Descargo de responsabilidad: No poseo ninguno de los elementos de Overlord aparte de mis OC.
"texto"= personajes hablando.
'texto'= personajes pensando.
*texto*= accion/ruido.
*texto* = hechizo/habilidad.
texto= insinuación.
-OoOoO- = cambio de pov.
Las habilidades serán escritas en ingles, por la gran razón de que las recuerdo mejor de esa forma (y porque se ven genial así).
*TOC* *TOC*
Mis ojos se abrieron lentamente mientras mi mente fue arrastrada de regreso a la realidad por el sonido de golpes en mi puerta.
"Joven maestro ¿Esta todo bien? La cena esta casi lista." La voz de una de las sirvientas me pregunto desde el otro lado de la puerta. Su voz aguda me saco completamente de mi somnolencia. Mi cuerpo se retorció levemente en el agua, antes de comenzar a enderezarme. La sensación una vez cálida del agua templada, ahora no era más que un sentimiento gélido por el largo pasar del tiempo. Levante con pereza una de mis manos, solo para ver como mis dedos estaban levemente arrugados debido a mi larga estancia sumergido.
'Debo de haberme relajado lo suficiente como para quedarme dormido' pensé con diversión, ahora mucho más lucido que antes. No pocas son las veces en que disfrute demasiado de un buen baño luego de entrenar, para después quedarme dormido. Claro que podría limpiarme y curarme con magia, pero la sensación de relajo y tranquilidad que solo me proporciona un buen baño era algo muy bienvenido luego de un día intenso de trabajar, uno de mis pocos caprichos que no estoy dispuesto a ceder por ahora.
"¿Joven maestro?" Las palabras de la sirvienta me sacaron de mis pensamientos, esta vez con un tono de voz más preocupada. Ahora completamente despierto, sé que sería malo simplemente seguir sin contestar. Quien sabe cuánto tiempo la pobre sirvienta a estado intentando llamarme, solo para no recibir respuesta alguna.
"Puedes retirarte, esta todo bien, iré en unos instantes" Dije despidiendo sus preocupaciones. Una exhalación casi imperceptible de alivió sonó al otro lado de la puerta al terminar mis palabras. Mi tiempo en el baño debe ser haber sido mucho mas largo de lo esperado como para haber causado esa reacción. Debería seriamente de ahora en adelante, cronometrar el tiempo que paso en el baño.
"Entendido. Entonces, con su permiso, me retirare joven maestro" La voz de la sirvienta anuncio, antes de que el sonido de sus pasos se alejara lentamente. Una vez que el sonido de sus pisadas ya no podía oírse, comencé a levantarme y salir del ahora gélido abrazo del agua.
Al retirarme y poner por fin mis pies en el frio suelo, mi vista se vio levemente atraída hacia el empañado espejo de la habitación.
La figura reflejada en él era de rasgos suaves y claramente infantil. De estatura pequeña y ligeramente delgado, pero con una figura en forma. Quizás los rasgos que más se destaquen sean el largo cabello color celeste, y el par de brillantes ojos zafiro.
Mis hermanos heredaron el cabello naranja, los ojos verdes y los rasgos duros de nuestro padre, a diferencia de mí que herede los rasgos suaves de mi madre. Según los sirvientes, yo compartía un gran parecido con mi difunta madre, hasta el punto en que contrasto demasiado cuando se me compara con mis hermanos y padre, haciéndome parecer incluso alguien ajeno a la familia a simple vista. Todo eso sumado al poco tiempo en que pasaba junto al resto de mis parientes, y lo poco que era nombrado por ellos, causo que más de una vez tuviera problemas con los nuevos siervos que llegaban a mi hogar.
Es una lástima que nunca tuviera la oportunidad de ver el rostro de mi madre, aunque sea solo una vez. De vez en cuando mi mente vaga y se pregunta acerca de ella y que tan parecida seria con el resto de mi familia.
¿Sería alguien indiferente? ¿Me odiaría, o me querría?
Son muchas las incógnitas respecto a su pasado que hacen que mi mente comience a cuestionarse en distintas direcciones acerca de su persona. Lamentablemente, la información que poseo de ella es mínima.
Por algún motivo, nuestro padre decidió suprimir todo conocimiento relacionado a nuestra madre. Sin imágenes, sin historias y sin nada de ella escrito. No poseo nada más que la vaga información que los sirvientes estén dispuestos a darme. Incluso Arthur se negaba a compartir más de lo que yo sabía. El hecho de que mi propio padre se haya rehusado a hablar de ella en toda ocasión me parece ya muy extraño, pero incluso obligar a los sirvientes a callarse respecto al tema es aún más sospechoso. A veces toda esta situación me hace preguntarme si mi padre odiaba a mi madre por algún motivo… o si algo acerca de ella era lo suficientemente importante como para ocultarlo de nosotros.
'Es un misterio sin solución por ahora' Pensé dejando el tema de lado mientras comenzaba a vestirme, desterrando ese pensamiento de mi mente temporalmente. En este punto comenzaba a volverse algo normal, mi curiosidad por el tema resurgía cada cierto tiempo, pero nunca encontraba respuestas, y tenía el presentimiento de que no las encontraría en el corto plazo.
La amargura de dejar esa pregunta sin respuesta era algo con lo que ya me estaba familiarizando, pero no podía dejar que ese estado de ánimo me consumiera. Al final de todo, no era algo tan relevante en estos momentos.
Suspirando, comencé a prepararme para terminar por fin este día. Podría vivir con la duda por ahora, solo esperaba algún día encontrar una respuesta.
-OoOoO-
"Llego esto a ti esta mañana" Con el sonido de mi voz, la atención del único otro ocupante de la habitación se volvió completamente hacia mí.
O más específicamente al objeto entre mis dedos.
Sus ojos se abrieron durante una fracción de segundo al reconocerlo, antes de que su mirada se agudizara ligeramente y su ceño su frunciera, mientras su vista se enfocaba directamente en mí. No pude evitar esbozar una sonrisa ante su reacción. Siempre era un placer culpable lograr hacerlo mostrar tantas emociones distintas en su rostro.
"Eso es-"
"Una carta de la respetada orden de paladines, si" Hable nunca perdiendo mi sonrisa, lo que solo hizo que él se tensara más. Su cara me miraba con clara desconfianza en respuesta a mis palabras, no es como si pudiera culparlo. Después de pasar su vida entera siendo ignorado tan casualmente por el resto de nuestra familia, esa era una reacción normal, sino esperada.
Oh, como podría olvidar cuando el pobre de él intentaba llamar la atención de nuestro padre tan flagrantemente, solo para recibir nada más que una mirada pasajera y un hombro frío como respuesta. Era una vista tan adorable de ver, es una lástima que haya cambiado tanto a lo largo de los años.
"Tranquilo, no ha sido abierta aun, eso sería descortés después de todo." Dije acercándome y ofreciéndosela amablemente. Su mirada se posó levemente en mi antes de tomar la carta con lentitud de mis manos.
"Gracias" Pronuncio al final, en un tono que rezumaba confusión y desconfianza. Tal vez, por la extraña e incómoda situación en la que ambos estábamos presentes. No era usual que habláramos durante tanto tiempo, así que podía comprenderlo. Aun así, pronto sus ojos se vieron atraídos por las oscuras letras que yacían en el sobre, antes de que se apresurará a abrirlo para leer su contenido.
Mientras tanto, volví a mi asiento y esperé con paciencia a que terminara de leer. No es como si no supiera ya el contenido de la carta. Después de todo, las conexiones que había logrado a lo largo de los años ya me habían informado quienes serían los próximos candidatos aceptados para unirse a tal institución a fines de este año.
