Las palabras simplemente fueron encajando en el desarrollo de la historia, la idea era tomar meramente la primera. Pero me encantó el resultado.
Día 3: Comida/cocina- Chocolate- Whatsapp.
Crítico
.
.
.
Se secó las manos en el mandil que colgaba de su cadera, indicando que ya podían venir por el platillo que había terminado. El calor de la cocina provocaba el sudor que bajaba de su frente, el sonido de las cacerolas, la carne cocinándose o el olor agradable de las especias, ingredientes, el vino de la reducción para el siguiente platillo. Un placer a sus sentidos.
El mesero regresó luego de unos minutos a buscar el plato fuerte que estaba terminando. No solía dedicar todo su tiempo a elaborar un platillo de principio a fin, pero el momento lo ameritaba.
― ¿Ha dicho algo? ― Soltó uno de sus ayudantes en la cocina al mesero que ingresó a la cocina.
―No, simplemente lo ha comido y ha anotado un par de cosas.
Tenten acechó por la ventana de la puerta que daba al comedor del restaurante. Justamente hoy y sin mucha anticipación había llegado un crítico gastronómico al lugar. No era su restaurante, lo cual había complicado aún más las cosas. Tenten era la chef en el sitio, aunque no tenía libertad gastronómica como le hubiera gustado. Servían el mismo menú desde hace tres años, porque el viejo Hiruzen se apegaba a las tradiciones y a lo que los comensales estaban acostumbrados a comer. Platillos sencillos pero que a la Tenten de aquel tiempo le habían parecido bien. Hace un tiempo había querido cambiarlos, pero jamás fue autorizada.
Por lo cual, cuando supo que venía habló con Hiruzen para poder tener autorización de cambiar el menú solamente ese día. Una negativa rotunda llegó y se vio obligada a hacer lo mismo e intentar hacerlo lo mejor posible. Una infladita con huevo y caviar era el inicio de la velada. El plato fuerte fue un riebay con un crocante de camote, verduras salteadas y un escarchado de oro. El postre un volcán de chocolate con una reducción de frutos rojos.
Tenten acechó en la ventana con un poco de nervios carcomiendo su interior. Vio al critico limpiarse la boca, levantarse y salir del lugar sin desperdiciar ninguna palabra. Neji Hyūga, uno de los críticos más duros de toda Konoha. Lo conocía por que solía seguir su blog donde posteaba cada una de sus críticas, ya que el mismo tenía un restaurante en la gran manzana y sabía lo que decía. Sus criticas se encargaron de cerrar varios restaurantes. Todo eso la asustaba un poco, sin embargo, se había acabado todo ¿eso debía ser algo bueno, ¿no?
No lo era.
Tenten se levantándose tarde unos días después con toda la tranquilidad posible. Hbaía preparado su desayuno, un sándwich de cuatro quesos y tocino, con el papel con el perfecto dorado. Cuando estaba por dar la primera mordida un mensaje en su móvil le recordó que la crítica había sido publicada. Buscó aquel sitio web que tanto conocía y abrió la entrada referente a su crítica. Sonrió al leer sus primeras palabras, ya que hablaba del servicio y presentación de los platillos de forma confortable. Su vista siguió el curso de las letras en la pantalla. El móvil se le cayó de las manos al leer unas palabras que la atravesaron
"El chef de restaurante Toscana esta tan necesitado de atención y aceptación que es evidente en sus platillos carentes de creatividad que demuestran su aire pretencioso"
Recogió el móvil de la encimera y siguió leyendo con ferocidad mientras sentía la ira presionando todo su cuerpo, buscando una ruta de escape.
―¡Como se atreve! ― Profirió en un grito sonoro.
Entro a twitter en un intento de calmarse y ver algunas imágenes sin importancia para pasar el trago amargo, pero no le fue posible. Habían destrozado todo su trabajo en unas pocas líneas, trabajo en el cual se había esforzado por lograr. Sintió como de alguna forma sus sueños fueran aplastados hasta desaparecer. La frustración y negatividad nublaron su vista. Había estudiado arduamente en la escuela de gastronomía para poder lograr llegar alto. Había tomado clases con los mejores chef que aceptaban tomarla como aprendiz. Y había acabado en aquel restaurante del cual había dicho que sadría con prontitud. Era un trabajo eventual y temporal, mientras habría su propio restaurante. Ahora, con esta critica las lagrimas picaban por salir mientras el enojo iba aumentando más y más. Por que nada de lo que había planeado estaba resultando. No había logrado nada y esa critica estaba cerrándole puertas. Su trabajo era deficiente y era mediocre.
