Todos los derechos de Ranma y sus personajes son de Rumiko T.
Domingo en la madrugada.
Llovía a mares y los truenos y rayos no me dejaban conciliar el sueño ―¡Bah! ¿A quién quiero engañar? ―espeté aventando las sábanas, nada tenía que ver la tormenta con mi falta de sueño. Es solo que volverla a ver después de todos estos años había sido un nuevo golpe, y de qué manera, sin ponerme sobre aviso el destino me había tendido la trampa, solo podía recordar ese día en la mansión; los enormes y brillantes ojos, las mejillas, los labios, el cabello sedoso con destellos azulados, el aroma, la finísima cintura y esa voz que la hacía sonar así tan vulnerable, tan desprotegida, jugando ese papel de víctima que no le correspondía, porque se casó con él al fin y al cabo.
Ahora era una mujer de sociedad, una mujer con un apellido importante como siempre quiso su padre. Estaba claro que Nodoka la había criado, tenía los mismos principios que su madre, solo obedecía el dinero. Era lo único que importaba ahora. Y para colmo, el hechizo en su perfume se me había adherido a las entrañas. La maldije por haberme embrujado de esa manera. Ahora por primera vez entendía al viejo, entendía por qué se había quedado solo, por qué nunca más se había liado con nadie, por qué esa aversión a las mujeres y la misoginia de su parte. Es que cada una de las que consideré las mujeres de mi vida, por quienes me hubiera jugado el todo por el todo, eran unas miserables traicioneras.
Nodoka había criado a Akane así que, a su manera, Akane era menos culpable, pero seguía siendo igual de despreciable. Salí al balcón y dejé que el viento de la lluvia me envolviera, quizás con suerte borraría la obnubilación de esta pesadilla de haberla visto de nuevo, es que me ardían las manos del contacto desde aquel día — ¡Argh!
Al momento vino a mí lo que le había dicho el jefe Yamamoto a Ryugen, habían plagiado a Nodoka y al niño. Ella tenía un niño suyo. Eso implicaba que todo lo que sobre alguna vez me creía con derecho o poseedor quedaba anulado. No solo se había casado con ella, había logrado fusionarse por completo, era su mujer, la había tomado para él, y ella que lo había disfrutado. Los imaginé; ella dejándose hacer y él haciéndose uno con ella, la desesperación me invadió, el desasosiego me cegó y sentí las lágrimas furtivas salir. Lloré para desahogar este vacío que sentía dentro.
En un momento, el repicar del teléfono de mi habitación me sacó de mis pensamientos.
—Diga —dije de mala gana. La voz grave del viejo del otro lado de la línea telefónica me hizo mirar el reloj—. Son las 420 am Happosai, ¿qué demonios piensas?
—¡Alístate, paso por ti en 10 minutos!—respondió en el auricular.
—¡No soy tu maldita prostituta, viejo! ¡No puedes jugar conmigo! ―chillé exasperado—. Además, ¿qué puede ser tan importante como para que quiera empezar el domingo viendo tu horrible cara? —Lancé con alevosía.
—Pues, hacer tu trabajo, mozalbete imprudente, tenemos un reconocimiento a esta hora, y hasta donde sé tú estás asignado también. ¿No pretenderás que te diga todo por teléfono? —dijo el viejo.
—¡Por favor, me meo en los pantalones! —respondí sarcástico.
—¡Y te vas a mear aún más! —dijo riéndose—. Estoy llegando, no te demores. —Colgó.
—¡Arrrgh! —lancé las cosas sobre la mesita de noche, estaba tremendamente cabreado pero no por las palabras del viejo, sabía que volver a verla me volvería loco. Y estaba empezando a suceder.
