El sonido de la cafetera era el único ruido en la sala de Shinji. Ya habían pasado al menos 30 minutos desde que la dejo pasar.
Actualmente vivía en una mansión a las afueras de la ciudad, en un parque residencial. Su propiedad constaba de la casa principal, un amplio conjunto de 4 cuartos, 1 estudio, 1 sala central, 3 baños y la cocina, todo esto en un área verde de 1 km2 con árboles, jardines y un taller. Nada de esto le costo un centavo. Cuando firmo el contrato de unión con la ANIS, ellos se encargaron de suplir todas sus necesidades pudiendo de esta forma mantener cierto control sobre sus movimientos.
- ¿Quién te dio la dirección? - Le pregunto Shinji. Solo hay unas 3 personas que saben donde vive.
Asuka estaba sentada en la mesa, con una taza de café entre las manos. Vestía una especie de traje de gala, pero totalmente desarreglado, su cabello estaba alborotado, no mucho para decir despeinada, pero si lo suficiente para sugerir que tuvo algo de prisa. Sus ojos azules mostraban algo de cansancio y una pequeña sombra de ojeras comenzaba a manifestarse. El olor a alcohol también era evidente.
- Misato - Respondió. Con la mirada baja hacia algún punto en la mesa.
- Ya veo -
No pensaba darle la mínima oportunidad para sentirse que tenía una conversación con él. Ella ahora no era mas que otra persona común y corriente que el conocía. Le permitió pasar, y hasta le ofreció un café, como lo hubiera hecho con cualquier otra persona por la pura cordialidad. No habría perdón, porque no había nada que perdonar, el pasado simplemente ya no significaba nada, ni amor, ni odio, solo… nada.
- Yo – Murmuro Asuka – Llegue ayer, en el vuelo de las 10 AM –
- … -
- Pensé que podía visitarte y hablar, ya sabes, de lo último que paso –
Si te enojas, nada habrá cambiado
- ¿Lo último? – No se lo haría nada fácil.
- Si – Respondió – Lo de Toji y … yo – respondió entrecortada
No la había visto en 3 años, no había sabido nada sobre ella, ni siquiera escuchaba a Misato cuando trataba de mencionarla en frente de él.
Los primeros meses desde el día en que todo había sucedido fueron realmente difíciles. No encontraba respuesta y no encontraba razones. Días antes, no, horas antes, todo parecía perfecto. Parecía que finalmente se recuperaba de lo que fue su infancia y adolescencia. Ya no había más ángeles, no mas muertes, no más dolor, solo quería una "vida normal", como una persona normal, eso era lo que deseaba. Pero estar con ella lo llevaba más allá de la normalidad, y no era precisamente malo. Por ella lo hubiera dejado todo, hasta la agradable ilusión de la tranquilidad. Pero entonces, aquel día, aquel doloroso día, cuando recibió la carpeta con los archivos fotográficos, y los vio, los vio a ellos dos, juntos, acostados…
¡No!
Se juro que no volvería a abrir la herida.
