Disclaimer:

La trama es original y está basada en los personajes de la serie animada "Miraculous: Les aventures de Ladybug et Chat Noir". Los personajes son propiedad de Thomas Astruc.

Los personajes originales así como las situaciones aquí presentadas son ficticios y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

[PROHIBIDA SU COPIA]


- Chica, ¿así que ayer tuviste un momento madre/hija intenso?. - era la hora del receso y Marinette ya había puesto al día a Alya de la conversación con su madre.

- Si, realmente necesitaba ese desahogo. Fue muy bueno hablar con ella, me hizo ver las cosas desde otra perspectiva.

- Pero en lo que me has contado no has mencionado que le hayas dicho a tu madre lo de tu atrabancada confesión, ¿o no lo recuerdas?.

A Marinette se le tensaron los músculos de la cara al recordar ese día. Nathaniel la había invitado a salir y ella amablemente rechazo la propuesta pero a Nino no se le ocurrió otra cosa que sugerirle frente a Adrien que debería de aceptarla.

- Ja, ja, aun recuerdo tu cara. - a Alya le causaba gracia aquella situación, doblando ligeramente sus rodillas y entrelazando sus manos a la altura del pecho empezó a balbucear - Eh...yo...yo...no...no podría... ¡a mí me gusta otro chico!.

- Ja, ja, tienes que reconocer que fue muy divertido. - la pelirroja seguía riendo ante el puchero de su amiga. - y la cara de Adrien, no me negaras que era un poema.

- Alya déjalo ya, sé que no debí decirlo. Lo importante es que al fin se lo que tengo que hacer.

- Me alegro por ti. Así que ¿que has decidido hacer?.

- Pues... - Marinette se mordía el labio inferior reafirmando en su cabeza lo que iba a decir - ¡Lo voy a hacer!...¡se lo voy a decir!

- ¡Por fin!, esa es la actitud que quería ver. - dijo la pelirroja estrujando a su amiga en un abrazo - y ¿cuando piensas hacerlo?

- Hoy. - dijo con decisión.

- Vaya, no pierdes el tiempo. Te desearía suerte pero estoy segura de que Adrien está deseando también salir contigo.

- Ja, ja, eso espero, no quiero ni pensar en la posibilidad de que me rechace. Hoy al salir de clase le pediré que me acompañe hasta el parque frente a mi casa y ahí le confesaré todo lo que siento por él. - un ligero rubor cubrió la mejillas de la azabache.

Las chicas se giraron al escuchar la animada voz de Nino que iba hacia ellas acompañado por Adrien.

- Hermano, no sé lo que hiciste ayer pero Marie quedó encantada contigo, en toda la mañana no ha parado de enviarme mensajes para que te convenza de salir de nuevo con ella.

Marinette tomó la mano de Alya buscando apoyo, en la cara se le notaba la aflicción por la situación. Alya por su parte miraba a Nino arrugando el entrecejo.

- ¿De qué hablan chicos? - preguntó la morena con voz risueña, atrayendo la atención de los chicos.

- No es nada, solo desvaríos de Nino. - se apresuró a decir Adrien, queriendo terminar con el tema que tanto parecía animar a su amigo.

- ¡¿Como que no es nada?!, - Nino pasa su brazo por los hombros de Adrien atrayéndolo hacia él - aquí el señor portada de revista dejó gratamente impresionada a mi amiga ayer durante su cita - ahora era Marinette quien jugaba nerviosa entrelazando sus manos, no quería saber nada sobre esa cita.- y lleva toda la mañana insistiéndome en que le consiga otra cita aquí con mi amigo y para dejar claro que no son divagaciones mías, miren. - Nino puso su teléfono frente a las chicas, en la pantalla solo se veían mensajes de esa chica suplicando por una cita con el joven modelo. - Alya solo rodó los ojos por lo poco oportuno que era su novio y Marinette frunció el ceño ante la cantidad de mensajes que la chica había enviado.

- ¿Y cuál es el problema? - inquirió Alya encogiéndose de hombros.

- Ninguno, no hay ningún problema. - dijo Adrien zafándose del agarre de Nino y sentandose junto a Marinette.

- ¿Como que no lo hay?, ¡claro que lo hay!, aquí el insensible de mi amigo - apuntaba con el dedo a Adrien de forma cómica queriendo darle dramatismo a sus palabras. - no quiere salir con Marie.