Me vestí de prisa con unos vaqueros, una polera blanca, me puse el chaleco de armamento, me aseguré de que estuviera con munición, un rompe vientos negro con gorro y bajé con el paraguas. Las tenues luces del vehículo del viejo se veían opacadas por la tormenta que caía en la ciudad, nunca creí que Tokyo fuera tan catastrófico cuando de clima se trataba. Avancé abriéndome paso sobre los ríos de agua que se colaban bajo mis pies, buscando la alcantarilla más próxima, mezclados con basura residual. Abrí la puerta del coche y el viejo me observaba de soslayo esperando el resquicio perfecto para terminar su historia.
—Luces como un desastre —soltó, acelerando el vehículo—. No estabas dormido, me atrevería a decir que hace años que no duermes —dijo mirándome, sin quitar la vista del todo del parabrisas, apenas abriéndose paso en la ciudad con la tormenta que no nos daba tregua.
—Me estás colmando la paciencia, viejo. Dime de una vez por todas para qué querías verme, no te ayudaré a conseguir citas, si es lo que quieres.
—Eso es obvio hijo, no has podido ni retener a la mujer que te dejó así —dijo encendiendo el botón del auto para encender cigarrillos. Saqué de mi rompe vientos mojado el encendedor y le ofrecí fuego, por alguna razón me exasperaba la manera tan lenta de actuar que tenía. Parecía que todo lo hacía en "slow motion". Aceptó y continuó.
—Encontraron muerta a la fiscal Kuno, estaba en la cisterna del edificio donde vivía.
—¿La fiscal que tenía que firmar originalmente el interrogatorio de la señora Zhang Xian Pu?
—La misma, la fiscal de la prefectura —dijo dando un largo sorbo de tabaco.
—¿Eso qué tiene que ver con nosotros? —recalqué— ¿Que no hay más agentes de la policía secreta?
—La fiscal Kuno estaba embarazada… —espetó.
—Qué dem.. ¿Qué dices? —exclamé.
— Lo que oyes, la fiscal Kodachi Kuno fue encontrada en la cisterna del edificio, sus vecinos notaron que no había llegado en varios días y unos días después se quejaron de un olor nauseabundo en el agua potable. El portero la había visto entrar pero no salir. Así que la buscaron en su piso sin noticias. Cuando subieron a limpiar la cisterna por el mal olor del agua, encontraron el cuerpo. Eso fue apenas hace unas horas. Y bueno, vamos a hacer el reconocimiento del lugar ―dijo parkeando el automóvil en una zona lujosa del barrio de Futako Tamagawa.
Bajé más que ofuscado.
―Oye viejo... ¡la prueba de embarazo! No me digas que crees que está relacionado con el caso del niño Zhang Taiki y la vieja.
―También lo he pensado… pero el forense dirá ―dijo entrando mostrando su placa al vigilante
―¡Tokubetsu Koto Keisatsu! ―dijimos al unísono. El policía nos abrió la banda de escena protegida. Cuando entramos todo parecía normal, era una mujer que vivía en la opulencia. Era un edificio lujoso con ascensores y corredores largos y despejados, bien iluminados y espaciosos, un rascacielos moderno creado para la clase alta del Japón. Bajamos en el piso 18, el pent-house del edificio, un oficial cedió el paso cuando le mostramos nuestras placas. Al entrar nos dimos cuenta de que todo estaba en un orden impoluto, de acuerdo que era una mujer soltera pero parecía una trastornada, es que podías ver la manía con la que ordenaba todo, todos los muebles estaban en perfecto estado una sala de piel negra y brillante con muebles contemporáneos en un estilo muy sobrio y ni una mancha de suciedad por ningún lado, parecía un pent-house muestra, o que lo habían ordenado antes de que supieran que estaríamos aquí. Floreros con rosas rojas, por todas partes, adornaban la perfecta vista del apartamento, que tenía ventanales que te dejaban observar en los mejores días todo Tokyo en su esplendor, poseía una magnifica entrada de luz. Retratos de la fiscal por todos lados con leotardo de gimnasia rítmica y la clásica cinta, se notaba que era una mujer hermosa, tenía una mirada morbosa en casi todas las fotos de ella que colgaban en la estancia, daba la sensación de que te observaban, hasta parecía que habían sido puestos así con el propósito de sentirse intimidado. Una típica niña rica, la foto de graduación me dejó boquiabierto y emití una exhalación.