El resto de mi familia e incluso algunos de los sirvientes pueden haber pensado en el joven chico frente a mi como alguien irrelevante y con un futuro ya escrito en piedra, pero yo no era tan ingenuo como para ignorar de forma tan absurda a alguien de nuestro linaje, por más bajas expectativas que el resto tuviera sobre él. Después de todo, por más improbable que sea, el seguía siendo un candidato a heredero de nuestra familia.
Al principio admitiré, comencé a observarlo por motivos de competencia y estudio. Cuando me di cuenta de que su enfoque se dirigía a la vida militar, estaba a punto de descartar mis pensamientos sobre él como rival por el manto familiar… o eso fue hasta que logré enterarme del gran talento que poseía.
Según sirvientes leales a mi persona, mi pequeño hermano tenía un gran talento en cuanto a usar una espada se refería, uno nacido una vez cada ciento de años según algunos rumores. El hecho de que incluso alguien como Arthur que estaba curtido en el combate y había visto de todo durante sus años de servicio lo alabara era un gran signo de destreza.
Según estimaciones, en el futuro no debería tener ningún problema para pararse codo a codo con lo mejor que este país tuviera para ofrecer. Algunos informes de mis espías sobre el intuyen que incluso debería ser capaz en estos momentos de derrotar sin problemas a los guardias de nuestra familia.
Todo esto era muy impresionante por si mismo, lo suficiente como para aumentar profundamente mi interés en su vida. Pero lo que descubrí después, asentó por completo mi pensamiento de mi hermano como alguien a quien prestar seria atención en un futuro.
El tenia la capacidad de usar magia.
Los lanzadores de magia eran muy raros, pero es esa misma rareza la que los hace extremadamente deseables. Todas las naciones deseaban acaparar a cualquier persona talentosa que tuviera la capacidad de conjurar magia. Pero entre todas las ramas de que la componían, existía una que era especialmente apreciada por los altos mandos: Magia Sagrada.
La misma que según mis agentes, Julius podía usar con gran destreza.
Como podría aprender tal técnica sin supervisión ni enseñanza alguna, estaba mas allá de mi. Si resultaba que lo hacia instintivamente, podría decirse que seria alguien muy importante dentro de poco debido a su talento natural.
Muchos nobles pueden ver el talento político como lo más importante, otros el poder militar, pero yo era diferente. Yo entendía que se necesitaba conocimiento de ambas partes para ser un noble efectivo y prometedor. Mi tonto hermano mayor no entendía ni tenía lo necesario para ser un noble adecuado, razón por la cual ahora estaba rodeado de enemigos sin siquiera darse cuenta.
'Oh, que pobre de él. Viendo cómo se desempeña actualmente, no me sorprendería que dentro de algún tiempo escuchemos noticias de su deceso' Negue mentalmente ante su estupidez. Al menos yo podía ver la mina sin explotar que era mi más joven hermano. Algo de lo que ni siquiera mi padre se percato.
Podía ver las grandes posibilidades que le esperaban a Julius y lo que podría lograr. Por lo tanto, mantener mis ojos en sus acciones sería lo más sensato de hacer para poder sacar provecho de sus muy probables logros futuros.
'Quien sabe, tal vez incluso pueda llegar a tener conexiones directas con la realeza a través de él' pensé divertido.
La realeza era conocida por tener en muy alta estima a sus principales guerreros. No sería erróneo afirmar que los paladines eran parte del núcleo de poder del Santo Reino, y aunque no eran muchos, los más favorecidos de ellos podían llegar a albergar una gran influencia a los ojos del Santo Rey. Eran sus leales espadas y escudos, servían con fidelidad jurada en nombre de la justicia, y a cambio la realeza los tenía en alta estima.
Por eso mismo determine hace un tiempo que un cambio de enfoque debería estar en marcha. Si los planes que poseo se concretan, podría llegar a escalar bastante alto en la jerarquía social y política del reino.
Podría tomar algo de tiempo y esperar una situación ideal para realizarse, pero si juego bien mis cartas, debería poder ganar su confianza y acercarme más él en el futuro. Él se ha vuelto una inversión a largo plazo en este momento, una que bien podría llevarme mucho más allá de lo que en mis sueños más salvaje siempre anhele.
-OoOoO-
"Sabes los requisitos para ser aceptado para el entrenamiento como paladín ¿verdad?" Las palabras de William robaron mi atención de la carta de aceptación que estaba mirando. Ha estado actuando extraño recientemente o al menos más extraño de lo habitual. Su actitud aparentemente amable solo parece gritar sospechoso.
"Debes de ser de ascendencia noble para ingresar o tener una carta de recomendación en tu persona, además de tener tus habilidades probadas por algún veterano calificado" dijo mientras mecía suavemente una copa de vino en su mano, su expresión parecía perder mi cara confundida, o simplemente no le importaba "Esos son los dos principales requisitos para postular, pero estoy seguro de que debes de saber que también existe un tercero que se suele pasar por alto. Como noble, necesitas cierto monto fijo para pagar tanto tu futura armadura como el arma que empuñaras"
"¿A dónde vas con esto?" Pregunto en un tono sospechoso, ya comenzando a hartarme de sus esquemas y queriendo que fuera directo al grano en esta conversación. Parece que esa fue la respuesta que buscaba, ya que ahora su atención se fijó nuevamente en mí.
"Ya ves, quería informarte que estoy dispuesto a pagar todos tus gastos para tu formación" ... y ahí está lo importante. Sabía que había algo oculto entre sus palabras melosas, ahora solo queda averiguar la intención que lo motiva y que gana el de este arreglo.
¿Podría querer asegurarse de que no interfiriera con su candidatura a heredero? Era algo muy probable, y tal vez la única explicación que puedo ver a simple vista. Iría muy bien con su carácter el querer estar completamente seguro de su reclamo, dejando fuera a todos sus competidores. Aun así, sigo sin confiar en su aparente trato. Tengo la suma necesaria de dinero guardada para mis gastos en caso de que surgiera la situación en que lo necesitara, y a pesar de que quedaría un poco arruinado, aun podría costearlo yo mismo.
"Gracias por tu amabilidad, pero ya tengo los fondos necesarios" Ante mis palabras su expresión no pareció cambiar ni un poco, al contrario, parecía esperar mis palabras si su rápida respuesta fue alguna señal.
"Oh, esperaba tanto de ti, pero ¿Es la cantidad que posees para pagar todo lo que tienes? Ciertamente desde que nuestro padre corto tu presupuesto, debe de haberte costado significativamente el obtener esa cantidad, que bien podrías usarla en caso de alguna emergencia ¿Verdad?" Maldije mentalmente al escuchar sus palabras por estar en lo cierto.
Desde que decidí no seguir alguna carrera política, mi padre me ha dado de presupuesto una cantidad mínima de dinero a diferencia de mis hermanos. He tenido que ahorrar durante una cantidad significativa de tiempo para tener la suma monetaria que hoy en día poseo.
Normalmente durante el periodo de entrenamiento para convertirse en paladín, la misma institución proporcionaría un equipo propio hasta ascender a rangos más altos. Lamentablemente, ese beneficio era solo para aquellos nacidos plebeyos. Como alguien nacido de un noble de alto rango, esa bondad me seria negada, ya que se esperaba que fuera capaz de costearlo.
Una de las principales razones que me disuadían de unirme anteriormente, era el escaso capital que tendría al comienzo de mi entrenamiento. Aunque podría pagar mis necesidades en este momento, me quedaría sin nada de dinero en caso de que lo llegue a necesitar.