Se dejó caer en su cama mientras la alarma le indicaba que debía ir a ese restaurante que cada vez le costaba más llevar. Por que a fin de cuentas no tenía elección absoluta en cuando a nada. Apretó los dientes con fuerza. Siguió pasando los twits e imágenes. Se fue a tendencia y observó una muy particular.
"Chef Neji Hyūga"
"Restaurante "
Entro a la primera de las tendencias encontrando diferentes mensajes.
"Vaya que Neji Hyūga ha destrozado un restaurante más ¿cerrará sus puertas el restaurante"
Varios twitts de ese tipo se desglosaban. La ira nubló su visión y sin poder evitar más, ingresó a la cuenta del Restaurante que ella manejaba para hacer publicidad y posteo un simple twitt, dispuesta a que todas esas personas se tragaran sus cosas y el mismo reconocido Chef se pudriera entre sus críticas.
"No sabrías reconocer la buena comida ni, aunque te la pusieran en la cara, si te atreves ven al restaurante de nuevo y te callaré la boca, dándote una lección de buena comida y clase."
Se marchó al restaurante dejando el móvil en la bolsa, se le había hecho tarde y no tenía el humor para soportar a nadie. El día estuvo bastante tranquilo, ya que las criticas al parecer habían afectado de alguna forma la afluencia de gente. Por lo cual tuvieron un poco de tiempo ella y su equipo para comer algo. Sacó su móvil, dispuesta a entrar a Whattsap, tenía varios mensajes, por lo cual pasó de largo. Su atención se centró en el icono de Twitter y abrió la boca estupefacta. Abrió la aplicación y vio las alertas de seguimiento y como en el Twitt que había hecho en la mañana, la gente había etiquetado al critico hasta el cansancio. Él hizo acto de presencia y con una frase decisiva.
"Ahí estaré"
Ante tan situación intentó hablar con Hiruzen de nuevo, para poder recuperar su dignidad y demostrar que era una buena chef, queria callarle la boca al Hyuga. Hiruzen dijo que no sería participe de esa competencia o guerra absurda, y que debería concentrarse en los clientes que ya habían forjado con el tiempo. Intentó oponerse y repignar, pero simplemente fue sancionada, suspendida de sus labores hasta que recapacitara y se comportara como una chef debería.
Salió del restaurante hecha un huracán, hasta su casa, donde casi tira la puerta al entrar. Gritó frustrada al verse aplastada. Intentó distraerse de todas las formas posibles pero Twitter la llamó cuando las alertas no dejaron de llegar.
Su whattsap con su pinche le indicaba que una gran cantidad de gente había acudido al restaurante para ver el enfrentamiento entre ambos y ver quien saldría victorioso. Frustrada lanzó el teléfono y fue a darse una ducha larga para intentar recuperar la compostura y relajarse. Tomó el móvil una vez fuera y observó un pecular Twitt.
"El chef del ….. no se presentó, se ha acobardado"
Tenten sintió la colera subiendo por su espina y sin esperar abrió su Whattsap, hablando directamente con su pinche, Kiba, diciendole unas simples indicaciones.
"Dile que venga a mi casa, ahora"
Mandó la ubicación del sitio y la dirección. Esperó unos minutos pacientes y observó que su mano derecha escribía bastante lento, debía agregar.
"No me ha dicho nada, simplemente se ha ido, todo el restaurante es un caos, no puedo hacer esto ¿Qué es lo que estas tramando"
Tenten comenzó a sacar ingredientes de su alacena y refrigerador evaluando lo que tenía. Estaba bastante surtida, solo debía ir al mercado de cerca para completar un par de cosas. Salió corriendo con la incertidumbre de si Neji se atrevería a ir, aunque la duda comenzó a incrementarse más y más. Dejó de moverse rápido en mercado y apretó los labios mientra la rabia intentaba salir en forma de lágrimas. Habían insultado su trabajo, su platillo y todo lo que era ella, no podría mostrar lo contrario.
Regresó derrotada a su departamento, con los hombros caídos. Pensó en desinstalar todas sus redes sociales hasta que todo esto pasara. Se detuvo súbitamente al ver una figura tocando el timbre con persistencia. Se acercó un poco conmocionada y aturdida, olvidando sus antiguos pensamientos.
― Hyūga ― Escupió sin ganas, un poco animada de pronto.
Fue testigo de como la sorpresa sutil llenaba su rostro y desaparecía con prontitud. Se encaminó con rapidez y sacó sus llames para abrir el departamento.
―¿Tú eres el chef Natto?
