- Viernes – susurró Tony casi escondido en su oficina, donde estaba rodeado de todos los trajes – nunca pensé que esto podría ser posible, pero desde que ya no estás nada es lo mismo – se frotó la cara – sé que suena ridículo que extrañe a lo que básicamente era mi inteligencia artificial, pero al parecer eras más que eso, me acompañaste durante todos estos años y al final te fuiste al igual que todo lo que valoraba

Noah iba recién bajando al taller a verlo, esperaba poder encontrarlo y poder saber en qué era eso tan importante en lo que estaba trabajando y que él no había querido decirle en todos esos días que habían pasado juntos, cuando estaba llegando sintió el sollozo de Tony y se preocupó, recorrió el resto del caminó lo más rápido que pudo y lo encontró en el piso, solo y sollozando, prácticamente corrió hasta él, se sentó delante de él, lo besó delicadamente y lo abrazó con fuerza, a lo que él respondió con un muy fuerte abrazo, quizás demasiado fuerte.

- Lo siento, te hice daño – soltó un poco el agarre

- No te preocupes, no podrías hacerme daño

Ella se acomodó sobre el regazo de él y él escondió su rostro en el cuello de ella

- Viernes – dijo Tony una última vez esperando encontrar una respuesta, a la chica se le erizó levemente el cabello – viernes era mi IA, me ayudaba en todo, siempre estaba cuando y donde la necesitaba, pero hace un tiempo ella desapareció, no sé porque, sólo sé que ya no está, sé que pueda sonar idiota que llore por una IA, pero es importante para mi

- Yo también perdí a alguien – susurró intentando de calmarlo

- No es lo mismo, viernes no es un alguien

- Para ti si lo es, para ti siempre fue como una persona, como dijiste siempre estaba para ti cuando la necesitabas y después de tanto tiempo es entendible que le tomaras cariño – Tony quitó el rostro escondido en el cuello de ella y la miró un tanto confundido

- ¿Cómo puedes saber ese tipo de cosas?

- Solo sacaba conclusiones acerca de lo que me habías dicho, para ti desde siempre fue más que una IA, se puede ver por la forma en la que hablas de ella

Se miraron directamente a los ojos por unos momentos, luego se besaron de forma tierna y permanecieron el resto del tiempo abrazados sin hacer ni decir nada, solo con la compañía del otro

Ya habían pasado varias semanas, era al menos más de un mes desde que se conocieron y casual o no causalmente comenzaron a vivir juntos, en la torre Stark habían bastantes habitaciones que en tiempos anteriores habían sido ocupadas por los Vengadores, por lo que no era realmente un problema que ella se quedara con él, además que le hacía compañía a Tony que desde varios años que no pasaba más de un día compartiendo con una persona y eso ya lo estaba empezando a alterar un poco.

- Buenos días – dijo Tony aún en pijama mientras entraba a la cocina donde ella se encontraba preparando el desayuno, lo que ya se había vuelto una costumbre entre ellos

- Buenos días – le respondió sin detenerse en lo que estaba - ¿te quedaste hasta muy tarde anoche? – lo miró con una leve expresión de reproche, pero con una sonrisa

- Si, es que me quedé trabajando, estos últimos días he tenido algunas ideas

- Me alegro qué finalmente puedas volver a trabajar, pero recuerda que le higiene del sueño es importante

- Sueles hablar de esa forma tan técnica – una sonrisa se extendió en el rostro de ambos, él se acercó y la besó débilmente mientras ampliaba esa sonrisa

- Pues así me hicieron

- Pues hay que agradecerle a quien te hizo – dijo un poco irónico

- Eso sería fácil – terminó en lo que estaba y sirvió el desayuno para los dos – aunque estoy segura de que él ya lo sabe

Ambos se sentaron en una de las sillas que estaban en la cocina y se comieron su desayuno, no tenían mucho que decir y no había necesidad tampoco de romper el silencio, apenas terminaron Tony levantó los platos y los lavó mientras ella lo miraba, esa era una costumbre que se había acostumbrado hace no mucho, ella lo había acostumbrado al buen método él se portaba bien y luego recibía un premio, apenas terminó de limpiar se secó las manos y se dio media vuelta para poder mirarla de frente, le encantaba ver esa sonrisa en su rostro y sin poder evitarlo comenzó a hablar.

- Yo sé que no nos conocemos hace mucho, y que el hecho de que te vinieras a vivir al edificio fue un poco fortuito, pero hay una cosa que no he podido dejar de pensar desde que te conocí, algo tienes, no sé lo que es, solo sé que hace que no puedo dejar de verte y de querer tenerte cerca

- Tony ¿qué cosas estás diciendo?

- Lo que quiero decir es que me gustas, eso – él la tomó de la mano para que se pusiera de pie y cuando lo hizo la besó delicadamente – dime que tú también sientes lo mismo

- ¿Esa es una orden? – lo miró sonriente, pero no obtuvo respuesta – tienes razón – Tony la abrazó un poco más fuerte de lo que debería – me vas a matar

Ambos rieron y no hubo necesidad de decir nada más, permanecieron así, abrazados, unos minutos más.

- ¿Y ahora qué? – preguntó ella separándose unos centímetros

- No lo sé – la besó débilmente - ¿quieres ser mi novia?

- ¿Qué si quiero ser tu novia? – lo besó recorriendo la espalda de él con sus manos – claro que quiero ser tu novia

Tony la tomó por las caderas e hizo que las rodeara con sus piernas, luego la llevó hasta la mesa sentándola, comenzó a besar su cuello mientras sus manos seguían en su cadera, la respiración de ella comenzó a elevarse lentamente.

- Tony – susurró su nombre - ¿qué estás haciendo? – Tony se detuvo de inmediato y la miró con una pequeña expresión de disculpa

- Lo siento, fue demasiado rápido, tienes razón – él quitó sus manos de las caderas de ella, pero ella de inmediato las regresó a su lugar

- No quería detenerte, solo no me lo esperaba

Ella lo besó y cerró los ojos, intensificó el beso, mordiendo levemente sus labios en ocasiones, luego recorriendo estos levemente con su lengua, casi pidiendo permiso para poder entrar, permiso que Tony no tardó mucho tiempo en dar, luego de unos minutos sus lenguas jugaban casi en un una especie de baile completamente coordinado, la respiración de ambos se comenzó a agitar levemente, Tony no se esperaba para nada que ella hiciera eso y actuara de esa forma y por la expresión que tenía en su rostro ella tampoco se lo esperaba, una vez fueron capaces de separarse se miraron directamente a los ojos y sonrieron.

- Si no quieres hacerlo solo dímelo – ella lo miró avergonzada

- Está bien – lo miró completamente avergonzada y le dio un leve beso – no creo estar lista, lo siento

- No te disculpes por eso

Ella simplemente pudo asentir ante lo que Tony le decía, mientras él la abrazaba con fuerzas y besaba sus labios con cariño.