Tatewaki Kuno, el perro guardián de Nabiki aparecía junto a la fiscal, abrazándola. Ese cretino era de su familia, pero claro, el apellido, cómo no se me había ocurrido antes. Salí a buscar al viejo.
―¡Happosai, aquí, ven rápido!
Entró el viejo en su versión flash, que era una manera de arrastrar los pies que me fastidiaba, es que parecía que su velocidad era como de andadera.
―¿Qué encontraste Saotome? ―dijo agitado por la premura con la que se aproximó a la habitación.
―Le mostré una foto donde ella sonreía mientras Tatewaki la abrazaba.
―¿Qué pasa? ―Miró la habitación principal. Cuando le mostré la foto me volteó los ojos―. Se ve bien, si es tu tipo...
―No seas borrico viejo, no me refería a ella… ―dije comenzando a sentir el nudo que me producía escuchar acerca de aquella época de mi juventud pasada.
―Bien, ya entendí, te gustan los hombres, es normal, lo noté desde que te conocí, por eso estabas tan agresivo conmigo, ¿no me digas que es tensión sexual? Soy un poco mayor para ti pero...
Intenté darle un golpe y me sorprendió gratamente que no era tan torpe como parecía, iba a lanzar uno de mis mejores ganchos a su riñon y esquivó hábilmente mi puño.
―¿Dónde aprendiste eso, viejo? ―dije mirándolo retador.
―Es mi secreto, no voy a revelártelo, confórmate con saber que a tu edad te hubiese dado una paliza por intentar golpearme. Y sigue revisando, que no venimos a que elijas prospecto del catálogo.
-¡Arghh! ―Lo miré de fijo y lo tomé por la solapa de la gabardina―. Yo soy Ranma Saotome, campeón invicto y además el mejor oficial de la policía secreta de Kyoto, y tu reemplazo.
―¡Ay, por favor! ―dijo sin un ápice de miedo en su mirada a pesar de que lo estaba levantando del suelo.
―¡A mí me gustan las mujeres! ¡Yo nací para ser un hombre entre hombres! ¡Que te quede claro! ―dije soltándolo.
―La próxima vez que te tomes esas agallas conmigo, te vas de la policía, oíste ―dijo acomodándose el saco a modo de amenaza.
Lo miré con furia y encontré el directorio telefónico de la fiscal Kuno, y Happosai encontró fotografías, papeles de casos y álbumes familiares, pero esta vez ninguna pista, ni un solo indicio, era un maldito desastre de limpieza el piso, incluso en la habitación que acondicionó como vestidor, tenía vestidos, faldas largas, faldas cortas, pantalones, blusas y camisetas acomodadas una a una en orden. Al centro del vestidor una mesa con accesorios de mujer cada uno sobre su platea, brazaletes de oro y diamantes, aretes de piedras preciosas, collares con perlas al centro y en el contra muro todos los zapatos que pude haber visto en mi vida juntos, definitivamente esta mujer era muy rica o… se metió con la gente equivocada.
Salimos de ahí visiblemente apabullados por el despliegue de tanto lujo en una mujer, era sin duda algo que yo nunca hubiera podido ofrecerle a Akane ni trabajando 24 horas el resto de mi vida. Una parte de mí sentía desdén por las mujeres de la clase de la señorita Kuno, me hacían sentir como un miserable.
Cuando salimos había cesado un poco la lluvia pero aún estaba nublado, eran las 840 am, ya había amanecido. Cuando entré al auto encendí un cigarrillo y comencé a forcejear con mi cinturón de seguridad que al parecer se había quedado atascado.
―Quería decirte que conozco al sujeto que sale en la foto con la fiscal, estudió conmigo en el instituto su nombre es...
―Tatewaki, es el hermano de Kodachi la fiscal y sé que estudiaste con él, no trabajas en la policía secreta porque no sepamos tu expediente ―me dijo mientras encendía las luces.
