Hola de nuevo!, aquí tienen un nuevo capitulo, en primer lugar como siempre voy a contestar a las personas que me han hecho preguntas y me han dicho que les gusta la historia. Muchas gracias manu por tus elogios, la verdad que me encantaría ver de nuevo a Wesker en un juego de Resident Evil y seria genial ver que pasaría si conoce a su hijo Jake, seguramente seria una situación muy tensa; personalmente también me gusta mas la pareja que Jill hace con Carlos, y si he visto muchos animes desde mi infancia que ya perdí la cuenta y también me fascinan todos os juegos que me has mencionado principalmente el The Evil Within. Por último en respuesta a licker G gracias por tomarte el tiempo de leer esta historia y que te parezca interesante. Espero que les continué gustando, les prometo que en cuanto estén los capítulos los iré subiendo.
Aproveche para subir este episodio ahora que tuve un descanso, deseenme suerte el lunes tengo un examen, asi que, nos e asusten si tardo en subir los episodios.
Antes de empezar la lectura doy aviso de que en este episodio al igual que en el pasado hay una pequeña escena con contenido sexual. Ahora si, disfruten el episodio.
Capitulo 3:
Viernes 24 de Mayo, 1996.
Wesker P.O.V
Después de una mañana agotadora en el R.P.D, Albert termino su turno temprano y se dirigió a su segundo trabajo en Umbrella. Se encontraba caminando por los inmaculados pasillos blancos de uno de los laboratorios conocido como NEST, debía entregar algunos informes sobre el virus-G y el virus madre conocido como Progenitor que tuvo que analizar durante esta semana, si bien el lunes a la noche hizo entrega de algunos de ellos, posteriormente Umbrella le asigno más archivos respecto a las pruebas realizadas con dicho virus.
-¡Buenas tardes Albert!-Lo saludo su amigo y compañero William Birkin un hombre de cabello rubio cenizo y ojos verdes.
-¿Así que hoy pudiste escapar rápido de ese infeliz de Irons?-
-¡William!-Lo reprendió Annette, la esposa de William, ella tiene el cabello rubio atado en una cola de caballo baja y ojos celestes.
-A mi tampoco me agrada Irons, pero si nos escuchara estaríamos en problemas y prefiero evitarlos, ya tengo suficientes-
-Buenas tardes Wesker-Lo saludo la rubia, el rubio simplemente hizo un gesto con la cabeza a ambos.
-Aquí están los últimos archivos sobre las pruebas del virus-G y sobre los nuevos cambios en el Progenitor-Les entrego una carpeta con los papeles.
-¿Cómo se comportó el virus Progenitor en los sujetos de prueba con los últimos cambios?-
-Hasta ahora ningún avance-Declaró rendida Annette-Hasta ahora el virus diluido "muere" al ser liberado al aire en pocos minutos o...-
-Al ser inyectado en un animal o persona los mata y los vuelve seres inconscientes e incontrolables en busca de carne-Completo William.
-Por ahora no mostró signos de regenerar a una persona o animal, solo descompone su carne, los mata y si reviven, no son iguales-
-Debemos seguir probando-Declaró Wesker-Si el virus Progenitor funciono puro en un mínimo porcentaje de personas, puede funcionar diluido en otras-
-Tenemos tiempo para seguir haciendo pruebas con Progenitor-
-Wesker, ¿no crees que deberíamos dejar de intentar adecuar a las personas Progenitor?-Cuestionó su amigo.
-¡No!-
-Si el virus funciono puro conmigo, tiene que haber una forma de que funcione con otras personas-
-¡Wesker!-Llamó su atención la rubia-Soy consciente de que estas haciendo esto por tu hermana, pero tienes que parar-
-¿Qué parte de que el virus Progenitor de forma impura no funciona, no entiendes?-Hizo una pregunta retorica.