"Oh no luzcas así, te puedo asegurar que no pediré nada por este regalo ni tienes la obligación de compensarme" William formulo una respuesta rápida al notar mi expresión sombría.
"¿Solo… así?" Aún tenía mis dudas acerca de su aparente oferta. Sus motivaciones eran demasiado confusas para mí como para sentirme seguro, pero lamentablemente él tenía razón acerca de mis necesidades. La oferta era demasiado tentadora como para negarla.
"Solo así" Respondió el con una sonrisa más amplia.
Se que esto podría morderme más tarde, pero para entonces ya debería ser lo suficientemente fuerte como para defenderme de lo que estuviera por llegar. Por ahora, esta oferta inesperada solo me beneficiaba, y en el peor de los casos siempre podría huir con el dinero que me queda.
"*Suspiro* Supongo que aceptare entonces… gracias" Respondí un poco más cansado con esta conversación.
"No hay problema hermanito, considéralo mi pequeño regalo de apoyo. Después de todo, es el deber del hermano mayor velar por el menor ¿no es así?" Termino con una expresión que cualquiera que no lo conociera pensaría que sería amabilidad pura y sin adulterar. Pero yo ya lo he visto actuar antes, sé que aquí pasa algo, pero por más que lo intente no puede revelar la verdad detrás de sus palabras. En su mente es probable que piense menos de mi por mi edad y aparente falta de experiencia, lástima para el que yo no sea un chico común que caería ante su actuación. Aun así, viendo su maldita sonrisa solo puedo esperar morder esta bala por ahora y esperar no arrepentirme más adelante de mi decisión.
.
"¿Puedes recordarme porque estoy aquí de nuevo?" Arthur me pregunto por lo que ya debe de ser la cuarta vez desde el poco tiempo que llevamos caminando.
"¿Acaso eres un niño?" Le respondí, sin molestarme en esconder mi irritación en este punto. Comienzo a pensar que traerlo fue un gravísimo error.
"Solo me pregunto cómo termine siendo el niñero de un mocoso, ¿Acaso no estas ya grande como para ir de compras tú mismo? Oh, pero quien pensaría que mi pupilo tendría tanto miedo de salir sin alguien que lo lleve de la mano" El respondió con una sonrisa mientras negaba con la cabeza en fingida decepción "Supongo que a tu edad es normal tener esos miedos niño. No te preocupes, es poco probable que un secuestro tome lugar por esta parte de la ciudad"
Mi ceja ya estaba temblando de irritación en este punto por su forma tan molestosa de ser. Aunque podría dejarlo pasar si solo fuera su actitud irritante, pero no…
¡TENIA DECIRLO EN VOZ ALTA PARA QUE TODOS EN LA CALLE NOS VIERAN DE FORMA EXTRAÑA!
¡PORFAVOR, PAREN DE MIRARME CON LASTIMA!
No señora, no necesito que me observe como si me fuera a romper en cualquier momento, tampoco me mire como si fuera algún cachorro pateado. Por favor, aléjese. Si señor, el hombre al que usted mira merece ser puesto en prisión o tener la pena de muerte, puede llamar a los guardias si lo desea, creo que están un poco más adelante.
En este punto solo quería que la tierra me tragara por la situación que estaba pasando, todo porque a alguien le parecía gracioso verme tan avergonzado.
'¡Si hubiera sabido que se comportaría como si fuera un niño, nunca habría pedido su ayuda en primer lugar!' Pensé con no poco arrepentimiento.
Luego de haber obtenido el dinero para comprar mi equipamiento, le había pedido a Arthur que me acompañara y guiara para poder obtener algo de equipo de calidad. Si estaba aceptando el trato de mi hermano, bien podría desangrarlo un poco para obtener herramientas de alto nivel.
Arthur era renuente a acompañarme, pero al final después de mucha insistencia y persuasión (amenazas), logre convencerlo de ir conmigo. Era necesario que alguien con mucha experiencia como el me acompañara para asegurarme de obtener equipo de calidad y no ser timado. Alguien como él podría guiarme hacia un herrero de confianza y hacerlo más fácil para conseguir lo que necesitaba.
Así que, saltando en mi mente de alegría, me vestí rápidamente con ropa para mezclarme entre la gente, y me apresuré a partir en el momento en que estuvo todo listo rumbo hacia las profundidades de la ciudad. Esperando extasiado y ansioso salir después de mucho tiempo de estar encerrado en la propiedad de mi familia, deseaba con extremo fervor explorar un poco el mundo exterior.
Lamentablemente, el bastardo decidió que ya que estaba en este punto obligado a acompañarme bien podría hacer miserable de camino hacia el herrero. Y vaya que lo logro, estoy seguro de que se estaba divirtiendo bastante intentando con éxito irritarme, probablemente como venganza por llamarlo anciano frecuentemente (a pesar de que lo era).
Suspire mientras intentaba calmarme, contando hasta diez cada vez que un comentario condescendiente y mordaz salía de la boca del hombre junto mí. Solo podía esperar ignorarlo todo y no perder la calma. Después de todo, esa era la expresión que el buscaba para poder entretenerse. Con algo de suerte, se aburriría dentro de poco al ver mi falta de reacción y dejaría de intentar burlarse.
Solo debía aguantar hasta llegar al lugar al que me guiaba.
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"¡Ah, Arthur, viejo bastardo!, veo que por fin te dignaste a aparecer!" La voz fuerte y estridente de un hombre nos saludó en el momento en que entramos al edificio "Y veo que trajiste compañía, aunque para ser honesto su cara parece un poco... espeluznante"
Mi ojo tembló momentáneamente frente a las primeras palabras que el hombre me dirigió, mientras Arthur solo parecía divertido si la risa que siguió fue una indicación. El maldito debería haber pensado que fue gracioso molestarme sin descanso hasta llegar aquí. En este punto, jure vengarme de el en algún momento por hacerme pasar una de las peores horas que he experimentado.
"Es bueno verte de nuevo Eldwid, veo que sigues pateando" Arthur dijo mientras se acercó al hombre para poder saludarlo. Al hacerlo pude ver por primera vez bien la figura del hombre que nos recibió, y no pude evitar levantar una ceja ante sus prominentes características.
De cabello corto y ojos café oscuro, tenía un cuerpo extremadamente fornido con varias cicatrices que podían verse a través de una camisa simple. Llevaba un delantal negro descolorido que parecía cubrir su pequeño cuerpo casi por completo, dejando apenas descubierto sus desgastados pantalones cafés.
Pero lo que más me llamo la atención, fueron dos cosas: Su pequeña estatura para un cuerpo tan fornido… y su descomunalmente larga barba.
De todas las personas que podría haber pensado conocer hoy en este lugar, no esperaba encontrar un enano. Si bien el Reino Santo no era tan extremo con sus prejuicios acerco de otras razas humanoides, como por ejemplo, La Teocracia Slane. Todavía seguía siendo un país bastante discriminatorio con seres no humanos, razón por la cual pocos demi-humanos pensaban siquiera en visitar el lugar.
El único ser de otra raza importante que se me venía a la mente, era uno de los nueve colores actuales. Causó una gran conmoción entre algunos círculos cuando el Rey anunció su puesto, pero la palabra del Rey Santo era la ley ante todo y los nobles a diferencia de otros reinos no tenían una influencia tan grande como para enfrentarse al rey sin sufrir graves consecuencias. Estamos después de todo, hablando de un hombre que cuenta con la lealtad incuestionable de la orden de paladines y los nueve colores, por lo tanto, la mayor fuerza militar de la nación.
Por otro lado los enanos tenían buenas relaciones con la mayoría de países humanos debido a sus relaciones comerciales y pocas diferencias físicas. Las armas y armaduras que comerciaban, aunque algo raras y caras, eran muy apreciadas por su alta calidad.