―Hmm … ―le comenté― ¿Conocías a la fiscal Kuno?
―No, era muy joven para el cargo que desempeñaba, y si me preguntas por el tal Tatewaki, tampoco lo conozco, sé por el jefe que sería avisado del crimen y que vive en Yokohama, está casado con… Tendo Nabiki.
―Kuno Nabiki ―lo interrumpí, el viejo me miró ladino.
―Por eso no ha llegado a hacer el reconocimiento. ¿Te molestaría si te dejo un Shibuya?Tengo hambre y es domingo, quiero disfrutar del día que queda y mañana hay que llegar temprano a la oficina, recibir el parte del forense y armar el caso.
―¿Por qué no lo armamos ahora? Comemos un par de dumplings y un poco de cerveza en mi piso.
―No te ofendas muchacho pero a mi edad quiero compartir unos tallarines con una mujer desnuda de tetas grandes y un buen baño, pero gracias… mañana nos vemos.
―Pero hay mucha información, ¿no quieres resolverlo? ¿Que no para eso eres policía? ¿No es ese tu trabajo? ―dije comenzando a perder el control.
―Escucha, Kodachi está muerta, la fiscalía de todas maneras abrirá varias líneas de investigación, ve a tu casa, acuéstate con una mujer tan voluptuosa como la señora Xian Pu ―dijo relamiéndose el viejo verde― y disfruta lo que queda del día.
―No es mi tipo, esa mujer parece una mujerzuela con todo eso revoloteándole por todas partes… ―respondí haciendo una mueca.
―Ohhhh, bueno en ese caso entonces busca una chiquilla como la joven señora Ryugen, te vi como la mirabas… ―Me sonrojé y me moleste al instante― ¡Ohhh! Ya veo... acerté, te gustan las mujeres de clase ―Y sonrió enseñándome la ausencia de varias piezas dentales mientras me hizo la seña con los ojos que abandonara el auto, habíamos llegado a Shibuya. Azoté la puerta.
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Lunes en la mañana
6am.
No había podido dormir pero esta vez sentía una necesidad de verla que me estaba consumiendo, pensé en ir a su casa, al fin ya sabía donde vivía, solo quería verla una vez más; claro que no, ¿a quién quiero engañar? Ese fue mi debate de ayer. Como pude llegué al centro de operaciones e inteligencia situado en el centro de Tokyo, Happosai aún no llegaba. Compré mi acostumbrado Café y un Matcha para el viejo.
Entré a la oficina y, detrás de mí, Yamamoto junto a Happosai; el viejo dejó su gorra y gabardina en el perchero, cuando vio el matcha en el escritorio me miró y asintió, es la primera vez desde que llegamos que me daba las gracias a su manera por algo.
―Saotome, a mi oficina ―dijo el jefe Yamamoto.
―Señores están en un lío gordo, aquí están las pruebas del forense. ―Nos tendió un sobre con fotos y papeles.
El viejo lo abrió ―¡Ya lo sabía! ―dijo exhalando y mirando al techo de la vieja oficina de Yamamoto.
Tomé el sobre y lo leí, la autopsia decía que la causa de muerte fue "Asfixia por inmersión", pero el toxicológico arrojó que en su cuerpo había altos niveles de un sedante llamado "Sanax". No había rasgo de golpes o magulladuras en el cuerpo y las fotos eran bastante grotescas, tanto que me dieron ganas de devolver el café, según sus propias aseveraciones el portero no vio entrar a nadie al piso. La prueba de embarazo era positiva y tenía aproximadamente 9 semanas de gestación cuando se la practicaron.
―Por otro lado el DNA de la prueba encontrada en el Neko Hanten corresponde al DNA de la fiscal por lo que es un mismo caso. La fiscalía abrirá las líneas de investigación correspondientes y quieren el caso armado a más tardar mañana a primera hora. El abogado que llevará el caso de la fiscal es el buffette Ryugen. Por favor armen el caso y en unas horas se comunicará alguien del buffette Ryugen que vendrá.