-Tal vez éste virus no sea la cura para Megan, deberíamos probar con G u otro tipo de variante-
-No dejaré a mi hermana morir Annette, no voy a permitir que la enfermedad degenerativa que mató a mi madre, acabe con ella-
-Albert...-Empezó William-Annette tiene razón, para empezar enfócate en lo que nos piden y mientras lo hacemos podemos probar distintos virus o drogas para ver si funcionan con tu hermana-
-Aún tienes tiempo, por ahora el virus Progenitor puro funciona para detener su enfermedad-
-Si, pero solo es un placebo-
Wesker aprovechaba su trabajo en la Corporacion Umbrella no solo para beneficios propios, sino también para su pequeña hermana. Lamentablemente la niña hace tres años atrás fue diagnosticada con una enfermedad degenerativa desconocida, por lo cual no cuenta con un tratamiento y mucho menos una cura; es la misma enfermedad que de a poco había matado a su madre, desesperado, Albert decidió correr el riesgo de inyectar a Megan con el virus Progenitor, mismo virus con el que fue infectado.
Por fortuna el virus fue aceptado por el cuerpo de ella y a los pocos minutos surtió efecto, ella dejo de sentir dolores y que sus extremidades estaban débiles. Megan podía seguir jugando y siendo una niña "normal", pero al año de haberle inyectado Progenitor ella volvió a presentar los síntomas de la enfermedad degenerativa y tuvieron que inyectarla nuevamente, lo mismo paso al año siguiente. Albert llego a la conclusión de que si bien el sistema genético de su hermana no rechazaba el virus Progenitor, no era permanente, actuaba como una vacuna que debes aplicártela de manera anual, es decir, era básicamente un placebo; por tal motivo quería encontrar una forma de que el efecto fuera permanente, ya sea alterando el propio virus madre o usando uno nuevo.
-No me rendiré, me da igual si debo convertir en sujetos de prueba a todos los residentes de esta ciudad-Declaró Wesker.
-No dejaré que mi hermana muera cuando tengo la posibilidad de ayudarla-
Annette y William dejaron de intentar hacer entrar en razón a su compañero, sabían lo testarudo que era cuando se trataba de la pequeña, después de todo, para él era más que su hermana, era como su propia hija debido a que tuvo que criarla tras la muerte de su madre. Ante cualquier persona Albert Wesker era un hombre frió, calculador, manipulador, desalmado e incluso sin ningún tipo de sentimiento hacia alguna persona, pero la excepción a ese comportamiento era su hermanita Megan; solamente demostraba sentimientos genuinos con ella y se preocupaba solo por ella.
-Sigamos trabajando-Hablo Wesker.
-Ya hemos perdido mucho tiempo, no quiero tener que soportar a Sergei-
Con eso los Birkin siguieron con su trabajo, el rubio tenia razón era mejor seguir con su trabajo antes que los jefazos se enteren de que estaban perdiendo tiempo y envíen a Sergei Vladimir, ni a ellos ni a Wesker les caía bien el ruso y mucho menos le tenían confianza.
Pasaron varias horas de trabajo en los laboratorios de NEST, continuaron los exámenes sobre el virus-G, en ello se concentraron principalmente los Birkin, ya que si bien Albert también estaba trabajando con el, al mismo tiempo seguía revisando las mutaciones o alteraciones del virus madre, quería descubrir una forma de hacer que se una a la pared celular de su hermana de forma permanente como lo hizo con él.
Eran casi las doce de la noche y el capitán de S.T.A.R.S estaba por terminar su trabajo en Umbrella cuando recibió una llamada de su compañero Radames. Lo tomo un poco por sorpresa que Sebastian lo llamara a estas horas.
-¿Qué ocurre Radames?-
-Hola Wesker, perdona por molestarte a esta hora, pero me toco patrullar hasta muy tarde y me preguntaba si podrías hacerme un favor-
-Dilo-Contestó con su típico tono frió.