Aun así, la gente de seguro aún alberga una gran adversidad hacia seres no humanos debido a las constantes invasiones sufridas por las tribus demi-humanas fuera de las murallas. Probablemente no debe haber sido fácil para alguien como Eldwid establecerse aquí.
"Mmmm, me alegra que me visites Arthur, pero presiento que hoy no es una llamada social para ir a beber, dime ¿Qué necesitas?" Pregunto Eldwid mientras se movía detrás del mostrador, y se sentaba en una silla bastante alta. Su mano derecha abrió un libro, mientras la izquierda sacaba un par de anteojos de sus bolsillos.
"Aunque desearía salir y beber contigo hoy, tienes razón" Arthur respondió con un suspiro mientras ponía su mano en mi cabeza y despeinaba ásperamente mi cabello.
"H-Hey ¡Eso duele anciano!" Me aleje rápidamente mientras lo fulminaba con la mirada. A Arthur por otra parte no parecía no importarle mientras se reía jovialmente.
"El chico aquí necesita algo de equipo, fue aceptado para recibir capacitación en la Orden. Pensé que eras el mejor para el trabajo." Se encogió de hombros Arthur, mientras se ponía cómodo en una de las sillas frente al mostrador "Además, ya has recibido encargos como este. Por lo que ya conoces el diseño que solicita su armadura"
Eldwid por otro lado me miro con algo de curiosidad. Sus ojos se abrieron levemente por un momento mientras me estudiaba, probablemente por mi edad, antes de que se volviera nuevamente a Arthur.
"Oh, ya veo, ya veo. Bien, aunque es un poco joven, creo que podre hacer algo que le sirva bien. Aunque debido a su corta edad, es probable que deba reemplazar su armadura en un par de años" El asintió con la cabeza mientras se acariciaba su barba. Sus palabras me desanimaron un poco, pero al final recordé que no estaba pagando yo por el equipo, así que debería ser capaz de cambiar la armadura en un futuro.
"Eh, tiene sentido. El pequeño camarón aún tiene que crecer" Dijo Arthur con una sonrisa mientras se cruzaba de brazos. Tal vez notando mi expresión algo abatida y molesta, Eldwid me hablo de nuevo.
"No te preocupes tanto chico. Como eres amigo de este grandulón, cuando llegue el día te hare un descuento" Dijo despreocupadamente "Solo invítame un trago cuando seas mayor ¿sí? Jajaja"
"Muchas gracias Señor Eldwid" Dije con honestidad y cortesía mientras algo de alivio se filtraba en mis palabras.
Eldwid frente a mí, a pesar de dar a primera vista una impresión de dureza debido a su cara y musculatura, parecía genuinamente una buena persona. Aunque nunca lo admitiría frente al hombre, sé que Arthur era un buen juez de carácter, y con lo ocurrido hoy, pensé que podría confiar un poco más en esta persona en un futuro. Especialmente si parecía ser un amigo de confianza de Arthur.
Aunque no tenía pensado salir a beber en el corto plazo.
"Solo Eldwid niño, nunca fui alguien para los honoríficos." Dijo con una ola de de su mano de forma casual.
"Gracias entonces, Eldwid" Dije con una sonrisa que el también devolvió mientras se reía, antes de que se levantara y caminara hacia nosotros.
"Bien, ahora que terminamos con las presentaciones. Necesito que te quedes quieto mientras te mido" Dijo mientras traía una cinta junto a un libro.
"¿Sabes cuándo estará lista?" Pregunto Arthur mientras comenzaban a medirme.
"Siempre tan impaciente" Dijo Eldwid con un gruñido "Debería estar lista en unos tres meses" Arthur levanto una ceja ante esto y parecía querer decir algo antes de que Eldwid lo interrumpiera.
"No lo digas. Se lo que debes pensar, y aunque me enorgullezco de mi extrema rapidez a la hora de trabajar, la verdad estamos un poco saturados aquí. Han llegado varias órdenes este mes de parte del ejercito que no esperábamos a último momento" Dijo mientras fruncía el ceño un poco molesto mientras explicaba acerca de los encargos.
"Tengo a todo el mundo trabajando a tiempo completo aquí para satisfacer la ordenes que nos pidieron para la fecha límite. Lo curioso es que no somos los únicos que estamos tan saturados, muchos talleres a lo largo de esta región están en las mismas condiciones que nosotros" Sus palabras captaron la atención tanto mía como de Arthur.
"¿Para que necesitarían tanto equipo?" Pregunto Arthur intrigado mientras acariciaba su barbilla.
"Tus suposiciones son tan buenas como las mías…" Eldwid dijo con un suspiro de cansancio "Solo espero que no sea algo tan problemático como otra larga escaramuza" Dijo con un gruñido.
Un silencio tenso callo alrededor del taller durante unos momentos mientras reflexionábamos acerca de sus palabras. Las implicaciones entre lo que decía, parecía prever que algo grave podría estar pasando dentro de las fronteras del reino. Ninguno de nosotros sabia que decir a continuación, mientras nos sumíamos en una profunda reflexión, intentando explicar ese extraño evento.
Hasta que la atmosfera fue interrumpido de forma inesperada por el chirrido de la puerta abriéndose.
Eldwid quien miro sobre mi hombro, se congelo en su lugar durante unos segundos al mirar hacia la puerta. Curioso por su reacción, voltee mi mirada y mi vista se fijó de inmediato en el hombre que entro. De inmediato pude decir que esta persona no era alguien ordinario.
Vestía una capa de viajero marrón, junto a una armadura de cuero que a simple vista se veía de alta calidad. En su pecho derecho estaba cosida una lechuza, mientras que el emblema del Reino Santo adornaba el izquierdo. Curiosamente, lo que más se destacaba eran sus prominentes ojeras, que junto a sus ojos negros como perlas, lo hacían parecer una especie de criminal.
Los símbolos en su pecho, junto a la reacción de Eldwid, me decían que esta persona debería ser alguien de muy alto rango en el ejército. Su postura era la misma que podrías ver en alguien como Arthur: la postura de un veterano curtido en combate que siempre estaba listo para atacar.
Hablando de Arthur, estaba mirando con una rara intensidad al hombre recién llegado. Y a juzgar como la misma persona le regresaba la mirada, puedo decir que se conocen.
"No esperaba verte aquí en la ciudad de Prart, Arthur" Dijo el hombre de forma neutral, su voz carecía de cualquier emoción reconocible.
"Que extraño, la última vez que revise vivo aquí" dijo Arthur con un contundente sarcasmo "No importa ¿Qué buscan tus ojos extraños en este lugar?" Mire confundido a Arthur por la forma tan agresiva que estaba mostrando. Era la primera vez que lo he visto actuar tan antagónicamente hacia alguien de forma genuina.
"¿Sigues enojado por eso verdad?" El hombre solo dio un pequeño suspiro de resignación ante las palabras de Arthur "Pensé que ya lo habrías superado a estas alturas, ¿Cuánto ha sido? ¿diez años ya?"
"Once de hecho" dijo inexpresivamente Arthur "Pero no creo que importe, si fuera por mí, preferiría no ver tu maldita cara nunca más, Pabel"
¿Pabel? Juraría haber escuchado ese nombre antes. Su insignia muestra su afiliación hacia el reino, pero qué persona de alto rango en el reino se llama…
…
…
...
...
...
¡¿PABEL?! ¡¿COMO PABEL BARAJA?!