Marinette se giró rápidamente hacia Adrien, él solo rodó los ojos y haciendo el ademán de dispararse con su dedo en señal de lo agobiante que era su amigo se dejó caer en el regazo de la azabache.

¡Oh vamos!, no seas dramático, ¿que problema tienes en salir con Marie? - insistía el moreno.

Adrien se levanto ante el pequeño puchero de su amiga - Veras, no conozco suficiente a Marie pero parece ser una buena chica. - dijo con aire serio - pero yo...

- Espera, espera. ¿No vas a empezar de nuevo? - Nino no dejó continuar a su amigo - siempre haces igual, cada vez que te hablo de alguna chica tú sales con lo mismo, "es que no se parece a ella", "ella esto", "ella lo otro", porque mejor no me dices quién es ella y así hacemos esto más fácil. - Adrien miraba atónito a Nino, nunca pensó que lo acorralaría de esa manera y menos frente a las chicas.

Marinette y Alya solo veían con habida curiosidad la conversación de los chicos, ¿seria posible que Adrien desvelara por fin quien era la chica por quien suspiraba?

- Yo...yo...veras, no...

¡rin...rin...rin...! - "salvado por la campana" pensó, el timbre que indicaba el regreso a clases había sonado y Adrien como si de un resorte se tratara se puso de pie inmediatamente y empezó a caminar hacia la escalera dejando a sus amigos confundidos y ansiosos.

Ya en la clase se habían sentado en sus respectivos asientos. Nino se acerco al oído de Adrien - No pienses que esto ha acabado.

El comentario hizo saltar la risa del joven modelo.

- ¿Marinette? - la voz hizo que los cuatro amigos se giraran hacia ella.

- ¿Nathaniel? - Marinette veía al chico pelirrojo parado junto a ella.

- Ho...Hola, ¿quería saber si podría hablar contigo un momento? - se le notaba la timidez al pobre chico.

- Sí, claro. Dime en que puedo ayudarte. - dijo la azabache con una agradable sonrisa y ante la atenta mirada de sus tres compañeros.

- ¿Po...podríamos hablar en mi sitio? - dijo titubeante.

- Si, vamos. - Marinette miro de soslayo a Alya buscando apoyo, lo que menos quería era que Nathaniel la invitara de nuevo y tener que rechazarlo. La morena solo pudo encoger ligeramente los hombros.

Nathaniel se aparto para darle paso a Marinette y acompañarla hacia su sitio. Adrien no podía dejar de verlos subir la escalera con el ceño fruncido.

Un golpe en el hombro lo trajo de nuevo a la realidad, se giro hacia su amigo. - Por fin has vuelto, te llamaba y no hacías caso, ya entro la profesora. - dijo señalando a la señorita Bustier.

Adrien se disponía a sacar sus cosas de su cartera cuando unos pasos que bajaban la escalera llamaron su atención, se giro para ver a Marinette tomar sus cosas y subir de nuevo la escalera hasta el lugar de Nathaniel. Una mueca de desagrado apareció en su rostro como resultado de la presión que sentía ahora en el pecho.

Se reincorporo en su sitio y soltando el aire contenido se giro hacia Nino. - ¿Nino? - el de gafas fijo su atención en su amigo - Dile a Marie que nos vemos hoy a las seis en el café Le Nemours. - dicho esto se giro hacia la pizarra.

Una sonrisa triunfal apareció en la cara del moreno mientras tecleaba el mensaje en su teléfono.

El timbre que indicaba el fin de las clases había sonado y los chicos recogían sus cosas, Adrien se acomodo su cartera al hombro y giro su vista hacia atrás para ver a Marinette y Nathaniel riendo mientras compartían un libro. Soltando un suspiro salió de la clase junto con Nino.

- Hasta mañana Marinette. - le grito Alya desde su lugar.

La azabache levanto la cabeza del libro para darse cuenta que ya eran los últimos en el salón. Al darse cuenta de que Adrien se había marchado se puso de pie de un impulso y empezó a recoger sus cosas. - Alya, por favor adelántate y dile a Adri... - evitó decir el nombre del chico al percatarse que Nathaniel la veía con curiosidad. - ...a los chicos que me esperen que ya bajo.

La morena solo asintió con la cabeza y salió del salón. - Nathaniel, lo siento si quieres podemos continuar mañana pero ahora tengo que irme. - dijo tomando su cartera.