―Jefe, ¿el abogado que lleva el caso de la fiscal es el mismo al que fuimos al reconocimiento en el robo de su casa? ¿Dónde plagiaron a su suegra y su hija?
―No, el señor Ryugen Hiro, es el dueño del buffette de abogados más prestigioso de Japón y él llevará el caso, al que conociste es a su hijo, el joven senador Ryugen Shinnosuke, y en el caso del plagio del niño, está al mando el agente Taro Kishaba. Ahora por favor, vayan a armar el caso que el abogado Ryugen estará aquí a primera hora. Con todas las preguntas, recuerden que es especial y confidencial. Y hay que volver a interrogar a Xian Pu Zhang. Hagan la petición de interrogatorio, es todo.
Volví a la oficina y por un momento me angustie por mi madre, ¿le habría pasado algo? Necesitaba averiguar sobre su paradero, cierto era que Nodoka Saotome me había abandonado, pero el saber que me había dado la vida seguía siendo lo más cierto de la situación, y no era ningún monstruo para desearle algún mal. Así que comencé a cavilar, venían por ambos, pedirían rescate, Ryugen debe estar buscando a su hijo sin dormir. En cuanto acabara con Happosai de armar el caso para presentarlo, iría a buscar a Taro Kishaba, necesitaba saber qué había sucedido con Nodoka. Era una parte de mi pasado, aunque quería deshacerme de mi pasado, de la pobreza con el viejo, de dormir donde nos caía la noche, comer lo que robábamos, no pagar el alquiler, nunca tener un hogar, y no ser bienvenidos en ningún sitio a donde fuéramos; pero el recuerdo de Nodoka a la que llevé en un altar en mi corazón por toda mi infancia, me hacía sentir de nuevo un niño de 8 años inseguro.
Cuando abandoné al viejo ni siquiera le dejé una nota, no era necesario, nuestro tiempo juntos se había acabado hacía tiempo ya, al fin me había deshecho de él, pero por alguna razón el fantasma de Nodoka me preocupaba en este momento. Cuando supe que se había quedado con Akane, me quedé tranquilo, por alguna razón, supuse que ellas serían felices juntas. Y saber que estaría quién sabe dónde, comenzó a formar un nudo en mi pecho y de nuevo ella. ¿Akane está en peligro?
―¡Saotome, Saotome! Muchacho, ¿estás bien? ―dijo Happosai mientras tiraba de mi hombro
―Eh… sí … ―respondí ajeno.
―Vamos, tenemos que armar el caso Kuno.
Había varias cajas apiladas con documentos oficiales, pasaportes, certificados de estudios, cuentas de banco, el nombramiento oficial como fiscal, escrituras de autos, del piso que habitaba. Recibos fiscales y de ropa, zapatos, accesorios, joyería, etc. Llegó Happosai con cajas con álbumes de fotos, fotos de ella y Tatewaki en el jardín, de los campeonatos de gimnasia rítmica. El viejo encontró fotos de Tatewaki en el instituto, Tatewaki con la superior Tendo Nabiki, y ¡bingo! Sin esperarlo, uno de los álbumes de fotos cayó al piso y ahí estaba ella vestida blanco, con el Shiramuko y usando el Wataboshi, parecía un ángel. Eran las fotos del álbum de boda de Ryugen y Akane, me quedé impactado al verlas, en algunas Akane se veía diferente, turbada, como si fuera otra persona. Ryugen llevaba puesto el Montsuki. Pude imaginarlo todo, la oración en Japonés, el intercambio del Juzu, un rosario antiguo, el momento en el que bebió con ella el San San Kudú, el té que simboliza la unión de la pareja con los Dioses. Todo en el Santuario Meiji Jingu, el templo más exclusivo de bodas sintoístas en Tokyo. Era notorio que la boda sintoísta fue espectacular, definitivamente esa clase de matrimonio estaba reservado para la clase alta del Japón, simplemente era inequiparable a lo que yo podía ofrecerle que era, ir con ella a la municipalidad con nuestras solicitudes firmadas. Sonreí tristemente, ahí por supuesto estaba Tendo Nabiki con una sonrisa de oreja a oreja, su perro fiel Tatewaki y la fiscal Kodachi, hoy occisa. Nodoka Tendo del brazo de Soun en una gala roja de mangas anchas y el pelo recogido de un lado, que adornaba un prendedor en forma de flor roja, un Crisantemo. La chica de los ojos grandes y tristes, la otra hermana de Akane que vi un par de veces en casa, era una mujer realmente hermosa, diferente a Akane pero muy hermosa, que en las fotos lucía excesivamente triste del brazo de su marido, es que tal vez era la única que se compadecía de su hermana, por las caras y los gestos que tenía en las fotos de la boda. Observar detenidamente a Akane me hizo ver que ese kimono blanco contrastaba perfectamente con sus rosados y exquisitos labios, pero su semblante era extraño, casi triste, pero sabía yo que ella había aceptado ese matrimonio "Miai" desde el día que ellos se conocieron.