¿Qué demonios hace uno de los nueve colores aquí, y cuál es su historia con Arthur? A juzgar por como Eldwid miraba a los dos con cansancio parecía también saber lo que pasaba. Aun así, Arthur lo miraba como si quisiera que se desintegrara con sus ojos. Solo me hace preguntarme ¿Qué demonios sucedió entre los dos para causar tal reacción del normalmente alegre hombre?
"*suspiro* supongo que no puedo hacer nada entonces" Dijo Pabel negando con su cabeza en derrota, antes de que su mirada se dirigiera hacia Eldwid.
"Lamento interrumpir de esta forma" Se lamento Pabel mientras inclinaba su cabeza, antes de que su expresión se volviera seria "Vengo a comprobar el encargo"
"Escucha, ya te lo dije, el encargo no podrá estar hast-"
"Solo vengo a comprobar su progreso" Interrumpió Pabel a Eldwid quien levanto una ceja en confusión. Tal vez notando la expresión del enano, Pabel continuo.
"Han surgido ciertas… complicaciones" Dijo tentativamente "La razón me temo, es un poco privada, ¿Podrías hacer algo de tiempo? Te prometo, es un asunto urgente" Dijo señalando no tal sutilmente a nosotros con sus ojos. Eldwid pareció entender lo no dicho mientras asentía con desgana, mientras que Arthur también pareció captar el significado, si su ceño fruncido y puños cerrados significaron algo.
"Lo siento chico, el tiempo será corto. Logre tomar las medidas principales, pero me temo tendrás que volver otro día para el resto" Dijo Eldwid en disculpa mientras ponía una mano en mi hombro "Te hare un descuento por los inconvenientes, así que visítame pronto" Termino con una sonrisa fugaz, antes de moverse hacia el mostrador nuevamente junto a Pabel.
Entendiendo como básicamente estaba de manos atadas en esta situación solo confirme asintiendo con mi cabeza, mientras caminaba hacia Arthur que me esperaba impacientemente para salir de la tienda. Aunque antes de que lográramos cruzar el umbral de la puerta, Pabel decidió hablar nuevamente.
"Se que en estos momentos no debo agradarte demasiado, en especial en esta situación…" Dijo dirigiéndose hacia mi mentor.
"No mierda, ¿Qué lo delato?" Arthur respondió con ira apenas contenida.
"…Pero debo pedirte ya que también estas aquí, si puedes hacerme el favor de quedarte en este momento y darme algo de tu tiempo" Pabel termino su oración volteándose a ver a Arthur frente a frente ignorando su comentario.
"¡¿Ah?!" Exclamo Arthur ofendido y confundido ante su petición. Aunque antes de que pudiera responder con probablemente otro comentario menos que gentil, Pabel decidió continuar.
"Y me temo que la gravedad de lo que debo hablarte, me impide aceptar un no tuyo por respuesta esta vez" Termino mientras lo miraba con seriedad. Arthur por su lado solo entrecerró más sus ojos en molestia ante su obvia orden, pero pude ver algo de curiosidad en su rostro ante la situación.
La tienda estuvo en un tenso silencio durante varios minutos, con ambas imponentes figuras mirándose sin pestañear el uno al otro. Finalmente, Arthur fue el que rompió la incomoda atmosfera, mientras daba un chasquido audible con su lengua en molestia. Su mirada se fijó nuevamente en mi mientras me hablaba.
"Ya escuchaste a la autoridad niño, me temo que tendrás que regresar solo. De todas formas, ya sabes cómo volver aquí, así que la próxima vez puedes venir por tu cuenta. Esto tardara un tiempo, así que no entrenaremos hoy, puedes relajarte si quieres" Dijo mientras avanzaba al interior ignorando descaradamente a Pabel al pasar a su lado, quien por su parte solo hizo una mueca mientras lo seguía, aunque lanzo brevemente una mirada curiosa en mi dirección, antes de desaparecer también dentro de la tienda.
Yo por mi parte solo pude parpadear en confusión ante toda la escena que obviamente no debería haber presenciado. Ignorando la historia que tendría Arthur con alguien como Pabel, toda la situación era extraña.
Una gran cantidad de equipamiento fue encargado por el reino a una gran serie de herreros diferentes hasta el punto de dejarlos saturados, y ahora resulta que uno de los nueve colores mismos está comprobando su producción por ciertas complicaciones. A todo esto, se puede añadir la intención de compartir esta información con un veterano ya retirado como Arthur, alguien quien parece odiarlo hasta la medula.
Comienzo a sentir que algo grande se está gestando a las sombras del Reino Sagrado, y no me gusta el rumbo que pronostican estos sucesos.
Claro, puede que todo esto sea una gran coincidencia y que en verdad yo estoy pensando demasiado las cosas. Pero la seriedad con la que hablo, lo preocupado que se veía Eldwid, y lo confuso que podía notar a Arthur, me dicen que el pensamiento más negativo puede ser el correcto.
Mientras salgo del edificio con lentitud, pienso y espero estar equivocado sobre mis suposiciones. Esperando, con algo de suerte, que este problema no llegue hasta el punto en que me afecte directamente.
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Me doy cuenta de que nunca tuve tiempo de viajar libremente por la ciudad en la que estoy. Caminando por las calles de regreso a mi hogar, intento desviarme de mis pensamientos pesimistas anteriores mirando distraídamente el paisaje que me rodea.
Nunca he salido de este lugar así que no tengo forma de compararlo con otros lugares, pero parecía a simple vista una ciudad agradable para vivir.
Las personas hablaban entre si con naturalidad, caminaban sin miedos visibles, y en general se comportaban de una forma bastante pacífica. Me hace preguntarme si esta vista era normal en otras partes, aunque tal vez para una ciudad de este tamaño este sea el comportamiento esperado. Puede que sea un subproducto de la diligencia militar, quienes le daban especial énfasis a la justicia llegando a tomarla como un credo propio o solo una buena moral general por parte del reino.
Al menos los casos de asesinatos y secuestros eran una ocurrencia rara de ver por estos lados, a diferencia de lo que he escuchado del reino vecino de Re-Estize, quienes según he oído, tienen un grave problema de corrupción y crimen.
En cierto sentido, todo esto me hace agradecido de haber nacido aquí, independientemente de otros inconvenientes menores. Tal vez la mayor amenaza por estos lados sean las tribus semi-humanas, aunque son una preocupación externa manejable más que una interna descontrolada.
¿Podría ser que tener un enemigo en común haya unido en cierto sentido a las personas? No lo sé con seguridad.
Al menos me siento seguro caminando por las principales calles de la ciudad, y en el peor de los casos, se defenderme lo suficientemente bien como para noquear rápidamente a quien se cruce en mi camino.
Tarareando alegremente intenté disfrutar del corto paseo de regreso. Era una ocurrencia rara para mi salir durante tanto tiempo y tan lejos de la propiedad familiar, así que planeaba disfrutarlo lo más que pudiera. En cierto sentido me daba una pequeña sensación de calma frente a todas las cosas que tenía en mente. El caminar de forma tan tranquila mientras admiraba la ciudad me relajaba de mis preocupaciones, aunque sea momentáneamente.
Lamentablemente esa calma no tardo mucho en ser interrumpida.
De un momento a otro, no pude evitar captar el sonido de lo que parecía ser un llanto cercano a mi posición que me hizo detenerme en mis pasos. Frunciendo el ceño, intente localizar la fuente del sonido, esperando que fuera una jugada de mi mente, ya que una parte de mí no deseaba involucrarse en ningún problema más por hoy. Para mi decepción, el sonido volvió a escucharse, ahora mucho más claro y ruidoso.
Maldiciendo en mi mente por mi alegre paseo siendo interrumpido, me apresure a seguir la fuente del sonido.