-Mira, Carla se quedo sola en casa esta noche y no me gusta que duerma en la casa sola, sabes que me preocupo mucho por ella, me preguntaba si...¿podrías pasar a ver como esta y si todo esta en orden?-
-Es una buena excusa para poder verla-Pensó Wesker-Después de todo el miércoles y hoy tampoco pude ver a Carla en la estación, ya que, yo no estaba presente cuando vino a visitar a su padre-
-Esta bien Sebs, iré a comprobar que Carla este bien-
-Muchas gracias Wesker, cuando necesites un favor, lo que sea pídemelo y lo haré-
-Tranquilo, tómalo como una retribución por tu ayuda el otro día, no me debes nada-
-Hasta luego, gracias de nuevo Al, tengo que seguir patrullando-
-Nos vemos-Al cortar la llamada Wesker esbozo una sonrisa de lado, sin duda iba a disfrutar estar a solas con la joven.
Sus compañeros simplemente lo observaron en silencio y no comentaron nada ante su expresión, Wesker simplemente le dio un mirada a William, continuo con lo que faltaba de su trabajo y una vez que terminara iría a ver a Carla.
Carla P.O.V
Esta noche la rubia estaba un poco aburrida, debido a que su padre llamo avisando que tendría que patrullar hasta tarde y estaba sola con su pequeño cachorro. Eran aproximadamente las 23:30 pm., así que, ella decidió irse a dormir. Primero se aseguro que todas las puertas y ventanas estuvieran bien cerradas, apago las luces del primer piso y se dirigió al segundo piso.
Se dio una ducha, se cepillo los dientes y luego se puso para dormir unos shorts negros y una camiseta de tirantes negra de algodón, la pequeña Kenzi se recostó en su camita que se encontraba a los pies de la cama de Carla. Ella le dio las buenas noches a su compañera, apago las luces y se dispuso a intentar conciliar el sueño.
El sueño de Carla se vio interrumpido por un golpe en la puerta principal, algo que provoco que se despertara de golpe y con algo de miedo, ya que, si fuera su padre habría entrado directamente, y le resulto un poco extraño que alguien estuviera tocando la puerta principal, debido a que ella estaba segura de haber cerrado con llave la puerta de las rejas que rodeaban su terreno para evitar que alguien entrara. La rubia tomo un bate de béisbol que ella tenia debajo de su cama por protección y abrió la puerta de su habitación, al hacerlo su cachorra Kenzi salió corriendo ladrando hacia el lugar de donde provenían los golpes.
Ella bajo cuidadosamente empuñando el bate, no encendió las luces del pasillo del segundo piso ni la planta baja por si acaso, conocía muy bien su casa por lo cual tendría una ventaja para pelear de ser necesario; en todo ese transcurso ella se mantuvo en silencio, los golpes eran suaves, pero todavía seguían.
Una vez que se acerco lo suficiente a una de las ventanas pudo ver por la pequeña abertura de la cortina un auto que le resulto familiar, estaba segura que era el Impala de Wesker estacionado frente su casa. Decidió acercarse a la puerta y ver por la mirilla, fue ahí cuando ella se calmo al ver que se trataba del capitán de su padre, quien posiblemente había venido a comprobar si todo estaba en orden por pedido de su padre.
-Buenas noches capitán Wesker-Dijo ella al abrir la puerta-¿Qué hace por aquí?, ya es la una de la madrugada-
-Buenas noches Carla, ya te dije que me llames Albert-
-Lo siento, es que siento que es una falta de respeto tratarte de tú-
-Pasa, afuera esta haciendo un poco de frió-La rubia se movió a un lado para que él entrara y cerro la puerta, la pequeña cachorra fue corriendo a los brazos de Wesker al reconocerlo.
-Parece que le agradas de verdad-
-Al parecer si-Albert solo le rasco la cabeza a la cachorra y se sentó en el sofá frente al televisor-Respondiendo a tu pregunta, tu padre me pidió el favor de venir a asegurarme que estabas bien y que no necesitabas nada. Estará hasta muy tarde patrullando-
-Me lo imagine-Carla no pudo evitar observar al rubio, estaba usando sus típicos lentes de sol y todavía con su uniforme de S.T.A.R.S puesto exceptuando el chaleco, ella no podía evitar sonrojarse por lo elegante e imponente que se veía él con ese atuendo.