―¿Esperabas a alguien más? Considerando que destruiste mi trabajo, lo mínimo que podrías hacer es saber quién era.
Abrió la puerta y lo dejó entrar, rebuscó entre sus alacenas sacando una botella de vino y sirviendo en dos copas. Le ofreció una, la cual el tomó sin titubear, se mantenía de pie cerca de la cocina, estudiándola con gran fijación.
―Siéntate y déjame hacer lo que mejor se hacer.
Tomó asiento en la encimera de la cocina y observó a la castaña moverse con gran maestría por la cocina. El fuego ardiendo en termino medio mientras las satenes calentaban su contenido, cortando los vegetales al mismo tiempo y girando a tiempo para probar una sopa que estaba en la estufa, condimentando un poco más. Sus manos moviéndose como hace mucho no hacían, ya que tenía ayuda. Ahora la elaboración de una entrada, un plato fuerte y un postre recaían sobre ella. Presa de la adrenalina se cortó ligeramente el dedo pequeño. Lo mojó con agua lo suficiente para limpiar la herida siguió en su trabajo.
―¿Por qué me has citado acá?
Tenten disminuyó su concentración la comida y levantó la mirada observando al Hyūga contemplándola sin pestañear.
―No me dan la libertad creativa que necesito en el restaurante. Yo necesito probar mi punto. ― Lo observó tomar parte del vino de su copa y menearla mientras seguía el movimiento de sus manos.
Neji Hyūga estaba realmente confundido. Cuando había acudido al restaurante, realizado su critica y acudido ese mismo día, siempre tuvo presente que el chef era hombre. Por lo cual cuando la vio en la entrada del departamento que tenía tiempo tocando, llegar con unos pantalones blancos y una blusa rosa, Neji se quedó pasmado en su sitio unos segundos hasta que pudo reaccionar. Era una mujer. Y eso realmente no le importaba. Sin embargo al ver a la mujer recobrar la compostura y pronunciar su apellido, un pequeño y ligero movimiento en su interior se originó. Era físicamente atractiva pero la ferocidad de su mirada fue lo que no lo hacía apartar la mirada de ella.
Sus movimientos gráciles en la cocina, sus manos pequeñas moviéndose entre los utensilios de la cocina y sus quejas ante sus acciones era algo que demandaba su atención, sin comprender bien por qué. Había trabajado con chef mujeres anteriormente, en su propio restaurante, por lo cual no entendía que era lo que ella tenía que crecía la curiosidad vigente de su cuerpo.
―Listo.
El plato enfrente suyo se desplegó. Un volteadito de pescado posado en una crocante con un poco de caviar encima. La apariencia no era para nada pretenciosa, era bastante estética. Levantó su mirada para ver si ella observaba su evaluación, aunque ella misma se había sumergido nuevamente en la cocina. El aura que destilaba al realizar sus labores culinarias era sumamente atrayente.
Se llevó el tenedor a la boca con un poco de cada cosa para comprobar la conjunción de sabores y texturas de cada una de las cosas. Una explosión de sabores lo abrumó con fuerza y se quedó observando el platillo enfrente suyo. Degustó cada uno de ingredientes entremezclándose entre ellos.
Tenten miró de reojo al hombre enfrente suyo y como su expresión no se inmutaba por nada. Torció ligeramente la boca mientras se esforzaba en su siguiente plato que saldría en unos diez minutos aproximadamente del horno. Comenzó a decorar su plato y volteó justo para ver la costra dorada del pato en el horno. Lo sacó y cortó de tal forma que la carne parecía mantequilla. Sirvió cuidando con el mayor detalle el emplatado y retirando el plato anterior, sirvió el siguiente.
Introdujo al horno el postre y se esmeró en hacer una reducción de frutos rojos para acompañarlo con algún de chile xcatic. Sin poder evitarlo centró su atención en el critico gastronómico y lo vio quedarse quieto unos momentos con el primer bocado de su pato.
Se había atrevido a hacer el volcán de chocolate por que sabía que podía mejorarlo cambiando un par de cosas y por que su critica hacia el había sido hasta insultante. Debía redimirse. Neji terminó el segundo platillo.
Tenten sacó el volcán del horno con sumo cuidado y emplató adecuadamente. Colocó el postre enfrente suyo. Neji levantó una ceja en señal de pregunta y duda.
―¿Volverás a servirme, esto?
―Por supuesto.
―¿Estas segura? ― Tenten simplemente asintió. Él le ofreció un cuchillo.