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Seis horas más tarde y dispuesto a buscar algo de comer, tomé mi gabardina y la boina y salí rumbo a algún puesto ambulante a buscar algo más que un Okonomiyaki, no había comido nada más de mi acostumbrado té o café matutino y pasaban de las 2 de la tarde. Simplemente el caso Kuno me tenía aturdido, no sabía por dónde empezar a buscar un maldito indicio. Y saber que el test de embarazo encontrado en el NekkoHanten era correspondiente con la fiscal, me tenía al borde. Justo al abrir la puerta de la oficina vi estacionarse un automóvil marca "Jaguar XJ6" negro, rodeado de dos camionetas. Al abrir la puerta mi mente se puso en blanco, ahí estaba ella ataviada en un vestido rojo de punto " Hanae Mori" con estampado floral negro, manga larga y cuello, el vestido se ceñía con un cinturón de corbata también de punto a su pequeña y llamativa cintura, mientras llegaba mas allá de su muslo en el largo y lo usaba con stilettos negros. Y unas largas y perfectas piernas. Ella no me miró pero yo no podía controlar mi corazón a toda velocidad, realmente era más bella cada día, ya no tenía ese aire infantil sin embargo, poseía la belleza etérea que la caracterizó siempre, pero ahora exacerbada. Dos escoltas prosiguieron con ella escalones arriba dentro de la fiscalía, estaba seguro que venía a declarar por el caso del niño, su hijo, el hijo de ella con él. Me dije a mí mismo que lo mejor era largarme de ahí, olvidar que existía. Tiene su vida y yo tengo la mía, pero olvidar es imposible. Así que maldiciendo interiormente me escabullí a la oficina de Taro Kishaba, el agente que llevaba el caso. La vi entrar mientras uno de los dos escoltas se quedaba dentro con ella y el otro esperaba afuera. Vi como Taro la miraba, era una mujer difícil de pasar desapercibida, y yo más que nadie lo sabía. Escuché su parsimoniosa voz mientras fingía usar la fotocopiadora de fuera de la oficina de Kishaba, al parecer era una especie de citatorio extraoficial a declarar aunque era bastante inútil, por lo que alcancé a escuchar Akane fue golpeada por unos tipos y cuando despertó estaba en la ambulancia. Había algo inusual en su voz, estaba apagada, triste, como si no fuera ni un poco la Akane que había conocido 5 años atrás.
Unos minutos después oí unos pasos a toda velocidad sobre el pasillo, me giré y ahí me encontré al mismo tipo Ryugen Shinnosuke que vestía traje oscuro de marca incosteable para mí y se abotonaba el pullover mientras daba zancadas para llegar a la oficina, al mismo tiempo sus mancuernillas color plata relucían por fuera de las mangas, conservaba el porte altivo que caracteriza a los de su clase social, el escolta que custodiaba la puerta de Taro, hizo una reverencia y lo llamó por su nombre.