-¿Quiere algo de beber?-
-Si pudieras hacer un poco de café negro, necesito mantenerme despierto para poder manejar hasta mi casa-
-De acuerdo, un café negro enseguida-La rubia no se había dado cuenta de que cuando se levanto para dirigirse a la cocina, a Wesker simplemente le causo poco de gracia al ver que ella bajo en pijama y con un bate a enfrentarlo.
Una vez que ella preparo el café, llevo una tasa para él y para ella una tasa de té, los dos estaban sentados en el sofá y comenzaron a hablar mas que nada del trabajo de cada uno mientras terminaban de beber sus respectivas bebidas.
-Te agradezco por haber venido Albert-
-No es nada-Carla se dispuso a levantar las tazas y limpiarlas pero Wesker la freno-Déjame yo lo limpio-
-¿No te preocupa dejar a tu hermana sola?-Le cuestionó ella mientras lavaba las tazas.
-En esta caso no, se quedó en la casa de una amiga-
-Debe ser difícil para ti trabajar prácticamente todos los días con horarios tan pesados, un trabajo peligroso y hacer de padre y madre al mismo tiempo para ella-
-La verdad que al principio fue difícil no te mentiré, cuando murió mi madre yo no sabia absolutamente nada de lo que significada cuidar a un bebé y muchos menos criar a una niña-
-De a poco fui aprendiendo como hacerlo y como poder equilibrar el trabajo con su crianza, ella es todo para mi-
-¿Así que ahora eres un "papá" experto?-
-Se puede decir que si-Ella soltó una pequeña risa y él solo hizo su típica media sonrisa.
En ese momento Kenzi se acerco a su dueña algo somnolienta, poso sus patitas en su pierna y le dio unos pequeños ladridos pidiéndole atención.
-Quieres dormir bebé-Carla acaricio a su mascota y con esa muestra de aprecio la cachorra se alejo y se recostó en una pequeña cama que se encontraba cerca de las escaleras.
-Discúlpame un segundo-Le dijo al capitán-Debo guardar esto-
La rubia tomó el bate de béisbol, subió al segundo piso y se dirigió a su habitación para guardarlo debajo de la cama. Carla al darse la vuelta para volver al primer piso con Wesker se pego un pequeño susto al verlo apoyado en el marco de su puerta observándola, esta vez, sin sus lentes oscuros puestos; principalmente la sorprendió no haberlo escuchado ni subir las escaleras ni acercarse a ella.
-Wesker me asustaste, no te escuche-
-Carla...-El rubio se acerco a ella y con su mano derecha tomo su barbilla para que lo mirara-Te dije que puedes llamarme Albert, no me molesta viniendo de ti-
-Lo...lo se, p-pero se me olvida-Ella sintió como sus mejillas se ponían rojas por el toque de Albert y por su cercanía.
-¿Te incomodo?-Pregunto Al mirándola a los ojos.
-No, es solo que, me tomaste por sorpresa y además soy muy vergonzosa con los hombres-
-No tienes porque avergonzarte, eres muy hermosa Carla, la mujer más bella que pude conocer-
-Desde que te conocí no pude quitarte de mi mente-Wesker con su mano izquierda envolvió la pequeña cintura de ella y se acerco mas.
-Si no te gusta lo que hago, solo dímelo y parare-Le susurro al oído.
-Albert, me g-gustas...no se como paso...pero, pero desde que charle contigo esa noche y el lunes tampoco pude dejar de pensar en ti-
-¿Quieres que pare?-
-No, te deseo Albert-
Esa última declaración fue suficiente para que Wesker reclamara sus labios, inmediatamente envolvió su lengua con la suya y la presionó más contra él, la rubia pudo sentir el miembro del capitán contra su muslo, él era realmente bueno con tan solo un beso la volvió loca.