- No creo que haya nada que hablar al respecto –
Una mentira
- ¡Si!, si lo hay Shinji – La energía de su voz revivió, casi como un grito – Yo… Yo no se en que estaba pensando, no se qué paso conmigo, no estaba en mis cinco sentidos, ni siquiera sé si era yo la que manejaba mi cuerpo, todo era muy extraño – Las lágrimas comenzaban a formarse, su cuerpo se movía nervioso– Te juro que cada día de mi vida desde ese momento he pensado sobre ello y cada día solo … solo me arrepiento más – Su voz finalmente se quebró y oculto sus lagrimas entre sus manos -
- Asuka… -
Si te compadeces, nada habrá cambiado
- ¡No he terminado! – Interrumpió – Ya te lo he dicho muchas veces, incluso ese día no deje de pedirte perdón, yo no quería alejarme de ti – Secaba sus lagrimas con su manga – Shinji, yo me fui 3 años… yo creía que alejándome todo iba a sanar, pero estaba muy equivocada… cada día era peor que el anterior, cada día me sentía mas sola, como nunca me había sentido antes, sentí que perdía a la única persona que podía comprenderme, la única persona que había vivido lo que yo viví, incluso no me hubiera importado volver a esos tiempos con tal de… de volver a verte y estar contigo-
Déjala que diga lo que tenga que decir y después…
Se levanto de la mesa y su mirada se llenó de determinación
- Yo no pido que olvides todo y hagas como si nunca hubiera pasado… solo quiero volver a existir en tu vida, y … que tu existas en la mía- dirigió completamente su mirada a la de Shinji- Yo sé que no será fácil, pero al menos quiero intentarlo-
Sin duda alguna, hubo un tiempo en que sus sentimientos por ella eran tan fuertes que la hubiera perdonado sin pensarlo dos veces. ¿Qué importa lo que paso en el pasado? Ella esta ahora aquí, rogando por mi perdón
Eso hubiera razonado el niño Shinji, y sería más que suficiente para él. Pero el tiempo pasa y la gente cambia. No te puedes bañar dos veces en el mismo rio, no puedes respirar dos veces el mismo aire y tampoco puedes amar de la misma forma dos veces. El la había dejado a atrás. El se había liberado de las ataduras de sus sentimientos. El había cambiado y se lo haría saber.
- ¿Algo más por decir? – le dijo.
- Ah –
Cierra el capítulo Shinji
- Si quieres mi perdón, esta bien, la verdad eso fue hace mucho, realmente ya no me importa – No había dolor, no había tristeza, solo no había nada.
Quiero que ella lo sienta, quiero que sienta el daño que me hizo
Las respuestas de Shinji congelaron el rostro de Asuka. Lucia confundida, estaba confundida.
- Si no es más, ¿Dónde te estas quedando? Pediré un taxi que venga a buscarte –
- Pero Shinji espera–
- ¿Sí? -
- Yo creí que… -
- ¿Qué me había afectado?, ciertamente los primeros días, inclusos meses fueron algo duros, pero pues, todo fue sanando con el tiempo –
otra mentira, una leve pero útil mentira
- ¡Qué demonios Shinji! - Asuka dijo furiosa – ¿Sabes cuanto tiempo he pensado en que decirte? ¿Cuánto tiempo llevo sin dormir arrepintiéndome? Para que tu salgas con esa mierda de haber olvidado todo –
- Yo no te pedí que volvieras, nunca pedí tus explicaciones –
Sus palabras eran flechas, y Asuka no tenia un escudo para contenerlas. La estaba hiriendo, su orgullo estaba herido.
- Eres un idiota – Las lágrimas volvían a brotar, pero esta vez tenían fuego en ellas – No has cambiado nada, sigues siendo el mismo niño huyendo de la vida y de la gente –
Ouch
Estas fueron balas, pero no cualquier tipo de balas, balas de escopeta, que te hieren en todo tu ser, te destrozan y atraviesan convirtiéndote en pedazos de carne.
- Ja – Una sonrisa sarcástica se dibujo en su rostro – Ahora el idiota soy yo, ¿creí que el espectáculo de antes era para conseguir mi perdón? –
Que duela
- … - Rechino sus dientes, estaba hirviendo por dentro, no sabia si llorar o insultarlo, quería hacer ambas. Sabias que no seria fácil Las heridas son profundas, y en ocasiones se infectan, y cuando se infectan tienes que lavarlas, y eso duele, duele mucho – Me largo de aquí idiota… -
Asuka recogió sus cosas y se dirigió a la puerta. Pero antes de entrar en contacto con la perilla, el timbre suena.
- Shin-chan – La voz de una mujer joven sonó al otro lado de la puerta.
Los ojos de Asuka se abrieron como platos al ver a la persona al frente de ella. Una joven que parecía de su misma edad, de pelo rubio, tez blanca y ojos verdes. ¿Shinchan?.
Ahora podía entender gran parte de lo que pasaba.
- Me quedare unos días en la ciudad Shinji, espero que podamos volver a hablar… Misato sabe dónde –
Salió cruzando en frente de la joven, y una vez lo suficientemente lejos sus lágrimas comenzaron a caer de nuevo.