A pesar de mi aversión a meterme en problemas ajenos, no podía ignorar los sonidos si eso resultaba en una persona inocente en problemas. Arthur me patearía si se enterara de que ignore algo así, el hombre era aterrador para enterarse cuando alguien le ocultaba algo.
Moviéndome velozmente a través de un callejón, me di cuenta de que el sonido era ligeramente más distante de lo que pensaba. De hecho, comencé a pensar que a esta distancia, el sonido debería haber sido mucho más imperceptible de lo era en estos momentos.
Negando con la cabeza ante esa extrañeza, me concentre en la vista que me recibió cuando llegue al lugar.
El sitio frente a mi era verde, decorado con flores y varios árboles que se encontraban ligeramente separados entre sí. Un pequeño rio cruzaba a través del área separándolo en dos zonas, con un pequeño puente de piedra como único método para cruzar. Algunas pocas personas se encontraban sentadas en algunos bancos, y varios guardias patrullaban el área. Pero lo que más se destacaba, eran la gran cantidad de niños presentes en el área, aunque parecían felices mientras jugaban sin preocupaciones evidentes.
Extrañado, comencé a pensar que tal vez mi mente si estaba jugando conmigo. Después de todo, con tal cantidad de personas y guardias alrededor de lo que parecía un parque, debería ser difícil para alguien cometer un crimen a plena vista sin ser castigado instantáneamente por ello. Estuve a punto de retirarme, hasta que lo escuché nuevamente, y esta vez pude ver la causa del sonido.
Al mirar, no pude evitar fruncir el ceño por la vista ante mí.
Una niña lloraba mientras varios niños cercanos a mi edad la rodeaban y se burlaban sin piedad de ella. La pobre niña estaba en sus rodillas, mientras se cubría la cara con sus brazos. Frunciendo el ceño, entendí porque ninguno de los guardias y personas se había acercado y reaccionado. Probablemente pensaron que era solo una disputa infantil, y decidieron dejarlos solos.
De hecho, parecía ser así a simple vista, si no fuera por lo que escuché y vi de ellos.
"¡Mírenla llorar!" dijo uno de los niños "No pensé que un monstruo como ella pudiera hacerlo"
""Jajajaja"" Se rieron un par de chicos mientras otros hacían gestos infantiles y burlones con sus manos imitando su llanto.
"¡Qué asco, miren sus ojos!" Dijo otro con disgusto.
"¡Apuesto a que es una criminal, tiene la cara de uno!" Exclamo el que parecía ser el líder de ese grupo.
Parecía ligeramente más alto y mayor al resto de los niños. El grupo le dio espacio mientras tomaba con sus dos manos una larga y gruesa rama del suelo. Luego, comenzó a acercarse lenta y amenazadoramente a la pobre niña, que en este punto, estaba temblando de miedo
"¡Si la vencemos seremos héroes!" Dijo posando con orgullo mientras imitaba la pose de una espada con el trozo de madera en sus manos.
El resto de los niños sonrieron con malicia, mientras tomaban algunas piedras y aclamaban como si fueran a hacer justicia, acercándose lentamente para cumplir sus infantiles sentencias. El mayor de ellos balanceo con fuerza su arma improvisada hacia el rostro de la niña, que solo podía encogerse de miedo ante lo que parecía una inminente golpiza.
"Suficiente" Ese fue el momento en que decidí intervenir.
Los adultos no podían interferir en disputas infantiles, pero alguien como yo que físicamente tenía la edad de ellos podía hacerlo sin miedo a represalias.
Moviéndome más rápidamente de lo que podían ver, bloquee a mitad de camino el objeto, sosteniendo la mano del niño agresor por la muñeca. El por su parte me miro con sorpresa por mi aparición repentina, el resto del grupo también se detuvo mientras miraban con confusión lo que estaba pasando, intentando procesar mi llegada espontanea.
"Lo que estás haciendo aquí no es lo que un héroe haría, dejen a la niña en paz" Dije con voz plana intentando razonar con ellos, aunque era en vano, la reacción que uno podría esperar de un niño paso.
Los ojos del chico cambiaron de confusión a enojo, e intento arremeter infantilmente con su puño hacia mí. Lamentablemente para él, comparado a mis sesiones anteriores de entrenamiento con Arthur, bien podría moverse en cámara lenta desde mi perspectiva. Tomando en cuenta que mi agresor era un niño, decidí ser un poco indulgente, puse en marcha toda mi habilidad disponible para hacerme hacia un lado y…
Dejarlo caer al suelo.
El niño golpeo su cuerpo contra el suelo de forma trepidante. Su cuerpo no tuvo oportunidad para perder el impulso ganado, por lo que termino cayendo de cara contra la levemente fangosa superficie. Estoy bastante seguro de que su rostro debería estar pintado de barro y tierra en estos momentos, pero esa era solamente su culpa.
El grupo entero quedo mudo momentáneamente, mientras todos miraban al niño gimiendo e intentando levantarse después de su caída. Incluso la niña a mi espalda parecía haber dejado de llorar mientras contemplaba la escena en silencio. Finalmente, el líder del grupo se puso de pie mientras me miraba con una mirada llena de enojo y vergüenza, antes de señalarme con el dedo.
"¡C-Cobarde, me ataco por la espalda!" Se excuso mientras su rostro se torcía en enojo y enrojecía por la vergüenza "¡Enseñémosle una lección como lo hicimos con la malvada!" Dijo con una expresión que rezumaba vileza, mientras comenzaba a buscar piedras en el suelo.
Yo por mi parte, parpadee confusamente ante lo que decía. Dejando su pobre excusa de lado, me sorprendió lo violento que parecía ser. Es decir, sabía que los niños podían ser crueles y violentos a veces, pero nunca pensé que sería hasta este extremo.
"¡Debe ser un criminal también!"
"¡Si! ¡Ataco por sorpresa como un cobarde!"
"¡Es malvado igual que la otra!"
Mirando inexpresivamente la escena frente a mí, me di cuenta que tendría que intervenir más a fondo en esta situación.
Dando una rápida mirada alrededor, note que el resto de personas no prestaban atención a este sector. Sonriendo maliciosamente para mis adentros por la falta de testigos, decidí acabar con esto rápidamente.
Moviéndome más rápido de lo que podían seguir, me lance hacia ellos antes de que pudieran tomar cualquier acción. Haciendo uso de mis pies, logré desbalancear al primero de los niños que encontré de frente y tirarlo al suelo sin darle tiempo a reaccionar.
Antes de que su cuerpo incluso tocara el suelo, ya me estaba moviendo a mi siguiente objetivo que estaba a su derecha. Agarrando su brazo que aparentemente estaba estirado intentando tirarme una roca, lo use para jalarlo al frente y hacerlo tropezar, logrando tirarlo directamente con su cabeza al barro, dándole el mismo tratamiento que al primer chico.
Los dos chicos restantes parpadearon en confusión antes de que el miedo apareciera en sus caras al darse cuenta de que sus compañeros habían sido eliminados en un par de segundos. Se miraron entre ellos por unos instantes sospesando sus opciones, antes de regresar su mirada a mí. Como si pudieran haberse comunicado sin palabras, y tal vez sintiendo que no merecía la pena el riesgo, ambos asintieron y escaparon sin vergüenza lo más rápido que pudieron. Solo mire con incredulidad mientras abandonaban al resto de sus amigos sin una segunda mirada.
Fue en ese breve momento de distracción, en que escuche el leve sonido de algo deslizándose rápidamente por el viento a mi espalda. Sin mirar hacia atrás, atrape la piedra lanzada a mi cabeza por parte del líder de los niños que parecía por fin haberse recuperado. Al ver como atrape la piedra, me miro con sorpresa e incredulidad, probablemente pensando que su ataque sigiloso daría en el blanco.
