Capitulo 2: Mil maneras
Ezreal no había sido nunca paciente, pero si inmensamente listo. Esa era la única entrada antigua que había hacía el Vacio. Pero se estaban abriendo nuevas continuamente por Valoran.
Como detectarlas era el problema.
Desde su piso de Piltover miraba la innovante ciudad, devanandose los sesos en busca de una solución. No acostumbraba a estar en casa, pero siempre le genereba un ligero setnimiento de fortaleza el estar en un sitio seguro y que no cambiaba tras cada expedición lo que si sucedía con frecuencia en distintas partes de la ciudad.
El simplemente no podía ir corriendo por ahi esperando tener suerte y encontrarse de sopetón un portal a su destino. Solo unas pocas personas podían hacerlo.
Seres sería una descripción mas adecuada.
Pero ninguno de ellos lo haría. Ezreal no era tonto no. Bien sabía el precio que pagaron por salir del Vacio. No querían ni volver alli ni acercarse a nada que viniera de allí con malas intenciones. Rek'sai se lo había dejado claro en la Grieta... muchas veces.
Solo quedaba una persona. Su actual peor enemiga en el mundo en ese momento. Kai'sa.
La única con potestad y poder suficiente como para entrar y salir del Vacio sin temor de las leyes antiguas. Ni siquiera Kassadin tenía su talento.
Ahora eso le dejaba en una dificil situación.
Podía seguirla y noquearla la proxima vez que detectara un portal y...si eso era rematadamente estupido, ella era una cazadora, una depredadora, una superviviente. Le vería venir a 2 kilometros, solo dios sabe cuando estuvo esperando su curso de acción en las ruinas de Nymeria en el otro portal.
Podía intentar llegar a un acuerdo con ella, sobornarla o algo...se pasó la mano por la cabez, exasperado ante la imposibilidad de esto con personas con unos valores morales tan ferreos.
Solo le quedaba una opción.
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Kai'sa no supo si estaba sorprendida o furiosa cuando vio de nuevo al mocoso acercarse a ella en la taberna de Gragas. Ella no solía venir, solo unos dias contados que se permitía una paz de toda la matanza que era su vida.
-Te doy credito, niño. Eres mas necio de lo que pensaba. -saludó ella de forma amenazante refiriendose a su anterior conversación.
El chico ni siquiera se inmuto ni perdió su semblante tranquilo ante la amenaza. Simplemente tomó asiento en frente de ella al tiempo que le pedía una cerveza a Gragas con toda la calma del mundo.
Se giró hacia ella con una sonrisa.
-Nadie arma alboroto en el bar de Gragas. Es el lugar sagrado, creo que incluso mas que la La Liga. - bromeó el rubio con ligereza mientras le lanzaban su jarra y caia de manera magistral sin derramarse delante suyo. -¡Muy buena esa, viejo! -mencinó alegremente al barman, que le respondió con su clasica carcajada y su pulgar hacia arriba.
Kai'sa solo pudo arquear una ceja de incredulidad y, por dentro, algo divertida por el poco miedo que el muchacho parecía tenerle. Casi parecía... normal.
Normal... algo que la Chica que Regresó nunca jamás había experimentado.
El otro se giró e hizo una sonrisa de disculpa, que enrojeció a la cazadora que de repente se puso nerviosa sin saber por que. El casco, por primera vez en años, comenzaba a sobrarle por alguna extraña brujeria.
Con un terrible sentimiento de incomodidad se puso de pie con toda la intención de marcharse. Pero con una inusitada fuerza Ezreal le agarró su brazo demoniaco y sucedió lo impensable.
Lo notó. La mano del explorador atonita y el se quedó sorprendido ante el suave tacto que noto bajo que esperaba una muñeca firme y tosca. Se detuvo un segundo y luego miro a la Cazadora de manera suplicante para que le escuchara.
Con sus nervios y desconcierto a flor de piel se sentó mientras le observaba detenidamente.