―Sr. Ryugen ―dijo haciendo una reverencia.
―Toshio, ¿dónde está mi esposa?
―Dentro, con el oficial que lleva el caso, Taro Kishaba, Daisuke entró con la señora.
Ryugen hizo amago de entrar y conforme se acercó a la puerta me di cuenta que era bastante más alto que yo.
Al instante se abrió paso, literalmente el sujeto abrió la puerta como si se tratara de su oficina.
Vi como Taro se levantaba al entrar Ryugen. De pronto me disponía a salir de ahí, no tenía nada que hacer y por el contrario me sentía abrumado, molesto, asqueado. En ese momento Yamamoto entró con Happosai al corredor.
―Saotome que bueno que te encuentro ―dijo el jefe Yamamoto, me dijeron que habías salido a comer.
―Vine a fotocopiar la petición de interrogatorio de Xian Pu ―respondí con la primera hoja en la mano que encontré en la fotocopiadora, mientras el jefe sonreía—. Siempre un paso adelante —me dijo Yamamoto sonriendo mientras el viejo Happosai me dirigía una mirada de escrutinio.
―Hey, Saotome, ¿dónde se encuentra el senador Ryugen y su esposa?
―Con Taro —respondí de mala gana y me di la vuelta a la fotocopiadora.
El escolta de afuera se removió intentando quitarse cuando sintió abrir la puerta a sus espaldas. Por ella aparecía el cabello castaño de Ryugen y su ancha espalda. Yamamoto se adelantó.
―Senador Ryugen, Señora, permítame, apenas me informaron que estaba usted aquí, no era necesario que viniera, pudo haber pedido que fueran a su casa o incluso ocupar mi oficina.
—No queremos estar al margen de la ley, Yamamoto, se lo agradezco —contestó condescendiente.
Permítame presentarle a mi mano derecha el agente Happosai, que estará feliz de colaborar en el caso y tiene amplia experiencia ...Ahhh y Saotome ven un segundo. —Ryugen se giró hacia dónde estaba yo, igual que ella.
Me acerqué raudo y aparentando normalidad —Senador, le presento a Ranma Saotome, uno de mis mejores oficiales al igual que Taro Kishaba y ambos a órdenes de Happosai, el oficial más destacado de la unidad —dijo Yamamoto—. Ranma, te presento al senador Ryugen Shinnosuke y su esposa.
Hice una reverencia al sujeto que me miró como si tuviera la peste, al igual que a Taro, que a sus escoltas, que a Happosai y que al mismo Yamamoto.
—Señora —dije haciendo una reverencia pero evitando mirarla. En un principio miré hacia otro lado, pero mientras los escrutinaba de camino me topé con esas hermosas y largas piernas. Y de pronto noté sus manos entrelazadas. Un calor asfixiante comenzó a subir de mi garganta a la cabeza y empecé a sentir que algo en mi interior iba a explotar. Cuando subí la vista, por escuchar lo que decía Ryugen, noté que ella miraba al piso mientras el sobreprotector la cubría con casi todo su cuerpo y la asía hacia él tomando su frágil cuerpo y cubriéndolo con el de él como en un gesto de pertenencia total.
Ranma Saotome… —dijo pensativo— El mejor agente y entrenador de artes marciales, supongo —sonrió—. Creo que debo agradecerte por salvar a mi esposa dos veces arremetió.
Me quedé mudo y dirigí la mirada hacia ella, que miraba de fijo el suelo sin inmutarse. Esa no parecía Akane, parecía un maniquí actuando de ella, un maniquí con su cara y sus gestos, su cuerpo, su cintura, sus finos labios, pero definitivamente Akane no estaba ahí ya. Me pregunté si no quería verme, aunque después deduje que estaría sufriendo por su hijo secuestrado y del que no había el menor rastro.
—Toshio nos vamos —ordenó Ryugen—. Hasta pronto jefe Yamamoto, por favor manténgame informado, estamos desesperados —añadió.