Di un suspiro de cansancio ante la situación en que me encontraba. Golpear niños, por más molestos que sean, no me daba ningún placer, pero sabía que lo que estaban haciendo aquí era excepcionalmente cruel. Si yo no hubiera llegado aquí a tiempo, esta niña terminaría siendo cruelmente golpeada y apedreada solo por los prejuicios de un par de niños.
"Vete de aquí" Dije finalmente mirándolo directamente, ya cansado de la situación y queriendo que todo esto se acabara rápidamente.
El por su parte, parecía más enojado que con temeroso si el apretar sus puños y la mirada que me daba eran una señal. Inesperadamente, se agacho y tomo nuevamente la gran rama anterior. Mirándome con renovado odio una última vez, comenzó a correr hacia mi balanceando furiosamente su improvisada arma con la intención de asestar un ultimo golpe en venganza.
En este punto ya había tenido suficiente de todo esto, niños o no estaban acabando con mi paciencia.
Moviendo la roca en mi mano, la arroje a una velocidad fugaz, apuntando hacia el ofensivo trozo de madera en sus manos. La roca tuvo un impulso tal, que rompió el objeto a la mitad. Rozando al mismo tiempo el rostro del niño, llegando a cortar unas pocas hebras de su cabello.
Cuando eso ocurrió, el chico se detuvo abruptamente en su andar, sus ojos abiertos en par escanearon sus manos, viendo lo que quedaba de su improvisada arma hecha trizas. Sus dedos se abrieron lentamente dejándola caer al suelo, mientras su cabeza se movía de forma mecánica hacia mí. Fue en ese momento, en que por fin, pude ver un atisbo de miedo y comprensión en sus ojos. Sabiendo que mi trabajo casi estaba hecho, decidí darle un último impulso.
"Vete, y no vuelvas a molestar a la chica, esta es la última vez que te lo digo" Le lance una mirada final de advertencia al niño, que ahora podía decir estaba aterrorizado por lo que acababa de presenciar. En el momento en que pudo reaccionar y parecía que toda la situación se establecía en su mente, por fin decidió darse por vencido. Se dio la vuelta, y sin mirar hacia atrás escapo, tropezando junto al resto de su grupo en su camino.
Di un suspiro de alivio viendo como todo por fin había terminado. Ese grupo y en especial el niño, fueron mucho más tercos de lo que pensaba, era hasta cierto punto aterrador. Eso me hacía cuestionarme por qué decidieron ensañarse de forma tan cruel contra una niña pequeña, me preguntaba que tenia ella que la hacia tan despreciable a sus ojos.
'Hablando de ella' Pensé mientras le prestaba atención a quien decidí proteger.
Mirando hacia atrás a su posición, al fin pude captar los detalles de su figura. Lo primero que note era lo joven que era, tal vez uno o dos años menor que yo. Tenía el pelo corto y rubio oscuro, aunque podría ser más claro si no fuera por las manchas de tierra y lodo que también cubrían su vestido celeste. Aun así, la característica más prominente y que me hizo congelarme en cuanto la vi, apareció cuando su rostro se giró a observarme.
Ojos negros y brillantes inclinados hacia arriba, dando la impresión constante de que miraba con saña a los demás. Una característica que curiosamente había podido observar en alguien hoy mismo.
Inmediatamente me pregunte si estaba relacionada con Pabel, esas características eran demasiada únicas como para no tener relación con aquel hombre, sus ojos eran una copia a carbón de él. De hecho, entre más la estudiaba, más características del rostro del paladín podían ser halladas escondidas entre sus rasgos faciales, su semejanza se volvía cada vez más clara para mí. Probablemente podría haber seguido mirándola durante un buen tiempo, si no fuera porque la vi comenzar a retorcerse de incomodidad ante mi continua mirada.
Dejando de estudiarla, decidí acercarme y comprobar si estaba bien, pero en el momento en que estaba a solo unos pasos de ella comenzó a temblar de miedo. Frunciendo mentalmente el ceño ante esto, me di cuenta de que tendría que tomar un enfoque mas suave para comprobar su bienestar.
"Descuida, no te hare daño" Dije con la voz más calmada que podía reunir mientras levantaba mis manos de forma apaciguadora.
"Solo quería comprobar si te encuentras bien" Terminé con la mejor sonrisa gentil que podía presentar, mientras la miraba con genuina preocupación. Vivir sin muchas interacciones positivas me volvió alguien que era un poco torpe en estas situaciones, así que no sabría qué tan amable podría verme. Solo esperaba no llegar a asustarla mas de lo que estaba.
Pude verle congelarse durante unos segundos en su posición de rodillas en el suelo antes de que se retorciera ligeramente mientras escondía su rostro y tartamudeaba de forma nerviosa.
No supe que hacer frente a esa reacción, claramente no estaba llorando ni parecía tan asustada como antes. Podría haber esperado mas miedo o una aceptación renuente, ¿pero qué demonios decía eso? ¿Tal vez era tímida?
Sin saber que hacer, decidí no hablar más mientras esperaba algún tipo de respuesta. Intente mantener mi sonrisa todo el tiempo que pude para tranquilizarla, dándole tiempo y espacio mientras esperaba a que me hablara.
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'¡Vamos! ¡Di algo!' Grite interiormente en pánico después de un par de minutos. La chica aun no parecía parar de tartamudear palabras a medias mientras se retorcía. En este punto mi paciencia se estaba acabando frente a esta incomoda situación. Pero en el momento en que pensé que debería tener que intervenir, la chica se armo de coraje mientras me miraba nuevamente y se decidía por si misma a hablar.
"G-Gracias…" Dijo de una forma tan suave y baja, que podría habérmelo perdido si no estuviera tan atento a ella. Sus agudos ojos negros intentaban mantener el contacto visual conmigo, aunque según lo que podía ver, estaba haciendo un gran esfuerzo para fijarse en mis propios ojos y hablarme mientras su cuerpo parecía seguir retorciéndose en incomodidad. Incluso su rostro parecía un tomate de lo rojo que estaba. Aun así, era mucho mejor de lo que estaba anteriormente. Celebrando mentalmente por hacer al menos un progreso en la dirección correcta, decidí que este era el momento en que tenía que hablar.
"No hay problema. No podía dejar a una persona en problemas sin hacer nada, ¿no crees?" Hablé lo más suavemente que pude para no asustarla mientras comenzaba a dar un paso de forma tentativa. Antes mis palabras y acciones, ella solo se quedo quieta mientras asentía con su cabeza de una forma tan lenta que parecía casi incomoda. Tomando esto como algo positivo, me acerque hasta estar a unos centímetros frente a ella.
Fue en este momento en que pude notar varias cosas.
Primero, en el momento en que estuve cerca, ella intento cubrirse sus ojos con sus mangas mientras desviaba su mirada hacia el suelo. Parecía ser un acto casi inconsciente por la rapidez con la que actúo a diferencia de todas nuestras otras interacciones. Debe de tener problemas constantes debido a sus rasgos como para reaccionar así.
En segundo lugar, note unos pocos rasguños y moretones en sus brazos y piernas. Por lo reciente que se veían sus heridas, concluí que de hecho los niños habían logrado agredirla un poco antes de que yo llegara. Ese mismo pensamiento me hizo hervir de furia por dentro, y me arrepentí de haber sido tan indulgente con ellos.