- No te preocupes Marinette con lo que me has explicado ya puedo hacer mi proyecto. - dijo sonriente.

- Me alegra haber podido ayudarte, ahora si me tengo que ir. Hasta mañana. - dio un último adiós agitando la mano y salió corriendo del aula.

El joven artista se detuvo junto a la papelera y mirando la puerta por donde hacía unos momento había salido la chica, saco una rosa y un papel de su cartera. Los miro atentamente y soltando un suspiro los dejó caer en el cubo.

Antes de salir giró su vista hacia el lugar de Adrien. - Que suerte tiene. - murmuró.

Ya en la calle, la azabache llegó jadeante junto a su amiga. - ¿y Adrien? - inquirió ansiosa.

- Se ha ido, cuando llegue su coche se marchaba ya. - explicó Alya.

- Pe...pero si siempre se queda a conversar un rato. - aún incrédula miraba hacia los lados para comprobar si el chico aun estaba.

- Mira ahí está Nino, vamos a preguntarle. - señaló la morena.

- Hola Nino. - el saludo de Alya hizo que el chico desviara la atención de su teléfono.

- ¡Eeey, cariño! - exclamo el chico abrazando a su novia.

- Nino, ¿y Adrien? - preguntó ansiosa la azabache.

- Se ha ido ya, quería tener tiempo suficiente para prepararse para su cita. - se le notaba la satisfacción en sus palabras.

- ¡¿Cita?!, ¡¿que cita?!. - exclamo alterada la azabache.

- Al final mi amigo entró en razón y aceptó salir con Marie.

- ¡¿Co...cómo?!, ¡¿cuando?!, ¡¿por qué?!. - Marinette estaba siendo presa de los nervios.

- Tranquilízate Marinette, - le susurro Alya al oído a la vez que apoyaba su mano en el hombro de su amiga.

- ¿No lo habrás presionado otra vez para que aceptará salir con esa chica? - preguntó amenazante su novia.

- No, no. Te aseguro que no tuve nada que ver, es más, después de lo que me dijo en el receso estaba convencido de que no aceptaría.

- ¿Pero entonces que fue lo que pasó para que decidiera aceptar salir con ella? - volvía a preguntar la pelirroja.

- No lo sé, solo me dijo que le avisara a Marie que se verían hoy a las seis.

- ¿Solo dijo eso? - Alya no dudaba de su novio pero ese comportamiento no era propio de Adrien.

- Si, no dijo nada más.

- Nino, podrías esperarme en el parque voy acompañar a Marinette hasta su casa. - tomando a su amiga por la mano empezó a caminar.

- Bien, te veo ahí. Hasta mañana Marinette. - dijo Nino agitando su mano.

- Si, hasta mañana - respondió la azabache sin mucho ánimo.

Las dos amigas caminaban a paso lento y en silencio. - ¿Estás bien?. - la morena fue la primera en hablar.

- Si, no te preocupes. Es solo que no me lo esperaba. ¿Sabes?, me costó mucho tomar el valor de mostrarle mis sentimientos y además al saber que no quería otro cita con esa chica me alentó aún más. Pero bueno, las cosas no siempre salen como uno espera, ¿no? - con la decepción reflejada en la cara trató de mostrar una sonrisa a su amiga.

Ya frente a la puerta de la panadería, las dos amigas se despedían. - Si quieres hablar sabes que me puedo quedar contigo, le llamo a Nino y le...- la azabache le detuvo la mano para evitar que sacara su teléfono.

- Ya te he dicho que no te preocupes, no les voy a fastidiar la tarde a ti y a Nino.

- ¿Segura que estarás bien? - Alya dudaba de las palabras de su amiga que aún se le notaba decaída.

- No te voy a mentir, ha sido frustrante y me duele pero no he dicho que me vaya a rendir - la miro directo a los ojos con todo el convencimiento que pudo reunir en ese momento - mañana hablaré con él sin más demoras.

- ¡Vaya!, me gusta esa actitud. Pues te veo mañana y si necesitas algo llámame. - dándole un abrazo a su amiga se fue hacia el parque.

Marinette por su parte decidió entrar por la puerta lateral, ya había tenido suficiente por un día y aunque apreciaba sus consejos no estaba de humor para un interrogatorio por parte de su madre. Lo único que quería era llegar a su habitación, tumbarse en su cama y no pensar en nada. Solo esperaba que mañana tuviera más suerte que hoy y que sus nervios no la traicionaran.