Dejó su boca para besar su cuello, mientras con ambas manos comenzó a presionar sus nalgas. Acto seguido, la empujó suavemente contra su cama y se quitó la camisa azul de S.T.A.R.S mostrando su torso tonificado. Se posiciono sobre ella y volvió a besar su cuello, al hacerlo Carla empezó a gemir por el placer que sus besos le provocaban; sus besos fueron descendiendo y levanto su camiseta negra logrando ver sus pequeños senos, comenzó a masajear uno con su mano derecha y tomo entre sus dientes el pezón izquierdo arrancándole más gemidos de sus labios.
Albert dejó sus senos y continuo descendiendo dejando besos por su vientre, tomó con una de sus manos sus shorts y se los quito, con su mano izquierda comenzó a masajear su clítoris sobre los boxers negros que ella llevaba puesto, siguió soltando gemidos y el atrapo nuevamente sus labios con los de él.
-Esto lo vas a disfrutar Querido Corazón-Dijo seductoramente en su oído.
Esta vez le quito los boxers y bajo su rostro hasta su vagina, dio un par de besos en su monte de venus y finalmente empezó a penetrarla con su lengua mientras masajeaba con su pulgar su clítoris.
-¡Albert!-Comenzó a gritar su nombre.
-¡No pares!-
Justo en el momento que ella estaba por llegar al clímax, Carla despertó abruptamente, todo lo que había pasado en realidad fue un sueño, se quitó las sabanas y se dio cuenta que se había mojado su ropa interior.
-No puede ser-Dijo Carla completamente sonrojada.
-¿Acabo de tener un sueño erótico con el capitán de mi padre?-Se cuestionó sin poder creer lo que había soñado.
-Debo estar volviéndome loca-Se levanto y se dirigió al baño a darse una ducha fría para bajar la calentura-Malditas hormonas-
Se dio una ducha fría rápida, salió envolviendo su cuerpo con una toalla, cuando se dirigía para su habitación a cambiarse escucho que alguien abría la puerta de la casa, entro a su habitación y miro el reloj el cual indicaba que eran la 1:30 am. Tomó el bate de béisbol que se encontraba debajo de su cama, ya que su padre le había dicho que regresaría aproximadamente a las cuatro de la mañana. La pequeña Kenzi se levanto y fue corriendo mientras ladraba al primer piso.
-Kenzi, Kenzi ven aquí-Susurro Carla para que no vaya porque no quería que si se trataba de un ladrón lastimara a su compañera. La cachorra la ignoro por completo.
-¡Demonios!-Se quejo, pero sin elevar tanto la voz.
Carla se olvido por completo de cambiarse, tomó firmemente su bate y comenzó a bajar, lo que le resulto raro fue que al bajar vio las luces encendidas, dudaba que un ladrón lo hiciera. Cuando se paró en el último escalón, preparo el bate para golpear a quien se encontrara y se quedó fría al ver que "el intruso" era nada mas y nada menos que el capitán de su padre, Albert Wesker.
-Cap...digo, Albert-En el momento en que se dio la vuelta y vio como ella estaba "vestida", el rubio miro para otro lado, haciendo que ella recordara que no se había cambiado.
-¡Oh, no puede ser! ¡ahora vuelvo!-
La rubia subió corriendo las escaleras totalmente sonrojada y avergonzada por el hecho de que Wesker la viera prácticamente desnuda. Se vistió rápidamente, no podía creer que esto estuviera pasando, se parecía demasiado a su sueño, ¿acaso seguía dormida?; se puso unas bragas negras de "abuela" como le decía ella, ya que, a Carla no le gustaba las tangas o las bragas que eran demasiado angostas, debido a que sentía que se le metían en lugares donde no debería meterse la tela y era incomodo. Prefería este tipo de ropa interior porque cubría casi por completo sus nalgas y eran más seguras para los días en los que estaba indispuesta, porque ella por más que algunas mujeres creyeran que era anticuado se sentía más cómoda usando toallas sanitarias en lugar de tampones y además estos le daban algo de asco.
