEL SILENCIO! - gritó la de cabello ébano corto

Entonces, una barrera protectora hecha de energía apareció y cubrió el cuerpo de la Senshi, el ataque de Motoko chocó contra la misma y no llegó a destino.

- ¡Es inútil! Ahora ninguno de tus golpes logrará alcanzarme, espero que con esto te des cuenta que no estoy bromeando - argumentó la chica al mismo tiempo que mantenía extendido el báculo, con la intención de que el campo no desaparezca

- ¿Qué clase de habilidad es esa? - preguntó sorprendida la de ojos rojizos

Desde luego que Motoko no conocía nada de las sagradas Senshis ni de magia o poderes, tampoco sabía de la existencia de la guardiana del Silencio ni de la naturaleza de su misión o del peligro que conllevaba que ella usara su máximo poder, por ende lo que estaba ante sus ojos era algo inconcebible para ella. Analizaba con su vista electrónica el campo de energía pero sus sensores le confirmaban lo que ya veía, la barrera era impenetrable y no podía determinar la manera en que se originaba y tampoco un modo de deshacerla.

Hotaru decidió dejar de extender la Hoz, haciendo desaparecer el campo y justo a continuación de hacerlo, del interior de casino salieron Batou en compañía de Saito y algunos hombres ya que desde arriba alcanzaron a ver la pelea de su superior.

- ¡Motoko! - exclamó el canoso preocupado

- ¿Qué vas a hacer, monstruo? ¿Mandarás a tus amigos a dispararme todos al mismo tiempo? ¿Serás tan cobarde como para hacer eso? - preguntó la de ojos violeta sin dejar de mirar a Kusanagi

- ¿Quién será esa chica vestida con ese uniforme tan llamativo y típico de una feria otaku? Que hermosas piernas que tiene - preguntó Saito en voz baja a Batou a su lado

- No tengo ni idea y guarda esos comentarios, está atacando a la Mayor así que tenemos que hacer algo - respondió el tercero al mando de la Sección

- ¡Quédense donde están! No intervengan, yo sola la derrotaré - exclamó la de cabello corto violeta oscuro sin desviar la mirada de su contrincante -Saito, mientras estemos ocupadas luchando busca una buena posición y hiérela pero sin matarla, es imprescindible que ella no se percate de que vas a disparar - dijo a continuación comunicándose telepáticamente con el hombre por medio de los transmisores internos en sus cerebros, sin necesidad de mover los labios

- Entendido, Mayor - contestó el francotirador del mismo modo

- Muy bien, al menos no eres una cobarde... - reconoció Hotaru el gesto de la mujer sin haber notado la comunicación de recién - Has visto mi defensa perfecta, pero ahora... ahora verás mi poder, haré chatarra de ti - continuó retando

Justo cuando Saturn iba a agitar su báculo hacia adelante para realizar otra de sus técnicas, un grito de Batou la sobresaltó e interrumpió su acción.

- ¡Cuidado atrás, Motoko!

Todo pasó demasiado rápido como para que los agentes pudieran hacer algo, la Mayor se dio media vuelta para ver a un coche que se acercaba a toda velocidad directo hacia donde estaban y entonces dio un salto hacia su izquierda para evitar ser atropellada al mismo tiempo que sacaba un revólver de su guantera.

- No... no... Maldición - se quejó la de cabello ébano viendo cómo el auto ya casi estaba sobre ella

El vehículo no la arrolló pero cuando pasó a su lado, por la ventana trasera se asomó un sujeto de cabello negro y ojos celestes, el cual apuntó y disparó una mini ametralladora uzi contra la Senshi de la Destrucción, logrando herirla y derribarla mientras gritaba de dolor y dejaba caer la Hoz.

Motoko disparó su arma desde donde estaba hacia el coche que escapaba y la ventana trasera del mismo explotó en una lluvia de vidrios rotos. Con su vista electrónica escaneó a los tres ocupantes del vehículo para determinar su identificación, al hacerlo la imagen del rostro del que se sentaba en el asiento trasero quedó en su retina y sin perder tiempo incrementó el zoom de la misma. Unos segundos más tarde, un mensaje apareció en su campo visual "SUJETO DENTRO DEL ALCANCE DEL SENSOR. MEJORANDO IMAGEN".

A continuación, pudo distinguir claramente el ojo robótico expuesto en el desconocido ya que el disparo que efectuó dio en esa zona. Entonces otro mensaje confirmó lo que era evidente "EXPLORACIÓN METABÓLICA INDICA QUE EL SUJETO NO ES HUMANO. EL SUJETO ES DE ORIGEN CIBERNÉTICO"

Batou, Saito y los demás se dirigieron rápidamente hacia la Mayor para asegurarse de que estuviera bien, todavía estaban sorprendidos por lo que acaba de pasar. Primero una desconocida en traje de marinero atacaba a su superior y luego otro en un auto que hería a aquella con clara intención de matarla.

- Motoko, ¿Quiénes eran esos tipos? - pregunto el canoso

- No lo sé, pero hay que darse prisa, tenemos que ayudar a esta chica - respondió Kusanagi mientras trotaba en dirección a la Senshi tirada en el suelo, de cuyo estomago salía abundante sangre

- No... ra...ramera... te mataré... - balbuceaba trabajosamente la de cabello ébano corto al mismo tiempo que intentaba alcanzar su báculo tirado al lado de ella, con una mano

La mujer cyborg se agachó al lado de ella y la enderezó ligeramente con ambos brazos.

- Señorita, está muy mal herida... no se mueva - recomendó la de ojos rojizos, pero la Sailor se resistía a que la ayudara

- ¡No me toques!... ¡Fuiste... tú! ¡Todo el mundo morirá! ¡Todo! ¡Y será por culpa tuya! - gritó Hotaru como podía, llena de rabia

- ¿De qué está hablando esta mujer? - indagó Saito impresionado de que la muchacha pareciera saber sobre Motoko

La tercera al mando de la Sección 9 no estaba comprendiendo la razón de la acusación de Saturn, puesto que no sabía nada todavía sobre Dark Cristal, del clan Black Moon ni de las terribles cosas que pasarían.

¿Qué tal senshis y soldados? Traigo un nuevo capítulo de este crossover que espero que les esté gustando, ¿Vieron quién hizo un cameo o sea una breve aparición, no? Sí, mi querida Mirajane (Mensaje subliminal: Deben ver Fairy Tail XD).

¿Qué creen que hubiera pasado de no llegar el trío de terminators a vaciarle el cargador a la pobre Hotaru? Interesante saber quién habría ganado ¿Morirá ella? La respuesta a eso vendrá en el próximo capítulo, como así también la sexy Motoko se pondrá al tanto sobre Black Moon, Dark Crystal y los terminators.

Se preguntarán porque Saturn simplemente no fue a asesinar al fantasma de la muerte en vez de perseguir a Motoko, la respuesta a eso también vendrá en la próxima actualización aunque seguro ya se lo sabrán si conocen bien la serie y el manga de Sailor Moon, además el Gran Sabio lo mencionó en el presente chap.

Me despido de esta forma hasta la próxima, nos vemos pronto amigas/os.