-¿Como lo has hecho? -le preguntó repentinamente ansiosa, mientras su brazo volvía a la normalidad y se aseguraba que nadie la había visto con esa debilidad. Costumbre de guerrero. Te hacía sobrevivivr. -Ni siquiera la más afilada garra...ni el proyectil mas veloz...¿como...tuu...?
El rubio, tan anonadado como ella por lo que acababa de pasar, simplemente se encogio de hombros ante otra pregunta sin respuesta en el enigma que era la Cazadora.
Sacudiendo la cabeza un par de veces, pareció dominarse y controlarse una vez más. Así lo interpretó Ezreal en su tono, cuando hablo unos segundos despues.
-¿Como puedo hacer que me dejes en paz, chico?
-No es tan sencillo. - respondió con una sonrisa amarga. Su anterior encuentro ya no parecía tan malo por alguna razón. -He pensado mucho en como llevar a cabo mi proposito.
-Chico... - empezó Kai'sa, pero el otro alzó una mano deteniendola.
-Y la única conclusión viable a la que he llegado es serte sincero.
La chica abrió sus ojos ante eso, aunque el otro no lo noto perdido en sus pensamientos, en una momentanea pausa para ordenar sus palabras.
-Puedo seguirte y me patearas el trasero – continuó condiendole un asentimiento a la Cazadora que le respondió con firmeza – o puedo intentar sobornarte y me patearas el trasero doblemente y no quiero ofenderte.
Kai'sa estaba curiosa. Este humano era raro en todo sentido. Por primera vez, pudo ver que tal vez no era todo lo que parecía. Se mantuvo en silencio esperando.
El rubio la miró directo al casco en donde deberían estar los ojos. El fuego de su mirada intrepida impresiono a Kai'sa. Era la de un superviviviente. Habñia visto esa mirada muchas veces frente a los espejos de la Liga. Era identica a la suya.
-No quiero ser comida de las bestias que habitan allí, pero debo ir. Necesito ir. Necesito verlo y comprobar que mis padres no esten alli. Así estén muertos. Pero lo necesito. Se lo debo. Y me lo debo. Por que si no vivire con remordimientos, ahogado en mi propio fracaso. Por favor, Kai'sa. Eres mi último recurso.
No fue la manera en que lo dijo, fue su mirada furiosa y avergonzada. Sincera. No paró de mirarla en ningún momento, de desafiarla, de decirle que no le importaba morir si su vida no tenía setnido.
¿Acaso no era lo que ella intentaba todos los días de su vida?¿No luchaba tambien por ese sueño sin sentido que era intentar derrotar al Vacio?
Podía entenderlo. Podía entender la desesperación que emanaba de cada uno de los poros del joven. Una ultima ventana, una salida, otra opción a lo que todo le decia y les decían... Podía verse reflejada en sus sentimiento de abandono y lucha.
Ahora bien ella no era de tener compañeros, si bien podía tolerar la presencia de Vayne y Nidalee. O cazas lo que te hace daño o acaba por destruirte. Un concepto que las unía en cierto modo.
No sabía que hacer. Y el rubio seguía expectante.
-Si aceptara... - vio la sonrisa del joven y de inmediato se arrepintió de lo que iba a decir. El otro debió darse cuenta pues cambió rapidamente su tez a una mas seria, lo cual reafirmo a la Cazadora un poco más en su decisión. - Deberás aceptar toda regla que imponga, toda orden que de sobre ti y toda condición que imponga en nuestro viaje. ¿Ha quedado lo suficientemente claro? -Finalizó en un tono de dureza que ni ella mismo se crreyó.
Ezreal sonrió con una sonrisa traviesa y jugetona que hizo enrojecerla una vez más e incluso la tentó a apartar la mirada, mientras el pronunciaba su sentencia.
-Como ordene, mi Señora. ¿Cuando partimos?