Calmándome, intente seguir buscando alguna anomalía a simple vista, pero la chica parecía avergonzarse ante mi continua mirada. Notando que comenzaba a incomodarla nuevamente, decidí continuar con lo iba hacer. Mirando hacia ambos lados, note que no había nadie cerca mirando hacia nuestra dirección. Viendo que esta era una oportunidad perfecta, decidí comenzar.
"Tranquila, todo estará bien. No tienes que esconderte de mí" Poniéndome de cuclillas frente a ella alcance gentilmente su brazo mientras la instigaba a bajarlo para poder vernos nuevamente. Ella parecía reacia, pero sorprendentemente bajo poco a poco su brazo, hasta que por fin estuvimos mirándonos normalmente. Su mirada era igual a la de un pequeño animal acorralado, así que intente hablar para tranquilizarla un poco.
"Ahí, ahí. Eso es mejor, no deberías esconder una cara tan bonita" Dije intentando reconfortarla. Aunque pareció ser demasiado para ella.
"Eeepp" Ella dio un lindo chillido en respuesta mientras su cara enrojecía aun mas de lo que creía posible. Ella debe de tener poca o nula experiencia socializando como para desarrollar tal timidez. Al menos parecía ya no tener mas miedo, lo cual lo tomare como una victoria.
"Mira, necesito que seas fuerte y me digas si algo te duele ¿Okey" Pregunte necesitando saber si había algo que me había perdido. Eso pareció sacarla ligeramente de su timidez mientras asentía temblorosamente. Con una mueca, me señalo lentamente las áreas que había visto antes, aunque también me señalo con dolor su tobillo. Prestando atención a esa parte, note que no parecía tenerlo torcido, pero si había un gran moretón en la zona. Asintiendo ante su estado, me dispuse a hacer lo que debía hacer.
"¿Cuál es tu nombre?" Pregunte de forma calmada. Ella se sobresalto un poco con la pregunta, pero parecía mucho más cómoda conmigo que antes. Ya que su respuesta, aunque renuente, fue mucho más rápida que las veces anteriores.
"…N-Neia" Respondió tentativamente mientras parecía querer evitar nuevamente el contacto visual conmigo.
"¿Neia eh? Es un lindo nombre" Dije con una gran sonrisa ante el progreso mostrado "Mi nombre es Julius"
"¿L-Li-Lindo…?" Pregunto ella, más para sí misma, mientras giraba su cabeza de un lado a otro en negación. Su boca comenzó a tartamudear en voz baja galimatías a una velocidad anonadante, lo que me hizo levantar una ceja ante su estado. Lo encontré un poco adorable, aunque me entristeció que un poco de refuerzo positivo le pareciera algo tan extraño. No queriendo incomodarla más, decidí terminar esto rápidamente.
"Neia, ¿conoces la magia sagrada verdad?" Llame su atención de sus divagaciones. Ella se detuvo mientras me miraba una vez más y asentía temblorosamente "Bien, curare tus heridas con magia, pero necesito que lo mantengas en secreto ¿Puedes hacer eso por mí?" Le pregunte seriamente.
Ella abrió los ojos sorprendida y confusa al enterarse de que podía curarla. Parecía insegura de nuevo, mientras la veía tener un debate mental consigo misma, pero al final, me dio un decidido asentimiento como respuesta. Tomando su consentimiento, me puse manos a la obra.
Mentiría si no dijera que estaba un poco nervioso por lo que estaba por pasar. No era la primera vez que lanzaba mi magia, ni sería la última, pero esta sería la primera vez que la usaría en alguien ajeno a mí. Conteniendo mi respiración, moví mi brazo para apuntar en su dirección y pronuncié las palabras en un susurro, a pesar de saber que no era necesario decirlas vocalmente.
"*LIGHT HEALING*" Una luz verde translucida apareció alrededor de Neia. Ella se sobresalto ante lo ocurrido a pesar de avisarle de antemano, aun así, pronto se calmó al ver lo que yo veía. Sus heridas lentamente desaparecieron, hasta que en cuestión de segundos, no quedaba ningún rastro daño alguno en su persona. Cuando terminé, solté un suspiro de alivio, mientras interiormente bailaba de alegría al lograr comprobar el efecto de mi magia en alguien ajeno a mí.
No pude evitar sonreír al ver a una Neia ya curada revisar con incredulidad y asombro infantil su estado. Me hizo feliz verla mostrar una emoción que no fuera negativa, se sintió inexplicablemente satisfactorio.
Levantándome del suelo, le ofrecí mi mano a Neia para ayudarla también a ponerse de pie, a lo que temblorosamente correspondió, mientras abría la boca en incredulidad. Probablemente al notar que su dolor en su tobillo desaparecía.
Mirando su estado actual y comprobando que mi magia funcionaba sin problemas en otros, decidí darle un ultimo regalo.
"*CLEAN*" La magia envolvió nuevamente su figura, mientras borraba minuciosamente toda la suciedad en su persona. Al terminar, ella se quedo de pie congelada, sin saber aparentemente cómo reaccionar.
"Ahí, ¿mucho mejor verdad?" Dije amablemente mientras ella inspeccionaba su persona nuevamente. Cuando termino, espere un poco al verla querer decir algo y no me decepciono al hablar luego de solo unos momentos.
"G-Gracia-as" Respondió temblorosamente mientras agachaba la cabeza. Aunque la sonrisa que esperaba nunca llego.
Notando como su cuerpo se quedaba en esa misma posición, comenzando a temblar cada vez más, no tarde en darme cuenta de lo que estaba a punto de pasar.
"¡Ah!, no no no. No tienes que llorar, ¡Esta todo bien, de verdad!" Dije entrando en pánico mientras negaba con las manos. Eso no pareció calmarla. Al contrario, si los sollozos que escuche luego fueron alguna señal, parecía haber roto su compostura como una represa estallando, dejando salir libremente sus emociones.
Sintiéndome presa del pánico, intente hacer lo único que pensaba podía hacer, aparte de huir de la situación. Acercándome lentamente, puse mis brazos alrededor de ella mientras la atraía a un abrazo tentativo. Al parecer, ese fue el momento en que ella se derrumbó y comenzó a llorar sin reservas, mientras se aferraba a mí con una gran fuerza, negándose a dejarme ir.
"Shh, shh. Todo está bien. Tranquila, tranquila" Yo por mi parte solo podía quedarme ahí acariciando torpemente su cabello e intentando hablar de forma reconfortante, mientras no sabía que más podía hacer en aquella situación tan incómoda. Suspirando mentalmente, sabia que esto probablemente tomaría algo de tiempo. Mire al cielo viendo la posición del sol, mientras pensaba cuanto tiempo tendría que quedarme de pie sirviendo como soporte emocional. Solo esperaba que no se hiciera demasiado tarde para cuando acabara, después de todo, aun había algunos lugares que quería ver antes de volver. Aunque conociendo mi suerte, eso parecía poco probable.
Al menos esperaba que a Arthur le fuera peor, dios sabría que el bastardo se lo merecía.
Un poco tarde, pero se compensa en el tamaño. Estuve un buen tiempo ocupado con otros asuntos y había perdido parte del interés en esta historia desde que se me había borrado el progreso anterior que tenia guardado. Pero tarde o temprano ese interés volvió.
¡Gracias por leer!
Actualización: Corregí algunos errores gramaticales en lo que consigo tiempo para revisar el siguiente capitulo.
En cuanto a la pregunta de Danthebossman: Tengo planeado la mayor parte del fic y como dije se volverá bastante AU dentro de poco, ya que seguir solo lo que pasa en canon con un personaje extra me parece bastante perezoso. Esto significa que pueden o no hacer aparición mas personajes del gremio aparte de Momonga, aunque un falta algo de tiempo para llegar hasta ahí.