Se puso un sostén negro, una camiseta de tirantes de color gris, unos shorts de chándal negros y unas sandalias negras. Una vez lista, se tranquilizo un poco ante su espejo, guardo el bate y fue a hablar con el capitán.
Wesker P.O.V
Una vez que llego a la casa de su compañero, tomó un juego de llaves extras que éste le había entregado hace algunos días por si su hija tenia algún problema y así, Albert pudiera ingresar a ayudarla o a comprobar que todo estaba bien. Abrió las rejas, las cerro y luego se dispuso a abrir la puerta principal, al cerrarla escucho a la mascota de Carla que venia ladrando y bajando las escaleras, el encendió las luces y cuando ella lo reconoció apoyo sus pequeñas patitas en su pierna pidiendo cariño.
-¿En serio te caigo bien?-La cachorra seguía insistiendo, él simplemente se agacho y le rasco un poco la cabeza.
-Eso es todo, ni creas que voy a abrazarte-
En eso escucho la voz de Carla, al darse la vuelta se percato que ella sostenía un bate, pero eso no fue lo que lo impresiono, sino ver que se encontraba sin ropa cubriéndose solo con una toalla, por respeto volteo la mirada, y ella totalmente nerviosa le dijo que ahora volvía y se marcho por las escaleras.
Él se sentó en el sofá de la sala, esperando a que la chica bajara; por algún motivo que aún desconocía, la pequeña yorkshire estaba totalmente encariñada con él, movía la cola y le ladraba para que el la subiera al sofá. Wesker decidió hacerle caso para que dejara de ladrar y ésta se quedó echada a su lado. Continuo esperando y al poco tiempo ella bajo, esta vez vestida.
-Perdón por lo ocurrido-Dijo sonrojada la rubia.
-No tienes porqué avergonzarte Carla, yo vine sin avisar y te tomé por sorpresa-
-La verdad que si, me tomaste por sorpresa, creí que eras un ladrón o algo por el estilo-
-Me alegra saber que...-Se quito los lentes para mirarla directo a los ojos-Estás preparada para defenderte tu sola-
-Sin duda tu padre está orgulloso de ti-
-Gracias, pero por favor no le digas a nadie, en especial a mi padre que me viste solo usando una toalla-Se le escapo una pequeña risa.
-Te recuerdo que ya guardo un secreto tuyo, así que, puedes confiar en que no le diré nada a Sebastian de esto tampoco-
-Ah, perdón que despistada soy, ¿quieres tomar o comer algo?-
-Un café negro seria suficiente-
-Necesito una taza para poder mantenerme despierto, hoy estuve desde temprano en la estación y no tuve descanso-
-Lo entiendo-Dijo ella-Voy a preparar tu café, si quieres puedes encender el televisor-
-Gracias-Susurro Albert.
Simplemente se quedo unos minutos en el sofa observando a la cachorra que se encontraba placidamente dormida; tras pasar unos minutos mas decidio levantarse y hablar con Carla en la cocina mientras hacia el cafe, al acercarse ella se encontraba dandole la espalda tratando de alcanzar sin exito el cafe instantaneo que se encontraba en una de las encimeras superiores.
-Demonios papá, porque siempre dejas el café en ese lugar-Se quejo sin darse cuenta de que el rubio estaba detrás de ella.
Carla se asusto un poco al darse cuenta que Wesker se encontraba detrás de ella cuando, él alzo su mano y tomó el frasco, en el momento que se lo entrego la miro con una media sonrisa divertido por la imagen de ella tratando de alcanzar ese frasco.
-¿Te asuste?-
-Un poco, creí que aun estabas sentado en el sofá, no te escuche. Gracias por alcanzar el frasco, esa es la desventaja que tengo por mi altura-Soltó una pequeña risa.