Mientras caminaba de prisa tomándola de la mano hacia la salida pude apreciar en plenitud su cuerpo. Las piernas, el cabello largo, la cintura, los pechos turgentes y de pronto se giró y volteó la mirada con esos ojos suplicantes que me miraron un segundo en ese mudo lenguaje que solo los dos hablábamos antes de desaparecer por la puerta.
El viejo Happosai se acercó a mí y me dijo —Es curioso que la solicitud de interrogatorio de Xian Pu Zhang sea la copia del pasaporte de la secretaria de Taro Kishaba y tú estuvieras aquí mientras la señora Ryugen estaba aquí declarando…. —murmuró en mi oído mientras se encaminaba a la entrada.
―Es solo que tomé la hoja equivocada viejo, no es la gran cosa —alegué—. En la base de la fotocopiadora debe estar la copia de la orden judicial.
―Como digas —dijo riendo socarrón y encendiendo un cigarrillo mientras arrojaba el humo dentro del edificio y caminaba arrastrando los pies hacia la salida. Cuando me dispuse a salir, me di cuenta de que el corredor de la salida aún conservaba el perfume de ella, maldije en voz alta, es que envolvía mis sentidos por completo, y no me permitía reaccionar a ningún estímulo.
Estaba perdido de nuevo y sin esperanzas…..
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Nota: El matrimonio Miai es un matrimonio concertado por los Padres y lo determina la posición social, el tipo de sangre y las familias a unirse.
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Hola a tod@s l@s que amablemente me leen y mas amablemente me dejan un review.
Bueno aquí el chapter3 de esta historia, quiero comenzar agradeciendo a mi staff personal que son mi B editora #SakuraSaotome que me hace el enorme favor de corregir el manuscrito y hacer cosas que yo me tardaría años. Actualmente está escribiendo "Por un sueño" esta en fanfiction y actualiza cada 15 días en la pagina de fb de las locas podes encontrar el link de su fic y sus maravillosos spoilers en dibujo que esta en instagram como #SakuraSaotomefanarts. Gracias gracias gracias por ayudarme baby.
A mi otra B #SusyChantilly que siempre lee con mucho cuidado y nos dice cuando la regamos en grande que actualmente escribe "The Office" un fic Ranma Akane y está en fanfiction también corran a la página de las locas a buscar su link y en fb la pueden encontrar en su blog #SusyChantilly. Y dedico el cap al diente de Alena :D!!! (chiste local)
A las paginas de Locas por el Dios Griego en fb
A Mundo fanfics inuyasha y Ranma
A la pagina de Divi en fb entren y den like están hermosas sus historias
A Ranma fanfics
A mis queridas locas por el dios Griego en nuestro grupo y por su apoyo Juany que siempre apoya a todo el mundo y es mi animal lover favorita ever #maltratoanimalalcodigopenal, a mi queridísima y talentosa Lu te adoro tu luz nos llega hasta donde te percibimos a mi Geral la queen innegable de los viernes, a mi queridísima Linda que se ha convertido en catlover últimamente.
A mis queridos y estimados: ElisaLJ, SARITANIMELOVE, PequeT, Nicky, Karol Butz Molina, EMPERADOR, Akane mx, EstefaníaAZ, ilusión 29, Luz AureaPliegoRomero, EsmeraldaYashin, Alexandra417, Niaomei, YumariJimenez, Benani0125, BiancaSherlin, CaroLarrosa, Yami, Yazz, LiriodePlata, Luchan87, Linda Akane y Juany Nodoka. GRACIAS A TODOS USTEDES POR COMPARTIR CONMIGO Y POR SUS AMABLES REVIEWS ME ENCANTA LEERLOS.
Por último recuerden que, esto es solo una lectura amateur hecha por mi, con el único fin de entretener y no de insultar ni herir a nadie. Se que son tiempos difíciles de reflexión si ustedes están pasando por un mal momento ahora sigan caminando lo malo es el momento no ustedes.
Namasté a todos
#Sailordancer7