Sabía que era lo que quería, comprobar si verdaderamente era un volcán de chocolate. El centro debía desbordarse apenas se abriera. La crítica que le había hecho unos días antes fue que estaba "seco y tan mundado como cualquier otro del supermercado", debía redimirse. Determinada, aunque un poco insegura de su propio trabajo se acercó con el cuchillo en mano, junto a él. No sabía si era por la rabia que le tenía al hombre, por la sucesión de hecho o simplemente porque no sabía si saldría ese volcán, Tenten sentía la presencia de Neji bastante dominante y aprensiva. Había sentido toda su atención encima suya y la fuerza de los ojos malva atravesándolo. Era un efecto que desde la primera vez que lo vio en el restaurante, a pesar de no haberse acercado a él, había notado. Tenia ese aire dominante, fuerte y masculino que irradiaba sin siquiera intentarlo o pensarlo.
En ese momento se detuvo a pensar que estaba completamente nublada por la ira cuando invitó a un completo extraño a su casa. Había sido un comportamiento impulsivo de su parte, motivada por su decepcionante jefe y por que no iba a permitir que nadie insultara su trabajo sin conocerlo ni probar todo lo que era completamente capaz de hacer. Por que aquellos platillos que le sirvió en esa primera vez si eran pretenciosos. En sus inicios ella buscó agradar a todos. Con el paso del tiempo y desarrollando aún mas sus habilidades y combinando un sinfín de ingredientes en su hogar comenzó a apreciar el sabor y la combinación de los diferentes ingredientes, encontrando mejores recetas, que posiblemente podrían resultar sencillas.
Sus ojos castaños encontraron al hombre cerca suyo. Se había acercado hacia el y estaba justo a su lado, de pie, sin despegar un momento la vista de ella. Esperando su actuar al parecer y buscando de alguna forma atacar por su mala técnica. Un chef reconocido con un excelente sentido del gusto, eso si lograba apreciar su comida. Observó su mandíbula firma y su sola cercanía erizaba todo su cuerpo, como si una corriente eléctrica se agitara entre ambos al estar tan cerca. Su porte y elegancia al vestir y sus ademanes le daban aún un aire misterioso y encantador. Apretó los labios al encontrar esos pensamientos en su cabeza. Si no fuera un desgraciado en cuando a las críticas, sería el tipo de hombre con el que saldría. Su apariencia física le era atrayente, su cabello largo y café que jugaban bastante bien con sus orbes perla y su piel que parecía ser tan suave como la piel de un melocotón. Se reprendió a si misma por ese tipo de pensamientos y se detuvo, dispuesta a centrarse a los acontecimientos que se desarrollaban en ese momento.
Dio un paso más cerca de él para tener un mayor acceso a postre y sus brazos se rosaron levemente. Aguantó la respiración al sentir una clase de tensión que momentos antes no estaba. Trago saliva concentrándose en su postre de enfrente y realmente confiando que su técnica había sido perfecta.
Por lo cual se acercó cortando levemente el pan y el liquido comenzó a salir lentamente con cremosidad y firmeza. Neji observó aquel movimiento y Tenten sonrió en respuesta. Era perfecto. Le dedicó una mirada motivándola a que probara el postre que aún estaba tibio.
―¿No lo probaras? ― Los ojos cafés lo buscaron con la incertidumbre visible.
El Hyūga simplemente le indicó con la mano que prosiguiera. Neji quería que ella probara su creación, lo cual era algo injusto. Un poco inconforme con al comportamiento, obedeció sin decir palabra. Un pedazo de pan con ganache llenó su boca en conjunción con la crema. Su mente adquirió colores por tan deliciosa mezcla que dominaba su paladar. Cerró los ojos encantada y con otra porción en la cuchara acercándose a su boca, miró a Neji que no le quitaba el ojo de encima.
―No he muerto, ahora puedes probarlo― Lo dijo en broma y se llevó nuevamente otro pan a la boca, tragando el alimento.
Neji simplemente la observó con detenimiento, se inclinó y atrapó los labios femeninos entre los suyos. Una ligera, dulce y electrizante caricia. Tenten se quedó de piedra en su sitio y correspondió con cierta timidez al inicio. Sintiendo la textura, suavidad y esencia de hombre enfrente suyo. Su interior saltó con fuerza y su espina dorsal se estremeció con fuerza. El Hyuga se alejó, relamiéndose los labios con cierta sutileza y con aquellos orbes malva aún más oscuros y penetrantes. Tenten simplemente se quedó observando como una sonrisa cobraba vida y el color carmesí inundó sus pómulos.
―Delicioso.
Neji Hyūga no se refería solamente al volcán de chocolate
¿Reviews?