-¿Te molesta ser baja?-
-Para nada, jamás me sentí acomplejada por eso, solo me molesta un poco cuando mi papá se olvida que no mido un metro setenta y que no llego a esa estantería sin la ayuda de un banco-
-Me encanta que estés conforme con tu apariencia Querido Corazón-El noto que al llamarla así nuevamente Carla se sonrojo mientras preparaba el café para él y un té para ella-Hay muchas personas que viven acomplejadas por su apariencia física e incluso cometen estupideces para complacer a otras personas-
-Para ser tan joven tú te aceptas tal y como eres, no solo eres inteligente Carla sino también muy hermosa-
-Jajaja, para Albert, me estoy poniendo roja como un tomate, siempre me da vergüenza cuando me dan cumplidos-
-Lo siento, pero es la verdad Carla, yo soy un hombre que sabe reconocer cuando una persona es impresionante como tú-
-Bueno ya que estas dándome tantos cumplidos me toca a mi-
Carla se dio la vuelta ofreciéndole la tasa con su café y se dirigieron a la mesa para charlar y tomar sus bebidas. Una vez sentados la rubia lo miro y se dispuso a darle un cumplido.
-Está bien Capitán Albert Wesker, déjeme decirle que usted es muy bueno en su trabajo, un hombre inteligente, por lo que vi un buen "padre" también, elegante y además físicamente se lo puede considerar atractivo-Cuando termino de decir eso ella se puso a reír y aún más roja.
-Soy tan mala para dar cumplidos, no puedo evitar sentir vergüenza-
-Descuida-Dijo dándole una media sonrisa-Lo hiciste bastante bien-
-Jajaja, bueno voy mejorando en no ser tan tímida a la hora de halagar a alguien-
-Cambiando de tema, ¿cómo está tu hermana?-
-Bien, hoy se quedo en la casa de una amiga para tener una pijamada-
-No te veía como un hombre que dejara que su hermana se quedara en la casa de una amiga-
-No lo soy, pero confió en estas personas, conozco a los padres de la amiga de Meg desde joven, son personas en las que puedo confiar-
-Confió en ellos para que cuiden a mi hermana, así como ellos confían en mi para que cuide a su hija-
-Qué bueno que confíes en alguien para que te ayude con Megan-
-Suficiente de hablar mi y de mi hermana, hablemos de ti-
-De acuerdo, ¿qué quieres saber?-
-¿Cómo sigues con tu trabajo? ¿continua todo bien?-
-De maravilla, mis compañeros me continuaron enseñando las instalaciones e incluso me instruyeron con nuevos conocimientos respecto a ciertas patologías con las que no había tratado del todo antes-
-Por lo que veo estás feliz trabajando aquí-
-Por supuesto, el lugar es bueno, estoy con mi padre y me encanta la ciudad, a pesar de que sea pequeña a comparación con Nueva York-
-Lo importante es que tú estés cómoda y que disfrutes-Wesker ya había terminado su café y observo el reloj viendo que eran las 2:30 am.
-Aunque me encanto charlar contigo Carla, ya es muy tarde, limpiare esto y me iré-
-A mi también me gusto hablar contigo Albert- Ambos se levantaron y limpiaron sus respectivas tasas.
-Lamento haberte molestado a estás horas, descansa Querido Corazón-
-No fue molestia, tú también descansa Al-
Wesker se acerco a ella y le dio un beso en la frente para después darse la vuelta cerrando la puerta principal. Cerro con llave también la reja, se subió a su auto y antes de retirarse se aseguro que Carla apagara todas las luces, tras comprobar que la chica se fue a dormir, él puso en marcha su vehículo y se retiro a su casa, para hacer lo mismo. Mientras regresaba a su casa, Wesker no pudo evitar pensar en que esta noche posiblemente tendría otro sueño erótico con la hija de su compañero, después de todo tenia grabado en su cerebro la imagen de Carla vestida solamente con un toalla.
